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Southern Caregiver Resource Center
Caring for those who care for others
Hoja Informativa
La apoplejía o derrame cerebral
La apoplejía o derrame cerebral es un daño
cerebral provocado por la interrupción del
suministro de sangre al cerebro. Sus causas
pueden ser las siguientes:
•
Trombosis: Estrechamiento progresivo
y bloqueo eventual de una arteria del
cerebro o el cuello, por lo general
debido a la acumulación de colesterol y
depósitos grasos. Aproximadamente un
60% de los derrames cerebrales se
deben a la trombosis.
•
Embolia: Bloqueo de una arteria del
cerebro o del cuello por un coágulo o
"émbolo". Los coágulos pueden ser
coágulos sanguíneos que se forman en
otra parte del organismo (por lo general
en el corazón) y que se trasladan al
cerebro, o pueden ser pequeños
desprendimientos de los depósitos
grasos que revisten las arterias.
Aproximadamente un 20% de todos los
derrames cerebrales se deben a la
embolia.
•
Hemorragia: Ruptura de una arteria del
cerebro o de la superficie cerebral.
Dichas rupturas pueden deberse a un
aneurisma (una zona fina y débil de la
pared arterial) o a una malformación
congénita del sistema circulatorio
cerebral. Las hemorragias pueden
producirse dentro del propio cerebro o
en el espacio que media entre el
cerebro y la membrana protectora
exterior. Aproximadamente un 20% de
todos los derrames cerebrales se
deben a las hemorragias.
Cifras
Los derrames cerebrales siguen siendo la
tercera causa de muerte en Estados Unidos.
De acuerdo con la Asociación Nacional contra
los Derrames Cerebrales (National Stroke
Association), los derrames cerebrales afligen
cada año a aproximadamente 730,000
estadounidenses, de los que fallecen unos
160,000 y se afectan para siempre las vidas de
los 570,000 que logran sobrevivir. Se estima
que en la actualidad viven en Estados Unidos
unos cuatro millones de supervivientes de
apoplejía.
Síntomas
Algunos derrames cerebrales son precedidos
por señales de alerta denominados accidentes
isquémicos transitorios (TIA). Los TIA
provocan la interrupción transitoria del flujo
sanguíneo dentro del cerebro o en el acceso al
cerebro. (La apoplejía o derrame cerebral es la
interrupción permanente del suministro de
sangre a una región del cerebro). Entre los TIA
o señales de alerta de la apoplejía están los
siguientes:
• Pérdida de sensibilidad, debilidad o
parálisis del rostro, brazo o pierna,
especialmente en un solo lado del
cuerpo.
• Súbita aparición de visión nublada o
reducida en uno o dos ojos.
• Dificultad para hablar o para
comprender frases sencillas.
San Diego Main Office: 3675 Ruffin Road, Suite 230 • San Diego CA 92123
(858) 268-4432 • (800) 827-1008 • (858) 268-7816 Fax • E-mail: [email protected]
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El Centro Office: 119 South Fifth Street • El Centro CA 92243
(760) 352-2588 • (760) 352-2583 Fax
Falta de equilibrio, mareo o pérdida de
la coordinación, especialmente cuando
se combinan con otros signos de alerta.
• Fuerte dolor de cabeza, localizado y sin
explicación aparente, de aparición
súbita.
Es importante que sepamos reconocer estos
graves signos de alerta. Aunque quizás no
provoquen dolor y puedan desaparecer
rápidamente, son señales claras de que poco
después podría ocurrir un derrame cerebral. Si
se le presenta cualquiera de estas señales de
advertencia de apoplejía, ¡llame de inmediato
al teléfono 911!
•
•
Trastornos de la comunicación—El
término afasia se emplea para describir
a un conjunto de dificultades de la
comunicación, que incluyen los
problemas del habla, la comprensión, la
lectura y la escritura.
•
Labilidad emocional—
Manifestaciones exteriores,
incontrolables y sin explicación
aparente, de llanto, ira o risa que no
guardan relación con el verdadero
estado emocional del paciente. Por lo
general dichos episodios se inician y
terminan rápidamente y se disipan con
el tiempo.
•
Depresión—Una reacción natural que
se origina por causas fisiológicas y
psicológicas. Algunos factores
importantes para predecir la presencia
y gravedad de las depresiones
posteriores a la apoplejía son la historia
previa de depresiones, la ubicación y la
amplitud del derrame cerebral.
Efectos
Los efectos específicos que sufra el paciente
tras sobrevivir a un derrame cerebral
dependerán de la ubicación y la extensión de
la apoplejía. Por ejemplo, los derrames
cerebrales que se producen en el hemisferio
izquierdo del cerebro pueden afectar a la
comunicación y la memoria, así como a los
movimientos del lado derecho del cuerpo. Los
derrames cerebrales que se producen en el
hemisferio derecho del cerebro pueden afectar
a las capacidades espaciales y de percepción,
así como a los movimientos del lado izquierdo
del cuerpo. En general, las apoplejías de gran
amplitud (que dañan a un volumen significativo
de tejidos cerebrales) provocan un mayor
número de efectos e incrementan su gravedad.
Diagnóstico
El desarrollo de la tecnología médica ha
incrementado la capacidad de los médicos
para diagnosticar con exactitud los derrames
cerebrales y para evaluar el daño producido en
el cerebro. Sin embargo, no siempre es fácil
identificar las pequeñas apoplejías, porque el
paciente y sus familiares pueden pasar por alto
los síntomas, atribuyéndolos a fenómenos
naturales del proceso de envejecimiento, y
porque se pueden confundir con los síntomas
de otras enfermedades neurológicas. Como ya
se apuntó anteriormente, toda manifestación
de señales de advertencia de derrames
cerebrales exige una evaluación inmediata de
emergencia.
Aunque no hay dos supervivientes de
derrames cerebrales que sufran exactamente
de las mismas lesiones o incapacidades, entre
los síntomas físicos, cognitivos y emocionales
comunes a muchos supervivientes están los
siguientes:
•
•
Parálisis—Por lo general en un solo
lado del cuerpo (el lado opuesto al
hemisferio en que se produjo el
derrame cerebral), incluidos el rostro y
la boca. Los pacientes pueden
presentar dificultades para deglutir.
Tratamiento
Como ya hemos dicho, los signos de alerta de
apoplejía exigen una inmediata evaluación
médica de emergencia. Una de las razones
que explican esa urgencia es que los
investigadores han descubierto recientemente
que el daño cerebral relacionado con el
derrame cerebral puede extenderse mucho
más allá de la zona directamente afectada por
Trastornos de la visión—Es posible
que los pacientes no puedan enfocar la
vista, que presenten un punto ciego,
que sufran trastornos de la visión
periférica o debilidad de la visión en
uno de los ojos.
2
mediante la atención médica y cambios
sencillos en el estilo de vida.
la apoplejía y puede agravarse en las primeras
24 horas. Los investigadores están intentando
limitar o evitar ese daño secundario al
investigar la posibilidad de proteger al cerebro
con determinados fármacos administrados en
las primeras seis horas posteriores al derrame
cerebral.
Cuando se produce la apoplejía es necesaria
la hospitalización del paciente para determinar
la causa, iniciar el tratamiento y evitar las
complicaciones que pudieran surgir. La
rehabilitación se inicia una vez que se
estabiliza el estado del superviviente del
derrame cerebral y se compruebe que se ha
detenido el deterioro neurológico.
•
Hipertensión (presión sanguínea
alta): La hipertensión significa un nivel
estable de presión sanguínea por
encima de 140/90. La presión
sanguínea alta daña las paredes
arteriales y puede incrementar la
coagulación que a su vez conduce a la
formación de coágulos que provocan la
apoplejía. La hipertensión puede
incrementar entre dos y seis veces el
riesgo de derrames cerebrales.
•
Fibrilación auricular: La fibrilación
auricular (AF) es el nombre que se da a
un tipo específico de ritmo cardíaco
irregular que afecta a más de un millón
de estadounidenses. En la AF, la
aurícula izquierda (el compartimento
superior izquierdo) del corazón late de
manera rápida e impredecible.
Normalmente, los cuatro
compartimentos del corazón laten con
el mismo ritmo, entre 60 y 100 veces
por minuto. En las personas que
padecen de AF, la aurícula izquierda
puede latir hasta 400 veces por minuto.
Si no recibe tratamiento, la AF puede
incrementar entre cuatro y seis veces el
riesgo de apoplejía. A largo plazo, la AF
sin tratamiento también puede debilitar
el corazón, lo que puede provocar un
infarto cardíaco.
•
Fumar: Además de dañar los
pulmones, la adicción al tabaco
también daña las paredes de los vasos
sanguíneos, acelera el endurecimiento
de las arterias, incrementa el trabajo
del corazón y eleva la presión
sanguínea. El hábito de fumar puede
elevar al doble el riesgo de derrames
cerebrales. Es bueno señalar que si
alguien deja de fumar en el día de hoy,
dentro de 2 á 5 años su riesgo de
apoplejía será el mismo de aquellas
personas que nunca han fumado.
•
Alto nivel de colesterol y exceso de
peso: En los adultos, lo mejor es un
nivel de colesterol de 200 o menos. El
La rehabilitación puede incluir la capacitación
intensiva dirigida a la recuperación de distintos
aspectos: el movimiento; el equilibrio; la
percepción del espacio y del cuerpo; el control
de esfínteres; el lenguaje; y nuevos métodos
de adaptación psicológica y emocional. Los
programas de rehabilitación tras los derrames
cerebrales exigen el esfuerzo coordinado de
muchos profesionales de la salud.
Aproximadamente un 80% de los
supervivientes de apoplejía presentan
trastornos físicos, de la percepción y del
lenguaje que se pueden curar a través de la
rehabilitación. Muchos no reciben los servicios
que necesitan porque no se les remite a dichos
servicios, o porque los seguros
gubernamentales o privados no los cubren.
Los trabajadores sociales pueden contribuir a
aliviar el costo económico de la atención a
largo plazo.
Factores de riesgo
Hay diversos factores de riesgo que provocan
que determinadas personas tengan más
probabilidades de sufrir una apoplejía. Dichos
riesgos se clasifican como controlables
(aquellos que la persona puede modificar) e
incontrolables (aquellos que no se pueden
modificar).
Factores de riesgo de derrames
cerebrales controlables
La buena noticia es que el 50% de los
derrames cerebrales se pueden evitar
3
excedente de colesterol puede
depositarse en las paredes arteriales y
conducir al bloqueo eventual de dichos
vasos a causa de una trombosis. El
peso excesivo dificulta el
funcionamiento de todo el sistema
circulatorio y predispone a la persona a
otros factores de riesgo de apoplejía,
como la presión sanguínea alta.
Derrames cerebrales recurrentes
La historia personal de derrames cerebrales
puede incrementar en diez veces el riesgo de
una nueva apoplejía. Además de concentrar la
atención en los factores controlables de riesgo
de derrames cerebrales, algunos
supervivientes podrán reducir la probabilidad
de una nueva apoplejía mediante la
medicación indicada por el médico.
Factores de riesgo de derrames
cerebrales incontrolables
Lecturas recomendadas
Stroke and Cerebrovascular Diseases: A
Guide for Patients and Their Families, 1999,
The Stanford Stroke Center, 701 Welch Road,
Bldg. B, Suite 325, Palo Alto, CA 94304, (650)
723-4448.
Aunque no es posible modificar estos factores
de riesgo, sí se puede reducir a un mínimo su
repercusión sobre el riesgo general de
apoplejías si se concentra el esfuerzo en los
factores de riesgo que sí son controlables.
•
Edad: El riesgo de derrames cerebrales
se duplica cada diez años después de
los 55 años de edad.
•
Sexo: Los hombres tienen un riesgo de
apoplejía ligeramente superior al de las
mujeres.
•
Brain Attack: Mapping Out Early Recovery
From Stroke, Mary M. Castiglione y Cynthia
Johnson, 1995, Pritchett and Hull Associates,
3440 Oakcliff Rd., NE, Ste. 110, Atlanta, GA
30340-3079, (800) 241-4925.
Right Brain Stroke, Interactive Therapeutics,
Inc. P.O. Box 1805, Stow, OH 4424-0805,
(800) 253-5111.
Raza: Los estadounidenses de
ascendencia africana tienen el doble de
riesgo de sufrir derrames cerebrales
que otros grupos raciales.
•
Antecedentes familiares: Los
antecedentes familiares de apoplejía
indican un mayor riesgo para la
persona.
•
Diabetes: Los problemas circulatorios
asociados con esta enfermedad
pueden incrementar el riesgo de
derrames cerebrales incluso si se
controlan estrechamente los niveles de
azúcar e insulina.
Recovering From a Stroke (Patient and
Family Guide) y Post-Stroke Rehabilitation:
Assessment, Referral, and Patient
Management (Clinical Practice Guideline),
U.S. Dept. of Health & Human Services, 1995,
AHCPR Publications Clearinghouse, P.O. Box
8547, Silver Spring, MD 20907, (800) 3589295.
Family Guide to Stroke, Louis R. Caplan, y
otros, 1994, American Heart Association.
Puede adquirirse por el teléfono de la AHA
dedicado a los derrames cerebrales, (800)
553-6321.
Además de estos factores de riesgo, los
derrames cerebrales también se relacionan
con el elevado consumo de alcohol
(especialmente en juergas esporádicas), el alto
número de glóbulos rojos y el consumo de
píldoras anticonceptivas con alto contenido de
estrógenos por mujeres fumadoras mayores de
30 años de edad. Hasta el momento no se ha
demostrado una relación directa entre el estrés
y el riesgo de apoplejía.
Stroke Survivors, William Berquist, Rod
McLean y Barbara Koblinksy, 1994, JosseyBass Publishers, 350 Sansome St., San
Francisco, CA, (415) 433-1767.
4
Las organizaciones American Heart
Association y Easter Seal Society suelen
patrocinar programas contra los derrames
cerebrales y organizaciones o grupos de apoyo
relativos a esta enfermedad en todo el país. Si
desea más información sobre las oficinas
locales o regionales, comuníquese con:
Referencias
National Stroke Association, 1999, Stroke
Facts: Brain Attack Statistics.
American Heart Association, 1999, Stroke
(Brain Attack).
Organizaciones
American Heart Association
Centro nacional
7272 Greenville Ave.
Dallas, TX 75231
(214) 373-6300
(800) 553-6321 (teléfono dedicado a los
derrames cerebrales)
www.americanheart.org
Southern Caregiver Resource Center
3675 Ruffin Rd. Ste. 230, San Diego, CA 92123
(858) 268-4432; (800) 827-1008 (in CA)
Fax: (858) 268-7816
E-mail: [email protected]
Web site: www.caregivercenter.org
Southern Caregiver Resource Center ofrece
asistencia a los cuidadores de familia que
cuidan de adultos con enfermedades crónicas
y con condiciones de incapacidad. Esta
ayuda es para los residentes de los condados
de San Diego y el Valle Imperial. Los servicios
incluyen: Referencias e información, asesorar,
consultas familiares, seguimiento de caso,
asesoramiento legal y financiero, Cuidado
Respite (cuidado de relevo), educación y
entrenamientos, Caregiver-to Caregiver
Network (cadena de comunicación) y Link-2Care pagina de Internet.
American Heart Association
Oficina de California
120 Montgomery St., Ste. 1650
San Francisco, CA 94104-4319
(415) 433-2273
En 25 oficinas locales del Estado de California
se ofrece información sobre los derrames
cerebrales y datos de los grupos locales de
apoyo para los supervivientes y sus familias.
Para obtener información sobre la sucursal de
su localidad, comuníquese con la Oficina de
California.
National Stroke Association
96 Inverness Drive East, Suite I
Englewood, CO 80112-5112
(303) 649-9299
(800) STROKES
www.stroke.org
National Easter Seal Society
230 West Monroe St., Ste. 1800
Chicago, IL 60606
(312) 726-6200
(800) 221-6827
www.seals.com
La Asociación Nacional contra los Derrames
Cerebrales (National Stroke Association)
ofrece servicios de divulgación, información y
referencia, así como investigaciones sobre la
apoplejía, a las familias, profesionales de la
salud y demás interesados en los derrames
cerebrales o afectados por éstos.
En muchas oficinas locales de la organización
Easter Seal Society se auspician programas de
rehabilitación y reincorporación social para
supervivientes de apoplejías.
Revisado por Thelma Edwards, enfermera diplomada, National Stroke Association. Preparado por Family Caregiver Alliance en colaboración con los
centros California's Caregiver Resource Centers, un sistema de recursos que abarca todo el estado y que está al servicio de los familiares y cuidadores
de adultos con trastornos cerebrales. Financiado por el Departamento de Salud Mental de California. Revisado en septiembre de 1999. © Todos los
derechos reservados.
SCRC Fact Sheet/Rev. 5-2006 ks
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