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Intervenciones no clínicas para la reducción de la cesárea innecesaria Suthit Khunpradit, Emma Tavender, Pisake Lumbiganon, Malinee Laopaiboon, Jason Wasiak, Russell L Gruen Cómo citar la revisión: Khunpradit S, Tavender E, Lumbiganon P, Laopaiboon M, Wasiak J, Gruen R. Intervenciones no clínicas para la reducción de la cesárea innecesaria (Revision Cochrane traducida). Cochrane Database of Systematic Reviews 2011 Issue 6. Art. No.: CD005528. DOI: 10.1002/14651858.CD005528 Usado con permiso de John Wiley &. Sons, Ltd. © John Wiley & Sons, Ltd. Ningún apartado de esta revisión puede ser reproducido o publicado sin la autorización de Update Software Ltd. Ni la Colaboración Cochrane, ni los autores, ni John Wiley & Sons, Ltd. son responsables de los errores generados a partir de la traducción, ni de ninguna consecuencia derivada de la aplicación de la información de esta Revisión, ni dan grantía alguna, implícita o explícitamente, respecto al contenido de esta publicación. El copyright de las Revisiones Cochrane es de John Wiley & Sons, Ltd. El texto original de cada Revisión (en inglés) está disponible en www.thecochranelibrary.com. Intervenciones no clínicas para la reducción de la cesárea innecesaria Resumen Antecedentes Las tasas de cesárea han aumentado de forma sostenida a nivel global. Los factores que contribuyen a estos aumentos observados son complejos. Las intervenciones no clínicas, que se aplican independientemente de la atención al paciente en una consulta, pueden tener una función para reducir las cesáreas innecesarias. Objetivos Evaluar la efectividad y la seguridad de las intervenciones no clínicas para reducir las cesáreas innecesarias. Estrategia de búsqueda Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas: Registro Especializado del Grupo Cochrane para una Práctica y Organización Sanitaria Efectivas (Cochrane Effective Practice and Organisation of Care, EPOC), (29 marzo 2010), Registro Especializado del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (29 marzo 2010), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (The Cochrane Library 2010, número 2); MEDLINE (1950 hasta marzo 2010); EMBASE (1947 hasta marzo 2010) y en CINAHL (1982 hasta marzo 2010). Criterios de selección Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA), estudios cuasiexperimentales, ensayos clínicos controlados (ECC), estudios controlados del tipo antes y después (ECAD) (before and after studies) con al menos dos sitios intervención y control y análisis de series de tiempo interrumpido (STI) donde el tiempo de intervención se definió claramente y hubo al menos tres puntos de datos antes y tres puntos de datos después de la intervención. Los estudios evaluaron intervenciones no clínicas para reducir las tasas de cesáreas innecesarias. Los participantes incluyeron embarazadas y sus familias, profesionales sanitarios que trabajan con embarazadas, comunidades y grupos de apoyo. Obtención y análisis de los datos Tres revisores evaluaron de forma independiente la calidad y extrajeron los datos de todos los estudios elegibles mediante un formulario estandarizado de extracción de datos, modificado a partir de las listas de verificación del Grupo Cochrane para una Práctica y Organización Sanitaria Efectivas (EPOC). Se contactó con los autores de los estudios para obtener información adicional. Resultados principales Se incluyeron 16 estudios en esta revisión. Seis estudios estaban dirigidos específicamente a las embarazadas. Dos ECA mostraron ser efectivos para reducir las tasas de cesárea: un programa de entrenamiento de relajación realizado por personal de enfermería para las mujeres con temor o ansiedad por el parto y sesiones de preparación del parto. Sin embargo, ambos ECA fueron pequeños y estaban dirigidos a las madres más jóvenes durante su primer embarazo. No hay pruebas suficientes de que la educación prenatal y los programas de apoyo, la ayuda a las pacientes para tomar decisiones mediante la computadora, los folletos de ayuda para tomar decisiones ni la terapia grupal intensiva sean eficaces. Diez estudios se dirigieron a los profesionales de la salud. Tres de estos estudios fueron eficaces para reducir las tasas de cesárea. Un ECA grupal de la implementación de guías con una segunda opinión obligatoria dio lugar a una reducción pequeña estadísticamente significativa en las tasas de cesárea totales (diferencia de riesgos [DR] ajustada -1,9; intervalo de confianza [IC] del 95%: -3,8 a -0,1); esta reducción tuvo lugar predominantemente en las cesáreas intraparto. Un estudio de STI de segunda opinión obligatoria y retroalimentación de revisión por pares con reuniones del departamento encontró resultados estadísticamente significativos a los 48 meses en la reducción de las tasas de cesárea repetida (el cambio en el nivel fue -6,4%; IC del 95%: -9,7% a -3,1% y el cambio en la pendiente -1,14%; IC del 95%: -1,9% a -0,3%), pero no en las tasas de cesárea totales. Un ECA grupal de la implementación de guías con el apoyo de los líderes locales de opinión aumentó la proporción de mujeres con una cesárea anterior a las que se les ofreció un ensayo de trabajo de parto (diferencia absoluta del 16,8%) y del número que tuvo un parto vaginal (tasas de PVDC) (diferencia absoluta del 13,5%). Sin embargo, los valores de p no se informaron debido a errores en la unidad de análisis. No hubo pruebas suficientes de que la auditoría y la retroalimentación, el entrenamiento del personal de enfermería de la salud pública, la reforma de los seguros, la revisión externa por pares ni los cambios legislativos sean eficaces. Conclusiones de los autores La implementación de guías con segunda opinión obligatoria puede dar lugar a una reducción pequeña en las tasas de cesárea, principalmente en las cesáreas intraparto. La revisión por pares, incluida la consulta antes de la cesárea, la segunda opinión obligatoria y la vigilancia posterior a la cesárea pueden dar lugar a una reducción de las tasas de cesáreas repetidas. En ciertos ámbitos, las guías difundidas con aval y apoyo de los líderes locales de opinión pueden aumentar la proporción de mujeres con cesáreas anteriores a las que se les ofrece un ensayo de trabajo de parto. Las clases de relajación realizadas por personal de enfermería y las clases de preparación para el parto pueden reducir las tasas de cesárea en los embarazos de bajo riesgo. Resumen en términos sencillos Intervenciones no clínicas para la reducción de la cesárea innecesaria Una cesárea es una operación que se utiliza para reducir las complicaciones del parto. Aunque puede salvar la vida de la madre y del feto, la cesárea no está libre de riesgo y no debe realizarse cuando no es necesario. El número de cesáreas ha aumentado en los países desarrollados y en desarrollo. Aunque pueden existir razones médicas para este aumento, muchos consideran que los factores no médicos son responsables, al menos en parte. Esta revisión examina el efecto y la seguridad de las estrategias para reducir las cesáreas innecesarias. Esta revisión no examina las estrategias médicas para reducir las cesáreas innecesarias como la versión cefálica externa (cuando los médicos intentan voltear a un feto en posición podálica antes del parto) o el apoyo a la madre durante el trabajo de parto. Esta revisión examina estrategias como proporcionarles educación a los profesionales de la salud y a las madres, o hacer que sea obligatorio buscar una segunda opinión. Esta revisión encontró 16 estudios. En los embarazos de bajo riesgo las clases de relajación realizadas por personal de enfermería y las clases de preparación del parto para las madres pueden reducir el número de cesá- Traducción realizada por el Centro Cochrane Iberoamericano. Usado con permiso de John Wiley & Sons, Ltd. 2 Intervenciones no clínicas para la reducción de la cesárea innecesaria reas. Sin embargo, la educación prenatal y los programas de apoyo, la ayuda a las pacientes para tomar decisiones mediante la computadora, los folletos de ayuda para tomar decisiones y la terapia grupal intensiva no han mostrado que disminuyan de forma eficaz la cesárea. La implementación de guías con segunda opinión obligatoria, la implementación de guías con apoyo de los líderes locales de opinión y la auditoría y retroalimentación proporcionada a profesionales individuales pueden reducir las cesáreas. Estas conclusiones se basan en estudios individuales y se debe tener precaución al aplicarlas en poblaciones muy diferentes o con intervenciones significativamente diferentes. Antecedentes La cesárea es una intervención para reducir las complicaciones asociadas con el parto. Aunque este procedimiento puede salvar la vida de la madre y del feto, la cesárea también se utiliza en situaciones en las que ni la madre ni el feto tienen un riesgo mayor de complicaciones que el resto de la población periparto. La cesárea por sí misma tiene riesgos que incluyen infecciones maternas, hemorragia, transfusión, lesión a otros órganos, complicaciones anestésicas y complicaciones psicológicas. En algunos ámbitos se ha informado que la mortalidad materna asociada con la cesárea es dos a cuatro veces mayor que la asociada con el parto vaginal (ICAN 2002). Las tasas de cesárea informadas varían, especialmente entre los países desarrollados y en desarrollo. En Inglaterra, Escocia, Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca las tasas de cesárea parecen haber aumentado de alrededor del 4% al 5% en 1970 al 20% al 22% en 2001 (GSS 2001; Macfarlane 2000; Mayor 2002; Norton 1987; Notzon 1994; Thomas 2001). En los países de ingresos bajos y medios las tasas también han aumentado significativamente durante este período. Tasas por encima del 15% se informan en más de la mitad de los países latinoamericanos (Belizan 1999). Chile tenía la tasa más alta: 40% en 1997 (Murray 2000). En Brasil, las tasas de cesárea aumentaron del 15% en 1970 al 31% en 1980 (BEMFAM 1997). Los datos de Asia informan tendencias similares: en un hospital chino la tasa de cesárea aumentó del 11% en 1990 al 30% en 1997 (Wu 2000). Una encuesta poblacional realizada en Shanghai, China, mostró que la tasa de cesárea aumentó del 4,7% entre 1960 y 1979 al 22,5% entre 1988 y 1993 (Cai 1998). En Tailandia la tasa ha aumentado de forma sostenida del 15,2% en 1990 al 22,4% en 1996 (Teerawattananon 2003). Los motivos clínicos, demográficos, socioeconómicos y relacionados con los servicios de salud de las tasas ascendentes se han estudiado ampliamente y hay un consenso cada vez mayor de que los factores clínicos solos no pueden explicar los aumentos observados. En 1985 la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una declaración de consenso que indicaba que era poco probable que hubiera algún beneficio de salud adicional asociado con tasas de cesárea por encima del 10% al 15% (WHO 1985). Sakala 1993 indicó que las tasas de cesárea del 6% al 16,5% eran médicamente justificables. Los partos por cesáreas innecesarias son los procedimientos que se realizan sin que existan indicaciones médicas como factores de riesgo maternos significativos, anomalías fetales, complicaciones del embarazo, peso al nacer < 2500 g o > 4000 g, y complicaciones del trabajo de parto o el parto (Koroukian 1998). Generalmente los partos por cesárea innecesaria son los que no tienen indicaciones médicas en las cuales la madre está expuesta a daños potenciales que superan los beneficios potenciales (Kabir 2004). Koroukian 1998 calculó que el 6,8% de las cesáreas primarias y el 39,2% de las cesáreas repetidas son innecesarias. Aunque es posible recomendar una tasa objetivo, es poco probable que sea la misma en cada ámbito y depende de los factores clínicos y de los recursos humanos (WHO 1985). El incremento de las tasas de cesárea podría ser el resultado del aumento del uso de la inducción del trabajo de parto, del uso de la cardiotocografía intraparto en mujeres de bajo riesgo, o de factores de riesgo maternos como la obesidad y la edad avanzada. Hay muchas indicaciones adecuadas para la cesárea, y es posible que la reducción de las tasas no siempre sea beneficiosa. Sin embargo, en general se considera que es importante la reducción de las cesáreas innecesarias. Las intervenciones clínicas que podrían ayudar a reducir las tasas de cesárea incluyen la versión cefálica externa (VCE) después de las 36 semanas (NICE 2004), el apoyo continuo durante el trabajo de parto (Hodnett 2003), el uso de un partograma con una línea de acción de cuatro horas en el trabajo de parto, el muestreo sanguíneo fetal antes de la cesárea con un registro cardiotocográfico anormal en el trabajo de parto y el apoyo a las mujeres que eligen el parto vaginal después de la cesárea (NICE 2004). Éstas son decisiones clínicas y no se incluyen en esta revisión. Sin embargo, las tasas de cesárea también se pueden reducir mediante intervenciones relacionadas con políticas como la solicitud de una segunda opinión por un obstetra al decidir una cesárea (Althabe 2004), la educación de los profesionales de la salud (Zwarenstein 2004), la educación de los pacientes y la comunidad, los mecanismos de auditoría y retroalimentación (Jamtvedt 2004), las guías de práctica clínica, las estrategias de mejoría de la calidad y los incentivos financieros (Walker 2002). Se necesita una revisión para determinar la efectividad de las diversas opciones de políticas para reducir las tasas de cesáreas innecesarias. Objetivos Determinar la efectividad y la seguridad de las intervenciones no clínicas para la reducción de las tasas de cesáreas innecesarias. Las intervenciones no clínicas se refieren a las que se aplican independientemente de la atención de la paciente en una consulta entre un profesional sanitario particular y una paciente particular. Métodos Criterios para la inclusión de los estudios para esta revisión Tipos de estudios Ensayos controlados aleatorios (ECA), estudios cuasiexperimentales, ensayos clínicos controlados (ECC), estudios controlados del tipo antes y después (ECAD) (before and after studies) con al menos dos sitios intervención y dos sitios control y análisis de series de tiempo interrumpido (STI) donde el momento de la intervención se haya definido claramente y en los que existan al menos tres puntos de datos antes y tres puntos de datos después de la intervención (EPOC 2002). Tipos de participantes Embarazadas y sus familias, profesionales sanitarios que trabajan con embarazadas, comunidades y grupos de apoyo. Tipos de intervenciones Las intervenciones no clínicas (aplicadas independientemente de una consulta entre un profesional sanitario particular y una paciente particular) administradas a participantes elegibles y Traducción realizada por el Centro Cochrane Iberoamericano. Usado con permiso de John Wiley & Sons, Ltd. 3 Intervenciones no clínicas para la reducción de la cesárea innecesaria dirigidas a reducir las tasas de cesáreas innecesarias se agruparon de la siguiente manera: • intervenciones dirigidas a la paciente • profesional, incluida educación, auditoría y retroalimentación, guías de práctica; • organizacional, p.ej. estrategias de mejoría de la calidad; • económica, p.ej. incentivos para ciertos procedimientos; y • reguladora, p.ej. segunda opinión obligatoria. Tipos de medida de resultado Medidas de resultado principales • Tasa de cesárea • Tasa de cesárea innecesaria Medidas de resultado secundarias • Complicaciones maternas y fetales o neonatales como mortalidad materna y neonatal, anemia posparto, infección posparto, asfixia al nacer e ingreso a la unidad de cuidados intensivos neonatales • Costos y beneficios financieros observados a partir del cambio en las tasas del procedimiento • Satisfacción del paciente y del profesional En esta revisión se incluyeron otros resultados como información secundaria útil. Sin embargo, no se incluyeron los estudios que sólo informaron "otros" resultados y no incluían los resultados principales de esta revisión. Resultados y Discusión Resumen de los resultados principales Varias intervenciones administradas directamente a las embarazadas fueron efectivas para la reducción de las tasas de cesárea en sólo dos de seis estudios, uno que evaluó la educación de relajación (Bastani 2006) y uno que evaluó las clases de preparación para el parto (Mehdizadeh 2005). De diez estudios que evaluaron intervenciones dirigidas a los profesionales de la salud, tres fueron efectivas para reducir las tasas de cesárea. Las intervenciones que fueron efectivas incluyeron las guías que requirieron una segunda opinión obligatoria (Althabe 2004), las guías con el apoyo de líderes locales de opinión (Lomas 1991) y la revisión por pares internos y la segunda opinión obligatoria (Liang 2004 ). Los factores que afectan a las tasas de cesárea son complejos y determinar la efectividad de las intervenciones que afectan a las tasas de cesárea es un desafío. La decisión de realizar una cesárea puede ser tomada por un médico o por la madre y puede estar afectada por varias influencias externas. La decisión puede tomarse durante una urgencia perinatal, de forma temprana durante el embarazo, o incluso antes de la concepción. Los motivos para ello pueden ser médicos (para la madre o el recién nacido), psicológicos o sociales. Las dos poblaciones principales de embarazadas relevantes para esta revisión (primer embarazo y las que han tenido una cesárea anterior) son muy diferentes, y tienen diferentes inquietudes e intervenciones para promover el parto vaginal. Se ha mostrado que el hecho de haber tenido una cesárea anterior influye de forma muy importante en si una mujer deseará una cesárea (Brown 1996; Tussing 1992). Otros factores asociados de forma independiente con las tasas de cesárea incluyen la edad materna, el peso corporal de la madre (NICE 2004), que las mujeres desean cada vez más determinar cómo y cuándo nace su niño (Lo 2003), las creencias culturales acerca del proceso del parto que hace que la cesárea sea más o menos atractiva (Hsu 2008), la repercusión de la forma del primer parto (Pang 2008) y los cambios generacionales en las responsabilidades laborales y familiares (Scioscia 2008). De hecho, algunos han alegado que es poco probable que las opciones de política sencillas puedan abordar los muchos factores diferentes involucrados de forma efectiva (Scioscia 2008). Exhaustividad y aplicabilidad de la evidencia Los estudios incluidos se publicaron en un período de 17 años (de 1991 a 2008). Los métodos para realizar las investigaciones en esta área y las guías para informar los estudios han mejorado durante este tiempo y estos cambios son evidentes en la variación en la calidad y el informe de los estudios incluidos. Trece de 16 estudios incluidos provienen de una amplia variedad de países de ingresos altos. Hubo grandes diferencias en la naturaleza de las intervenciones y el contexto de cada sitio de estudio; por lo tanto, no fue apropiado agrupar los datos para cualquier resultado. La generalizabilidad y la aplicabilidad de los resultados son dudosas y se debe tener precaución al aplicar los resultados a otros ámbitos. Además, esta revisión enfrenta la dificultad de si los estudios son aplicables en un ambiente nuevo de intervenciones de efectividad conocida, como la auditoría y la retroalimentación o las reuniones educacionales, o si en realidad son intervenciones nuevas en sí mismas. Las actualizaciones futuras de esta revisión pueden considerar la perspectiva de que varias de estas intervenciones están bien establecidas con una efectividad conocida en muchas áreas clínicas, e intentar determinar si hay variaciones significativas del efecto esperado. Calidad de la evidencia La calidad de los 11 ensayos controlados aleatorios (ECA) grupales y de los ECA fue razonablemente buena en cuanto a la generación del proceso de asignación al azar y la ocultación de la asignación. Sin embargo, los cinco estudios de análisis de series de tiempo interrumpido (STI) tuvieron problemas metodológicos significativos. Los resultados de estos estudios deben interpretarse con cautela. Sesgos potenciales en el proceso de revisión Para realizar la revisión se siguieron las guías del Grupo Cochrane para una Práctica y Organización Sanitaria Efectivas (EPOC). Sin embargo, el sesgo de publicación es aún una fuente posible (pero desconocida) de sesgo importante. Acuerdos y desacuerdos con otros estudios o revisiones No se conocen otras revisiones sistemáticas sobre este tema. Conclusiones de los autores Implicaciones para la práctica Las pruebas para la efectividad de las intervenciones dirigidas directamente a las embarazadas son limitadas. Existen algunas pruebas de que la terapia grupal prenatal y las clases de preparación del parto pueden ser efectivas para reducir las tasas de cesárea en los embarazos de bajo riesgo. Sin embargo, las pruebas que existen están limitadas a estudios pequeños realizados en países de ingresos bajos y medios con un nivel alto preexistente de tasas de cesárea. La aplicabilidad de estas pruebas a otros ámbitos y poblaciones debe considerarse con precaución. Traducción realizada por el Centro Cochrane Iberoamericano. Usado con permiso de John Wiley & Sons, Ltd. 4 Intervenciones no clínicas para la reducción de la cesárea innecesaria La introducción de las guías de práctica clínica que requieren una segunda opinión obligatoria o son apoyados por los líderes locales de opinión y la revisión por pares internos aplicada a departamentos individuales, pueden dar lugar a reducciones en las tasas de cesárea. Sin embargo, las pruebas son débiles y deben considerarse los costos y los beneficios potenciales de la introducción de estas intervenciones. Implicaciones para la investigación Se necesitan investigaciones con bajo riesgo de sesgo que aborden la efectividad de intervenciones específicas, en el momento óptimo y que sean ampliamente generalizables. Esta investigación se debe dirigir a lograr la mayor ganancia posible, que parece encontrarse entre las mujeres con bajo riesgo (mujeres jóvenes en su primer embarazo y las que tienen un parto vaginal anterior sin complicaciones), especialmente en áreas con tasas altas de cesárea iniciales en este grupo. Los partos vaginales después de la cesárea (PVDC) son otro grupo importante de mujeres y se necesitan investigaciones sobre intervenciones efectivas para reducir las cesáreas posteriores. Los estudios no se deben diseñar para probar intervenciones que se utilicen demasiado tarde en el embarazo, después de que las madres hayan decidido por sí mismas el momento y la forma del parto. Además, debido a la complejidad de los factores asociados con la cesárea, la variedad de motivos por los que se podría elegir la cesárea y la variabilidad de las tasas de cesárea y de la mortalidad perinatal entre los países, es probable que la tasa de cesárea general sea una medida demasiado grosera para estudiar la efectividad de intervenciones únicas. Se necesitan ensayos con diseño, realización y análisis apropiados. Si los ensayos no son verdaderamente factibles, entonces pudiera serlo una serie de tiempo interrumpido controlada bien diseñada. Los estudios deben tener suficiente poder estadístico para poder detectar diferencias entre subgrupos importantes de madres que pueden (o no) reaccionar de otra forma a las intervenciones. Se debe realizar un trabajo preparatorio suficiente específico para el contexto que brinde la confianza de que la intervención aborda la variedad apropiada de factores maternos y relacionados con los profesionales de la asistencia sanitaria que se asocian con el resultado de interés. Traducción realizada por el Centro Cochrane Iberoamericano. Usado con permiso de John Wiley & Sons, Ltd. 5