Download Trabajo de investigación Reconstrucción craneana
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Trabajo de investigación REVISTA MEDICA I DEL HOSPITAL GENERAL DE MEXICO, S.S. Vol. 55, Núm. 2/Abr.Jun. 1992 pp47-53 Reconstrucción craneana Experiencia con 47 pacientes Antonio Fuente del Campo, Patricia Rojo Blanco, Faustino Gálvez Pérez, Alfonso Vallarta R Servicio de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Craneofacial del Hospital General "Dr. Manuel Gea González" de la Secretaría de Salud (SS) RESUMEN La reconstrucción de la bóveda craneana requiere de valoración clínica, neurológica y radiológica. los factores ha tener en cuenta son: edad del paciente, zona y tamaño del defecto; de ellos depende la indicación y el tipo de reconstrucción. Las mejores opciones para realizar la craneoplastia son hueso autólogo y metilmetacrilato. Para el injerto autólogo la primera posibilidad es el hueso craneano (mono o bicortical), por tener las mismas características del hueso a reponer, la forma óptima y mínimos problemas postoperatorios. La segunda posibilidad es la costilla, que también se puede laminar y es maleable, aunque ocasiona dolor en la zona donadora. El ilíaco sólo se usa cuando se requiere mucho hueso esponjoso. El metilmetacrilato está indicado en adultos con defectos pequeños o alteraciones del contorno. En nuestro servicio, desde 1986 a la fecha, se han realizado craneoplastias en 47 pacientes; 23 de ellos con costilla, 16 con hueso parietal y ocho con metilmetacrilato. Complicaciones: Tres casos con injerto óseo presentaron necrosis y re absorción parcial con alteraciones del contorno. El metilmetacrilato se empleó en casos muy precisos y sin complicaciones. El seguimiento máximo ha sirlo de cuatro años. Palabras clave: Craneoplastia, injertos óseos, metilmetacrilato. ABSTRACT Reconstructíon of cranial vault defects needs a fuI/ clínical, neurological and radiological evelustion. The tectors we consíder for a reconstruction are: petiem's age, place and size of the defect, on which depend 'be indications and type of reconstruction. Th« best options for cranioplasty are autologous bone graft and methylmethacrylate implant. The first choice is the calvaria bone (monocortical or bícortical) beca use ít was the same characierístícs of the receptive zone, minimum postoperative complications and it has an optimal curvature and formo The second option is the rib bone: it can be split and lt's mal/eable but presents pain at the donor site. The ilíac bone graft ís indicated only when we need a large amount of cancel/ous bone. The methylmethacrylate implant is considered for smal/ cranial defects or contour alterations. Since 1986,47 cranioplasties were performed in our department, 23 with rib grafts, 16 with parietal bone qrstts and eíght with methylmethacrylate implants. ~ Complications: Three cases with bone grafts presented necrosis and parcial bone reabsortion with contour alterations. We used methylmethacrylate implants in precise cases wíthout complhetions. The maximun follow-up has been four years. Key words: Craníoplasty, bone graft, methylmethacrylate. Fuente del Campo y cols. Reconstrucción craneana. Rev Med Hosp Gen1992;55(2):47-53 48~ INTRODUCCION Los defectos del cráneo pueden tener su origen en patologías sistémicas, traumatismos, malformaciones congénitas o secuelas quirúrgicas; se reconstruyen mediante craneoplastias, con el fin de proteger la masa encefálica y/o dar continuidad con fines estéticos. La primera craneoplastia de la que se tiene evidencia data del Neolítico. Desde entonces se han usado distintos materiales, corno plomo, plata, tantalio, vitalio, acero y titanio; pero éstos tienen como desventajas el ser radiopacos, conductores térmicos y que pueden producir reacción de cuerpo extraño.' El metilmetacrilato se usó por primera vez en 1941 ; a partir de esa época han aparecido otros derivados que permiten utilizarlo en el quirófano." Kappis fue el primero en recurrir al empleo de costilla; más tarde Brown sugirió su laminación para hacerla rendir el doble.> Santoni-Ruqiu" propuso el empleo de trozos de tabla externa de hueso craneano como injerto osteoperióstico, conservando fntegra la tabla interna. Psillakis introdujo el concepto de usar grandes áreas de tabla externa; posteriormente otros autores han recomendado el uso del colgajo fascio-parietotemporal para la reconstrucción de los defectos eraneanos.v" Actualmente se considera al hueso autólogo como el material de elección, mientras que el uso del metilmetacrilato se indica sólo en casos muy especíñcos>» En el presente trabajo exponemos nuestra experiencia en la reconstrucción de los defectos craneanos, empleando hueso autólogo y/o metilmetacrilato. MATERIAL Y METODO Desde 1986 se han realizado 47 craneoplastias (26 en hombres y 21 en mujeres) en el Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva del Hospita: General "Dr. Manuel Gea González". De acuerdo al grupo de edad, la distribución de los casos fue la siguiente: 0-5 años, 12 pacientes, 5 a 10 años, 18 casos; 10 a 20 años, cinco sujetos, 20 a 30 años, cuatro pacientes; 30 a 40 años, seis casos; y 40 a 60 años, dos personas. Los pacientes fueron sometidos a exploración clínica, neurológica y radiológica (anteroposterior y lateral de cráneo, y Watters). La tomografía axial computarizada, la resonancia magnética y la tomografía tridimensional fueron empleadas sólo en casos especiales. Entre los factores que se tomaron en cuenta para decidir la indicación de la reconstrucción craneana y el método para hacerla destacamos los siguientes: Edad del paciente. En niños menores de cuatro años, los defectos craneales de menos de 1.5 x 4 cm Figura 1: Paciente con defecto craneano en la región frontal y reborde supraorbitario derecho. B) Resultado de la reconstrucción, empleando hueso parietal y colocación de prótesis ocular. A) Fuente del Campo y cols. Reconstrucción craneana. Rev Med Hosp Gen1992;55(2):47-53 ~49 se restauran espontáneamente en un tiempo promedio de 14 meses; por esta razón, en estos casos, o en aquélloS con defectos menores, no indicamos su reconstrucción Y preferimos esperar. Está demostrado que entre más joven es el paciente, mayores son las posibilidades de que se integre un injerto óseo. Zona del defecto, ya que los defectos en zonas alopécicas son más evidentes que en las de cuero cabelludo, donde se disimulan más fácilmente bajo el cabello y piel más gruesa. Tamaño del defecto, de él depende en mucho la decisión del material a emplear. Consideramos dos posibilidades para la reconstrucción de los defectos craneales, el hueso autólogo y el metilmetacrilato. Los injertos autólogos pueden obtenerse de tres áreas. La primera opción es el hueso craneano, laminado o bicortical (Figura 1). Sus ventajas son: encontrarse en la misma zona quirúrgica, tener las mismas características del hueso a reponer y no afectar otra área anatómica. Está contraindicado cuando la cantidad y/o calidad del hueso es deficiente. La decisión de emplearlo laminado o bicortical depende de las condiciones del paciente como del defecto mismo. Es importante comprobar que el paciente no haya pacecido hipertensión intracraneana, ya que ésta disminuye la esponjosa y vuelve irregular el espesor del hueso. PROCEDIMIENTO QUIRURGICO El procedimiento quirúrgico no varía mucho, independientemente de que se utilice material autólogo o sintético. Lo primero es contar con una cubierta cutánea adecuada. El abordaje es él través de incisión coronal, la cual debe ser realizada lejos del defecto para que en caso de dehiscencia no haya exposición del injerto óseo o del material sintético. Se levanta el colgajo hasta exponer el defecto, se desperiostizan sus márgenes (aproximadamente 10 mm), se reavivan los bordes y se toma un modelo para conocer con precisión la forma y el tamaño. El hueso craneano se puede usar de espesor total o monocortical. Por sus características, la zona donadora más adecuada es la parietal. Para tomar un injerto bicortical se hacen algunas trepa naciones y una craneotomía. En caso de necesitarse sólo la tabla externa, se emplea un fresa de alta velocidad, desgastando los bordes hasta el diploe, y Nuestra segunda opción ha sido la costilla. Esta es maleable, tiene un buen espesor y una resistencia adecuada, y es fácil de laminar. Es un procedimiento de elección en mujeres, ya que la cicatriz se puede disimular fácilmente en el surco submamario. Sin embargo, tiene como inconveniente la presencia de dolor en la zona donadora. La tercera opción es el hueso ilíaco. Sólo :0 indicamos cuando no disponemos de otra posibilidad y cuando se necesita abundante hueso esponjoso. Sus inconvenientes son el dolor en la zona donadora y la convalescencia prolongada. El metilmetacrilato está indicado en adultos con defectos pequeños y en casos en que se requiera remodelar el contorno craneano, especialmente en zonas alopécicas (frente). Su uso es!j contraindicado cuando existe comunicación del defecto con un seno paranasal o hay antecedente de infección. En los niños no se indica como primera elección, ya que con el crecimiento corporal el implante puede ser desplazado o resultar insuficiente. Figura 2: Técnica para tomar injerto de tabla externa. Se desgastan los bordes con fresa de alta velocidad hasta el diploe y con cincel curvo o sierra se separa la tabla externa, respetando la tabla interna. Fuente del Campo y cols. Reconstrucción craneana. Rev Med Hosp Gen1992;55(2):47-53 50~ con un cincel curvo o sierra se separa la tabla externa (Figura 2). El injerto se talla para adaptarlo al defecto, fijándolo mediante osteosfntesis con alambre. Si el defecto está en una zona de cuero cabelludo, se puede reconstruir con tiras alternas de hueso tomadas de los márgenes del defecto, ya sea bicortical o respetando la tabla intema (Figura 3). Los injertos de costilla fueron el procedimiento de elección durante mucho tiempo, aunque actualmente han sido sustituidas con muchas ventajas por los de cráneo. La disección de las costillas se hace en forma habitual, manteniendo fntegro el periostio en la cara anterior. Cuando se requiere tomar más de una costilla, deberán extraerse en fonna alterna para evitar un tórax inestable. y, exagerando un poco su curvatura, el otro en el margen opuesto (Figura 4). Se pueden colocar en continuidad o alternadas con espacios (Figuras 5 y 6). El metilmetacrilato es un compuesto que se forma mediante la mezcla de un monómero líquido con un polfmero en polvo con la que se obtiene una masa viscosa. Con esta última se cubre el defecto craneal, protegiendo las meninges con una capa de cotonoi- La costilla extrafda se puede laminar con cincel y remodelar mediante machacamiento, empleando pinzas Kocher, para darle la fonna deseada. Siempre que sea posible, es mejor poner la superficie de esponjosa en contacto con la duramadre, para asegurar su revascularización. Se han utilizado varios métodos para la fijación de los injertos de costilla a los bordes del defecto (Figura 4). Una gran ventaja con el empleo de las costillas es que pueden conservar buena curvatura, lo que aumenta el contacto entre los injertos de costilla y el cráneo, facilitando su integración. La elasticidad de las costillas permite introducir uno de sus extremos en el espacio del diploe de uno de los márgenes del defecto Figura 4:· Método de fijación de costillas al borde del defecto, introduciendo sus extremos en el espesor del diploe de los márgenes del mismo. Figura 3: A --- . B A Y B) Reconstrucción de defecto craneano mediante tiras de hueso bicortical tomados de los márgenes del defecto de forma alterna. Se repara parcialmente la zona receptora, mientras que la zona donadora no requiere reconstrucciónpor ser defectos pequeños y estar en zonas de cuero cabelludo. Fuente del Campo y cols. Reconstrucción craneana. Rev Med Hosp Gen1992;55(2}:47-53 ~51 des y otra de polietileno delgado, sobre el que se colocan dos o tres trozos de alambre que rebasen los límites del defecto. El acrílico se derrama sobre la zona, cuidando que se adapte a la forma del defecto y dándole el contorno deseado. La principal indicación del metilmetacrilato es para corregir defectos de contorno craneal en áreas alopécicas en las que se requiere gran precisión. Recomendamos hacer perforaciones diagonales en la tabla externa y posteriormente colocar el metilmetacrilato, el cual deberá ser moldeado con los dedos hasta obtener el contorno deseado (es conveniente mojarlo constantemente para evitar que el calor que desprende altere al hueso); posteriormente se detalla su contorno con un buril do ::Ilt;:¡ velocidad. La penetración del acrílico en las perforaciones le brinda una buena fijación e impide su desplazamiento posterior (Figura Figura 6: Defecto craneano a nivel de la zona parietal que se reconstruyó con costillas laminadas colocadas en continuidad. 7). Figura 7: Defecto a nivel de reborde supraorbitario y frontal izquierdo reconstruido con metilmetacrilato. Como vía de abordaje se utilizó la cicatriz previa, a la que se le realizaron z-plastias múltiples para corregirla. El metilmetacrilato se modela adaptándolo al contorno del defecto y proporcionándole la forma del área anatómica. RESULTADOS Figura 5: Paciente con defecto en la región perietotemporal. Craneoplastia con costilla laminada; colocación alternada con espacios. De las 47 craneoplastias reali=adas, 23 fueron hechas con costilla, 16 con hueso parietal y ocho con metilmetacrilato. La etiología más frecuente de los defectos fue la postquirúrgica (23 pacientes), principalmente secundarios a cirugía craneofacial por deformidades congénitas y en pacientes con secuelas de intervenciones neuroquirúrgicas. La segunda causa más común estuvo representada poetas secuelas de trauma (14 pacientes). Los 10 pacientes restantes fueron sometidos a craneoplastia por defectos secundarios a resección tumoral y por defecto congénito (fisuras faciales, meningoceles, etc.). Fuente cl91 Campo y cols. Reconstrucción craneana. Rev Med Hosp Gen1992;55(2):47-53 52~ Cuadro I Edad Etiología Zona Dimensión (cm) 4m 7m ton 1a 4/12 ta 6/12 1a 9/12 2a 3/12 3a 3a 8/12 4a 2/12 4a 5/12 4a 9/12 5a 5a 5a 5a 6a 6a 6a 7a 7a 7a 7a 8a 8a 9a 9a 9a 9a 10a 12a 14a 14a 17a 19a 22a 25a 26a 29a 31a 34a 34a 35a 37a 38a 43a 47a Congénita Congénita Quirúrgica Trauma Congénita Quirúrgica Trauma Quirúrgica Quirúrgica Quirúrgica Trauma Quirúrgica Quirúrgica Quirúrgica Trauma Quirúrgica Quirúrgica Trauma Quirúrgica Congénita Trauma Quirúrgica Quirúrgica Quirúrgica Quirúrgica Trauma Congénita Quirúrgica Congénita Quirúrgica Congénita Quirúrgica Trauma Congénita Quirúrgica Trauma Quirúrgica Congénita Trauma Trauma Trauma Quirúrgica Trauma Trauma Quirúr~'ica Congénita Quirúrgica Frontal Parietal Parietal Occipital Frontal Frontal Temporal-Parietal Parietal Frontal Frontal Occipital Parietal Temporal-Parietal Parietal Frontal Occipital Parietal Temporal Parietal Occipital Temporal Parietal Frontal Frontal Frontal Temporal Frontal Parietal Frontal Temporal Frontal Temporal Parietal Frontal Parietal Temporal Frontal Frontal Temporal Parietal Parietal Frontal Parietal Frontal Temporal Parietal Frontal 3X4 2X6 3X2 4X2 3X3 2X10 5X8 4X4 6X12 2X6 3X4 4X4 2X6 3X2 6X5 2X2 6X3 6X5 3X2 3X3 6X2 3X4 2X10 6X12 2X8 3X6 2X4 6X2 3X4 2X2 6X4 3X2 6X12 5X6 7X10 12X5 6X3 5X5 3X2 2X4 2X3 6X2 6X5 4X3 7X7 3X4 4X8 .- ~ . , Procedimiento Resultado Parietal Parietal Parietal Costilla Parietal Costilla Costilla Costilla Parietal Costilla Costilla Parietal Parietal Costilla Metilmetacrilato Costilla Costilla Costilla Costilla Costilla Costilla Costilla Parietal Parietal Metilmetacrilato Costilla Metilmetacrilato Costilla Parietal Costilla Metilmetacrilato Parietal Costilla Metilmetacrilato Costilla Parietal Costilla Metilmetacrilato Costilla Parietal Metilmetacrilato Parietal Parietal Metilmetacrilato Costilla Costilla Parietal Excelente Excelente Excelente Bueno Bueno Bueno Aceptable Excelente Excelente Malo Aceptab!e Bueno Excelente Bueno Excelente Aceptable Aceptable Excelente Bueno Aceptable Aceptable Aceptable Malo Excelente Bueno Malo Bueno Bueno Excelente Bueno Excelente Excelente Bueno Bueno Aceptable Bueno Malo Excelente Bueno Excelente Excelente Excelente Bueno Bueno Aceptable Aceptable Excelente Fuente del Campo y cols. Reconstrucción craneana. Rev Med Hosp Gen1992;55(2):47-53 ~53 Las complicaciones que han presentado los pacientes en los cuales utilizamos material autólogo fueron: exposición de material en dos casos; en uno por no contar con cubierta cutánea adecuada y en otro por dehiscencia de 3 cm de la herida quirúrgica, que secundariamente cerró sin complicaciones. En todos los casos hubo reabsorción discreta, casi imperceptible del injerto óseo; sin embargo, en tres de ellos se observó una importante reabsorción, debido a que los injertos no quedaron apoyados sobre un lecho que les asegurará una nutrición adecuada, sufriendo necrosis parcial y ocasionando alteraciones del contorno. Ningún caso presentó infección. En los ocho pacientes en quienes, .se efectuó eraneoplastia con metilmetacrilato, no se observó ninguna complicación. Sin embargo, debe considerarse que sólo la aplicamos en casos muy específicos: en dos adultos con defectos pequeños y en otros cuatro por alteraciones del contorno. Los resultados se han conservado estables; el seguimiento máximo es de cuatro años y el mfnimo de dos meses (promedio de 16 meses). El resultado fue calificado como excelente cuando la craneoplastia proporcionó adecuada protección y buen aspecto estético; bueno, cuando brindó adecuada protección pero con irregularidades o depresiones; aceptable, cuando se logró protección pero con pobre resultado estético; y malo, cuando se consiguió pobre o mfnima protección (Cuadro 1).Sin duda los rnejor=s resultados correspondieron a los observados con hueso craneano; por ello lo consideramos el procedimiento de elección. 4. 5. Longrace JJ, De Stefano GA: Further observations of the behaviour of autogenous split-rib grafts in reconstruction of extensivo defects of the cranium and face. Plast Reconstr Surg 1957;20:281-296. Santoni-Rugiu P: Repair of the skull defects by outer table osteoperiosteal free grafts. Plast Reconstr Surg 1969;43:157-161. 6. 7. 8. 9. Cohen SR, Bartlett SP, V\'hitaker LA: Reconstruction of late craniofacial deformities after irradiation of the Head and the Face during Childhood. Plast Reconstr Surg 1990;86:229-237. Psillakis JM: Vascularized bone grafts from the outer table of the calvaria: Anatomy and clínical applícations. En Marchac D (Ed). Craniofacial Surgery. Transactions of the 1st International Society of Cranio-maxillo-facial Surgery, Heidelberg, Springer Verlag, 1987. Pp 407-415. Mc Carthy JG, Zide BM: The spectrum of calvarial bone flaps. Plast Reconst Surg 1984;74:10-18. Pensler J, Mc Carthy JG: The calvarial donor site; an anatomy study in cadaveres. Plast Reconstr Surg 1985; 75:648-651. 10. Manson PN, Hoopes JE: Frontal cranioplasty, risk factors and choice of cranial vault reconstructive material. Plast Reconstr Surg 1986;77:888-900. 11. Tessier P: Autogenous bone grafts taken from the calvarium for facial and cranial applications. Clín Plast Surg 1982;9:531-540. 12. Fuente del Campo A, Rojo Blanco P, Garzon Loyo R: Craneoplastias. Texto de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética. 2a. edición. Edit Coiffman, Salvat. Barcelona, 1992. En prensa. 13. Marchac D, Cophingnon J: Technique for embedding spíit-ribs in a cranioplasty. Plast Reconstr Surg 1975;55:237-240. BIBLlOGRAFIA Dirección para correspondencia: 1. 2. Reeves DL: Cranyoplasty. Charles C. Thomas, Springfield, 11I,1951. Van Gool A: Preformed polymethylmethacrilate crenioplasties. Report of 45 cases. J Mexitlotcc Surg 1985; 13:2-8. 3. Brown RC: Cranioplasty by split-rib method. Aust 1928; 1:238-252. ,1 ColI Surg Dr. Antonio Fuente del Campo Hospital Angeles del Pedregal Apartado Postal 22-350 14000 México, D.F. Tel. (525) 568-41-53. Fax: (565) 652-67-65