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SEMANA CUATRO LECCIÓN 9-12 Descripción general El Evangelio de Lucas 1:26-38 nos recuerda que, al igual que María, nosotros siempre debemos tratar de decirle sí a Dios y vivir nuestras vidas de una manera que le agrade a Él. Materiales y preparación necesaria Corona y velas de Adviento Biblia Hojas de periódico y marcadores, uno para cada estudiante Hojas de papel en blanco, tres para cada estudiante Lapiceras o lápices, uno para cada estudiante Sobres de tamaño carta, uno para cada estudiante Historia de misión, “La Iglesia como héroe”, que se encuentra al final de esta lección. (Lea la historia con anticipación. Cuéntela de forma adecuada para la edad). Copias del recurso: “Imagen del instructor”, que se encuentra al final de esta lección, después de la Historia de Misión (una copia para la mitad de los participantes). Formar dos filas de sillas, con los respaldares de una fila tocando los respaldares de la otra fila. Necesitará una silla para cada estudiante. Pasos de la sesión 1. Pregunte cómo les va con el programa Holy Buckets. Invite a algunos estudiantes a compartir las formas en que están recaudando fondos para la Infancia y Adolescencia Misionera. Además, pregunte sobre sus esfuerzos para las Formas de mantenerse despierto. 2. Reúna a los estudiantes alrededor de la corona de Adviento. Encienda las cuatro velas y luego rece: Mientras encendemos estas velas, permítenos agradecerte por el Niño a quien celebramos en este tiempo de Adviento. Te damos gracias por el regalo de María, nuestro ejemplo de lo que significa agradarte. Dios todopoderoso, esperamos con expectativa la llegada de Tu Hijo como un Niño. En estos días de Adviento, ayúdanos a ser fuertes en nuestra oración. Ayúdanos a ser amables y afectuosos entre nosotros y con quienes nos encontramos. Ayúdanos a continuar extendiendo nuestro amor y nuestras oraciones a nuestros hermanos y hermanas en las Misiones, en este tiempo de Adviento y a lo largo de todo el Año Nuevo que se acerca. Te pedimos esto en el nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor. Amén. 1 3. Dirija a los estudiantes a las filas de sillas que organizó en el aula. Pida a los estudiantes que elijan una silla y se sienten. Destaque que esta actividad requerirá que los estudiantes trabajen en pares con la persona que se siente en la silla opuesta. Designe una fila como "Instructores" y la otra como "Artistas". 4. Proporcione a los Instructores una copia del recurso "Imagen del instructor", sin que la vean los Artistas. Ahora proporcione a los Artistas una hoja en blanco y una lapicera o lápiz. 5. Dígale al grupo que los Instructores les indicarán a los Artistas que dibujen la imagen en la hoja que recibieron. El Instructor solo puede dar instrucciones orales, pero el Artista puede hacer cualquier pregunta que desee para entender las instrucciones. El objetivo es que el Artista dibuje el mismo objeto que aparece en la copia. 6. Asegúrese de que todos entiendan la tarea y luego invítelos a comenzar. Dé solo unos minutos para la actividad. Luego debata acerca de la actividad con las siguientes preguntas: ¿Fue difícil dibujar el objeto de la misma forma que se pretendía? ¿Por qué o por qué no? ¿Qué hubiera hecho más fácil dibujar el objeto? ¿Cuál fue la parte más fácil del trabajo? (¿La del Instructor o la del Artista?). ¿Cuál fue la parte más difícil del trabajo? (¿La del Instructor o la del Artista?). ¿En qué medida fue importante escuchar para hacer la tarea con éxito? 7. Mientras los estudiantes se sientan en sus lugares, use sus palabras para contarles la historia de misión "La Iglesia como héroe", que se encuentra al final de esta lección. Pregunte sus reacciones a la historia, observando cómo el Padre Emmanuel escuchó obedientemente la voz de Dios y puso su confianza en Él. Luego pregunte: ¿De qué forma confían en otras personas? ¿Es difícil para ustedes confiar en otras personas? ¿Por qué? ¿Cómo creen que trabajan los misioneros para ganar la confianza de los que sirven en sus misiones? ¿De qué forma confían en Dios? 8. La lección de esta semana explora la historia de María y cómo aceptó el plan de Dios de que ella fuera la madre de Jesús. Comparta el Evangelio de Lucas 1:26-38 o invite a un estudiante a leer la Escritura. Pida a los estudiantes que imagen cómo hubiera sido estar en lugar de María. ¿Habrían tenido miedo? ¿Habrían escuchado el llamado de Dios? ¿Por qué o por qué no? ¿Consideran que María fue una misionera? Expliquen. 9. Ahora proporcione a cada estudiante una hoja en blanco y una lapicera o lápiz. Pídales que hagan una lista de personas en sus vidas que escuchan la voz de Dios y colocan su confianza en Él. Pídales que identifiquen las formas en que estas personas muestran esa confianza a los demás. Invite a los estudiantes a trabajar de a dos y compartir sus respuestas. 10. Destaque que la historia de María y la historia de misión del Padre Emmanuel son recordatorios de que somos bendecidos cuando tenemos personas en nuestras vidas que nos ayudan a reconocer y a aceptar el plan de Dios para nosotros. 11. Pida a los estudiantes que piensen de qué forma serían diferentes sus vidas si no hubieran conocido a las personas que responden al llamado de 2 Dios. Proporcione a cada estudiante dos hojas de papel, una lapicera o un lápiz, y un sobre. Dígales que tienen la oportunidad de escribirle una carta a un misionero como el Padre Emmanuel y los otros misioneros de los que escucharon en estas últimas semanas. Hágales saber que esta es una forma de agradecer a quienes sirven desinteresadamente en nombre de la Iglesia y ayudan a nuestros hermanos y hermanas en las Misiones a conocer la Buena Nueva del nacimiento de Jesús. Las cartas deben incluir una descripción general breve de las lecciones de Adviento en las que participaron, entre ellas, el programa Holy Buckets. Pueden hacer las preguntas que necesiten. 12. Dé un tiempo suficiente para que escriban la carta. Pida a los estudiantes que coloquen las cartas en el sobre y luego se las entreguen. Hágales saber que enviará las cartas a la oficina local de la Infancia y Adolescencia Misionera para que las compartan con los misioneros que nos visitan de todo el mundo. 13. Finalice conectando el "sí" de María a Dios con lo que hacen los misioneros todos los días. Enfatice que sus plegarias y sacrificios a través del programa Holy Buckets los coloca en las Misiones, compartiendo la Buena Nueva junto con los misioneros todos los días. Finalice con una plegaria por todos los misioneros, y por todos los que escuchan la Buena Nueva de Jesús. Historia desde las Misiones LA IGLESIA COMO HÉROE: El nacimiento de la nueva nación de Sudán del Sur En el verano de 2011, ocurrió algo que no sucede muy a menudo: nació una nueva nación. El nuevo país africano se llama República de Sudán del Sur y es el 52° del continente. Casi todos dependen de las Obras Misionales Pontificias para ayudar a servir a los pobres y los más vulnerables. Este suceso fue precedido por décadas de persecución de los cristianos en el sur y la guerra con el norte dominado por los musulmanes (lo que queda del país de Sudán). "Cuando se estudie la historia de Sudán", explicó el Padre Emmanuel Jada Patrisio, un párroco local de ese país africano, "la Iglesia se definirá como un campeón, un héroe. La Iglesia Católica iluminó a las personas y les dio valor para hablar por la minoría, los abandonados, los olvidados". Ahora profesor de seminario en un vecindario de Kenia, el Padre Emmanuel, que ha sido sacerdote durante 23 años, también trabajó en parroquias en este lugar. Compartió sus sentimientos acerca de la independencia de su lugar nacimiento durante una visita a la oficina nacional de las Obras Misionales Pontificas a fines de este verano. Otro sacerdote local se unió a sus reflexiones, el Padre Peter Loro Bambu que, de hecho, se había preparado para el sacerdocio durante la peor época de la guerra hace unos 20 años. "Recuerdo los ruidos de las armas, las clases se suspendían por las batallas, las bombas que llovían del cielo", recordaba el Padre Peter. Tanto él como el Padre Emmanuel recuerdan el horror de la guerra de forma vívida: personas tomadas de sus casas, torturadas y asesinadas, niños convertidos en soldados, forzados a matar a sus propios familiares. Durante ese tiempo, la Iglesia de Sudán tomó la responsabilidad de cuidar de esos niños, construir hogares para ellos y enviarlos a escuelas vocacionales. Al ver lo que estaba haciendo la Iglesia, el Padre Peter se 3 convenció de que debía continuar con esta formación, incluso aunque significara ir al norte a Khartoum. "Sabía que solo como sacerdote tendría voz para hablarle a mi gente", manifestó. Ambos sacerdotes alegan que la independencia mantuvo la esperanza de vida sin persecución, sin guerra. El Padre Emmanuel recordó los eventos del Día de la Independencia, el 9 de julio, específicamente, cómo el viento desplegaba la nueva bandera del país. "Aquí está el espíritu de Dios", dijo. "Aquí no hay palabras, solo lágrimas". Ambos sacerdotes siguen estando agradecidos con los católicos estadounidenses por su apoyo a la Iglesia durante la guerra. Específicamente hablaron de los programas parroquiales para rescatar y rehabilitar a los niños-soldados. Cada uno destacó la necesidad de esa asociación para continuar. "Viaje con nosotros de nuevo", insistió el Padre Peter. Aún se necesita ayuda para alcanzar a la juventud afectada por la guerra y para abrir nuevas parroquias para recibir a quienes regresan al Sur de Sudán. Además, existe un largo proceso de reconciliación. "Debemos ayudar a abordar la guerra que sigue estando dentro nuestro, los conflictos en el interior de cada uno, después de un período tan largo de violencia", comentó. Eso incluye el apoyo para los programas parroquiales para asistir a quienes siguen afectados por el trauma de los años de la guerra. "Debemos seguir haciendo la paz dentro de nosotros mismos y con los demás", agregó el Padre Peter. Al haber alcanzado la independencia, nuestra familia de la misión en el Sur de Sudán comienza un nuevo viaje. Los viajeros siguen igual: una iglesia misionera y los misioneros y, a través de las plegarias y el sacrificio, todos los que ofrecen plegarias y envían ayuda a través de las Obras Misionales Pontificias. 4 Imagen del instructor 5 Extensiones de la lección El plan de Dios en las Escrituras Intercambie ideas con los estudiantes acerca de otras personas que mencionan las Escrituras que respondieron voluntariamente al llamado de Dios aunque pensaban que era difícil. Por ejemplo, a Noé le pidió construir un arca. Vea cuántos nombres e historias pueden recordar. Regalos de alegría Invite a los estudiantes a hacer una lista de las actividades del último Adviento y Navidad que les dieron alegría. Debatan sus selecciones con las siguientes preguntas como guía: ¿De qué forma la actividad hizo que la época fuera mejor? ¿Qué actividades conservan mejor el verdadero significado de la época? Pídales que piensen en los niños en las Misiones y las actividades que disfrutarían durante las épocas de Adviento y Navidad. Ayúdelos a ver la conexión con esos niños y los misioneros que los sirven con la ayuda del programa Holy Buckets. Bendecir a otros Invite a los estudiantes a pensar en personas de su comunidad que necesitan una esperanza ahora mismo. Pídales que escriban los nombres de algunas de esas personas. Luego piense algunas formas en que los estudiantes podrían bendecirlos durante el Adviento. Nueve días de rezos con la Sagrada Familia La actividad de esta semana vincula las plegarias de los estudiantes con la Sagrada Familia. Jesús, María y José, bendíganos y denos la gracia de una familia amorosa y la Santa Iglesia. Ustedes nos muestran todo lo bueno. Ayúdenos a convertirnos en signos vivos de Su benignidad y amor. Guíenos hacia nuevas formas de verlos, rezarles y crecer en nuestro amor y compromiso hacia Ustedes. (Lleven sus peticiones a Dios) En la tranquilidad de Nazaret hace muchos años, el Espíritu Santo habló a sus corazones, María y José, y siguieron la voluntad de Dios con una fe maravillosa. En el silencio de mis días y en las decisiones difíciles que debo tomar, ayúdame a seguir la guía del Espíritu y a creer cuando no puedo ver. (Ofrezca la plegaria del día) Día 1 Oh Dios, guía de quienes escuchan y socorro de quienes escuchan Tu voz, háblame, como lo hiciste con María y José, y ayúdame a hacer las cosas que me das para hacer. Que la Buena Nueva del Salvador sea proclamada a todo el mundo. 6 Día 2 Oh Dios, Tú amas a Tu gente y bendices las vidas comunes que vivimos humildemente. Así como bendijiste a la Sagrada Familia, bendice lo que hago, por más oculto y simple que sea, y permite que todo lo que haga, sea con amor. Que los misioneros que hacen largos viajes llevando a Cristo a los necesitados puedan fortalecerse en la fe y la santidad. Día 3 Oh Dios, siempre fiel, Tú siempre te acuerdas de nosotros y revelas Tus bendiciones a tiempo. Ayúdame a confiar en Ti, como María y José confiaron con fe, y nunca permitas que pierda la fe en los regalos maravillosos que me prometiste. Que los hombres y mujeres jóvenes ofrezcan sus vidas a Dios como los sacerdotes y religiosos en servicio de sus vecinos. Día 4 Dios de las familias, bendice a mi familia. Aléjanos de todo mal, y no permitas que la maldad se instale entre nosotros. Permite que tengamos paz en nuestros corazones. Que las familias católicas de las Misiones, mediante el ejemplo de sus vidas, puedan mostrar el amor de Cristo a sus vecinos. Día 5 Oh Dios, Tú que amas a los niños, ten piedad de nuestros hijos hoy. Dales los ojos de la fe para ver lejos, un corazón amoroso para recibir la vida y un lugar siempre a Tu lado. Que los niños de las Misiones que tienen hambre y sed puedan alimentarse y ser reconfortados a través de lo que podemos compartirles. Día 6 Dios de nuestro hogar celestial, bendice nuestro hogar terrenal. Permite que el espíritu de María y José descansen en nuestra mesa, moldeen nuestras palabras y acciones, y bendigan a nuestros hijos. Que todas las personas de fe que viven en las Misiones puedan sentir la presencia del Señor en sus vidas. Día 7 Dios, nuestro Padre, dales Tu espíritu paternal a quienes son padres hoy. Al igual que José, dales corazones de amor devoto para con sus esposas e hijos, y fortalécelos con perdón y paciencia. Para nuestro Santo Padre, que el Espíritu Santo le dé sabiduría, fortaleza y santidad como guías para la Iglesia misionera en el camino de Cristo. Día 8 Dales refugio, oh Padre, a quienes lo necesitan, y reúne a las familias divididas. Danos suficiente comida para comer y un trabajo decente para ganarnos el pan. Cuida de nosotros, oh Dios. Que los refugiados y niños sin hogar en las Misiones encuentren esperanza en la promesa de Cristo de la alegría eternal. 7 Día 9 Bendice a todas las familias, oh Señor, especialmente a aquellos en necesidad. Recordamos la vida de Tu Hijo y rezamos por los pobres, por los que no tienen un buen hogar, por los que están en el exilio. Dales un protector como José. Que todas las personas en las Misiones que viven en aflicción y temor encuentren paz y esperanza en el mensaje de los Evangelios. Recurso para las familias Plegarias de preparación para la Navidad Bendición del Pesebre Esta semana, reúnanse como familia para armar su pesebre. Si no tienen un pesebre, consideren comprar uno o junten elementos para confeccionarlo. Si ya han armado el pesebre, está bien. De cualquier forma, dediquen un tiempo esta semana para concentrarse en el nacimiento de Cristo, nacido entre nosotros en un pesebre humilde. Considere estas ideas: Cuente o lea la historia de Navidad (ver Lucas 2:1-14). Luego comparta la bendición que se encuentra más abajo sobre cada una de las estatuas de personas y animales ubicados en el pesebre. Debatan qué pudo haber pensado o sentido cada una de las personas que se encuentra en el pesebre la noche del nacimiento de Jesús. Hable acerca de cómo hubiera sido nacer en un establo. Hable acerca de los diferentes lugares donde viven las familias. Enfatice las comodidades simples que tiene la mayoría de las personas, en especial, las familias de comunidades y países pobres de todo el mundo. Eleven una bendición sobre el pesebre. Puede decir su propia bendición o usar la que se proporciona a continuación: Dios de María y José, y Jesús, Dios del buey, el cordero y todos los animales del pesebre, Dios de los ángeles, las estrellas y los sabios, Bendice nuestro pesebre. Bendice a quienes se reúnen para celebrar el nacimiento del Niño Jesús. Te pedimos que llenes nuestro hogar con la alegría de Cristo. Te pedimos que llenes nuestro hogar con el amor de Cristo. Te pedimos que llenes nuestro hogar con la paz de Cristo. Te pedimos que llenes nuestro hogar con la esperanza de Cristo. Ayúdanos a compartir siempre la alegría de Cristo con otros. Ayúdanos a ofrecer el amor de Cristo a los necesitados. Ayúdanos a llevar la paz de Cristo a todos los que conocemos. Ayúdanos a compartir la esperanza de Cristo, todos y cada uno de los días de nuestra vida. 8