Download Incidencia y factores de riesgo asociados a delirio en pacientes

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Incidencia y factores de riesgo asociados
a delirio en pacientes críticos sometidos
a ventilación mecánica
Ivonne Brevis Urrutia, Carolina Cruz Carrasco
RESUMEN
El delirio es un cuadro subdiagnosticado en el paciente
crítico, y existe poca información al respecto. Es un factor de
riesgo independiente de aumento de estadía en Unidad de
Cuidados Intensivos (UCI), genera secuelas neurocognitivas
y aumenta la mortalidad. Nuestra Unidad no está exenta
del problema, y es por ello que ha nacido la inquietud de
cuantificar la frecuencia de delirio y analizar los principales
factores relacionados con ella, utilizando instrumentos estandarizados y validados. Para el presente estudio se aplicó
la escala Confusion Assessment Method for the Intensive
Care Unit (CAM-ICU), instrumento para la evaluación
del delirio en pacientes de UCI (Ely et al., 2001), y la escala
Richmond Agitation Sedation Scale (RASS) (Ely et al.,
2003) para evaluar el nivel de sedación, y una hoja de
registro para la recolección de datos. Se incluyeron 24
pacientes, con un promedio de permanencia de 14 días,
siendo los más propensos al delirio los varones. Todos tienen
un alto grado de riesgo y dependencia, según la categorización de enfermería diaria. La edad media fue de 55 ± 19
años, los diagnósticos de ingreso fueron principalmente
neumonía (41,7%) y pancreatitis (12,5 %). El promedio
de días de ventilación mecánica fue de 7 ± 8, y se encontró
uso de drogas vasoactivas en 41% de los pacientes (las más
utilizadas fueron noradrenalina y dobutamina), sedación
en 77%, antipsicóticos en 35,4%. La incidencia de delirio
se presentó en 58% de los pacientes, con una edad media 53
± 15 años (rango de 23 a 77 años). La valoración de delirio
es una herramienta fundamental en el paciente crítico, este
estudio nos permitió identificar ciertos factores predisponen-
tes para detectarlo a tiempo y tratar el cuadro. La utilización de la CAM- ICU permitió demostrar que un alto
porcentaje de los pacientes sometidos a VM desarrollaron
delirio.
Palabra clave: Delirio, Sedación, Unidad Cuidados Intensivos, Ventilación Mecánica.
ABSTRACT
The delirium is an underdiagnosed state in critical patients,
and there is only little information. Although it is known to be
a risk factor independent to the increase of staying in the
Intensive Care Unit (ICU), generates neurocognitive sequelae
and increases mortality. Our Unit isn´t exempt from the
problem, why the concern has been born to quantify the
incidence of delirium and analyzing the major factors related,
using standardized instruments and validated, between the
months of May and August 2007. For data collection the
Confusion Assessment Method for the Intensive Care Unit
(CAM-ICU) data collection scale was applied, an instrument
for the evaluation of delirium in patients in ICU (Ely et al.,
2001); also the Richmond Agitation Sedation Scale (RASS)
(Ely et al., 2003) scale for evaluating the sedation level and a
record sheet for data collection. The data analysis was done
using SPSS v. 15 statistics software. 24 patients were recorded,
with a mean stay of 14 days, being men more prone. Everyone
has a high degree of risk and dependence, according to the
categorization of daily nursing. Mean age was 55 ± 19 years,
the diagnoses of income were mainly pneumonia (41.7%) and
pancreatitis (12.5%). The average days of VM was 7 ± 8, and
Enfermeras Especialistas en Cuidados Intensivos
Unidad de Cuidados Intensivos Médicos Hospital Regional de Concepción.
18
REVISTA CHILENA DE MEDICINA INTENSIVA. 2008; VOL 23(1): 18-24
Incidencia y factores de riesgo asociados a delirio en pacientes críticos sometidos a ventilación mecánica
found use of vasoactive drugs in 41% of patients, the most
commonly used were Noradrenalina and Dobutamina, sedation at 77%, antipsychotics in 35.4%. The incidence of
delirium was present in 58% of patients, with an average age of
53 ± 15 years (range 23 to 77 years). The valuation of delirium
is a fundamental tool in the critical patient, this study allowed
us to identify certain predisposing factors to detect and treat this
state. The use of CAM- ICU helped to show that a high
percentage of patients undergoing VM developed delirium.
Keyword: Delirium, Sedation, Intensive Care Unit, Mechanical Ventilation.
El delirio es un trastorno que se sitúa en la frontera
entre la psiquiatría y las demás especialidades médicas.
Este síndrome ha sido minusvalorado en el enfermo
crítico, existiendo una elevada incidencia en las Unidades
de Cuidados Intensivos (UCI) y probablemente es la
manifestación más frecuente de disfunción aguda del
sistema nervioso central, aislada o formando parte del
síndrome de disfunción multiorgánica. Los conocimientos existentes acerca de delirio se encuentran en una
etapa incipiente, no sólo en cuanto a su fisiopatología,
sino también a su diagnóstico, descripción epidemiológica, tratamiento y prevención; pues las herramientas
existentes han sido recientemente desarrolladas y su uso
aún no se ha generalizado.
Muchos profesionales de la salud consideran que el
delirio es un problema frecuente y grave, y sólo una
minoría utiliza herramientas específicas para la detección
sistemática de la enfermedad, lo cual refleja la falta de
conocimientos en relación a este tema, pues las consecuencias negativas del delirio van más allá de las derivadas de las
conductas agresivas y autolesivas de los pacientes. Se ha
demostrado que es un factor de riesgo independiente del
aumento de la estadía en UCI, de déficit neurocognitivo y
de la mortalidad a largo plazo de los pacientes ingresados
en UCI que reciben ventilación mecánica.
Los profesionales de enfermería están conscientes de
que muchos pacientes en UCIs experimentan algún grado
de delirio que pueden ir desde el coma hasta el delirio
propiamente tal, siendo este cuadro relacionado con procedimientos invasivos, medidas de soporte vital y/o medicamentos psicoactivos, que incluso pueden agudizar el
cuadro. Nuestra Unidad de Cuidados Intensivos no está
exenta de este problema, es por ello que ha nacido la
inquietud de cuantificar la frecuencia de delirio y analizar
los principales factores relacionados, utilizando instrumentos estandarizados y validados para su diagnóstico.
DELIRIO
El delirio es un grave trastorno neuropsiquiátrico de
origen orgánico, que se caracteriza por la aparición de
alteraciones de conciencia y de las funciones cognitivas
que suele tener un curso fluctuante1. De carácter agudo,
se manifiesta habitualmente en horas o días, se produce
en el contexto de una enfermedad médica general o
consecuencia del abuso o abstinencia de determinadas
sustancias y va acompañado de desorientación, alteraciones de la atención (inatención o hipervigilancia), deterioro de la memoria a corto plazo, alteraciones de la
percepción (ideas delirantes o alucinaciones), pensamiento anormal y comportamiento inapropiado (agitación o hipoactividad)2. En pacientes con delirio se
presentan alteraciones tanto a nivel anatómico como a
nivel de neurotransmisores así como alteraciones secundarias a la administración de fármacos. El diagnóstico es
fundamentalmente clínico, pues los estudios de laboratorio, radiológicos, electroencefalográficos u otros, no determinan el diagnóstico.
Se distinguen tres tipos clínicos de delirio: Hiperactivo,
Hipoactivo y Mixto. El delirio hiperactivo (típico de los
pacientes que consumen excesiva cantidad de alcohol o
fármacos sedantes) se caracteriza por agitación y alucinaciones, es fácilmente reconocible y corresponde aproximadamente al 30% de los pacientes. En contraste con el
delirio hipoactivo que se presenta como una disminución
del nivel de conciencia con somnolencia y puede confundirse con la sedación por el efecto de los opiáceos o la
obnubilación de los estados terminales, presentándose en
un 24% de los pacientes, el cual está asociado a más días
de hospitalización y mortalidad debido a complicaciones
como: agitación, embolismo pulmonar y úlceras por
decúbito. En el delirio tipo mixto hay alteraciones entre
una fase agitada y otras de quietud, pudiendo ser también
difícil de reconocer con un 46% de los casos3.
Aunque en los últimos años han aparecido algunos
estudios prospectivos con datos acerca de los factores
predisponentes y desencadenantes de delirio, no contamos con estudios nacionales en relación a ello. Actualmente, el diagnóstico del delirio se basa en los criterios
definidos por la Asociación Psiquiátrica Americana en la
4ª versión del Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales (DSM-IV), o alternativamente, los
propuestos en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). En ambos casos, los criterios diagnósticos se basan en la opinión de expertos, y no han sido
suficientemente validados. Quizá por este motivo la
frecuencia del delirio varía de unos estudios a otros, en
función de los criterios diagnósticos utilizados4.
Debido a la complejidad de diversos cuestionarios o
entrevistas diseñados para el diagnóstico del delirio en el
enfermo crítico, en los últimos años han sido desarrolladas
herramientas alternativas, aplicables por médicos y enfermeras (os) de UCI, que en un período de tiempo corto,
como de uno o dos minutos, permiten detectar el delirio
con un elevado grado de fiabilidad, incluso en pacientes
REVISTA CHILENA DE MEDICINA INTENSIVA. 2008; VOL 23(1): 18-24
19
I Brevis y cols
que no pueden seguir una entrevista hablada, como los
que requieren ventilación mecánica. Las dos principales
herramientas son el método para la valoración del estado
confusional en UCI (CAM-ICU), versión del CAM
adaptada para el enfermo crítico (Confusion Assessment
Method”), y el listado para la detección del delirio en UCI
(Intensive Care Delirium Screening Checklist, IC-DSC)5. El
CAM, del que deriva el CAM-ICU (ver anexo), ha sido
evaluado recientemente por investigadores, que han encontrado una sensibilidad moderada y una especificidad
subóptima, por lo que el CAM sería únicamente un
método de detección y no de diagnóstico definitivo de
delirio. Del mismo modo, el CAM-ICU debería considerarse un método de detección; se ha señalado que su
principal punto débil radica en su incapacidad para
distinguir las alteraciones de conciencia propias del delirio
de las causadas por el efecto de la medicación sedante, por
lo que podría sobreestimar de manera importante la
incidencia de delirio en los pacientes de UCI.
El CAM-ICU ha sido validado para el diagnóstico
del delirio en el enfermo crítico sometido a ventilación
mecánica, y se puede llevar a cabo en dos minutos por
cada paciente evaluado, por lo que se trata de una
herramienta útil para ser empleada en la detección
sistemática del delirio en UCI. En el estudio de validación, el CAM-ICU presentó una sensibilidad, especificidad y valores predictivos positivo y negativo superiores al
90%, comparado con el diagnóstico basado en el DSMIV, y tuvo una excelente concordancia entre observadores. El CAM-ICU tuvo la misma validez en los
subgrupos de pacientes mayores o menores de 65 años,
con o sin sospecha de demencia previa, y con APACHEII mayor o menor de 23 puntos. El 60% de los pacientes
tenían limitaciones visuales o auditivas, que deben ser
tenidas en cuenta en la evaluación del delirio1.
El CAM-ICU emplea la escala de Richmond de
sedación y agitación (Richmond Agitation Sedation Scale
[RASS]) (ver anexo) para valorar los cambios en el nivel
de conciencia, que es la única escala validada para la
monitorización del grado de sedación-agitación a lo largo
del tiempo6. Dicha escala asigna el valor 0 al estado
normal, con puntos positivos para los grados crecientes
de agitación y puntos negativos para los grados de mayor
profundidad de la sedación.
Existen dos estudios chilenos publicados que abordan el
tema del delirio. Uno estudió 406 pacientes de 11 a 90 años
de un servicio de medicina general y mostró una prevalencia
de delirio de 3%7, el otro evaluó 64 pacientes de 19 a 90
años, de una unidad de medicina de cuidados intermedios y
mostró una prevalencia de delirio de 41%8. No existen
estudios chilenos sobre la magnitud del problema específicamente en los grupos más vulnerables, y menos aún se
conoce el nivel de diagnóstico ni el tipo de manejo que
reciben estos pacientes en hospitales públicos9.
20
REVISTA CHILENA DE MEDICINA INTENSIVA. 2008; VOL 23(1): 18-24
Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue determinar la
incidencia y factores de riesgo asociados a delirio en pacientes
críticos sometidos a Ventilación Mecánica, utilizando instrumentos estandarizados y validados para su diagnóstico.
MATERIAL Y MÉTODO
Se analizarán en forma prospectiva y descriptiva aquellos pacientes que ingresaron a la UCI Médica del Hospital
Guillermo Grant Benavente (HGGB) de Concepción,
entre el 15 de mayo al 15 agosto de 2007. Se incluyó a
todos los pacientes mayores de 15 años y que requirieron
ventilación mecánica por más de 24 horas, excluyéndose a
aquellos pacientes sordomudos o con alteraciones severas
de la comunicación previo al ingreso a la Unidad, hospitalización prolongada en otros servicios, Enfermedad neurológica o neuroquirúrgica que motivan la indicación de
Ventilación Mecánica, cirrosis hepática documentada, sospecha de adicción a drogas, segundo período de VM
durante la misma hospitalización y limitación precoz del
esfuerzo terapéutico. Para la realización del análisis de los
datos se utilizó el programa estadístico SPSS v. 15.
Se aplicará la escala Confusion Assessment Method for
the Intensive Care Unit (CAM-ICU), el cual es un instrumento para la evaluación del delirio en pacientes de
UCI10, y la escala Richmond Agitation Sedation Scale
(RASS)6 para evaluar el nivel de sedación de los pacientes.
Se revisó la ficha de enfermería y médica, consignando los
datos demográficos, antecedentes mórbidos, drogas y sedación utilizadas, exámenes de laboratorio, y valores obtenidos al aplicar escala RASS y CAM-ICU. Toda esta
información se recolectó en ficha de recolección de datos
de los pacientes confeccionada por las autoras. Además, se
revisó las epicrisis de los pacientes estudiados consignando
la duración de la hospitalización y su condición al alta.
A todos los pacientes se les solicitó su consentimiento
informado verbal, previo a la evaluación, para participar
en el estudio. Por razones éticas, cada vez que se detectó un
paciente con delirium, se le informó al médico tratante.
RESULTADOS
Dentro de nuestra población en estudio se cuentan
11 (45,8%) mujeres y 13 (54,1%) hombres. La media de
la edad fue de 55 ± 19 años (Tabla 1), y en relación a los
días de hospitalización tenemos que el promedio fue de
14 ± 14 días (Tabla 2). Todos los pacientes tienen un alto
grado de riesgo y dependencia, según la categorización de
enfermería que se realiza en la unidad diariamente.
El 58,3% del total de pacientes presentó delirio v/s
un 41,6% que no presentó, y del total de pacientes que
presentaron cuadros de delirio 4 de ellos eran mujeres y
Incidencia y factores de riesgo asociados a delirio en pacientes críticos sometidos a ventilación mecánica
TABLA 1. EDAD
N
TABLA 2. DIAS HOSPITALIZACIÓN
Válidos
Perdidos
24
32
55,38
57,00
46a
18,519
16
88
1.329
Media
Mediana
Moda
Desv. tip.
Mínimo
Máximo
Suma
10 varones, indicándonos que hay una mayor incidencia
en el sexo masculino, siendo el más frecuente el delirio
hiperactivo (Figura 1). La edad de los pacientes que
presentaron delirio fue de una edad media 53 ± 15 años,
con un rango de 23 a 77 años (Tabla 3).
En la Tabla 4 observamos la frecuencia y porcentajes
de los diagnóticos de los pacientes que fueron incluidos
en el estudio, de todos ellos los que presentan delirio son
aquellos con diagnóstico de neumonia (41,7%), ya que
es el diagnóstico más frecuente en nuestros pacientes
estudiados, seguido de pancreatitis (12,5%).
10
10
8
4
6
4
2
0
Hombres
Mujeres
Delirio
Figura 1. Frecuencia del delirio según sexo.
N
Válidos
Perdidos
Media
Mediana
Moda
Desv. tip.
Mínimo
Máximo
Suma
24
32
14,54
10,00
8a
14,216
4
71
349
Al aplicar la CAM-ICU, por las dos enfermeras
preparadas para ello, y relacionándola con la escala RASS
podemos determinar en qué etapa los pacientes presentan
delirio, si es cuando aún se encuentran conectados a VM y
sedados (Etapa 1), cuando el paciente se encuentra en
proceso de disminución de la sedación (Etapa 2) o cuando
no existe efecto de sedación (Etapa 3). En relación a ello,
de los pacientes con delirio la mayoría lo presentó durante
la Etapa 2, aquella en la cual se comienza el proceso de
disminución de la sedación para que el paciente posteriormente pueda despertar y retirarse de VM. Del total de los
pacientes un 50% corresponde a Etapa 2, seguido de un
40,9% en etapa 3 y 9% en Etapa 1 (Figura 2).
Los días en VM de nuestros pacientes es de 7 ± 7 días,
con un rango mínimo de 1 y 30 días el máximo (Tabla 5),
lo que nos indica que los pacientes hospitalizados en la
unidad tienen pocos días en VM, no existiendo relación
entre los días de VM y la aparición de delirio (Figura 3).
Se encontró uso de drogas vasoactivas en 41% de los
pacientes, siendo las más utilizadas: la noradrenalina con un
70,8%, mientras que la dopamina se utilizó en un 20,8%
del total de pacientes. En cuanto a la dobutamina se utilizó
en un 62,5% de los pacientes con delirio. En cuanto a la
sedación, dormonid y fentanilo, las más utilizadas en la
unidad se puede observar que el 82,1% de los pacientes que
TABLA 3. EDAD PACIENTES CON DELIRIO
11
12
9
10
8
6
4
2
2
0
Etapa 1
Etapa 2
Etapa 3
CAM-ICU
N
Media
Mediana
Moda
Desv. tip.
Mínimo
Máximo
Suma
Válidos
Perdidos
14
29
52,71
54,00
60
15,183
23
77
738
Figura 2. Frecuencia del delirio según la etapa o nivel de sedación.
REVISTA CHILENA DE MEDICINA INTENSIVA. 2008; VOL 23(1): 18-24
21
I Brevis y cols
TABLA 4. DIAGNÓSTICO
Neumonía
Pancreatitis
Shock séptico
Síndrome HELLP
LCFA
Insuf. respiratoria aguda
Síndrome urémico
Síndrome Guillaen Barré
Cetoacidosis diabética
Otro
Total
Frecuencia
Porcentaje
10
3
2
2
1
2
1
1
1
1
24
41,7
12,5
8,3
8,3
4,2
8,3
4,2
4,2
4,2
4,2
100,0
Duración VM (Días)
35
30
25
20
15
10
5
0
1 2
3 4
5 6
7 8
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Pacientes
Figura 3. Duración de la ventilación mecánica (días) en cada uno de los pacientes
analizados.
TABLA 5. DÍAS DE VM
N
Media
Mediana
Moda
Desv. tip.
Mínimo
Máximo
Suma
Válidos
Perdidos
TABLA 6. FENTANILO
24
19
7,17
4,00
2
7,585
1
30
172
presentó delirio estuvo con alguno de los dos fármacos,
principalmente fentanilo con un 85,7% (Tabla 6). A los
pacientes con delirio hiperactivo se administró antipsicóticos, correspondiente a un 46,4% de los pacientes, siendo el
valium y haloperidol los más utilizados, con un 21,4% y
71,4%, respectivamente. Haloperidol fue usado en las dosis
adecuadas comenzando con dosis bajas de 0,5 a 1 mg. Sin
embargo, la medida utilizada en primera instancia en los
pacientes agitados, es la contención.
Se pudo corroborar que los pacientes con delirio
durante su hospitalización, tuvieron una mayor estadía
22
REVISTA CHILENA DE MEDICINA INTENSIVA. 2008; VOL 23(1): 18-24
Fentanilo
Frecuencia
Porcentaje
Sí
No
Total
12
2
14
85,7
14,3
100,0
hospitalaria y mortalidad intrahospitalaria, complicaciones que se han descrito en toda la literatura relacionada
con el tema. Los resultados obtenidos en este estudio, aun
con las limitaciones propias de una investigación realizada
en un solo centro y por un tiempo acotado, nos muestra
un panorama inquietante, que requiere mayor atención
por parte de todos los profesionales de la salud, ya que
ocasiona trastornos importantes a nuestros pacientes.
DISCUSIÓN
La frecuencia de delirio encontrada (58,3%) corresponde aproximadamente a lo descrito en la literatura, sin
Incidencia y factores de riesgo asociados a delirio en pacientes críticos sometidos a ventilación mecánica
embargo, la mayoría de los estudios se han realizado con
grupos etarios mayores que en el presente trabajo8,11.
Dentro de las medidas aplicadas a los pacientes agitados,
continúa siendo la contención física de los pacientes la más
común, y las medidas farmacológicas utilizadas como medidas de segunda elección. Los expertos recomiendan el uso de
neurolépticos como primera elección, junto al manejo ambiental8. El porcentaje de delirio varía en los distintos
estudios, ya que está directamente relacionado con la edad 4883%5. Además esto puede estar dado por la mayor gravedad y
complejidad de los pacientes que ingresan a una UCI, así
como por la mayor cantidad de procedimientos a los que son
sometidos. Por otra parte, los pacientes en la UCI están
sometidos a un importante estrés sensorial, y a una desorientación temporo-espacial, ya que no son capaces de determinar
si es de día o de noche.
El que una alteración aguda evolucione hacia un
cuadro de delirio dependería fundamentalmente de la
presencia de factores predisponentes como la edad avanzada y la demencia. Las alteraciones metabólicas, especialmente la deshidratación aguda y la estancia hospitalaria,
serían desencadenantes de delirio12. La identificación
oportuna de los factores previamente descritos, permite
separar poblaciones de riesgo e incluso, a través de la
aplicación de estrategias específicas, como aquellos instrumentos que nos permiten detectar el delirio (CAM-ICU),
se podrían evitar complicaciones en los pacientes de UCI
como un aumento en la estancia hospitalaria y mortalidad.
Por lo tanto, debe capacitarse al equipo de salud para su
detección y manejo adecuado, a modo de prevenir, en lo
posible, las complicaciones y secuelas.
CONCLUSIONES
El delirio es un problema importante tanto por su elevada
incidencia como por el impacto que tiene en el paciente. El
fracaso tanto en la prevención como en el cuidado del
paciente, genera un aumento de la estancia hospitalaria con la
consiguiente mayor utilización de los recursos disponibles y un
retraso de la recuperación del paciente junto con un aumento
de la mortalidad. El inicio agudo y curso fluctuante es una
característica cardinal para el diagnóstico del delirio. Se requiere una práctica habitual del CAM-UCI por el equipo médico
y de enfermería para su diagnóstico. Cuando el paciente
desarrolla delirio se deben investigar los factores precipitantes.
El delirio, es extraordinariamente frecuente en los pacientes críticos ingresados en UCI y parece un determinante
fundamental de la estancia en UCI y en el hospital. A pesar
que en este estudio el número de pacientes que se logró
reclutar es bajo, es suficiente para poder determinar que el
delirio por lo menos ocurre en más de la mitad de ello, por
esto la importancia en su diagnóstico y tratamiento adecuado.
La actuación tanto de enfermería como del resto del equipo
multidisciplinar y la familia, tiene una labor fundamental en
el cuidado de este tipo de pacientes, ya que pueden evitar su
aparición y la posterior aplicación de sujeciones físicas o
tratamiento farmacológico de tipo sedante.
ANEXOS
CAM-ICU
Ely EW, Inouye SK, Bernard GR, Gordon S, Francis J, May L, Truman B, Speroff T, Gautam S, Margolin R, Hart RP, Dittus R.
Delirium in mechanically ventilated patients: validity and reliability of the confusion assessment method for the intensive care unit
(CAM-ICU). JAMA 2001; 286: 2703-2710.
1. Comienzo agudo o curso fluctuante
¿Hay evidencia de un cambio agudo en su estado mental con respecto a la situación basal? ó
¿Ha cambiado la conducta del enfermo en las últimas 24 horas? (cambio en la puntuación RASS o en la puntuación de
Glasgow)
2. Disminución de la atención
¿Presenta el paciente dificultad para dirigir la atención?
¿Presenta el paciente dificultad para mantener y desviar la atención?
3. Alteraciones cognitivas
¿Es el pensamiento del paciente desorganizado e incoherente?
¿Contesta a preguntas y obedece órdenes durante la entrevista?
4. Alteración de conciencia
¿Está el paciente alerta e hipervigilante? (RASS > 0)
¿Está el paciente somnoliento o estuporoso? (RASS entre -1 y -3; grados menores de reactividad se consideran coma)
CAM-ICU: 1 + 2 + (3 ó 4)
REVISTA CHILENA DE MEDICINA INTENSIVA. 2008; VOL 23(1): 18-24
23
I Brevis y cols
ESCALA RASS (RICHMOND AGITATION SEDATION SCALE) DE SEDACIÓN-AGITACIÓN
Ely EW, Truman B, Shintani A, Thomason JW, Wheeler AP, Gordon S, Francis J, Speroff T, Gautam S, Margolin R, Sessler CN, Dittus
RS, Bernard GR. Monitoring sedation status over time in ICU patients: reliability and validity of the Richmond Agitation-Sedation
Scale (RASS). JAMA 2003; 289: 2983-2991.
+4
+3
+2
+1
0
-1
-2
-3
-4
-5
Combativo: violento, representa un riesgo inmediato para el personal
Muy agitado: agresivo, se intenta arrancar tubos y catéteres
Agitado: se mueve de manera desordenada, lucha con el respirador
Inquieto: ansioso, sin movimientos desordenados, agresivos ni violentos
Despierto y tranquilo
Somnolencia: no completamente alerta, pero se mantiene despierto durante más de 10 segundos
Sedación ligera: se despierta brevemente a la voz y mantiene contacto visual durante menos de 10 segundos
Sedación moderada: movimientos o apertura ocular a la voz, pero no dirige la mirada
Sedación profunda: no responde a la voz, pero se mueve o abre los ojos a la estimulación física
No despertable: no responde a la voz ni a la estimulación física
Procedimiento para la valoración RASS:
1. Observar al paciente; si está despierto, inquieto o agitado, puntuar de 0 a +4.
2. Si no está despierto, llamarlo por su nombre y pedirle que abra los ojos y mire al examinador. Si abre los ojos o responde
con movimientos, puntuar de -1 a -3.
3. Si no responde a la llamada, estimular al paciente dándole palmadas en el hombro y/o frotándole el esternón, y puntuar
-4 ó -5 según la respuesta.
7.
Palencia Herrejón E. Encefalopatía en la sepsis. Delirio del
enfermo crítico. Revista Electrónica de Medicina Intensiva Nº C27.
Vol 5 Nº 5, mayo 2005.
Hernández G, Ibáñez C, Kimelman M, Orellana G, Montigo O,
Núñez C. Prevalencia de trastornos psiquiátricos en hombres y
mujeres hospitalizados en un servicio de medicina interna de un
hospital de Santiago de Chile. Rev Méd Chile 2001; 129: 1279-88.
8.
Ely EW, Siegel MD, Inouye SK. Delirium in the Intensive Care Unit:
An under-recognized syndrome of organ dysfunction. Seminars
Respir Crit Care Med 2001; 22: 115-26.
González J, Barros J. Delirium en pacientes de una unidad de
cuidados intermedios: estudio prospectivo. Rev Méd Chile 2000;
128: 75-9.
9.
Carrasco M, Hoyl T, Marín P, Hidalgo J, Lagos C, Longton C,
Chávez P, Valenzuela E, Arriagada D. Subdiagnóstico de delirium
en adultos mayores hospitalizados. Rev Méd Chile 2005; 133:
1449-54.
REFERENCIAS
1.
2.
3.
Lipowski ZJ. Delirium in the elderly patient. N Engl J Med 1989;
320: 578-82.
4.
Laurila JV, Pitkala KH, Strandberg TE, Tilvis RS. The impact of
different diagnostic criteria on prevalence rates for delirium.
Dementia Geriatr Cognit Dis 2003;16: 156-61.
5.
Bergeron N, Dubois MJ, Dumont M, Dial S, Skrobik Y. Intensive
Care Delirium Scrrening Checklist : evaluation of a new screening
tool. Intensive Care Med 2001; 27: 859-64.
6.
Ely EW, Truman B, Shintani A, Thomason JW, Wheeler AP, Gordon
S, Francis J, Speroff T, Gautam S, Margolin R, Sessler CN, Dittus RS,
Bernard GR. Monitoring sedation status over time in ICU patients:
reliability and validity of the Richmond Agitation-Sedation Scale
(RASS). JAMA 2003; 289: 2983-91.
24
REVISTA CHILENA DE MEDICINA INTENSIVA. 2008; VOL 23(1): 18-24
10. Ely EW, Inouye SK, Bernard GR, Gordon S, Francis J, May L, Truman
B, Speroff T, Gautam S, Margolin R, Hart RP, Dittus R. Delirium in
mechanically ventilated patients: validity and reliability of the
confusion assessment method for the intensive care unit (CAMICU). JAMA 2001; 286: 2703-10.
11. Inouye S. The Dilemma of delirium: Clinical and Research
Controversies Regarding, Diagnosis and Evaluation of delirium in
Hospitalized Elderly Medical Patients. Am J Med 1994; 97: 278-88.
12. González M, De Pablo J, Valdés M. Delirium: la confusión de los
clínicos. Rev Méd Chile 2003; 131: 1051-60.