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Noviembre,2005 Evaluación de la competencia clínica con pacientes simulados Fermín Quesada Jiménez* y José Antonio Prados Castillejo**. *Médico de familia. Director del Centro de Salud Ciudad Jardín de Córdoba. Profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública(EASP). Miembro del Grupo Comunicación y Salud. **Médico de familia. Centro de Salud Cartuja de Granada. Profesor asociado de la EASP. Miembro del Grupo Comunicación y Salud. La valoración de la capacidad profesional ha cambiado en los últimos años. Cada vez se oyen más palabras como recertificación, acreditación, carrera profesional, competencia clínica, selección de personal... Los métodos de evaluación hasta ahora utilizados, antiguos y poco contrastados desde un punto de vista científico, valoraban casi exclusivamente conocimientos y no la capacidad del individuo para aplicar en la realidad esos conocimientos. (Ver pirámide de Miller.- Fig. 1) Desde hace mas de 30 años, en algunos países, estos métodos han tenido una transformación importante al constatar de forma científica (ver siguiente apartado) el paralelismo entre una actuación clínica en situación de laboratorio (con un actor entrenado mediante una complicada metodología de estandarización) y la realidad. Es decir, la valoración del tercer escalón de Miller se correlaciona mucho más con la capacidad real del profesional que el escalón de conocimientos. El análisis de competencia clínica siendo algo mas costoso que el análisis del conocimiento, se ha venido realizando de forma rutinaria en muchos países (Canadá, Estados Unidos,…) incluso para la valoración de grandes cantidades de profesionales. Su factibilidad se ha demostrado y sus ventajas son claras. Habitualmente se realizan mediante exámenes multiestación (ECOE) donde cada profesional debe realizar exámenes de conocimientos mezclados con diferentes encuentros clínicos con los llamados pacientes estandarizados, para demostrar sus habilidades en el manejo de diferentes situaciones que variaran en función del profesional que se valora y el aspecto que de él se quiera evaluar. (Desde habilidad de celadores-conductores en el uso de camillas hasta resolución de problemas médicos complejos propios de "superespecialistas"). http://www.elmedicointeractivo.com/analisis_ext.php?idreg=172 1 de 6 Noviembre,2005 Ejemplos Canadá (Quebec) se exige al terminar la residencia de MFYC. En nuestro país, ha sido el IES (Instituto de Estudios de la Salud) de la Generalitat de Cataluña, el primero en introducir y perfeccionar esta metodología. El esfuerzo que ha realizado este Instituto se ha plasmado en múltiples trabajos realizados en los últimos años que van desde los primeros de evaluación de competencia de médicos de familia, análisis de competencias clínicas para certificado de excelencia en la residencia de Medicina Interna, análisis de competencias clínicas en enfermería, matronas, Pediatría, Neonatología, Geriatría… Pacientes simulados El primer objetivo de un programa educacional debe ser desarrollar la competencia clínica de los discentes (estudiantes, posgraduados,...) a todos los niveles. Los métodos tradicionales presentan una experiencia clínica variable, métodos de instrucción poco consistentes y a veces criterios de evaluación ambiguos. Los exámenes multirrespuesta (Tipo test) u otros tipos de exámenes escritos valoran la capacidad del examinado para la retención de datos. Se utilizan mucho porque permiten valorar una amplia gama de conocimientos de forma rápida, son fáciles de administrar y de valorar, y producen datos cuantitativos. Los pacientes estandarizados, entrenados para representar de forma consistente una amplia variedad de situaciones clínicas pueden ayudar a minimizar los problemas comentados anteriormente y son uno de los recursos que han sido ampliamente utilizados para los análisis basados en el performance (tercer escalón de Miller) o en la práctica clínica (4º escalón de Miller). El paciente estandarizado, antes llamado paciente programado, se define como aquella persona, paciente real o no, entrenada para presentar un proceso o su propio proceso en forma estandarizada con objetivos evaluativos o docentes. Es decir, aquella persona que ha sido entrenada cuidadosamente para representar un paciente real con historia y exploración física cuya simulación no puede ser detectada por un clínico habilidoso, y de forma estandarizada, es decir, de forma invariable ante distintas situaciones o profesionales. Borrell y cols lo definen como una persona sana o enferma que simula una demanda de salud, entendiendo como estandarizado el hecho de que debe ajustar su patrón comunicativo a unas normas muy estrictas y presenta siempre unos datos semiológicos predeterminados, y de hecho su propio aspecto y sus rasgos físicos han sido seleccionados para ajustarse a los requerimientos del guión. El paciente estandarizado siempre debe actuar de la misma manera, sin improvisar, independientemente del profesional que tenga enfrente. Aunque adapta sus respuestas a dicho profesional, la cantidad de información y el cómo se da se encuentra predeterminada. Se dividen en pacientes simulados (aquellas personas actores que simulan enfermedad) y pacientes estandarizados reales (aquellos pacientes con una determinada patología, que se utilizan en forma estandarizada y con los mismos objetivos). La ventaja de utilizar de forma común el término de paciente estandarizado (PS) es que el profesional evaluado no distingue si es real o no. Es aconsejable que no sean seleccionados para evaluación del ámbito sanitario. http://www.elmedicointeractivo.com/analisis_ext.php?idreg=172 2 de 6 Noviembre,2005 Ventajas y desventajas Sus ventajas en metodología docente o de evaluación frente al paciente real no estandarizado se resumen en la Tabla 1. Algunas de las desventajas aducidas es el largo periodo de entrenamiento necesario para su correcta preparación, aunque algunos autores lo niegan, y su alto coste. En este último punto existen pocos trabajos sobre los costes reales y su cociente coste/beneficio. No obstante se minimiza su coste si se comparan las horas que tendrían que dedicar clínicos del staff a la observación directa de la clínica real realizada por un número alto de estudiantes o posgraduados. Entrenamiento Habitualmente se debe tener un pool de pacientes estandarizados reclutados de distintas fuentes (centros dramáticos, comunidad, pool de pacientes reales,...) y su reclutamiento, selección, entrenamiento y evaluación se realiza por profesionales preparados en este tema. Cada actor ejecuta distintos roles (unos 7 por año en la experiencia de algunos autores) siendo observado al principio y con distintos "controles en ruta" por observación directa, audio o videograbación. Son remunerados por hora de entrenamiento o trabajo. La cantidad de patologías y signos clínicos capaces de ser simulados por estos actores adecuadamente entrenados son difícilmente imaginables y su correcta ejecución puede engañar a expertos clínicos. http://www.elmedicointeractivo.com/analisis_ext.php?idreg=172 3 de 6 Noviembre,2005 Algunos de estos signos pueden consultarse en la Tabla 2 . Estos signos por supuesto pueden incrementarse si además utilizamos pacientes reales estandarizados. (p.e. entrenando a un paciente con una estenosis aórtica). Colliver y Willians concluyen en un metanálisis, entre otros aspectos de los PS, que los estudios hasta ahora realizados demuestran que los profesionales experimentados no pueden identificar los PS de los pacientes reales, y que las conductas que desarrollan los profesionales con los PS en situación de laboratorio son paralelas a las realizadas con pacientes reales en relación a conducta clínica (realización del historial, exploración física) hallazgos y toma de decisiones. Validez Un aspecto que habla de su validez es el hecho de que los profesionales no son capaces de identificarlos de entre los paciente normales. Algunos trabajos arrojan porcentajes de descubiertos de un 16 por ciento de detección. Los profesionales y estudiantes evaluados suelen aceptar muy bien este tipo de metodología. Existen distintos aspectos que pueden disminuir la validez del método: (Borrell, 1995). – Dificultad del examinado para entender cómo se le evaluara y qué debe hacer. – Guiones que sean confusos en cuanto a la demanda, enfatizando aspectos periféricos del acto clínico. – Actores que por mal entrenamiento den pistas a los examinados. – Actores que introducen elementos de comunicación ajenos al diseño del rol. – Efecto "contaminación" o efecto "copia" por comunicación entre los propios examinados, perjudicando incluso al que conoce el caso previamente al centrarse en resultados conocidos y no realizar correctamente el proceso diagnóstico o terapéutico. http://www.elmedicointeractivo.com/analisis_ext.php?idreg=172 4 de 6 Noviembre,2005 Como puede verse, muchos de estos aspectos a tener en cuenta están enfocados al análisis en situación de laboratorio, y no tienen sentido en el análisis de la práctica, salvo los relacionados con un adecuado entrenamiento que asegure la estandarización del paciente. Otro de los aspectos más problemáticos que según distintos autores puede influir en la validez de la metodología de evaluación con PS es el hecho de que la construcción del Checklist o listado evaluativo (listado de aspectos valorados en la interacción con el PS) no sea adecuada. Es decir, que se olviden aspectos importantes en el listado de evaluación con la consiguiente perdida de información. Usos posibles de esta tecnología Como ya se ha dicho, su historia se remonta a más de 30 años de evolución y sus usos actualmente son múltiples, ya sea en el campo del pregrado, del postgrado o de la educación médica continuada tanto a nivel docente como de certificación o recertificación. El análisis puede hacerse mediante audio/videograbación y posterior análisis, o mediante observación tras cristal de un solo camino, promoviendo luego el feedback por expertos o por el mismo profesional. O bien, mediante análisis o feed back por el propio paciente estandarizado (o de ambos a la vez) con el consiguiente ahorro de tiempo y posibilidades de correcciones a tiempo real. Ocasionalmente se ha utilizado con autovaloración por los propios profesionales que interactuaban con un feedback importante. Como se ha visto pueden utilizarse en situación de laboratorio o a tiempo real en las propias consultas de los profesionales. Uno de los test más conocidos es el OSCE (Objective structured clinical examination) (ECOE) donde el estudiante, residente o profesional pasa por diferentes estaciones donde ejecuta determinadas tareas simples (25-30 estaciones-5 horas), (p.e. en una anamnesis sobre una cefalea, en otra estación, una exploración abdominal, en otras se preguntan aspectos de interacciones previas…). Son tantas las ventajas docentes que se les otorgan que algunos autores consultados aconsejan que cualquier estudiante de medicina utilice al menos una vez pacientes estandarizados durante su periodo de graduación, siendo parte integrante de la metodología docente/evaluativa en más de 90 escuelas o universidades de Estados Unidos y Canadá; o en universidades de diferentes países como Israel, Brasil, Holanda... Se aconseja además su introducción lo más precozmente posible. Se percibe como una de las técnicas docentes más útiles y necesarias en nuestra profesión, tanto en pregrado, postgrado como en formación continuada (como posibilidad de valoración de la certificación y recertificación), siendo una tendencia internacional hacia la que nuestro país parece también orientarse. Bibliografía • Ainsworth MA, Rogers LP, Markus JF, Dorsey NK, Blackwell TA, Petrusa ER: Standardized Patient encounters: A Method for teaching and evaluation. 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