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TOMA DE POSICIÓN DEL GRUPO DE CÁNCER DE TIROIDES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENDOCRINOLOGÍA Y NUTRICIÓN EN RELACIÓN CON EL PROCOLO DE TRATAMIENTO ACTUAL DEL NÓDULO Y CÁNCER DIFERENCIADO DE TIROIDES Grupo de cáncer de tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición INTRODUCCIÓN Desde hace ya unos años la aproximación al nódulo y cáncer diferenciado de tiroides de origen epitelial se ha ido modificando basándose en la mayor experiencia acumulada, el gran número de evidencias de que disponemos sobre los mismos, el interés y las controversias que suscitan las diferentes conductas a seguir así como en la disponibilidad de instrumentos muy válidos para el diagnóstico y seguimiento de los mismos. Así la ecografía de tiroides de alta definición, la citología tras punción con aguja fina del tiroides (PAAF), la determinación de tiroglobulina (Tg) y el empleo de TSH humana recombinante (TSHhr) han modificado el panorama previo de hace tan sólo unos años. En este sentido la American Thyroid Association1, primero, y la European Thyroid Association2 después, impulsaron la guía y el consenso a seguir en el nódulo y cáncer de tiroides después de reunir gran cantidad de experiencias científicas y debatirlas durante meses. Recientemente la American Thyroid Association3 ha actualizado la guía norteamericana en base a nuevos datos así como nuevas consideraciones sobre dicha problemática. Siguiendo esta guía y consenso paulatinamente se han ido modificando tanto la actitud ante el nódulo tiroideo como ante el tratamiento y seguimiento del cáncer diferenciado de tiroides en el sentido de hacerlo más racional, con menos procedimientos invasores o contaminantes y considerando además su verdadera naturaleza, ya que más del 80% de los casos de cáncer de tiroides tienen muy buen pronóstico y la sobreactuación sobre los mismos generaría más riesgos que beneficios. El grupo de cáncer de tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición en relación con el protocolo de tratamiento actual del nódulo y cáncer diferenciado de tiroides ya había realizado unas recomendaciones previas4 y después de analizar tanto la guía1,3 como el consenso2 así como las numerosas evidencias que se van acumulando y tras debatirlo tanto en las diferentes reuniones que han tenido lugar, como en comunicados internos y especialmente en el simposio que se celebró el pasado Febrero titulado “10 años de avances en el cáncer de tiroides”, se adoptaron una serie de acuerdos; además se estableció el tratarlos conjuntamente con el grupo de Endocrinología de la Sociedad Española de Medicina Nuclear así con el grupo de Endocrinología de la Sociedad Española de Cirujanos y que básicamente siguen el consenso europeo ya que el americano en su última versión se aproxima bastante más al europeo y que además es el de nuestro ámbito. Por otro lado se ha considerado la realidad de nuestra práctica tal como se exponen en los 2 artículos precedentes de opinión sobre la actuación ante el cáncer diferenciado de tiroides en el primero5 y en el segundo6 las controversias y opiniones que promueve la supresión con T4 de forma mantenida, así como el editorial que les precede7. Dichos acuerdos se sintetizan y se resumen a continuación. TOMA DE POSICIÓN En cuanto a la estadificación preoperatoria de los nódulos tiroideos se establece que: 0. Se deben evaluar con ecografía tiroidea (ET) las cadenas ganglionares. Si se sospechase adenopatías metastásicas se debe confirmar con PAAF pudiéndose comprobar la presencia de Tg en el aspirado. 0. Otras técnicas de imagen, como la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la 18fluoro desoxiglucosa- tomografía con emisión de positrones no se indicarán habitualmente pero pueden ser necesarias en pacientes seleccionados, bien por extensión local o por metástasis. 0. Se evitarán las técnicas de imagen utilizando contrastes yodados porque ello implica la contaminación posterior. El tratamiento quirúrgico que se indica es: 0. Excepto e tumores bien diferenciados de menos de 1 cm, el estándar será la tiroidectomia total o casi total. 0. Las tiroidectomias más reducidas deberán ser completadas en caso de tumores grandes, multifocalidad, extensión extratiroidea y/o invasión vascular, metástasis locales o a distancia, historia previa de radiación o histología desfavorable. 0. En tumores entre 1 y 2 cm, se discutirá la indicación de completar la tiroidectomía tanto con el grupo interdisciplinario responsable del proceso como con el paciente. 0. Una alternativa efectiva a la reintervención es la ablación con I131 del remanente tiroideo. 0. La microdisección de los ganglios orientada por compartimentos debe realizarse en todos los casos, los sospechosos preoperatoriamente y/o los demostrados intraoperatoriamente. 0. La disección profiláctica del compartimento central ganglionar se discute y su utilidad no está clara aún, así como la de los compartimentos laterales. 0. Los niños y adolescentes se tratarán con el mismo procedimiento quirúrgico que los adultos, y siempre por un cirujano experimentado. Estadificación tras el tratamiento inicial. 0. La estadificación se basa en la evaluación patológica más la información derivada de los resultados del rastreo total con I131 (RCT) tras la cirugía con lo que se sitúa al paciente en el grupo de riesgo. 0. Se basa en la clasificación de la AJCC / UICC TNM (6ª edición) que tiene en cuenta la extensión del tumor y la edad. 0. Se agruparían en 3 categorias de riesgo: 1. Muy bajo riesgo: microcracinoma unifocal T1 (igual o menor a 1 cm) N0M0 sin extensión a través de la cápsula tiroidea. 2. Bajo riesgo: T1 (mayor de 1 cm) N0M0 o T2N0M0 o multifocal T1N0M0. 3. Alto riesgo: cualquier T3 y T4 o cualquier T, N1 o cualquier M1. Ablación tras cirugía con I131. 0. Se necesita la estimulación adecuada por TSH endógena o exógena y disponemos de 2 métodos de preparación: 1) Retirada de l-T4, de 4 a 5 semanas que puede sustituirse por T3 durante 3 semanas y retirada posterior durante 2 semanas. 2) Administración de TSHrh (Thyrogen, Genzyme Transgenics Corp, Cambridge, MA, EE.UU.) continuando con l-T4. 0. La TSH que se alcance en cualquier caso, empíricamente ha de ser superior a 30 mU/L. 0. Se consigue con dosis fijas de 3,7 GBq (100 mCi). 0. Cuando se use TSHrh, el paciente recibirá un inyectable i.m. de 0,9 mg, 2 días seguidos y la dosis de I131 24 horas después. 0. El RCT diagnóstico previo debe evitarse y sustituir por el RCT tras tratamiento realizado de 3 a 5 días después del tratamiento. 0. El RCT antes de la ablación se realizará cuando no se conozca la extensión real de la tiroidectomía. Se podrá utilizar I123 o I131 con poca actividad (100 µCi) para reducir el stunning o disminución de la captación de I131 por las células residuales o metástasicas. 0. El paciente debe seguir dieta baja en yodo durante 3 semanas antes y descartar el embarazo. 0. La dosis administrada puede oscilar entre 1,1 GBq (30 mCi) (actividad baja ) y 3,7 GBq (100 mCi) o más (actividad elevada). No habrá indicación de tratamiento con I131 en los casos de bajo riesgo como: 0. Si la cirugía hubiese sido completa. 0. Histología favorable. 0. Cánceres unifocales con T igual o inferior a 1 cm, N0, M0. 0. Sin extensión extratiroidea. Indicación de tratamiento con I131 con dosis elevadas del isótopo igual o superior a 3,7 GBq (100 mCi). 0. Metástasis. 0. Resección tumoral incompleta. 0. Resección tumoral completa pero con riesgo elevado de recurrencias (estadios T3 o T4) o invasión ganglionar. Probable indicación de tratamiento con I131 con dosis elevadas o bajas 3,7 o 1,1GBq (100 o 30 mCi). 0. Cuando la extirpación haya sido menor que la tiroidectomía total. 0. No se haya efectuado disección ganglionar. 0. En pacientes con edad inferior a 18 años. 0. Si el tumor fuese T1 y superior a 1 cm o T2, N0, M0. 0. En los casos de histología no favorable: 1) papilar: células altas, columnar, esclerosante difuso. 2) folicular invasor o poco diferenciado. Supresión de la TSH 0. Inicialmente, la dosis de l-T4 será para disminuir la TSH igual o inferior a 0,1 mU/L. La TSH debe determinarse a los 3 meses del inicio del tratamiento. 0. La supresión de la TSH (igual o inferior a 0,1mU/L) es obligatoria en cualquier paciente con evidencia de enfermedad persistente (incluyendo Tg detectable sin evidencia de enfermedad). La supresión se aconseja en pacientes con riesgo elevado al menos por 5 años. 0. En los de bajo riesgo, en cuanto se confirmase la curación debe descenderse la dosis de l-T4 para conseguir concentraciones de TSH entre 0,5 y 1 mU/L. Seguimiento 0. La exploración física es poco sensible para el seguimiento. 0. La ET se debe utilizar para las áreas ganglionares y lecho tiroideo; puede detectar adenopatías de 2 a 3 mm. 0. Para adenopatías de 5 mm o más, la especificidad mejora si se practica PAAF guiada por ET con citología y estudio de Tg en el aspirado. 0. Cualquier adenopatía de menos de 5 mm, debe tenerse en cuenta y explorarse periódicamente mediante ET. Determinación de Tg 0. La Tg es un marcador tumoral específico y útil. Debe determinarse mediante ensayos con una sensibilidad funcional inferior a 1 ng/mL con el estándar europeo (CRM 457). La presencia de anticuerpos anti-Tg puede interferir con el análisis, con medición falsamente negativa de Tg. Debe medirse por lo tanto la presencia de dichos anticuerpos por un método sensible. 0. Los anticuerpos anti-Tg disminuyen y desaparecen en pacientes en remisión, en 2 o 3 años. Su persistencia o reaparición puede ser considerada como un “indicador” de enfermedad. 0. En los de muy bajo riesgo no tratados con I131, el seguimiento se basa en la determinación de Tg bajo l-T4 más ET. 0. Tras la ablación con cirugía y I131 las concentraciones de Tg deben ser indetectables. 0. Los escasos falsos negativos de Tg tras estimulación con TSH suelen ser debidos a adenopatías pequeñas que pueden demostrarse con ET. 0. La Tg puede detectarse varios meses tras la ablación y no debe ser determinada antes de 3 meses del tratamiento inicial. 0. Los ensayos de Tg supersensibles tienen menos especificidad, por lo que no se recomiendan. 0. Para asegurar la continuidad en el seguimiento deberá utilizarse el mismo ensayo de Tg. Conducta a seguir ante Tg elevada, RCT negativo 0. En pacientes con Tg elevada (superior a 10 ng/ml tras TSH) o aumento progresivo de Tg (bajo l-T4 o tras estímulo con TSH) y no evidencia de enfermedad, debe realizarse RCT entre 3 y 5 días tras 3,7 GBq (100 mCi) de I131 lo que podrá identificar focos neoplásicos no detectados. 0. En pacientes con RCT negativo no se repetirá la administración de I131. 0. Podrán utilizarse otros procedimientos diagnósticos de imagen como: la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la 18fluoro desoxiglucosa- tomografía con emisión de positrones. Conducta a seguir ante pacientes con anticuerpos anti-Tg positivos 0. No debe interpretarse como remisión y deben seguirse con RCT periódicos y ET. 0. Ante la sospecha de enfermedad a distancia se utilizarán técnicas como: la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la 18fluoro desoxiglucosa- tomografía con emisión de positrones. 0. La desaparición de los anticuerpos anti-Tg durante el seguimiento puede ser considerada como evidencia de remisión. Papel del RCT diagnóstico 0. Se administra entre 74 y 185 MBq (de 2 a 5 mCi) de I131 y el RCT se lleva a cabo 2 o 3 días más tarde. 0. En pacientes con restos tiroideos pequeños, el RCT tras dosis elevadas de I131 es más sensible que el RCT diagnóstico. 0. La mejor definición actual de la ablación completa es la constatación de Tg indetectable tras estímulo con TSH y ET normal. Otros procedimientos 0. Incluye: tomografía computarizada del cuello y tórax y resonancia magnética de los huesos y cerebro. La gammagrafía ósea es poco sensible. 0. La 18fluoro desoxiglucosa- tomografía con emisión de positrones está poco indicada en estos pacientes. Es útil para localizar focos neoplásicos en la parte posterior del cuello o mediastino. Puede serlo también antes de tratamientos agresivos para asegurar la ausencia de otras localizaciones. Su sensibililad mejora con el estímulo por TSH y la captación elevada de 18fluoro desoxiglucosa tiene un significado pronóstico desfavorable. 0. Otros trazadores como la metayodo bencilguanidina y la octreótida tienen poco interés. Seguimiento a largo plazo 0. En los de bajo riesgo sin evidencia de enfermedad a los 9 o 12 meses se disminuye la dosis de l-T4, entonces o 1 o 2 años después. 0. En los de riesgo elevado se debe mantener la TSH suprimida varios años. Cuando no haya evidencia de enfermedad el riesgo de recurrencia es pequeño y entonces pueden pasar a considerarse de bajo riesgo. 0. El seguimiento se basa en la TSH basal y determinación de Tg bajo l-T4; por otro lado la ET se realizará sólo en pacientes con hallazgos sospechosos. 0. La utilidad del control de Tg tras estímulo con TSH durante 3 o 5 años está pendiente de confirmación. 0. El seguimiento de los cánceres será de por vida. Conducta a seguir en pacientes con enfermedad recurrente o metastásica. Recurrencia locorregional. 0. La base para su abordaje es la combinación de cirugía y I131 y cuando la extirpación no pueda ser completa puede indicarse radioterapia externa. Metástasis pulmonares 0. Si captasen I131, el tratamiento consistirá en la administración de I131 tras retirada de lT4 y se emplearán dosis entre 3,7 y 7,4 GBq (100-200 mCi) de I131o mayores; se administrarán cada 4 u 8 meses durante los primeros 2 años y después con intervalos más largos. La respuesta se valorará con el RCT y Tg. Metástasis óseas 0. Se tratarán mediante una combinación de cirugía y I131 y también radioterapia externa como tratamiento resolutivo o para control del dolor. Metástasis cerebrales 0. Son raras y si fuese posible deben ser resecadas y si no se administrará I131 o radioterapia externa paliativa. Efectos nocivos del I131 Efectos precoces. 0. Pueden presentar tiroiditis, que se puede resolver con glucocorticoides durante unos días. 0. Anomalías del gusto y del olfato que son frecuentes pero transitorias así como náuseas y vómitos. 0. Sialadenitis. 0. Exposición radioactiva de la vejiga y las gónadas. 0. Hipoespermia que suele ser transitoria. Por ello se debe ofrecer el banco de esperma cuando se planteen dosis múltiples de I131. 0. El embarazo no es aconsejable como mínimo 4 meses después en el caso del hombre y de 6 meses en el de la mujer. El riesgo de aborto está algo aumentado entre 6 y 12 meses después del tratamiento con I131. 0. La lactancia se debe suprimir. Efectos tardíos: 0. Se ha observado un aumento del riesgo de leucemias y cánceres en pacientes con dosis acumuladas de más de 22 GBq, casi 600 mCi de I131. 0. La fibrosis radioactiva puede ocurrir en pacientes con metástasis difusas pulmonares que han recibido dosis repetidas de I131. Papel de la radioterapia externa, quimioterapia y terapia experimental. 0. La radioterapia debe ser cuidadosa para no provocar mielopatía por radiación. La dosis total será de 60 Gy en el cuello y mediastino superior, en 30 sesiones con 5 sesiones por semana. Cuando haya focos residuales importantes debe iniciarse con 5 o 10 Gy. Estará indicada como tratamiento inicial o en recurrencias en casos de tumores irresecables o invasión local que no concentre I131. 0. La quimioterapia citotóxica no es un tratamiento habitual. Su uso estaría restringido a pacientes con enfermedad progresiva incontrolable con cirugía, I131 u otros tratamientos. La respuesta, con un solo fármaco, doxorrubicina o con la combinación doxorrubicina y cisplatino, es parcial, transitoria y sin que se observe mayor supervivencia. 0. Los tratamientos moleculares, como inhibidores de las tiroisina cinasas, agentes antiangiogénicos, inmunomoduladores y terapia génica, están siendo estudiados en ensayos prospectivos y pueden ser una esperanza en los casos de carcinomas tanto medulares como del epitelio folicular avanzados. COMENTARIOS Las presentes recomendaciones basadas en la experiencia abundante y científicamente cualificada en la conducta a seguir en el nódulo tiroideo y el cáncer diferenciado de tiroides del epitelio folicular constituyen un paso importante y cualitativo. Pese a que las guías y consensos tienen sus limitaciones, la publicación de recomendaciones claras y precisas proveen al clínico del mejor instrumento de actuación basado en la evidencia1-3. A partir de ahora el reto será que quedará por realizar estudios prospectivos que evalúen la validez de todas estas recomendaciones y que definan que se ha obtenido un mejor seguimiento clínico y futuro de los pacientes, así como el análisis detallado de los aspectos críticos más controvertidos. La revisión de la guía norteamericana3 reciente modifica varias recomendaciones y establece de forma similar a la europea2 una serie de aspectos prácticos que de forma resumida son que los tumores de más de 1 cm deben ser tratados con tiroidectomía total o casi total. A los pacientes afectos de metástasis ganglionares del compartimento central o laterales deberá practicárseles la disección terapéutica ganglionar cervical. Los que presenten tumores avanzados, estadios T3 y T4 deben tratarse con disección cervical profiláctica. Establece sin embargo una estadificación en riesgo diferente, riesgo bajo, intermedio y elevado. La ablación con I131 deberá realizarse a pacientes con tumores mayores de 4 cm, invasión extratiroidea o metástasis a distancia. Propone de forma decidida que los tratamientos con inhibidores de las tiroisina cinasas, agentes antiangiogénicos, inmunomoduladores y terapia génica deberán de tenerse en cuenta en casos avanzados y refractarios al tratamiento con I131. Otra guía como la latinoamericana8 establece una serie de diferencias respecto a la americana que fundamentalmente son la tiroidectomia total independientemente del tamaño tumoral y el tratamiento ablativo con I131 en los casos de riesgo bajo; todo ello está condicionado fundamentalmente por la dificultad del control en muchos casos debido a la distancia entre la ubicación de los pacientes y los centros donde se les atiende, así como al menor uso de técnicas caras como la TSHhr y la 18fluoro desoxiglucosa- tomografía con emisión de positrones. De todas las maneras, globalmente, es mucho mayor el número de similitudes que de diferencias entre ambas, lo que condiciona el que todas estas recomendaciones y su análisis futuro resolverán las diferencias que pueda haber en la práctica y que con ellas podremos proveer de un cuidado mejor a nuestros pacientes con nódulo tiroideo y cáncer de tiroides en todos los ámbitos. El grupo de Cáncer de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología está formado por: Cristina Álvarez, Elías Álvarez, Enmma Anda, Amparo Calleja, Sergio Donnay, Demetria Drigopoulous, Juan Carlos Galofré, José Manuel Gómez, Álvaro Larrad, Luis López-Penabad, Anna Maria Lucas, Edelmiro Ménendez, Pablo Moreno, María Angustias Muros, Elena Navarro, Vicente Pereg, Begoña Pérez, Franco Sánchez-Franco, Javier Santamaría y Carlos Zafón. Bibliografía 0. 1. Cooper DS, Doherty GM, Haugen BR, Kloos RT, Lee SL, Mandel SL, et al. Management guidelines for patients with thyroid nodules and differentiated thyroid cancer. Thyroid. 2006; 16: 1-33. 0. 2. Pacini F, Schlumberger M, Dralle H, Elisei R, Smit JW, Wiersinga W, and the European Thyroid Cancer Taskforce. European consensus for the management of patients with differentiated thyroid cancer of the follicular epithelium. Eur J Endocrinol. 2006; 154: 787-903. 0. 3. Cooper DS, Doherty GD, Haugen BR, Kloos RT, Lee SL, Mandel SL, et al. Revised American Thyroid Association management guidelines for patients with thyroid nodules and differentiated thyroid cancer. Thyroid. 2009; 19: 1167-214. 0. 4. Sánchez Franco F. Directices para el tratamiento del carcinoma diferenciado de tiroides. Endocrinol Nutr. 2005; 52: 23-31. 0. 5. José Manuel Gómez Sáez en nombre del grupo de Cáncer de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología. ¿Está de acuerdo nuestra conducta ante el nódulo tiroideo y càncer diferenciado de tiroides con la guía norteamericana y el consenso europeo? . Endocrinol Nutr 0. 6. Reverter JL, Colomé E, Puig-Domingo M, Julián T, Halperin I, Sanmartí A. Percepción de los endocrinólogos clínicos sobre los potenciales efectos perjudiciales del tratamiento supresor de la TSH en el carcinoma diferenciado de tiroides. Endocrinol Nutr 0. 7. Galofré JC. Editorial Endocrinol Nutr 0. 8. Pitoia F, Ward LS. Differences between Latin American and American Associations´ Thyroid Cancer Guidelines. 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