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Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011 Editores: Dr. Leonardo Borregales C Dr. Fernando Giordano Dr. Leonardo Contreras I Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Primer Consenso Venezolao de Infección Urinaria 2011 Editores: Dr. Leonardo Borregales C Dr. Fernando Giordano Dr. Leonardo Contreras Versión impresa Depósito Legal lf63420116102073 ISBN 978-980-6905-74-0 Versión CDROM Depósito Legal lfx63420116102147 ISBN 978-980-6905-75-7 Editorial ATEPROCA C.A., Caracas, * www.ateproca.com Telef. +58-212-793.5103 Fax: +58-212-781.1737 e-mail: [email protected] Impreso en Caracas, Venezuela Impresión: Libros 1000 ejemplares, julio 2011 CDROM: 3 000 ejemplares, julio 2011 II Borregales L, Giordano F, Contreras L. Borregales L, Giordano F, Contreras L, editores. Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Caracas: Editorial Ateproca; 2011.p.III-IV. CONTENIDO Prólogo Drs. Fernando Giordano, Leoardo Borregales, Leonardo Contreras Autores. Editores Capítulo I. Capítulo II. Definiciones. Epidemiología de las infecciones urinarias. Factores de riesgo Drs. Ricardo Montiel, Nirka Marcano, Susan Mack, Francisco Canónico Profilaxis antimicrobiana en urología Drs. Gustavo Ugas, Serafín Álvarez, Mario Marín, Ángela Cordero V VII 1 11 Capítulo III. Manejo de la infecciones urinarias en urología pediátrica Drs. Hermes Pérez, Carmen Martínez, Diana Hidalgo, Francisco Chang, Luis Benavides 25 Capítulo IV. Manejo de la infección urinaria no complicada Drs. Alberto Páez, José Manuel Rojas, Luis Guiaquirián, Nicolo Danna 41 Capítulo V. Infección del tracto urinario complicada (ITU C). Enfermedad litiásica. Efermedad con catéteres. Gerontes. Urosepsis. Absceso renal Drs. Antonio León, León Montenegro, José Manuel Pardo, Krisell Contreras 53 Capítulo VI. Manejo de las prostatitis aguda y crónica. Epididimitis. Orquitis Drs. Franzo Marrufo, Alessandro Colantuono, Alfonso Guzmán, Hugo Dávila Jesús Vizcaíno 65 III Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Capítulo VII. Infecciones de trasmisión sexual Dr. Juan Carlos Luigi, Fátima De Abreu, Bernardo Cuomo, Pedro González, Ricardo Blanch 85 Capítulo VIII.Infecciones urinarias en el embarazo Drs. Luis Caricote, Andy Cardozo, Nelson Mederos, Roberto Benatuil, Judith Toro Merlo, Krisell Contreras 113 Capítulo IX. Buenas prácticas para prevenir infecciones urinarias Drs. Alirángel Quintero, José Gregorio Saavedra, Baudilio Ortiz 123 Capítulo X. 135 IV Rol del diagnóstico por imágenes Dra. Ana Gascue Borregales L, Giordano F, Contreras L. PRÓLOGO La Sociedad Venezolana de Urología, pionera en la realización de consensos médicos en el país, tiene el agrado poner a la disposición del gremio médico el libro PRIMER CONSENSO VENEZOLANO DE INFECCIONES URINARIAS 2011. Este Consenso, viene a llenar el vacío que hay en nuestro medio con relación con la información de una patología frecuente y con severas repercusiones como es la infección urinaria. Por primera vez en nuestro país, se reúnen representantes de cuatro especialidades médicas como son, Urología, Obstetricia y Ginecología, Infectología y Radiología, para tratar los temas que aquí se abordan. Aunque fue difícil reunir a este grupo de expertos, consideramos que valió la pena el esfuerzo, porque nos permitió tener un producto de alta calidad, porque además de estar acorde con todas las guías clínicas mundiales que se han publicado en esta materia, cuenta con la experiencia que cada uno de los autores ha plasmado los capítulos desarrollando de esta manera, el estado del arte de cada tema en particular. En un solo tomo práctico y didáctico se presentan diez capítulos con los tópicos más importantes relacionados con las infecciones urinarias, diferenciándolos, por grupos etarios, por sexo y por situaciones especiales como el embarazo donde esta patología cobra particular importancia. Igualmente se incluye un capítulo relacionado con las infecciones de transmisión sexual que generalmente están muy relacionadas con el tema central de este libro. Al final se incluyó un capítulo con consejos prácticos que el médico debe conococer para instruir a la comunidad en cómo evitar esta patología. Por último, queremos expresar nuestro agradecimiento al Laboratorio Bayer-Schering-Pharma, en la persona de la Lic. Carla Velasco por el apoyo V Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. que desde el comienzo nos dio para la realización, organización y difusión del Consenso . Esperamos que esta obra sea de utilidad para los médicos de las diferentes especialidades y que redunde en la salud nuestros pacientes. Dr. Fernando Giordano Dr. Leonardo G. Borregales C. Dr. Leonardo Contreras VI Borregales L, Giordano F, Contreras L. EDITORES Fernando Giordano. Presidente de la Sociedad Venezolana de Urología. Jefe de Servicio de Urología del Hospital Universitario de Mérida. Leonardo G. Borregales C. Secretario de Eventos Científicos de la Sociedad Venezolana de Urología. Urólogo del Hospital Centro Médico de Caracas. Leonardo Contreras. Secretario de Archivo y Biblioteca de la Sociedad Venezolana de Urología. Egresado del Hospital Vargas de Caracas. AUTORES Serafín Álvarez. Urólogo, egresado del Hospital General del Oeste “Dr. José Gregorio Hernández” de Caracas. Coordinador del Curso de Posgrado de Urología del mismo centro hospitalario. Roberto Benatuil. Urólogo. Egresado del Hospital Vargas de Caracas. Hospital de Clínicas Caracas. Luis Benavides. Urólogo General-Pediátrico, egresado del Hospital Universitario de Caracas, y Hospital “J.M de los Ríos”. Ricardo Blanch. Ginecólogo. Jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de Caracas. Coordinador de la Sección de Uroginecología y piso pévico de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela. Luis Caricote. Urólogo, egresado del Hospital Vargas de Caracas, Director de la Seccional del Centro de la Sociedad Venezolana de Urología. Andy Cardozo. Urólogo. VII Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Francisco Canónico. Urólogo, egresado Hospital Vargas de Caracas. Francisco Chang. Urólogo general–pediátrico, egresado del Hospital Vargas de Caracas y del Hospital de Niños “J.M. de los Ríos”. Caracas. Alessandro Colantuono. Urólogo. Expresidente de la Sociedad Venezolana de Urología. Krisell Contreras. Médica internista–infectólogo. San Cristóbal, Estado Táchira. Angela Cordero. Uróloga. Bernardo Cuomo. Urólogo, egresado del Hospital Universitario de Caracas. Hospital Centro Médico de Caracas. Hugo Dávila. Urólogo. Director de la Unidad de Cirugía Robótica del Hospital Universitario de Caracas. Expresidente de la Sociedad Venezolana de Urología. Nicolo Danna. Urólogo, egresado Hospital Universitario de Caracas Fátima De Abreu. Médica internista-infectóloga del Hospital “Dr. Domingo Luciani”. Hospital Centro Médico de Caracas. Ana Gascue. Radióloga. Hospital Centro Médico de Caracas. Luis Guaiquirián. Urólogo. Jefe del Servicio de Urología del Hospital “Dr. Miguel Pérez Carreño”, Caracas. Expresidente de la Sociedad Venezolana de Urología. Pedro González. Urólogo. Jefe del Servicio de Urología del Hospital “ Dr. Pedro Emilio Carrillo” y Director del Curso de Posgrado. Alfonso Guzmán. Médico internista-infectólogo. Hospital Centro Médico de Caracas. VIII Borregales L, Giordano F, Contreras L. Diana Hidalgo. Uróloga-pediatra del Hospital de Niños “J.M. de los Ríos”. Caracas. Antonio León. Urólogo, Coordinador del Posgrado de Urología Hospital Universitario de Caracas. Juan Carlos Luigi. Urólogo, egresado del Hospital Vargas de Caracas. Secretario de Relaciones Institucionales de la Sociedad Venezolana de Urología. Susan Mack. Uróloga, egresada del Hospital Vargas de Caracas. Nirka Marcano. Uróloga. Jefa del Servicio de Urología del Hospital Militar “Carlos Arvelo”, Caracas. Mario Marín. Urólogo, egresado del Hospital Universitario de Caracas. Franzo Marrufo. Urólogo. Director de la Seccional Metropolitana de la Sociedad Venezolana de Urología. Carmen Martínez. Uróloga. Expresidenta de la Sociedad Venezolana de Urología. Nelson Mederos. Urólogo. Jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Caracas. Jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Universitario de Caracas. Expresidente de la Sociedad Venezolana de Urología. Policlínica Metropolitana de Caracas. León Montenegro. Urólogo. Director de la Seccional Zulia de la Sociedad Venezolana de Urología. Ricardo Montiel. Urólogo. Vicepresidente Sociedad Venezolana de Urología. Baudilio Ortiz. Urólogo. IX Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Alberto Páez. Urólogo. Coordinador del Curso de Posgrado de Urología del Hospital Vargas de Caracas. Secretario de la Sociedad Venezolana de Urología. José Manuel Pardo. Urólogo. Jefe del Servicio de Urología del Hospital Vargas de Caracas. Expresidente de la Sociedad Venezolana de Urología. Hermes Pérez. Urólogo. Jefe del Servicio de Urología del Hospital de Niños “J.M de los Rios” Caracas. Jefe de Servicio de Urología del Hospital Oncológico “Padre Machado”, Caracas. Alirángel Quintero. Urólogo. Director de la Seccional Andina de la Sociedad Venezolana de Urología. José Manuel Rojas. Urólogo. Coordinador del Posgrado de Urología del Hospital “Dr. Miguel Pérez Carreño”. Caracas. José Gregorio Saavedra. Urólogo. Henry Salas. Urólogo Judith Toro Merlo. MSc en Obstetricia y Ginecología. Profesora de Obstetricia y Ginecología Escuela de Medicina Luis Razetti. Facultad de Medicina UCV. Jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital General del Oeste “Dr. José Gregorio Hernández”. Caracas. Gustavo Ugas. Urólogo, Egresado Hospital Vargas de Caracas. Jesus Vizcaíno. Urólogo egresado del Hospital General del Oeste “Dr. José Gregorio Hernández”. Caracas. Adjunto del Hospital Central de San Cristóbal, Estado Táchira. X Borregales L, Giordano F, Contreras L. Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011 Editores: Dr. Leonardo Borregales C Dr. Fernando Giordano Dr. Leonardo Contreras Borregales L, Giordano F, Contreras L, editores. Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Caracas: Editorial Ateproca; 2011.p.1-10. Capítulo I DEFINICIONES. EPIDEMIOLOGÍA DE LAS INFECCIONES URINARIAS. FACTORES DE RIESGO Drs. Ricardo Montiel, Nirka Marcano, Susan Mack, Francisco Canónico Se define infección urinaria (ITU), como la presencia de microorganismos patógenos en el tracto urinario; esta puede ser sintomática o asintomática. Comprende un amplio espectro clínico que va desde la bacteriuria asintomática hasta la pielonefritis aguda complicada con sepsis. Tradicionalmente se clasifica en ITU baja, alta y bacteriuria asintomática(1,2). Se considera que es la infección bacteriana más común, y que tiene un alto impacto en la población tanto en el ámbito de salud, como en el económico. DEFINICIONES Bacteriuria asintomática Se define como la presencia 105 unidades formadoras de colonias (UFC) de un microorganismo en dos urocultivos consecutivos realizados con un intervalo de 24 horas o más, sin que hayan síntomas compatibles con infección urinaria. Bacteriuria sintomática Es considerada cuando exista un crecimiento de un uropatógeno en forma significativa de 103 UFC, de orina obtenida espontáneamente o por cateterismo (3). Piuria Se diagnostica cuando hay 10 leucocitos por campo a gran 1 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. aumento (CGA) (x40) en el sedimento resuspendido de una alícuota de orina centrifugada o por mm3 de orina no centrifugada. Generalmente indica una respuesta inflamatoria del urotelio a la invasión bacteriana. Una bacteriuria sin piuria sugiere colonización, mientras que ante una piuria sin bacteriuria se deben realizar evaluaciones clínicas y complementarias para descartar tuberculosis, cálculos o cáncer. En algunos casos resulta útil la evaluación general de la orina con tiras reactivas, inclusive para la determinación de leucocito esterasa, de hemoglobina y de nitritos. Primoinfección Corresponde al primer episodio de infección de las vías urinarias Infecciones urinarias no complicada Se consideran infecciones del tracto no complicada (ITUnc), aquellas que se presentan en individuos sanos, con estructuras y funcionamiento urinario normal. Con mayor frecuencia se presentan en mujeres y pueden ser una cistitis aislada o recurrente; o una pielonefritis aguda, con una bacteria susceptible de ser erradicada con un curso corto de antibióticos. ITU complicada Para definir infección urinaria complicada (ITUc) deben estar presentes dos condiciones: 1. Urocultivo positivo y 2. Una o más condiciones asociadas tales como catéteres permanentes (renales, ureterales o uretrales), cateterismos intermitentes, residuo posmiccional > 100 mL, uropatías obstructivas, cálculos, tumores, reflujo vesico-ureteral, derivaciones urinarias, lesiones uroteliales posradiación o quimioterápicos, insuficiencia renal, trasplante, diabetes, inmunosupresión, geronte, etc. Infecciones recurrentes (recidivantes) Pueden ser reinfección o persistencia bacteriana. En las mujeres, más del 95 % de las infecciones recidivantes son reinfecciones. 2 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Definiciones. Epidemiología de las infecciones urinarias. Factores de riesgo Reinfección Es una infección recurrente con diferentes bacterias provenientes del exterior del tracto urinario. Para determinar si se trata de un nuevo evento se debe contar con un cultivo negativo, después de la infección previa. Persistencia bacteriana Se refiere a una ITU recurrente causada por la misma bacteria desde un foco infeccioso que está dentro del tracto urinario, como por ejemplo un cálculo infectado o desde la próstata. El término recaída o reincidencia es un término frecuentemente usado como similar. EPIDEMIOLOGÍA En Venezuela, no hay datos sobre la prevalencia de los distintos tipos de ITU y su repercusión sobre la calidad de vida de la población afectada, esta situación es común en otros países de América, Europa y Asia. En Estados Unidos, las ITU son responsables de más de 7 millones de consultas médicas anuales; de ellas más de 2 millones corresponden a cistitis(1). Aproximadamente un 15 % de los antibióticos prescritos en la comunidad de Estados Unidos son para el tratamiento de ITU, lo que representa un costo anual de más de un billón de dólares(2). Por otra parte, los costos directos e indirectos asociados a las ITU adquiridas en la comunidad en Estados Unidos, se estima que exceden 1,6 billones de dólares(1). Las infecciones urinarias representan más de 100 000 hospitalizaciones al año, la mayoría por pielonefritis. Asimismo, representan aproximadamente el 40 % de todas las infecciones nosocomiales, que en la mayoría de los casos, están asociadas a la colocación de catéteres(2-4). La bacteriuria nosocomial se desarrolla hasta en un 25 % de los pacientes que requieren una cateterización urinaria Montiel R, Marcano N, Mack S, Canónico F. 3 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. por más de 7 días, con un riesgo diario de un 5 %(5). Se estima que un episodio de bacteriuria nosocomial, aumenta de 500 a 1 000 dólares el costo directo de hospitalización(6). La ITU nosocomial constituye el mayor reservorio institucional de agentes patógenos resistente a los antibióticos. En niños, la ITU es una afección frecuente; su incidencia es ligeramente menor a las infecciones del tracto respiratorio y vías digestivas, y varía según el sexo y la edad. Antes de los tres meses de edad, la ITU se presenta en varones en un 3,7 %, mientras que en las hembras lo hace en un 2 %. De allí en adelante, la incidencia cambia, se presenta en un 3 % en hembras y un 1,1 % en varones. En términos generales constituye la causa más común de fiebre de origen desconocido en varones menores de tres años. El riesgo de ITU durante la primera década de la vida en varones representa 1 % y 3 % en las hembras(7). Los episodios de ITU en edad escolar se presentan en 5 % en niñas, y 0,5 % en varones. La evolución de la ITU usualmente es benigna, sin embargo, mientras menor es la edad del niño, mayor es la posibilidad de desarrollar cicatrices renales (64 %), con secuelas tardías que se manifiestan en el adulto, como hipertensión, proteinuria, daño renal y la enfermedad renal crónica. Esto se debe a la respuesta inflamatoria aguda, que se produce en la papila renal que se acompaña de liberación de enzimas y radicales libres, que permiten la pérdida de parénquima renal con secuelas sobre el funcionalismo. En los neonatos, la incidencia de bacteriuria asintomática es de 0,7 % - 3,4 %; en los niños menores de tres meses es de 0,7 % - 1,3 % y en preescolares es de 0,2 % en niños y 0,8% en niñas. Las mujeres pueden adquirir bacteriuria en cualquier etapa de su vida. Sin embargo, el embarazo se considera un factor de riesgo independiente para el desarrollo de ITU. La prevalencia de bacteriuria en embarazadas oscila entre 4 % a 10 %(16); y del 20 % a 40 % de ellas desarrollan pielonefritis. Asimismo, está bien documentada la relación entre bacteriuria asintomática en la gestación, con el riesgo de prematuridad y posibles efectos adversos sobre el feto(17,18). Por tanto 4 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Definiciones. Epidemiología de las infecciones urinarias. Factores de riesgo Cuadro 1.1 Prevalencia y factores de riesgo de infeccion urinaria según sexo y edad Grupo Mujeres Hombres de edad Prevalencia Factor de riesgo Prevalencia Factor de riesgo (años) % % <1 1 Alt. urológica funcional o 1 anatómica 1-5 4-5 Alt. congénita vesicoureteral 0,5 6 - 15 4-5 Reflujo vesicoureteral 0,5 16 - 35 20 Actividad sexual Diafragma vaginal 0,5 36 - 65 35 Cirugía ginecológica Prolapso vesical 20 > 65 40 Lo anterior, Incontinencia. 35 Sonda vesical a permanencia Alt. urológica funcional o anatómica Alt. congénita Fimosis Desconocido Homosexualidad Hiperplasia nodular prostática Obstrucción Cateterismo Cirugía Lo anterior. Incontinencia. Sonda a permanencia se recomienda realizar descarte de bacteriuria como rutina durante la gestación. En gerontes de ambos sexos afectos de una enfermedad debilitante crónica u hospitalizados, la prevalencia de bacteriuria supera el 25 % de la población. La prostatitis crónica bacteriana es una patología frecuente en hombres de todas la edades y estratos socioeconómicos. En Estados Unidos, corresponde a más de 2 millones de consultas médicas, lo que traduce una prevalencia de 11 % a 16 %; mientras que en Canadá Montiel R, Marcano N, Mack S, Canónico F. 5 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. un urólogo atiende en consulta un promedio de 262 pacientes por año con esta patología. El impacto de la prostatitis crónica en la calidad de vida del hombre es semejante al de un paciente con enfermedad de Crohn o con un infarto del miocardio reciente. En Europa Central, la uretritis inespecífica es más frecuente que la uretritis gonoccócica. Se considera que existe una correlación entre promiscuidad y estado socioeconómico, y la frecuencia de infecciones producida por Neiseria gonorrheae y Chlamidyae trachomatis. La prevalencia de la epididimitis se desconoce. Esta entidad se presenta en todas las edades, y es la quinta causa de diagnóstico urológico entre los 18 y 50 años con una media de 41 años(1). Finalmente, hay patologías que predisponen a una mayor incidencia o severidad de las ITU, tales como diabetes mellitus, trasplante de órgano sólido, granulocitopenia, enfermedad granulomatosa crónica, SIDA y enfermedades neurológicas, en especial los que presenta lesiones medulares(20-22). Figura 1.1. Incidencia del ITU y prevalencia de la bacteriuria asintomática de acuerdo con edad y sexo. Warren J.W. 6 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Definiciones. Epidemiología de las infecciones urinarias. Factores de riesgo PATOGÉNESIS DEL ITU Los microorganismos pueden colonizar el tracto urinario por vía hematógena o linfática, sin embargo, la vía más común es el ascenso de microorganismo a través de la uretra, especialmente las enterobacterias (Eschericha coli y otras) Esto explica por qué las ITU son más frecuentes en mujeres que en hombres, y el aumento de la patología después de una cateterización o instrumentación. La colocación de una sonda uretrovesical se complica con una ITU en el 1 % a 2 % de los casos. Los sistemas de drenaje urinario siempre condicionan una ITU; en los sistemas de drenaje abierto en el 100 % de los casos en término de 3 a 4 días, mientras que los sistemas de drenaje cerrado se tarda más la aparición, aunque no lo impiden. Se piensa que las bacterias migran en el espacio mucopurulento entre la uretra y el catéter uretral, permitiendo así, el desarrollo de bacteriuria en todos los pacientes a las cuatro semanas. Los enfermos portadores de catéteres urinarios tienen mayor riesgo de desarrollar ITU, por ello constituyen una de las infecciones nosocomiales más frecuentes. El paciente con un sistema cerrado por un período superior a 4 días tiene un 10 % - 20 % de incidencia de infección, comparado con un 95 % cuando el catéter persiste por encima de 30 días. El 1 % de los pacientes ambulatorios desarrollan ITU tras una cateterización única(19). Más del 95 % de las infecciones urinarias son monobacterianas y la Escherichia coli es la responsable de la mayoría de los casos, especialmente en pacientes ambulatorios con infección aguda. En pacientes con infección recurrente (uropatía obstructiva, anomalías congénitas, vejiga neurogénica, etc.) y en infecciones intrahospitalarias, aumenta en forma significativa la frecuencia relativa de otros microorganismos, como Proteus, Pseudomonas, Klebsiella, Enterobacter, Enterococcus y Staphylococcus spp. Montiel R, Marcano N, Mack S, Canónico F. 7 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Cuadro 1.2 Flora normal, y patógena del tracto urinario Uropatógenos comunes Uropatógenos menos frecuentes Flora normal Escherichia coli Klebsiella spp. Proteus spp. Pseudomonas aeruginosa Enterobacter spp. Serratia marcescens Staphylococcus aureus Enterococcus spp. Staphylococcus saprophyticus Providencia spp. Morganella morganii Candida spp. Staphylococcus coagulasa negativo Neisseria gonorrheae Diphteroides Streptococcus Bacillus spp. agalactiae Micrococcus Gardnerella vaginalis Lactobacillus spp. Corynebacterium jeikum Strepcoccus grupo Corynebacterium grupoviridans D-2 El Cuadro 1.2 muestra la patogenicidad de una serie de microorganismos presentes en el tracto urinario. REFERENCIAS 1. Gonzalez CM, Schaeffer AJ. Treatmentof urinaria tractinfection: What´sold, what´snewandwhat works. J. Urol. 1999;17:372-382. 2. Stamm WE, Hootom TM. Management ofurinaryinfections in adults. N Engl J Med. 1993;329:1328-1334 3. Nicolle LE, Bradley S, Colgan R, Rice, JC, Schaeffer A, Hooton TM; Infectious Diseases Society of America; American Society of Nephrology; 8 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Definiciones. Epidemiología de las infecciones urinarias. Factores de riesgo American Geriatric Society. infectious diseases Society of America Guidelines for the diagnosis and treatment of asymptomatic bacteriuria in adults. Clin Infect Dis. 2005 Mar;40(5):643-654. 4. Naber KG, (Chair), Schaeffer AJ, Hynes CF, Matsumoto T, Shoskes DA, Bjerklund Johansen TE (EDS) (2010). EAU/International consultation on Urological infections. Thenetherlands, European Association of Urology 5. Hootom TM, Stamm WE. Diagnosis and treatment of uncomplicated urinary tract infectio. Infect Dis Clin North Am. 1997 sept;11:(3) 551581. 6. Naber KG, Schito G, Botto H, Palou J, Mazzei T. Surveillance study in Europe and Brazil on Clinical aspects and antimicrobial resistance epidemilology in females with cystitis (ARESC): Implications for emipiric therapy. EurUrol 2008 nov; 54(5):1964-1975. 7. Stamm WE, Hootom TM. Manegement of urinary tract infections in adults. N Engl J Med. 1993 Oct 28;329(18):1328-1334. 8. Bradbury SM. Collection ofurinespecimens in general practice: tocleanornottoclean? J R Coll Gen Pract. 1988 aug;38(313):363-365. 9. Lifshitz E, Kramer L. Outpatienturine culture: does collections technique matter? Arch Intern Med. 2000 Sep 11;160 (16):2537-2540. 10. Lonergan GJ, Peninigton DJ, Morrison JC, Haws RM, Grimley MS, Kao TC. Childhood Pyelonephritis: Comparison of gadolinium-enhanced MR Imaging and renal cortical scintigraphy for diagnosis. Radiology. 1998;207:377. 11. Jodal U. The natural historyof bacteriuria in childhood. Infect Dis Clin North Am. 1987 Dec;1(4):713-729. 12. Hatton J, Hugues M, Raymond CH. 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Acute uncomplicate urinary tract infection in women. N Engl J Med. 2003;349:259-266. 18. De Pinho AMF, Lopes GS, Ramos-Filho CF, Santos ODR, De Oliveira MPB, Halpern M, Gouvea CAB, Schechters M. Urinary tract infection in men with AIDS. Genitourin Med. 1994;70:30-34. 19. Alibadi H, González R, Quie PG. Urinary tract disorders in patients with chronic granulomatous disease. N Engl J Med. 1989;321:706-708. 20. Sobel JD, Kaye D. Urinary tract infections. En: Mandell GL, Douglas RG, Bennett JE, editores. Principles and practice of infectious disease. 2ª edición. Nueva York: John WilleyandSons; 1990.p.582-610. 21. Pezzlo M. Detection of urinary tract infection by rapid metods. Clin Microbiol Rev. 1988;2:268-280. 10 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Borregales L, Giordano F, Contreras L, editores. Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Caracas: Editorial Ateproca; 2011.p.11-24. Capítulo II PROFILAXIS ANTIMICROBIANA EN UROLOGÍA Drs. Gustavo Ugas, Serafín Álvarez, Mario Marín, Ángela Cordero INTRODUCCIÓN La profilaxis antimicrobiana (PA) es una conducta, de eficacia probada en la prevención de las infecciones del sitio quirúrgico, y se considera un indicador de la calidad de atención en los servicios quirúrgicos. Consiste en la administración de antibióticos con el objetivo de disminuir la incidencia de infecciones posoperatorias, principalmente las del sitio de la herida operatoria(1). Otros autores la definen como la administración de agentes antimicrobianos, con el objeto reducir los riesgos de infecciones locales y sistémicas posterior a un procedimiento quirúrgico. Esta conducta en urología es controversial, y la mayoría de los estudios realizados en este campo están dirigidos solo a reducir la morbilidad infecciosa en los pacientes operados. Algunos de ellos confirman que el cumplimiento adecuado de las pautas de profilaxis, se traduce en una mayor eficacia, con disminución del número de infecciones posoperatorias, por tanto, disminuye el costo y la estancia hospitalaria(2-4). Es importante que cada servicio establezca protocolos de tratamiento acorde con los procedimientos que realiza, el tipo de paciente y la etiología o los gérmenes más frecuentes(4-6). Actualmente, no hay dudas de la eficacia de la PA en cirugía urológica, demostrada en ensayos aleatorizados controlados. La PA 11 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. reduce la infección posoperatoria tanto de la herida quirúrgica como la de las vías urinarias(1,7-9); sin embargo, en algunas situaciones clínicas la literatura es escasa o los resultados son controversiales como por ejemplo en procedimientos diagnósticos (cistoscopia, urodinamia, ureteroscopia, RTUV y otros procedimientos de implantación reciente) y de terapéutica urológica (litotripcia extracorpórea). PRINCIPIOS DE PROFILAXIS ANTIMICROBIANA QUIRÚRGICA Los criterios en la administración de antimicrobianos se basan en algunas premisas(1): 1. La profilaxis se debe aplicar en cirugías con riesgo de infección; este se estima en más del 5 %. 2. Para el cálculo de riesgo de infección de cada procedimiento es útil la clasificación de las cirugías según Altemeier que observamos en el Cuadro 2.1(10); y en función de esta indicar la profilaxis. 3. Se debe utilizar un antibiótico que sea eficaz frente al germen más comúnmente implicado en la infección. 4. El antibiótico debe difundir por todos los tejidos afectados por la intervención, y alcanzar niveles eficaces en sangre, así como, en los tejidos comprometidos durante el procedimiento quirúrgico. 5. Debe elegirse el antibiótico con mejor relación costo-riesgobeneficio, siendo el más eficaz, el menos tóxico y utilizado de la manera más breve posible(8). De acuerdo con la clasificación de Alteimier la tasa de infección es: en cirugías limpias 2 %; en cirugías limpias contaminadas menos del 10 %; en las contaminadas hasta 20 %; y en las sucias 40 %(11). TIEMPO Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN DEL FÁRMACO ELEGIDO Se prefiere la vía intravenosa, puesto que se obtienen niveles del fármaco en sangre, adecuados para el tratamiento, en un corto 12 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Profilaxis antimicrobiana en urología tiempo. Sin embargo, la administración por vía oral puede tener la misma eficacia de la endovenosa y puede indicarse cuando el paciente pueda ingerir medicamentos. Lo ideal es administrar el antibiótico una (1) hora antes de iniciar la intervención, excepto en los casos en los que se utiliza vancomicina o fluoroquinolonas endovenosas, en los que se recomienda su administración dos horas antes de la cirugía. Hay aceptación unánime en la eficacia de la unidosis profiláctica de antibióticos de larga vida media(1,4,10,11,15). ELECCIÓN DE LOS ANTIBIÓTICOS PROFILÁCTICOS Las recomendaciones en este sentido, son variables(1,4,9,11,15). Se debe tener en cuenta por ejemplo, que la bacteriemia, en el período posoperatorio, ocurre entre el 10 % y el 32 % de los pacientes sin bacteriuria previa(3,12). Asimismo, es importante recordar que se ha demostrado que el tejido prostático puede contener colonias bacterianas en una cantidad cercana al 25 %(5,13). De acuerdo con lo anterior, en estos casos, para el uso de antibióticos profilácticos se deben considerar antibióticos que tengan buena penetración al tejido glandular, como las sulfas, quinolonas y cefalosporinas. Los aminoglucósidos se utilizan con mucha frecuencia en las infecciones genitourinarias, pues son rápidamente excretados por filtración glomerular. Con ellos se logra una concentración en orina 100 veces mayor que las concentraciones séricas en pacientes con función renal normal(13). Los antimicrobianos recomendados para uso periprocedimiento y sus dosis, se pueden observar en el Cuadro 2.2. FACTORES DE RIESGO La profilaxis antimicrobiana quirúrgica se justifica cuando el beneficio para el paciente es mayor que los riesgos relacionados con el tratamiento. Este beneficio se modifica según los siguientes factores: 1. Factores relacionados con el paciente (susceptibilidad del huésped para responder a invasión bacteriana). Cuadro 2.3 Ugas G, Álvarez S, Marín M, Cordero Á 13 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. 2. Factores relacionados con el procedimiento (susceptibilidad de invasión bacteriana en el sitio operatorio). Cuadro 2.3 3. Potencialidad del agente microbiano. RECOMENDACIONES PARA PROFILAXIS ANTIMICROBIANA EN LOS PROCEDIMIENTOS Y CIRUGÍAS UROLÓGICAS HABITUALES Recomendada en todos los pacientes que sean sometidos a: Ø Biopsia transrectal de próstata ØResección transuretral de próstata ØCirugías en las que se comprometa segmento intestinal ØImplante de dispositivos protésicos ØUreterolitotomía endoscópica proximal ØNefrolitotomía percutánea. ØCirugía abierta del tracto urinario ØLitotripsia extracorpórea ØLaparoscopia con apertura del tracto urinario e intestinal No recomendada en: ØCistoscopia ØEvaluación urodinámica ØUreteroscopia ØUreterolitotomía endoscópica distal no complicada ØResección trasuretral de tumor vesical ØOperaciones limpias. 14 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Profilaxis antimicrobiana en urología Cuadro 2.1 Clasificación de la cirugía en relación con la contaminación y riesgo creciente de infección Limpia Limpia-contaminada Contaminada Sucia e infectada Electiva, con cierre primario y sin drenaje No traumática, no infectada Sin inflamación Sin fallas en la asepsia Sin penetración en vías respiratorias, digestivas, genitourinarias o bucofaríngeas Penetración en aparatos digestivo, respiratorio o genitourinario bajo condiciones controladas y sin contaminación poco común. Apendicectomía Penetración bucofaríngea Penetración en vagina Penetración en aparato genitourinario sin urocultivo positivo Penetración en vías biliares sin bilis infectada Falla menor en la técnica Heridas traumáticas recientes, abiertas Escape notable del tubo digestivo Penetración en vías genitourinarias o biliares en presencia de orina o bilis infectadas Falla mayor en la técnica Incisiones en las que existe inflamación no purulenta aguda Herida traumática con retención de tejido desvitalizado, cuerpos extraños, contaminación Fecal, tratamiento tardío o por una fuente sucia Víscera perforada Inflamación bacteriana aguda en la que se encontró pus durante la operación Ugas G, Álvarez S, Marín M, Cordero Á 15 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Cuadro 2.2 Agentes antimicrobianos usados en profilaxis perioperatoria Fluroquinolonas Levofloxacina 500 mg VO dosis úniva Ciprofloxacina 500 mg VO c/12 h Ofloxacina 400 mg VO c/12 h Cefalosporinas primera generación Gentamicina Tobramicina Amikacina 5 mg/kg EV dosis única 5 mg/kg EV dosis única 5 mg/kg EV dosis única Cefalexina Cefradina Cefadroxilo Cefazolina 500 mg VO c/6 h 500 mg VO c/6 h 500 mg VO c/6 h 1 g VEV c/8 h Cefefaclor Cefproxil Cefuroxime Cefoxitin 500 mg VO c/8 h 500 mg VO c/12 h 500 mg VO c/12 h 1-2 g IV c/8 h Aminoglicósidos Cefalosporinas segunda generación Cefalosporinas tercera generación Ceftizoxima 1 g IV c/8 h Ceftazidine 1 g IV c/12 h Ceftriaxona 1-2 g IV dosis única Cefotaxime 1 g IV c/ 8 h Otros Amoxacilina-clavulánico875 mg VO c/12 h Ampicilina 1-2 g IV c/6 h Ampicilina/sukbactam 1,5 – 3 g IV c/6 h Clindamicina 600 mg IV c/8 h Eritromicina base 1-2 g VO Metronidazol 1 - 2 g IV c/12 h Neomicina 1-2 g VO Piperacilina/Tazobactam 375 g IV c/6 h Ticarcilina/clavulanato3 g VEV c/6 h Sulfa-trometropin 1 tableta doble VO c/ 12 h Vancomicina 1 g IV c/12 h 16 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Profilaxis antimicrobiana en urología Cuadro 2.3 Profilaxis en la instrumentación del tracto urinario inferior Procedimiento (organismos)1 Profilaxis indicada en Antimicrobiano(s) de elección Remoción de Pacientes con Aminoglicósidos factores de catéter urinario riesgo5 Trimetropi- externo3,4 sulfametoxazol Cistografía Urodinamia Cistouretroscopia (tracto GU) Cistouretroscopia Todos los Fluoroquinolona con pacientes Trimetropi manipulación6 sulfametoxazol (tracto GU) Aminoglicósidos Ampicilina Amoxacilina/ac. clavulánico Braquiterapia de Incierta Cefalosporinas de próstata o primera Crioterapia (piel) generación Biopsia Todos los Fluoroquinolona transrectal de pacientes próstata (intestino) Alternativa antimicrobiana2 Fluoroquinolona Ampicilina Cefalosporinas de primera y segunda gen Amoxacilina/ac. clavulánico Cefalosporinas de primera y segunda gen Clindamicina Aminoglicósidos + metronidazol o clindamicina Gen: generación; GU: genitourinario 1 Organismos comunes en el tracto genito urinario- E. coli, Proteus sp.,Klebsiella sp., Enterococo; Intestino-E. coli, Klebsiella sp, Enterobacter, Serratia sp., Proteus sp., Enterococos y anaerobios; piel- S. aureus, Estaf. sp. coagulasa negativa, Estaf. sp, Estrp. sp del grupo A. 2 El orden de los agentes no indica preferencia. 3 Si el cultivo de orina es negativo antes del procedimiento, la profilaxis antimicrobiana no es necesaria. 4 Curso completo de antimicrobianos seleccionados por cultivo (tratamiento no profiláctico). 5 Factores de riesgo. Ugas G, Álvarez S, Marín M, Cordero Á 17 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Cuadro 2.4 Profilaxis en la instrumentación del tracto urinario superior Procedimiento (organismos)1 Profilaxis Antimicrobiano(s) indicada en de elección Alternativa antimicrobiana2 Onda de choque Todos los Fluoroquinolona Aminoglicósidos Litotripsia pacientes Trimetropi- Ampicilina Ureteroscopia sulfametoxazol (Tracto )GU Cefalosporinas de primera y segunda gen Amoxacilina/ac. clavulánico Cirugía renal Todos los Cefalosporinas de Aminoglicósidos percutánea pacientes primera y segunda Ampicilina (tracto GU y gen piel) Cefalosporinas Aminoglicósidos de primera y + metronidazol o segunda gen clindamicina Amoxacilina/ac. clavulánico Gen: generación; GU: genitourinario 1 Organismos comunes en el tracto genito urinario- E. coli, Proteus sp.,Klebsiella sp., Enterococo; Intestino-E. coli, Klebsiella sp, Enterobacter, Serratia sp., Proteus sp., Enterococos . Piel: S. aureus, Estaf sp. coagulasa negativa, Estrp. sp. del grupo A 2 El orden de los agentes no indica preferencia. 6 Incluye resección transuretral de tumor de vejiga y próstata, y cualquier biopsia, resección, cauterización, extracción de cuerpo extraño, dilatación uretral, uretrotomía o instrumentación ureteral incluyendo cateterización o colocación o retiro de stent. 18 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Profilaxis antimicrobiana en urología Cuadro 2.5 Profilaxis en cirugía abierta o laparoscópica Procedimiento Profilaxis (organismos)1 indicada en Antimicrobiano(s) Alternativa de elección antimicrobiana2 Cirugía vagina Todos los Cefalosporinas de (tracto GU, pacientes primera y segunda piel y Estrep. gen del grupo B) involucre Aminoglicósidos entrada en el + metronidazol o tracto urinario clindamicina (tracto GU y piel) Sin entrada al Pacientes Cefalosporinas de tracto GU (piel) con factores primera dosis de riesgo5 única Involucre Todos los Cefalosporinas de intestino (tracto pacientes segunda y tercera GU, piel e generación intestino) Aminoglicósidos + metronidazol o clindamicina Involucre Todos los Fluoroquinolona implantación depacientes prótesis (tracto GU y piel) Ampicilina-sulbactam Fluoroquinolona Clindamicina dosis única Ampicilina-sulbactam Ticarcilina-ác clavulánico Piperacilina/tazobactam Fluoroquinolona Ampicilina-sulbactam Ticarcilina-ác clavulánico Piperacilina/tazobactam Gen: generación; GU: genitourinario 1 Organismos comunes en el tracto genito urinario- E. coli, Proteus sp.,Klebsiella sp., Enterococo; Intestino-E. coli, Klebsiella sp, Enterobacter, Serratia sp., Proteus sp., Enterococos y anaerobios; piel- S. aureus, Estaf. sp. coagulasa negativa, Estaf. sp, Estrp. sp del grupo A. 2 El orden de los agentes no indica preferencia. Factores de riesgo-ver cuadro 2.6. Ugas G, Álvarez S, Marín M, Cordero Á 19 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Cuadro 2.6 Agentes antimicrobianos y dosis para uso perioperatorio Fluoroquinolonas Levofloxacina: 500 mg VO una dosis Ciprofloxacina: 500 mg c/12 h Ofloxacina: 400 mg VO c/12 h Aminoglicosidos Gentamicina: 5 mg/kg EV una dosis Tobramicina: 5 mg/kg EV una dosis Amikacina 15 mg/kg EV una dosis Cefalosporinas de primera generación Cefalexina: 500 mg VO c/6 h Cefradina: 500 mg VO c/6 h Cefadroxilo: 500 mg VO c/12 h Cefazolina: 1 g EV c/8 h Cefalosporinas de segunda generación Cefaclor: 500 mg VO c/8 h Cefprozil: 500 mg VO c/12 h Cefuroxima: 500 mg VO c/12 h Cefoxitin: 1-2 g EV c/8 h Cefalosporinas de tercera generación (agentes orales no se incluyen en la lista)Ceftizoxima: 1 g EV c/8 h Ceftazidima: 1 g VEV c/8 h Ceftriaxone: 1-2 g EV una dosis Cefotaxima: 1 g EV c/8 h Otros Amoxacilina/ ac. Clavulánico: 875 mg VO c/ 12 h Ampicilina: 1-2 g EV c/6 h Ampicilina-sulbactam: 1,5-3 g EV c/6 h Clindamicina: 600 mg EV c/8 h Eritromicina base (para preparación del intestino): 1-2 g VO (variable) Metronidazol: 1 g EV c/12 h; (para preparación del intestino) 1-2 g VO (variable) Continúa en pág. 21… 20 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Profilaxis antimicrobiana en urología …continuación de Cuadro 2.6 Neomicina (para preparación del intestino): 1-2 g VO (variable) Pipercilina-tazobactam: 3,375 g EV c/6 h Ticarcilina-clavulánico: 3,1 g EV c/6 h Trimetropin-sulfametoxazol: 1 tableta doble VO c/12 h Vancomicina; 1 g EV c/12 h G: gramo; h: hora; EV: endovenoso; kg: kilogramos; mg: miligramos;VO: vía oral; c: cada. Cuadro 2.7 Factores relacionados con el paciente que afectan la respuesta huésped en las infecciones quirúrgicas Factor Resultados Alteración de los mecanismos de defensa Edad avanzada Anomalías anatómicas del tracto urinario Desnutrición Hábito de fumar Uso crónico de corticosteroides Aumento de la concentración local de bacterias y/o espectro de la flora Catéteres externo Colonización de materia endógeno o exógeno Coexistencia de infección a distancia Hospitalización prolongada Disminución de los mecanismos de defensa del tracto urinario y sistema inmune Aumento de la concentración local de bacterias y/o del espectro Modificado de Schaeffer AJ y Schaeffer EM: Infections of the urinary tract. In Campbell Walsh Urology, 9th. Edited by AJ Wein, LR Kavoussi, AC Novick, AW Partin and CA Peters. Philadelphia: Saunders-Elsevier 2007; vol 1, pp223-303. Ugas G, Álvarez S, Marín M, Cordero Á 21 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. Cuadro 2.8 Criterios para profilaxis antimicrobiana para pacientes con condiciones ortopédicas Criterios Riesgo elevado para diseminación hematógena de infección de las articulaciones Riesgo elevado de bacteremia asociada a procedimientos urológicos Endoscopia del tracto urinario superior uréter y riñón) Con dos años de reemplazo protésico Manipulación de cálculos (incluye de articulación onda de choque con litotripsia) Incisión transmural en el tracto urinario (no incluye ligadura simple con escisión o procedimiento de drenaje percutáneo) Procedimientos queincluyansegmentos de intestino Inmunocompromiso y reemplazo Biopsia transrectal de próstata protésico de las articulaciones Entrada al tracto urinario (excepto • Artropatía inflamatoria (Ej: artritis cateterización uretral) en individuos reumatoide, lupus eritematoso de alto riesgo de colonización bacterial sistémico) • Catéter permanente o cateterización • Inmunosupresión inducida por intermitente drogas • Stent ureteral permanente • Inmunosupresión inducida por • Retención urinaria radiación • Historia de infección del tracto urinario o prostatitis reciente o Comorbilidad recurrente • Infección previa en prótesis articular• Derivación urinaria • Desnutrición • Hemofilia • Infección por VIH • Diabetes • Malignidad 22 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Profilaxis antimicrobiana en urología Adaptado de Asociación Urológica Americana; Asociación Americana de Cirujanos Ortopédicos: Profilaxis antimicrobiana para pacientes urológicos con reemplazo articular total. J Urol. 2003;169:796. REFERENCIAS 1. Llanes González L, Ruiz de la Roja JC, Martín Oses E, de Paz Cruz L, Zarate Rodríguez E, Sánchez Sánchez E, et al. Profilaxis antimicrobiana en Urología. Actas Urol Esp. 1997;21(6):540-548. 2. Haley RW, Schaberg DR, Crossley KB, Von Allmen SD, McGowan JE Jr. Extra charges and prolongation of stay attributable to nosocomial infections: A prospective interhospital comparison. Am J Med. 1981;70(1):51-58. 3. Lizán-García M, Gallego C, Martínez I. La infección de localización quirúrgica: una aproximación al coste atribuible. Medicina Preventiva. 2004;vol X:6-11. 4. Naber KG, Bishop MC, Bjerklund-Johansen TE, Botto H, Çek M, Grabe M, et al. 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Antimicrobial prophylaxis in urologic surgery. Urol Clin North Am. 1986;13(4):591-601. Ugas G, Álvarez S, Marín M, Cordero Á 23 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. 10. Mangran AJ, Horan TC, Pearson M, Silver LC, Jarvis WR Guideline for Prevention of Surgical Site Infection, 1999. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) Hospital Infection Control Practices Advisory Committee. Am J Infect Control. 1999 Apr;27(2):97-132; quiz 133-4 11. Best Practice Pilicy Statement on Urology Surgery Antimicrobial Prophylaxis, American Urological Association, April 2010. 12. Del Rio G, Dalet F, Chechile G. Antimicrobial prophylaxis in urologic surgery: Does it give some benefit? Eur Urol. 1993;24(3):305-312. 13. Scherz H.C, Lowell C. Prophylactic Antibiotics in Urology. Urol Clin North Am. 1987;14(2):265-271. 14. Hofer D, Schaefer A. Use of antimicrobials for patients undergoing prostatectomy. Urol Clin North Am. 1990;17:595. 15. Gorelick Ji, Senterfit Lb, Vaughn Ed. 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Posteriormente cambia la incidencia y se presenta en mayor proporción en las niñas (3 %), y en un 1 % en los niños antes de la pubertad(4,5). La incidencia de bacteriuria asintomática es 0,7 %-3,4 % en los recién nacidos, 0,7 %-1,3 % en niños menores de 3 meses de edad y entre el 0,2 % y 0,8 % en niños y niñas preescolares, respectivamente(6). Se señala una asociación entre la presencia de prepucio y una mayor incidencia de infecciones del tracto urinario, encontrándose en los niños no circuncidados una tasa de ITU mayor que los circuncidados(7,8). En cuanto a los factores raciales encontramos una baja incidencia en los niños afroamericanos y una mayor incidencia en niñas caucásicas en relación con otras razas(9). ETIOLOGÍA Los agentes etiológicos causantes de ITU en niños generalmente son especies bacterianas gramnegativas y grampositivas. Entre las especies bacterianas gramnegativas predomina la Escherichia coli (75.% 25 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. a 90 %), Proteus mirabilis (3 % a 9 %) y Klebsiella (2 % a 8.%(10,11). Las infecciones hospitalarias muestran un patrón semejante pero más amplio en cuanto a organismos más agresivos, tales como Klebsiella, Serratia y Pseudomonas spp(10,12,13). Los organismos Gram positivos (en particular, enterococos y estafilococos) representan 7,5.% de los casos. Grupos A y B de estreptococos son relativamente frecuentes en el recién nacido y en adolescentes el Staphylococcus saprophyticus(13). Las infecciones secundarias a instrumentación urológica o posquirúrgica generalmente son etiología mixta(14). PATOGENIA Y FACTORES DE RIESGO En circunstancias normales, el tracto urinario es un espacio estéril con un revestimiento impermeable(14). Esto se debe a un mecanismo de vaciamiento completo y periódico de la vejiga, a la integridad de la unión ureterovesical y al esfínter uretral, la descamación constante del epitelio urinario, el flujo y las características de la orina, las barreras inmunitarias y la flora normal de la uretra anterior(15). Las alteraciones de cualquiera de estos mecanismos y la estasis de la orina son factores que predisponen a la ITU. Generalmente el agente causal que se encuentra en el tracto intestinal, y que ha colonizado las zonas perianal, perineal y genital, migra a la vejiga a través de la uretra vía ascendente. De la misma manera los microorganismos llegan a la vejiga o riñón procedentes de una instrumentación, sondeo, cistoscopia, etc.(15,16). La vía hematógena es menos frecuente y los agentes causales son el Staphylococcus, Pseudomonas y Salmonella, siendo el compromiso renal una consecuencia de un foco infeccioso de origen distinto, y se presenta con mayor frecuencia en recién nacidos(17). A través de la vía linfática, llegan directamente los gérmenes por migración desde el intestino al riñón o por paso a través de la pared vesical, por ello se considera un factor importante el síndrome de constipación(18,19). Las anormalidades congénitas del tracto urinario predisponen a las infecciones urinarias; la obstrucción (válvulas de uretra posterior, obstrucción de la unión pelvicoureteral) la estasis urinaria no obstructiva 26 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Manejo de la infecciones urinarias en urología pediátrica (reflujo vesicoureteral o el síndrome de Prune Belly) y la disfunción miccional son las causas más comunes(20). El reflujo vesicoureteral es un hallazgo frecuente en los niños con infecciones febriles, y se encuentra en aproximadamente el 1 % de la población asintomática y el 35 % de las personas con infección urinaria. El reflujo vesicoureteral aumenta el riesgo de infección, en parte por la presencia de un mayor volumen urinario residual y por pasar por alto uno de los mecanismos de defensa del huésped contra la invasión del tracto superior, al permitir que cepas menos virulentas alcancen el riñón(19,20). En los niños, las disfunciones miccionales no neurogénicas y neurogénicas (hiperactividad vesical, espina bífida, disinergia del esfínter, el síndrome de eliminación disfuncional, etc.) en un niño condicionan trastornos de micción como micciones infrecuentes, presiones de llenado elevadas y residuos patológicos que favorecen la colonización del tracto urinario(19,21,22). La fimosis predispone a la infección del tracto urinario debido a que la colonización del saco prepucial, superficie glandular y la uretra distal son colonizadas por las Enterobacterias provenientes de la flora intestinal. Entre estos organismos las cepas de E. coli expresan fimbrias P que se adhieren a la capa interna de la piel del prepucio y las células uroepiteliales(23). Entre otras causas menos comunes de las infecciones urinarias se encuentran la adhesión labial, el estreñimiento crónico, los hábitos higiénicos inadecuados, la presencia de oxiuriasis y la incontinencia fecal(19,21). La pielonefritis crónica y las cicatrices renales se desarrollan en etapas tempranas de la vida debido a la combinación de una infección urinaria, reflujo intrarrenal y vesicoureteral. A veces surge en el útero debido a una displasia. Más tarde en la infancia, la presencia de bacteriuria parece irrelevante a la progresión de las cicatrices existentes o la formación inusual de nuevas cicatrices. Las cicatrices renales pueden producir graves complicaciones a largo plazo, tales como la hipertensión y la insuficiencia renal crónica(24). Pérez H, Martínez C, Hidalgo D, Chang F, Benavides L 27 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. SIGNOS Y SÍNTOMAS Los síntomas de infección urinaria en la edad pediátrica son variables y van a depender de la edad y la severidad de la enfermedad. En el recién nacido se caracteriza por sintomatología inespecífica: signos generales como fiebre, hipotermia, trastornos digestivos (vómitos, diarreas, rechazo a la alimentación), llanto asociado a la micción. Pueden presentarse como un estado séptico caracterizado por deshidratación, acidosis metabólica, letargia e ictericia. Otras veces su único signo es el aplanamiento de la curva de peso(25). En niños menores de 2 años la fiebre elevada sin foco es uno de los síntomas que obliga a sospechar ITU(3). En los niños mayores de dos años, las manifestaciones más frecuentes son la urgencia, incontinencia y frecuencia miccional, disuria, dolor suprapúbico, dolor abdominal y/o dolor lumbar con o sin fiebre(26). CLASIFICACIÓN Las infecciones del tracto urinario se clasifican en términos de un primer episodio o recurrencia, de acuerdo con la gravedad del cuadro clínico y el sitio anatómico. La infección urinaria recurrente es la reaparición de bacteriuria significativa, después de haber obtenido un cultivo estéril. Puede ser clasificada en tres grupos: • Infección no resuelta: causadas por dosis subterapéuticas de antibióticos, no cumplimiento del tratamiento, mala absorción, o la presencia de agentes patógenos resistentes. • Persistencia bacteriana: puede ser debido a un nido para la infección persistente en el tracto urinario. Para la disfunción urinaria puede ser necesaria la corrección quirúrgica o tratamiento médico. • La reinfección: es una nueva infección adquirida de la flora periuretral, perineal o rectal. • Bacteriurias asintomáticas cultivos significativos de gérmenes en la orina sin sintomatología clínica. • Recaída: cuando se aísla un germen diferente o el mismo 28 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Manejo de la infecciones urinarias en urología pediátrica pero de un serotipo distinto (2,27,28). Desde el punto de vista clínico, las infecciones urinarias se pueden diferenciar en(29): • Infección urinaria severa o grave: esta se relaciona con la presencia de fiebre mayor de 39 ºC, afectación del estado general, vómitos persistentes y deshidratación moderada o severa. • Infección urinaria simple: puede tener solo fiebre leve, pero es capaz de ingerir líquidos y medicamentos por vía oral. En neonatos la infección urinaria es un problema de extrema gravedad, que se asocia con alto riesgo de sepsis, complicaciones, secuelas y muerte(30). Desde el punto de vista anatómico, clásicamente la infección urinaria se clasifica en alta (pielonefritis) o baja (cistitis, uretritis). Sin embargo, hay que tomar en consideración que a menor edad hay mayor dificultad para lograr esta diferenciación(2,3). DIAGNÓSTICO Examen físico. Antes del examen físico se debe realizar el interrogatorio a la madre de las características del chorro, la frecuencia miccional, y características de la orina, ya que nos permite sospechar la presencia de obstrucción o disfunciones miccionales. El examen físico debe ser dirigido a la búsqueda de: fimosis o malformaciones de genitales, lesiones o estigmas de espina bífida y signos de pielonefritis (dolor lumbar, fiebre y alteración del estado general)(1,31,32). Pruebas de laboratorio. El diagnóstico definitivo de infección urinaria en niños se realiza con un urocultivo positivo. La orina se debe tomar en condiciones bacteriológicas confiables. Un cultivo positivo se define como la presencia de más de 100 000 Ufc/mL de un patógeno. Para un niño menor de 4 años existen diferentes formas de obtención de la muestra y ninguna está exenta de riesgo de contaminación(31,32). Colección de muestra de orina 1. Aspiración vesical suprapúbica: es el método más sensible(2,32). 2. Cateterización vesical: es un método muy sensible aunque con Pérez H, Martínez C, Hidalgo D, Chang F, Benavides L 29 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. riesgo de introducción de gérmenes nosocomiales (2,33). 3. Adhesión de bolsa plástica a los genitales: presenta alta incidencia de falsos positivos (85 % - 99 %). Es útil solo cuando el estudio reporta negativo(34). Cuantificación de bacteriuria: la concentración de bacterias en niños está directamente relacionada con el método de recolección, diuresis, método de almacenamiento y transporte de la muestra(16). CRITERIOS DE ITU EN NIÑOS Métodos de recolección Aspirado suprapúbico Cateterización transuretral Cuenta de colonias Probabilidad de infección (%) Cualquier número 99 ≥ 104 95 Chorro del medio ≥ 104 95 Niño ≥ 105 95 Niña ≥ 104 Sintomática: sospecha Asintomática: poco probable Marcadores bioquímicos a)Nitritos: productos de degradación de los nitratos del metabolismo de las bacterias, en especial de las gramnegativas. Sensibilidad de 45 %-60 %, pero buena especificidad 85.%98.%(36). 30 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Manejo de la infecciones urinarias en urología pediátrica b) Esterasa leucocitaria: producida por la actividad de leucocitos. Sensibilidad (48 %-86 %) y especificidad de (17 %-93 %). Una combinación de nitritos y esterasa leucocitaria mejora la sensibilidad y especificidad, aunque presenta el riesgo de resultados falsos positivos(5,6,37). c) Proteína C-reactiva: marcador no específico, útil para distinguir una pielonefritis aguda y otras causas de bacteriuria. d) N-acetil-B-glucosaminidasa: marcador de daño tubular, está aumentado en ITU febriles, aunque también se eleva en presencia de reflujo vesico-ureteral(38). Bacteriuria sin piuria: 1. Contaminación bacterial 2. Colonización (bacteriuria asintomática) 3. Haber recolectado la muestra antes de inicio de la reacción inflamatoria. En dichos casos se recomienda repetir el examen Piuria sin bacteriuria. 1. Tratamiento incompleto de ITU 2. Urolitiasis y cuerpos extraños 3. Infecciones por Mycobacterium tuberculosis Ni la piuria ni la bacteriuria son parámetros confiables para diagnosticar o excluir ITU. Su cuantificación puede estar modificada por diversos factores, la hidratación, método de recolección de la muestra y el modo de centrifugación(4,5). Por todas estas razones en neonatos y niños menores de 6 meses de edad, tanto la piuria, bateriuria o test de nitrito, tienen un mínimo valor predictivo para ITU. En niños mayores, la presencia de piuria con test de nitritos positivos es más confiable para el diagnóstico de ITU con valor predictivo positivo de 98 %(4,5). Pérez H, Martínez C, Hidalgo D, Chang F, Benavides L 31 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD DEL LOS COMPONENTES DEL EXAMEN DE ORINA(3) Valoración Sensibilidad (%) Esterasa de leucocitos 83 ( 67 a 94) Nitrito 53 (15 a 82) Esterasa de leucocitos y nitrito positivo 93 (90 a 100) Leucocituria 73 (32 a 100) Bacteriuria 81 (16 a 99) Esterasa, nitritos, leucocituria y bacteriuria 99,8 (99 a 100) Especificidad (%) 78 (64 a 92) 98 (90 a 100) 72 (58 a 91) 81( 45 a 98) 83 (11 a 100) 70 (60 a 92) IMAGINOLOGÍA DEL TRACTO URINARIO Las características de una técnica “gold standard” es aquella que contemple, costo-beneficio, sin dolor, segura, con mínimo o sin radiación y con capacidad de definir alteraciones estructurales en el árbol urinario. Las técnicas actuales no cumplen a cabalidad con todos estos determinantes. • Ultrasonido: es muy útil con seguridad, velocidad, y con alta precisión en la evaluación de la anatomía urinaria. Es un método operador dependiente, y no ofrece detalles de la función renal (39). • Gammagramagrafía: DMSA Tc-99m. Esta técnica es útil en el diagnóstico de la función de parénquima renal. Un defecto de repleción permite el diagnóstico de pielonefritis aguda, mientras que un defecto de llenado focal en la corteza se asocia con la lesión crónica renal o “cicatriz renal”(40,41). • Uretrocistografía miccional: * Uretrocistografía miccional convencional: es una exploración radiológica ampliamente utilizada para el estudio del tracto urinario inferior. Es mandatario en el estudio de la infección urinaria en niños(42). * Uretrocistografía isotópica: permite la evaluación del reflujo con menor dosis de radiación aunque no permite la 32 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Manejo de la infecciones urinarias en urología pediátrica evaluacion de la anatomía del tracto urinario inferior(43- 45). • Evaluación urodinámica: cuando existe un patrón de disfunción miccional, residuo miccional elevado, incontinencia urinaria, o engrosamiento de la pared vesical por ecografía se deben considerar los estudios de evaluación urodinámica con uroflujometría, cistometría electromiografía y estudios de presión de flujos(45). PROTOCOLO DE ESTUDIO DE INFECCIONES URINARIAS EN NIÑOS Tratamiento Persigue 4 objetivos principales: • Eliminación de síntomas y erradicación de la bacteriuria en episodio agudo • Prevención de cicatriz renal • Prevención de ITU recurrente • Corrección de lesiones urológicas asociadas Infección urinaria severa Las infecciones urinarias severas ameritan un reemplazo adecuado de fluidos por vía parenteral y el uso de antibioticoterapia apropiada preferiblemente cefalosporinas de tercera generación. El tratamiento con antibiótico se debe iniciar con base empírica, pero debe ser ajustado a antibiograma lo antes posible. En pacientes con alergia a las cefalosporinas, se pueden utilizar el aztreonam o la gentamicina. Se deben evitar el cloranfenicol, sulfonamidas, tetraciclinas, rifampicina y anfotericina B y quinolonas. En niños menores de 6 semanas, debe evitarse el uso de ceftrixone, pues se asocia a la ictericia. Las tetraciclinas están contraindicadas, en razón de que producen Pérez H, Martínez C, Hidalgo D, Chang F, Benavides L 33 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN URINARIA EN NIÑOS 34 Borregales L, Giordano F, Contreras L. Manejo de la infecciones urinarias en urología pediátrica hipoplasia dental. Las quinolonas se asocian con toxicidad del cartílago, sin embargo, de ser necesario pueden ser usadas como segunda línea terapéutica por un lapso de 24-36 horas. Una vez que el niño este afebril y sea capaz de tolerar la vía oral se debe continuar con el tratamiento ambulatorio por 10-14 días. De existir cualquier anomalía urinaria, se debe plantear la corrección quirúrgica(46,47). Infección urinaria simple Se considera ser una infección de bajo riesgo. Se recomienda iniciar tratamiento con trimetropin-sulfametoxazol, cefalosporinas o amoxacilina/ácido clavulánico por 5 a 7 días. Si la respuesta es pobre se debe hospitalizar al paciente para recibir tratamiento parenteral. Asimismo, todo niño menor de 3 meses con infección urinaria se debe hospitalizar para realizar estudios y tratamiento. Profilaxis La profilaxis está indicada cuando hay riesgo elevado de pielonefritis, reflujo vesicoureteral y ITU recurrente y en los casos de primoinfección urinaria hasta tanto se haya estudiado al paciente(46,47). TRATAMIENTO DE ITU FEBRIL EN NIÑOS TRATAMIENTO (7 a 10 días) DROGA Ac nalidíxico Amikacina12 Ampicilina11 Ampicilina/sulbactam9 Amoxicilina12 Amoxicilina/clavulánico12 Amoxicilina/sulbactam9 Cefaclor9 12 DOSIS VÍA INTERVALO 50 mg/kg/día 7,5 a 15 mg/kg/día 50 a 100 mg/kg/día 100 mg/kg/día 30 a 50 mg/kg/día 50-100 mg/kg/día 50 mg/kg/día 20-40 mg/kg/día O IM O P O O P O O 6a8h 12 a 24 h 6h 6h 8h 8h 8h 8h O: oral; P: parenteral; h: horas Pérez H, Martínez C, Hidalgo D, Chang F, Benavides L Continúa... 35 Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria 2011. TRATAMIENTO DE UTIS FEBRIL EN NIÑOS (cont) TRATAMIENTO (7 a 10 días) DROGA Cefalexina Cefetamet9 Cefixima11 Cefpodoxima9 Cefradina9 Cefradoxilo9 Ceftibuten9 Ceftriaxona11 Ceftazidima11 Cefotaxima11 Ciprofloxacina12 Gentamicina11 Mezlocilina9 Netilmicina12 Nitrofurantoina12 Piperacilina9 Sisomicina12 Trimetoprim11-12 Sulfametoxazol11-2 12 DOSIS VÍA INTERVALO 50 mg/kg/día 10-20 mg/kg/día 8 mg/kg/día 5-10 mg/kg/día 20-40 mg/kg/día 25-50 mg/kg/día 9 mg/kg/día 50 mg/kg/día 150 mg/kg/día 100 a 150 mg/kg/día 20 mg/kg/día 3 a 5 mg/kg/día 200-300 mg/kg/día 6 a 7.5 mg/kg/día 5 a 7 mg/kg/día 200-300 mg/kg/día 2 mg/kg/día 6 a 10 mg/kg/día 30 a 60 mg/kg/día O O O O O O O P P P O IM P IM IV O P IM O O 6a8h 12 h 24 h 12 h 8-12 h 12 h 24 h 12 a 24 h 8h 8h 12 h 8-12-24 h 6h 8 a 12 h 6h 6h 8 a 12 h 12 h 12 h O O O 1 dosis 1 dosis O O O O O DUN DUN DUN DUN DUN TRATAMIENTO (dosis única) Amoxacilina12 Trimetroprim12 Sulfametoxazol12 50 mg/kilo 10 mg/kilo 50 mg/kilo TRATAMIENTO (profiláctico) Nitrofurantoína12 Trimetropim12 Sulfametoxazol12 Ácido nalidíxico3 Cefadroxilo2 1 a 2 mg/kg/día 2 mg/kg/día 10 mg/kg/día 15 mg/kg/día 10 mg/kg/día O: oral; P: parenteral; h: horas; DUN: dósis única en la noche 36 Borregales L, Giordano F, Contreras L. 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