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Enfermedades del aparato respiratorio en la ganaderia ovino caprino Escrito por Juste Jueves, 04 de Diciembre de 2008 00:00 Oestrosis: La Oestrosis es una enfermedad parasitaria producida por la larva de la mosca Oestrus ovis. Esta mosca se encuentra activa en los meses en los que la temperatura ambiental es adecuadamente alta. Durante este período suele refugiarse en oquedades y grietas de edificaciones, y cuando tiene a su alcance ovejas o cabras deposita en la zona de los ollares larvas que penetran por las fosas nasales donde se desarrollan hasta larvas, las cuales completan su desarrollo en los senos frontales desde donde vuelven a salir para dejarse caer al suelo y pasar allí a adultos. En realidad no se han estudiado bien las pérdidas que produce, pero es muy habitual que los pastores se quejen durante los meses de primavera de que los animales tienen mucho moco y molestias respiratorias, por lo que es lógico suponer que en esta fase se produzcan pérdidas productivas, relacionadas, al menos, con una menor ingestión de alimento. También es característico que los animales se asusten cuando se producen los ataques de la mosca en los pastos, por lo que también dejan de comer durante un tiempo. Ocasionalemente se producen infestaciones masivas que provocan movimientos de torneo, los cuales otras veces se deben a verdaderas afecciones del encéfalo por perforación del hueso en caso de respuesta inflamatoria exagerada. Si bien no hay un método de diagnóstico específico, la asociación de estornudos y un abundante moco verdoso en los ollares de un porcentaje elevado de animales es un indicio muy característico, que frecuentemente está acompañado por la presencia de las larvas en los comederos y bebederos. El tratamiento con organofosforados, nitroxinil, rafoxamida, ivermectina o closantel da buenos resultados, especialmente si se aplican en los períodos de inactividad de la mosca, de manera que se corte el ciclo de una forma más eficaz. 1/3 Enfermedades del aparato respiratorio en la ganaderia ovino caprino Escrito por Juste Jueves, 04 de Diciembre de 2008 00:00 Tumor intranasal enzoótico: Se trata de un proceso tumoral de origen vírico (un Retrovirus relacionado con el de la Adenomatosis pulmonar ovina) que se da en ovino y caprino sobre todo, pero que en nuestro país parece tener mayor importancia en la cabra. Las manifestaciones clínicas comienzan con la aparición uni o bilateral de una mucosidad clara y abundante en los ollares que se mantiene durante 2 o 3 meses durante los cuales la respiración se va haciendo más ruidosa y los animales van adelgazando hasta morir. En algunas ocasiones el crecimiento del tumor es suficientemente grande como para verse desde los ollares o como para producir un reblandecimiento del hueso y una deformación de la cara. Al abrir la cavidad nasal se observan tumoraciones de color blanquecino o grisáceo con más o menos areas de congestión que desplazan los tejidos óseos y cartilaginosos de la zona. El aspecto es racemoso y a veces esta acompañado de masas más compactas que corresponden a papilomas. No suele haber metástasis. La edad más frecuente de aparición es entre los 3 y los 5 años y es normal que se encuentren afectados entre un 1 y un 10 % de los animales. El diagnóstico clínico llevará a realizar la necropsia en la que el hallazgo de las tumoraciones será definitivo, y cuyo estudio histopatológico demostrará un adenocarcinoma de baja malignidad. En la actualidad, como en el caso de la Adenomatosis pulmonar ovina, no existe un método serológico para el diagnóstico. No hay tratamiento, por lo que las únicas medidas que se pueden aplicar son de tipo preventivo como eliminar precozmente a los animales en cuanto comiencen la secreción mucosa y evitar los intercambios de animales. Micoplasmosis respiratorias: Con este encabezamiento agruparemos a una serie de procesos neumónicos en los que se encuentran implicadas varias especies del género Mycoplasma. La más importante es la Pleuroneumonía caprina, que se considera una enfermedad exclusivamente limitada a Africa. Se trata de un proceso, causado por las llamadas cepas F38, muy similar a los causados por M. mycoides capri y M. mycoides L.C., de los que se diferencia por su mayor contagiosidad. La enfermedad se caracteriza por su alta morbilidad y mortalidad y por el tipo de neumonía fibrinosa que produce. Los animales presentan tos, disnea, postración, fiebre, y en las fases terminales, respiración por la boca, lengua colgante y formación de espuma con muerte en un par de días. En los casos más graves puede producirse una septicemia mortal sin que aparezca clínica previa. La neumonía es muy similar a la del bovino en cuanto que el pulmón toma una imagen abigarrada y marmórea, con dilatación de los septos interlobulillares, distintas fases de evolución y gran cantidad de exudado serofibrinos en la pleura. Aunque muy similar a la imagen de la Pasterelosis, la Pleuroneumonía tiene una mayor tendencia a la formación de secuestros y puede afectar a un solo pulmón. Otro tipo de neumonías debidas a micoplasmas son las de tipo enzoótico relacionadas con diferentes especies de micoplasmas (M. capricolum, M. arginini, M. ovipneumoniae). Se trata de una serie de procesos poco conocidos, que en algunos casos pueden alcanzar graves consecuencias, pero cuya importancia se debe esencialmente a sus efectos negativos sobre la productividad de los animales, que no suelen manifestar síntomas 2/3 Enfermedades del aparato respiratorio en la ganaderia ovino caprino Escrito por Juste Jueves, 04 de Diciembre de 2008 00:00 clínicos evidentes. Generalmente en las formas más graves se suelen encontrar asociados diversos agentes, por lo que se considera que, en realidad, son enfermedades relacionadas con factores de estrés previos. El diagnóstico se basa en la alta contagiosidad en el caso de la Pleuroneumonía y en las lesiones anatomopatológicas y el aislamiento bacteriológico en todos. Pasterelosis: Se trata de otra enfermedad de tipo esencialmente multifactorial, en la que el desarrollo final se debe a la infección por el género Pasteurella. Las dos especies clásicas son Pasteurella haemolytica y Pasteurella multocida. Aunque en las especies ovina y bovina tienen una gran importancia, en la cabra no parecen alcanzar las mismas dimensiones. Los cuadros característicos son los de una septicemia y de una neumonía y es más frecuente que se deban a P. haemolytica. En el caso de la septicemia no suele haber síntomas clínicos, sino que los animales mueren repentinamente y solo ocasionalmente pueden verse animales tumbados con disnea y espuma en la boca. En el cadáver se aprecian hemorragias subcutáneas en el cuello y tórax, así como equimosis en pleura, diafragma y epicardio. Los pulmones aparecen aumentados de tamaño como consecuencia de la congestión y edema que padecen. En la faringe pueden aparecer focos necróticos alrededor de las tonsilas, que a veces se presentan también en la mucosa nasal, laringe y paladar blando. El hígado frecuentemente está aumentado de tamaño y con pequños focos necróticos de color gris. Los riñones pueden tener un aspecto pulposo similar al de la enterotoxemia. En la forma neumónica (neumonía enzoótica) los animales están deprimidos, con disnea y tienen fiebre alta, frecuentemente hay una descarga nasal y ocular de tipo seroso, y en la fase terminal puede aparecer espuma en la boca poco antes de morir. Cuando el curso es menos grave todos estos síntomas pueden ser más difíciles de apreciar. La lesión característica es la de una neumonía fibrinosa asociada con pleuritis y pericarditis con depósitos de aspecto gelatinoso. En general no suele haber gran número de bajas, ya que tras una serie de muertes repentinas, la incidencia disminuye hasta desaparecer en pocos días. Este tipo de evolución se corresponde con la de una enfermedad oportunística, ya que suele presentarse asociada con algún factor de estres climatológico o cambio de alimentación. El diagnóstico se hace a partir de la observación de la forma de presentación del proceso, del tipo de lesiones y del aislamiento de Pasteurella. Aunque se recomienda el tratamiento con Oxitetraciclina y Cloranfenicol, nosotros hemos obtenido resultados más constantes con Colistina y Gentamicina. En realidad el tratamiento no suele ser necesario, ya que solamente es eficaz en los periodos iniciales de la infección, cuando todavía no hay lesiones irreversibles. El mejor método de control es evitar exponer a los animales a factores de estrés. 3/3