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R e v. Soc. Esp. Dolor
7: 141-148, 2000
Influencia de la U.D.A. en la evolución del postoperatorio
tras toracotomía
M. García-Muñoz*, J. López-Vidal**, M. D. Cárceles***, C. Ferré****, F. López-Rodríguez*****,
M. Canteras****** y F. Miralles*******
García-Muñoz M, López-Vidal J, Cárceles MD, Ferré
C, López-Rodríguez F, Canteras M, Miralles F. In fluence of A.P.U. on the postoperative evolution after
thoracotomy. Rev Soc Esp Dolor 2000; 7: 141-148.
SUMMARY
The incidence of moderate to severe pain in the postoperative is still high despite the current epidemiological,
p h a rmacological and technical knowledge. Management of
pain is required for the wellbeing of the patient, the decrea s e
of postoperative complications and savings in the length of
hospital stay and the cost of the process.
Objectives:
To assess the effectiveness of an acute pain unit
( A . P.U.) for the relief of pain after thoracotomy, considering morbidity and length of postoperative stay, and comparing it with the results of an analgesic therapy which
combines programmed intravenous NSAI + narcotic upon
demand.
Material and methods:
A re t rospective study was conducted with 44 clinical
histories of patients undergoing lobectomies or pneumectomies during 1991-1992, 22 of which received as analgesic therapy intravenous magnesium metamizol each 6
* F. E. A. Anestesia. Hospital General Universitario. Murcia.
**F. E. A. Anestesia. Hospital Los Arcos. Santiago la Ribera. Murcia.
***F. E. A. Anestesia. Hospital Virgen de la Arrixaca. Murcia.
****F. E. A. Anestesia. Hospital San Juan. Alicante.
*****Jefe de Servicio Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor. Hospital Virgen de la Arrixaca. Murcia.
******Catedrático Bioestadística. Facultad de Medicina. Universidad de
Murcia.
*******Jefe de Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor.
Hospital Vega Baja. Orihuela.
Recibido: 3 1-5-9 9 .
Aceptado: 1 1-1 1-9 9 .
25
hours + subcutaneous meperidine (upon demand), and the
other 22 patients received an specific therapy regulated by
the acute pain unit (A.P.U.) of the Hospital Vi rgen de la
Arrixaca of Murcia, which combined narcotics (morphine
or fentanile) plus epidural continuous administration of local anesthetics (bupivacaine) associated to intravenous perfusion of NSAI (magnesium metamizol). In addition to demographic data, diagnosis and type of pro c e d u re, length of
the pro c e d u re, intraoperative narcotics, length of stay in
the recovery area, length of the postoperative stay in the
hospital ward and postoperative complications were re c o rded in the clinical history (pain, fever, dyspnea, atelectasis
and exitus). All other complications were categorized as
"others”. Cost was calculated in CWU (care weighted unit),
which re p resents the average daily cost of a patient in the
hospital ward .
Statistically, comparison of groups re g a rding quantitative variables was made through analysis of the variance
complemented by contrast of pairs of averages using the t
Student´s test. The relationship between qualitative variables was determined by the analysis of contingency tables
using Pearson´s χ2 test complemented by analysis of re s idues, in order to detect the direction of the association or
dependency. The relationship between quantitative variables was established through the analysis of the linear cor relation between pairs of variables. Differences were cons i d e red significant for p<0.05.
Results:
The results show similar demographic and surgical data.
As re g a rds complications, a higher proportion of patients
with pain (p<0.001), atelectasis
(p<0.001), exitus
(p<0.01) and other complications (p<0.01) was seen
among those which received the standard analgesic therapy. The average length of postoperative stay decre a s e d
significantly in those patients treated by the A.P.U., fro m
13 + 1.82 to 9.64 + 2.04 days (p<0.05). When these data
re g a rding the length of stay were translated to CWUs, a similar decrease was also observed in the average cost of
p ro c e d u res (p<0.05).
Conclusions:
We may conclude that the appropriate management of
postoperative pain decreases the postoperative morbidity,
142
M. GARCÍA-MUÑOZ E T A L .
R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 7, N.º 3, Abril 2000
the average length of stay and the average cost of pro c e d ure s . © 2000 Sociedad Española del Dolor. Published by
Aran Ediciones, S.A.
riables. Las diferencias las consideramos significativas para p<0,05.
Key wor ds: Postoperative pain. Acute pain unit. Thoracotomy. Morbidity. Epidural analgesia.
Los resultados muestran unos datos demográficos y quir ú rgicos similares. Dentro de las complicaciones se observa
una mayor pro p o rción de pacientes con dolor (p<0,001),
atelectasias (p<0,001), exitus (p<0,01) y otras complicaciones (p<0,01) entre los pacientes que re c i b i e ron tratamiento analgésico convencional. El tiempo medio de estancia postoperatoria disminuyó significativamente en los
pacientes tratados por la U.D.A., pasando de 13 + 1,82 a
9,64 + 2,04 días (p< 0,05). Al traducir estos datos de estancia a UPAs, también se aprecia una disminución similar
del coste medio de las intervenciones (p< 0,05).
RESUMEN
I n t ro d u c c i ó n :
La incidencia de dolor moderado-severo en el postoperatorio continua siendo elevada a pesar de los conocimientos epidemiológicos, farmacológicos y técnicos actuales. El
c o n t rol de dicho dolor debe realizarse por el bienestar del
paciente, por disminuir las complicaciones postoperatorias
y por una ahorro en estancias hospitalarias y coste del proceso.
Objetivos:
Valorar la eficacia de una unidad de dolor agudo
(U.D.A.) sobre el alivio del dolor tras toracotomía, valorando morbilidad y tiempo de estancia postoperatoria, y comparándola con los resultados del tratamiento analgésico
consistente en AINE intravenoso programado + narc ó t i c o
a demanda.
Resultados:
Conclusiones:
Como conclusión podemos afirmar que el tratamiento
adecuado del dolor postoperatorio disminuye la morbilidad
postoperatoria, el tiempo medio de estancia y el coste medio de las intervenciones. © 2000 Sociedad Española del
D o l o r. Publicado por Arán Ediciones, S.A.
Palabras clave:
Dolor Postoperatorio. Unidad de dolor
agudo. Toracotomía. Morbilidad. Analgesia epidural.
Material y métodos:
Se ha realizado un estudio re t rospectivo sobre 44 historias clínicas de pacientes sometidos a lobectomías o neumectomías en los años 1991-1992, 22 de los cuales re c ib i e ron como terapia analgésica metamizol magnésico
intravenoso cada 6 horas + meperidina subcutánea (a demanda) y los otros 22 tratamiento específico pautado por
la unidad de dolor agudo (U.D.A.) del Hospital Vi rgen de
la Arrixaca de Murcia, consistente en narcóticos (mor f i n a
o fentanilo) más anestésicos locales (bupivacaína) vía epidural de forma continua asociados a AINE (metamizol
magnésico) en perfusión intravenosa. Se re g i s t r a ron además de los datos demográficos, diagnóstico y tipo de intervención, duración de la intervención, narcóticos intraoperatorios, tiempo de estancia en reanimación, el tiempo
de estancia postoperatoria en planta y las complicaciones
postoperatorias reflejadas en la historia clínica (dolor, fieb re, disnea, atelectasias y exitus). El resto de complicaciones aparecidas se clasificaron como “otras”. Se ha calculado el coste en UPAs (Unidad Ponderada de Asistencia),
que re p resenta el coste medio de un enfermo un día en
planta.
Estadísticamente, la comparación de grupos en cuanto
a variables cuantitativas se ha realizado mediante un análisis de varianza complementado con contrastes de pares de
medias mediante el test de la T-Student. La relación entre
variables cualitativas se ha realizado mediante análisis de
tablas de contingencia con el test de la χ2 de Pearson complementado con el análisis de residuos, con el fin de detectar el sentido de la asociación o dependencia. La re l ación entre variables cuantitativas se ha establecido
mediante análisis de correlación lineal entre pares de va-
INTRODUCCIÓN
El alivio del dolor tras la intervención no debe valorarse solamente desde un punto de vista humanitario, al proporcionar una mayor calidad asistencial
para el paciente, razón ya de por sí sobradamente importante; sino que conlleva además un importante
descenso de una serie de complicaciones, con una
disminución significativa de la morbilidad postoperatoria y de días de estancia hospitalaria, y por tanto
del coste económico del proceso.
La incidencia de dolor severo en el postoperatorio
se sitúa según Bonica (1), entre el 40 y 70% de casos, como consecuencia de la ineficacia de las pautas
analgésicas tradicionales consistentes, en el mejor de
los casos, en opiáceos a demanda (2-12). Estudios
españoles recientes (13-16) presentan una prevalencia de dolor severo tras intervenciones quirúrg i c a s
entre el 35 y 50%, similares a las de trabajos realizados en otros países (5-7,17-22). El dolor tras la toracotomía se considera uno de los dolores postoperatorios más severos (1,7,23-25), con importantes
repercusiones en el organismo, incrementando la
morbilidad del postoperatorio inmediato (1,3,8,1012,23-32). Por este motivo se escogió la cirugía torácica para valorar la eficacia de la unidad de dolor
agudo (U.D.A.).
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I N F L U E N C I A DE LA U.D.A. EN LA EVOLUCIÓN DEL P O S TO P E R ATORIO TRAS TO R A C O TO M Í A
Así, es conocida la repercusión del dolor sobre la
función respiratoria, con disminución de la función
diafragmática, inhibición voluntaria de la tos e inmovilidad antiálgica que, junto con la disminución
de la capacidad residual funcional del pulmón por
aumento del tono muscular respiratorio, dan lugar a
hipoxemia, aumento del shunt intrapulmonar, acúmulo de secreciones, mayor probabilidad de infecciones y atelectasias (3,7,10-12,24,33-35). Un correcto tratamiento del dolor aumenta los resultados
de la espirometría forzada en un 15-20%, variando
según la técnica analgésica (7,24,35-42).
La función cardiocirculatoria, como consecuencia
de hiperactividad simpática se produce una elevación
de la frecuencia cardiaca, tensión arterial media, índice cardiaco y consumo miocárdico de oxígeno, lo
que puede ser relevante en los pacientes cardiópatas
(7,23,25,43). Por otra parte, la inmovilidad y el vasoespasmo contribuyen a aumentar la incidencia de
afecciones trombóticas (23,25).
En el aparato digestivo el dolor ocasiona íleo paralítico, náuseas y vómitos (7,23,25). Clásicamente
se ha aceptado que los opiáceos pueden mantener el
íleo paralítico (44,45). Sin embargo, existen estudios
en los que se comprueba un acortamiento significativo de la duración del íleo en los pacientes tratados
con opiáceos por vía epidural, y con un buen control
del dolor (8,46).
A nivel endocrino y metabólico, da lugar a secreción de catecolaminas, interleuquina-I, ACTH, vasopresina, ADH, β-endorfinas, cortisol, glucagón y
a ldosterona, que ocasionan hiperglucemia con glucosuria, aumento de cuerpos cetónicos y ácido láctico,
balance negativo de nitrógeno, disminución de la
quimiotaxis y de la actividad linfocitaria y aumento
de la fagocitosis. Si bien, algunas de estas alteraciones se pueden ver enmascaradas por los efectos de
los fármacos utilizados en la anestesia y por la propia cirugía (7,23,25), aunque en diferentes estudios
no se observan diferencias en la respuesta endocrinometabólica al estrés quirúrgico en pacientes con un
buen control analgésico vía epidural, frente a grupos
control (40,47).
Este estudio tiene como objetivo estimar la eficacia de una unidad de dolor agudo sobre el alivio del
dolor postoperatorio de pacientes sometidos a cirugía
torácica, valorando las repercusiones sobre la morbilidad y tiempo de estancia. Los resultados han sido
comparados con los obtenidos de pacientes tratados
según la pauta analgésica habitual de dicha planta
antes de la creación de la U.D.A. del hospital (metamizol magnésico intravenoso cada 6 horas + meperidina subcutánea o intramuscular si dolor).
27
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MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó un estudio retrospectivo, en el que se
valoraron las historias clínicas de todos los pacientes
sometidos a neumectomía o lobectomía durante el
periodo 1991-1992, en nuestro hospital.
Los pacientes se distribuyeron en dos grupos en
función del tratamiento analgésico recibido:
1. Grupo No-U.D.A., en el que se incluyeron los
pacientes con tratamiento analgésico habitual en la
planta hasta la creación de la unidad de dolor agudo
del hospital, consistente AINE intravenoso (metamizol magnésico, 1 ampolla cada 6 horas) más opiáceos
si dolor (100 mg de meperidina), subcutáneos o intramusculares.
2. Grupo U.D.A., constituido por pacientes con
tratamiento analgésico pautado por la unidad de dolor
agudo (U.D.A.) del hospital. Dicho tratamiento consistió en cloruro mórfico (4 mg cada 24 horas) más
anestésicos locales (bupivacaína 0,125%) vía epidural lumbar en perfusión continua, a través de sistemas
elastométricos (2 ml.h -1 las primeras 24 horas, y 0,5
m l . h -1 el resto de días); o fentanilo (2 µg . m l-1) más
anestésicos locales (bupivacaína 0,125%) epidural torácica continua mediante bombas de perfusión a 7-14
m l . h-1, asociados en ambos casos a AINE en perfusión
intravenosa continua (metamizol magnésico, 3 ampollas cada 24 h). Este tratamiento se mantuvo un mínimo de 5 días tras la intervención.
En el estudio se incluyeron 44 pacientes, 22 de los
cuales suponen la totalidad de los pacientes sometidos a intervenciones torácicas para lobectomías o
neumectomías que en 1991 fueron tratados mediante
pautas analgésicas convencionales. El resto, otros 22
pacientes, fueron tratados por la U.D.A. del hospital.
Se registraron datos:
1 . Demográficos: edad, sexo; diagnóstico (adenocarcinoma de pulmón, carcinoma epidermoide pulm o n a r, metástasis pulmonar de cáncer extrapulmon a r, nódulo pulmonar solitario, otros), tipo de
intervención (neumectomía o lobectomía)
2. Quirúrgicos: tiempo de cirugía en minutos, dosis de fentanilo administrado durante la intervención.
3. Reanimación: horas de estancia en reanimación
tras la cirugía, días de estancia postoperatoria en planta.
4. Complicaciones reflejadas en la historia clínica
( d o l o r, fiebre, disnea, atelectasias, exitus, otras).
Se consideró que los pacientes habían presentado
dolor o disnea, si así estaba explícitamente indicado
en la evolución diaria anotada por el personal facultativo responsable del paciente
Se valoró como presencia de fiebre una temperatura corporal mayor de 37,5º C, reflejada en la evolu-
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M. GARCÍA-MUÑOZ E T A L .
ción diaria de constantes, anotada por la enfermería
de la planta.
La atelectasias se valoraron observando las radiografías postquirúrg i c a s .
Se consideraron "otras complicaciones" todas
aquellas reflejadas en la evolución clínica diaria escrita por el personal facultativo.
El tiempo de estancia postoperatorio se calculó a
partir del día de la intervención, y hasta el alta hospitalaria. Los datos fueron obtenidos a través de la copia del informe de alta del paciente, presente en la
historia clínica.
Se ha calculado el coste de la estancia hospitalaria
tras la intervención en UPAs (Unidad Ponderada de
Asistencia), que representa el coste medio de un enfermo un día en planta, variando en función del nivel
del hospital. Un día de ingreso en una planta de cirugía cuesta 1,5 UPAs, valorándose la UPA para una
hospital de nivel 4, en aproximadamente 37.500 pesetas.
Estadísticamente, la comparación de grupos en
cuanto a variables cuantitativas se ha realizado mediante un análisis de varianza complementado con
contrastes de pares de medias mediante el test de la
T-Student. La relación, asociación o dependencia entre variables cualitativas se ha realizado mediante
análisis de tablas de contingencia con el test de la χ2
de Pearson complementado con el análisis de residuos, con el fin de detectar el sentido de la asociación o dependencia. La relación entre variables
cuantitativas se ha establecido mediante análisis de
correlación lineal entre pares de variables. Las diferencias las consideramos significativas para p< 0,05.
RESULTADOS
Los datos demográficos de los pacientes no presentaron diferencias significativas entre los dos grupos (Tabla I).
El diagnóstico más frecuente fue el de adenocarcinoma de pulmón, que supone casi la mitad de todos los casos, sin diferencias entre los dos grupos. Si le sumamos
los casos de carcinoma epidermoide, segundo diagnóstico
en frecuencia, englobamos más del 75% de casos en cada
grupo. El resto de diagnósticos son mucho menos frecuentes y tampoco presentaron diferencias entre los dos
grupos (Tabla I).
En ambos grupos son más frecuentes las lobectomías (Grupo No-U.D.A.: 68%, Grupo U.D.A.: 55%).
Las neumectomías son más frecuentes en el grupo
U.D.A. (45%) respecto al No-U.D.A. (32%), en ambos casos sin significación estadística (Tabla II).
R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 7, N.º 3, Abril 2000
TA B L A I . D ATOS DEMOGRÁFICOS
No-U.D.A.
n=22
U.D.A.
n=22
59
8,81
73
42
56,1
7,13
66
41
22
0
21
1
54
23
14
9
0
41
36
9
9
5
Edad (años):
Media
Desviación típica
Máximo
Mínimo
Sexo:
Va r ó n
Mujer
Diagnóstico (%)*:
Adenocarcinoma
Carcinoma epidermoide
Metástasis pulmonares
Nódulo solitario
Otros
* Los valores vienen representados como porcentaje del total
del número de pacientes.
No se aprecian diferencias estadísticas entre los dos grupos.
TA B L A I I . D ATOS QUIRÚRGICOS
No-U.D.A.
n=22
U.D.A.
n=22
68
32
55
45
168,88
54,71
270
11 5
180,36
52,93
300
80
428
150,5
900
300
13±1,82
398
66
500
250
9,64±2,04*
Intervención (%):
Lobectomías
Neumectomías
Tiempo de cirugía (min.):
Media
Desviación típica
Máximo
Mínimo
Fentanilo total (µg ) :
Media
Desviación típica
Máximo
Mínimo
Estancia Tras Cirugía (días)
* p< 0,05 (test de la T de Student).
El tiempo medio de la cirugía fue similar en ambos grupos, al igual que la dosis de fentanilo administrado durante la intervención (Tabla II).
En la unidad de reanimación, los pacientes permanecieron un mínimo de 5 horas, con un máximo superior a 36 horas en algún caso, siendo el tiempo medio
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I N F L U E N C I A DE LA U.D.A. EN LA EVOLUCIÓN DEL P O S TO P E R ATORIO TRAS TO R A C O TO M Í A
de estancia en reanimación similar para ambos grupos
(Grupo No-U.D.A.: 14,06 + 11 h; Grupo U.D.A.:
15,11 + 8,66 h).
Con relación a la morbilidad y mortalidad, aparecen diferencias estadísticamente significativas entre
ambos grupos, observándose un mayor porcentaje de
pacientes con dolor (41%) (p< 0,001), atelectasias
(32%) (p<0,001) y otras complicaciones (23%)
(p<0,01), en el grupo No-U.D.A. En este mismo grupo se produjeron un 14% de exitus durante la estancia postoperatoria en planta, frente a ninguno en el
grupo U.D.A. (p<0,01). No se observaron diferencias
significativas entre ambos grupos respecto al porcentaje de pacientes con fiebre o disnea (Tabla III).
TA B L A I I I . D ATOS SOBRE MORBILIDAD Y M O RTA L I D A D
No-U.D.A.
n=22
Dolor
Fiebre
Disnea
Atelectasias
Exitus
Otras
41**
55
14
32**
14*
23*
U.D.A.
n=22
9
41
5
5
0
9
Los valores vienen representados como porcentaje del total
del número de pacientes.
Significación estadística entre grupos: *p< 0,01,**p< 0,001.
Dentro del apartado de otras complicaciones, se
produjeron entre los pacientes del grupo No-U.D.A.
2 casos de accidentes cerebrovasculares, uno con resultado de muerte varios días después, 2 abscesos en
la cavidad quirúrgica y un caso de desorientación
aguda grave que requirió tratamiento por parte del
servicio de psiquiatría. Entre los pacientes tratados
por la U.D.A. se constató 1 caso de hemorragia digestiva aguda que se controló mediante lavados gástricos con suero frío y protección gástrica, y 1 caso
de gota que se resolvió con el tratamiento específico.
El tiempo medio de estancia hospitalaria tras la intervención fue significativamente inferior en el grupo de pacientes tratados por la U.D.A. (9,64 + 2,03
días) respecto al grupo No-U.D.A. (13 + 1,82 días)
(p<0,05). Esta diferencia también se aprecia cuando
traducimos los días de estancia en UPAs. Así, la estancia en planta de los pacientes incluidos en el grupo A cuesta al hospital una media de 14,5 + 3,0
U PAs, mientras que los del grupo B, 19,5 + 2,7
29
145
(p<0,05). Como referencia hay que saber que una
U PA cuesta en un hospital nivel 4, aproximadamente
37.500 pesetas.
DISCUSIÓN
Este trabajo forma parte de otro global, en el que
se evalúa la eficacia de la Unidad de Dolor A g u d o
del Hospital Vi rgen de la Arrixaca tras 5 años de funcionamiento. Valorando, por una parte el dolor de los
pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas antes y después de la puesta en funcionamiento de dicha unidad y por otra, intentando constatar los cambios que su funcionamiento haya podido originar en
la actitud y comportamiento del resto del personal
sanitario (cirujanos y enfermería fundamentalmente)
respecto al problema del dolor.
Se escogió este periodo de tiempo por ser el momento en el que se inició el funcionamiento de la
Unidad de Dolor A g u d o en dicho hospital, a carg o
del S e rvicio de Anestesiología, Reanimación y Te r a pia del Dolor, con lo que coinciden en el tiempo pacientes con el tratamiento analgésico habitual de la
planta, y pacientes con tratamiento específico pautado por una unidad de dolor agudo.
La técnica quirúrgica fue realizada por el mismo
equipo quirúrgico, no existiendo variaciones en la
misma.
Los datos demográficos son similares a otros estudios sobre toracotomías para neumectomías o lobectomías. Suelen ser pacientes en la 5ª-6ª década de la
vida, y fundamentalmente varones, aunque en los últimos años ha aumentado la incidencia de mujeres
sometidas a este tipo de intervenciones (24,32,
35,48,49).
El adenocarcinoma de pulmón es el tumor primario más frecuente, seguido del carcinoma epidermoide. Estos diagnósticos son los mayoritarios en
nuestro estudio. Los pacientes con metástasis pulmonares, que suelen ser los tumores pulmonares más
frecuentes, no suelen someterse a este tipo de intervenciones quirúrgicas, por lo que su porcentaje en el
estudio es escaso.
Al igual que estudios similares, las lobectomías
son más numerosas que las neumectomías (24,32,
35,48). Los tiempos quirúrgicos y de estancia en reanimación también son comparables. Como excepción tenemos el estudio de Bouchard en 1995 (49),
con predominio de neumectomías y que consecuentemente presenta unos tiempos medios quirúrg icos y de estancia en reanimación algo superiores que
el resto.
146
M. GARCÍA-MUÑOZ E T A L .
Destacamos el hecho de que los opiáceos administrados durante la intervención no disminuyeron
de forma significativa en los pacientes con analgesia epidural. A pesar de llevar colocado el catéter
extradural durante toda la intervención, la analgesia
intraoperatoria se realizó en la mayoría de los casos
mediante la administración intravenosa de fentanilo.
Existen diferencias significativas entre ambos grupos al valorar las complicaciones que aparecen tras
la cirugía. Así, aunque la calidad de la analgesia no
se evalúa en el estudio, ya que es un estudio retrospectivo y en las historias clínicas de los pacientes no
tratados por la U.D.A. no se realizó una valoración
que permita la comparación entre casos (por ejemplo
mediante escalas tipo E.V.A.); sin embargo, el porcentaje de pacientes que sufre dolor, es significativamente mayor en los pacientes tratados mediante técnicas convencionales, hecho ya demostrado en
numerosos estudios anteriores (2,4-7,17,19-22,39,
50,51).
La mayor presencia de atelectasias en los pacientes con pautas analgésicas convencionales se explica
por la inmovilidad antiálgica, que dificulta tanto la
fisioterapia respiratoria como la eliminación de la
mucosidad del pulmón (7,34).
La presencia de dos accidentes cerebro vasculares
y de dos abscesos intratorácicos en el grupo de pacientes no tratados por la unidad de dolor agudo podrían estar relacionados con la inmovilidad por una
insuficiente analgesia en consonancia con lo reflejado en numerosas publicaciones (3,7,8,10-12,24,
33,34). La desorientación aguda es una complicación
frecuente en las personas de cierta edad ingresadas,
sin que se pueda relacionar con esta cirugía concreta
ni con el tipo de analgesia pautada. La hemorragia
digestiva aguda que se presentó en el grupo U.D.A.,
se relaciona con el tratamiento analgésico con A I N E s
al que hay que unir el efecto del estrés quirúrgico, y
es una complicación que puede aparecer, a pesar de
estar pautada la correspondiente protección gástrica.
La presencia de un caso de gota es meramente anecdótica.
Es de destacar la existencia de un 14% de muertes
en el grupo No-U.D.A., aunque el número de casos
del estudio y los datos obtenidos de cada caso, no
permite sacar conclusiones sobre mortalidad en función del tipo de analgesia.
La presencia de fiebre o disnea no presentaron diferencias significativas entre ambos grupos, aunque
fueron más frecuentes en el grupo No-U.D.A. La fiebre en el postoperatorio inmediato aparece en respuesta a muchos estímulos, y no solamente ante pro-
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cesos infecciosos, por lo que nos aparece como la
complicación más frecuente en ambos grupos. Respecto a la disnea, se acepta que tras la toracotomía
existe siempre un cierto grado de disnea, por lo que
para que se refleje como tal en la historia clínica, es
preciso que el paciente presente una disnea importante. En estos casos, los pacientes suelen requerir
una unidad de reanimación para su tratamiento, no
permaneciendo habitualmente en la planta, lo cual
puede justificar el hecho de que en nuestro estudio se
observen en ambos grupos muy pocos casos, lo que
no permite apreciar diferencias estadísticamente significativas entre los grupos.
El tiempo de estancia hospitalaria tras la intervención es significativamente inferior en el grupo de pacientes tratados por la unidad de dolor agudo del
hospital, al igual que ocurre en estudios similares
( 3 , 7 , 11,12,24,52,53).
Mediante este estudio, hemos comprobado en
nuestro medio, el aumento de la morbilidad en los
pacientes sometidos a toracotomías y con un tratamiento analgésico insuficiente. Este aumento de
morbilidad puede hacerse extensible al resto de intervenciones quirúrgicas, según nos refleja la literatura existente, siendo más evidente cuanto más agresiva es la intervención. Otra consecuencia de ello, es
un alargamiento de la estancia hospitalaria, con un
incremento en el consumo de recursos.
Como conclusión de este trabajo, destacamos la
importancia que la incorporación de unidades multidisciplinares especializadas en el tratamiento del
dolor agudo tiene en la evolución del paciente quir ú rgico, tanto en aspectos clínicos, como en su repercusión en días de estancia y coste económico. Para un correcto tratamiento del dolor postoperatorio
es necesario la intervención de profesionales adecuadamente formados, tanto en fisiopatología del
dolor como en farmacología, y con suficientes recursos técnicos como para permitir un mayor aprovechamiento de las diferentes vías de administración.
El anestesiólogo, por su formación, se convierte
en pieza clave dentro del equipo encargado del tratamiento del dolor agudo (7,54-58).
C o rre s p o n d e n c i a .
Martín García Muñoz
Paseo Fotógrafo Verdú nº 2, Pta. 12
Murcia 30002
Telf. 968 22 23 02
30
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