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González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
PREJUDICIOS ENTRE PROFESIONALES DE EQUIPOS
DE SALUD MENTAL Y PSIQUIATRÍA COMUNITARIA
Prejudice between professional team of mental health and community
psychiatry
Preconceito entre equipe profissional de saúde mental e psiquiatria comunitária
Javiera Salinas González – Universidad Católica Silva Henríquez
Endereço para contato
[email protected]
Javiera Salinas González
Licenciada en Psicología de la Universidad Católica Silva Henríquez
Agradecimentos
Paz Campolo, Romina Noches, Javier López
La investigación se enmarca en el Seminario para optar al grado de Licenciado en Psicología – Facultad de
Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas - Universidad Católica Silva Henríquez
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 57
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
Resumen
La presente investigación tuvo como objetivo conocer el prejuicio, en sus dimensiones cognitiva, afectiva
y conductual, entre los profesionales que integran los equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
de los dispositivos de atención ambulatoria y cerrada que componen la red de salud mental de la Región
Metropolitana de Santiago de Chile.
La investigación de tipo cualitativa se desarrolló a partir del
paradigma constructivista y adoptó como método de investigación, un conjunto de técnicas y
procedimientos analíticos de la teoría fundada, para recolectar y organizar los datos, y no así para
analizarlos. Por otro lado, por medio de entrevistas abiertas y la estrategia de análisis de contenido, se
representaron los principales significados asociados a los profesionales, a través de la experiencia
subjetiva de los mismos.
Palabras claves: Prejuicio, Estereotipo, Discriminación, Relaciones Intergrupales.
Resumo
A presente pesquisa teve como objetivo conhecer o preconceito, em suas dimensões cognitivas, afetivas e
comportamentais entre os profissionais que fazem parte de equipes de saúde mental e psiquiatria
comunitária dos dispositivos de atenção ambulatorial e cerrada que compõem a rede de saúde mental da
Região Metropolitana de Santiago do Chile. A pesquisa de tipo qualitativo se desenvolveu a partir do
paradigma construtivista e adotou como método de investigação um conjunto de técnicas e procedimentos
analíticos da Teoria Fundada, para coletar e organizar os dados e não para analisá-los. Por outro lado, por
meio de entrevistas abertas e de estratégia de análise de conteúdo, foram representados os principais
significados associados aos professionais, através da experiência subjetiva deles.
Palavras-chave: Preconceito, Estereótipos, Discriminação, Relações Intergrupais.
Abstract
This research aimed to understand the prejudice in their cognitive, affective and behavioral dimensions
between the professionals members of team of mental health and community psychiatry of the Region
Metropolitana de Santiago de Chile. Type of qualitative research developed from the constructivist
paradigm and adopted as the research method, a set of technical and analytical methods of the grounded
theory to collect and organize data, and not for analysis. On the other hand, through open interviews and
content analysis strategy, the main meanings associated professionals were represented through the
subjective experience of them.
Keywords: Prejudice, Stereotypes, Discrimination, Intergroup Relations.
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González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
Introducción
La presente investigación tuvo como objetivo conocer el prejuicio, en sus
dimensiones cognitiva, afectiva y conductual, entre los profesionales que integran los
equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria de los dispositivos de atención
ambulatoria y cerrada que componen la red de salud mental de la región metropolitana.
En el marco del Plan Nacional de Salud Mental 2000-2010 se manifiesta la
necesidad de implementar un nuevo modelo de atención ambulatorio-comunitario, que
da prioridad a las estrategias comunitarias y participativas y, al trabajo integrado de los
equipos multidisciplinarios, que se integran en cada dispositivo de la red asistencial.
(Minoletti & Zaccaria, 2005).
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud1, se estima que quienes trabajan en
dispositivos de salud mental corresponden a un número de 32 por 100.000 habitantes,
existiendo claras diferencias entre los profesionales. En Chile, la mayoría de los
profesionales de salud mental que trabajan en el sector público, lo hacen en dispositivos
ambulatorios, especialmente los psicólogos que representan el 88%.
Al considerar las diferencias entre los profesionales de salud mental y la
importancia del trabajo integrado de los equipos multidisciplinarios, surge el interés de
analizar las relaciones que establecen los profesionales entre sí y el comportamiento
intergrupal que tiene lugar.
Por lo cual, se adopta el enfoque de la psicología social de las relaciones
intergrupales, para estudiar las causas y consecuencias de las percepciones y acciones
que tienen los profesionales sobre los demás y sí mismos, en tanto miembros de un
grupo profesional y de una categoría social particular.
Al mismo tiempo, se emplea el marco teórico de la psicología social europea, ya
que el tratamiento psicosocial se ha centrado principalmente en las situaciones de
carácter conflictivo como aquellas que se observan en la manifestación de los
estereotipos, los prejuicios y la conducta discriminatoria. Situaciones que forman parte
de los objetivos de esta investigación.
Se entiende el prejuicio al modo como se entiende la actitud, es decir, como
“una actitud negativa injustificada hacia un individuo basada únicamente en su
pertenencia a un grupo” (Worchel & et al., 1988, p. 449. En Brown. 2008). Como el
1
Minoletti, A., Zaccaria, A. (2005). Plan nacional de Salud Mental en Chile: 10 años de experiencia.
Ministerio de Salud Mental, Santiago, Chile. Recuperado de http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v18n45/28097.pdf
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prejuicio es una actitud negativa, es una combinación de tres componentes, cognitivo,
afectivo y conductual, pudiendo originarse a partir de cualquiera de éstos. (Myers,
2000).
Por tanto, se analizará la estructura de las actitudes en base a tres componentes:
cognitivo (estereotipo), afectivo (prejuicio) y conductual (discriminación), dado que
ante un objeto actitudinal los profesionales pueden dar tres tipos de respuestas
diferentes. Se espera que éstos compartan ciertos juicios de carácter evaluativo a favor o
en contra, los cuales van a delimitar sus intenciones e influenciar sus acciones ante los
demás miembros del equipo multidisciplinar.
En términos del estereotipo es posible inferir que los profesionales poseen
ciertas creencias e ideas hacia los miembros de su equipo. Ahora bien, cuando existe
una generalización rígida y errónea, es posible que éstos adopten una actitud negativa
hacia los otros miembros del equipo, basada únicamente en su pertenencia a un grupo
profesional (Brown, 2008; Myers, 2000).
De ahí que, resulte oportuno conocer el estereotipo, ya que puede ser un factor
predictor de un desenlace negativo, como el trato discriminatorio debido al estereotipo y
al prejuicio (Word y et al., 1974. En Brown. 2008).
En tanto, el prejuicio se transforma
en un problema en la medida en que
impone generalizaciones desfavorables y un rechazo hacia los otros profesionales. Esto
podría generar sentimientos de carácter negativo y comportamientos discriminatorios,
que impactarán negativamente en el trabajo interdisciplinar de los equipos de salud
mental y psiquiatría comunitaria (Dovidio & Gaertner, 1986. En Bourhis, Gagnon &
Moise, 1996).
Metodología
a) Perspectiva epistemológica que sustenta el estudio.
La
investigación
se
desarrolló
desde
la
perspectiva
epistemológica
constructivista, que entiende la realidad social como construcciones múltiples, las
cuales se fundamentan social y experiencialmente, obedeciendo en su forma y contenido
a las personas que las sostienen.
La realidad es construida intersubjetivamente, por tanto la forma indicada para
acceder a ella es mediante la interacción subjetiva. Producto de esto, investigador e
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investigado se unen como entidad y los resultados surgen del proceso de interacción
entre ambos (Guba, 1990. En Krause, 1995).
El investigador está socialmente situado y crea a través de su interacción la
realidad que se constituye en la base de donde se va a extraer y analizar los materiales
(Ruiz, 2012).
b) Tipo de investigación.
Puesto que la investigación se orientó a conocer la realidad por medio de la
concepción de los sujetos y cómo éstos la interpretan, fue necesario hacer uso de la
metodología cualitativa, que permitió al investigador comprender las subjetividades de
los investigados y cómo éstas son vivenciadas por los mismos, así como el acceso a la
interpretación de la realidad que realizan los propios sujetos (Canales, 2006; Guba,
1990).
c) Perspectiva metodológica que sustenta el estudio.
Como método se tomó un conjunto de técnicas y procedimientos analíticos de la
teoría fundada, para recolectar y organizar los datos, y no así para analizarlos. Esta
metodología fue útil para este estudio, ya que proporcionó los medios para llegar a los
objetivos.
El objetivo principal de este proyecto de investigación no fué construir una
teoría, aunque el propósito de la teoría fundada lo sea. Se entiende que la comprensión
y el conocimiento acogen diversas formas por tanto, se utilizaron estas técnicas sólo
para realizar descripciones u ordenamiento conceptuales, es decir, para clasificar o
elaborar y no para generar teoría, utilizando estas técnicas y procesos analíticos de
distinta manera (Corbin & Strauss, 2002).
La organización de los datos se llevó a cabo por medio del examen microscópico
de los datos, que incluye tanto a la codificación abierta, como a la axial y que fue útil
sólo para examinar los metatextos que se originaron de las entrevistas, y no así para
interpretar.
Por tanto, los procedimientos que se utilizaron para organizar los datos, fueron:
Codificación abierta: Por medio del proceso analítico de codificación abierta, se
identificaron los conceptos, sus propiedades y dimensiones (Corbin & Strauss, 2002).
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La codificación abierta tiene como fin expresar los datos y los fenómenos en
forma de conceptos, identificándolos y desarrollándolos desde sus propiedades y
dimensiones Este proceso analítico se puede aplicar en diferentes grados de detalles
(Flick, 2007). En esta investigación el texto se codificó párrafo por párrafo con el
propósito general de comprender y descomponer el texto y así mismo, asignar y
desarrollar categorías
Codificación Axial: La codificación axial “es el acto de relacionar categorías a
subcategorías siguiendo las líneas de sus propiedades y dimensiones, y de mirar cómo
se entrecruzan y vinculan éstas” (Corbin & Strauss, 2002, p.136).
Este tipo de examen se realizó párrafos por párrafos, vale decir, separando los
datos en párrafos para luego pasar el material principal a cuadros. Se llevó a cabo esta
codificación, para reducir y conceptualizar los datos.
Por otro lado,
en este estudio se codificó analizando oraciones y párrafos
enteros, para sacar la principal idea y darle un nombre. Esta manera de codificar fue útil
ya que existían categorías de antemano, como las del prejuicio y sirvió para hacer una
codificación específica en relación a ella. Además, se elaboraron nuevas categorías que
emergieron de manera automática, describiendo sus propiedades y relaciones. Se
consideró que una categoría estaba saturada cuando la nueva información que surgió
durante la codificación no añadía mucho a la explicación (Corbin & Strauss, 2002).
d) Unidades de información.
Las fuentes de información, corresponden a sujetos profesionales psicólogos,
psiquiatras, terapeutas ocupacionales, enfermeras, asistentes sociales y médicos
generales, partes del equipo de salud mental y psiquiatría comunitaria.
Los informantes del estudio, pertenecen a dos centros de salud familiar
(CESFAM), un centro de atención comunitaria (COSAM) y un servicio de psiquiatría
de corta estadía.
e) Técnica de producción de información.
En la investigación se empleó la entrevista abierta como técnica de producción
de información con el propósito general de centrarse en el objeto específico y en su
significado (Flick, 2007). Pues, se quiso extraer la información significativa de la
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experiencia de los profesionales y conocer los puntos de vista subjetivos, para revelar
sus actitudes (Díaz, Navarro S. F. En Delgado & Gutiérrez, 1995; Flick, 2007).
Esta situación intensa de interacción personal, también contribuyó en este
estudio al análisis de los significados (Ortí, s.f. En. Alvira et al., 1990).
f) Estrategia de análisis e interpretación de la información.
El procesamiento de las fuentes de información se realizó por medio del análisis
de contenido para analizar el material textual producido por la entrevista. Se emplearon
categorías, que derivan de los modelos teóricos propuestos y que se comprobaron de
manera empírica, no surgiendo necesariamente de éstos (Mayring, 1983. En Flick,
2007).
Principalmente, se buscó reducir el material. Para ello, se utilizó la técnica de
resumir el análisis de contenido, donde se parafraseó para así reducir el contenido
menos pertinente. Por otro lado, las paráfrasis que poseían el mismo significado se
pasarán por alto (primera reducción) mientras que, las paráfrasis similares se unieron y,
se resumieron (segunda reducción). De esta manera se redujo el relato a un nivel más
alto de abstracción (Flick, 2007).
Por otra parte, se buscó abstraer del material las significaciones que ayudaban a
comprender la complejidad del fenómeno del prejuicio. La organización y el
procesamiento de los datos fue esencial para extraer aquellos significados que realmente
tenían relación con los objetos de estudio y para establecer relaciones que favorecieron
la generación de niveles de abstracción mayores (Cano & González, 2010).
En relación a la codificación, se entiende como un proceso a través del cual se
fragmenta y segmenta los datos en base a su significación para la pregunta y objeto de
investigación. Ello permite condesar los datos en unidades analizables que permiten ver
lo que los datos dicen y por otro lado, permite acercarse a las propias ideas. Al
respecto, se comenzó el proceso de codificación mediante la identificación de párrafos y
frases que tenían una significación potencial para los objetivos del estudio. Al mismo,
tiempo se les asignó una etiqueta para compilar el significado. (Cano & González,
2010).
En síntesis, el análisis de contenido representa el significado del fenómeno
estudiado. Éste permitió interpretar la realidad, a partir de las categorías que se
obtuvieron del metatexto y por otro lado, especificó las características de los
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entrevistados en la experiencia del tema investigado. Éste trajo como resultado una
articulación del texto y un proceso interpretativo (Campos & Mújica, 2008).
Ahora bien, de la información suministrada por los informantes se realizó una
sola comparación del tema estudiado para extraer los principales elementos que
permitieron comprender e interpretar el contenido de la entrevista misma, transformada
en texto (Campos & Mújica, 2008).
Resultados
-­‐
Características de los Equipos de Salud Mental y Psiquiatría Comunitaria.
Los equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria de los centros de atención
primaria, especialmente CESFAM, se caracterizan por:
Trabajar con todo tipo de población. Se describen como un equipo con una gran
carga laboral.
En éste se destaca la buena relación y disposición entre los profesionales y, la
unión grupal, resultando un ambiente laboral favorable. También, se reconoce que la
mayoría de sus miembros han participado de procesos terapéuticos.
Por otra parte, los equipos se identifican según el rango etario y la experiencia
profesional. En tal caso, los equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria se
componen de dos grupos profesionales, aquellos que son más jóvenes (alrededor de 30
años) y poseen una menor experiencia profesional, y aquellos que llevan mayor tiempo
en las instituciones y poseen una gran experiencia profesional.
Se establece tal distinción,
identificando los primeros como solidarios y
colaborativos y los segundos, como poco colaborativos y accesibles. Así se expresa en
la siguiente cita:
“Acá hay como ciertos… yo le digo dinosaurios, que están acá hasta que
mueran. Entonces hay mucha lucha de poderes, de egos, muchas rivalidades también”
(VI)
Como ya se mencionó, los profesionales jóvenes con menor experiencia
profesional, reconocen que comparten ciertos atributos prototípicos, tales como una
actitud colaborativa ante los problemas y el trabajo en equipo, así como una nueva
formación en salud familiar. Mientras que, los profesionales con mayor experiencia
reconocen como una ventaja la misma, ya que permite dar al paciente una solución
rápida de sus problemas.
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Asimismo, se distinguen en el equipo multidisciplinar tipos de profesionales,
aquellos que tienen un rol más directivo y los que no y, aquellos que poseen mayor
aptitud para trabajar en el área de la salud mental de aquellos que no.
-­‐
Creencias Grupales
Los profesionales de la salud mental especifican que bajo ciertas circunstancias
se espera que cumplan con normas grupales tales como; que todos los profesionales
participen o hayan participado de un proceso terapéutico. Además, se destaca la
importancia de la flexibilidad y la tolerancia en el equipo de trabajo. De igual manera,
se manifiesta la necesidad de poseer competencias, habilidades y aptitudes, ya que no se
considera como suficiente el conocimiento teórico.
Otras de las normas expuestas, corresponden a la necesidad de relacionarse entre
los profesionales de manera más formal y/o personal, para facilitar la comunicación, y
evitar el contacto a través correos electrónicos. También, se espera por parte de los
profesionales un adecuado ambiente de trabajo que les permita desarrollar buenas
relaciones interpersonales y así obtener mayor eficacia en las tareas. En cuanto al
procedimiento que realizan los profesionales a la hora del ingreso de los usuarios, éstos
tienen claro que deben realizar una evaluación biopsicosocial.
Se destaca por parte de los profesionales la flexibilidad y la improvisación como
elementos fundamentales para el trabajo en el servicio público. Además, éstos
consideran que las relaciones en el equipo resultan ser de suma importancia, dada las
extensas horas de trabajo que comparten y el gran tiempo que conviven juntos, por esto
proponen generar espacios de recreación.
Por otro lado, se considera como norma necesaria, en tanto creencia grupal, que
los profesionales asistan constantemente a capacitaciones y prestaciones que les
permitan actualizarse en cuanto a las patologías.
También, se comparte como norma grupal la lucha por la disminución de la
desigualdad y el mantener un trato humano adecuado con los usuarios, además de
brindarles una atención de calidad. Todo esto se ve reflejado en la siguiente cita:
“Yo creo que estoy abierta y la mayoría de mi equipo también, a seguir
estudiando, investigando, seguir luchando por tratar de disminuir la desigualdad, desde
cosas súper cotidianas, de poder tratar a alguien por su nombre, de tratarlo como
persona, como ser humano, del no pasar a llevar a la gente, de darle una atención de
calidad, de atenderlo a la hora que le corresponde, el poder preguntarle a alguien cómo
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está…Todas esas cosas te detienen y hacen el cambio y, disminuyen la desigualdad.”
(IV)
Los profesionales pertenecientes a la membresía de su grupo asignan como
valores grupales las constantes reuniones de equipo, reconociendo que éstas son las
principales instancias para la discusión de casos que se presentan, además de la
asignación de los roles que les corresponden a cada uno. Por otra parte, se presenta
como creencia valórica la responsabilidad y compromiso por la labor.
Por otra parte, una de las creencias ideológicas compartidas por los miembros
del equipo hace referencia al gran nivel de compromiso que poseen los profesionales
con la salud mental.
En relación a las metas y objetivos del equipo, son consideradas las metas
institucionales, de las cuales depende el financiamiento de algunas áreas, lo que se
asume como un factor motivador para el cumplimiento de éstas. En lo que refiere, las
metas muchas veces son consideradas como razón de ser de la formación de un grupo.
Por otra parte, se destaca la importancia de considerar las necesidades de los usuarios en
el adecuado cumplimiento de éstas.
“También hemos tratado de luchar para que esas metas no se cumplan porque sí.
Sino que se vayan cumpliendo por las necesidades de la población y cómo sacarle
provecho” (IV)
Psicólogos Clínicos
Heteropercepción:
-­‐
Cognitivo
De acuerdo a lo señalado por los propios profesionales, se pueden distinguir
ciertas creencias generalizadas hacia los psicólogos, tales como que su función tiene
directa relación con la psicoterapia, la cual dependerá de la corriente teórica del
profesional. En relación a esto último, se señala la importancia y aplicabilidad del
modelo cognitivo conductual en la psicoterapia. Además, se mantiene la concepción de
que para iniciar un proceso terapéutico, es indispensable que los usuarios presenten un
motivo de consulta. Esta necesidad de un motivo de consulta se puede convertir en un
estereotipo hacia los psicólogos, tal como se expresa a continuación:
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González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
“A la psicóloga no le sirve un paciente que no vaya con motivo de consulta,
porque no hay con qué trabajar, a menos que específicamente elaboremos o le pidamos
a ella que elabore el motivo de consulta” (VII)
Además, existe una evaluación positiva hacia los psicólogos respecto a su
dominio en las evaluaciones y estudios psicométricos, destacando su importancia en el
pronóstico de los usuarios. De igual manera, se les evalúa favorablemente en los
Centros de Atención Primaria, al reconocerlos como un eje central en el equipo de salud
mental y psiquiatría comunitaria, así se enuncia en la siguiente cita:
“El Psicólogo como la piedra angular y como el que siempre lo sabe manejar y,
que todo es el psicólogo”. (VII)
Sin embargo, los psicólogos son evaluados negativamente por una de las
asistentes sociales, respecto a su campo laboral limitado. Ello se puede ver en la
siguiente cita:
“Si quiero ser psicóloga ¿dónde voy a trabajar? no hay campo laboral… es una
de las carreras que tiene menos campo laboral, porque son muchos psicólogos dando
vuelta... tenía muchas menos posibilidades de encontrar trabajo como psicóloga, que
como asistente social” (VI)
Más aun, los psiquiatras tienen una percepción negativa sobre los psicólogos.
Entre ambos, psicólogos y psiquiatras, se presenta como principal foco de discusión la
prescripción de fármacos y el uso de criterios diagnósticos. Existe un estereotipo
negativo hacia los psicólogos, debido a la no utilización de criterios diagnóstico por
parte de éstos. No obstante, existe información que no corresponde con tal estereotipo,
separándose una nueva categoría, aquellos psicólogos que son más flexibles al
diagnóstico y que manejan mejor los criterios diagnósticos, especialmente los del DSMIV. Tal como se manifiesta en la siguiente cita:
“Yo diría que el principal tema de discusión con los psicólogos y con los
terapeutas es el uso de los fármacos y eeh… los otros problemas que tenemos son los
criterios de diagnóstico“ (III)
No obstante, se evidencia una evaluación positiva hacia los psicólogos, por parte
de la médico general, de manera contraria a lo expresado por el psiquiatra, esto se
reflejaría en la cita que sigue:
“Lo que pasa es que yo ahí tengo un sesgo positivo, porque tengo familiares que
son psicólogos y que son también gente que yo admiro… Y eso también es importante,
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porque de alguna u otra manera es saber que la gente con la que tú trabajas está
haciendo algo positivo con los demás… marca la pauta para seguir mejorando, para
trabajar en equipo y todo lo demás” (VII)
En cuanto a la práctica de los psicólogos, los profesionales mantienen el
estereotipo negativo de que éstos principalmente realizan su trabajo en espacios fijos,
denominados box. Por el contrario, hay psicólogos que trabajan en la comunidad, fuera
de la consulta, separándose así una nueva categoría para mantener el estereotipo más
extensivo.
También, se piensa que los psicólogos están constantemente analizando a las
personas. Tal como refiere la siguiente cita:
“Lo típico que uno piensa, oh psicólogo, te está analizando todo el rato” (VI)
Por otra parte, se identifica al psicólogo como un profesional dispuesto a ayudar
a los usuarios, a escuchar y a contenerlos, con la finalidad de dar una solución oportuna
a sus problemas, así lo expresan los profesionales del equipo multidisciplinar:
“Yo quiero ser psicólogo, porque me gusta ayudar a la gente y me gusta
escuchar sus problemas”
Asimismo, se les identifica con un estilo de vida tranquilo, libre y naturista, por
ejemplo, al categorizarlos como vegetarianos y al señalar que:
“Todos los veo así, como súper tranquilos, como viva la paz, pero como
tranquilos” (VI)
Más aún, se manifiestan ciertas creencias salientes de los profesionales respecto
a la apariencia física de los psicólogos, describiéndolos como:
“Todos andan en bicicleta, se movilizan en bicicleta y no sé, la ropa que ocupan
no es corbata, son como camisas, poleras, como súper relajados o jeans, o las mujeres
con falda… son así con colores” (VI)
-­‐
Afectivo
Debido al estereotipo de los psicólogos, referente a que éstos últimos están
constantemente analizando a las personas, se expresan sentimientos de inseguridad e
incomodidad por parte de los profesionales del equipo multidisciplinar, que se pueden
expresar en la siguiente cita.
“Si tú te pones a conversar con ellos, ¿estará bien lo que estoy diciendo? o es
como que te sientes en todo momento psicoanalizado” (VI)
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González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
Sin embargo, los profesionales manifiestan sentimientos de tranquilidad y
seguridad al compartir labores con los psicólogos y al efectuar las distintas
derivaciones, gracias a que confían en éstos plenamente. También, se reconocen que los
psicólogos poseen la capacidad de sobrellevar situaciones de alta complejidad
emocional, tal como se infiere de esta cita:
“Y siento que el psicólogo está encerrado en el box, se sobrecarga mucho
con…igual yo escucho harto los problemas de la gente. Entonces, uno se pone a pensar
y uno también, se empieza a afectar cuando uno se enfrenta a situaciones difíciles…y
eso que yo lo veo en un grado mucho menor a cómo las aborda el psicólogo. Entonces,
yo siento que no tendría como la personalidad o la fuerza o la entereza mental como
para poder abordar todo eso. Una, a veces, como que se hace una idea, no sé, distinta a
lo que es la psicología. Y ahora que la conozco acá, cómo son los casos, no creo que
habría podido. Me habría agotado” (VI)
-­‐
Conductual
No se encontró información para esta dimensión.
Autopercepción:
-­‐
Cognitivo
Las psicólogas coinciden con la percepción de los otros profesionales en que su
labor consiste en ayudar a los usuarios, aunque, no es solucionarles la vida. Así se
expresa en la siguiente cita:
“Estamos para ayudar, para acompañar, para potenciar, para entregar
herramientas… pero no para solucionarles la vida” (II)
Por otra parte, las psicólogas evalúan positivamente su rol no directivo en la
atención de usuarios, tal como aparece en las siguientes citas:
“No es ponerte ante el otro como un experto que sabe lo que el otro tiene y lo
que tiene que hacer… No he visto ningún psicólogo con esa postura, ya” (II)
“Los psicólogos somos relativistas, no somos de hablar desde la ley, por decirlo
así” (I)
En este mismo sentido, las psicólogas perciben de los demás profesionales
juicios de carácter negativo sobre sí mismas, fundamentados en las creencias de carácter
negativo que las identifica como personas calladas y no directivas con los usuarios. Así
lo señalan ellas:
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González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
“Hay harta estigmatización, que también es un relato real respecto a los
psicólogos, también de los mismos pacientes y quizás de otra gente, que dicen que
están siempre callados, que no me dicen nada, que no me dicen qué es lo que tengo
que hacer, que tengo el problema igual. Entonces, ahí nos quedamos, porque aquí la
cosa no es tomar el problema del paciente y resolvérselo y adiós” (II)
Así como también, las psicólogas creen que las perciben como profesionales
dedicados a la sola atención de usuarios con trastornos mentales graves, como se infiere
en la cita que sigue:
“Está también, esta cosa de que sólo vemos a los locos, de ese tipo de creencias
que hay” (II)
-­‐
Afectivo
No se encontró información para esta dimensión.
-­‐
Conductual
Las psicólogas reconocen conductas discriminatorias hacia los usuarios de
alcohol y drogas y, con trastorno de personalidad.
-­‐
Identidad Social
Las psicólogas se comparan desfavorablemente con los médicos en la dimensión
de diagnóstico, debido a que creen que poseen un rol secundario en esta actividad, tal
como manifiestan en la siguiente cita:
“Yo creo que hay un tema de legitimación de la disciplina… yo creo que
legitimar el diagnóstico de un psicólogo, más bien cuenta el del médico” (I)
Por tanto, la comparación social entre psicólogos y médicos en la dimensión de
diagnóstico, genera resultados negativos para la identidad de los primeros. Sin embargo,
no se encontraron alternativas a la situación intergrupal, por esto,
no es posible
identificar estrategias para mejorar la identidad del grupo desfavorecido.
Psiquiatras
Heteropercepción:
-­‐
Cognitivo
Las creencias generalizadas hacia los psiquiatras, los identifican desde una
posición biomédica, centrada en el tratamiento farmacológico. Se describe que su rol
principal, es decir, la conducta más esperada de éstos, es el diagnóstico diferenciado
(Roda, 1999). A continuación se expone lo anterior escrito.
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González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
“El rol en el fondo del psiquiatra es diagnosticar, medicamentar o llevarse ese
paciente a afuera… Entonces, es súper acotada su intervención, tiene media hora por
cada paciente, entonces así que tampoco pueden hacer nada” (II)
Con referencia a lo anterior, los profesionales expresan un estereotipo de tipo
negativo hacia los psiquiatras, dado que consideran su intervención como acotada en los
centros de atención primaria. Además, se destaca que son distantes y poco accesibles,
constituyéndose en el principal problema para los profesionales de los Centros de
Atención Primaria:
“Lo que pasa aquí, en salud primaria, es que son distantes, son poco accesibles
y... y... eso yo creo que es el principal problema” (VII)
De igual modo, existe un estereotipo negativo hacia los psiquiatras, en cuanto a
su experiencia profesional, ya que éstos irían olvidando su formación médica. Así lo
expresan los profesionales:
“Muchas veces es común escuchar acá decir: “yo ya no soy médico, soy
psiquiatra” Entonces, es ahí donde uno tiene que estar, pero, bueno ¿Tu eres aquí la
persona que puede indicar el medicamento legalmente? (V)
En oposición, existe una tendencia evaluativa positiva hacia los psiquiatras, al
reconocerlos como un recurso importante en la salud mental. Por tanto, se esperara que
sean especialistas más presentes en la atención primaria, por la prevalencia y
complejidad de los trastornos mentales, siendo muy necesarias sus consultorías.
-­‐
Afectivo
Los profesionales de los Centros de Atención Primaria sienten que los
psiquiatras son distantes, sin embargo, justifican sus sentimientos al reconocer que
formalmente éstos no son parte del equipo multidisciplinar y que por tanto, sólo les
corresponde realizar periódicamente consultorías psiquiátricas. Así se desprende de la
siguiente cita:
“Siento que cualitativamente tampoco es alguien del equipo, porque viene, está,
el cobra y se va… ya y bueno la combinación se hace si es un miembro del equipo” (II)
Por su parte, los psicólogos expresan sentimientos de molestia hacia los
psiquiatras, porque éstos presentan conductas discriminatorias hacia los pacientes con
consumo de alcohol y drogas, tal como se evidencia a continuación:
“Y hay algunos médicos que te dicen no, no me lo des a mí porque yo no sé o
no, no me lo des a mí porque con estos casos no me siento cómodo. Entonces, con eso
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 71
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
entrampas un poco el sistema porque saturas a otros médicos que sí tienen la voluntad,
si tienen el manejo, en fin… pero yo la conclusión que tengo es que hay prejuicios y
hay desconocimiento del abordaje de la problemática, de hecho los médicos te dicen no
sé qué darle, qué les voy a dar, ¿te fijas? … eso molesta porque ahí en el fondo tú
tampoco eres médico, tú no puedes decirle al paciente lo que tiene que tomar y necesitas
estabilizarlo, necesitas darle un ansiolítico, necesites darle algo que baje la crisis de
abstinencia cuando es manejable acá obviamente” (II)
Es evidente entonces, que los profesionales declaran ciertos prejuicios negativos
hacia los psiquiatras, debido a sus acciones discriminatorias hacia los usuarios de
alcohol y drogas y, con trastorno de personalidad, como también se observa en la
siguiente cita:
“Hay otros que por ejemplo, rehúyen a los pacientes con consumo de alcohol o
que rehúyen a los pacientes con trastorno de personalidad… A mí me parece antiético,
me parece antiético porque es una discriminación, ahora esta discriminación puede ser
por ignorancia, por no saber el manejo o simplemente por discriminación. Simplemente
eso es discriminación, o sea no me gustan estos pacientes, no me gusta atenderlos los
médicos te lo dicen, los psicólogos también te lo dicen…” (II)
-­‐
Conductual
Por las consideraciones anteriores, se pueden inferir ciertas conductas
discriminatorias de los psiquiatras hacia los usuarios de alcohol y drogas y, con
trastorno de personalidad.
Autopercepción:
-­‐
Cognitivo
El psiquiatra identifica principalmente su labor con las evaluaciones médico-
legales. Igualmente, categoriza las actividades que realizan en: terapia, que dice relación
con un breve contacto con los pacientes, farmacología, psicoeducación y aspectos
administrativos, relacionados con los informes emitidos diariamente a las compines y
municipalidades.
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Afectivo
No se encontró información para esta dimensión.
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Conductual
No se encontró información para esta dimensión.
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Identidad Social
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 72
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
El psiquiatra se compara favorablemente con el resto de profesionales del equipo
en la dimensión de sobrecarga laboral, ya que, a su parecer, los psiquiatras tienen una
cantidad de trabajo más alta en los COSAM y por tanto, de acuerdo a su propia
percepción, trabajarían más que el resto de los profesionales. Esto, además, explicaría la
mayor rotación de estos profesionales en los servicios de salud públicos.
Por otro lado, se valoran más positivamente que a los psicólogos y se maximiza
las distinciones entre su categoría y la de los psicólogos, acentuando las diferencias que
los destaca más positivamente y que giran en torno a una mayor responsabilidad social.
Es por ello, que el psiquiatra lograría una autoestima positiva. El psiquiatra tiende a
favorecer a los miembros de su grupo, marcando las semejanzas intragrupales y las
diferencias intergrupales, sobre todo con los psicólogos, logrando así una identidad
social positiva. Tal como se señala en las siguientes citas:
“El otro día conversábamos con un psicólogo de que el psicólogo era de apoyo
al psiquiatra y él me decía no, el psiquiatra es de apoyo al psicólogo” (III)
Por tanto, se entiende que el psiquiatra realiza una comparación favorable hacía
el endogrupo, al distinguirse más positivamente en las dimensiones de responsabilidad
administrativa médico-legal y además, en la imposibilidad de derivar, tal como se
refiere en las siguientes citas:
“Los psiquiatras son médicos, entonces las responsabilidades que le
corresponden son diferentes a las que les corresponden a un psicólogo” (III)
“El psicólogo tiene la alternativa de derivar al psiquiatra si es un paciente
sumamente grave, lo cual los psiquiatras no tienen posibilidades de derivar a otro
psiquiatra… por eso es que el psicólogo tiene una vía de salida de un paciente grave”
(III)
Por otra parte, el psiquiatra reconoce que ellos salen en menor medida fuera del
servicio de salud y que poseen una visión más biologicista, debido a su propia
formación médica, lo que coincide con lo percepción de los otros profesionales. Esta
comparación trae resultados desfavorables, pero a partir de la estrategia colectiva de
creatividad social, en la cual se establecen nuevas dimensiones de comparación que los
favorecen, tales como la mayor responsabilidad social del psiquiatra, tanto en el área
médico-legal, como en la imposibilidad de derivar a los pacientes, les permitirá lograr
una identidad social positiva.
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 73
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
En tanto, los profesionales del equipo multidisciplinar se comparan de forma
negativa respecto a los psiquiatras, por ejemplo en la dimensión de toma de decisiones
en el equipo, ya que los psiquiatras serían quienes finalmente deciden en las reuniones
clínico-técnicas sobre los casos clínicos, a pesar de la participación de todos los
profesionales. También, se comparan de manera desfavorable en la dimensión de
legitimidad, dado que el psiquiatra sería más validado por los usuarios, debido a su
formación médica, tal como queda expuesto en la siguiente cita:
“Es como cuando te dicen “yo quiero ver al psiquiatra” Claro, más allá de que
tenga el medicamento, como que le da una seguridad mayor el encontrarse con un
profesional, el doctor. Como que él le va a decir cómo vivir bien y de cómo se va a
pasar su problema” (I)
Los profesionales de los equipos multidisciplinarios, constantemente intentan
resolver esta situación de desventaja en la dimensión de toma de decisiones y de
legitimidad, para
así mejorar la posición social de cada disciplina, a través de
mecanismo colectivos como la competición social.
Terapeutas Ocupacionales
Heteropercepción:
-­‐
Cognitivo
Las creencias en torno al rol del terapeuta ocupacional tienen directa relación
con la realización de evaluaciones socio-ocupacionales, como también con el
fortalecimiento de las áreas ocupacionales, las habilidades sociales y el desarrollo y
autonomía de los usuarios. Igualmente, tiene relación con las técnicas de rehabilitación
psicosocial y la estabilización de los pacientes.
Existe una tendencia evaluativa favorable hacia los terapeutas ocupacionales,
reconociendo su importancia en la atención primaria. Por otro lado, coincide la
heteropercepción de los profesionales con la autopercepción de los propios terapeutas,
al señalar que no se les da la importancia suficiente como profesionales.
En tanto, los psiquiatras efectúan un juicio evaluativo desfavorable hacia los
terapeutas ocupacionales, ya que según éstos, no tendrían mayores conocimientos sobre
la dinámica psicoterapéutica. Asimismo, manifiestan un estereotipo de carácter
negativo, dado que piensan que los terapeutas ocupacionales no acogen de buena
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 74
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
manera los sistemas diagnósticos, así como los tratamientos farmacológicos, tal como se
refiere en las siguientes citas:
“Tocan poco el campo de los psicólogos, se escapan un poco del quehacer de
ellos…en la dinámica psicoterapéutica, más que en técnicas de manejo de capacidades
funcionales residuales de los pacientes” (III)
“No son muy dados a acoger los sistemas diagnósticos y algunos… tienen
mucho rechazo porque uno le deje tratamiento farmacológico a los pacientes” (III)
Por otra parte, se caracteriza a los terapeutas ocupaciones como no
asistencialistas. Estableciendo una similitud intergrupal con los psicólogos respecto de
la misma categoría. En este sentido se hace necesario especificar que se refiere al
asistencialismo como:
“Asistencialista significa que uno se preocupa de siempre estar como apuntando
a las necesidades económicas o materiales de las personas. Ya entonces, te voy a
conseguir el número de tal persona para que de tal cosa, como ofrecer algo para dar, que
tiene que ver con algo material y desde ahí la intervención es mínima, tú no potencias
habilidades, tú ya le estás dando a la persona lo que necesita, no le estás permitiendo
que ella busque las estrategias para acceder a eso… ¿Te fijas que cambia la lógica?” (II)
-­‐
Afectivo
No se encontró información para esta dimensión.
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Conductual
No se encontró información para esta dimensión.
Autopercepción:
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Cognitivo
En cuanto a las creencias que presenta la terapeuta ocupacional sobre sí misma
y que tienen relación con el rol percibido, se señala que se focalizan especialmente en
los recursos de los usuarios. Además, intervienen en la prevención de los usuarios y en
sus distintas ocupaciones, complementando tanto la parte social, como psicológica,
emocional y socio-ocupacional.
Lo autopercibido por la terapeuta ocupacional de los otros profesionales del
equipo multidisciplinario, es en mayor medida el desconocimiento de la labor de los
terapeutas ocupacionales y la idea de que su trabajo está orientado mayormente a la
población infantil. De esta manera lo señala:
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 75
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
“Muchas veces existe como ese prejuicio de que la terapia ocupacional es lo que
hace un poco el psicólogo y lo que hace un poco el kine” (IV)
En relación a lo anteriormente expuesto, se concluye que la terapeuta
ocupacional manifiesta una tendencia evaluativa negativa hacia el resto de los
profesionales del equipo, ya que éstos no entenderían su labor profesional.
-­‐
Afectivo
La terapeuta ocupacional expresa sentimientos de agotamiento y frustración,
dado que percibe que no existe un entendimiento social de la profesión y del rol del
terapeuta ocupacional, por consecuencia, no logran posicionarse profesionalmente.
Ella se siente devaluada a nivel profesional asignándole a esto un valor negativo,
así lo expresan en la siguiente cita:
“Que como terapeutas, tengamos la misma importancia que los demás. No
porque seamos mirados en menos, si no como para poder familiarizar y también
promocionar lo que es la terapia ocupacional y como complementarla” (IV)
-­‐
Conductual
Por las consideraciones anteriores, se pueden inferir ciertas conductas
discriminatorias hacia los terapeutas ocupacionales, quienes tendrían una importancia
menor en el equipo.
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Identidad Social
La Terapeuta Ocupacional realiza una comparación desfavorable con los
médicos y psiquiatras, en cuanto a la dimensión de toma de decisiones en el equipo, ya
que piensa que no se les considera. También, realiza una comparación desfavorable en
la dimensión de estatus, puesto que a diferencia de otros profesionales, no se le valora
en el equipo.
Por tanto, la comparación con el resto de profesionales generaría resultados
negativos en la terapeuta ocupacional, lo que la obliga a utilizar estrategias colectivas
para restablecer su identidad, tales son la competición social, para así mejorar su
posición dentro del equipo y participar en la toma de decisiones, complementando las
evaluaciones de los usuarios desde su propio enfoque, tal como se señala en la siguiente
cita:
“Somos distintos profesionales, por lo tanto todos complementamos la visión
de… Si uno no complementa su enfoque profesional, lo más probable es que tome la
decisión el médico, o a lo mejor el psiquiatra” (IV)
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 76
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
Igualmente, utiliza la estrategia colectiva de creatividad social, al reinterpretar
de manera positiva las características de la profesión promocionando su labor, con el
objetivo de lograr posicionarse y alcanzar una distintividad positiva, que le permita
tener una identidad satisfactoria, tal como se señala en la siguiente cita:
“Posicionarnos como profesionales y que como terapeutas, tengamos la misma
importancia que los demás… y desde ahí también hemos hecho un trabajo bien grupal,
pero desde nuestra profesión. Como para poder marcar ciertos territorios de la terapia
ocupacional que es necesario” (IV)
Por el contrario, existe una comparación que trae resultados favorables al
endogrupo en la dimensión de la no obligación de actividades a los usuarios, tal como
se señala en la siguiente cita:
“Ahí es donde nosotros intervenimos, en las actividades placenteras, el poder
hacer algo por su interés y no porque lo obligo. Y esa es la diferencia muchas veces, a lo
mejor de otros profesionales” (IV)
Y también, en la dimensión de no atender con delantal, para mejorar la
adherencia al tratamiento, como se expresa en la siguiente frase:
“De no atender con delantal… marcar esa diferencia, que entrega un poco más
de adherencia a este tratamiento. Y eso no lo pienso yo sólo como terapeuta, lo
pensamos todos como equipo de salud mental” (IV)
Estas diferencias intergrupales la destacan más positivamente que al resto de los
profesionales del equipo. Por ello, la terapeuta ocupacional presenta un autoconcepto y
una identidad social positiva, visualizando al endogrupo como más positivo y
atribuyéndose ciertos atributos prototípicos como la proactividad y creatividad que los
diferencian del resto de los profesionales que integran el equipo.
Enfermeras
Heteropercepción:
-­‐
Cognitivo
Las creencias generalizadas hacia las enfermeras en cuanto a las actividades que
efectúan, las identifican con la realización de controles sanos de niños, madres y tercera
edad.
Por otro lado, existe una tendencia evaluativa a favor de las enfermeras, que
destaca su importancia en las intervenciones en salud, quienes se encuentran muy
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 77
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
involucradas al explorar patologías de salud mental en la atención primaria, como
también en la rehabilitación del alcoholismo. Mientras que en la atención secundaria,
su labor es fundamental y en mayor medida en los hospitales, donde se señala que es
importante:
“Sobretodo la pesquisa de efectos adversos colaterales de fármacos,
procedimientos médico quirúrgicos” (V)
Sin embargo, se presenta un estereotipo negativo hacia las enfermeras desde los
psicólogos, ya que según ellos, éstas no estarían capacitadas para identificar a un
paciente que requiera de atención psicológica. No obstante, hay información que no
corresponde al estereotipo y por ello se agrega una nueva categoría, la de enfermeras
que son psicólogas.
También, existe un juicio en contra de las enfermeras respecto de sus relaciones
endogrupales. Se presentan ciertos atributos prototípicos tales como: complicadas y
problemáticas.
-­‐
Afectivo
Se manifiestan sentimientos de aceptación hacia las enfermeras por parte del
exogrupo, asignándole un valor positivo a la labor que ejercen. Así se refleja en la
siguiente cita:
“Siento y he visto cómo sus acciones tienen muchos efectos positivos en los
pacientes” (VII)
-­‐
Conductual
Los profesionales perciben conductas discriminatorias en la relación intragrupal
entre enfermeras, al manifestarse roces e insultos. Como se refleja en la siguiente cita:
“Las enfermeras tienen hartos roces… se insultan. Es como bien complicado
trabajar acá si uno no tiene buena relación con su equipo o tiene ciertos conflictos con
alguien, se hace complicado“ (VI)
Autopercepción:
-­‐
Cognitivo
En relación a la autoimagen, se destaca la creencia de que el enfermero tiene por
función el cuidado de los pacientes, así como de observar las conductas de aquellos.
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Afectivo
No se encontró información para esta dimensión.
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Conductual
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 78
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
No se encontró información para esta dimensión.
-­‐
Identidad Social
El enfermero se compara favorablemente con el resto de los profesionales que
integran el equipo, en cuanto a la dimensión de comprensión de las patologías en salud
mental, ya que éste reconoce que su categoría le otorga mayor importancia a los
aspectos somáticos
y no sólo a los aspectos psíquicos de los usuarios. Dicha
comparación social genera resultados positivos para el endogrupo, manifestando un
favoritismo endogrupal, como a continuación:
“Los enfermeros en psiquiatría se constituyen en algunos casos como un súper
yo de las personas, de los otros profesionales, cuando no quieren ver aspectos que los
pacientes requieren y que deberían dar…. y estar solucionadas por ese profesional” (V)
Por tanto, se demuestra una valoración positiva del enfermero en todas las
comparaciones intragrupales que realizan con los otros profesionales del equipo. Es
evidente entonces, que poseen un autoconcepto positivo y así, una identidad
satisfactoria.
Asistentes Sociales
Heteropercepción:
-­‐
Cognitivo
Las creencias generalizadas de los profesionales que integran los equipos
multidisciplinarios hacia los asistentes sociales refieren que: Existirían dos categorías
del profesional, aquellos que son asistencialistas y los no asistencialistas. Se puede
inferir que existe un estereotipo negativo hacia los primeros, sin embargo, hay
información que no corresponde con el estereotipo y es por ello que se separa una nueva
categoría, los no asistencialistas para de esta manera mantener el estereotipo más
extensivo, que refiere a que los asistentes sociales son asistencialistas.
Por otro lado, los profesionales presentan una evaluación negativa hacia los
asistentes sociales, ya que según su percepción, éstos no trabajarían tanto. Esta
concepción es concordante con lo que los propios asistentes sociales perciben de los
demás.
No obstante, existe un juicio a favor de éstos, debido a que se consideran
importantes en el área de la salud mental y se destaca positivamente su relación con las
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 79
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
intervenciones psicosociales y la práctica en terreno. Así se evidencia en la siguiente
frase:
“Lo que pasa es que las asistentes sociales hacen visitas a terreno” (III)
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Afectivo
No se encontró información para esta dimensión.
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Conductual
No se encontró información para esta dimensión.
Autopercepción:
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Cognitivo
Las principales creencias generalizadas que expresa la asistente social hacia sí
misma, hace referencia a que existen dos tipos de profesionales, aquellos que realizan su
labor de manera más relajada y por el contrario, quienes aparecen como más estresados,
tal como se refleja en la siguiente cita:
“Hay algunos que son súper relajados… hay algunos que son súper estresados
con el trabajo, se llevan trabajos para la casa, como que viven con licencia” (VI)
La asistente social, señala que las actividades que realizan les demandan gran
cantidad de tiempo y que incluso, realizan actividades extras. Por otra parte, coinciden
con la heteropercepción de los demás profesionales, al señalar que perciben que los
demás no reconocen su trabajo, así lo señalan:
“Si bien la atención de pacientes no es tanta como en los médicos, pero tenemos
muchas más cosas qué hacer, por ejemplo, yo soy asistente social del sector 2, llevo lo
que es salud familiar con las cartolas de las familias, soy la encargada de la oficina de
información de reclamos y sugerencias, soy la encargada del programa de alcohol,
aparte llevo promoción en el sector. Entonces, si bien a lo mejor la atención por rut,
porque por eso nos evalúan, por rut profesional, no es tanta, hay muchas cosas extras
que se hacen y necesitan de tiempo, entonces a lo mejor, por ese lado, nos ven así, pero
hay mucho trabajo, aparte igual un médico atiende a un paciente, le da la medicina y se
acaba el problema” (VI)
-­‐
Afectivo
La asistente social expresa sentimientos de desvalorización hacia su profesión,
asignándole un valor negativo, tal como se expresa en la siguiente cita:
“Nosotros estamos súper, somos muy mirados en menos acá.”
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 80
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
Además, siente desmotivación y frustración ante el valor que otros le dan a su
profesión:
“A lo mejor no atiendo pacientes, pero está todo el trabajo administrativo detrás
que hay que hacer, así que es súper frustrante, es desmotivador, a veces da rabia, por lo
mismo se arma muchos “cahuines” con el tema de las metas, si no se cumplen las metas
no es culpa de nosotros o porque no derivamos, nosotros no tenemos metas, son los
otros profesionales los que tienen. Entonces, sienten los otros profesionales que
nosotros debemos hacerles entre comillas el trabajo y derivarles la gente, entonces eso
es súper desmotivante” (VI)
-­‐
Conductual
Con todo lo anterior, se infieren ciertas conductas discriminatorias hacia los
asistentes sociales, quienes deben realizar otras actividades y además, solucionar los
problemas de otros profesionales. Esto se refleja en la siguiente cita:
“Es como que si solucionáramos todos los “cachos” o lo que nadie quiere ver, y
como que… siempre tenemos agenda libre, como que siempre tenemos horas
disponibles… como que no hacemos nada, entonces para cualquier cosa, para cualquier
caso, que lo haga la asistente social” (VI)
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Identidad Social
La asistente social se compara desfavorablemente con los médicos en la
dimensión de atención a pacientes, dado que éstos atienden menos cantidad de
pacientes. Como la comparación genera resultados negativos, utiliza mecanismos
colectivos para restablecer la identidad reevaluando sus atributos negativos en la
dimensión de carga laboral, en la cual se destaca más favorablemente, debido a que a
pesar de atender menos pacientes, creen poseer una mayor cantidad de actividades a
realizar.
Además, se diferencia de los otros profesionales en la dimensión de metas, ya
que son los únicos profesionales del equipo multidisciplinario que no les corresponde
cumplir metas institucionales.
Por otra parte, la asistente social autopercibe de los demás profesionales,
respecto de su categoría, las creencias generalizas de que ellos tienen la agenda libre,
horas disponibles y que por tanto, nunca hacen nada.
Por las consideraciones anteriores, se entiende que la Asistente Social no percibe
alternativa a esta situación, siendo su endogrupo los únicos del equipo, que utilizan
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 81
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
estrategias individuales para intentar cambiar y establecer una identidad positiva, como
la movilidad social, intentando pertenecer a nuevos equipos de trabajo y la comparación
interpersonal, al compararse con los miembros del endogrupo, que mejoran su
autoestima, pero no la identidad social del grupo desfavorecido. Los asistentes sociales
se sienten preocupados por la agenda de los otros asistentes y sienten la necesidad de ser
mejor que el otro. Por ello, existe un valor negativo hacia los demás asistentes sociales y
hacia el propio grupo. Se percibe al endogrupo como más negativo que al exogrupo, lo
que trae como consecuencia un autoconcepto negativo y en consecuencia una identidad
insatisfactoria.
Es decir, su valoración del grupo en comparación con otros es negativa, de
acuerdo a que:
“Hay una desvalorización de la profesión, del trabajador social hacia la red de
salud, por lo menos, somos como los más malos, los que no hacemos nada” (VI)
Por otro lado, a pesar de que los Asistentes Sociales utilizan mecanismos para
establecer una identidad positiva, éstos no tendrían resultados positivos. De manera
colectiva han intentado revaluar la profesión, sin obtener resultados, tal como señalan:
“Encuentro que se hace harto, pero aún así no es como valorizado. Eso es lo que
siempre hemos tratado de reivindicar un poco acá en la profesión, pero no tenemos
buenos resultados” (VI)
Médicos
Heteropercepción:
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Cognitivo
Las principales creencias generalizadas de los profesionales del equipo
multidisciplinar hacia la labor de los médicos generales, diferenciando la medicina
general de la especialización de psiquiatría, apuntan a que: realizan exámenes,
pesquisan, diagnostican y derivan casos. Además, se piensa que
poseen una alta
sobrecarga de trabajo, lo que no les permite realizar seguimiento a los tratamientos
farmacológicos.
Igualmente, los profesionales destacan el ejercicio de la medicina, como una
disciplina que requiere de mayor certeza que el resto, tal como se expresa en la siguiente
cita:
“Hay algunas profesiones que requieren de tener certeza como la medicina, es
una profesión en donde hay que cortar el queque, tener certeza, usted tiene esto, puede
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 82
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
ser que tenga esto otro, pero hay que actuar. No estar bloqueado y tomar decisiones
rápidas, etc.” (I)
Además, se describen ciertos atributos prototípicos de los médicos, que los
identifica como filósofos y políticos, tal como se señala en las siguientes citas:
“Este es el mundo real y en el mundo real hay muchos médicos que son muy
filósofos…El otro día hablábamos con el supervisor, de que hay algunos políticos que
son médicos” (I)
Por otra parte, los profesionales caracterizan a los médicos como mañosos y
rígidos, por ejemplo, cuando éstos no dan sobrecupo a los usuarios o se molestan
porque los profesionales les interrumpen la consulta. Además, rehúyen la atención de
pacientes con consumo de alcohol y con trastornos de personalidad. De acuerdo a lo
expuesto, se puede inferir que existe un estereotipo de carácter negativo hacia los
médicos por parte de los demás profesionales. Además, se evidencian ciertas conductas
discriminatorias desde los médicos a los usuarios y profesionales, según la percepción
de los otros profesionales, como se expone a continuación:
“A veces hay algunos médicos que por ser médicos, como que son el ser Dios y
no permiten que los interrumpan o que tú le quieras preguntar algo… son como más
fríos, un poco más serios” (VI)
Sin embargo, como hay información que no corresponde con dicho estereotipo
se crea la nueva categoría de médicos flexibles, quienes son accesibles a todo tipo de
usuarios, sin diferenciar por patología.
En este mismo sentido, se aprecia una tendencia evaluativa negativa hacia los
médicos, ya que su rol se define como limitado y no integrativo. Dicha concepción es
semejante a la que presentan los propios médicos:
“El rol también de ellos dentro de salud mental, también, es súper acotado y
pierde también este carácter más integrativo. Su rol es diagnosticar, su rol es dar
exámenes, realizarlos y eso, entonces, si pesquisan algún caso te lo derivan“ (II)
Asimismo, existe un estereotipo negativo hacia aquellos médicos con mayor
experiencia profesional, visualizándolos como menos productivos y rígidos en sus
intervenciones. No obstante, existe cierta información que no corresponde a tal
estereotipo, por ejemplo que los médicos recién egresados intervengan desde un
enfoque más integrativo, ello coincide con la percepción de los propios médicos.
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 83
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
Además, se evidencia una actitud desfavorable hacia el rol de los médicos, ya
que según la percepción de los profesionales la relación médico-paciente es jerárquica,
tomando el médico las directrices, por ejemplo a la hora de llevar la entrevista,
diagnosticar y escoger los tratamientos farmacológicos, así lo expresan los
profesionales:
“Donde yo soy el médico y tú tienes que escuchar y, donde te digo lo que tienes
que hacer. Yo creo que eso todavía es difícil cambiarlo” (IV)
Resulta oportuno mencionar, que esto coincide con la visión que mantiene la
médico respecto de sí misma.
Por último, a los médicos se les asigna la categoría de asistencialistas, dado que
se adhieren a un enfoque biomédico. Como se expone en la siguiente cita:
“Entonces ahí volvemos al enfoque biomédico donde yo soy el que da las
instrucciones y las órdenes… y pacientemente espero mi atención médica” (IV)
Contrariamente a lo que se ha expresado, también se manifiesta una apreciación
positiva hacia los médicos, puesto que se mantiene la creencia de que éstos tendrían la
intención de integrarse al equipo, aunque parezca difícil por la gran carga laboral de
dichos profesionales, lo cual se declara en la siguiente cita:
“Un tema de exigencias, de que también tienen que cumplir otras metas y eso
también va desgastando o va descuidando mejor dicho procesos de integración que
tienen que ver con otras cosas” (II)
-­‐
Afectivo
Los profesionales expresan sentimientos de rechazo hacia el trato discriminatorio
que ejercerían los médicos sobre los pacientes de alcohol y drogas, quienes
argumentarían que no saben cómo medicarlos, lo que genera gran molestia entre los
profesionales, tal como se expresan en la siguiente cita:
“Esta discriminación puede ser por ignorancia, por no saber el manejo o
simplemente por discriminación simplemente eso es discriminación, o sea no me gusta
estos pacientes, no me gusta atenderlos, los médicos te lo dicen, los psicólogos también
te lo dicen” (II)
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Conductual
Los profesionales perciben ciertas conductas discriminatorias ejercidas por los
Médicos, quienes no permiten que los interrumpan en la consulta ni acceden a responder
interrogantes del resto del equipo. También, se expresan acciones discriminatorias hacia
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 84
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
los asistentes sociales, al derivarles en mayor medida a los usuarios. Así se refiere en las
siguientes citas:
“El médico está viendo una persona… tómese esta pastilla y vaya a la asistente
social” (VI)
Autopercepción:
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Cognitivo
La médico señala que su labor consiste en hacerse cargo en forma general de la
salud mental y que por otro lado, debe atender distintos tipos de patologías y de
usuarios. Ésta reconoce que desde el modelo biomédico los profesionales se olvidan de
la incidencia de factores psicosociales en las patologías, evaluándolo de manera
negativa. Dicha concepción es concordante con la heteropercepción de los demás
profesionales.
Existe la creencia tradicional de que es el médico quien debe liderar el equipo de
salud mental y psiquiatría, creencia que no comparte la médico y que evalúa de manera
negativa, argumentando que esto no es lo idóneo en atención primaria.
Por otra parte, los médicos se identifican con el atributo prototípico de delantal
blanco, tal como se expresa en la siguiente cita:
“Somos delantal blanco y clínica, es que madura, como la clínica desinfecta,
¿cachay? O sea yo me tengo que lavar las manos cada vez que atiendo a cada paciente”
(VII)
Según se ha citado, la concepción que mantiene el grupo de sí es cercana a la
que presenta el exogrupo con el cual interactúan, respecto de ellos. Al igual que la
concepción de que son un recurso escaso y de que su rol es diagnosticar y, derivar.
Por otro lado, se reconoce a partir de las entrevistas que los médicos recién
egresados poseen una visión más integral de la medicina. Tal como se enuncia en la
siguiente cita:
“Yo no creo que solamente la terapia farmacológica tenga un éxito positivo y las
terapias psicológicas no lo tengan” (VII)
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Afectivo
No se encontró información para esta dimensión.
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Conductual
No se encontró información para esta dimensión.
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Identidad Social
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 85
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
La médico se compara desfavorablemente con el resto de los profesionales del
equipo, dado que reconoce que tienen un menor manejo de las patologías de salud
mental, tal como lo exponen en la siguiente cita:
“Lo que si se ve en general es que hay profesionales que tienen mayor interés o
pasta para esto… hemos tenido reuniones de médicos… acerca de las patologías en
salud mental y también entendiendo que son cosas que nos superan… no superan sólo a
nosotros, superan también a la ciencia médica. Ahora sensibilizarnos frente al problema
es importante y hay gente que está más interesada y está a cargo de la presentación”
(VII)
Por las consideraciones anteriores, que dicen relación con la médico, se infiere
que ésta se identifica con el atributo prototípico de delantal blanco, además, reconoce
que como médicos se olvidan de la incidencia de factores psicosociales en las patologías
y que poseen un menor manejo de las patologías de salud mental, así como también,
expresa que son un recurso escaso en los servicios de salud públicos. En razón a esto, se
entiende que la médico presenta una gran cantidad de autoestereotipos negativos, lo que
implicaría un autoconcepto negativo y así, una identidad insatisfactoria.
Cabe agregar que según se ha visto, no existen ciertas imágenes compartidas
entre médicos generales y psiquiatras, a pesar de que esto últimos posean también una
formación médica. Por el contrario, algunos profesionales señalan por ejemplo, que a
los psiquiatras se les olvida el ejercicio de la medicina. No obstante, sólo sería posible
agruparlos, bajo las relaciones de poder y status en el equipo. Como ya se ha aclarado,
ambos poseen mayor poder y estatus que el resto de los profesionales en los equipos
multidisciplinarios.
Discusión y Conclusiones
-­‐
Estereotipos
Con respecto a los estereotipos presentados por los profesionales que integran
los equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria, se puede concluir que éstos
evalúan de manera positiva las categorías de psicólogos, terapeutas ocupacionales y
enfermeras. Con ello, se infiere que los profesionales presentan una valoración
favorable hacia dichos sujetos, principalmente en cuanto a la importancia de su trabajo y
el rol desempeñado dentro del equipo multidisciplinario. Éste sesgo positivo es
eventualmente la base para llevar a cabo una buena relación intergrupal, puesto que
facilitaría la confianza y la comunicación entre los profesionales.
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 86
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
No obstante, se identificaron estereotipos de carácter negativo en las categorías
de psiquiatras, asistentes sociales y médico generales, identificando a los primeros como
distantes y pocos accesibles, mientras que los segundos son categorizados como
asistencialistas, lo cual es evaluado desfavorablemente por los profesionales. Por
último, los miembros del equipo perciben a los médicos generales como mañosos y
rígidos, además definen su rol como limitado y no interactivo.
Todo esto implicaría una eventual obstaculización en el trabajo interdisciplinar,
puesto que los estereotipos de carácter negativos imponen generalizaciones
desfavorables hacia estos profesionales, olvidando las diferencias individuales. Además,
presentan gran resistencia al cambio y podrían ocasionar un trato discriminatorio hacia
los mismos (Word y et al., 1974. En Brown. 2008).
-­‐
Prejuicios
En cuanto a los prejuicios presentados por los profesionales, se puede plantear
que existe una evaluación positiva hacía las categorías de psicólogos y enfermeras,
debido a que se expresan sentimientos de tranquilidad y de seguridad al trabajar bajo la
supervisión de los primeros, mientras que se expresa la aceptación hacia la labor que
desempeñan las segundas.
Sin embargo, los profesionales presentaron evaluaciones afectivas de carácter
negativo en las categorías de psicólogos, psiquiatras y médicos generales. Éstos
expresan sentimientos de incomodidad e inseguridad frente a la idea de que los
psicólogos están constantemente analizándolos. Respecto de los psiquiatras, se
evidencian sentimientos de cierta distancia ante los demás miembros del equipo.
Además, se expresaron sentimientos de rechazo hacia las acciones discriminatorias de
médicos generales, contra los pacientes de alcohol y drogas, y con trastorno de
personalidad, lo que eventualmente repercute en un sentimiento de molestia al interior
del equipo. Respecto a los
terapeutas ocupacionales y asistentes sociales, no se
identificaron evaluaciones afectivas.
Lo anterior supone que, existe un rechazo hacia estos profesionales, en tanto son
miembros de un grupo profesional, lo que genera sentimientos de carácter negativo.
Esto se transforma en un problema, dado que dificultaría el trabajo interdisciplinar
(Bourhis, Gagnon & Moise, 1996).
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 87
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
-­‐
Conductas discriminatorias
En relación a las conductas discriminatorias, se pudo vislumbrar que los
profesionales aprecian acciones de este tipo en la relación intragrupal de enfermeras,
que manifiestan roces e insultos. En cuanto a los médicos generales, se indica que estos
no permiten ser interrumpidos en la consulta ni tampoco acceden a responder las
interrogantes del equipo. Además, se reconocen conductas discriminatorias hacia los
usuarios de alcohol y drogas y, con trastorno de personalidad por parte de los médicos
generales, psiquiatras y psicólogos. Particularmente, se expresaron acciones
discriminatorias hacía los asistentes sociales, ya que reciben mayores derivaciones por
parte del resto de profesionales del equipo de salud mental y psiquiatría comunitaria.
En cuanto a la categoría de Terapeutas Ocupacionales no se evidenciaron
conductas de carácter discriminatorio.
Según se ha visto, aún cuando los profesionales manifiestan ciertos prejuicios,
no se evidencian claramente comportamientos discriminatorios entre ellos, a excepción
de los médicos generales y asistentes sociales. No obstante, resulta oportuno destacar
que los estereotipos y los prejuicios demostrados, pueden ser un factor predictor del
trato discriminatorio que se puede generar entre los profesionales (Word y et al., 1974.
En Brown. 2008).
-­‐
Relaciones intergrupales
Desde el polo intergrupal se resuelve que existe uniformidad a nivel de las
actitudes y conductas compartidas por parte de los profesionales, además de
uniformidad en la percepción de los otros. Éstos comparten una identidad social común
y se reconocen como miembros de la misma categoría social “Psicólogos“,
“Psiquiatras” “Terapeutas Ocupacionales” “Enfermeras” “Asistentes Sociales” y
“Médicos Generales”. Al mismo tiempo, se reconocen como parte de un equipo
multidisciplinario, compartiendo a su vez una identidad común y una categoría más
amplia “Equipo de Salud Mental y Psiquiatría Comunitaria”.
Los profesionales hacen referencia a criterios externos para definir su grupo,
como la profesión, el equipo y el servicio de salud a la cual pertenecen, como también a
criterios internos, que incluyen componentes cognitivos, del cual se desprende que
todos los profesionales reconocen su pertenencia a un grupo profesional y también,
realizan una evaluación favorable de su pertenencia a este, dirigiendo emociones de
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 88
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
carácter positivo, a excepción de los Médicos Generales y los Asistentes Sociales
(Sánchez, 2002).
Los profesionales generalmente se ven a sí mismos más positivamente y ven al
endogrupo más positivamente que al exogrupo, contrariamente a lo que se ha expresado
esto no sucede con los Asistentes Sociales y los Médicos Generales. A diferencia de
éstos, la mayoría de los profesionales exhiben una tendencia a establecer comparaciones
intergrupales sesgadas para alcanzar y mantener una identidad personal y social
positiva, a través de diferentes formas de diferenciación positiva, sin embargo, los
médicos generales son los únicos profesionales que no utilizan formas de distintividad
positiva (Brown, 2008).
De tal modo que los médicos generales, presentan una identidad social negativa,
la cual provoca sentimientos de rechazo hacia el propio grupo (Tajfel, 1978. En
Bourhis, Gagnon & Moise, 1996). Esto conlleva a una sobrevaloración de los demás
profesionales, en especial de los psicólogos como poseedores de los atributos
socialmente valorados (Brown, 1986. En Bourhis, Gagnon & Moise, 1996).
La
sobrevaloración hacia los psicólogos, que destaca su importancia en los equipos de
salud mental y psiquiatría comunitaria, también es realizada por los demás profesionales
y puede ser entendida apuntando a la mayor proporción de psicólogos que trabajan en
dispositivos de salud mental, estando estos profesionales de alguna manera más
implicados (MINSAL & OMS, 2007) .
Resulta oportuno mencionar que, los médicos generales son los únicos que no
manifiestan la necesidad de una identidad personal y social positiva, por lo tanto, se
podría inferir que serían los únicos profesionales que en un futuro no desarrollarían
conductas de carácter discriminatorio, puesto que la identificación con el endogrupo
tiene directa relación con el comportamiento discriminatorio. (Bourhis, Gagnon &
Moise, 1996) No obstante, esto es opuesto a los resultados de la investigación, ya que
los médicos fueron los únicos profesionales que manifestaron acciones discriminatorias
hacia los otros profesionales. Esto se puede entender a la luz de que, el discurso de la
profesional médico, corresponde al de una profesional joven, con menor experiencia
profesional y con una visión más integral y biopsicosocial de la salud y no así, con una
visión biomédica, parte del estereotipo general del médico. Entonces ésta, no
compartiría las generalidades de los médicos y esto podría explicar, aunque
parcialmente, la contradicción de los resultados. En este mismo orden y dirección, se
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 89
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
podría entender por qué ella realiza una evaluación negativa de su grupo profesional y
no una evaluación positiva, como se esperaría.
Por el contrario, los Asistentes Sociales si manifiestan la necesidad de una
identidad personal y social positiva, y junto a los demás profesionales tienen una
tendencia a marcar las semejanzas intragrupales y diferencias intergrupales (Sánchez,
2002).
Con referencia a lo anterior, se puede concluir que a consecuencia de las
percepciones estereotípicas negativas y de las acciones discriminatorias de los demás
profesionales hacia los asistentes sociales y médicos generales, éstos realizarían una
evaluación negativa de sí mismos, que implica que desarrollen una identidad social
negativa, aún cuando en el caso de los médicos éstos posean el mayor estatus dentro del
grupo (Smith, 2006).
-­‐
Pauta de relaciones
Por otro lado, se analizó la pauta de relaciones del Equipo de Salud Mental y
Psiquiatría Comunitaria, donde se pudo distinguir de la estructura grupal que los
Asistentes Sociales ocuparían la posición más baja en el equipo multidisciplinario,
mientras que los Médicos Generales y Psiquiatras la más alta. Esto determina que los
Asistentes Sociales valoren de manera más negativa su profesión, en cambio los
psiquiatras lo hacen positivamente. Y también, influye en el rol percibido de los
Asistentes Sociales por parte de los demás profesionales, quienes creen que no hacen
nada, debido a que esperan que hagan otras actividades, como atender pacientes, que no
corresponden en mayor medida al ejercicio del Asistente Social. De semejante manera,
los Terapeutas Ocupacionales difieren con los demás profesionales en cuanto al rol
percibido y ejercido por éstos, ya que se desconoce el conjunto de actividades que éstos
realizan.
En lo que refiere al poder, entendido como un atributo, este se encuentra
desigualmente repartido en el equipo, dado que continúan teniendo un mayor poder los
psiquiatras y médicos generales, destacándose su mayor capacidad de influir sobre el
resto de los profesionales del equipo y explicándose el mayor estatus que poseen. Luego
de éstos, vienen los psicólogos y seguidamente las enfermeras. En penúltimo lugar se
encuentran los terapeutas ocupacionales y en última ubicación estarían los asistentes
sociales, siendo los de más bajo estatus. Todo ello, según la propia percepción de los
profesionales.
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 90
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
Cabe señalar que el poder, se asocia a la posición, status y rol de los
profesionales en el equipo multidisciplinar, también podría implicar un trato diferencial
de los profesionales hacia las normas del grupo.
Status de los profesionales que integran los equipos de Salud Mental y
Psiquiatría Comunitaria.
Psiquiátras
Médicos
Generales
Psicólogos
Enfermeras
Terapeutas Ocupacionales
Asistentes Sociales
-­‐
Evaluación de la Estrategia Nacional de Salud Mental
El modelo de atención ambulatorio-comunitario fue evaluado de manera positiva
por los profesionales, no obstante, se reconoce la necesidad de mejorar su
implementación, ya que a más de
doce años de su formación la atención en los
dispositivos de salud mental continúa siendo más clínica que comunitaria. Los
profesionales refieren que el paso del modelo biomédico al biopsicosocial ha sido lento.
Los médicos generales reconocen que se adhieren a un enfoque más biomédico,
dando mayor énfasis a factores biológicos que psicosociales, coincidiendo con lo que
señalan los demás profesionales respecto de ellos, lo que explicaría la evaluación
negativa hacia éstos. Junto con ello, se entiende que los profesionales tendrían un rol
más asistencialista, siendo calificados de forma negativa.
Los médicos junto a los profesionales con mayor experiencia profesional,
podrían estar obstaculizando la implementación del nuevo modelo, al dar relevancia a
factores biológicos y seguidamente, al implementar la política pública de salud mental
en Chile desde un rol de compensación (asistencialista) y no así desde la promoción.
En consecuencia, entendemos que los profesionales no comparten ciertas
creencias grupales ideológicas sobre la salud. Éstos entienden la etiopatogenia de los
trastornos de salud mental, ya sea a partir de factores biológicos o psicosociales, por lo
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 91
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
que existirían dificultades en la integración biopsicosocial para concebir a los usuarios.
Esto también ayuda a comprender las evaluaciones negativas hacia los médicos.
Entonces, los profesionales no comparten ciertas creencias grupales, por lo que
se podría deducir que no se constituirían como un grupo psicológico, a pesar de que
éstos se definan como miembros del equipo de salud mental y psiquiatría comunitaria y
de que existan ciertas actividades y acciones coordinadas entre los profesionales en los
diferentes niveles de resolución del equipo o establecimientos en que se realizan.
Por otra parte, el Plan Nacional de Salud Mental no ha estado exento de críticas
y éstas apuntan principalmente a la falta de preparación de los funcionarios (Díaz, Erazo
& Sandoval, 2008). Esta falta es reconocida por los mismos profesionales, quienes
señalan no contar con las herramientas suficientes para la realización de un trabajo
comunitario.
Otras críticas surgen en el marco del conjunto de actividades que especifica el
programa: En relación a las actividades a nivel primario de resolución realizadas por el
equipo de salud general en los Centros de Salud Familiar, surgen críticas dirigidas
principalmente a las consultorías de salud mental entre el equipo de salud mental y
psiquiatría ambulatoria y el nivel primario, ya que en dichas reuniones clínico-técnicas
no se hallaría una atención conjunta de pacientes, pues el psiquiatra es quien dirige la
entrevista del usuario y quien toma la decisión final, aún cuando esté presente todo el
equipo multidisciplinar, lo que comprueba el mayor estatus del psiquiatra (MINSAL,
s.f.).
Al mismo tiempo, se critica en atención primaria que las actividades dirigidas a
la población general para la promoción de factores protectores de salud mental y
prevención son escasas, por lo que surge la necesidad desde los profesionales de generar
mayores actividades e intervenciones comunitarias a nivel local. Hoy se realizan más
actividades para el tratamiento, recuperación y rehabilitación, puesto que los
profesionales están sobrepasados con atenciones y la demanda es alta. Debido a esto, se
entrega una oferta más clínica que comunitaria (MINSAL, s.f.).
Mientras que, en los Centros de Salud Comunitarios que corresponden al nivel
secundario de resolución, se critican la actitud negativa de los psiquiatras hacia los
usuarios con trastorno de personalidad y consumo problema o dependencia de alcohol y
drogas (Carniglia et al., 2005).
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 92
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
En general, los profesionales reconocen la importancia de articular la atención
primaria y secundaria y por ello de aumentar las horas de los psiquiatras, quienes asisten
una vez por semana o cada quince días, y así aumentar las prestaciones y la
accesibilidad de las atenciones psiquiátricas en salud mental (Díaz, Erazo & Sandoval,
2008). Éstos poseen una tasa menor de profesionales en los dispositivos de salud mental
que podría ser entendida, en parte, por la mayor sobrecarga laboral en los servicios de
salud públicos.
Razones por las cuales, se recomienda la ejecución de intervenciones que al
menos incluyan la sociabilización del nuevo enfoque biopsicosocial de salud, para
aumentar la preparación de los funcionarios. Si bien, éstas ya han sido implementadas
por algunas direcciones de salud, se recomienda aumentar su realización y periodicidad.
Ello es de suma importancia, dado que si los profesionales continúan discrepando en sus
creencias sobre la salud, estos trabajarán y se comportarán de manera opuesta. Por el
contrario, si los profesionales comparten aquellas creencias grupales, el equipo se
fortalecerá. (Bar-tal, 1996. En s.f.) Igualmente, se incentiva a proporcionar información
sobre las actividades y prestaciones de los distintos profesionales, así como se sugiere
monitorear el óptimo cumplimiento del conjunto de actividades que específica el
programa de salud mental y psiquiatría a realizar en los diferentes establecimientos.
En último lugar, desde la teoría de la identidad social se propone reducir la
discriminación entre los profesionales actuando sobre los procesos cognitivos que
intervienen, es decir sobre la formación del estereotipo y del prejuicio. Pues, a través de
la cooperación intergrupal se podría atenuar el carácter sobresaliente de las categorías
“nosotros/ellos” y ello podría incitar a los profesionales a concebirse como miembros de
un sólo grupo, es decir como miembros del equipo de salud mental y psiquiatría
comunitaria. De este modo, la cooperación, ya sea por medio de una meta común que
incluya a los Asistentes Sociales, como por medio de la mayor participación de los
profesionales en las reuniones técnico-clínicas o por la integración de médicos generales
en las reuniones de equipo, todo lo anterior, puede estimular una categoría común
“nosotros”, la cual podría suscitar percepciones más positivas entre los profesionales y
reducir el sesgo endogrupal. Al respecto, se ha comprobado que la cooperación
intergrupal entre Psicólogos y Terapeutas ocupacionales, igualmente entre Psicólogos y
Asistentes Sociales, a través del trabajo de duplas en el ingreso de los usuarios, ha
suscitado percepciones más positivas entre estos (Bourhis, Gagnon & Moise, 1996).
Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 93
González. Prejuicios entre profesionales de equipos de salud mental y psiquiatría comunitaria
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Submissão: 02 /05/2014
Última revisão: 03/07/2014
Aceite final: 20/07/2014 Revista Sul Americana de Psicologia, v2, n1, Jan/Jun, 2014 97