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Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar REGISTRO DIAGNÓSTICO MULTIDIMENSIONAL EN LA ATENCIÓN MÉDICA DE
ATENCIÓN PRIMARIA: UNA OPORTUNIDAD PARA EL TRABAJO
INTERDISCIPLINAR
CESFAM PIEDRA DEL AGUILA, ANGOL1
Autor:
Julio Alex Montero Castro, Médico-Cirujano
Diplomado en Medicina Familiar.
Médico Sector Amarillo.
El problema: “atender una enfermedad” lleva a registros unidimensionales sin continuidad
ni coordinación interdisciplinar
Desde el pregrado he observado que los registros clínicos médicos responden a la naturaleza
programática del servicio sanitario enfocándose en conseguir un diagnóstico y una prescripción
atingente, enmarcados dentro de una actividad programática que generalmente padece de ser
parcial y sin enfoque de continuidad de cuidados. En la realidad nosocomial este método aparece
como racionalmente adecuado puesto que en general se ingresan usuarios portadores de algún
cuadro biomédico evidente y se busca el alta, por lo que no parece extraño que la historia
clínica, por muy extensiva que sea, finaliza en un grupo de diagnósticos y sus respectivas
prescripciones, las cuales son seguidas por medio de atenciones ambulatorias posteriores,
dándose por concluido ese proceso médico hospitalario.
Sin embargo, desde que tomé contacto con actividades médicas ambulatorias he observado la
insuficiencia de esta estructura de historia clínica clásica ya que carece de “continuidad de
cuidados” en especial respecto a las dolencias del paciente y las intervenciones médicas
realizadas, siendo sólo extensiva durante el ingreso. Al mejorar estos aspectos de seguimiento
mediante “anotaciones marginales” de seguimiento de dolencias, fármacos, exámenes y
derivaciones, no es extraño encontrarse con una tabla diagnóstica que no dé cuenta del contexto
psicosocial del paciente, y en muchos casos la tabla diagnóstica no alcanza la integración de los
problemas biomédicos puesto que está enmarcado en una actividad atomizante de “Programa de
salud”.
Es una realidad común en el trabajo médico de APS que muchos de los usuarios no restringen
sus consultas al marco programático de la prestación médica, es decir, no se logran enmarcar al
control de salud cardiovascular, salud mental, respiratorio u otro cualquier policlínico prediseñado, por lo que incluso las atenciones de urgencia se ven tensionadas por solicitudes fuera
de contexto programático, como exámenes pre ocupacionales. Así todo, no es raro que por
afinidad los usuarios busquen un médico de confianza que los asesore en la mayoría de sus
problemas de salud aunque no corresponda a la especialidad pertinente de la dolencia, basados
más bien en el vínculo logrado previamente más que en su especialidad clínica. En mi
experiencia clínica, el médico de APS así como el usuario, se ven tensionados por una cartera de
prestaciones que no ha sido consensuada por ninguno de los dos, y responde más bien a
1
Esta práctica ha sido asesorada por el equipo de Gestión del Conocimiento del Programa de Salud y
Medicina Familiar, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, Chile.
Segundas Jornadas de Buenas Prácticas en APS y Salud Familiar UdeC:
“Trascendiendo fronteras, haciendo historia”, Agosto 2013.
Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar estrategias epidemiológicas y de salud pública, avaladas por evidencia científica, sin embargo, la
forma de implementar estas líneas programáticas no se corresponde con los principios de la APS
y se transforman en una especie de policlínicos de especialidades básicas en APS, realizados por
médicos generales.
Con los años, he logrado comprender que en la realidad comunitaria y familiar de los usuarios, la
única herramienta terapéutica para el médico de APS capaz de lograr impactar en la biología de
los usuarios es el “vínculo terapéutico”, puesto que sin éste, la prescripción no será
implementada por la familia.
En este contexto he observado y corroborado en la teoría académica que uno de los principios
para lograr el vínculo terapéutico es una buena acogida, lo que para el médico significa acoger
toda la demanda de ayuda que el usuario solicita, de otro modo, este ultimo buscará ayuda en
otra parte y será resistente a nuestras prescripciones puesto que le demostramos con hechos que
“él no nos interesa, sino sólo una de sus enfermedades”. Pienso que la APS no puede desligarse
de la responsabilidad de acoger la solicitud de ayuda, aunque no tenga la capacidad de resolver
todo, la acogida ya es un cuidado aliviador.
A contracorriente: atención médica integral.
Desde que pude trabajar en un CESFAM en la provincia de Ñuble, comencé a realizar atenciones
integrales, acogiendo toda la problemática traída por el usuario independiente de la prestación
programática en la que me encuentro, logrando una vinculación desde la cual puedo enfocarme
en el riesgo de salud propio de la actividad y “conducir” las necesidades del usuario hacia la
cartera más pertinente, sin tener que chocar contra la solicitud de ayuda usuario. De este modo
comencé a rescatar los motivos de consulta reales, que en general están íntimamente vinculados
al área psicosocial y familiar a pesar de estar enmarcados en una atención médica de un
Programa de Salud. De este modo, todas mis prestaciones, intentaban abarcar aspectos
multidimensionales del usuario a partir del motivo de consulta, y en los “controles de crónicos”
intentaba hacer una tabla resumen actualizada del estado de situación multidimensional, algo así
como una especie de “epicrisis” de la ficha hasta esa fecha, una sumatoria de problemas, riesgos
y condicionantes.
Seísmo 2010: una oportunidad de cambio
Debido a una crisis familiar y las consecuencias sociales personales del seísmo de 2010, decidí
volver a mi ciudad natal, razón por la que actualmente me encuentro trabajando en mi ciudad
natal, Angol, ubicada en la Provincia de Malleco, IX Región de la Araucanía. La ciudad de
50.000 habitantes, cuenta actualmente con 3 CESFAM, un CESOSF, 3 Postas y algunas
estaciones médico rurales.
El centro de salud donde laboro desde el año 2010 fue inaugurado el año 2009, a una cuadra del
Hospital de Angol, lugar donde nací. Denominado desde su inauguración como CESFAM
“Piedra del Águila”, tiene a cargo alrededor de 20.000 usuarios divididos en 4 sectores: Urbano
Amarillo (mi sector); Urbano Naranjo, Rural y CECOSF. Corresponde al proceso evolutivo del
antiguo dispositivo asistencial urbano denominado “Posta Centro” que correspondía a una
dependencia de otro centro de salud urbano denominado Consultorio “Alemania”.
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“Trascendiendo fronteras, haciendo historia”, Agosto 2013.
Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar Tradicionalmente, las prestaciones de la “Posta Centro” tenían el acento en las prestaciones
preventivas de los Programas tradicionales, no existiendo importante demanda asistencial de
morbilidad aguda sino más bien la morbilidad cubría las brechas de los programas,
complementando a éstas.
De este modo el equipo heredado al nuevo CESFAM tenía una forma de trabajo centrada en los
programas preventivos y eran poco priorizadas las actividades relacionadas a la morbilidad
aguda y urgencias, ya que estas estaban originalmente cubiertas por la red asistencial
circundante, entre ellas, el Hospital de la ciudad, el cual tenía instalado su servicio de urgencia,
pabellón y UTI en nuestra planta física, a causa de los daños estructurales sufridos por el
Hospital en 2010.
Por otro lado, algunos de los profesionales que se integraron al equipo, entre ellos yo, éramos
personas con experiencia mayor a 5 años en APS, y algunos con más de 10 años en APS, con
motivación para el desempeño en APS. De este modo se conformó un equipo que era una mezcla
de experiencias en distintos CESFAM más antiguos y el equipo de la antigua Posta Centro que
tenían una experiencia clínica con acento en las actividades preventivas.
De este modo posterior al seísmo del año 2010 me encontré trabajando en un CESFAM nuevo,
pero con gente nueva que era antigua en APS, y con clara motivación para la actividad
preventiva más que recuperativa, la mayoría capacitados en el Modelo de Salud Familiar y
protegidos de la demanda asistencial aguda por la fuerte presencia del Hospital y la cultura
programática de la institución.
Necesidad de registros multidimensionales para trabajo en equipo: “avanzando de una
práctica individual a una práctica interdisciplinar”
En esta realidad tuve contacto con el equipo de Psiquiatría de la ciudad a través de las
“consultorías de Psiquiatría”, en donde por primera vez contaba con el valioso contacto clínico
de atención secundaria en el ámbito psicosocial, lo que me obligaba a ordenar aún más los
registros del aspecto psicosocial para poder trabajar en equipo y me entregaba una visión de la
oferta psicosocial a nivel secundario, lo que era una incógnita hasta la fecha.
La tarea se avoca así a buscar un sistema de registro breve que dé cuenta de la problemática
multidimensional del paciente y permita su seguimiento entre contactos asistenciales. Es así
como en las reuniones mensuales de salud mental (Equipo Biopsicosocial de todos los sectores
urbanos del CESFAM) se reconoció – como equipo – la necesidad de tener registros adecuados
al trabajo multidimensional e interdisciplinar hacia los usuarios portadores de patologías de salud
mental, en especial debido a la necesidad de trabajo conjunto con el equipo de Psiquiatría en los
espacios de consultorías de psiquiatría.
Fue así como durante el año 2011 con el equipo de salud mental se comenzó a utilizar el
“Diagnóstico Multiaxial DSM-IV” para resumir la problemática a intervenir y permitir el
seguimiento de problemas multidimensionales entre profesionales, ya que cada profesional
tiende a identificarse con un eje distinto, y el seguimiento de los problemas psicosociales no
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Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar estaba integrado al diagnóstico biomédico, aunque este fuera psiquiátrico, por lo que se perdía
continuidad de cuidados.
Morbilidad multidimensional: “trascendiendo el programa”
Más tarde al enfrentar consultas de la tradicional actividad de “morbilidad” me fue incómodo no
registrar de inmediato elementos de los ejes psicosociales y así dar continuidad al seguimiento de
éstos, en especial en aquellos pacientes con motivos de consulta tradicionalmente psicosomáticos
como son la cefalea tipo tensional y el dolor abdominal recurrente. Sin embargo, al extender este
hábito a las consultas de problemas biomédicos pude darme cuenta del principio, tantas veces
leído y poco realizado, de la intercausalidad de las múltiples dimensiones del ser humano, siendo
imposible en muchos casos una línea causal unidireccional entre dos fenómenos observados en la
misma persona o su ambiente. Es así como ahí sentados en el box, ni el médico ni el paciente
logran determinar si fue la crisis conyugal, la cesantía o la diabetes la que generaron la
persistencia de uno u otro problema, y por muy buen plan que se genere durante esa atención, es
el seguimiento de la evolución de este complejo multidimensional lo que permite determinar si la
estrategia es útil o no. Por tanto, si la tabla diagnóstica no incluye la problemática psicosocial se
tiende a no realizar prescripciones en estas dimensiones.
Así fue como las fichas clínicas del sector comenzaron a poblarse con tablas diagnósticas
multidimensionales DSM IV, desde el año 2011, las que junto a los Genogramas y Eco-mapas,
han permitido al equipo ver más allá de las paredes del box, y poder vincular de algún modo al
equipo psicosocial al trabajo biomédico con un registro común, para posteriormente “radiarse”
hacia el otro sector a través del trabajo en los espacios de equipo de salud mental.
Este tipo de registro comenzó así desde una práctica personal en el año 2005 de registro
multidimensional para luego incluirse en las consultorías de psiquiatría y reuniones de salud
mental durante al año 2011como una forma de trabajo estándar, hasta que actualmente los
Psicólogos y Médicos del centro en ambos sectores utilizan frecuentemente este tipo de registro
multidimensional, generando una puerta de enlace con Enfermería y Asistentes Sociales. Así
actualmente incluimos el diagnóstico multiaxial del paciente índice dentro de los estudios de
familia, en los equipos de sector. El público objetivo de esta experiencia corresponde al equipo
de sector, inicialmente, con la finalidad de impactar posteriormente a los usuarios atendidos por
este equipo.
Registro multidimensional como el núcleo de la implementación de la atención medica
integral a usuario portador de múltiples patologías crónicas.
Una vez socializado por medio de la práctica clínica diaria en el equipo este modo de registro, se
comenzó a utilizar en los dos sectores urbanos del CESFAM en todas las atenciones de salud
mental y las atenciones de pacientes crónicos multi-patología. Así se fue generalizando este
modo de trabajar en el CESFAM hasta que el equipo médico en conjunto con la Encargada de
Modelo de Salud Familiar del CESFAM, las Jefatura de Salud Mental y SOME, decidieron
implementar el llamado “Policlínico Integral” o “Atención Médica de Seguimiento a usuario
portador de más de una patología crónica”, permitiendo así un rendimiento de atención de 2
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apuros que interfieren la comunicación o la capacidad de gestionar los procesos asociados a
programas de salud.
Esta implementación de agenda se pudo realizar gracias al trabajo previo de médicos de APS que
implementaron previamente un policlínico integrador de programas de salud, permitiendo que
posteriormente a nivel de Departamento de Salud y de Servicio de Salud se estandarizara esta
prestación con su respectivo rendimiento. Esta trabajo fue consolidad por una médico de familia
que trabajó en la ciudad, luego en el departamento de Salud Municipal y actualmente se
desempeña en el Servicio de Salud Araucanía Norte como asesor del Modelo de Atención, quién
logró consolidar una “Canasta de Prestaciones de APS” que unifica y estandariza todas las
prestaciones de la Provincia. Este trabajo previo de carácter administrativo-clínico permite
ejecutar de manera más exhaustiva esta nueva forma de registro multidimensional que es luego
reforzado por la experiencia en consultorías de Psiquiatría que nos permitieron aprender la
importancia de un buen seguimiento del complejo psicosocial de los pacientes, y poder darnos
cuentas que muchos pacientes portadores de trastornos psiquiátricos persistentes requieren
especial adaptación de los lineamientos terapéuticos de los programas de salud biomédicos. Así
como también cualquier problema psicológico o biomédico puede estar profundamente
interferido por el contexto psicosocial, requiriendo intervención prioritaria en el eje social más
que el biomédico o el psicológico.
Por ejemplo, un paciente con la problemática de ser diabético difícilmente logrará llegará a
compensar su diabetes si está en situación de calle por el incendio de su vivienda en el contexto
de aislamiento social por una crisis conyugal con VIF judicializada. Es evidente que aquí el
registro de Diabetes Mellitus Tipo 2 No Insulinorequiriente que llevará a prescripción de
hipoglicemiantes orales y hábitos adecuados no logrará dar cuenta de la problemática
multidimensional del usuario, y una derivación al equipo psicosocial no permitirá rápidamente
poder evaluar la evolución del componente psicosocial en el próximo control médico en que
probablemente se nos distraerá con una Neuropatía Diabética o una Nefropatía Incipiente,
mezclada con algún elemento fibromiálgico que nos hará salir a la caza de enfermedades
articulares que puede que encontremos, alejándonos (y alejando al usuario) cada vez más de la
necesidad de ayuda más pertinente en ese momento.
El registro multidimensional constituye así el resultado mínimo de una atención médica integral
a paciente portador de múltiples patologías crónicas, y constituye el corazón de la actividad
clínica que permitirá una prescripción pertinente multidimensional.
Cosechando lo sembrado: integralidad, vinculación y equipo
Este registro multidimensional ha permitido desde una visión general facilitar elementos propios
del modelo de salud familiar como son el enfoque Biopsicosocial con énfasis en la familia así
como también permite relacionar elementos de la comunidad como determinante de salud
(sentando así las bases para el trabajo intersectorial). Por otro lado la continuidad de cuidados se
ve reflejada en que este registro permite el seguimiento de la Tabla de Diagnósticos
Multidimensionales del usuario, sin perder dolencias o diagnósticos entre cada atención, en
especial la problemática psicosocial. Este registro permite también realizar un servicio integrado
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anticipatoria.
El registro multidimensional permite incorporar además la integralidad en su aspecto
promocional, preventivo y de rehabilitación, al permitir visualizar no sólo enfermedades sino
riesgos y secuelas que requieren un manejo no recuperativo.
Como resultado inesperado, se abrió el diálogo interdisciplinar permitiendo configurar una
“mirada de equipo multidimensional” abriendo una oportunidad para la sinergia de la íntersubjetividad.
El tener el hábito de explorar el contexto psicosocial y familiar de la persona permite una
vinculación multidimensional con el paciente puesto que este se siente escuchado y más
comprendido, facilitando de este modo el vínculo terapéutico. Retrospectivamente lo más
rescatable de esta práctica es efectivamente la vinculación terapéutica que se logra a través del
tiempo, la cual permite un clima de empatía y comprensión mutua entre el médico y el usuario,
creando un clima apropiado de respeto para practicar la asertividad bilateralmente. Esto se ve
reflejado en la clara identificación que tienen los usuarios con su médico de cabecera, o los
comentarios de recomendación que hacen los usuarios a sus conocidos lo que ha generado no
pocas migraciones desde otros sectores o CESFAM a través de domicilios de familiares usuarios
de nuestro centro.
Así lo que parte como una estrategia individual de registro multidimensional por parte del
profesional se transforma en un modo de relacionarse multidimensionalmente con el usuario.
(“diálogo multidimensional”)
También hemos observado que, en especial en las consultas de baja complejidad biomédica, que
este registro incentiva la exploración de las otras dimensiones de riesgo aún de carácter
subclínico, logrando así un enfoque anticipatorio, propio del modelo de salud familiar.
Durante la práctica del registro Diagnóstico Multiaxial del DSM IV en pacientes portadores de
problemas de salud mental, hemos observado que el quinto eje, la Funcionalidad Global, permite
evaluar durante el seguimiento la funcionalidad del paciente, permitiendo así combatir el efecto
“etiquetador” de los trastornos de salud mental, facilitando el retroalimentar al usuario acerca de
sus propios logros a pesar de estar bajo un diagnóstico persistente. Así también permite priorizar
de manera más adecuada las intervenciones evitando el sesgo de la apreciación clínica en base a
síntomas. De este modo se incorpora la dimensión de funcionalidad global, que también he
complementado con un registro de discapacidad física o dependencia funcional si corresponde,
trascendiendo así un poco la idea del DSM IV de evaluar la funcionalidad global sólo desde la
perspectiva de la salud mental.
Análisis y reflexión.
Esta experiencia no planificada como investigación, responde a una necesidad del usuario de
APS visualizada desde la subjetividad de médico clínico de APS que busca un método de
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Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar registro clínico que facilite la implantación de las características del modelo de salud familiar en
la práctica diaria en APS con el objeto de responder de mejor manera a las necesidades
multidimensionales del usuario, mitigando así el sesgo unidimensional biomédico de esta
profesión. De este modo si bien el destinatario final de la práctica es el usuario, éste lo es de
manera mediata puesto que de manera inmediata el primer destinatario es el propio médico que
registra y usa estos registros posteriores en la continuidad de cuidados así como también los
otros posibles médicos que trabajen con ese registro clínico; y de manera intermedia es
destinatario también el propio equipo de salud de sector al facilitar el diálogo interdisciplinar.
Desde el inicio de esta práctica ha sido omitido algún instrumento objetivo cuantitativo o
cualitativo de evaluación de resultados y en especial no existe un grupo control que permita
limpiar el sesgo del grupo poblacional o las características del equipo que interviene por lo que
considero poco útil utilizar evidencias con elementos confundentes como son encuestas de
satisfacción usuaria, o registros de OIRS. Sin embargo, si somos coherentes a la naturaleza de
esta práctica sería esperable que el médico, el equipo y el usuario reciban beneficios relacionados
a los elementos propios de la práctica como son el orden, acceso, integralidad,
multidimensionalidad, vinculación, aprendizaje mutuo, continuidad de cuidados, y enfoque
preventivo. Estos elementos pueden evidenciarse actualmente en nuestro equipo al menos desde
la ínter-subjetividad del equipo que reconoce esta práctica como un aporte facilitador del cuidado
de usuarios, en especial para el diseño de planes de cuidados que respeten las singularidades de
cada usuario. (ANEXO 1).
Desafío constituye entonces lograr desarrollar una herramienta que permita evaluar el aporte de
este registro al trabajo de equipos de APS, y como este se refleja en algún beneficio para el
usuario final. Se debe mencionar que en el registro multidimensional no constituye una
estrategia de intervención en sí misma, sino más bien una táctica de registro clínico que implica
al médico a la vinculación multidimensional con el paciente y de modo lateral con el equipo de
APS. Sin embargo al comunicar esta visión holística del fenómeno enfermedad, ésta puede
ejercer un rol terapéutico al ampliar la consciencia del propio paciente acerca de su proceso.
No se puede omitir la observación de que este registro está centrado en riesgos y no en factores
protectores ni oportunidades de evolución positiva, encerrándonos así – en ocasiones- en una
gran tabla de problemas sin poder ver soluciones. Por lo anterior he visto que de por sí el registro
multiaxial no logra permitir desarrollar una estrategia de intervención a menos que se
complemente al menos con un genograma y/o un eco-mapa, u otra herramienta que visualice
fortalezas y oportunidades, así como también acceso a la información de los otros niveles de
intervención.
Recomendaciones para replicar.
Esta práctica se sustenta en los siguientes principios:
- Sectorización de la atención médica.
- Capacitación: Conocimiento de las directrices programáticas en cada ciclo vital (Normas y
Guías) dentro del Modelo de Salud Integral con Enfoque de Familia, Comunidad e
Interculturalidad.
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Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar - Habilidades comunicacionales adecuadas a una entrevista clínica.
- Ambiente con privacidad adecuada a la prestación.
- Tiempo de atención entre 15 a 45 minutos dependiendo de la complejidad presupuestada
(Agudos, Crónicos mono-patología, Crónicos multi-patología, Crónicos asociados a problemas
de salud mental, controles de salud con o sin morbilidad asociada, etc.).
- Intención de vincularse a la realidad del usuario
- Utilizar el diagnóstico multidimensional como un elemento más de la historia clínica y no
reducir la historia a esta tabla diagnóstica, perdiendo la riqueza de una historia más compleja.
Sería recomendable lograr:
- Simplificar los registros clínicos de programas: nuestra visión es lograr un registro electrónico
sin duplicación de datos o al menos tarjetón único por ciclo vital. Esto debiese simplificar el
aspecto administrativo del seguimiento de enfermedades crónicas para evitar que la prestación se
transforme en un “complejo papeleo” más que una “atención médica compleja”.
- Simplificar la serigrafía necesaria para hacer funcionar las prescripciones, esto es: recetas,
interconsultas, certificados, órdenes de exámenes, derivaciones, citaciones, etc.
- Asegurar la continuidad del tratamiento farmacológico de los usuarios (Evitar consultas por
receta).
- Selector de demanda: Asegurar que los usuarios que acceden a la prestación necesitan este
nivel de complejidad según la situación local. (Programación Estratégica).
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Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar ANEXO 1
COMENTARIOS DEL EQUIPO
“El diagnostico Multiaxial inicialmente se comienza a utilizar alrededor de dos años atrás surge
como un aporte del Profesional Medico utilizado para organizar las distintas áreas en el
usuario intentando integrar las distintas dimensiones que intervienen. Inicialmente los
integrantes del equipo psicosocial se mostraban distantes a dicho instrumentos, pero con el
transcurso del tiempo y tras su aplicabilidad en la atención con el usuario cada vez se torno en
un componente fundamental en la elaboración planes de tratamiento desde las distintos ámbitos
del quehacer donde los ejes se configuran en las directrices del trabajo del usuario y su entorno.
Donde el equipo a partir del diagnóstico comparte un lenguaje común que guía la intervención,
no concibiéndose en la actualidad su inexistencia.”
Marcela Sepúlveda, Asistente Social Sector Naranjo CESFAM Piedra del Águila, Angol
“[deseo] manifestar la importancia que le hemos dado como CESFAM al diagnóstico multiaxial
como un intento de comprender de manera más integral la condición de nuestros pacientes a
través de un esquema confiable y estructuralmente coherente. Es importante señalar que esta
estrategia nos ha permitido realizar una descripción clínica – y de esto - una mejor
comunicación entre profesionales de sector, generar un plan de tratamiento, pronostico y
porque no decirlo entrenamiento profesional.
Como bien dice la teoría, el diagnostico multiaxial nos permite lidiar con la complejidad de la
enfermedad, así como con la condición clínica del paciente en su totalidad. Tal estrategia, en lo
práctico nos permite estar conectado a la necesidad y de esta forma facilitar la preparación de
un plan de tratamiento comprehensivo, que justifica nuestro trabajo multi-disciplinar
respaldado `por el modelo de salud familiar, proporcionando una descripción biopsicosocial de
la condición clínica global del paciente(objetivo principal del modelo); abarcando no sólo
patología (mental y no-mental), sino también factores ambientales psicosociales y las
consecuencias de la enfermedad sobre el funcionamiento del individuo y su calidad de vida.
Con visión al futuro, sería necesario equilibrar los niveles todavía desiguales de
operacionalización de cada uno de los ejes, por lo que deben ser igualados y unificados, de
manera que pueda crearse un sistema diagnóstico interconectado e integrado. (considerando
que un futuro próximo esta estrategia diagnóstica se encontraría en red, para cada uno de los
profesionales).”
José Alarcón, Psicólogo Sector Amarillo CESFAM Piedra del Águila, Angol
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Universidad de Concepción Facultad de Medicina Departamento de Salud Pública Programa de Salud y Medicina Familiar ANEXO 2
EJEMPLOS DE REGISTROS MULTIDIMENSIONALES
En este caso observamos como el eje biomédico integral
que ya es complejo queda evidentemente condicionado
por el eje social-familiar aún sin tener clínica de
trastornos psicológicos, por lo que si no se busca
dirigidamente multidimensionalmente se pasa por alto
este riesgo: Adulto mayor masculino asiste a control de
enfermedades crónicas portador de importante
complejidad respiratoria, cardiovascular y genitourinaria,
pero inserto en un núcleo familiar postparental que cuida
a la madre de su esposa demenciada.
En este caso también observamos como el eje biomédico,
esta vez más simple, queda evidentemente condicionado
por el eje social-familiar aún sin tener clínica de
trastornos psicológicos, por lo que si no se busca
dirigidamente multidimensionalmente se pasa por alto
este riesgo: Adulto medio masculino reconsulta por
síndrome doloroso articular en estudio pero inserto en
una familia nuclear biparental con cuatro hijos,
encontrándose actualmente en crisis no normativa por
encontrarse la esposa en proceso de tratamiento médico
de cáncer, situación que obviamente explica la ausencia
de recursos familiares para apoyar al esposo (Padre de la
familia).
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“Trascendiendo fronteras, haciendo historia”, Agosto 2013.