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Reflexiones sobre Enfermería en
Atención Primaria (1ª parte)
Hemos comenzado un nuevo año, el
2012, y aún a pesar de que el tiempo va pasando, seguimos viendo como hay costumbres que perduran desde antaño. En un calendario leo la oferta de servicios médicos y
de «ats» las funciones que asignan a nuestro colectivo son: electrocardiogramas, curas, tensiones, espirometrías y análisis clínicos.
¿Qué pensáis al respecto? ¿Refleja esto
la realidad de las funciones de nuestra profesión en Atención Primaria? ¿Qué parte tenemos las enfermeras1 de responsabilidad
en todo ello? y ¿Cuánto las instituciones,
políticos, gestores, y líderes profesionales?.
Esto es la punta de un iceberg, que tiene
mucho más elementos sumergidos debajo
del agua, que visibles en la superficie.
«Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo».
(Santayana)
Conocer cómo ha evolucionado la enfermería para la salud comunitaria, es útil para
conceder a las enfermeras la convicción de
seguir adelante y lograr superar el reto del
cambio esperado.
Por tradición, las enfermeras basaron su
práctica en la intuición, el ensayo-error, y la
experiencia personal («como me enseñaron»). Estos métodos actualmente resultan
inadecuados para aumentar el cuerpo de conocimientos de una disciplina científica como es la Enfermería.
Que los profesionales centraran su atención «exclusivamente» en realizar técnicas,
derivadas por otros profesionales, supone
una de las trabas para el progreso profesional.
Para realizar el cambio, es necesario poseer un marco de visión profesional: un modelo de cuidados, «la mirada enfermera».
Es curioso, como la mayoría de las enfermeras, incluso yo misma, hemos dicho en
alguna ocasión al respecto de las teorías y
los modelos «vaya rollo teórico», pensando
que eso no iba con las enfermeras prácticas, que correspondía solo a las docentes y
al mundo del pensamiento. Nada más lejos
de la realidad.
1 « enfermera » profesional de enfermería de
ambos sexos
El problema es que a lo largo de la evolución profesional, en la madurez de conocimientos, algunas profesionales lo sigan
creyendo a día de hoy…, eso tiene mal pronóstico.
En el nivel curricular ya tenemos compañeras que son grado, master y doctoras en
enfermería, esto se contradice con la imagen que en la práctica asistencial los otros
profesionales sanitarios y la sociedad tienen, en general, de nosotras, como las dispensadoras de inyecciones, la que hace el
electrocardiograma o la que toma la tensión
arterial. De poco vale que avancemos en
el cuerpo doctrinal si eso no se acompaña de un cambio interior de pensamiento
en nuestros modelos o actitudes internas,
que son las que sin saberlo, reflejamos en
la práctica.
El valor de las teorías es que nos proporciona bases para formular hipótesis relativas a la práctica, que hacen posible obtener
un fundamento para nuestras acciones de
enfermería. Las enfermeras podremos comprender y explicar acontecimientos pasados
y dispondremos de una base para controlar
los acontecimientos futuros.
Si nuestra profesión pretende conseguir
el respeto y reconocimiento del resto de
profesionales sanitarios, de los gestores
y de la sociedad, lo primero que tenemos
que hacer es respetarla nosotros mismos,
garantizando la seriedad y responsabilidad
en el cumplimiento y desarrollo de nuestras
competencias profesionales.
«Los entornos de práctica enfermera son
complejos, y la cantidad de datos (información) que manejan las enfermeras es prácticamente infinita. Las enfermeras deben
analizar una gran cantidad de información
sobre cada paciente y decidir qué hacer. Un
método teórico ayuda a que las enfermeras
no se vean desbordadas por la cantidad de
información y avancen en el proceso enfermero de forma ordenada. La teoría les permite organizar y entender aquello que sucede en la práctica, para analizar de manera
crítica las situaciones del paciente; tomar
decisiones clínicas; planificar los cuidados
y proponer intervenciones enfermeras adecuadas y predecir resultados del paciente y
(16) Revista de SEAPA
evaluar la eficacia de los cuidados» (Alligood 2004) (1).
Esta metodología consiste en un sistema
ordenado y estructurado diseñado por las enfermeras para la aplicación del método científico a los cuidados profesionales que prestamos a la población, a través de los planes
de cuidados. De esta forma, la metodología
enfermera se convierte en el elemento diferenciador entre la prestación de cuidados naturales (no profesionales), que puede realizar
cualquier persona; y los cuidados profesionales, que presta la enfermera (2 y 3).
Actualmente, la metodología enfermera
constituye el método de trabajo admitido
por profesionales y administraciones sanitarias para la prestación de cuidados seguros y de calidad a la población, constituyendo una garantía de buena praxis profesional,
a nivel nacional e internacional (4).
Pero, si esto es así ¿Qué es lo que pasa
a nivel de Atención Primaria en nuestra comunidad? ¿Desconocen nuestros políticos
y directivos los métodos y lenguajes enfermeros? ¿Se está desaprovechando el potencial profesional en funciones delegadas y burocráticas?
Este método que nos permite a las enfermeras prestar cuidados de forma racional,
lógica y sistemática (pae) tiene todavía hoy
muchos detractores (de otras profesiones
cercanas y de la propia). Pasemos a analizar el porqué de esta situación:
Problemas para la utilización de la metodología enfermera en la asistencia
Es un tema complicado de abordar, que
puede causar hipersensibilidades, pues para ello es necesario abordar ciertas realidades de nuestra profesión que no todos/as
queremos ver.
En las distintas encuestas de opinión realizadas se reflejan como dificultades (7):
• Problemas de la organización: falta de
apoyo institucional, sobrecarga de trabajo
(atender pacientes de otros cupos), falta
de tiempo, etc.
• Problemas de la propia metodología: americanismos, lenguaje engorroso, no adaptado a nuestro entorno…
• Problemas de las propias enfermeras: falta de formación, experiencia.
Por tradición, las enfermeras basaron su práctica en la intuición, el
ensayo-error, y la experiencia personal («como me enseñaron»). Estos
métodos actualmente resultan inadecuados para aumentar el cuerpo
de conocimientos de una disciplina científica como es la Enfermería
A los cuales podríamos añadir algunos
más:
• Subordinación de la profesión de enfermería frente a la profesión médica. La bibliografía consultada demuestra que en
enfermería aún persisten unas relaciones
de subordinación frente a la profesión médica, una escasa autonomía y una falta de
definición como disciplina con funciones
independientes. Todo ello está relacionado con la feminización de la profesión y
con su actividad de cuidado (8).
• Falta de registros adecuados.
• Variabilidad de los cuidados. En ocasiones
y dependiendo de qué enfermera atienda
al paciente, éste recibirá unos cuidados u
otros, generando la variabilidad de la práctica enfermera (9). (Según Morales «depende del Código Postal»).
• Falta de desarrollo de la especialización
en Enfermería Familiar y Comunitaria: «enfermera que vale para todo».
• Modelo biomédico. La enfermera prioriza
la realización de actividades profesionales dependientes, frente a las independientes.
• Poco reconocimiento social y profesional
enfermería (10).
• Contenido intangible del cuidado (cuidado
humanizado, poco visible).
• Una actuación negativa para la profesión
son los cambios repetidos de nombre, y
la poca defensa que se hace de su imagen y su rol desde los organismos profesionales.
• Indefinición clara de funciones propias de
enfermería. Esto ha supuesto que asuma
actividades dispersas, que pueden ser desarrolladas por personal poco cualificado
y bien entrenado. Conflictos en los equipos de trabajo respecto a la delimitación
de funciones y competencias (11).
• Falta de participación enfermera en los niveles de decisión. (A día de hoy no existe
un puesto directivo de enfermería en Servicios Centrales del sespa).
• Otro obstáculo de que la enfermería no alcance status profesional, es la poca utili-
zación que del conocimiento científico se
realiza en la práctica diaria.
• Es una profesión que conlleva un gran
desgaste físico y emocional.
• La Incertidumbre sobre lo que el profesional quiere de su profesión.
• Todas estas cuestiones son influyentes,
pero sobre todo, uno de los grandes problemas para la implantación de una metodología científica en el trabajo enfermero diario es la falta de entrenamiento de
la mayoría de las enfermeras en pensamiento crítico, analítico, el tipo de pensamiento que permite focalizar la valoración
y emitir un diagnóstico de la situación, en
el cual sustentar el resto de las etapas
del proceso de enfermería.
Buscar una trasformación requiere de un
proceso de conjunto, de todos los profesionales de enfermería. De forma que no solo
los pensadores definan el cambio, sino que
cada uno de los profesionales desde su trabajo cotidiano se debe cuestionar la trasformación en corto plazo.
En la segunda parte se intentará definir
posibles soluciones a estos problemas.
Dolores Mirón
Enfermera.
bIblIOGRAfíA
1. marriner tomey a. raile alliGood m.
Modelos y Teorías de enfermería. 6.a Edición.
Elsevier Mosby. 2007.
2. departamento de metodoloGía e innoVación fuden. Madrid 2009.
3. burns n. GroVe s. Investigación en enfermería. 3.ª Edición Elsevier- Madrid.2005.
4. curso de prescripción enfermera fuden. Madrid. 2012.
5. alfaro r. Aplicación del proceso de Enfermería. Guía práctica. 5.ª Edición. Editorial
Masson. Barcelona. 2003.
6. carpenito l. J. Diagnósticos de Enfermería. Aplicaciones a la práctica clínica.9.ª
Edición. Ed. Interamericana- Mc Graw Hill.
Madrid. 2003.
(17) Revista de SEAPA
Conocer cómo ha
evolucionado la enfermería
para la salud comunitaria,
es útil para conceder a las
enfermeras la convicción
de seguir adelante y
lograr superar el reto
del cambio esperado
7. mirón orteGa d. et Col. Opinión de las
enfermeras asturianas sobre metodología. V
Simposium Internacional de Diagnósticos de
Enfermería AENTDE. Valencia.2004.
8. uribe Jaramillo tm. La condición femenina: influencia en el desarrollo de la enfermería y en el desarrollo humano de los
profesionales. Investigación y Educación en
Enfermería. 2002. Disponible http:/tone.
udea.edu.co/revista.
9. hermosilla GaGo t. REMI y Enfermería
Basada en la Evidencia: reducir la variabilidad
de los cuidados enfermeros. Revista electrónica de Medicina Intensiva Especial numero
8 Vol. 3 n.º 11 Noviembre 2003.
10. dalila c. aGuirre raya a. Satisfacción
laboral de los recursos humanos de enfermería. Factores que la afectan. Revista Habanera de ciencias médicas, Vol 8 n.º 4. 2009.
11. del río moro o. perezaGua García
m.c. Satisfacción personal de enfermería ¿Se
cumplen nuestras expectativas? Enfermería
Cardiovascular. 2005.