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Fibromialgia
Qué es la Fibromialgia?
El término se refiere a un conjunto de síntomas con una causa fisiológica no clara, pero
los síntomas juntos constituyen una entidad patológica claramente reconocida y
distintiva. Fibromialgia es una condición común asociada con el dolor muscular, la
fatiga, trastornos en el dormir, irritabilidad, disfunción cognitiva, rigidez y cambios del
estado de ánimo; el dolor es irradiado a lugares del cuerpo que son sumamente sensibles
y con sólo tocarlos producen dolor. La fibromialgia afecta alrededor del 2 % de la
población de Estados Unidos y se presenta más frecuentemente en mujeres que en
hombres; la relación de 9 a 1, expresa una prevalencia tres veces más a menudo en
mujeres que en hombres. Se manifiesta mayormente de la tercera a la sexta década de
vida; predomina en mayores de 50 años pero ha sido descripta tanto en niños como en
adultos mayores. No se ha comprobado daño orgánico en las articulaciones ni en el
músculo.
Fibromialgia es una forma de Síndrome Crónico del Dolor no inflamatorio o
Reumatismo de tejidos blandos, los cuales son términos ampliamente usados para
describir un grupo de desórdenes que causan dolor y rigidez alrededor de las
articulaciones y en los músculos y huesos.
Dolores músculo-esqueléticos difusos, acompañados de rigidez, parestesias, falta de
sueño reparador y cansancio fácil se asocian a la presencia de numerosos puntos
dolorosos distribuídos amplia y simétricamente. Sin embargo, la fibromialgia puede
ocurrir en gente con varias formas de artritis o enfermedades relacionadas como la
artritis reumatoidea y el lupus.
De etiología desconocida, la fibromialgia no puede ser diagnosticada por análisis de
laboratorio. Los resultados de las radiografías y los análisis de sangre son normales. Por
consiguiente, el diagnóstico está basado en una cuidadosa historia y examen físico.
En 1990, el Colegio Americano de Reumatología (ACR), una organización de 7000
reumatólogos aproximadamente (especialistas en enfermedades músculo-esqueléticas y
desórdenes inmunológicos), y otros profesionales dedicados al tratamiento de la artritis,
desarrollaron una definición para la fibromialgia. De acuerdo a la clasificación de la
ACR, una persona padece de fibromialgia si tiene una historia de dolor generalizado de
al menos tres meses de duración y sensibilidad del dolor anormal en al menos 11 de 18
sitios específicos en el cuerpo que son llamados puntos sensibles (ver figura 1). Éstos
son áreas del cuerpo dolorosas a la presión.
Síntomas y signos – Manifestaciones clínicas
Los síntomas consisten en dolor sordo generalizado y difuso y rigidez del tronco y de
las cinturas escapular y pélvica. Otros pacientes se quejan de dolor y debilidad muscular
generalizada. Los dolores musculares aparecen incluso después de un ejercicio poco
intenso. Siempre hay cierto grado de dolor, de intensidad variable; de carácter
corrosivo, sordo, profundo, de tensión o rigidez. Los pacientes con fibromialgia a veces
tienen un umbral del dolor más bajo de lo habitual. La rigidez suele notarse por la
mañana al levantarse y a menudo se alivia a lo largo del día. Todos los pacientes se
sienten fatigados o agotados y ya están cansados cuando se levantan por la mañana. Es
frecuente que se despierten por la noche y les cueste volverse a dormir. Los síntomas
empeoran en situaciones de estrés y ansiedad, con el frío, el tiempo húmedo, y tras el
ejercicio o esfuerzos excesivos.
Dolor
Dolor músculo-esquelético generalizado es el síntoma más común de la fibromialgia.
Generalmente ocurre en múltiples sitios del cuerpo, sin embargo puede comenzar en
una región, como el cuello o los hombros, y extenderse a otras áreas después de un
período de tiempo. El dolor de la fibromialgia ha sido descripto de múltiples formas:
urente, corrosivo, de tensión o rigidez. A menudo varía de acuerdo con la hora del día,
el nivel de actividad, el clima, los hábitos de sueño y el nivel de estrés. La mayoría de
las personas con fibromialgia manifiesta algún grado de dolor siempre presente;
principalmente en sus músculos. Para algunas personas el dolor puede llegar a ser muy
severo, incluso incapacitante. Sin embargo el examen físico es usualmente normal, y el
individuo puede parecer saludable, un examen específico de sensibilidad revela dolor en
determinados puntos sensibles en respuesta a la palpación moderada (menos de 4 kgm).
Aún así, muchas personas con esta condición tienen sensibilidad aumentada en todo el
cuerpo. Los puntos sensibles asociados a la fibromialgia están ubicados en áreas de
sensibilidad comunes con otros trastornos fibromusculares y óseos, por ejemplo el codo
de tenista. Un punto doloroso de un lado del cuerpo usualmente tiene su
correspondiente contralateral. Muchos de estos puntos pasan desapercibidos para el
paciente hasta que son examinados por el especialista.
Fatiga y trastornos del sueño
La mayoría de las personas con esta enfermedad sufre fatiga, disminución de la
resistencia física o el tipo de agotamiento sentido con una gripe o la falta de sueño.
Muchas veces la fatiga es severa y representa un problema mayor que el dolor. Los
síntomas de fatiga son similares a los que padecen los pacientes con Síndrome de Fatiga
Crónica (SFC), sin embargo estas dos entidades están diferenciadas. Aún así, gente con
fibromialgia puede encuadrar en la definición de SFC y viceversa. Por la similitud de
estas dos entidades, algunos expertos creen que son variantes del mismo desorden.
Se han encontrado trastornos en la estructura del sueño, con ausencia de sueño
reparador o interrupciones del mismo. Este trastorno en la fase de sueño profundo altera
muchos mecanismos fisiológicos como la producción de sustancias químicas que
regulan la sensibilidad del dolor. Algunos investigadores creen que éstas son las causas
de la fibromialgia; esta teoría necesita más estudio, pero es claro que los trastornos del
sueño empeoran los síntomas de fibromialgia. Las personas tienen dificultades para
conciliar el sueño, el sueño es liviano y se despiertan frecuentemente durante la noche.
A menudo cuando se despiertan se sienten cansados, incluso después de haber dormido
toda la noche. El cansancio puede ser indiferente o causar una disminución de la
resistencia, hasta el agotamiento extremo de un día al otro.
Alteraciones en la concentración y el estado de ánimo. Alteraciones psicológicas
Muchos pacientes con fibromialgia tienen alteraciones psicológicas, aunque hay
desacuerdo sobre si éstas son reacciones al dolor crónico o si los síntomas de
fibromialgia son secundarios al trastorno psiquiátrico. Algunos han sido diagnosticados
de sufrir depresión, ansiedad, somatizaciones e hipocondría.
Son comunes los cambios en el estado de ánimo, sentimientos de tristeza y de
depresión. Estos cambios habitualmente se reflejan en la capacidad de concentración y
en el rendimiento intelectual. Los pacientes pueden sufrir ansiedad e incluso algunos
investigadores creen que existe una conexión entre la fibromialgia y algunas formas de
depresión o ansiedad crónica. Estos sentimientos tienden a parecer y desaparecer y son
más emergentes en momentos de extrema fatiga o ansiedad.
Otros problemas
Dolores de cabeza, migrañas, dolores asociados con los músculos del maxilar (desorden
temporomandibular), dolor abdominal, hinchazón y alternancia de constipación y
diarrea (síndrome del intestino irritable o colon espástico), espasmos urinarios, vértigo,
piernas inquietas, endometriosis y entumecimiento y hormigueo de los pies y las manos.
Cómo se diagnostica la fibromialgia?
La fibromialgia se diagnostica por una historia de dolores generalizados y demostrando
con la palpación la presencia de al menos 11 puntos dolorosos de los 18 que existen.
Figura 1: puntos sensibles para el diagnóstico de fibromialgia (Todos bilateralmente)
1- inserción del músculo suboccipital en la base del cráneo,
2- cara anterior de los espacios entre las apófisis transversas de C5-C7,
3- punto medio del borde superior del músculo trapecio,
4- por encima de la espina escapular junto al borde interno de la escápula,
5- segunda unión condrocostal,
6- epicóndilo,
7- cuadrante supero-externo de las nalgas,
8- cara posterior de la prominencia trocantérea,
9- almohadilla grasa interna de la rodilla.
El ACR considera para el diagnóstico, además de la existencia de estos puntos, una
historia de dolores difusos. El dolor se considera difuso cuando se cumplen todos los
requisitos siguientes: dolor del lado izquierdo del cuerpo, dolor del lado derecho del
cuerpo, dolor por encima de la cintura, dolor por debajo de la cintura, dolor en el
esqueleto axial.
Estos criterios son útiles para normatizar el diagnóstico, pero no todos los pacientes los
cumplen.
Los resultados del examen físico son normales y no existen alteraciones de laboratorio
en los pacientes con fibromialgia.
A causa de que los síntomas de esta enfermedad son generales y a menudo se relacionan
con otras entidades, mucha gente padece complicaciones y repite exámenes antes de ser
diagnosticada. Es importante consultar un reumatólogo que diagnostique y trate esta
patología.
Qué causa la fibromialgia?
La causa es incierta. Los investigadores sospechan de diferentes factores solos o en
combinación. Enfermedades infecciosas, traumas físicos y emocionales, cambios
hormonales pueden ser detonantes del dolor generalizado, la fatiga y los trastornos del
sueño que caracterizan esta entidad. Algunos estudios sugieren niveles anormales de
algunas sustancias químicas en sangre o fluidos cerebroespinales que colaboran en la
transmisión y amplificación de las señales de dolor hacia y desde el cerebro. La
habilidad del sistema nervioso central de inhibir el dolor está dañada.
Cómo se trata la fibromialgia
A pesar de que la fibromialgia es una condición crónica y no curable, es importante que
el paciente sepa que no es trastorno deformante ni degenerativo, que existen recursos
para el alivio sintomático y también situaciones que agravan los síntomas que deben
evitarse.
El tratamiento debe incluir tanto la educación del paciente como medidas no
farmacológicas y farmacológicas. Medicación para disminuir el dolor y mejorar el
sueño, programa de ejercicios que elonguen los músculos y mejore el
acondicionamiento cardiovascular, técnicas de relajación para disminuir la tensión
muscular y la ansiedad y programas de educación para ayudar a entender y manejar de
mejor manera los síntomas de la fibromialgia.
Educación del paciente: una vez realizado el diagnóstico, el paciente debe ser explicado
de la condición y asegurado de que se han excluido otras condiciones más severas como
causantes de los síntomas. La responsabilidad del tratamiento es tanto del profesional
como del paciente, teniendo este un rol activo en el mismo. Se le deben proveer fuentes
confiables de información y aconsejar acerca de grupos de ayuda.
Terapia no farmacológica: El ejercicio es una parte importante del tratamiento y sus
efectos han sido ampliamente estudiados sin obtener resultados absolutamente
concluyentes, sin embargo, mejora la sensación de bienestar, mejora la resistencia y
disminuye el dolor. Se pueden recomendar ejercicios aeróbicos de bajo impacto, tales
como caminatas, ciclismo, natación o la gimnasia acuática. Los ejercicios en aguas
templadas son bien tolerados, en especial porque ayudarían a reducir el espasmo y dolor
muscular. Es importante comenzar la actividad en un nivel de intensidad tolerable,
aunque bajo, y luego ir aumentando la exigencia, nunca llegando al agotamiento o
dolor. Se puede comenzar con ejercicios de 5 minutos, 3 veces al día, e ir aumentando la
duración hasta lograr una actividad de 30 minutos. Los ejercicios se deben realizar de
forma regular, idealmente todos los días, precedidos y sucedidos de movimientos de
elongación y calentamiento. Los ejercicios de hiperextensión pueden empeorar los
síntomas y dificultar la adherencia del paciente al programa. El ejercicio en el agua
desinflama y mejora la circulación, logrando que el paciente recupere su movilidad y no
pierda rango del movimiento articular. Ejercicios de bajo impacto como Ai Chi y Tai
Chi en el agua, aeróbica en parte profunda o caminatas en el agua, a una intensidad del
40 al 70% de la frecuencia cardiaca máxima por no más de 40 minutos, son los más
aconsejados. La biorretroalimentación, la modificación de los comportamientos, la
hipnoterapia, la eliminación del estrés y el aprendizaje de respuestas de relajación
pueden ser útiles en diversa medida. La terapia cognitiva conductual también ha
demostrado ser eficaz en los trastornos del sueño secundarios a la fibromialgia. Se debe
tener en cuenta que estos son tratamientos prolongados y económicamente costosos.
Modos alternativos de terapia, como magnetoterapia, acupuntura y quiropraxia, carecen
de estudios bien diseñados que comprueben su utilidad.
Terapia farmacológica: al no ser un proceso inflamatorio, no sorprende que los AINES
alivien sólo temporalmente las molestias, así como los glucocorticoides que no deben
usarse en estas situaciones. Es de notar que algunos pacientes pueden tener dolor por
otras situaciones relacionadas, como cefaleas o dismenorrea, por lo que un ensayo con
AINES puede ser intentado por un período de 6 semanas. Los medicamentos que
facilitan el sueño profundo y relajan los músculos ayudan a descansar a muchas
personas que sufren de fibromialgia. Los médicos también recetan antidepresivos que
funcionan elevando el nivel de serotonina en el cerebro. Los niveles bajos de serotonina
no están vinculados únicamente con la depresión clínica, sino también con los trastornos
del sueño asociados. En dosis más bajas que las recetadas para tratar la depresión
profunda, los antidepresivos parecen aliviar el dolor en las personas con fibromialgia y
de esta manera, aumentar las posibilidades de lograr una buena noche de descanso. Hay
dos clases principales de antidepresivos: tricíclicos, como la amitriptilina , e inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), fluoxetina, paroxetina y sertralina.
Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios, tales como somnolencia diurna,
estreñimiento, sequedad de la boca, aumento del apetito y arritmias cardíacas. Algunos
ISRS pueden dificultar el sueño. Estos efectos secundarios raramente son severos, pero
pueden resultar molestos. Otro problema relacionado con el uso se antidepresivos es que
no todos los pacientes experimentan mejoría, y algunos lo hacen sólo
momentáneamente. Algunos estudios han sugerido que al combinar los antidepresivos
tricíclicos con ISRS, pueden aumentar los beneficios de cada fármaco, al tiempo que los
efectos secundarios de ambos se anulan mutuamente.
Vitaminas y suplementos herbales han sido sugeridos, pero no hay datos concluyentes
sobre su utilidad.
Manejo de la fibromialgia
Frecuentemente, el paciente circula por muchos análisis y varios especialistas en busca
de respuestas. A menudo, como sus análisis son normales y lucen en buen estado, los
médicos, familiares y amigos dudan de la veracidad de sus molestias aumentando los
sentimientos de soledad, culpa y angustia. El paciente y su familia debe entender que
esta enfermedad causa fatiga y dolor y deben adoptar un rol activo en el manejo de la
fibromialgia, ejercitándose regularmente, educándose en su condición y aprendiendo
cómo implementar técnicas de relajación y estrategias de manejo del estrés.
Afortunadamente, no amenaza la vida y no provoca lesiones musculares o articulares.
Mientras 9 (nueve) de cada 10 (diez) personas con fibromialgia trabaja tiempo
completo, el 30 % debe cambiar su trabajo. Algunas personas debido a los síntomas
severos no pueden desenvolverse en sus trabajos o socialmente, estos individuos
requerirán mayor atención y un enfoque multidisciplinario en un centro de tratamiento
del dolor con terapistas físicos y ocupacionales, trabajadores sociales, enfermeras,
profesionales de la salud mental, consejeros en rehabilitación y especialistas del sueño.
Procesos asociados
Los procesos que se asocian habitualmente a la fibromialgia son el síndrome de
intestino irritable, la vejiga irritable, las cefaleas, la dismenorrea, el síndrome
premenstrual, el síndrome de las piernas inquietas, el dolor de la articulación
temporomandibular y el síndrome seco.
Los pacientes con artritis reumatoidea y otra enfermedades del tejido conectivo pueden
padecer fibromialgia, siendo difícil a veces distinguir entre fibromialgia primaria y
secundaria.
La fibromialgia tiene muchas semejanzas con el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC).,
ambos producen fatiga, trastornos del sueño, dolores músculo-esqueléticos y
alteraciones psiquiátricas. Sin embargo, el SFC es un síndrome de comienzo brusco,
acompañado de síntomas y signos inmunológicos e inflamatorios, como adenopatías,
febrícula, dolor de garganta y aparición de nuevas alergias o exacerbación de
preexistentes. Existen también diferencias epidemiológicas, ya que el SFC es más
frecuente en individuos jóvenes, y a veces esta precedido de una enfermedad viral.
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Links de interés
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http://www.medicinainformacion.com/fibromialgia_libros.htm
http://www.analesdemedicina.com
http://www.medicinainformacion.com
http://www.claudiah2o.com
Traducido y compaginado por Vanina Mariana Delfino
Aportes médicos por Rosario Ramos Mejía