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Los Trastornos Alimentarios
El término "trastornos alimentarios" se refiere a una variedad de trastornos. La
característica común de todos los trastornos alimentarios son los
comportamientos anormales de alimentación. Los trastornos alimentarios son
problemas serios de salud mental y pueden poner en peligro la vida.
La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno de atracones compulsivos
son trastornos alimentarios comunes entre los adolescentes y los adultos
jóvenes. La obesidad puede también incluirse como un trastorno alimentario y
puede afectar a todas las edades, incluyendo a los niños, a los adolescentes y a
los adultos.
Existen varios tipos distintos de trastornos alimentarios que requieren el cuidado
clínico por parte de un psiquiatra u otro profesional de la salud mental.
Enumerados en el directorio de abajo hay algunos, para los cuales le proveemos
una breve descripción.
Si usted no puede encontrar la información que le interesa, por favor visite la
página de Los Recursos en la Red de Los Trastornos de la Salud Mental en este
Sitio para obtener una dirección en el Internet o en la Red en el Ámbito Mundial
que podría contener información adicional en este tema.
Datos acerca de los trastornos alimentarios
Se calcula que del 0,5 al 3,7 por ciento de las mujeres sufren anorexia y del 1,1
al 4,2 por ciento sufren bulimia en algún momento de su vida.
Entre 3 y 5 por ciento de todas las adolescentes sufren de un trastorno de la
alimentación diagnosticable.
La anorexia es mucho más común entre las mujeres; sin embargo, los hombres
buscan tratamiento con menos frecuencia, lo que complica el cuadro aun más.
Entre los adolescentes que sufren este trastorno, un gran porcentaje sufre
también el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
La Anorexia Nerviosa
Datos acerca de los trastornos alimentarios
Todos los años, millones de personas en Estados Unidos sufren serios trastornos
de la alimentación que, a veces, representan una amenaza para su vida. Más del
90 por ciento de las personas afectadas son mujeres adolescentes y adultas
jóvenes. La razón por la que las mujeres de estas edades son especialmente
vulnerables a los trastornos alimentarios es la tendencia a seguir dietas estrictas
para lograr una figura "ideal". Los investigadores han concluido que esas dietas
tan rigurosas pueden ser un factor clave para desencadenar trastornos
alimentarios.
Las consecuencias de este tipo de trastornos pueden ser graves: 5 por ciento a
20 por ciento de casos de anorexia nerviosa causa la muerte por inanición, paro
cardiaco, otras complicaciones médicas o suicidio.
El saber cada vez más acerca de los peligros de los trastornos de la alimentación
(gracias a los estudios médicos y la extensa cobertura de esta enfermedad por
los medios de comunicación) ha llevado a muchos a buscar ayuda. No obstante,
algunas personas que sufren trastornos alimentarios se niegan a admitir que
tienen un problema y rechazan el tratamiento.
¿Qué es la anorexia nerviosa?
La anorexia nerviosa (o simplemente anorexia) es un trastorno alimentario en el
que quienes lo padecen se privan de comer intencionalmente. Causa una
extrema pérdida de peso, que el Instituto Nacional de la Salud Mental (National
Institute of Mental Health, su sigla en inglés es NIMH), parte de los Institutos de
la Salud (National Institutes of Health, su sigla en inglés es NIH) define como un
peso corporal de al menos un 15 por ciento por debajo del peso normal de la
persona.
La comida y el peso se convierten en obsesiones. El carácter compulsivo puede
causar rituales de alimentación extraños o la negativa a comer delante de otros.
No es raro que las personas que tienen anorexia busquen recetas y preparen
banquetes deliciosos para los familiares y amigos, pero no tomen ellos mismos la
comida. También suelen realizar rutinas de actividad física estrictas para no
ganar peso.
¿Qué causa la anorexia nerviosa?
No se conoce la causa de la anorexia nerviosa. La anorexia normalmente
comienza como un comportamiento de dieta inocente, pero gradualmente
progresa a una pérdida de peso extrema y dañina. Las actitudes sociales hacia la
apariencia del cuerpo, las influencias familiares, la genética, los factores
neuroquímicos y del desarrollo se consideran posibles contribuyentes a la causa
de la anorexia. Las personas que desarrollan anorexia tienen más probabilidades
de proceder de familias que tienen antecedentes de problemas de peso,
enfermedad física y otros problemas de salud mental, como depresión o
drogadicción. Además, a menudo los adolescentes que tienen la enfermedad
proceden de familias que encuentran difícil resolver problemas de forma
apropiada, son demasiado estrictas, excesivamente críticas, entrometidas y
protectoras. Las personas que tienen anorexia pueden ser también dependientes,
inmaduras en su desarrollo emocional y es probable que se aíslen con frecuencia
de los demás. Otros problemas de salud mental, como los trastornos de ansiedad
o trastornos afectivos, se encuentran comúnmente en las personas que tienen
anorexia.
¿A quiénes afecta la anorexia nerviosa?
La incidencia de la anorexia nerviosa ha aumentado a lo largo de los últimos 20
años. Se calcula que se presenta en una de cada 100 mujeres entre las edades
de 16 y 18 años de edad. Del cinco al 10 por ciento de los adolescentes a los que
se les diagnostica la anorexia son varones. Inicialmente se encontró
mayoritariamente en las familias de clase media y alta, pero ahora la anorexia se
encuentra en todos los grupos socioeconómicos y en una variedad de grupos
étnicos y raciales.
¿Cuáles son algunas características comunes de las personas que tienen
anorexia nerviosa?
La mayoría de las personas que tienen trastornos alimentarios comparten ciertos
rasgos de personalidad y desarrollan rituales anormales de alimentación como un
medio para manejar el estrés y la ansiedad. A menudo, los rasgos de
personalidad pueden incluir, entre otros, los siguientes:
•
•
•
Baja autoestima.
Sentimiento de desesperación.
Miedo a engordar.
Las personas que tienen anorexia nerviosa:
•
•
•
Raramente infringen reglas o desobedecen.
Con frecuencia no les transmiten sus sentimientos a los demás.
Tienden a ser perfeccionistas, buenos alumnos y destacados atletas.
Las personas que tienen anorexia suelen someterse a los deseos de los demás y
no han aprendido a hacer frente a los problemas típicos de la adolescencia, del
crecimiento y de lograr cierta independencia. Se cree que restringen la comida
(en particular los hidratos de carbono) para obtener una sensación de control en
una o más áreas de sus vidas. Para ellos, el control de su peso aparentemente
les ofrece dos ventajas:
•
•
Ejercer control sobre su propio cuerpo.
Obtener la aprobación de los demás.
¿Cuáles son los diferentes tipos de anorexia?
Existen dos subgrupos de comportamientos anoréxicos cuyo objetivo es reducir
la ingestión calórica:
•
•
Tipo restrictivo - limita severamente la ingestión de alimentos,
especialmente de alimentos que contienen hidratos de carbono y grasa.
Bulimia(también denominada tipo comer en exceso/purgante) - come en
exceso y luego se provoca el vómito y, o toma grandes cantidades de
laxantes u otros purgantes (medicamentos que, a través de sus efectos
químicos, sirven para aumentar la eliminación del contenido intestinal).
¿Cuáles son los síntomas de la anorexia nerviosa?
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la anorexia. Sin
embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los
síntomas pueden incluir:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Bajo peso corporal (inferior al 85 por ciento del peso normal para su altura
y edad).
Miedo intenso a volverse obeso, incluso cuando el individuo está perdiendo
peso.
Opinión distorsionada del peso, tamaño o forma de su propio cuerpo; se ve
demasiado gordo, incluso cuando su peso está por debajo de lo normal;
dice sentirse gordo, incluso cuando está muy delgado.
Se niega a mantener un peso corporal mínimo normal.
En las mujeres, ausencia de tres ciclos menstruales sin otra causa.
Excesiva actividad física.
Rechaza las sensaciones de hambre.
Preocupación con la preparación de los alimentos.
Costumbres alimenticias extrañas.
A continuación, se enumeran los síntomas físicos más comunes asociados con la
anorexia, los cuales a menudo son el resultado del hambre y la desnutrición. Sin
embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los
síntomas pueden incluir:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Piel seca que cuando se pellizca y se suelta no recupera su forma normal.
Deshidratación.
Dolor abdominal.
Estreñimiento.
Letargo.
Fatiga.
Intolerancia al frío.
Demacración.
Desarrollo de lanugo (vello corporal blanco y fino).
Piel amarillenta.
Las personas que tienen anorexia pueden también ser socialmente introvertidas,
irritables, de carácter variable y, o deprimidas. Los síntomas de la anorexia
nerviosa pueden parecerse a los de otros problemas médicos o condiciones
psiquiátricas. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la anorexia?
Los padres, parientes, cónyuges, maestros, entrenadores e instructores pueden
ser capaces de identificar al individuo que tiene anorexia, aunque muchas
personas que tienen el trastorno inicialmente mantienen su enfermedad muy
privada y escondida. Una historia detallada del comportamiento del individuo de
parte de la familia, los padres y maestros, observaciones clínicas del
comportamiento del individuo y, algunas veces, un examen psicológico
contribuyen a realizar el diagnóstico. Los padres que observen síntomas de
anorexia en un ser querido pueden ayudar buscando una evaluación y
tratamiento tempranos. El tratamiento temprano puede prevenir a menudo
problemas futuros.
La anorexia, y la desnutrición resultante, puede afectar de forma adversa a casi
todos los sistemas de órganos del cuerpo, aumentando la importancia del
diagnóstico y tratamiento temprano. La anorexia puede ser mortal. Consulte a su
médico para obtener más información.
Tratamiento de la anorexia nerviosa:
El tratamiento específico de la anorexia nerviosa será determinado por su médico
basándose en lo siguiente:
•
•
•
•
•
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
Qué tan avanzados están los síntomas.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
Su opinión o preferencia.
La anorexia normalmente se trata con una combinación de terapia individual,
terapia familiar, modificación del comportamiento y rehabilitación nutricional. El
tratamiento debe estar siempre basado en una evaluación exhaustiva del
individuo y de la familia. La terapia individual normalmente incluye técnicas
cognoscitivas y del comportamiento. Los medicamentos (normalmente
antidepresivos) pueden ayudar si la persona que tiene anorexia está también
deprimida. La existencia frecuente de complicaciones médicas y la posibilidad de
muerte durante el transcurso del tratamiento agudo y de rehabilitación requieren
que su médico y un nutricionista sean participantes activos del equipo de
tratamiento. La familia juega un papel de apoyo vital en cualquier proceso de
tratamiento.
Posibles complicaciones de la anorexia nerviosa:
Las complicaciones médicas que puede producir la anorexia incluyen, pero no
están limitadas a, las siguientes:
•
Cardiovasculares (corazón)
Aunque es difícil predecir qué pacientes anoréxicos podrían tener
consecuencias cardiacas que ponen en peligro su vida a causa de su
enfermedad, hasta el 95 por ciento de los pacientes anoréxicos
hospitalizados tienen el pulso bajo. El daño del miocardio (músculo del
corazón) que puede producirse como resultado de cambios en el latido
cardiaco, o vómitos repetidos, puede poner en peligro la vida. Las
complicaciones cardiacas comunes que pueden presentarse incluyen las
siguientes:
o Arritmias (un latido cardiaco rápido, lento o irregular).
o Bradicardia (latido cardiaco lento).
Hipotensión (presión sanguínea baja).
Hematológicas (sangre)
Se calcula que una tercera parte de los pacientes anoréxicos tienen anemia
(un recuento bajo de glóbulos rojos). La leucopenia (un recuento bajo de
glóbulos blancos) se produce hasta en el 50 por ciento de los pacientes
anoréxicos.
Gastrointestinales (estómago e intestinos)
A menudo disminuye el movimiento normal del tracto intestinal a causa de
una dieta muy restringida y una pérdida de peso severa. El aumentar de
peso y algunos medicamentos ayudan a restaurar el movimiento normal
del intestino.
Renales (riñón)
La deshidratación a menudo asociada con la anorexia produce una orina
altamente concentrada. También puede desarrollarse poliuria (aumento de
la producción de orina) en los pacientes anoréxicos cuando la capacidad de
los riñones de concentrar orina disminuye. Los cambios renales
normalmente vuelven a la normalidad al restaurarse el peso normal.
Endocrinas (hormonas)
La amenorrea (suspensión del ciclo menstrual) es uno de los síntomas
distintivos de la anorexia, cuando falta un período menstrual durante tres
meses o más sin ninguna otra causa subyacente. La amenorrea a menudo
precede a la pérdida severa de peso y continúa después de haberse
restaurado el peso normal. Algunas veces se encuentran niveles reducidos
de las hormonas del crecimiento en los pacientes anoréxicos, y esto puede
explicar el retraso del crecimiento que algunas veces se observa en los
pacientes anoréxicos. La nutrición normal usualmente restaura el
crecimiento normal.
Esqueléticas (huesos)
Las personas que tienen anorexia corren mayor riesgo de sufrir fracturas
esqueléticas (roturas de huesos). Cuando el inicio de los síntomas de
anorexia se presenta antes de que se haya logrado la formación ósea
máxima (normalmente desde la mitad hasta el final de la adolescencia),
existe un mayor riesgo de osteopenia (disminución del tejido óseo) u
osteoporosis (pérdida ósea). A menudo se encuentra una baja densidad
ósea en las mujeres que tienen anorexia, y es común la ingestión y
absorción baja del calcio.
o
•
•
•
•
•
La bioquímica y los trastornos alimentarios:
Para comprender mejor los trastornos alimentarios, los investigadores han
estudiado el sistema neuroendocrino, que está formado por una combinación del
sistema nervioso central y los sistemas hormonales.
El sistema neuroendocrino regula las diversas funciones de la mente y del
cuerpo. Se ha descubierto que muchos de los siguientes mecanismos regulatorios
pueden encontrarse, en cierta medida, alterados en las personas que tienen
trastornos alimentarios:
•
La función sexual.
•
•
•
•
•
•
•
•
El crecimiento físico y el desarrollo.
El apetito y la digestión.
El sueño.
La función cardiaca.
La función renal.
Las emociones.
El pensamiento.
La memoria.
Los trastornos alimentarios y la depresión:
Muchas personas que tienen trastornos alimentarios también sufren de depresión
y se cree que estas dos condiciones pueden estar vinculadas. Por ejemplo:
•
•
•
•
•
En el sistema nervioso central, los mensajeros químicos conocidos como
neurotransmisores controlan la producción hormonal. Se ha descubierto
que los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, que funcionan
anormalmente en las personas que tienen depresión, también tienen
niveles disminuidos tanto en los pacientes que sufren anorexia y bulimia
agudas como en los pacientes recuperados de la anorexia a largo plazo.
Se ha demostrado que algunos pacientes que tienen anorexia pueden
responder bien a los medicamentos antidepresivos que afectan a la función
de la serotonina en el cuerpo.
Las personas que tienen anorexia, o ciertas formas de depresión, parecen
tener niveles más altos de lo normal de cortisol, una hormona cerebral
liberada como respuesta al estrés. Se ha demostrado que los niveles
elevados de cortisol, tanto en las personas que tienen anorexia como en las
que tienen depresión, son la causa de un problema que ocurre en o cerca
del hipotálamo en el cerebro.
Se han descubierto similitudes bioquímicas entre las personas que tienen
trastornos alimentarios y las que tienen el trastorno obsesivo compulsivo
(su sigla en inglés es OCD); estos últimos presentan con frecuencia
comportamientos alimentarios anormales.
La hormona vasopresina es otra sustancia química del cerebro que se
encuentra alterada en las personas que tienen trastornos alimentarios y
OCD. Los niveles de esta hormona son elevados en los pacientes que
tienen OCD, anorexia y bulimia.
Factores genéticos/ambientales
alimentarios:
relacionados
con
los
trastornos
Debido a que estos trastornos suelen darse en miembros de la misma familia y
que con frecuencia las mujeres son las más afectadas, se cree que los factores
genéticos juegan un papel fundamental en ellos.
Pero otros factores, tanto del comportamiento como ambientales, también
pueden tener una influencia importante. Considere estos datos aportados por el
Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health):
•
•
•
•
•
Según un estudio reciente, las madres que se preocupan demasiado por el
peso corporal y atractivo físico de sus hijas pueden someterlas a un riesgo
mayor de desarrollar un trastorno alimentario. Además, las niñas que
tienen trastornos alimentarios suelen tener un padre y, o hermanos que
critican demasiado su peso.
Aunque la mayoría de las víctimas de la anorexia y la bulimia son
adolescentes y mujeres adultas jóvenes, estas enfermedades también
pueden atacar a los hombres y a mujeres de más edad.
La anorexia y la bulimia se presentan mayormente en personas caucásicas,
pero estas enfermedades también afectan a las personas afroamericanas y
de otras razas.
Las personas que se dedican a profesiones o actividades que ponen énfasis
en la delgadez, como la profesión de modelo, el baile, la gimnasia, la lucha
libre y las carreras de larga distancia, son más susceptibles de sufrir estos
trastornos.
A diferencia de otros trastornos alimentarios, de un tercio a un cuarto de
todos los pacientes que sufren el trastorno de atracones compulsivos son
hombres. Los estudios preliminares señalan que la condición se presenta
tanto en personas afroamericanas como caucásicas.
Prevención de la anorexia nerviosa:
Hasta la fecha no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia de la
anorexia. Sin embargo, la detección e intervención tempranas pueden reducir la
gravedad de los síntomas, estimular el crecimiento y el desarrollo normal del
individuo, y mejorar la calidad de vida de las personas que tienen anorexia
nerviosa. Alentar los hábitos alimenticios sanos y las actitudes razonables en
cuanto al peso y la dieta puede también ser de gran ayuda.
La Bulimia Nerviosa
Datos acerca de los trastornos alimentarios
Todos los años, millones de personas en Estados Unidos sufren serios trastornos
de la alimentación que, a veces, representan una amenaza para su vida. Más del
90 por ciento de las personas afectadas son mujeres adolescentes y adultas
jóvenes. La razón por la que las mujeres de estas edades son especialmente
vulnerables a los trastornos alimentarios es la tendencia a seguir dietas estrictas
para lograr una figura "ideal". Los investigadores han concluido que esas dietas
tan rigurosas pueden ser un factor clave para desencadenar trastornos
alimentarios.
Las consecuencias de este tipo de trastornos pueden ser graves: 5 por ciento a
20 por ciento de casos de anorexia nerviosa causa la muerte por inanición, paro
cardiaco, otras complicaciones médicas o suicidio.
El saber cada vez más acerca de los peligros de los trastornos de la alimentación
(gracias a los estudios médicos y la extensa cobertura de esta enfermedad por
los medios de comunicación) ha llevado a muchos a buscar ayuda. No obstante,
algunas personas que sufren trastornos alimentarios se niegan a admitir que
tengan un problema y rechazan el tratamiento.
¿Qué es la bulimia nerviosa?
La bulimia nerviosa, normalmente llamada bulimia, se define como episodios
descontrolados de comer en exceso (atracones) seguidos normalmente de purgas
(autoprovocarse el vómito), mal uso de laxantes, enemas, o medicamentos que
producen un incremento en la producción de orina, ayuno o ejercicio excesivo
para controlar el peso. Los atracones, en esta situación, se definen como comer
cantidades mucho más grandes de alimentos de las que se consumirían
normalmente en un periodo corto de tiempo (normalmente menos de dos horas).
Los atracones de comida se producen al menos dos veces a la semana durante
tres meses y pueden producirse incluso hasta varias veces al día.
¿Qué causa la bulimia?
No se conoce la causa de la bulimia. Entre los factores que contribuyen al
desarrollo de la bulimia se incluyen los ideales culturales y las actitudes sociales
con respecto al aspecto físico, la autovaloración basada en el peso y la figura
corporal, y los problemas familiares. Del treinta al 50 por ciento de las personas
bulímicas también cumplen los criterios de la anorexia nerviosa al inicio de su
enfermedad.
¿A quiénes afecta la bulimia?
La mayoría de los bulímicos son mujeres adolescentes y procedentes de un grupo
socioeconómico alto. Todos los países industriales occidentales han informado de
casos de bulimia. Se calcula que entre el 1 y el 4 por ciento de las mujeres de
Estados Unidos se les ha diagnosticado bulimia. Los adolescentes que desarrollan
bulimia suelen provenir de familias en las que existen antecedentes de trastornos
alimentarios, enfermedades físicas y otros problemas de salud mental, como
trastornos del estado de ánimo o abuso de drogas. Otros problemas de salud
mental, como los trastornos de ansiedad o los trastornos del estado de ánimo, se
encuentran comúnmente en las personas que tienen bulimia.
Para la familia, los amigos y médicos puede ser difícil detectar la bulimia en algún
conocido porque estos individuos se atracan de comida y se purgan en secreto. A
menudo, son capaces de mantener un peso corporal normal o superior, pero
pueden esconder su problema de los demás durante años. Muchas personas
bulímicas no buscan ayuda hasta que llegan a la edad de 30 ó 50 años, cuando
su comportamiento alimentario se encuentra profundamente arraigado y es más
difícil de modificar.
¿Cuáles son algunas características comunes de las personas que tienen
bulimia?
La mayoría de las personas que tienen trastornos alimentarios comparten ciertos
rasgos de personalidad y desarrollan rituales anormales de alimentación como un
medio para manejar el estrés y la ansiedad. A menudo, los rasgos de
personalidad pueden incluir, entre otros, los siguientes:
•
•
•
Baja autoestima.
Sentimiento de desesperación.
Miedo a engordar.
Las personas que sufren bulimia (y el trastorno de atracones compulsivos)
típicamente consumen enormes cantidades de comida de una vez, en general
comida "basura", para reducir el estrés y aliviar la ansiedad.
•
•
•
Sin embargo, después de comer de forma compulsiva, se sienten culpables
y deprimidas.
La purgación ofrece un alivio, pero es sólo temporal.
Los individuos que tienen bulimia normalmente son impulsivos y tienden a
participar en comportamientos de alto riesgo tales como el abuso de
alcohol y drogas.
¿Cuáles son los distintos tipos de bulimia?
A continuación se mencionan los dos subgrupos de conductas anoréxicas
dirigidas a reducir el consumo calórico:
•
•
Tipo purgante - practica regularmente el vómito autoprovocado o el uso
incorrecto de laxantes, diuréticos, enemas u otros catárticos
(medicamentos que, mediante sus efectos químicos, contribuyen a vaciar el
contenido intestinal).
Tipo no purgante - emplea otros comportamientos inadecuados, como el
ayuno o la actividad física excesiva, en lugar de realizar prácticas
purgantes, para reducir la absorción calórica de las enormes cantidades de
comida.
¿Cuáles son los síntomas de la bulimia?
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la bulimia. Sin
embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los
síntomas pueden incluir:
•
•
•
•
•
•
•
El peso corporal suele ser normal o más bajo (se ve a sí mismo con
sobrepeso).
Episodios repetidos de comer en exceso (consumo rápido de cantidades
excesivas de comida en un período relativamente corto, por lo general en
secreto), junto con el temor de no poder parar de comer durante los
episodios de excesos.
Autoprovocarse el vómito (normalmente en secreto).
Ejercicio excesivo o ayunar.
Costumbres o rituales alimentarios peculiares.
Uso inadecuado de laxantes, diuréticos u otros catárticos.
Ausencia o irregularidad de la menstruación.
•
•
•
•
•
•
Ansiedad.
Sentimientos de desaliento relacionados con la insatisfacción consigo
mismos y con la apariencia de su cuerpo.
Depresión.
Preocupación por los alimentos, el peso y la forma del cuerpo.
Cicatrices en la parte posterior de los dedos debido al proceso de
autoprovocarse el vómito.
Tratar de lograr resultados superiores a lo esperado.
Los síntomas de la bulimia pueden parecerse a los de otras condiciones o
problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la bulimia?
Los padres, parientes, cónyuges, maestros, entrenadores e instructores pueden
ser capaces de identificar al individuo que tiene anorexia, aunque muchas
personas que tienen el trastorno inicialmente mantienen su enfermedad muy
privada y escondida. Una historia detallada del comportamiento del individuo de
parte de la familia, los padres y maestros, observaciones clínicas del
comportamiento del individuo y, algunas veces, un examen psicológico
contribuyen a realizar el diagnóstico. Los familiares que observen síntomas de
anorexia en un ser querido pueden ayudar buscando una evaluación y
tratamiento tempranos. El tratamiento temprano puede prevenir a menudo
problemas futuros.
La bulimia, y la desnutrición resultante, puede afectar de forma adversa a casi
todos los sistemas de órganos del cuerpo, aumentando la importancia del
diagnóstico y tratamiento tempranos. La bulimia puede ser mortal. Consulte a su
médico para más información.
Tratamiento de la bulimia:
El tratamiento específico de la bulimia será determinado por su médico
basándose en lo siguiente:
•
•
•
•
•
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
Qué tan avanzados están los síntomas.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
Su opinión o preferencia.
La bulimia normalmente se trata con una combinación de terapia individual,
terapia familiar, modificación del comportamiento y rehabilitación nutricional. El
tratamiento debe estar siempre basado en una evaluación completa del individuo
y de su familia. La terapia individual normalmente incluye técnicas cognoscitivas
y del comportamiento. Los medicamentos (normalmente antidepresivos o
medicamentos contra la ansiedad) pueden ser útiles si la persona que tiene
bulimia está también ansiosa o deprimida. La frecuencia de la aparición de
complicaciones médicas durante el curso del tratamiento de rehabilitación
requiere del trabajo en equipo activo del médico y un nutricionista. La familia
juega un papel de apoyo vital en cualquier proceso de tratamiento.
Complicaciones médicas comúnmente asociadas con la bulimia nerviosa:
Las complicaciones médicas que pueden surgir de la bulimia pueden incluir, entre
otras, las siguientes:
•
•
•
•
•
•
•
•
Ruptura de estómago.
La purgación puede ocasionar insuficiencia cardiaca debido a la pérdida de
minerales vitales, como el potasio.
El vómito causa otros problemas menos mortales, pero serios, entre los
que se incluyen:
o El ácido del vómito desgasta la capa externa de los dientes.
o Cicatrices en el dorso de las mano cuando los dedos se introducen en
la garganta para provocar el vómito.
o El esófago se inflama.
o Las glándulas cercanas a las mejillas se inflaman.
Ciclos menstruales irregulares.
Disminución de la líbido.
Las personas pueden luchar contra las adicciones y, o las conductas
compulsivas.
Muchas personas que tienen bulimia sufren también de depresión clínica,
ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo y otras enfermedades
psiquiátricas.
Riesgo mayor de comportamiento suicida.
La bioquímica y los trastornos alimentarios:
Para comprender mejor los trastornos alimentarios, los investigadores han
estudiado el sistema neuroendocrino, que está formado por una combinación del
sistema nervioso central y los sistemas hormonales.
El sistema neuroendocrino regula las diversas funciones de la mente y del
cuerpo. Se ha descubierto que muchos de los siguientes mecanismos regulatorios
pueden encontrarse, en cierta medida, alterados en las personas que tienen
trastornos alimentarios:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
La función sexual.
El crecimiento físico y el desarrollo.
El apetito y la digestión.
El sueño.
La función cardiaca.
La función renal.
Las emociones.
El pensamiento.
La memoria.
Los trastornos alimentarios y la depresión:
Muchas personas que tienen trastornos alimentarios también sufren de depresión
y se cree que estas dos condiciones pueden estar vinculadas. Por ejemplo:
•
•
•
•
•
En el sistema nervioso central, los mensajeros químicos conocidos como
neurotransmisores controlan la producción hormonal. Se ha descubierto
que los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, que funcionan
anormalmente en las personas que tienen depresión, también tienen
niveles disminuidos tanto en los pacientes que sufren anorexia y bulimia
agudas como en los pacientes recuperados de la anorexia a largo plazo.
Se ha demostrado que algunos pacientes que tienen anorexia pueden
responder bien a los medicamentos antidepresivos que afectan a la función
de la serotonina en el cuerpo.
Las personas que tienen anorexia, o ciertas formas de depresión, parecen
tener niveles más altos de lo normal de cortisol, una hormona cerebral
liberada como respuesta al estrés. Se ha demostrado que los niveles
elevados de cortisol, tanto en las personas que tienen anorexia como en las
que tienen depresión, son la causa de un problema que ocurre en o cerca
del hipotálamo en el cerebro.
Se han descubierto similitudes bioquímicas entre las personas que tienen
trastornos alimentarios y las que tienen el trastorno obsesivo compulsivo
(su sigla en inglés es OCD); estos últimos presentan con frecuencia
comportamientos alimentarios anormales.
La hormona vasopresina es otra sustancia química del cerebro que se
encuentra alterada en las personas que tienen trastornos alimentarios y
OCD. Los niveles de esta hormona son elevados en los pacientes que
tienen OCD, anorexia y bulimia.
Factores genéticos/ambientales
alimentarios:
relacionados
con
los
trastornos
Debido a que estos trastornos suelen darse en miembros de la misma familia y
que con frecuencia las mujeres son las más afectadas, se cree que los factores
genéticos juegan un papel fundamental en ellos.
Pero otros factores, tanto del comportamiento como ambientales, también
pueden tener una influencia importante. Considere estos datos aportados por el
Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health):
•
•
Según un estudio reciente, las madres que se preocupan demasiado por el
peso corporal y atractivo físico de sus hijas pueden someterlas a un riesgo
mayor de desarrollar un trastorno alimentario. Además, las niñas que
tienen trastornos alimentarios suelen tener un padre y, o hermanos que
critican demasiado su peso.
Aunque la mayoría de las víctimas de la anorexia y la bulimia son
adolescentes y mujeres adultas jóvenes, estas enfermedades también
pueden atacar a los hombres y a mujeres de más edad.
•
•
•
La anorexia y la bulimia afectan mayormente a personas caucásicas, pero
estas enfermedades también afectan a las personas afroamericanas y de
otras razas.
Las personas que se dedican a profesiones o actividades que ponen énfasis
en la delgadez, como la profesión de modelo, el baile, la gimnasia, la lucha
libre y las carreras de larga distancia, son más susceptibles de sufrir estos
trastornos.
A diferencia de otros trastornos alimentarios, de un tercio a un cuarto de
todos los pacientes que sufren el trastorno de atracones compulsivos son
hombres. Los estudios preliminares señalan que la condición afecta tanto a
personas afroamericanas como caucásicas.
Prevención de la bulimia:
Hasta la fecha no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia de la
bulimia. Sin embargo, la detección e intervención tempranas pueden reducir la
gravedad de los síntomas, estimular el proceso de crecimiento y desarrollo
normal, y mejorar la calidad de vida de los adolescentes que tienen bulimia.
Alentar los hábitos alimenticios sanos y las actitudes razonables en cuanto al
peso y la dieta puede también ser de gran ayuda.
El Trastorno de Atracones Compulsivos
Datos acerca de los trastornos alimentarios
Todos los años, millones de personas en Estados Unidos sufren serios trastornos
de la alimentación que, a veces, representan una amenaza para su vida. Más del
90 por ciento de las personas afectadas son mujeres adolescentes y adultas
jóvenes. La razón por la que las mujeres de estas edades son especialmente
vulnerables a los trastornos alimentarios es la tendencia a seguir dietas estrictas
para lograr una figura "ideal". Los investigadores han concluido que esas dietas
tan rigurosas pueden ser un factor clave para desencadenar trastornos
alimentarios.
Las consecuencias de este tipo de trastornos pueden ser graves: 5 por ciento a
20 por ciento de casos de anorexia nerviosa causa la muerte por inanición, paro
cardíaco, otras complicaciones médicas o suicidio.
El saber cada vez más acerca de los peligros de los trastornos de la alimentación
(gracias a los estudios médicos y la extensa cobertura de esta enfermedad por
los medios de comunicación) ha llevado a muchos a buscar ayuda. No obstante,
algunas personas que sufren trastornos alimentarios se niegan a admitir que
tengan un problema y rechazan el tratamiento.
¿Qué es el trastorno de atracones compulsivos?
El trastorno de atracones compulsivos es una enfermedad que se parece a la
bulimia nerviosa y se caracteriza por episodios de comilonas o atracones
descontrolados. Se diferencia de la bulimia porque quienes lo padecen no purgan
su cuerpo del exceso de comida mediante el vómito ni el abuso de laxantes o
diuréticos.
¿A quiénes afecta el trastorno de atracones compulsivos?
Las personas que sufren este tipo de trastorno suelen:
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Ingerir grandes cantidades de comida.
No dejar de comer hasta que se sienten incómodamente llenos.
Tener antecedentes de fluctuaciones de peso.
Tener más dificultad para perder peso y mantenerlo que las personas que
padecen otros problemas de peso serios.
El trastorno de atracones compulsivos afecta a aproximadamente del 2 al 5 por
ciento de la población general y es más frecuente en las mujeres que en los
hombres. Los investigadores señalan que el trastorno de atracones compulsivos
afecta a alrededor del 30 por ciento de las personas que participan en programas
de control de peso con supervisión médica.
¿Cuáles son las complicaciones del trastorno de atracones compulsivos?
Las complicaciones médicas que pueden surgir del trastorno de atracones
compulsivos pueden incluir, entre otras, las siguientes:
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Obesidad (sobrepeso de un 20 por ciento por encima del peso normal).
Mayor riesgo de las siguientes condiciones:
o Colesterol alto.
o Presión sanguínea alta
o Diabetes.
o Enfermedad de la vesícula biliar.
o Cardiopatía.
o Algunos tipos de cáncer.
Mayor riesgo de enfermedades psiquiátricas, en particular la depresión.
Las personas que sufren el trastorno de atracones compulsivos (y bulimia)
típicamente consumen enormes cantidades de comida de una vez, en general
comida "basura", para reducir el estrés y aliviar la ansiedad.
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Sin embargo, después de comer de forma compulsiva, se sienten culpables
y deprimidas.
La purgación ofrece un alivio, pero es sólo temporal.
Los individuos que tienen bulimia normalmente son impulsivos y tienden a
participar en comportamientos de alto riesgo tales como el abuso de
alcohol y drogas.
La bioquímica y los trastornos alimentarios:
Para comprender mejor los trastornos alimentarios, los investigadores han
estudiado el sistema neuroendocrino, que está formado por una combinación del
sistema nervioso central y los sistemas hormonales.
El sistema neuroendocrino regula las diversas funciones de la mente y del
cuerpo. Se ha descubierto que muchos de los siguientes mecanismos regulatorios
pueden encontrarse, en cierta medida, alterados en las personas que tienen
trastornos alimentarios:
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La función sexual.
El crecimiento físico y el desarrollo.
El apetito y la digestión.
El sueño.
La función cardiaca.
La función renal.
Las emociones.
El pensamiento.
La memoria.
Los trastornos alimentarios y la depresión:
Muchas personas que tienen trastornos alimentarios también sufren de depresión
y se cree que estas dos condiciones pueden estar vinculadas. Por ejemplo:
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En el sistema nervioso central, los mensajeros químicos conocidos como
neurotransmisores controlan la producción hormonal. Se ha descubierto
que los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, que funcionan
anormalmente en las personas que tienen depresión, también tienen
niveles disminuidos tanto en los pacientes que sufren anorexia y bulimia
agudas como en los pacientes recuperados de la anorexia a largo plazo.
Se ha demostrado que algunos pacientes que tienen anorexia pueden
responder bien a los medicamentos antidepresivos que afectan a la función
de la serotonina en el cuerpo.
Las personas que tienen anorexia, o ciertas formas de depresión, parecen
tener niveles más altos de lo normal de cortisol, una hormona cerebral
liberada como respuesta al estrés. Se ha demostrado que los niveles
elevados de cortisol, tanto en las personas que tienen anorexia como en las
que tienen depresión, son la causa de un problema que ocurre en o cerca
del hipotálamo en el cerebro.
Se han descubierto similitudes bioquímicas entre las personas que tienen
trastornos alimentarios y las que tienen el trastorno obsesivo compulsivo
(su sigla en inglés es OCD); estos últimos presentan con frecuencia
comportamientos alimentarios anormales.
La hormona vasopresina es otra sustancia química del cerebro que se
encuentra alterada en las personas que tienen trastornos alimentarios y
OCD. Los niveles de esta hormona son elevados en los pacientes que
tienen OCD, anorexia y bulimia.
Factores genéticos/ambientales
alimentarios:
relacionados
con
los
trastornos
Debido a que estos trastornos suelen darse en miembros de la misma familia y
que con frecuencia las mujeres son las más afectadas, se cree que los factores
genéticos juegan un papel fundamental en ellos.
Pero otros factores, tanto de comportamiento como ambientales, también
pueden tener una influencia importante. Considere estos datos aportados por el
Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health):
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Según un estudio reciente, las madres que se preocupan demasiado por el
peso corporal y atractivo físico de sus hijas pueden someterlas a un riesgo
mayor de desarrollar un trastorno alimentario. Además, las niñas que
tienen trastornos alimentarios suelen tener un padre y, o hermanos que
critican demasiado su peso.
Aunque la mayoría de las víctimas de la anorexia y la bulimia son
adolescentes y mujeres adultas jóvenes, estas enfermedades también
pueden atacar a los hombres y a mujeres de más edad.
La anorexia y la bulimia afectan mayormente a personas caucásicas, pero
estas enfermedades también afectan a las personas afroamericanas y de
otras razas.
Las personas que se dedican a profesiones o actividades que ponen énfasis
en la delgadez, como la profesión de modelo, el baile, la gimnasia, la lucha
libre y las carreras de larga distancia, son más susceptibles de sufrir estos
trastornos.
A diferencia de otros trastornos alimentarios, de un tercio a un cuarto de
todos los pacientes con trastorno de atracones compulsivos son hombres.
Los estudios preliminares señalan que la condición afecta tanto a personas
afroamericanas como caucásicas.