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INFORMACIÓN
SOBRE MENOPAUSIA Y OSTEOPOROSIS
Con la colaboración de:
ÍNDICE
1. ¿Qué es la menopausia?
2. ¿Qué es la osteoporosis?
3. Diagnóstico de la osteoporosis: la importancia del diagnóstico precoz
4. Tratamientos de la osteoporosis
5. Consejos para mejorar la salud ósea
6. Bibliografía
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1. ¿QUÉ ES LA MENOPAUSIA?
La menopausia es un momento de la vida de la mujer caracterizado por el cese de la
menstruación. Esta etapa, conocida como climaterio, representa el final del período
fértil. A pesar de no ser una enfermedad, provoca, en la mayoría de las mujeres,
síntomas molestos que alteran la dinámica social y laboral.
¿Cuándo y por qué se produce?
La menopausia se sitúa alrededor de los 51 años (entre los 48 y los 54 años). Se
produce porque la mujer comienza a perder progresivamente su función ovárica y,
por tanto, baja la producción de hormonas femeninas, estrógenos y progesterona. La
disminución de los niveles de estrógenos en las mujeres es la causa principal de la
osteoporosis en el momento de la menopausia. Este período se caracteriza además por
presentar fuertes cambios endocrinológicos, imprevisibles y variables, con una
marcada repercusión clínica que lleva a que las pacientes acudan frecuentemente a la
consulta.
Fases del climaterio
La pérdida hormonal no suele producirse de manera brusca. En la mayoría de las
mujeres, suele darse un primer período, conocido como premenopausia, en el que se
desarrolla una transición hacia la menopausia, durante un tiempo aproximado de unos 5
años, aunque puede ser más corto y precoz en mujeres fumadoras y sujetas a estrés, al
igual que en mujeres operadas de útero y ovarios.
Durante la premenopausia se producen diferentes cambios que pueden afectar tanto al
ritmo físico de la mujer (como es la prolongación de la etapa entre menstruaciones), los
síntomas vasomotores, la sequedad en la piel y mucosas (también en la vagina), el
cambio en la distribución de la masa corporal y el inicio de un incremento en el ritmo de
pérdida de la masa ósea; como a aspectos psicológicos de su vida, produciéndose
cambios emocionales, depresión, ansiedad o pérdida de la capacidad de atención.
Posteriormente, se produce la menopausia, delimitada por la fecha de la última
menstruación, que es el signo que marca la irrupción de una nueva etapa en la vida de la
mujer, en la que desaparece su capacidad fértil y que se prolonga paulatinamente hasta
llegar a la postmenopausia, etapa posterior al cese de la menstruación.
Signos y alteraciones provocadas por la menopausia
Entre los signos y alteraciones provocadas por la menopausia destacan:
• Sofocos e insomnios
• Ciclos menstruales irregulares
• Cambios en la figura
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•
•
•
•
Osteoporosis
Alteraciones del ánimo
Cambios en la vida sexual
Riesgo cardiovascular
2. ¿QUÉ ES LA OSTEOPOROSIS?
La osteoporosis es una enfermedad de los huesos que se caracteriza por una pérdida
excesiva de calcio y otros componentes que forman la masa ósea (cantidad de hueso que
posee una persona determinada en un momento específico de su vida).
El calcio y el fósforo son dos minerales esenciales para la formación normal del hueso. A lo
largo de la juventud, el cuerpo utiliza estos minerales para producir huesos. Si uno no obtiene
suficiente calcio o si el cuerpo no absorbe suficiente calcio de la dieta, puede verse afectada la
formación del hueso y los tejidos óseos.
A medida que uno envejece, el calcio y el fósforo pueden ser reabsorbidos de nuevo en el
organismo desde los huesos, lo cual hace que el tejido óseo sea más débil.
Esta pérdida provoca que el hueso se vuelva poroso, haciendo que éstos sean más frágiles
y menos resistentes a golpes y traumatismos y, por tanto, más propensos a fracturas, incluso
sin que se presente una lesión.
Según la Organización Mundial de la Salud, “la osteoporosis
es una enfermedad sistemática caracterizada por una masa
ósea baja y un deterioro de la microarquitectura del tejido
óseo, que conduce a una mayor debilidad ósea y a un
aumento del riesgo de fracturas.”
¿Por qué se produce?
Los huesos están formados por una red de colágeno sobre el que se deposita fosfato cálcico,
componente responsable de su fortaleza y flexibilidad.
El hueso es un tejido vivo y en continua renovación. El cuerpo humano está constantemente
formando hueso nuevo y reabsorbiendo el envejecido mediante la actuación de un conjunto de
células denominadas osteoblastos y osteoclastos, respectivamente. Durante el proceso de
reabsorción, los osteoclastos disuelven el hueso y unas enzimas rompen la red de colágeno.
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La osteoporosis se debe a una alteración del proceso de remodelación ósea, debido a un
desequilibro entre el proceso de construcción y el de eliminación, que conduce tanto a una
pérdida de masa ósea como a una alteración de la microarquitectura del hueso (pérdida,
adelgazamiento y falta de conexión entre trabéculas óseas…).
Durante la niñez, el esqueleto acumula más hueso del que elimina y éstos se hacen más
densos y fuertes, pero -a partir de los 30 -35- una persona alcanza la cantidad máxima de
masa ósea e inicia una pérdida natural de la misma, que suele ser lenta y perdura durante toda
la vida.
Factores de riesgo
La edad: La osteoporosis es más común a edades más avanzadas
El sexo: Las mujeres presentan un mayor riesgo, debido a que empieza a perder
tejido óseo más rápidamente después de la menopausia. Los estrógenos tienen un
efecto protector sobre el hueso y la pérdida de los mismos durante la menopausia
contribuye a debilitar el tejido óseo.
Antecedentes familiares: Una persona con antecedentes familiares de osteoporosis
(padres, hermanos) posee mayor probabilidad de padecerla.
Raza: Todas las razas pueden desarrollar esta enfermedad, sin embargo, los
estudios demuestran una menor prevalencia en los afroamericanos.
Estructura corporal pequeña y delgada
Medicación: Tratamientos prolongados con los esteroides, anticonvulsivos o
glucocorticoides, ya que pueden bloquear la absorción intestinal de calcio.
Consumo excesivo de alcohol y/o cafeína
Dieta pobre en calcio, especialmente en la adolescencia y la juventud
Consumo de tabaco
Vida sedentaria
**Cuántos más factores de riesgo tenga una persona, mayor es la probabilidad de sufrir
osteoporosis
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Tipos de osteoporosis
En función de los factores responsables de la aparición de una osteoporosis, se clasifica la
enfermedad como primaria o secundaria. A su vez, la osteoporosis primaria se divide en
dos subtipos:
•
•
Tipo I u osteoporosis asociada a la menopausia: Afecta especialmente a las
mujeres. Durante la menopausia la mujer inicia una pérdida acelerada de masa
ósea como consecuencia de la falta de estrógenos, principal hormona
femenina que ayuda a regular el aporte de calcio en los huesos. En este
período, de 8-10 años de duración, una mujer puede llegar a perder entre el
20-30% de su masa trabecular y entre el 5-10% de su masa ósea cortical 1.
Tipo II u osteoporosis asociada a la edad: Afecta a personas mayores de 70
años con una relación mujer/hombre de 2:1. Este tipo de osteoporosis resulta
de una deficiencia de calcio relacionada con la edad y un desequilibrio entre la
velocidad de degradación y de regeneración ósea.
En cuanto a la osteoporosis secundaria,
es la provocada por otras
enfermedades como la insuficiencia renal crónica y ciertos trastornos hormonales,
así como por la administración de fármacos como corticosteroides, barbirtúricos,
anticonvulsionantes y cantidades excesivas de hormona tiroidea.
Además, la osteoporosis juvenil idiopática es una enfermedad poco frecuente
que aparece en niños y adultos jóvenes sin una causa conocida.
1.-
Fuente: Osteoporosis. Concepto. Etiopatogenia. Clínica. M.Sosa Henríquez
y A. Díez Pérez. Medicine.2006;9 Extr.1:8-14
Síntomas
Se dice que la osteoporosis es una enfermedad silente, ya que con frecuencia no muestra
signos evidentes hasta que se produce la rotura de un hueso. El deterioro óseo se va
produciendo a lo largo de los años, sin que el paciente sea consciente de ello.
A pesar de la dificultad de su detección, los pacientes de riesgo deben prestar atención a los
posibles síntomas que manifiestan el comienzo de la enfermedad, como frecuentes
dolores de espalda que dificultan el sueño, fracturas de huesos largos (fémur, húmero, radio
en la muñeca) ante mínimos golpes o caídas o de forma espontánea o fracturas vertebrales
por pequeños movimientos.
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Incidencia de la enfermedad
La IOF (International Osteoporosis Foundation) estima que la osteoporosis afecta a unos 200
millones de mujeres en todo el mundo, de las que un tercio se encuentra entre los 60-70
años y los dos tercios restantes entre los 80 años o más. Aproximadamente, el 30% de
mujeres en torno a los 50 años tiene una o más fracturas vertebrales de acuerdo con la IOF.
Se trata de una enfermedad frecuente que afecta a cerca de 3 millones de personas en
España, especialmente a mujeres. Aproximadamente, la sufren 30 de cada 100 mujeres
después de la menopausia. Asimismo, se prevé
que estas cifras aumenten
considerablemente como consecuencia del envejecimiento de población al que asistimos en
nuestra sociedad.
Principales consecuencias de la osteoporosis
Las fracturas por fragilidad del hueso
son la consecuencia más importante de
la osteoporosis. De hecho, la osteoporosis
es responsable de más de 1,3 millones
de fracturas de vértebras, cadera y
muñecas en el mundo. Las más graves
son las de cadera, ya que en su gran
mayoría requieren de una intervención
quirúrgica que no asegura la recuperación
del paciente.
Asimismo, un 20% de los pacientes que ha sufrido una fractura de cadera fallece en los seis
primeros meses. El resto queda parcialmente inválido y requiere cuidados especiales.
También hay que tener en cuenta el impacto psicológico y social que acarrean las fracturas
osteoporóticas. Frecuentemente, provocan trastornos importantes como depresión,
ansiedad o miedo a nuevas fracturas, lo que dificulta la recuperación del afectado.
Las repercusiones familiares se traducen en un aumento de la carga familiar, ya que los
pacientes con fracturas de cadera suelen ser dependientes física y psíquicamente.
Las fracturas por fragilidad como consecuencia de la osteoporosis constituyen, además, un
importante problema de salud pública. La carga de esta enfermedad aumentará a causa del
envejecimiento de la población. Los resultados de las fracturas son amplios, y entre ellos
figura el aumento de los gastos de asistencia sanitaria y una mayor morbimortalidad debido
a la enfermedad.
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3. DIAGNÓSTICO DE LA OSTEOPOROSIS: LA IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO PRECOZ
El diagnóstico de la osteoporosis debe hacerse de forma precoz con el fin de prevenir la fractura
ósea por fragilidad. En este sentido, como la osteoporosis no presenta síntomas obvios
(excepto una fractura, cuando el hueso ya está sumamente debilitado) es necesario acudir al
médico en caso de presentar alguno de los factores de riesgo. El médico elaborará una
historia clínica que recoja cualquier tipo de información sobre fracturas recientes y, asimismo,
decidirá qué prueba diagnóstica realizará en cada caso.
En la actualidad, las más importantes son la densitometría ósea, la herramienta FRAX, la
ultrasonografía, los marcadores de remodelado óseo y la radiografía. De ellos, el método más
utilizado por los clínicos es la densitometría ósea (DXA) que, además de medir la densidad
ósea con una mínima exposición a radiaciones, permite predecir el riesgo de fracturas. Destaca
como método de diagnóstico por ser un procedimiento preciso, simple, rápido y no
invasivo. Por el contrario, resulta un método “incompleto” al no proporcionar datos que prevean
las fracturas.
La densitometría ósea mide la densidad ósea de un hueso específico o de un área corporal. La
densidad de esos huesos es comparada con un valor promedio basado en edad, sexo, tamaño.
La comparación de resultados determinará el riesgo de fracturas y el estado de osteoporosis en
un individuo.
En la actualidad, existen otras herramientas que permiten completar la información ósea que se
deriva de la densitometría como son la ultrasonografía y los marcadores de remodelado óseo,
aportando datos del hueso relativos a la calidad y la resistencia ósea. Además, la radiografía
convencional permite el diagnóstico de las fracturas, pero -en ausencia de ellas- requiere de
una pérdida ósea pronunciada (alrededor del 25-30%) para mostrar cambios sustanciales.
Otro de los métodos de diagnóstico utilizado es la Herramienta FRAX (Fracture Risk
Assessment Tool – Herramienta de evaluación del riesgo de fractura) para calcular la
probabilidad de un paciente de sufrir una fractura a largo plazo (en los próximos 10 años). Se
trata de una aplicación informática que consiste en un cuestionario en el que se le preguntan al
paciente aspectos como la edad, el peso, la estatura, el historial de fracturas personales y
familiares, sobre el consumo de tabaco y alcohol, etc. Asimismo, evalúa variables como la
densidad mineral ósea, el índice de masa corporal e incluso factores étnicos. Los resultados se
cotejan mediante la herramienta con el consenso de diez bases de datos mundiales, ofreciendo
al paciente una previsión de fractura de cadera y osteoporótica (húmero, muñeca, vértebras)
para los próximos tres años.
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4. TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS
El principal objetivo del tratamiento de la osteoporosis es evitar la aparición de fracturas,
aumentar la densidad mineral ósea (DMO) y la modificación de los marcadores
bioquímicos de remodelado óseo. A este respecto, el correcto tratamiento de la
osteoporosis requiere de la prescripción de un medicamento a largo plazo que
reduzca el riesgo de fracturas y, dado que la osteoporosis es una enfermedad
multifactorial, hay que potenciar la mejor salud ósea posible durante toda la vida
mediante actuaciones no farmacológicas específicas para la edad: prevención de
caídas y la práctica de ejercicio físico, entre otras.
Es importante, además, asegurar la adherencia al tratamiento mediante el
establecimiento de una buena relación médico-paciente y una explicación detallada del
tratamiento a seguir. El tratamiento de una mujer con osteoporosis puede durar muchos
años por lo que es importante ajustar el tratamiento a cada etapa de la vida, lo que se
conoce como tratamiento secuencial.
Principales tratamientos farmacológicos
Actualmente, se dispone de una amplia variedad de medicamentos para el tratamiento
de la osteoporosis cuya prescripción depende de las peculiaridades del paciente y del
riesgo de fractura. Asimismo, a menos que exista una toma de calcio y una exposición
solar adecuada es aconsejable administrar un suplemento de calcio y de vitamina D.
A. Calcio y vitamina D
El calcio es un requerimiento nutricional básico del hueso. En mujeres
postmenopáusicas se recomienda la ingesta de al menos 1.500 mg/día para
conseguir un balance metabólico equilibrado. Administrado (al menos 500 mg de
calcio al día) como suplemento a la dieta ordinaria de la paciente resulta una medida
eficaz. Asimismo, la administración de vitamina D, para favorecer la absorción del
calcio, suele estar comprendida entre las 400 y 800 UI /día.
Un aspecto a tener en cuenta es que la ingesta de calcio y vitamina D es
incompatible con la administración de bifosfonatos.
B. Terapia hormonal sustitutiva: estrógenos solos o asociados a progestágenos
La terapia de reemplazo hormonal (a base de estrógenos) se dirige a la prevención
de la osteoporosis y no al tratamiento de la misma.
La deficiencia estrogénica es un importante factor de riesgo para la osteoporosis, por
lo que durante muchos años los expertos han recomendado la utilización del
tratamiento hormonal sustitutivo, con estrógenos solos o asociados a gestágenos,
como tratamiento de primera línea para prevenir la pérdida de hueso en la mujer
posmenopáusica. En la actualidad, la Terapia Hormonal se utiliza con mayor
frecuencia para tratar los síntomas de la menopausia como sofocos, sequedad
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vaginal, alteraciones del estado de ánimo, trastornos del sueño, disminución del
deseo sexual y osteoporosis y, de forma secundaria, para prevenir la aparición de la
osteoporosis.
C. Moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM)
Son medicamentos que actúan de forma diferente sobre los distintos receptores
estrogénicos sin ser hormonas. En los localizados en útero y mama el efecto es
antagonista, mientras que en los receptores del hueso tiene un efecto agonista. Así,
cuando un SERM se une a los receptores estrogénicos de los osteoblastos puede
alterar la producción de factores de crecimiento y citocinas locales, evitando la
activación de los osteoclastos.
Entre los últimos avances producidos en torno a este grupo de tratamientos destaca
la llegada a España de un SERM de nueva generación, el bazedoxifeno, indicado
para el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica en mujeres con riesgo
incrementado de fracturas. Esta nueva terapia ocasiona una disminución de la
resorción ósea, así como de los marcadores bioquímicos de recambio óseo en
etapas premenopáusicas. El efecto final es un incremento de la densidad mineral
ósea, con la consiguiente reducción del riesgo de fractura en mujeres
posmenopáusicas, tanto en fracturas vertebrales como no vertebrales, éstas últimas
en pacientes de alto riesgo.
Recientemente, el bazedoxifeno ha obtenido la aprobación de la Agencia
Española del Medicamento (AEM) en base a los datos de eficacia y seguridad
demostrados en dos estudios clínicos multicéntricos en Fase III, doble ciego,
aleatorizados y controlados con placebo y raloxifeno, y en los que han participado
cerca de 10.000 mujeres posmenopáusicas. De acuerdo con el análisis de los datos
de estos estudios, el bazedoxifeno demostró prevenir la pérdida de masa ósea, con
un aumento rápido en los valores DMO y con reducciones estadísticamente
significativas de los marcadores de remodelado óseo a 36 meses.
D. Bifosfonatos
Medicamento utilizado para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis en
mujeres posmenopáusicas al incrementar la masa ósea y reducir el riesgo de
fracturas vertebrales y de cadera. Se administran por vía oral (en tomas únicas
semanales o mensuales) o por vía intravenosa (se administran con menos
frecuencia).
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E. Calcitonina
Se trata de una hormona polipéptica que actúa inhibiendo, de manera reversible, la
actividad del osteoclasto. La calcitonina es un medicamento destinado a retardar la
velocidad de pérdida ósea y el alivio del dolor de los huesos.
F. Parathormona / Hormona paratiroidea
Cuando la glándula paratiroides produce un exceso de hormona paratifoidea (PTH),
se produce un aumento de la resorción ósea y de la pérdida de masa ósea. En
cambio, se ha comprobado en los ensayos clínicos que la inyección intermitente de
PTH restaura la resistencia ósea estimulando la nueva formación de hueso en la
superficie ósea, engrosando la corteza ósea y las trabéculas existentes.
Se trata de un medicamento anabolizante dirigido a pacientes que han sufrido
alguna fractura.
G. Otros tratamientos:
Las sales de flúor tienen un efecto promotor de la formación ósea trabecular.
Tienen eficacia en inducir incremento de los valores DMO. Sin embargo, no reducen
el riesgo de fractura vertebral y aumentan, a los 4 años de uso, el de fractura no
vertebral a dosis altas. A dosis bajas éstas reducen la fractura vertebral tras 4 años
de tratamiento.
Renalato de estroncio: actúa sobre el organismo incrementando la formación e
inhibiendo la resorción ósea. Existen evidencias científicas que demuestran la
reducción del número de fracturas vertebrales y de cadera.
Tratamientos no farmacológicos:
La primera medida no farmacológica que se ha de tomar en el tratamiento de la
osteoporosis es la prevención de las caídas, dado que constituyen uno de los factores
directamente relacionados con la producción de las roturas.
El mejor tratamiento de la osteoporosis es la prevención. Una ingesta adecuada de calcio
y el ejercicio físico durante la adolescencia y la juventud puede incrementar el pico de
masa ósea, lo que reduce la pérdida de hueso y el riesgo posterior de fracturas. Durante
la madurez, el consumo adecuado de calcio y de vitaminas es esencial.
El caminar y los ejercicios de extensión de la columna pueden estabilizar o incluso
incrementar ligeramente la masa ósea y mejorar el balance y la fuerza musculares,
previniendo caídas y fracturas. Asimismo, se aconseja el cese del hábito tabáquico y la
reducción del consumo del alcohol.
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5. CONSEJOS PARA MEJORAR LA SALUD ÓSEA
La cantidad correcta de calcio que debemos aportar a nuestro organismo varía según
la edad, el sexo y el riesgo de osteoporosis.
La principal fuente de calcio la encontramos en alimentos como la leche y sus derivados
lácteos (el yogurt o el queso). También contiene gran cantidad de calcio el pescado
(anchoas, sardinas o boquerones) y los frutos secos (avellanas, almendras y nueces).
No obstante, para la asimilación del calcio es imprescindible la vitamina D, que se
obtiene fundamentalmente a través de la exposición solar. En este sentido, 30 minutos
caminando al aire libre puede ser suficiente para alcanzar las necesidades diarias.
Además, la actividad física estimula la formación y resistencia de los huesos y
potencia la musculatura, lo que favorecerá una reducción del riesgo de caídas y
fracturas. Se recomienda realizar ejercicio aeróbico, siendo el más aconsejable
caminar, al menos durante una hora diariamente y en llano.
6. BIBLIOGRAFÍA
• AEEM.- Asociación Española para el Estudio de la Menopusia
• Asociación Española contra la Osteoporosis (AECOS) www.aecos.es.
• Guía sobre la Osteoporosis. Generalitat Valenciana Conselleria de Sanitat.
• Osteoporosis. Concepto. Etiopatogenia.Clínica. M.Sosa Henríquez y A. Díez Pérez.
Medicine.2006;9 Extr.1:8-14
• El diagnóstico de la osteoporosis. M.J. Gómez de Tejada Romero y M. Sosa
Henríquez. Medicine. 2006. Extr.1:19-26
• Web. www.todoosteoporosis.es
• Web www.todoesp.es. Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades
Metabólicas Óseas (FHOEMO)
• Guía de Osteoporosis .Web www.ser.es. Asociación Española de Reumatología
(SER)
*Para más información: Planner Media (Isabel Chacón / Mónica Villegas)
Teléfono: 91 787 03 00 / 620 84 45 74
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