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ISSN 1993-6826
REVISTA
PERUANA DE
PEDIATRÍA
VOL. 60 Nº 3 setiembre / diciembre 2007
ÓRGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PEDIATRÍA
CONTENIDO
TRABAJOS ORIGINALES
Contacto piel a piel inmediato: efecto sobre el estado de ansiedad
y depresión materna posparto y sobre la adaptabilidad neonatal
hacia la lactancia materna precoz
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying) en un
colegio particular de Lima - Perú, 2007
Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor de 1.000
gramos. Incidencia y resultados perinatales
TEMAS DE REVISIÓN
Crisis de hipoxia
Cateterismo cardiaco terapéutico
REVISTA PERUANA DE PEDIATRÍA
El síndrome de apneas-hipopneas del sueño en la población
pediátrica
CASOS CLÍNICOS
Lipoblastoma mesentérico en una niña: presentación de un caso
y revisión de la literatura
Caso clínico de sibilancia persistente en un niño de 20 meses
de edad.
SALUD MENTAL
Perinatología, salud mental y capacidad maternal primaria
ÉTICA
¿La ética del placebo?
CULTURAL
Un poco de teratología
VOL. 60 Nº 3
setiembre - diciembre 2007
Lima, Perú
SOCIEDAD PERUANA DE PEDIATRÍA
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JUNTA DIRECTIVA
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Vice-Presidente
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Dr. José Tantaleán Da Fieno
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Dr. Roberto Ruiz Merino
Dr. Elsa Chea Woo
Dr. Ildauro Aguirre Sosa
Dra. Wilda Silva Rojas
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Capítulo de Alergia e Inmunología
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Capítulo de Infectología
Capítulo de Neonatología
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Dr. Daniel Guillén Pinto
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Dr. José Sánchez Arenas
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Dr. Teobaldo López Chumbe
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Dr. Segundo Cruz Bejarano
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Revista Peruana de Pediatría
Órgano Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría
La Revista Peruana de Pediatría, órgano oficial de difusión científica de la Sociedad Peruana de Pediatría, tiene como objetivo la
publicación de la producción científica en el contexto pediátrico en todas las áreas, especialmente en trabajos de investigación, con el
fin de contribuir a mejorar la calidad de atención del paciente pediátrico en el país. Además propicia el intercambio de información con
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son arbitrados por pares.
La Revista Peruana de Pediatría es publicada cuatrimestralmente, un volumen por año, de distribución gratuita, tiene un tiraje de 2000
revistas. Está prohibida la reproducción total o parcial de los artículos publicados, solo se hará mediante autorización del Consejo
Editorial. El contenido de cada artículo es de responsabilidad exclusiva del autor o autores y no compromete la opinión de la revista.
Rev. peru. pediatr. 60 (3) 2007
ISSN 1993-6826
FUNDADOR
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DIRECTOR HONORARIO
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DIRECTORA
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Universidad Nacional Federico Villarreal
Dra. Rosario Llanos Credy
Universidad Nacional Federico Villarreal
COMITÉ CONSULTIVO
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Dr. Melitón Arce Rodríguez
Dr. Alejandro Castro Franco
Dr. Carlos Manuel Díaz Rodríguez
Dra. Rosa Elvira Jiménez La Rosa
Dra. Rebeca Kuniyoshi Kiyan
Dr. Eduardo Balbín Luna Victoria
Dr. Roberto Rivero Quiroz
Dra. Nelly Valenzuela Espejo
Dr. José Tantaleán Da Fieno
Dra. Lidia Hernández Barba
Dra. Elsa Chea Woo
Dirección
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Teléfono +51-1-4411570
Telefax +51-1-4226397
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Sitio Web
www.pediatriaperuana.org
Edición e impresión
Fimart S.A.C. Editores e impresores
Corrección de estilo
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Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2007-01985
Revista Indizada
LIPECS-LILACS-LATINDEX-SCIELO PERÚ
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
Revista Peruana de Pediatría
Órgano Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría
Rev. peru. pediatr. 60 (3) 2007
ISNN 1993-6826
Contenido
Pág.
EDITORIAL
TRABAJOS ORIGINALES
Contacto piel a piel inmediato: efecto sobre el estado de ansiedad y depresión materna posparto y sobre
la adaptabilidad neonatal hacia la lactancia materna precoz
Gustavo Rivara Dávila, Pedro Rivara Dávila, Katherine Cabrejos, Eva Quiñones Meza, Karina Ruiz
Sercovic, Karla Miñano, Fiorella Rusca Jordan, Javier Valdivia, Juan Carlos Samamé Pérez-Vargas
140
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying) en un colegio particular de Lima-Perú, 2007
Miguel Oliveros Donohue, Armando Barrientos Achata
150
Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor de 1 000 gramos. Incidencia y resultados
perinatales
Mario Moraes Castro, María José Cancela, Marizell Repetto, Carmen Gutiérrez, Verónica Fiol, Gabriela
Piriz, Edgardo Castillo, Estrella Medina, Mónica Lattof, Raúl Bustos
156
TEMAS DE REVISIÓN
Crisis de hipoxia
Judith Gell Aboy, Ricardo Somonte Ríos, Raquel Masiques Rodríguez, María Teresa Consuegra Shuarey,
Andrés Savío Benavides
162
Cateterismo cardiaco terapéutico
Fredy Prada Martínez
168
El síndrome de apneas-hipopneas del sueño en la población pediátrica
Jorge Rey de Castro
174
CASOS CLÍNICOS
Lipoblastoma mesentérico en una niña: presentación de un caso y revisión de la literatura
Virginia Alicia Garaycochea Cannon
182
Caso clínico de sibilancia persistente en un niño de 20 meses de edad
Carlos E. Sabogal Rosas, Ian Nathanson
188
SALUD MENTAL
Perinatología, salud mental y capacidad maternal primaria
Hugo Campos Castañeda
192
ÉTICA
¿La ética del placebo?
Justo Padilla Ygreda
195
CULTURAL
Un poco de teratología
Julia Sumire Umeres
198
ÍNDICE DE TEMAS
200
ÍNDICE DE AUTORES
202
REGLAMENTO DE PUBLICACIÓN
205
Revista Peruana de Pediatría
Órgano Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría
Rev. peru. pediatr. 60 (3) 2007
ISNN 1993-6826
Content
Page
EDITORIAL
ORIGINAL ARTICLES
Early skin to skin contact: effect on mother’s anxiety and depression levels after delivery and on early
neonatal adaptation to early breastfeeding.
Gustavo Rivara Dávila, Pedro Rivara Dávila, Katherine Cabrejos, Eva Quiñones Meza, Karina Ruiz
Sercovic, Karla Miñano, Fiorella Rusca Jordan, Javier Valdivia, Juan Carlos Samamé Pérez-Vargas
140
Incidence and risk factors of bullying in a private school. Lima, Perú, 2007
Miguel Oliveros Donohue
Armando Barrientos Achata
150
Histological chorioamnionitis on extremely-low-birth-weight infants. Incidence and perinatal outcome.
Mario Moraes Castro, María José Cancela, Marizell Repetto, Carmen Gutiérrez, Verónica Fiol,
Gabriela Piriz, Edgardo Castillo, Estrella Medina, Mónica Lattof, Raúl Bustos
156
REVIEW ARTICLES
Hipercyanotic espell
Judith Gell Aboy, Ricardo Somonte Ríos, Raquel Masiques Rodriguez, María Teresa Consuegra Shuarey,
Andrés Savío Benavides
162
Therapeutic cardiac catheterization in children
Fredy Prada Martínez
168
Obstructive sleep apnea in children
Jorge Rey de Castro
174
CASES REPORT
Mesenteric lipoblastoma in a girl: report of a case and review of the literature
Virginia Alicia Garaycochea Cannon
182
Clinical case of persistent wheezing in a 20 month old
Carlos E. Sabogal Rosas, Ian Nathanson
188
MENTAL HEALTH
Mental health and primary maternal
Hugo Campos Castañeda
192
ETHICS
The éthics of placebo
Justo Padilla Ygreda
195
CULTURAL
Something...about teratology
Julia Sumire Umeres
198
ARTICLES INDEX
200
AUTHORS INDEX
202
PUBLICATION GUIDELINES
205
Editorial
REFLEXIONES SOBRE LOS RETOS ACTUALES
DE LA PEDIATRÍA GENERAL EN EL PAÍS
Como médico pediatra de adolescentes he recibido desde hace diez años a los
pacientes que fueron atendidos por médicos pediatras generales y/o subespecialistas
de la pediatría a lo largo de sus cortos años. Ellos, controlados o evaluados por una
patología severa, han estado bajo cuidado desde su nacimiento y ahora acuden a
la consulta de adolescentes con un problema médico, pero además con severos
problemas de conducta, de adaptación social, nutricional o de escolaridad que los
lleva al riesgo de enfermar o morir o ensombrecer su calidad de vida involucrándose
en pandillas, drogas, actividad sexual irresponsable, etc.
La primera reflexión sobre esta cuestión es que nosotros, los médicos pediatras,
tenemos el privilegio de ser los primeros en tener contacto con este nuevo ser que
Dios y la naturaleza permitieron que tenga vida, y gozamos de una ascendencia
sobre sus padres y familia en general. Ellos –nuestros pequeños pacientes– esperan
de nosotros no solo cuidados médicos sino también protección de riesgos y defensa
de sus derechos como seres humanos; ellos, que aún no hablan por su corta edad
o estando en crecimiento no tienen la posibilidad de ser escuchados, esperan que
nosotros podamos ser su voz. ¿Quién si no el pediatra, preparado en una carrera larga de especialidad y subespecialidades,
lo haría? No quepa la menor duda de que si estamos dedicados a la pediatría, nos movió nuestra sensibilidad hacia los
más indefensos y nuestra compromiso social y de servicio para abrazar esta gran responsabilidad.
Nuestro país espera que entreguemos adultos. No solamente sanos sino que necesitamos ciudadanos saludables,
íntegros con buena autoestima y proyecto de vida claro. En un país que lucha contra la pobreza, los problemas
nutricionales, la salud materno infantil, pregunto ¿podemos los pediatras plantear estrategias de ayuda desde nuestra
atención médica diaria de rutina para asegurar a nuestro pequeño paciente una mejor calidad de vida?
Creo que el pediatra tiene un lugar de privilegio, por su ascendencia ante la madre y su familia que le confía la salud
de su menor hijo, para poder intervenir ante la sospecha del riesgo. Por ejemplo en violencia en niños y adolescentes,
el maltrato en las diferentes formas que existen física, sexual o por negligencia deja una huella imborrable que se
manifestará en su medio actual y trascenderá en la futura familia que forme. Detectar e intervenir precozmente a la
familia maltratadora es un aporte objetivo de cambios en el paradigma de ser médico pediatra.
Este trabajo no puede ejercerse de modo solitario, ni es posible un apoyo real si no involucramos a las diferentes disciplinas.
Podemos, a través del fin común que es el bienestar del niño y el adolescente, solicitar intervenciones que permitan proteger
al menor, solo si ampliamos nuestra misión, de ir más allá de la demanda que hizo acudir a esta madre a la consulta, hacia
una misión integral y multidisciplinaria, observando a nuestro paciente como un ser humano con derechos que tiene como
primer defensor al pediatra, podremos contribuir a crear una sociedad con mejores indicadores sociales para ellos.
Los tiempos actuales nos obligan a tener una visión integral y holística de la salud del niño, las políticas del Estado
brindan este lineamiento tanto para niños como para adolescentes. Nos compete como pediatras aplicarlas en su
máxima expresión, obviamente porque nos han confiado la salud de este menor.
No obstante la experiencia actual nos confronta exactamente con las consecuencias de la atención fragmentada, y
poco integral, jóvenes muy bien cuidados desde el punto de vista de crecimiento físico, pero muy involucrados en
conductas de riesgo, consecuencias, del maltrato familiar, abandono afectivo, fracaso escolar, pobres capacidades para
relacionarse, carente de habilidades sociales, con malos hábitos alimentarios, violentos.
La segunda reflexión sería, si bastaría solo una excelente atención biologicista, o debemos como pediatras ampliar nuestra
misión y buscar el desarrollo humano integral, para así entregar terminada su adolescencia a un adulto sano y saludable,
con habilidades que le permitan salir adelante ante un mundo globalizado y con retos difíciles de supervivencia.
Es el momento de retomar compromisos y acoplarnos a las exigencias actuales en lo referente a salud infantil, que va más
allá de la atención médica, ellos –nuestros pequeños pacientes– esperan que los abordemos integral y holísticamente
involucrando a la familia en la atención para detectar riesgos y brindarles protección.
Dra. Rosario Del Solar
Coordinadora del Capítulo de Adolescencia
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
140
trabajos originales
Contacto piel a piel inmediato: efecto sobre el estado de ansiedad
y depresión materna posparto y sobre la adaptabilidad neonatal
hacia la lactancia materna precoz
Early skin to skin contact: effect on mother’s anxiety and depression levels after delivery and on early
neonatal adaptation to early breastfeeding
Gustavo Rivara Dávila1
Pedro Rivara Dávila2
Katherine Cabrejos3, Eva Quiñones Meza3, Karina Ruiz Sercovic3, Karla Miñano3, Fiorella Rusca Jordan3, Javier Valdivia3,
Juan Carlos Samamé Pérez-Vargas3
Erick Medina Escalante4, Andrés Mego Bayona4, Gonzalo Merino Delgado4, Patricia Meza Medina4, Juan José Miró
Quesada Woll4, Claudia Montoya García4, Angie Villa Portella4
RESUMEN
Objetivo: Demostrar el efecto del contacto piel a piel inmediato sobre los niveles de ansiedad y depresión materna a las
2 y 48 horas posparto; así como sobre la adaptación neonatal hacia la lactancia materna inmediata y sobre los niveles
de satisfacción materna sobre el parto en sí.
Material y métodos: Se realizó un estudio prospectivo, randomizado, a doble ciego (ensayo clínico), comparando dos
grupos formados de manera aleatoria: grupo de estudio (CPPI) n = 38 y grupo de control n = 41. El grupo de estudio fue
beneficiado con el contacto piel a piel inmediato de 30 minutos de duración. Se aplicaron las siguientes escalas a las 2 y
48 horas posparto: Escala hospitalaria para la ansiedad y depresión (HAD) y escala de Hamilton para la ansiedad. A las
dos horas de vida los recién nacidos fueron puestos sobre el pecho materno, observándose cuántos de ellos lograron
éxito en la lactancia materna inmediata. Se interrogó a las madres sobre la percepción y satisfacción hacia la experiencia
del parto en sí.
Resultados: Los niveles de ansiedad y depresión materna fueron menores en el grupo de estudio (CPPI) a las 48 horas
posparto comparado con los del grupo de control (p < 0,0001), tanto en sus puntajes absolutos como al valorarlos según
los grados del trastorno estudiado; mientras que a las 2 horas posparto no se halló diferencia significativa. Los recién
nacidos del grupo de estudio lograron mayor éxito en la lactancia materna inmediata versus los del grupo de control (29
de 38 versus 12 de 41, p < 0,0001). El grado de satisfacción sobre la percepción materna del parto fue mayor en el grupo
de estudio (p < 0,0001).
Conclusiones: El contacto piel a piel disminuye los niveles de ansiedad y depresión materna a las 48 horas posparto,
mejora la conducta adaptativa neonatal hacia la lactancia materna inmediata e incrementa los niveles de satisfacción
materna sobre la percepción del parto.
Palabras clave: Contacto piel a piel inmediato, ansiedad puerperal, depresión puerperal, lactancia materna, Hamilton, HAD.
abstract
Objective: to demonstrate the effect of early skin to skin
contact on mother’s anxiety and depression levels at 2
and 48 hours after birth, on early neonatal adaptation to
breastfeeding and, on mother’s satisfaction related to the
delivery.
1
2
3
4
Médico Pediatra, Hospital Nacional Arzobispo Loayza
Médico Psiquiatra, Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen
Médicos Cirujanos
Internos de Medicina de la Facultad de Medicina Humana de la
Universidad San Martín de Porres
Material and method: a prospective, randomized,
controlled and double blind trial was conducted comparing
two groups: study group (CPPI) n=38, and control group
n=41. The first group was beneficiated with 30 minutes
early skin to skin contact. Hospital anxiety and depression
scale (HAD) and Hamilton anxiety rating scale (HARS)
were applied at 2 and 48 hours after birth. 2 hours after
birth, the infant was placed on mother’s chest, observing
how many of them got succeed in early breastfeeding.
Mothers were asked about perception and satisfaction
related to the delivery experience.
Contacto piel a piel inmediato: Efecto sobre el estado de ansiedad y depresión materna post-parto
y sobre la adaptabilidad neonatal hacia la lactancia materna precoz
Results: mother’s anxiety and depression levels were
lower in study group (CPPI) at 48 hours compared with
controls (p < 0,0001) either in absolute than in grades
values; meanwhile, there were no difference at 2 hours
after birth. Study group’s infants got more succeed in
early breastfeeding than controls (29 of 38 vs. 12 of 41,
p<0.0001). Satisfaction levels related to the delivery
experience were higher in study group (p < 0,0001).
Conclusions: early skin to skin contact decreases mother’s
anxiety and depression levels at 48 hours after birth, improves
early neonatal adaptation to breastfeeding and increases
satisfaction levels related to the delivery experience.
Key words: early skin to skin contact, puerperal anxiety,
puerperal depression, breastfeeding, Hamilton, HAD.
INTRODUCCIÓN
Se ha demostrado que el contacto piel a piel inmediato
(CPPI) brinda múltiples beneficios tanto para el recién
nacido como para su madre (1-4). Su influencia ha sido
comprobada a través de los años mediante diversos
estudios, concluyendo que no solo favorece los cambios
inmediatos que ocurren en el neonato durante el período
adaptativo (1, 3, 5,6) y logra una mejor transición de la vida
intrauterina a la extrauterina, sino que también provee
innumerables beneficios adaptativos a la madre(9),
promoviendo un período puerperal, inmediato y tardío
mucho más beneficioso (4, 7,8, 9).
Tomando en cuenta que el desarrollo normal del recién
nacido depende en gran parte de una serie de respuestas
afectivas recíprocas entre la madre y el hijo, así como
de la unión psicológica y fisiológica, investigaciones al
respecto han demostrado que el éxito del método piel a
piel inmediato depende del tiempo del contacto, el cual
beneficia al binomio madre-hijo (3,4, 7,10,11).
Son incontables los trabajos realizados al respecto, y
reflejan todos ellos las ventajas y beneficios alcanzados
con esta práctica, que son numerosos: en el recién nacido
provee estabilización de las funciones vitales (1,3,11), mejora
los niveles de saturación de oxígeno (3), mantiene estable
la temperatura corporal (1,10,12), disminuye la percepción de
dolor (1,2,13-17), confiere períodos más largos de sueño (18),
mayor desarrollo neuronal (2,19), disminución del llanto y
favorece la lactancia materna precoz (2,3,5,8,10,16,20), entre otros.
Del mismo modo, en las madres se observa: acortamiento
del período de alumbramiento, mejora en la percepción
del parto (1,3,7,8), reducción del sangrado posparto (10),
fortalecimiento del vínculo madre-hijo, estimulación de la
lactancia materna y reducción de los niveles de ansiedad y
depresión puerperal (2-4,5,7,8), entre otros.
Algunos estudios han demostrado una mejor evolución
fisiológica en el neurocomportamiento de los recién nacidos
141
que fueron beneficiados con el contacto piel a piel inmediato
(18,19)
. Estos recién nacidos mostraron luego mayores
índices de lactancia materna exclusiva (8). Así también, se
ha descrito una mejor evolución de la madre en cuanto a
sus niveles de ansiedad y a los parámetros afectivos en
torno a su hijo (4, 7, 8,9), destacando la importancia de esta
práctica.
En muchos centros hospitalarios nacionales no se cumple
con el desarrollo de esta práctica ni de manera rutinaria
ni completa, privando a la madre y al neonato de todos
los beneficios antes descritos. El presente trabajo buscó
responder a la interrogante sobre si el contacto piel a piel
inmediato es beneficioso tanto de manera inmediata como
mediata en relación con diversas variables maternas y
neonatales, como: disminución de los niveles de ansiedad
y depresión materna posparto, mejor percepción del parto
por parte de la madre, y mejor adaptabilidad del neonato
a la lactancia materna inmediata.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un ensayo clínico, estudio randomizado,
controlado, a doble ciego (estudio experimental o de
intervención), en el cual se tomó a todos los recién
nacidos y sus madres que cumplieron los criterios de
selección durante el período programado (marzo, abril y
mayo de 2007). Los seleccionados fueron randomizados
en dos grupos: uno de intervención, beneficiado con el
contacto piel a piel inmediato (CPPI), y el otro, el grupo
de control. La muestra estuvo constituida por todos los
recién nacidos durante el período programado para el
ensayo clínico que cumplieron los criterios de selección.
Criterios de inclusión para los recién nacidos: a término
(37-41 6/7 semanas), peso > 2500 g y < 4000 g, Apgar
7 ó más, nacido de parto eutócico; y fueron excluidos:
nacidos de parto instrumentado, parto cesárea,
malformaciones congénitas, sufrimiento fetal confirmado,
trauma obstétrico y desestabilización hemodinámica o
respiratoria inmediata.
Criterios de inclusión para las madres: entre 18 y 40
años de edad, que sepan leer y escribir, que hablen
castellano, seronegativas a VIH, embarazo único; siendo
excluidas cuando: tuvieron transtornos mentales, fármaco
dependencia, diabéticas, recibieron analgesia epidural
o tuvieron complicaciones puerperales (hemorragia,
endometritis, fiebre, etc.).
Procedimiento detallado del estudio
Se formaron dos grupos de manera aleatoria, esto es,
alternando a los recién nacidos: hacia contacto piel a piel
inmediato, o no contacto piel a piel según se presentaron
los nacimientos de manera alternada.
142
El contacto piel a piel duró 30 minutos y se inició luego de
realizar solo lo siguiente: secado, clampaje de cordón y
somatometría neonatal, lo que tomó escasos minutos. El
grupo de control, sin contacto piel a piel inmediato, siguió
la atención de rutina: baño, vitamina K, profilaxis ocular,
y fueron colocados en la sala de cuidados inmediatos en
el Servicio de Neonatología. Se registraron las funciones
vitales durante el contacto piel a piel y al grupo de control
en las salas de neonatología.
A las 2 horas posparto, se realizó la escala hospitalaria de
ansiedad y depresión (HAD) y la escala de ansiedad de
Hamilton a la madre, para luego llevarle a su bebé: el RN
fue colocado desnudo sobre la mitad del pecho, a la altura
esternal, entre ambas mamas, con el rostro al centro. Se
observó el procedimiento teniendo en cuenta: el tiempo de
inicio de lactancia y funciones vitales. Este procedimiento
duró 15 minutos, luego de los cuales se dejó a la madre y
su hijo estar solos.
Al momento del alta (48 horas de vida) se realizó nuevamente
la valoración de la ansiedad y depresión materna para
completar la curva de evolución de las mismas. Así también,
se realizó una encuesta rápida sobre la satisfacción materna
sobre la atención del parto, obteniendo 5 categorías: muy
buena, buena, regular, mala y muy mala.
Cegamiento del estudio
Ambos procedimientos, tanto la valoración a través de
ambas escalas a las 2 y 48 horas, así como la observación
del bebé sobre el pecho de su madre, se hizo sin conocer
el grupo al que pertenecía la madre o el bebé. Esto quiere
decir que se cegó tanto la valoración de la ansiedad y
depresión, como la valoración de la actitud del recién
nacido frente a la lactancia inmediata. Del mismo modo,
la encuesta sobre la percepción materna del parto se hizo
sin conocer a qué grupo pertenecía la madre. Para lograr
esto, hubo dos equipos independientes de investigadores:
los que realizaron la atención inmediata y el contacto piel
a piel, y los que realizaron las escalas y la valoración de
la lactancia inmediata. El segundo grupo desconocía a
los que habían recibido el contacto piel a piel.
Escalas utilizadas:
1. Escala hospitalaria para la ansiedad y depresión
(HAD), (Hospital anxiety and depression scale,
HAD). Autores: A.S. Zigmong, R.P. Snaith. Los
valores obtenidos confirieron los siguientes niveles
según el puntaje obtenido: 0 – 7 normal, 8 – 10 leve,
11 – 15 moderado y 16 – 21 severo.
Gustavo Rivara Dávila y col.
2. Escala de Hamilton para la ansiedad (Hamilton
anxiety rating scale, HARS). Autor: M. Hamilton. Los
valores obtenidos confirieron los siguientes niveles:
0 – 5 normal, 6 – 14 leve y 15 ó más moderadograve.
Valoración neonatal:
A las dos horas de vida, el recién nacido fue conducido
hacia su madre, en las salas de alojamiento conjunto;
fue colocado en el centro del pecho materno y se valoró
(durante 15 minutos) si lactó durante el tiempo estimado,
El recién nacido no recibió ningún tipo de ayuda que lo
dirija o estimule hacia la lactancia, tan solo fue colocado y
observado durante los 15 minutos del monitoreo.
Procedimiento estadístico
Se configuró una base de datos en Excel, analizada
mediante el programa SPSS 13.0. Fueron conformadas dos
poblaciones homogéneas, lo cual se logró a través de los
criterios de selección tanto para la madre como para el recién
nacido, todo esto de manera aleatoria, alternando uno a uno
los nacimientos, de modo tal que la secuencia fue un recién
nacido para cada población ordenadamente.
Se calculó la desviación estándar, la media y la mediana
de cada población, comprobándose así su homogeneidad,
para luego realizar la comparación estadística entre
ambas poblaciones a fin de verificar la hipótesis
planteada a través de una diferencia estadísticamente
significativa (p < 0,05). Fueron utilizadas las pruebas de
U Mann-Whitney y el Test para dos proporciones (C1 y
C2), con Intervalo de confianza al 95%, determinando los
valores P y Z, buscando la diferencia estadísticamente
significativa.
Cada madre participante firmó el consentimiento
informado, quedando a su criterio o voluntad abandonar
el estudio en el momento que ella quisiese.
RESULTADOS
Luego de 3 meses de recabación de datos, fueron ingresados
79 madres con sus recién nacidos, separados en dos grupos
de estudio: 38 para el grupo experimental o de intervención
(CPPI) y 41 para el grupo de control. Ambos grupos tuvieron
características homogéneas, haciéndolos comparables.
Fueron eliminados aquellos que no cumplieron los criterios
de selección determinados o que durante alguna fase del
estudio decidieron no participar. Las características de cada
grupo están descritas en las Tablas 1 y 2.
Contacto piel a piel inmediato: Efecto sobre el estado de ansiedad y depresión materna post-parto
y sobre la adaptabilidad neonatal hacia la lactancia materna precoz
143
Tabla 1. Datos generales maternos para ambos grupos
CPPI
(n = 38)
DATOS MATERNOS
Media
N
-
Edad (años)
24,97
Estado civil
Soltera
-
Casada
CONTROL
(n = 41)
%
Media
N
-
%
-
26,63
-
10
26,3
-
12
29,26
-
9
23,6
-
10
24,39
Viuda
-
1
2,6
-
-
-
Divorciada
-
-
-
-
-
-
Conviviente
-
18
47,3
-
19
46,34
Grado de instrucción
Sin estudios
-
0
-
0
Primaria
-
0
-
4
9,75
Secundaria
-
28
73,68
-
30
78,94
Superior
-
10
26,32
-
7
11,31
Paridad
Primigesta
-
17
44,7
-
17
41,46
Controles prenatales
Circular de cordón
Multigesta
Sí
-
21
55,2
-
24
58,53
7,38
-
-
6,66
-
-
5
13,15
5
12,9
No
33
86,84
36
87,80
Tabla 2. Datos generales neonatales para ambos grupos
DATOS DEL RN
CPPI
CONTROL
(n = 38)
(n = 41)
Media
n
SD
%
Media
N
SD
%
Sexo femenino
-
24
-
63,15
-
18
-
43,90
Sexo masculino
-
14
-
36,84
-
23
-
56,01
3155,92
38
344,12
-
3205,77
41
321,77
-
38
1,55
-
48,80
41
1,67
-
38
1,51
-
33,58
41
1,10
-
38
-
-
8,79
41
-
-
33
-
86.84
--
32
-
78,04
-
-
-
38,72
-
-
-
Peso (g)
Talla (cm)
Perímetro cefálico (cm)
Apgar 1 minuto
Líquido amniótico claro
Edad gestacional (semanas)
48,67
33,36
8,89
38,85
Gustavo Rivara Dávila y col.
144
El contacto piel a piel se realizó a los pocos minutos de
vida en el grupo experimental, mientras que en el grupo de
control el recién nacido estuvo poco tiempo con su madre
para luego ser conducido hacia las salas de neonatología.
A las 2 y 48 horas de vida se aplicaron las escalas para la
determinación de ansiedad y depresión en las madres de
ambos grupos, hallándose los siguientes resultados:
Escala hospitalaria para la ansiedad y depresión
(HAD): a las 2 y 48 horas.
A las dos horas se halló tanto para la ansiedad como para
la depresión rangos sin mayores diferencias entre ambos
grupos de estudio, con valores p mayores a 0,05 (Figuras
1 y 2).
20
16 16
12
9
10
Leve
1
0
0
CPPI
Moderado
Severo
CONTROL
Grupo de estudio
Figura 1. Ansiedad a las 2 horas (HAD)
Diferencia no significativa entre ambos grupos, para
todas las categorías de ansiedad a las dos horas:
p: 0,416, valor z: –0,813 (CPPI n=38, Control n=41)
Número de puérperas
29
28
20
Normal
10
3
Leve
2
0
0
0
CPPI
40
36
30
30
Normal
20
10
11
2
0 0
Leve
0 0
Moderado
Severo
0
CPPI
CONTROL
Grupo de estudio
Figura 3. Ansiedad a las 48 horas (HAD)
HAD
Depresión a las 2 horas
7
HAD
Ansiedad a las 48 horas
Normal
6
5
10
En lo que se refiere a ansiedad leve, solo el 5,3%
(n=2) del grupo CPPI la presentó, versus 26,8%
(n=11) del grupo de control (p: < 0,0001). No hubo
madres con categorías moderada o severa en ambos
grupos (Figura 3).
19
15
30
Al aplicar la misma escala a las 48 horas de vida
se halló que la diferencia entre ambos grupos fue
estadísticamente significativa, manteniendo valores
p menores a 0,05 (Figuras 3 y 4). El 94,7% (n=36)
de las madres beneficiadas con el CPPI mostraron
rangos de normalidad en lo que se refiere a la
ansiedad, versus 73,2% (n=30) de las madres del
grupo de control (p: < 0,0001).
Número de puérperas
Número de puérperas
HAD
Ansiedad a las 2 horas
Diferencia no significativa entre ambos grupos para todas
las categorías de depresión a las dos horas: p: 0,730,
valor z: – 0,346 (CPPI n=38, Control n=41).
CONTROL
Grupo de estudio
Figura 2. Depresión a las 2 horas (HAD)
En relación con la depresión, las 38 madres evaluadas
(100%) del grupo CPPI no presentaron valores de
depresión, versus 70,7% (n=29) del grupo de control. Así
también, el 29,3% (n=12) del grupo de control presentó
depresión leve o moderada a las 48 horas (p: < 0,0001,
valor z: –5,623) (Figura 4).
Moderado
Severo
Diferencia significativa entre ambos grupos, para
ansiedad leve y normal a las 48 horas: p: < 0,0001, valor
z: –6,325 (CPPI n=38, Control n=41)
Contacto piel a piel inmediato: Efecto sobre el estado de ansiedad y depresión materna post-parto
y sobre la adaptabilidad neonatal hacia la lactancia materna precoz
Diferencia no significativa entre ambos grupos, para todas
las categorías de ansiedad normal y leve a las dos horas:
p: 0,188, valor z: –1,317 (CPPI n=38, Control n=41)
HAD
Depresión a las 48 horas
Número de puérperas
40
38
29
30
Normal
20
12
10
0 0 0
Leve
Moderado
0 0
Severo
0
CPPI
145
A las 48 horas se halló que la categoría normal fue
mayor en el grupo CPPI, con 97,4% (n=37) versus
24,4% (n=10) del grupo de control. Del mismo modo,
se encontró diferencias significativas en las categorias
leve: 2,6% (n=1) para CPPI versus 58,5% (n=24) para
el grupo de control, y para la categoria moderado-grave:
0% en el grupo CPPI versus 17,1% (n=7) en el grupo
de control, reflejando una diferencia estadísticamente
significativa (p: < 0,0001) (Figura 6).
CONTROL
Grupo de estudio
Figura 4. Depresión a las 48 horas (HAD)
HAMILTON
Ansiedad a las 48 horas
Diferencia significativa entre ambos grupos para todas
las categorias de depresión a las 48 horas: p: < 0,0001,
valor z: –5,623 (CPPI n=38, Control n=41)
24
Número de puérperas
17
20
18
15
15
Normal
10
5
Leve
3
2
Moderado - grave
0
CPPI
30
24
25
Normal
20
10
15
10
5
1
7
Leve
Moderado - grave
0
0
CPPI
CONTROL
Grupo de estudio
Figura 6. Ansiedad a las 48 horas (Hamilton)
Diferencia significativa entre ambos grupos, para todas
las categorías de ansiedad a las 48 horas: p: < 0.0001,
valor z: –7,062 (CPPI n=38, Control n=41).
HAMILTON
Ansiedad a las 2 horas
25
37
35
Número de puérperas
Escala de Hamilton para la ansiedad: a las 2 y 48
horas.
Los valores para ansiedad hallados a las dos horas de
vida no mostraron mayores diferencias entre ambos
grupos para las categorías normal y ansiedad leve,
siendo normales 7,9% (n=3) del grupo CPPI versus 4,9%
(n=2) del grupo de control (p: 188); sin embargo, para
ansiedad moderada a grave se describió en el 47,4%
(n=18) del grupo CPPI versus el 58,5% (n=24) del grupo
de control (p: < 0,001) (Figuras 5 y 6).
40
CONTROL
Grupo de estudio
Figura 5. Ansiedad a las 2 horas (Hamilton)
Puntajes absolutos de la escala hospitalaria para la
ansiedad y depresión y para la escala de Hamilton:
En relación con ambas escalas, en lo que se refiere a los
puntajes absolutos sin tener en cuenta las categorías, se
halló que la diferencia fue significativa a las 48 horas de
vida, mas no a las 2 horas. Figuras 7 y 8.
Los puntajes sumatorios (totales) para cada escala, en
cada momento, muestran diferencias significativas a
las 48 horas fundamentalmente (p: < 0,0001 para HAD
y Hamilton a las 48 horas), mientras que a las 2 horas
no hay mayor diferencia entre ambos grupos estudiados
(p: 0,416 para ansiedad HAD y p: 0,730 para depresión
HAD, mientras que para Hamilton: p: 0,188).
Gustavo Rivara Dávila y col.
146
Comparación de los niveles de ansiedad y depresión
materna según edad y paridad:
Al estratificar ambos grupos según edad (18 a 25 años
versus 25 a 40 años) y según paridad (primigestas versus
multigestas) se encontró que los resultados para los
niveles de ansiedad y depresión en la escala hospitalaria
(HAD), así como para la escala de Hamilton mantuvieron
los mismos niveles, siendo la diferencia no significativa a
las 2 horas y muy significativa a las 48 horas posparto, al
igual que al ser comparados ambos grupos sin considerar
estas variables.
HAD
Número de puérperas
60
50
40
30
20
10
0
2 horas
48 horas
2 horas
ANSIEDAD
48 horas
DEPRESIÓN
HAD
CPPI
37,83
23,22
39,08
25,17
CONTROL
42,01
55,55
40,85
53,74
Figura 7. Ansiedad y depresión a las 2 y 48 horas, con
la escala hospitalaria para ansiedad y depresión HAD,
comparativa para los 2 grupos (CPPI y control)
Lactancia a las dos horas de vida:
Al evaluar la actitud del recién nacido frente a la lactancia
inmediata a las dos horas de vida, en su primer contacto
en las salas de alojamiento conjunto se halló que el 76,3%
(n=29) de los neonatos del grupo CPPI lactó dentro de los
15 minutos de observación, mientras que en el grupo de
control solo el 29,3% (n=12) logró hacerlo en el mismo
período (p < 0,0001, valor z: 4,75, Test y CI para dos
proporciones: C1, C2, IC 95%). Resultados comparativos
en la Figura 9.
A las 2 horas: Ansiedad p: 0,416, depresión p: 0,730
A las 48 horas: Ansiedad p < 0,0001, depresión p: <
0,0001.
Éxitos en la lactancia
29
29
30
HAMILTON
Número de puérperas
25
60
50
40
30
20
10
0
20
CPPI
12
15
9
Control
10
5
0
SI
2 horas
48 horas
ANSIEDAD
CPPI
36,47
39,08
CONTROL
43,27
57,49
Figura 8. Ansiedad a las 2 y 48 horas, con la escala para
la ansiedad de Hamilton, comparativa para los 2 grupos
(CPPI y Control)
A las 2 horas: Ansiedad p: 0,188
A las 48 horas: Ansiedad p: < 0,0001
NO
Figura 9. Éxito en la lactancia materna inmediata para
ambos grupos
Diferencia significativa entre ambos grupo para
la valoración de lactancia a las dos horas de vida
(p < 0,0001, valor z: 4,75).
Percepción materna sobre el parto:
Al momento del alta, aproximadamente a las 48 horas
posparto, fueron interrogadas las madres sobre su
percepción de la experiencia del parto, encontrándose
mejores índices de satisfacción entre las madres del
grupo CPPI que entre las del grupo de control.
Contacto piel a piel inmediato: Efecto sobre el estado de ansiedad y depresión materna post-parto
y sobre la adaptabilidad neonatal hacia la lactancia materna precoz
Se halló que el 76,3% (n=29) de las madres del grupo
experimental respondieron que la experiencia fue muy
buena versus 0% del grupo de control. Los resultados
están reflejados en la Figura 10.
Percepción materna del parto
30
29
Número de puérperas
25
21
20
14
15
CPPI
Control
10
6
o a largo plazo (22-24). Muchas madres presentan llanto,
desánimo y sentimientos de incapacidad o inhabilidad para
enfrentar la situación, principalmente en lo que concierne
a los cuidados del recién nacido (22, 23). Casi siempre este
estado viene acompañado de síntomas de ansiedad (22).
Sin embargo, es difícil determinar la prevalencia de estos
estados, ya que los diversos estudios publicados difieren
en metodología y poblaciones analizadas. O’Hara MW y
col. (1996) estiman que del total de mujeres que dan a
luz, del 10% al 20% son afectadas por depresión (25, 26).
La depresión conlleva un importante sufrimiento personal
y familiar, y afecta directamente el desarrollo emocional
del lactante. Sin embargo, a menudo este trastorno no es
diagnosticado, por lo que en muchos casos la evolución
puede ser tórpida o incluso tendiente a la cronicidad.
Estos hechos pueden alterar de manera inmediata como
mediata la lactancia materna (26).
6
3
5
147
0
0
0
Muy buena Buena Regular
Mala
Figura 10. Niveles de percepción materna del parto
DISCUSIÓN
Los resultados de este estudio muestran, en términos
generales, que el contacto piel a piel inmediato provee
beneficios tanto a la madre como al recién nacido. Se
relaciona con menores rangos de ansiedad y depresión
en las mamás, sobre todo a las 48 horas del parto, y
facilita, del mismo modo, mayores índices de éxito en
la lactancia materna inmediata y mayor satisfacción
relacionada con la percepción materna sobre la
experiencia del parto en sí.
El contacto piel a piel inmediato así como los programas de
madre canguro han reflejado diversos beneficios, tanto para
el recién nacido como para la madre (3, 4, 10, 21). Constanza G.
y col (2003) concluyen que este método no solo incrementa
la duración de la lactancia materna, sino que mejora la
producción de leche. Así también, las madres presentan
menos estrés con mayores sentimientos de confianza y
competencia por el manejo de sus bebés (21). En nuestro
estudio se describe que la diferencia es significativa entre
los niveles de ansiedad y depresión y se hace evidente a las
48 horas posparto, mientras que a las dos horas la diferencia
es muy discreta.
Diferentes autores han descrito niveles de ansiedad y
depresión materna en la etapa puerperal, ya sea a corto
En nuestro trabajo se halló que a las dos horas de vida,
ambos grupos, comparados, presentaron niveles de
ansiedad y depresión elevados sin mayores diferencias
estadísticas, siendo la ansiedad un poco mayor que
la depresión. Sin embargo, a partir de las 48 horas se
evidencia una disminución de ambos trastornos, que
es mucho mayor y significativo en el grupo beneficiado
con el contacto piel a piel inmediato (p < 0,0001). Ambas
escalas utilizadas guardaron correlación a la hora de
valorar la ansiedad, mostrando ambas en los dos grupos
valores y evolución similares en el tiempo.
Un hallazgo importante fue determinar que los recién
nacidos de madres beneficiadas con el contacto piel a piel
inmediato tuvieron mayor facilidad para iniciar la lactancia
materna cuando fueron llevados por primera vez a las salas
de puerperio y puestos sobre el pecho materno. No solo se
halló mayor índice de lactancia, sino que los RN iniciaron
la lactancia en menor tiempo, con mejor reptación hacia la
mama y adecuada succión. Los niños del grupo de control
reflejaron bajos índices de lactancia inmediata, y los que
lo hicieron mostraron cierta demora en su inicio. Diversos
estudios han comprobado este hecho, concluyendo que
el CPPI facilita el inicio de la lactancia materna (3, 4, 10, 21).
Es interesante analizar este hallazgo, ya que facilitando
el inicio de la lactancia por estos recién nacidos se
genera menor ansiedad en las madres, y sentimientos de
inseguridad relativos con la lactancia (21).
La disminución de los niveles de ansiedad y depresión
relativos al hecho de haber recibido el CPPI, refleja
también mejores rangos en la satisfacción de las madres
al ser interrogadas sobre la experiencia del parto en sí.
Obviamente, todas las variables pueden ser entrelazadas,
llegando a relacionarlas de tal manera que la mejora en la
Gustavo Rivara Dávila y col.
148
actitud neonatal hacia la lactancia puede contribuir a tener
menor ansiedad y depresión, y esto generar una mejor
percepción de la experiencia del parto de manera posterior.
No se hallaron diferencias significativas entre los niveles
de ansiedad y depresión cuando ambos grupos fueron
estratificados, ya sea según edad (18 a 25 años versus 26 a
40 años) o según paridad (primigestas versus multigestas),
ya que ambos grupos mantuvieron índices similares al
ser comparados los resultados en ambas escalas, tanto
a las 2 horas como a las 48 horas. Lo que quiere decir
que ambos grupos estratificados mostraron que a las 48
horas posnatales la ansiedad y la depresión puerperal es
menor cuando el binomio madre-niño es beneficiado con
el contacto piel a piel inmediato, independientemente del
grupo etario o la paridad materna.
En el presente trabajo el contacto piel a piel inmediato
parece disminuir los niveles de ansiedad y depresión
materna a las 48 horas posnatales, de la misma forma
que mejora los índices de lactancia materna inmediata y
confiere una mejor percepción del parto, aumentando los
niveles de satisfacción materna relativas a la experiencia
de haber dado a luz. Parece no haber diferencia con
estos resultados al estratificar los grupos, ya sea según
edad como por paridad.
Finalmente, dado que el inicio temprano de la lactancia
materna ha demostrado disminuir notablemente los
índices de mortalidad neonatal, y que esta reducción
es mucho mayor cuando se inicia durante la primera
hora de vida, lo que se ha demostrado en el estudio
de Edmond K. y colaboradores, 2006 (27), la promoción
del contacto piel a piel inmediato, así como la de sus
múltiples beneficios, contribuye de manera relevante en
la mejora de la sobrevida neonatal, reduciendo las tasas
de mortalidad, sobre todo en las zonas periféricas de
nuestro país.
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150
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying)
en un colegio particular de Lima-Perú, 2007
Incidence and risk factors of bullying in a private school. Lima, Perú, 2007
Miguel Oliveros Donohue 1
Armando Barrientos Achata 2
RESUMEN
Se estudió el bullying o agresión en 185 estudiantes comprendidos entre 4.to de primaria y 5.to de secundaria
pertenecientes al CEP Jorge Polar del distrito de Pueblo Libre, Lima. El 54,7% de los encuestados mencionaron
haber sufrido agresiones. El 91% señaló que el tipo más frecuente fue poner apodos. Se hicieron análisis
univariados y bivariados. El único factor de riesgo que mostró asociación con bullying fue la falta de comunicación
de las agresiones. La seguridad en el colegio apareció como factor protector. Se enfatizó el trabajo conjunto de
padres y maestros en la construcción y fortalecimiento de valores para promover una cultura de paz.
ABSTRACT
We studied 185 students between 4th grade of elementary
land 5th grade of high school level belonging to the CEP
Jorge Polar of the Pueblo Libre district school. The 54% of
them reported to have has aggressions, the more frequent
has been put nicknames. We did statistical univariety and
bivariety analysis. The only risk factor related to bullying
was the lack of communication of aggression cases. The
security that the school gives to the students appears as a
protector factor. We emphasize the parents and teachers
work in the construction and strong less of values to
promote a peace culture.
INTRODUCCIÓN
La intimidación (bullying) es una forma habitual de
conducta agresiva que ocasiona daño deliberado.
Puede ser verbal, física o psicológica. En esta conducta
repetitiva, existe un abuso de poder subyacente y el
deseo de intimidar o dominar a otros (1,2). La caracterizan
tres criterios:
1. Conducta agresiva o intencional
2. Se repite constantemente
3. Ocurre una relación interpersonal con disbalance de
poder.
Las amenazas, intimidación y privación de cariño traen
consecuencias similares a las de la tortura corporal,
afirman estudios. Se observa no solo en regiones en
crisis, sino también en niños de países desarrollados. El
Profesor Principal de Pediatría. Universidad Nacional Mayor
de San Marcos.
2
Oficina Ejecutiva de Apoyo a la Investigación y Docencia
Especializada. Instituto de Salud del Niño. Lima – Perú
acoso a través de la red, conocido como cyberstalking,
es un problema común. Los que se dedican a acechar
encuentran a sus víctimas en salas de chat y foros, estas
por lo general son adolescentes con edades entre 10 a
15 años (1, 5).
Los problemas que surgen cuando un acosador se
empeña en intimidar a alguien son, entre otros, el envío
de virus y correos no solicitados a la víctima conteniendo
difamación, siguiendo sus actividades en la red a través
de su computadora, y haciendo constantes llamadas
telefónicas que pueden llegar hasta la agresión física (3).
Esta situación no se limita a las típicas peleas en la
escuela y las risas burlonas contra el joven diferente;
ahora a través del internet se molesta a aquellos que,
por alguna razón, no son aceptados por el resto del
grupo (6). La severidad del hostigamiento llega a producir
estrés postraumático, provocando ausentismo escolar,
lesiones graves, fuga del hogar e intento de suicidio,
así como abuso de alcohol, drogas y cigarrillos en los
adolescentes que lo sufren (2,7).
En un estudio de 50 diarios de habla inglesa y agencias de
noticia realizado por el equipo de Srabstein, se encontró
que en los últimos 10 años hubo 80 casos de muerte de
chicos por bullying. En Estados Unidos, la matanza en la
escuela secundaria Columbine, en 1999, dio lugar a una
investigación del Ministerio de Educación y el Servicio
Secreto que reveló que el 70% de los alumnos había sido
hostigado o actuado como hostigador (6).
1
Mientras que las víctimas son tímidas, ansiosas y con baja
autoestima, el adolescente acosador tiene un perfil violento:
no puede controlar sus impulsos, su estado de ánimo o su
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying) en un colegio particular de Lima-Perú, 2007
agresividad. “Los chicos hablan cuando se les ayuda a hacerlo
y una vez que empiezan, surgen otros que los apoyan. Pero
hasta entonces, no hablan porque tienen miedo” (1,6).
“El bullying puede llevar a la muerte por tres razones:
suicidio, homicidio o lesiones graves por palizas o
accidentes que exigen hospitalización”, explicó a La
Nación el doctor Jorge Srabstein, director de la Clínica
de problemas de salud relacionados con el bullying, del
Hospital Nacional de Jóvenes de Washington, antes
de su conferencia en el XXII Congreso Argentino de
Psiquiatría (6,7). En nuestro país no conocemos la cantidad
de niños y adolescentes que están sufriendo estrés
postraumático por bullying. En Argentina se calcula que
240 000 adolescentes estarían sufriendo síndrome de
bullying, cuyos riesgos son ausentismo escolar, lesiones
graves, fuga del hogar, e intento de suicidio y el abuso de
alcohol, drogas y cigarrillos. De esos, 16 140 intentarían
suicidarse por el hostigamiento permanente, 22 885
sufrirían lesiones severas y 41 193 faltarían al colegio
para evitar el acoso (6,7).
Hay maestras y profesores que no dudan en recurrir
a la violencia para enseñar y educar. No solo gritan
y amenazan, también golpean a los estudiantes
con lo que pueden ante el silencio cómplice de las
autoridades que encubren al colega. Si un estudiante
se atreve a denunciarlos, lo único que obtiene es más
violencia porque su palabra no cuenta. Las autoridades
equivocadamente hacen todo lo posible por esconder o
minimizar las denuncias con el pretexto de mantener en
alto el nombre del colegio (8).
El objetivo del presente estudio fue investigar la frecuencia,
factores de riesgo y validar el instrumento en un colegio
particular de Lima. Con este instrumento se estudiará el
bullying o intimidación entre pares en colegios nacionales
y particulares, en las cinco ciudades donde se lleva a
cabo el Programa Permanente de Capacitación para la
Atención Integral de las Víctimas de la Violencia, de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se efectuó un estudio transversal para determinar la
incidencia y factores de riesgo asociados a la presencia
de bullying en el centro educativo particular (CEP) Jorge
Polar de Pueblo Libre. Se efectuó la sensibilización de
alumnos y maestros con afiches en todos los salones
y revisiones sobre valores: autoestima, asertividad,
respeto y tolerancia. A continuación se les presentó una
conferencia sobre “bullying y conducta antisocial” para
que conocieran en detalle el daño físico y psicológico
que puede ocasionar en los agredidos y agresores,
enfatizando la conveniencia de una cultura de paz.
151
Posteriormente se efectuó un estudio bivariado,
buscando la asociación de las variables independientes
consideradas factores de riesgo con el bullying como
variable dependiente.
Instrumento
Se revisó la literatura existente sobre el tópico en estudio,
motivando la construcción de un instrumento para
estudiar el bullying. Se contó con el apoyo de educadores
del CEP Jorge Polar con experiencia superior a los 10
años de trabajo con alumnos. La encuesta consta de 30
preguntas cerradas, las mismas que investigan al alumno
como agresor, agredido u observador de los actos de
intimidación; la conducta de los padres, maestros, y
autoridades, así como el manejo de este problema en el
colegio y el entorno donde viven.
Se diseñó además una guía que explicara en detalle cada
una de las treinta preguntas de la encuesta, para que se
absolvieran las interrogantes que tuvieran los alumnos, y
conseguir resultados homogéneos.
METODOLOGÍA DE LA VALIDACIÓN
El instrumento construido se proporcionó a cinco
expertos en educación para conocer su opinión y obtener
sugerencias, las que se tomaron en cuenta para su
fortalecimiento.
Se evaluó la consistencia interna referida a la coherencia
de los ítems y a la interrelación entre ellos utilizando el
coeficiente Kuder Richardson, la cual dio como resultado
0,73 expresando una coherencia buena de los ítems
preguntados.
Muestra
Participaron todos los alumnos que cursaban entre el 4.to
de primaria y el 5.to de secundaria, quienes conocían el
tema al haber sido sensibilizados e instruidos al respecto.
Se calculó la duración del procedimiento entre 45 y 60
minutos.
Ética
1. Se protegió la confidencialidad al ser las encuestas
anónimas.
2. Se respetó la autonomía al dejar abierta la posibilidad
de participación.
3. Se enfatizó la beneficencia al fortalecer valores como
respeto, tolerancia y asertividad.
4. Se implicó justicia al efectuarse el estudio
posteriormente en colegios nacionales y
particulares.
RESULTADOS
Se encuestó a 185 alumnos, encontrándose que había sufrido
bullying el 54,7% de ellos. El 52,7% fueron mujeres y el 47,3%
Miguel Oliveros Donohue y col.
152
varones. El 78,4% vive con ambos padres. La intimidación
verbal había predominado con 38,7% de incidencia. La
agresión individual había alcanzado similar porcentaje. El
84,3% de alumnos no habían defendido a sus compañeros.
comunicado a sus padres. En el 75% de los casos el
maestro le llamó la atención al agresor. La reacción de
los padres fue desde quejarse al colegio hasta solicitar el
concurso de la policía o de un abogado, predominando
el reclamo al colegio. El 77% de encuestados consideró
seguro su colegio. El 6,5% manifestó haber ido al médico
o al psicólogo. Tabla 1.
El tipo de agresión más frecuente fue poner apodos.
Las dos terceras partes de los agredidos se lo había
Tabla 1. Características del bullying en el CEP Jorge Polar
Variables
N° Casos
Porcentaje (%)
103
54,7
Verbal
72
38,9
Física
36
19,5
Psicológica
6
3,3
Sexual
4
2,2
Un alumno
71
38,4
Varios alumnos
61
33,0
Lo defendieron
29
15,7
No lo defendieron
156
84,3
Apodos
94
91,3
Pidieron algo
72
69,9
Discriminado
36
34,9
Golpeado
29
28,1
Acoso
29
28,1
Cybertexto
20
19,4
Escupieron
12
11,6
Quitaron lonchera
12
11,6
Llamaron homosexual
5
4,8
72
69,9
Llamó atención
77
74,7
Comunicó a padres
15
14,5
Llevó a dirección
10
9,7
Suspendieron
2
1,9
Queja al colegio
36
20,5
Conversó con agresor
20
18,7
Comunicó a la policía
12
11,2
Conversó con padres de agresor
8
7,5
Necesitó ir al médico
12
6,5
Intimidación
Sí
Clase de intimidación
Individual o en grupo
Actitud compañeros
Tipo intimidación
Comunicó a padres
Sí
Actitud maestro
Reacción de padres
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying) en un colegio particular de Lima-Perú, 2007
Las variables significativas como factor de riesgo
fueron no comunicar a nadie y como factor protectorm
señalar que su colegio era seguro. Tabla 2.
153
o victimización entre pares, que se ha manifestado
con bastante crudeza en varios colegios del mundo,
principalmente de Estados Unidos, dando origen a
películas que dan cuenta de hechos lamentables, como el
Tabla 2. Factores de riesgo asociados a bullying en el CEP Jorge Polar
Variables
Sexo
Vive con ambos padres
Uno o varios alumnos
Lo defendieron
Comunicó a alguien
No comunicó a nadie *
Se repitió agresión
Reacción de maestro
Reacción de padres
Seguridad en el colegio *
Necesitó ir al médico
Razón de Odds
Significancia (p)
0,814
1,06
1,20
0,92
2,60
2,90
1,50
2,50
1,28
0,44
3,60
0,595
0,870
0,660
9,999
0,202
0,009
0,399
0,310
0,546
0,05
0,165
I.C. al 95%
0,45 – 1,47
0,52 – 2,12
0,61 – 2,51
0,41 – 2,0
0,7 – 8,7
1,37 – 6,24
0,68 – 3,36
1,0 – 2,4
0,67 – 2,41
0,21 – 0,94
0,75 – 17,1
* Con significancia estadística
DISCUSIÓN
“La burla y el acoso entre los chicos existió toda la vida
y tiende a justificarse porque el agredido es el «punto»
o «blanco». Pero esto no justifica la agresión”. El
hostigamiento entre pares ocurre con mayor frecuencia
entre los 11 y 15 años. El adolescente acosador con
alguna frecuencia replica la conducta que se desarrolla
en su hogar. En general, el que hostiga lidera un grupo,
se presenta como el más fuerte y, establece el sistema
de valores de quienes lo admiran y festejan lo que hace.
“Lo terrible es que a los padres les duele menos que su
hijo sea hostigador que hostigado”. El agresor como tiene
éxito entre los amigos asume un estilo de vida y una forma
de resolver los problemas que, de llegar a ser exitosos
para él, lo convertirán en un hostigador adulto (4-7).
El bullying o ataque intencional y no provocado que
ocurre en los colegios desde hace décadas, se hace
cada vez más popular en todo el mundo. Los casos de
agresión cibernética en los cuales niños y adolescentes
son elegidos por sus pares como blanco de improperios
y ataques psicológicos se observan a diario, factor que se
apreció en el 20% de alumnos encuestados. Algunos niños
inventan rumores que publican en blogs o dan a conocer
por medio del chat o correos electrónicos, información
para desacreditar a sus compañeros y descalificarlos ante
sus amigos. “Como están amparados en el anonimato se
sienten seguros y publican las cosas más increíbles. Esto
puede acarrear problemas severos a las víctimas” (2,10).
Este tipo de actitudes agresivas es una de las múltiples
manifestaciones del bullying entendido como matonaje
de Columbine en Colorado que provocó la muerte de varios
adolescentes a manos de sus compañeros de curso. Un
lamentable ejemplo de resultados del bullying que motivó
la muerte de 12 estudiantes, incluidos los homicidas y un
profesor, además de 23 estudiantes heridos (9,12).
En el ámbito educativo suceden multitud de procesos
interactivos y relaciones socioafectivas ya sea entre iguales
o en la díada profesor-alumno, los cuales intervienen y
modulan la praxis psicopedagógica. En esta oportunidad, los
análisis emprendidos se centran en el estudio de las actitudes
ante la violencia bullying a partir de las percepciones del
alumnado. Se propone profundizar en un objetivo básico
que no es otro que estudiar las actitudes ante semejantes
conductas disruptivas manifestadas en el ámbito académico
a un triple nivel: cognitivo (creencias, expectativas, etc.),
afectivo (sentimientos, valoraciones, concienciación, etc.)
y comportamental (disposición personal ante la violencia
bullying), de acuerdo con el enfoque tridimensional de
evaluación de las actitudes, así como con la valoración de las
mismas y el rechazo o tolerancia con respecto a semejantes
prácticas, centrando nuestra atención en ofrecer un análisis
de las percepciones valorativas de la agresión social entre
escolares y de las manifestaciones de esta última.
El 77% de los maestros en nuestro estudio, ante la
manifestación de violencia escolar entre pares, como
primera medida llamaron la atención a los agresores, para
posteriormente enviar a la Dirección al 10% de ellos. La
educación no compensa las desigualdades ni habilidades
sociales, a menos que se trabaje conjuntamente con
los padres, ante la presencia de conductas agresivas
154
en las relaciones interpersonales entre escolares. La
agresividad constante es un predictor de inadaptación
social en la edad adulta.
Estudios efectuados al respecto indican que maestros de
colegios con alta frecuencia de suspensión de escolares
habían sido víctimas de bullying cuando eran estudiantes, y en
el trabajo se relacionaban con maestros que también habían
sufrido en el pasado bullying en la escuela. Estos hallazgos
sugieren que algunos maestros juegan un rol en la etiología
de los problemas de conducta en escolares (8,10).
Los niños y adolescentes a veces no se atreven a
confesar lo que están viviendo, como sucedió en el 30%
de estudiantes agredidos en nuestra investigación, ya
sea por vergüenza, miedo al ridículo, la ley del silencio
o a ser maltratados aún más por sus compañeros. Por
eso es importante indagar sobre este tema, sobre todo
cuando se trata de menores que son blanco fácil de
los matones como ocurre con los obesos, niños muy
estudiosos, los que presentan un defecto físico, carecen
de amigos, usan anteojos, son amanerados, de otra raza
o nacionalidad (13). Este factor de riesgo fue el único que
se asoció significativamente con el bullying en nuestra
encuesta y merece especial atención..
El 70% de los padres al conocer que sus hijos estaban
siendo victimizados reaccionaron de diferente manera:
un buen grupo acudieron a la Dirección o conversaron
con los padres del agresor. Es recomendable que los
padres tomen contacto con alguna autoridad del colegio
para que corrobore la situación. Se recomienda también
convocar a las partes, es decir, a la víctima y al victimario,
para que hablen en presencia de adultos. En cuanto a
los espectadores, deben ser sensibilizados para que
cuestionen al victimario y le resten poder frente al resto de
alumnos. Finalmente, las partes involucradas requerirán
una evaluación de las habilidades sociales y ponerlos en
contacto con profesionales de la salud mental (15).
Miguel Oliveros Donohue y col.
familiar con el niño agresivo y en situación de riesgo. Entre
los factores familiares predictores de comportamiento
violento se ha identificado la desestructuración familiar,
observada en el 25% de nuestros encuestados, métodos
de crianza, malos tratos y falta de afecto entre cónyuges
(17-20)
. A los niños se les debe enseñar cómo afrontar
frustraciones, resolver conflictos, y solucionar problemas
de forma efectiva.
Se pide a las escuelas que “eduquen” a los niños porque los
padres no tienen tiempo, están demasiado ocupados, por
que necesitan algo de espacio para ellos mismos y porque
la educación de un menor es algo arduo y exige mucho
tiempo. El colegio debe educar, ser más consciente de
su labor en cuanto al sistema de valores que representa,
dejando cabida además de la parte conceptual a una más
formativa y humana, que ayude a construir madurez en los
alumnos y alumnas. En este contexto, la colaboración de
los padres es fundamental, porque si en casa no se dialoga
con ellos, no se reflexiona sobre límites, autoestima,
responsabilidades y conocimiento de las expectativas
que se pueden generar, poco podrá hacer la escuela.
El problema de algunos profesionales de secundaria es
que sienten que se les delega una carga pesada, la que
los padres no quieren asumir, y esto genera rechazo a
hacerse cargo de obligaciones adicionales (16).
Los lazos entre la escuela y la familia deben ser mayores,
más estrechos, la formación del profesorado más amplia
y humana, porque en secundaria a menos que se tenga
interés personal, si se carece de formación en psicología
y sociología va a ser difícil llegar a los núcleos familiares,
y no se podrá ejercer el papel fundamental de “educar”
y ayudar a madurar a los alumnos, labor de prevención
y orientación que evitará muchas veces la necesidad de
consultas por problemas de salud mental. Los padres y
maestros tienen que establecer una jerarquía, que hoy
se ha perdido; las madres están saturadas con su doble
jornada y el problema se vuelve complejo.
Entre las diversas medidas que deben adoptar los
padres o apoderados, una muy importante es conversar
abiertamente sobre este tema. “Tenemos que poner
atención en los detalles: si el niño no tiene amigos, no
quiere ir a clases, permanentemente inventa excusas,
tiene dolores vagos, presenta moretones, viene golpeado
del colegio, o con sus útiles destruidos o robados, sería
bueno hablar con él porque puede ser una víctima a quien
hay que darle apoyo y explicarle que no es responsable
de lo que está ocurriendo” (14-15).
Trabajar los valores desde todos los ámbitos, el hogar, la
sociedad, la escuela es bueno y positivo, pero debemos ser
conscientes de que los niños deben sentirse responsables
de sus acciones progresivamente y tener mayores
obligaciones. Los profesores hoy en día se enfrentan a
adolescentes muy espabilados en ciertos aspectos, pero
que no son conscientes de sus “deberes” ni de que tienen
un rol que cumplir. Con frecuencia, los padres se sienten
con la autoridad moral de discutir normas en los colegios,
a pesar de que tratan de aplicarlas demasiado tarde.
La familia es el primer modelo de socialización para
los niños, y elemento clave en la génesis de conductas
violentas. Diversos estudios han relacionado la influencia
Los adultos deberíamos reflexionar sobre el rol que nos
compete para formar a nuestra juventud, en todos los
campos, en todos los ámbitos. Algunos profesores tienen
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying) en un colegio particular de Lima-Perú, 2007
en mente que si no se educa en casa, no se puede hacer
nada en el colegio, y piensan que todo lo que esté fuera
del contexto de su asignatura no es asunto suyo. Hay
padres que echan la culpa de las conductas de sus hijos
a lo que aprenden en la escuela. Debemos pensar que
todos podemos colaborar ofreciendo valores, estrategias
y modelos que ayuden a solucionar los problemas, evitar
que aparezcan, y dar pautas claras a los alumnos que
están formando su personalidad y modelando su carácter.
Los padres son capaces de mantener a los hijos libres
155
de violencia cuando les dan tiempo, muestran amor, y se
comunican adecuadamente con ellos en temas acerca de
respeto, educación personal, progreso académico, evitar
consumo de drogas, pertenecer a pandillas, usar armas,
hacer bullying, manejar las emociones, buscar soluciones
pacíficas y rechazar la violencia (19).
Para finalizar, la disciplina es una virtud que debe
convertirse en hábito. Se recomienda educar para evitar
problemas conforme se crezca e inculcar una autodisciplina
que debe ejercitarse durante toda la vida (20).
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156
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor de
1 000 gramos. Incidencia y resultados perinatales
Histological chorioamnionitis on extremely-low-birth-weight infants. Incidence and
perinatal outcome
Mario Moraes Castro 1, María José Cancela 1, Marizell Repetto 3, Carmen Gutiérrez 4, Verónica Fiol 5, Gabriela Piriz 6,
Edgardo Castillo 7, Estrella Medina 2, Mónica Lattof 2, Raúl Bustos 8
RESUMEN
Objetivo: evaluar la incidencia de corioamnionitis clínica e histológica en los neonatos menores de 1.000 gramos y su
correlación con los resultados perinatales.
Material y método: se realiza un estudio descriptivo prospectivo entre mayo de 2004 y abril de 2005. Se incluyen recién
nacidos con un peso al nacer entre 500 y 1.000 g con estudio histopatológico de la placenta.
Resultados: en el período analizado nacieron 52 menores de 1.000 g, se realiza estudio de la placenta en 44 (84,6%).
El peso al nacer promedio fue de 822,3 g (DE 127 g); la edad gestacional promedio 26 semanas (DE 2 semanas).
Presentaron trabajo de parto pretérmino 28 madres (63,6%) y rotura prematura de membranas 18 (40,9%). Se observó
corioamnionitis histológica en 27 casos (61,4%); 12 pacientes (27,2%) presentaban corioamnionitis clínica. En 13 de los
27 casos de corioamnionitis histológica no se consignó ruptura de membranas ovulares. 75% de los casos con clínica de
coriamnionitis presentaron, en el estudio histopatológico, corioamnionitis con respuesta fetal. En cinco casos se constató
corioamnionitis histológica con respuesta fetal en ausencia de diagnóstico clínico. Se produjo muerte neonatal temprana en
15 (34,0%) y durante la internación en 23 (52,2%). Dos pacientes presentaron sepsis neonatal temprana (4,5%), y 11 sepsis
clínica temprana (25,0%) que se asoció a corioamnionitis histológica (*p=0,02). Cinco pacientes presentaron enterocolitis
necrotizante (11,3%). Se observó hemorragia intraventricular en 12 (27,2%), siete grados 3-4 (16,2%). En nueve pacientes
se comprobó displasia broncopulmonar, que se asoció a corioamnionitis histológica con compromiso fetal (*p=0,01).
Conclusiónes: la corioamnionitis histológica tiene elevada incidencia en la población estudiada, y en 44% de los casos
se pudo comprobar que precede a la rotura de membranas. El diagnóstico clínico de corioamnionitis se correlaciona
con la lesión histológica con baja sensibilidad y elevada especificidad. Se trata de una lesión que con mayor frecuencia
es clínicamente silenciosa y que se diagnostica por el patólogo luego del nacimiento. La sospecha clínica de infección
ovular es altamente sugestiva de lesión histológica avanzada con respuesta fetal. La corioamnionitis histológica se
asocia a trabajo de parto pretérmino y sepsis clínica temprana. Cuando hay respuesta fetal histológica en el estudio de
la placenta, se asocia a broncodisplasia pulmonar y enterocolitis necrotizante.
Palabras clave: corioamnionitis, recién nacido, recién nacido de muy bajo peso
ABSTRACT
Objective: to determine the incidence of clinical and
histological chorioamnionitis on extremely-low-birthweight infants and its correlation with perinatal outcome.
Profesor Adjunto, Departamento de Neonatología, Facultad de
Medicina de la Universidad de la República, Uruguay.
2
Ex Asistentes de Departamento de Neonatología. Facultad de
Medicina de la Universidad de la República, Uruguay.
3
Ex Profesora Adjunta de Pediatría, Facultad de Medicina de la
Universidad de la República, Uruguay.
4
Directora del Servicio de Anatomía Patológica Pediátrica. Centro
Hospitalario Pereira Rosell. Ministerio de Salud Pública
5
Residente de Ginecología, Clínica Ginecotocológica “A”, Facultad de
Medicina de la Universidad de la República, Uruguay.
6
Asistente de Cátedra, Clínica Ginecotocológica “C”, Facultad de
Medicina de la Universidad de la República, Uruguay.
7
Profesor Adjunto de Ginecología, Clínica Ginecotocológica “A”,
Facultad de Medicina de la Universidad de la República, Uruguay.
8
Profesor Departamento de Neonatología. Facultad de Medicina de la
Universidad de la República, Uruguay.
1
Material and methods: a descriptive and prospective
study was carried out between May 2004 and April
2005. All infants weighing between 500 to1.000 g with
histopathological study of the placenta were included.
Results: a total of 52 infants fulfilled the inclusion
criteria. Histological study of the placenta was done
in 44 patients (84,6%). The average birth weight was
822,3 g (SD 127 g) and the mean gestational age was
26 weeks (SD 2 weeks). Preterm labor was recorded in
28 mothers (63,6%), 18 (40,9%) had preterm membrane
rupture. Histological diagnosis of chorioamnionitis
was done in 27 cases (61,4%), 12 (27,2%) a clinical
diagnosis of chorioamnionitis had been previously done.
In 13 of the 27 cases of histological chorioamnionitis
no premature rupture of membranes was recorded.
75% (9) of the patients with clinical diagnosis had in the
histological study chorioamnionitis with fetal response
in the placenta. In 5 cases histological chorioamnionitis
with fetal response was found in absence of clinical
Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor de 1.000 gramos. Incidencia y resultados perinatales
diagnosis. Early neonatal mortality was observed in
15 (34%) cases and mortality during hospitalization
in 23 (52,2%). Neonatal sepsis was seen in 2 patients
(4,5%); in 11 cases (25%) early clinical sepsis, all of them
associated with histological chorioamnionitis (*p=0,02). In
5 cases necrotizing enterocolitis was observed (11.3%);
intraventricular hemorrhage in 12 (27,2%), 7 with grades
3 to 4 (16.2%). And finally 9 had bronchopulmonary
dyplasia, associated to histological chorioamnionitis
with fetal response (*p=0,01). Conclusion: histological
chorioamnionitis has a high incidence and in 44% of
the cases it was possible to confirm that it preceded the
rupture of the membranes. Corioamnionitis is usually
often clinically silent and is diagnosed by the pathologist
after birth. Clinical diagnosis of chorioamnionitis presents
low sensitivity and high specificity in relation to histological
chorioamnionitis. Clinical suspicion of ovular infection is
highly suggestive of advanced infection with histological
fetal response. Histological choriamnionitis is statistically
associated with preterm labor and early clinical sepsis.
Histological chorioamnionitis with fetal response is
statistically associated with bronchopulmonary dysplasia
and necrotizing enterocolitis.
Key words: chorioamnionitis, infant, newborn, infant, very
low birth weight
INTRODUCCIÓN
El parto prematuro (PP) es un problema para el sistema
asistencial por los elevados recursos que su correcta
atención requiere y por la vinculación que tiene con la
mortalidad neonatal, así como diferentes secuelas (1,2).
En el Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR) en
el período 2001-2004 hubo 34 371 nacimientos, de los
cuales 280 correspondieron a neonatos menores de
1.000 g (0,8% del total). Este grupo de recién nacidos
presentó una tasa de mortalidad neonatal temprana de
217,9 ‰.
Es conocida la vinculación existente entre la infección
ascendente y el PP. Se define como corioamnionitis
clínica (CAC) al síndrome clínico de infección intrauterina
caracterizado por fiebre mayor a 37,8º, sin otro foco
aparente, asociado a amniorrea purulenta, contracciones
uterinas, dolor uterino, taquicardia materna o fetal y
leucocitosis.
Se define como corioamnionitis histológica (CAH) al
conjunto de cambios inflamatorios de la placenta, el cordón
y las membranas ovulares que ocurren en respuesta a
la invasión del líquido amniótico por microorganismos
procedentes del canal del parto. Se caracteriza por el
hallazgo de leucocitos polimorfonucleares de origen
materno en las membranas ovulares y en la placa corial.
Se reconoce como respuesta fetal histológica al hallazgo
157
de migración de polimorfonucleares en las paredes de los
vasos fetales de la placa corial y del cordón umbilical en
dirección al amnios (3,4).
Si bien la corioamnionitis ha sido considerada clásicamente
como una infección que afecta fundamentalmente a la
madre, se sabe que puede involucrar al feto.
Se asocia a PP y morbimortalidad materna y fetal. Existe
relación directa entre CAH y resultados neonatales
adversos (5-7).
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio prospectivo observacional de la
población gestante que se asistió en el Hospital de la
Mujer del CHPR en el período comprendido entre mayo
de 2004 y abril de 2005.
Se seleccionaron aquellos recién nacidos vivos con un
peso al nacer entre 500 y 1.000 gramos cuya placenta se
envía para análisis histopatológico.
Se excluyeron los recién nacidos con malformaciones
incompatibles con la vida, en los que sólo se realizaron
medidas compasivas.
Se excluyeron todos los casos de muertes fetales.
Se recolectaron los datos de forma prospectiva y se
volcaron a una ficha protocolizada. Se analizaron las
siguientes variables: ficha patronímica materna, patología
durante el embarazo, conducta obstétrica y resultados
perinatales.
De los datos patronímicos de la paciente se consideraron
edad y patologías propias o asociadas a la gestación y de
la conducta obstétrica se evaluó la forma de finalización
de la gravidez.
De los resultados perinatales se consideraron mortalidad
neonatal durante la internación, sepsis neonatal,
sepsis clínica, leucomalacia periventricular, hemorragia
intraventricular, enterocolitis necrotizante y retinopatía
del prematuro.
El diagnóstico de corioamnionitis clínica fue realizado por
el equipo médico actuante en cada caso. Se realizó en
presencia de fiebre materna (37,8ºC o más) y dos o más
de los siguientes elementos: taquicardia materna o fetal,
dolor a la palpación uterina, irritabilidad uterina, fetidez en
el líquido amniótico y leucocitosis en ascenso.
Las placentas fueron analizadas en el Laboratorio de
Patología Pediátrica del CHPR con protocolo uniforme
que incluyó examen macroscópico minucioso, estudio
histológico obligatorio de tres fragmentos de la placenta
158
Mario Moraes Castro y col.
que incluyeron placa corial y basal, un fragmento de rollo
de membranas y dos fragmentos del cordón umbilical,
además de la toma de fragmentos de todas las áreas que
tienen alteración macroscópica. La fijación del material se
hizo con formol al 10%. La inclusión se hizo en parafina
y la coloración de rutina empleada fue la hematoxilina y
eosina.
El peso al nacer promedio fue de 822,3 g (DE 127 g) y la edad
gestacional promedio de 26 semanas (DE 2 semanas).
Se define como CAH a la presencia de infiltrado de PMN
difuso o parcelar en el tejido conectivo del corion y/o el
amnios. La respuesta fetal se mide por la migración de
PMN a través de las paredes vasculares del cordón y/o
de la placa corial (8).
Las patologías maternas más prevalentes fueron la rotura
prematura de membranas, con una frecuencia de 40,9%
(n=18), y la amenaza de parto pretérmino 40,9% (n=18).
Se observó un 27,2% (n=12) de CAC y 25,0% (n=11) de
infecciones genitales bajas.
Los recién nacidos son valorados mediante dos
hemogramas y la determinación de la proteína C reactiva
en dos oportunidades, separados por un tiempo de 24
horas.
El 40,9% (n=18) finalizó su embarazo mediante un parto
vaginal y el 51,9% (n=26) terminó en cesárea; 73% (n=19)
de ellas fueron de urgencia.
Se realizaron dos hemocultivos por punción.
Se realizó ecografía transfontanelar en las primeras 72
horas y luego con intervalo quincenal a mensual hasta
el alta, se clasificaron las hemorragias intracraneanas
según Papile.
El estudio de retinopatía a cargo de oftalmólogo
especializado se realizó desde el primer mes de vida,
con una periodicidad quincenal o con un intervalo menor
según la evolución de cada paciente hasta el momento
del alta.
Se consideró sepsis neonatal temprana confirmada
al crecimiento microbiológico en sangre, líquido
cefalorraquídeo u orina extraídos en las primeras 72
horas de vida y sepsis clínica temprana, al diagnóstico
realizado por neonatólogo actuante en el mismo
período en presencia de alteraciones en el hemograma
compatibles.
Se consideró displasia broncopulmonar a la necesidad de
oxígeno suplementario luego de los 28 días de vida y una
radiografía de tórax compatible con este diagnóstico.
El diagnóstico de enterocolitis se basa en signos clínicos
más la presencia de neumatosis intestinal en la radiografía
de abdomen y en el estudio de necropsia previamente
autorizada.
Resultados
En el período analizado nacieron 52 recién nacidos
menores de 1.000 gramos que cumplían los criterios
de inclusión, se realizó estudio de la placenta en 44
(84,6%).
Los datos maternos y del embarazo se presentan en la
Tabla 1. El promedio de la edad materna fue de 24 años
± 6. En un 43,1% de la población gestante analizada se
consignó el consumo de tabaco.
En 27 de 44 placentas analizadas se consignó el
diagnóstico de CAH (61,3%). En la tabla 2 se señalan
las características de la muestra analizada en relación al
diagnóstico histológico de corioamnionitis.
Tabla 1. Características de la población (n=44).
Edad materna (años ± DE)
Fumadora
Hipertensión crónica
Ruptura prematura de membranas
Amenaza de parto de pretérmino
Desprendimiento previo de placenta
normoinserta (diagnóstico clínico)
Preeclampsia
Infección genital baja
Corioamnionitis clínica
Nº
24 ± 6
19
3
18
18
9
%
8
11
12
18,1
25,0
27,2
43,1
6,8
40,9
40,9
20,4
Tabla 2. Características de la población según el
diagnóstico de corioamnionitis histológica
Con CAH
N=27
N
%
Sin CAH
N=17
N
%
Ruptura prematura de
membrana
Ruptura prematura
prolongada de membranas
Desprendimiento previo de
placenta normoinserta
(diagnóstico clínico)
Preeclampsia
14
51,8
4
23,5
10
37,0
4
23,5
6
22,2
3
20
0
0
47
Corioamnionitis clínica
Trabajo de parto
9
22
33,3
81,4
8
p ,0001
3
6
p 0,01
17,6
35,2
Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor de 1.000 gramos. Incidencia y resultados perinatales
Se observó un incremento de rotura prematura
de membranas, rotura prematura y prolongada de
membranas e infecciones genitales bajas en el grupo de
CAH que no es estadísticamente significativo.
En 13 de los 27 casos deCAHno se consignó ruptura de
las membranas ovulares.
Se inicia trabajo de parto pretérmino en forma espontánea
en el 81,4% de las pacientes portadoras de CAH.
El 75% (9 de los 12 casos) de las CAC presentan CAH
con respuesta fetal en la investigación de la placenta.
159
Se constató 34,0% de muerte neonatal temprana (n=15)
y un 52,2% (n=23) de mortalidad neonatal durante la
internación.
De la morbilidad neonatal se consignó el diagnóstico 246
• Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor
de 1.000 g de sepsis clínica en las primeras 72 horas en
el 25,0% (n=11) y 4,5% (n=2) sepsis neonatal temprana.
Se constató hemorragia intraventricular en el 27,2%
(n=12) de los neonatos; en 7 de los 12 casos (58,3%)
correspondieron a grados 3-4.
En cinco casos se realizó diagnóstico de CAH con
respuesta fetal en ausencia de diagnóstico clínico de
corioamnionitis.
El 20,4% (n=9) presentó displasia broncopulmonar.
Los resultados neonatales se presentan en las Tablas 3 y 4.
DISCUSIÓN
Este artículo reporta una incidencia de corioamnionitis
histológica de 61,3% en prematuros menores de 1.000 g.
Otros estudios publicados han reportado una incidencia
de corioamninitis en el nacimiento de un niño menor de
1.000 gramos entre 31% y 83% (9).
Tabla 3. Resultados neonatales y relación con presencia
de corioamnionitis histológica
Muerte
Muerte neonatal
temprana
Retinopatía
Hemorragia
intracraneanal
Leucomalacia
Enterocolitis
necrotizante
Displasia
broncopulmonar
Sepsis clínica temprana
Con CAH
N=27
N
%
Sin CAH
N=17
N
%
15
9
55,5
33,3
8
6
47,0
35,2
10
10
37,0
37,0
29,4
11,7
1
5
2,2
18,5
5
2
p ,006
0
0
8
29,6
1
5,8
10
37,0
1
p ,002
5,8
0
0
CAH: corioamnionitis histológica
Tabla 4. Resultados neonatales y corioamnionitis
histológica con compromiso fetal
Muerte
Muerte neonatal temprana
Retinopatía grados 2-3
Hemorragia intracraneana
Leucomalacia
Sepsis clínica
Enterocolitis
Displasia broncopulmonar
Con CAH
N=14
N
%
7
50
4
28,5
1
7,14
2
14,2
1
7,14
5
35,7
4
28,5
6
CAH: corioamnionitis histológica
42,8
Sin CAH
N=30
N
16
11
4
10
0
6
1
*p:0,01
3
*p:0,01
%
53,3
36,6
13,3
33,3
0
20,0
3,3
10,0
Se observó un 11,3% (n=5) de enterocolitis necrotizante.
Se observa alta incidencia de corioamnionitis histológica
con respuesta fetal en la población analizada. De las 12
pacientes en las que se planteó el diagnóstico clínico
de corioamnionitis, en nueve casos se confirmó por
estudio de la placenta la presencia de respuesta fetal.
La sospecha clínica de corioamnionitis es altamente
sugestiva de compromiso fetal. En cinco casos se realizó
diagnóstico de corioamnionitis histológica con respuesta
fetal en ausencia de sospecha clínica, estos elementos
están a favor de que la corioamnionitis es una infección
materno-fetal desde su inicio.
Se demuestra en este trabajo que el diagnóstico clínico
de corioamnionitis presenta una baja sensibilidad (33,3%)
y una especificidad elevada (82,3%) para la presencia
de corioamnionitis histológica. De Felice (10) informa
que la evidencia clínica de corioamnionitis identifica el
compromiso histológico con una sensibilidad de 24% y
una especificidad de 87%
En el 81,4% de las pacientes con diagnóstico histológico
de corioamnionitis el nacimiento es precedido por trabajo
de parto, mientras que esto sólo ocurre en 23,5% de las
pacientes sin corioamnionitis histológica. Esta observa
ción concuerda con la idea de que el inicio del trabajo
de parto pretérmino se asocia con corioamnionitis (11,12).
El 48,2% de la corioamnionitis histológica no presenta
rotura prematura de membranas. Existen investigaciones
que han documentado la presencia de corioamnionitis,
semanas o meses previos a la rotura de membrana o
trabajo de parto pretérmino. Se puede producir infección
160
Mario Moraes Castro y col.
subclínica antes de la rotura de membranas; ser la causa
y no la consecuencia de esta complicación (13-15).
En el 18,1% de las pacientes se realizó cesárea
por preeclampsia y no se encuentra corioamnionitis
histológica en el estudio de la placenta. La presencia
de preeclampsia se asocia en forma estadísticamente
significativa a ausencia de coriamnionitis histológica (*p
0,0001).
La presencia de corioamnionitis histológica se asocia a la
presencia de sepsis clínica con valor estadístico.
En todos los pacientes se realizó administración
de antibiótico en el caso de rotura de membranas
de pretérmino o trabajo de parto pretérmino. Existe
consenso que la utilización de antibióticos en el caso de
rotura pretérmino de membranas disminuye el riesgo de
sepsis neonatal y prolonga la gestación (16). La incidencia
de sepsis neonatal temprana es coincidente con el 5%
al 8% informado en otros estudios (17). Se constató el
diagnóstico de 248 • Corioamnionitis histológica en el
recién nacido menor de 1.000 gramos sepsis clínica en
25,0% de los recién nacidos. La utilización de antibióticos
dificulta la valoración de signos clínicos de sepsis y
aumenta la incidencia de bacterias resistentes o poco
habituales (16,17).
La presencia deCAHse asocia a trabajo de parto
pretérmino.
LaCAHcon compromiso fetal se asocia en forma
estadísticamente
significativa
con
enterocolitis
necrotizante (*p:0,01) y displasia broncopulmonar
(*p:0,01).
Otros autores informan una mayor incidencia de resultados
neonatales adversos en presencia de corioamnionitis
con compromiso fetal, como ser retinopatía grados 2-3,
hemorragias intracraneanas en general y en grados 3-4,
leucomalacia periventricular y broncodisplasia pulmonar
(5-7,18-20)
. Otro estudio realizado en nuestro medio en 413
placentas prematuras del CHPR mostró que globalmente
analizadas el 59% tenían corioamnionitis, pero que en los
productos menores de 800 g el porcentaje
con CAH fue de 72% (21).
CONCLUSIONES
La corioamnionitis histológica tiene elevada incidencia
en los recién nacidos menores de 1.000 g y en 44% de
los casos se pudo comprobar que precede a la rotura
de membranas. El diagnóstico clínico de corioamnionitis
identifica CAH con baja sensibilidad y elevada
especificidad.
La sospecha clínica de infección ovular es altamente
sugestiva de compromiso fetal. La CAH se asocia
en forma estadísticamente significativa a trabajo de parto
pretérmino y sepsis clínica temprana. La CAH
con compromiso fetal en la placenta se asocia en forma
estadísticamente significativa a broncodisplasia pulmonar
y enterocolitis necrotizante.
Agradecimiento:
Agradecemos a la Sociedad Uruguaya de Pediatría por la autorización de reproducción total del artículo Corioamnionitis
histológica en el recién nacido menor de 1 000 gramos. Incidencia y resultados perinatales aparecido en la Revista
Uruguaya de Pediatría 2006; 77 (3): 241-249.
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17. Mercer BM, Miodovnik M, Thurnau GR, Goldenberg RL,
Correspondencia: Dr. Mario Moraes.
Presidente Batlle 2656. Montevideo, Uruguay.
E-mail: [email protected]
18.
19.
20.
21.
161
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Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
162
TEMAS DE REVISIÓN
Crisis de hipoxia
Hipercyanotic espell
Judith Gell Aboy1
Ricardo Somonte Ríos2
Raquel Masiques Rodriguez3
María Teresa Consuegra Shuarey4
Andrés Savio Benavides5
RESUMEN
Es una complicación que se presenta en los pacientes
con cardiopatías congénitas cianóticas con flujo pulmonar
disminuido. Forman parte de la historia natural de la
Tetralogía de Fallot. Se produce cuando por factores predisponentes como la fiebre, ansiedad, ejercicio
deshidratación, taquicardia, taquipnea, drogas, ocurre
un disbalance entre la resistencia vascular sistémica y la
pulmonar, favoreciendo la disminución del flujo sanguíneo
pulmonar e incrementando el cortocircuito de derecha a izquierda. El aumento de la hipoxemia y el desarrollo
de la acidosis láctica conducen a un circulo vicioso de
vasoconstricción pulmonar. Dada la importancia de esta
patología es que deviene la motivación de esta revisión
bibliográfica, pues la identificación y el tratamiento
oportuno de las crisis pueden evitar el coma y la muerte
de estos pacientes.
ABSTRACT
The espell hipercyanotic is a complication that patients
with congenital heart disease present due to the anatomy
which allows abrupt changes in the ratio of pulmonary
to systemic blood flow. This complication is part of
the natural history of Tetrallogy Fallot. An imbalance
between pulmonary and systemic vascular resistance
favoring decreased pulmonary flow and increased right
–to – left shunting into the aorta produces an increasing
hipoxemia and developing lactica acidosis. This will
induce further pulmonary vasoconstriction. The known
precipitating factors include: fever, anxiety, exercise,
1
2
3
4
5
Especialista de 1.er Grado en Neonatología. Profesora instructora de
neonatología. Graduada en Cardiopediatría. “Cardiocentro William
Soler”. Ciudad Habana. Cuba
Especialista de 1.er Grado en Medicina interna. Profesor asistente de
medicina interna. Policlínico-Hospital “Raúl Gómez García”, Mcpio,
“10 de Octubre”. Cuba
Especialista de 1.er Grado en Pediatría. “Cardiocentro William Soler”
Ciudad Habana. Cuba
Especialista de 1.er Grado en Pediatría. “Cardiocentro William Soler”
Ciudad Habana. Cuba
Profesor Consultante de Pediatría, Doctor en Ciencias Médicas.
“Cardiocentro William Soler”. Ciudad Habana. Cuba
dehydratation, tachypnea, and tachycardia, some
drugs that decrease systemic vascular resistance, such
as chlorpromazine and ACE inhibitors. the immediate
recognition of these symptoms and the convenient
treatment prevent coma and death. Because of the
importance of this pathology the following bibliographic
revision is presented.
INTRODUCCIÓN
La Tetralogía de Fallot (TF) es una cardiopatía congénita
(CC) cianótica con disminución del flujo pulmonar que
dan lugar a las crisis hipóxicas. A su vez se ha dicho que
esta cardiopatía no es cianótica desde el nacimiento y
precisamente completa su desarrollo con la estenosis
del infundíbulo pulmonar cuya expresión clínica será
principalmente a través de la cianosis (1).
La primera referencia de estas crisis corresponde a
William Hunter (1718 -1783), quien hizo una magistral
descripción del cuadro clínico, caracterizado por:
ataques de inconciencia, disnea y cianosis, asociado con
atresia pulmonar, estenosis pulmonar y comunicación
interventricular (CIV). Luego Woods en 1958 postuló
que su origen se debía a un espasmo infundibular, lo
cual fue demostrado angiográficamente por Money y
colaboradores en 1964 (2).
El hecho de presentarse fundamentalmente en edades
comprendidas entre los dos meses y los tres años y
que potencialmente pueden provocar un daño cerebral
e incluso la muerte, sobre todo si no se diagnostican y
tratan a tiempo, le ha concedido una importancia capital
en el manejo del paciente cardiópata que deviene en la
motivación fundamental para haber realizado una revisión
bibliográfica acerca de esta temática.
Solamente poseyendo un vasto conocimiento en relación
a estas crisis que forman parte de la historia natural
de la TF, es que podremos afirmar que no hay razón
163
Crisis de hipoxia
alguna para permitir que estos niños lleguen hasta este
extremo, ya que estamos en condiciones de tratarlos en
forma temprana y con buenos resultados; por lo tanto,
la cianosis intensa, la disnea progresiva, la taquípnea, el
coma y la muerte ya no deben formar parte del cuadro
clínico de estos pacientes (3).
ANATOMÍA DEL INFUNDÍBULO DE LA
ARTERIA PULMONAR
La TF es una cardiopatía de origen conal en la cual se
produce un desplazamiento anterior y cefálico del septum
infundíbular, también llamado septum conal en la etapa
embrionaria. En el corazón normal el septum conal y
el pliegue infundíbulo ventricular (estructura muscular)
se fusionan y forman la cresta supraventricular que es
una estructura del corazón derecho, normalmente el
septum conal es pequeño y no tiene presencia propia, se
pierde en los grupos musculares del pliegue infundíbulo
ventricular. En la TF estas estructuras se divorcian y el
septum infundibular alcanza grandes dimensiones, dando
lugar a una cresta anormal que a veces no aparece, el
septum se desplaza anterior y cefálicamente provocando
una estenosis infundibular, dejando una solución de
continuidad en el tabique interventricular que es la CIV
característica de la TF (4).
La hipertrofia de la trabécula septum parietal llamada
bandas parietales de VAN PRAG, son una serie de
trabéculas puntuales que en la región del infundíbulo
pulmonar existen siempre, pero que en la TF se
acentúan mucho más y que Van Prag la incorpora
como parte de la cresta supraventricular. Si no existe
hipertrofia de las trabéculas septoparietales, no hay
estenosis infundibular (5).
Se plantea que la estenosis infundibular como entidad
independiente, de naturaleza congénita (forma primaria), es
sumamente rara, y que tales casos son formas secundarias
en relación a comunicaciones interventriculares que se
han cerrado espontáneamente (6-10).
Se ha dicho que el componente básico del complejo
malformativo de la TF es la mala alineación del septo de
salida respecto al trabecular. La desviación hacia adelante
y a la derecha del septo de salida del ventrículo derecho
(infundíbulo), deja una hendidura que permite la comunicación
de los ventrículos, y lleva a la aorta hacia la derecha, de modo
que cabalga sobre el septo trabecular. Figura 1.
Estos son los aspectos anatómicos que contribuyen
a la formación de la estenosis infundibular presentes
en la TF y en algunas otras cardiopatías con flujo
pulmonar disminuido, en que se presentan las crisis
de hipoxia.
Figura 1. Anatomía del infundíbulo
SINONIMIA
Crisis hipercianótica (2), crisis cianóticas (11).
CONCEPTO
Se han dado múltiples definiciones de las crisis hipóxicas:
ataques con profundización de la cianosis, hiperventilación
y disminución del tono muscular, con frecuencia
disminuyen el nivel de conciencia y el niño desvía la
mirada, pudiendo llegar al síncope y convulsionar en los
casos graves (11):
Accesos de incremento de la cianosis de base,
acompañados de otras manifestaciones generales que
incluyen alteraciones del sensorio de grado variable y
que se presentan ante situaciones que incrementan el
consumo de oxigeno (12).
Episodios sincopales durante los cuales el lactante
muestra inquietud e irritabilidad, habitualmente por
las mañanas, poco después de despertar, y se deben
probablemente a que el niño comienza a tener
movimientos musculares y, por ello, a consumir mayor
cantidad de oxígeno (12-14).
Complejo sindrómico fugaz, con pródromos o sin ellos, que
aparece entre los tres meses y los dos años de edad (6).
Independientemente de las diferencias entre los
conceptos es evidente la coincidencia de la mayoría
de los autores en que son cuadros que se presentan
mayormente en la etapa de lactantes, de instalación
súbita, matutinos fundamentalmente, que llevan
164
al paciente al síncope y que se caracterizan por el
incremento de la cianosis, hiperventilación, obedeciendo
ello al incremento en las necesidades de consumo de
oxígeno propias de disímiles estados, situaciones o
actividades particulares de cada enfermo.
FISIOPATOLOGÍA
El mecanismo fisiopatológico tiene las siguientes
causas:
a) Aumenta el gasto cardiaco y la demanda de oxígeno
por el organismo durante la mayor actividad muscular,
mientras que el gasto pulmonar está limitado por la
estenosis pulmonar. Por este motivo el desequilibrio
entre el gasto aórtico y el pulmonar, que siempre
existe, se acentúa; al mismo tiempo, el cortocircuito
venoarterial a nivel de la aorta cabalgada se
incrementa; disminuyen la concentración de oxígeno
arterial y el pH; aumenta el CO2 y se produce
acidosis.
b) Ocurre un espasmo del infundíbulo pulmonar causado
por la acción de las catecolaminas, lo que provoca
el síncope. Se habla de que las crisis hipóxicas
son propias de casos con infundíbulo reactivo (1).
Este comportamiento se debería a la existencia
de gran cantidad de adrenorreceptores delta en
el músculo infundibular del ventrículo derecho
(12)
. El infundíbulo no se relaja adecuadamente en
diástole. El espasmo reduce el flujo pulmonar e
indirectamente propicia un mayor ingreso de sangre
venosa del ventrículo derecho a la aorta (15,16).
c) Algunos lactantes con TF conservan un conducto
arterial permeable, que le es útil, pero que
infortunadamente tiene tendencia a ocluirse; cuando lo
hace aumenta el desequilibrio entre el gasto aórtico y
el pulmonar, este último se reduce considerablemente
y sobreviene la crisis hipóxica (12).
Todos estos fenómenos llevan a la reducción de la
concentración arterial de oxígeno, lo que incide en
la función cerebral; el cerebro no tolera saturaciones
arteriales bajas, las que propician y precipitan la pérdida
de la conciencia.
Resumen de los eventos fisiopatológicos durante una
crisis hipóxica:
• Contracción del infundíbulo del ventrículo derecho
• Reducción del flujo pulmonar y de la presión de la
arteria pulmonar
• Aumento del cortocircuito venoarterial en la aorta
dextropuesta
• Reducción de la saturación arterial de oxígeno
• Elevación del CO2 arterial y reducción del pH
• Acidosis metabólica
Judith Gell Aboy y col.
CUADRO CLÍNICO
Ocurren en niños con cardiopatías congénitas
cianóticas tales como la TF (más frecuentemente),
doble emergencia del ventrículo derecho con estenosis
subpulmonar (DEVD), la transposición de grandes vasos
con comunicación interventricular, estenosis pulmonar
subvalvular (TGV+CIV+EP) y en la atresia tricuspidea
con comunicación interventricular y estenosis pulmonar
infundíbular (AT+CIV+EP) (17), con mayor frecuencia entre
los 2 y 4 meses de edad siendo eventos de comienzo
súbito fundamentalmente matutinos, cuya duración oscila
entre minutos y horas, con ansiedad, mirada de pánico,
irritabilidad, gritos, frecuentemente con descenso de la
tensión arterial lo que otorga a la piel una coloración
pálida ceniza característica (18). Se profundiza la cianosis,
hiperventilación y disminución del tono muscular, con
frecuencia disminuye el nivel de conciencia y el niño
desvía la mirada, en los casos graves puede perder el
conocimiento y convulsionar (1).
Al examen físico se puede ver a un niño inconsolable,
taquicárdico, taquipneico, el soplo preexistente que se
debe al paso de la sangre por un infundíbulo estrecho
se debilita y acorta o bien desaparece, es decir que la
relación entre la intensidad y la duración del soplo por un
lado y la gravedad del caso, por otro, es inversamente
proporcional (2).
El patrón ECG en la Tetralogía de Fallot es el de la
sobrecarga de adaptación, que se observa en las estenosis
pulmonares con septum abierto y se caracteriza por onda
R alta en V1 con empastamiento inicial y T negativa. Con
cambio brusco a rS y T positiva en V2. En las estenosis
valvulares se observa la onda t negativa de V1 a V6.
FACTORES PRECIPITANTES
Situaciones con aumento de las necesidades en el
consumo de oxígeno por los tejidos: (1, 12, 19):
• Estados de hipovolemia
• Infecciones respiratorias altas o diarreicas agudas
• Ansiedad
• Ejercicio
• Llanto
• Defecación
• Cateterismos
• Anemias ferroprivas
Fármacos que incrementan el cortocircuito de derecha a
izquierda por caída de la tensión arterial sistémica o de la
resistencia vascular sistémica (1, 18):
• Inotrópicos digitálicos
• Anestésicos
• Sedantes
• Barbitúricos
Crisis de hipoxia
•
•
165
Cloropromacina
Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
(IECA)
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Crisis hipoxémicas: En los neonatos con cardiopatías
cianóticas críticas con oligohemia pulmonar (el ejemplo
clásico es la atresia pulmonar) se observa un cuadro
clínico similar en relación con el cierre del ductus
arterioso y no por espasmo infundibular, ya que la salida
del ventrículo derecho está totalmente cerrada desde el
inicio. Son pues pacientes ductus dependientes.
Para que llegue alguna sangre a los pulmones y
lógicamente el cierre del mismo anula la llegada de
sangre a oxigenarse a ese nivel y provoca también
una severa hipoxemia y acidosis metabólica; pero el
mecanismo de base no es el espasmo infundibular, por
lo que se prefiere llamarlos cuadros de hipoxemia
severa agudizada y para tratarlos, en vez del uso del
propranolol, lo que se requiere es prostaglandina para
reabrir el ductus o evitar que se cierre si fuera aún posible
y tratar con ello de mantener al paciente estable hasta
realizar la cirugía paliativa (2).
Otros cuadros que pudieran generar dudas diagnósticas
son los cólicos del recién nacido u otros dolores de
orígenes diversos, espasmos del sollozo, crisis de laxitud,
mareos o caídas después de un esfuerzo (1).
TRATAMIENTO
Su objetivo estará dirigido a reducir el cortocircuito de
derecha a izquierda y con ello disminuir la hipoxemia,
corregir la acidosis metabólica generada por esta y
reducir el consumo de oxígeno.
En general los pilares de tratamiento serán los
siguientes:
• Posiciones:
Tomar y mantener al bebé por encima del hombro,
o sujetarlo de tal forma que su tórax esté sobre las
rodillas de la persona que lo trata (11).
Sosteniéndolo por los brazos y colocándolo en
posición de acuclillamiento, es decir, piernas en
flexión forzada sobre los muslos y muslos en
flexión forzada contra el abdomen, se conoce como
posición genupectoral. En esta posición se elevan
las resistencias periféricas sistémicas (12).
• Oxígeno:
Aun cuando es difícil detener una crisis una vez
iniciada, la cual aparece en forma imprevista, se
puede evitar su prolongación aplicando oxígeno
100% a la cara del paciente. Otros autores plantean
que esto solo tiene un valor limitado (2, 11), ya que el
problema es una disminución del flujo sanguíneo
•
•
pulmonar, no de la capacidad de oxigenación, pero
aun así, no cabe duda que junto a la no extracción
de sangre durante la crisis, mejorará el aspecto
psicológico del paciente durante la crisis.
Sedación:
Sulfato de morfina: Se usó en épocas pasadas la
morfina intramuscular (1 mg/kg IM) (22,23).
Otros autores recomiendan aún la sedación con ella
y en este caso a dosis y vías diferentes (0,1 mg/Kg
EV y SC) (18). Se plantea que no se intente para su
administración la vía endovenosa (11).
Ketamina: Aumenta la resistencia vascular sistémica;
se administrará lentamente ya que puede producir
depresión respiratoria (1 mg/kg – 3 mg/kg EV) (11,24).
Midazolam endovenoso.
Drogas vasoconstrictoras:
Con el mismo objetivo de elevar la resistencia
periférica se pueden usar drogas vasoconstrictoras,
lo que dificultará en cierta medida el ingreso de
sangre venosa del ventrículo derecho a la aorta
dextropuesta (25) y al mismo tiempo permitirá mayor
afluencia de sangre al pulmón y eleva la saturación
arterial de oxígeno (1, 26,27).
Fármaco
Dosis
Noradrenalina
0,1 – 0,5 μg/kg/min
Fenilefrina
0,02 mg/kg EV12 o
Bolo inicial de
10μg/kg/min–50μg/kg/min
Se puede repetir y mantener
con 1g/kg/min-10g/kg/min (18)
Metaraminol
0,1 mg/kg EV
•
•
Betabloqueadores
Buenos resultados ofrecen los betabloqueadores
(propanolol) por su efecto inotrópico negativo que
relaja e impide el espasmo infundibular, mejorando
el flujo pulmonar. Las principales acciones
farmacológicas están en el sistema cardiovascular:
disminuir la frecuencia cardiaca, la fuerza contráctil
del corazón, la presión ventricular sistólica y la
presión arterial y aumentar la vasoconstricción, el
retorno venoso y el gasto cardiaco. Se ha planteado
usar el propanolol como preventivo de las crisis y
para retrasar la cirugía correctora (11,28).
Propanolol: 0,01 mg/kg/dosis – 0.15mg/kg/dosis EV
(7)
o 0,05–0,1 mg/kg (18).
Esmolol: es un betabloqueador cardioselectivo de
acción ultracorta (29) (bolo inicial de 0,5 mg/kg – 1 mg/kg,
mantenimiento con 100 μg/kg./min – 300 μg/kg./min)
Corrección de la acidosis
Bicarbonato de sodio 4% (1 mEq/kg y repetir cada 10
166
•
•
•
•
•
Judith Gell Aboy y col.
ó 15 minutos tantas veces como sea necesario) (12,18).
En los casos en que la crisis sea de poca magnitud
o no sea factible canalizar una vena y el paciente
coopere se puede usar la vía oral con dosis más
elevadas y en caso de que el paciente no coopere
se puede pasar una sonda nasogástrica para
administrarlo (2).
Deshidratantes cerebrales
Si aparecen signos de edema cerebral o la crisis
ha sido severa y prolongada y con el objetivo
de prevenirlos se deben usar esteroides como
betametasona y dextran, así como manitol al 20% u
otro diurético de asa como la furosemida, los cuales
aumentan la hemoconcentración.
Hidratación
En caso de hemoconcentración a razón de 10 cm3/kg
de cristaloide o coloide.
Manejo ventilatorio adecuado para lograr una
alcalosis respiratoria
Anestesia general
Tratamiento quirúrgico
El 70% de los pacientes con TF y estenosis pulmonar
requieren operación durante el primer año de vida
por padecer crisis hipóxicas persistentes (30). Se hará
preferiblemente la corrección primaria, excepto en
neonatos muy pequeños o cuando existan factores de
riesgo tal como una arteria pulmonar muy pequeña.
Un tipo de intervención que se emplea para corregir
provisionalmente estas cardiopatías se denomina
«procedimiento de derivación» (shunt). Esta es una
solución de corta duración que permite que llegue más
sangre a los pulmones hasta que puedan corregirse los
defectos y además hacer fístula en aquellos en que la
coronaria cruza el infundíbulo (31-35). Figura 2.
Figura 2. Fistula de Blalock-Taussig modificada
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168
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
Cateterismo cardiaco terapéutico
Therapeutic cardiac catheterization in children
Fredy Prada Martínez 1
RESUMEN
La cateterización cardiaca pediátrica ha cambiado en los
últimos años, surgió como una herramienta de diagnóstico,
pero gradualmente se ha convertido en una opción útil
para el tratamiento de muchas anomalías congénitas
cardiacas. Hay lesiones o estructuras cardiacas que son
restrictivas o estenóticas y necesitan para ser tratadas
procedimientos como la angioplastía, valvuloplastía o
septostomía de Rashkind. Por otro lado, hay lesiones que
producen cortocircuitos intracardiaco o extracardiaco y que deben ser cerrados con dispositivos que se liberan de
forma percutánea. Existen muchos tipos de dispositivos,
pero los de Amplatzer necesitan especial mención porque
son útiles para cerrar una amplia gama de defectos como
DAP, CIA, CIV y conexiones vasculares anómalas. Con el
perfeccionamiento de la tecnología ahora es posible tratar
aun a los recién nacidos con estas técnicas modernas.
ABSTRACT
Pediatric Cardiac Catheterization has changed during last
years, it emerged as a diagnostic tool but gradually it has
become a useful option to treat many congenital cardiac
abnormalities. There are lesions or cardiac structures
which are restrictive or stenotic and need to be treated
with procedures such as Angioplasty, Valvuloplasty or
Rashkind septostomy. On the other hand, there are lesions
which cause either intracardiac or extracardiac shunts so
they need to be closed with devices which are released
percutaneously. There are many kinds of devices but the
Amplatzer devices need special mention because they
are use to close a wide range of defects such as PDA,
ASD, VSD and anomalous vascular connections. With
refinements of technology it is now possible to treat even
neonates with these modern techniques.
El tratamiento de las cardiopatías congénitas ha
avanzado desde la aparición de la cirugía cardiaca, de
las técnicas de circulación extracorpórea y el soporte
cardiorrespiratorio en las unidades de cuidados intensivos.
Las técnicas de diagnóstico también han tenido la misma
evolución, han mejorado constantemente, inicialmente
con los estudios angiográficos y posteriormente con la
ecocardiografía. Ahora vivimos en una etapa en que el
1
Médico cardiólogo, Jefe de Cardiología del Hospital Sant Joan de
Deu, Barcelona. España
problema diagnóstico está resuelto y lo que se trata de
resolver son los problemas cardiovasculares y evitar
en lo posible la cirugía, es este el papel del cateterismo
cardiaco terapéutico (CCT).
Recomendaciones generales
Nunca es suficiente remarcar que para el éxito del CCT
hay factores que no deben descuidarse, entre ellos la
evaluación precateterismo y la consulta anestésica.
Durante el CCT es vital mantener la homeostasis así
como una monitorización cuidadosa. Al finalizar el mismo,
no debe olvidarse la pauta antibiótica, analgésica y la
antiagregación plaquetaria con aspirina (5 mg/kg/día) en
casos de cierre de CIA y CIV (por 6 meses).
A. Procedimientos de cierre
Comunicación interauricular (CIA)
La CIA es una cardiopatía frecuente, con una incidencia
del 9% (1). Las CIA del tipo ostium primum y seno venoso
son de tratamiento quirúrgico exclusivo, en cambio la del
tipo ostium secundum puede cerrase percutáneamente.
En la actualidad hay varios dispositivos para el cerrado
de la CIA, entre ellos tenemos:
1. ASO o amplatzer septal occluder: con estos se
pueden cerrar defectos desde los 4 mm hasta los
38 mm de diámetro. Para escoger el tamaño del
dispositivo es necesario medir el defecto con la
ecografía transesofágica y durante el cateterismo
con un balón de medida. Pueden cerrarse hasta el
88% de ellas (2), los casos no exitosos corresponden
a CIA con bordes inadecuados, generalmente con
ausencia de borde posteroinferior. Tras el cierre de
la CIA hay un mínimo cortocircuito residual a las
24 horas. Pueden ocurrir complicaciones, como
migración del dispositivo. También se ha reportado
formación de trombo auricular izquierdo. Se han
reportado 24 casos (3) en cerca de 90 000 implantes
de erosión de la pared auricular y/o aórtica con
hemopericardio y taponamiento cardiaco varios
meses después (Figura 1).
2. Helex: Es un dispositivo con mucho menos metal
Cateterismo cardiaco terapéutico
que el anterior y con una membrana de PTFE.
169
ambos dispositivos existe el riesgo de embolización,
ya sea sistémica o pulmonar. El ADO también puede
causar obstrucción aórtica o de la rama pulmonar
izquierda. En casos de DAP hipertenso pueden
usarse los dispositivos amplatzer de CIV muscular.
También en aquellos casos de DAP muy corto,
semejante a una ventana aórtico-pulmonar, pueden
utilizarse dispositivos para cierre de la CIA.
Figura 1. Cerrado de una CIA: ecografía transesofágica con
dos planos ortogonales mostrando una CIA ostium secundum. A
la derecha, dispositivo Amplatzer de CIA ya implantado
Ductus arterioso persistente (DAP): Con excepción
del recién nacido prematuro en quien el tratamiento del
DAP sintomático se realiza ya sea farmacológicamente
(indometacina o ibuprofeno) o mediante cirugía, el
tratamiento del DAP del lactante y niño mayor se hace
por vía percutánea (cateterismo cardiaco).
Existe controversia acerca del cierre del DAP silente
(aquel que solo se encuentra en la ecocardiografía y que
no tiene ninguna repercusión hemodinámica).
Los dispositivos más conocidos para cierre por CCT del
DAP son:
1.
2.
Coils: el más conocido es el Flipper (Cook) que
tiene un sistema de liberación controlada, puede
liberarse tanto por cateterización arterial o venosa
(anterógrado o retrógrado) y utilizarse un catéter
de liberación 4F. Se recomienda esta técnica en
aquellos DAP de menos de 3 mm. Existen también
los coils de Gianturco, pero su principal inconveniente
es que no son de liberación controlada. En algunos
casos pueden utilizarse más de un coil.
ADO o amplatzer duct occluder: dispositivo
amplatzer para oclusión ductal (Figura 2), para el
cierre de DAP mayores a 3 mm hasta un máximo
de 10 mm. Es un dispositivo eficaz con mínimo
cortocircuito residual a las 24 horas. Se ha observado
hasta un 4% de complicaciones posimplante (4). Con
Figura 2. Cerrado del ductus arterioso: (A) angiografía
mostrando el ductus. (B) dispositivo ya liberado. (C) angiograma
mostrando oclusión ductal
Comunicación interventricular (CIV)
La CIV es la cardiopatía más común. La indicación para
el cierre de la CIV se hace siempre que el flujo pulmonar
(Qp)/flujo sistémico (Qs) sea mayor a 1,5. En el caso
de la CIV muscular (Figura 3) el cierre percutáneo está
indicado a diferencia de la CIV perimembranosa en la que
aún no hay acuerdo unánime debido al riesgo de bloqueo
AV completo tras el cierre con dispositivo amplatzer. La
CIV con un Qp/Qs menor a 1,5 debe cerrarse solamente
cuando ha habido dos o más episodios de endocarditis
bacteriana.
La CIV del tracto de entrada (“defectos tipo canal”), las
supracristales y aquellas asociadas a Tetralogía de Fallot
son de tratamiento quirúrgico exclusivo.
Las complicaciones del CCT en el cierre de la CIV, además
de las propias del cateterismo cardiaco son: anemia
hemolítica en casos de pequeños shunts residuales,
embolización del dispositivo, daño o interferencia con la
válvula aórtica, la mitral o la tricúspide. La complicación
más grave del cierre de la CIV perimembranosa es el
bloqueo AV completo 2%-6% que puede ocurrir a veces
meses después del implante.
170
Fredy Prada Martínez
B) Procedimientos de apertura
Atrioseptostomía
El procedimiento de Rashkind descrito en el año 1966
es una técnica que permite ampliar el tamaño de la fosa
oval en casos donde esta sea restrictiva y no permita el
cortocircuito deseado. Se indica en enfermedades como:
− d-TGA (transposición simple de grandes
arterias)
− Atresia mitral o tricúspide
− Drenaje anómalo total de venas pulmonares con
fosa oval restrictiva
− Atresia pulmonar con septum ventricular intacto
− Síndrome de corazón izquierdo hipoplásico
Figura 3. Cerrado de una CIV: ecografia transesofágica, (A)
CIV muscular apical de 10 mm, en color azul. (B) CIV cerrada
con dispositivo de CIV muscular
Malformaciones o defectos vasculares o fístulas
Las malformaciones vasculares ya sean venovenosas o
venoarteriales, así como las fístulas creadas por cirugías
(fístula de Blalock-Taussig. Figura 4) pueden cerrarse por
vía percutánea. También puede cerrase de manera urgente
cualquier vaso arterial o venoso que produce sangrado
importante. Para escoger el dispositivo tomamos en
cuenta: tipo de vaso, diámetro, longitud del mismo, riesgo
de embolismo o movilización del dispositivo, presencia de
colaterales que deseamos o evitamos cerrar. Finalmente,
debe estudiarse cuidadosamente la vía de acceso.
Pueden utilizarse diferentes dispositivos: coils, balones
liberables y dispositivos de amplatzer; de estos los
más adecuados son los tapones o plugs vasculares de
amplatzer con diámetros desde 4 mm hasta 16 mm.
Estas enfermedades deben tratarse de manera urgente
con este procedimiento aun en la unidad de recién
nacidos, con la ayuda del ecocardiografista. Pasadas las
cuatro u ocho semanas de vida, esta técnica deja de ser
efectiva por el engrosamiento septal.
El procedimiento se realiza por la vena femoral o la vena
umbilical. Pueden ocurrir complicaciones como: arritmias
cardiacas, hemopericardio, lesión de válvula mitral o
tricúspíde y ruptura de venas pulmonares
Dilatación estática del septum interauricular:
A veces es necesario mantener la fosa oval permeable
y sin restricción al flujo, en estos casos puede ser
necesaria la dilatación de la fosa oval o de la CIA con
un balón (dilatación estática). Este procedimiento puede
complementarse con la implantación de un stent en el
septum interauricular para evitar su cierre progresivo.
Valvuloplastía pulmonar
En México, en 1952, Rubio-Alvarez (5) reporta por
primera vez un nuevo tratamiento para las cardiopatías
congénitas, utilizando sondas ureterales. Sin embargo,
su reporte cayó en el olvido, hasta que en 1972 Kan (6)
reporta la primera gran serie de pacientes tratados con
valvuloplastía pulmonar percutánea.
Se indica la valvuloplastía pulmonar percutánea
cuando el gradiente transvalvular sea mayor de
40 mm Hg - 50 mm Hg. Los casos de obstrucción
pulmonar subvalvular o supravalvular no tienen
indicación de CCT.
Figura 4. Oclusión de una fístula de Blalock-Taussig: en (A)
angiografía a través de la fístula muestra opacificación de la
API (arteria pulmonar izquierda). (B) Plug de amplatzer ya
implantado. (C) angiograma que confirma oclusión completa
La técnica es sencilla (Figura 5), se utilizan balones de
2 cm de longitud para neonatos y de 3 cm a 4 cm para
niños mayores; el diámetro del balón debe ser 120% a
140% mayor que el del anillo valvular pulmonar medido
con ecografía o angiografía.
171
Cateterismo cardiaco terapéutico
balón es importante para no dañar la válvula aórtica y
para no hacer una angioplastía ineficaz; se recomienda
una relación balón/anillo de 0,8 - 1,0. Un procedimiento
que puede disminuir el daño valvular y evitar así la
insuficiencia aórtica durante la VAP es la estimulación
temporal del ventrículo derecho con marcapaso durante
la valvuloplastía.
La evolución a mediano y largo plazo es buena y muestra
que del 26% al 45% de pacientes tratados con VAP están
libres de una nueva valvuloplastía luego de 10 a 15 años
de la VAP (7).
Figura 5. Valvuloplastía pulmonar: (A) ventriculograma derecho,
la flecha señala válvula estenótica. (B) Balón de 10 mm con
muesca durante la dilatación. (C) Dilatación completa
Hay muy pocas complicaciones, sin embargo se presenta
insuficiencia pulmonar a veces severa que persiste a
largo plazo. Un pequeño número de estos pacientes (8%)
requiere una segunda valvuloplastía.
Existe un tipo de estenosis valvular pulmonar causada
por una válvula y anillo pulmonar displásico que se
asocia con frecuencia al síndrome de Noonan; en este
caso la valvuloplastía es poco eficaz y se prefiere la
cirugía.
Apertura de la válvula pulmonar con radiofrecuencia
Los neonatos con atresia pulmonar y septum
interventricular intacto presentan una válvula pulmonar
imperforada, de modo que el ventrículo derecho así como
su tracto de salida acaban en un agujero ciego. Estos
neonatos presentan cianosis severa en el momento
en que ocurre el cierre del ductus arterioso, por lo que
deben ser tratados con prostaglandina intravenosa. Se
opta por la apertura precoz de la válvula pulmonar con
radiofrecuencia y un catéter-balón. Algunos de estos
neonatos requieren implantación de un stent ductal días
después.
Valvuloplastía aórtica percutánea (VAP)
La estenosis valvular aórtica congénita generalmente
está asociada a una válvula aórtica bicúspide. La
VAP está indicada si el gradiente transvalvular aórtico
es mayor de 50 mm Hg. Cuando existe disfunción
ventricular izquierda el gradiente transvalvular puede
estar infravalorado. La VAP se realiza por vía arterial
(acceso retrógrado) femoral, carótida o umbilical.
También puede hacerse por vía venosa a través de una
CIA (acceso anterógrado). La elección del diámetro del
Las complicaciones de este procedimiento son la
insuficiencia aórtica severa por daño valvular y la lesión
arterial en la zona de punción.
En niños muy pequeños puede hacerse este
procedimiento en la sala de neonatos por punción
carotídea y visión con ecocardiografía transesofágica.
Aortoplastía: coartación y recoartación aórtica:
En la patología de arco aórtica distinguimos tres grupos:
1. Coartación aórtica neonatal: Casi siempre se
manifiesta con clínica de insuficiencia y shock, en
estos casos lo más importante es la reanimación
con ventilación mecánica, corrección de acidosis,
inotropos y perfusión de prostaglandinas. Una vez
que el neonato haya sido estabilizado se procederá
a la cirugía o angioplastía aórtica percutánea con
balón. Escogemos la arteria femoral y a través de
un introductor 4F utilizamos un balón de angioplastía
de 6 mm.
2. Coartación primaria: La angioplastía primaria al
igual que la cirugía se indica si la coartación aórtica
tiene un gradiente con doppler mayor a 20 mm Hg,
presencia de extensión diastólica en el mismo. El
diámetro del balón que escogemos es la media entre
el diámetro del arco transverso y la aorta a nivel del
diafragma.
3. Recoartación aórtica: Cuando existe una
recoartación aórtica poscirugía está indicada
la angioplastía. Si se trata de un niño mayor o
adolescente este procedimiento puede acompañarse
de la implantación de un stent aórtico. La implantación
del stent (Figura 6) requiere introductores gruesos
11F-14F con el consiguiente daño de la arteria
femoral, por lo que esta técnica no está indicada en
niños con peso inferior de 20 kg a 25 kg.
172
Fredy Prada Martínez
que el ventrículo derecho no es capaz de mantener el
gasto pulmonar, por lo que se optaba por crear una
fístula de Blalock Taussig; últimamente implantamos
un stent en el ductus (8). La técnica requiere un acceso
arterial y la utilización de un stent de 4 mm de diámetro
(Figura 8); la longitud del stent dependerá de la longitud
del ductus.
Figura 6. Implante de stent en coartación aórtica: (A) angiograma
preimplante. (B) angiograma trasimplante
Angioplastía de ramas pulmonares
Las ramas pulmonares pueden estar estenosadas en
su porción más proximal, ya sea debido a cirugía previa
(fístula de Blalock generalmente) o de forma natural por la
tensión que ejerce el ligamento arterioso. La angioplastía
de las arterias pulmonares puede acompañarse de la
implantación de un stent (Figura 7). Estos procedimientos
se indican cuando la obstrucción en la rama pulmonar
causa hipoperfusión del pulmón afecto, elevación de la
presión del ventrículo derecho o insuficiencia del mismo.
Figura 8. Stent ductal: (A) angiograma de neonato con ramas
pulmonares desconectadas, rama izquierda dependiente de
ductus arterioso muy estenótico. (B) stent de 4x15 mm ya
implantado en el ductus
Implante percutáneo de válvulas cardiacas
Este procedimiento novedoso está indicado en aquellos
pacientes adolescentes o adultos con disfunción del
ventrículo derecho y que llevan un conducto biológico en
el tracto de salida del ventrículo derecho (9). Se indica en
aquellos en los que la cirugía tiene elevado riesgo.
Procedimientos híbridos
Existen casos en los que es necesario aplicar técnicas
del cateterismo cardiaco como cierre de CIV con
dispositivo o implante de stents en el curso de una
intervención cardiaca. A estos procedimientos que exigen
la participación simultánea del cardiólogo intervencionista
y el cirujano se les llama procedimientos híbridos.
Procedimientos terapéuticos electrofisiológicos:
Figura 7. Stent en rama pulmonar izquierda: (A) arteriografía
pulmonar con rama izquierda severamente estenótica. (B) Stent
ya implantado
Stent ductal: En la atresia pulmonar y estenosis
pulmonar crítica, una vez que se ha resuelto por
cateterismo el problema más importante, es decir haber
logrado la apertura de la válvula pulmonar, se observa
1. Implantación de marcapasos: El marcapaso ya
sea temporal o definitivo está indicado en casos de
bradicardia sintomática. La presencia de bloqueo
AV completo no es indicación de marcapasos por sí
misma, se requieren síntomas, pausas prolongadas
(mayor de 3 segundos) o dilatación ventricular.
En niños preferimos implantar marcapasos con
estimulación epicárdica, en adolescentes y adultos
la recomendación es estimulación endocavitaria
transvenosa.
173
Cateterismo cardiaco terapéutico
2. Ablación con radiofrecuencia: Los niños con
arritmias supraventriculares, ya sean estas por
vía accesoria, doble vía nodal (reentrada nodal),
taquicardia de Coumel, flutter auricular, pueden
tratarse con radiofrecuencia. En todos los casos
debe valorarse el riesgo-beneficio.
3. Implantación de desfibrilador automático: En
niños con muerte súbita abortada o con riesgo de
muerte súbita por una canalopatía o miocardiopatía
debe valorarse el implante de un desfibrilador,
considerando el beneficio y el riesgo y la dificultad del
implante así como las complicaciones del mismo.
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174
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
El síndrome de apneas-hipopneas del sueño en la población
pediátrica
Obstructive sleep apnea - hipopneas in children
Jorge Rey de Castro1
RESUMEN
El síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS) se
define como un trastorno respiratorio durante el sueño;
se caracteriza por obstrucciones totales y/o parciales
intermitentes de la vía aérea alta que perturban la
ventilación y los patrones normales del dormir. Los
hallazgos clínicos son: ronquido, pausas respiratorias y
respiración laboriosa durante el dormir, hiperactividad y
déficit de atención durante el día y, contrariamente a lo
observado en adultos, es inusual que los niños tengan
somnolencia diurna. La prevalencia en población general
pediátrica del ronquido fluctúa entre 5,2% y 15,7% y la
del SAHS entre 1,8% y 3,2%. Las variables clínicas,
el empleo de cuestionarios aplicados a los padres, la
grabación de audio y video tienen limitaciones conocidas
para discriminar entre ronquido primario y SAHS. La
prueba estándar dorado que determina objetivamente
la presencia o ausencia de enfermedad en niños es la
polisomnografía y, aunque los estudios simplificados
como la poligrafía cardiorrespiratoria no han sido
evaluados a profundidad, estos son prometedores. La
adenotonsilectomía es el tratamiento más usado en el
SAHS pediátrico, inclusive en presencia de obesidad. Esta
cirugía en ausencia de malformaciones craneofaciales
o enfermedades neuromusculares puede llevar a la
resolución completa de los síntomas en el 70% a 90%
de los niños. En Lima se encuentran disponibles cuatro
centros especializados en sueño.
Palabras clave: Síndrome de Apneas-Hipopneas del
Sueño en niños, SAHS, ronquido, polisomnografía,
adenotonsilectomía, déficit de atención e hiperactividad.
ABSTRACT
OSA in children is defined as a breathing sleep disorder
caracterized by an intermitent and total or partial obstructions
of upper airway that alter the ventilation and sleep. The most
common presenting symptoms are loud snoring, breathing
pauses, and dificulty breathing during sleep.
Médico Neumólogo y Trastornos respiratorios del sueño
CENTRES y Clínica Anglo Americana.
Profesor Principal de la Facultad de Medicina. Universidad Peruana
Cayetano Heredia.
1
Along the day children may suffer hyperactivity, impulsivity,
and irritability, but excessive daytime sleepiness is
unusual. In the pediatric population the snoring prevalence
is 5.2%-15.7% and OSA prevalence 1.8% y 3.2%. There
is recongnized information that medical history, parents
questionnaries aplications, audio and video records do
not discriminate between primary snoring and OSA. The
polisomnography is the gold standard test to get a definitive
diagnosis and screening procedure such us cardiorespiratory poligraphy has not been deeply evaluated but
it is a promising alternative. The adenotonsilectomy is
the treatment of choice in pediatric OSA patients without
craneo-fascial malformations or neuromuscular disorders.
The surgical procedure results in complete resolution of
symptoms in 70% to 90% of the children. There are four
sleep laboratory centers in Lima that work in this area.
Key words: Obstructive Sleep Apnea in children, OSA,
snoring, polisomnography, adenotonsilectomy, ADHD.
INTRODUCCIÓN
La Sociedad Americana del Tórax y la Academia
Americana de Pediatría definen el SAHS en niños como
un trastorno respiratorio durante el sueño caracterizado
por obstrucciones totales y/o parciales intermitentes
de la vía aérea alta, que perturban la ventilación y los
patrones normales del dormir (1,2). Los hallazgos clínicos
más relevantes son ronquido, pausas respiratorias
y respiración laboriosa durante el sueño. Se puede
presentar compromiso del comportamiento durante el día
y, contrariamente a lo observado en adultos, es inusual
que los niños tengan somnolencia diurna.
Los expertos concuerdan que esta patología abarca todo
un espectro clínico que va desde el ronquido primario
pasando por la resistencia de la vía aérea superior,
hipopnea hasta la franca apnea obstructiva; es por este
motivo que ellos prefieren utilizar el término “trastornos
respiratorios del sueño en el niño” (1,3). Consideramos
esta patología relevante a juzgar por la alta prevalencia
registrada en los niños y la prácticamente nula información
de la que se dispone en nuestro medio.
El síndrome de apneas-hipopneas del sueño en la población pediátrica
La fisiopatogenia
La vía aérea superior (VAS) consiste en una estructura
formada por la nariz, faringe y laringe; siendo las dos
últimas de especial interés desde el punto de vista de
la patogénesis del SAHS. Esta pequeña estructura
cumple tres propósitos, que son la deglución, la fonación
y la respiración (4,5). La coordinación e interdependencia
entre los diferentes segmentos son fundamentales
para un adecuado funcionamiento; aproximadamente
treinta pares de músculos participan en el complicado
comportamiento de la VAS. Durante la vigilia la
permeabilidad de la misma está bajo el control del
sistema nervioso central, específicamente, de la corteza
cerebral; por el contrario, durante el sueño, se deprime
la actividad del sistema nervioso central e incrementa
de manera notoria la regulación químico-neural de la
musculatura faríngea. La supresión de la actividad
muscular a ese nivel es mucho más marcada durante el
sueño de movimiento rápido de los ojos (sueño REM),
que durante el sueño no-REM (6). Este comportamiento
funcional hace que la VAS se estreche naturalmente
durante el dormir.
El modelo de Starling
La faringe se comporta como un tubo colapsable.
Schwartz y col. propusieron el modelo de resistencia de
Starling para explicar los mecanismos de la limitación
al flujo inspiratorio durante el sueño en los adultos (7).
Ulteriormente fueron Marcus C. y col. los que extendieron
este modelo a los niños para explicar el fenómeno
obstructivo de la vía aérea alta(8).
El modelo consiste en un tubo colapsable dentro de
una cámara rígida. Por medio de la ventilación y el ciclo
respiratorio el área de sección del tubo está determinada
por la llamada presión transmural; esta última está
definida por la diferencia entre las presiones intraluminal
que tiende a abrir la VAS y la presión de los tejidos
circundantes que hacen lo contrario. Dependiendo de las
fuerzas que predominen la vía aérea, el tubo colapsable
permanecerá permeable durante la inspiración debido
al incremento del área de sección o, de lo contrario,
se colapsará durante el sueño originando el evento
obstructivo propiamente dicho(9,10).
Las prevalencias
Las prevalencias del ronquido y SAHS en niños varían
de acuerdo a las poblaciones específicamente evaluadas
y criterios de definición utilizados en cada uno de los
estudios publicados. El SAHS puede ocurrir en los niños
en cualquier edad, incluyendo neonatos. Particularmente,
los niños con alteraciones craneofaciales tienen en una
buena proporción esta enfermedad. Típicamente, el pico
de prevalencia se observa entre los 3 y 6 años de edad, ya
175
que en este grupo el tamaño de las amígdalas y adenoides
es más grande en relación a la superficie de sección de
la orofaringe. Hasta 1993 se estimaba que la prevalencia
del SAHS en el grupo de 4 a 5 años de edad era de 0,7%
y del ronquido aproximadamente de 12% (11, 12). Como lo
comentó Arens R, hasta el 2000 no se disponía de muchos
estudios en poblaciones grandes de niños que permitieran
definir cifras más puntuales de prevalencia (13).
Las publicaciones conocidas a partir del 2000 han
proporcionado información adicional más confiable;
es así como al sur de Italia se realizó un estudio de
prevalencia en 1207 niños preescolares y escolares entre
los 3 y 11 años de edad. El diseño fue de dos fases: en
la primera se aplicaron cuestionarios a los padres y en la
segunda, con fines de instrumentación, se seleccionaron
exclusivamente a niños roncadores para poligrafía
respiratoria en su domicilio. Ulteriormente se hizo una
polisomnografía convencional en un laboratorio de sueño.
El criterio diagnóstico para SAHS fue índice de apnea
hipopnea mayor de 3 (IAH > 3); según el cuestionario,
4,9% fueron roncadores habituales y 15,7% roncadores
ocasionales; el límite superior de prevalencia de SAHS
fue de 1,8% [IC 1,6-2,0] (14). No se registraron diferencias
entre niños y niñas.
Otro estudio realizado en 1434 niños escolares vieneses
entre los 11 y 15 años de edad, en el que se emplearon
únicamente cuestionarios, tuvieron una prevalencia de
ronquido (frecuente o muy frecuente) de 5,2% y 6,9%
si la herramienta era aplicada a los niños y padres
respectivamente. No hubo diferencia de género (15).
En un grupo de 74 niños entre 3 y 16 años evaluados en
la consulta psiquiátrica con somnolencia se encontró una
media de IAH 5,5 y el 40% tenía IAH mayor de 5 (16).
El estudio de Schlaud M. y col. realizado en 1144
niños alemanes de primaria, empleando cuestionarios
aplicados a los padres y oximetría de pulso, determinaron
una prevalencia de ronquido habitual y SAHS de 10% y
3,2% respectivamente (17).
Con respecto a la obesidad, en una muestra grande
de 482 niños se demostró relación estadísticamente
significativa entre el percentil z del IMC y la severidad del
IAH por polisomnografía. Esto ya había sido demostrado
categóricamente en adultos y, aunque parezca poco
creíble, esta asociación no estaba adecuadamente
documentada en niños. La publicación de Lam Y y
col. es la más grande conocida hasta la fecha en este
rubro (18); los autores determinaron una relación dosisrespuesta entre el SAHS y el grado de obesidad en niños
176
chinos. Se definió SAHS con IAH >1,5 y obesidad con
percentil z IMC >1,96. Los niños obesos comparados con
no obesos tuvieron un OR de 2,03 [1,32-3,12] para ser
calificados como SAHS de acuerdo a la definición antes
mencionada.
Las prevalencias se incrementan notoriamente en
poblaciones con alteraciones anatómicas de la estructura
craneofacial como el síndrome de Apert, Crouzon,
Treacher-Collins y trisomía 21; también se ha observado
en acondroplasia y laringomalacia entre otras (13). Otro
grupo de riesgo para desarrollar SAHS son los niños con
enfermedades neurológicas que afectan la vía aérea alta
durante el dormir como: aplasia cerebral, miastenia gravis,
síndrome de Möbius y malformación de Arnold-Chiari. Este
grupo puede tener hipotonía muscular, alteraciones en el
control de la respiración y pobre mecanismo del despertar.
En este grupo de niños la propensión para hacer SAHS se
observa aun en ausencia de hipertrofia adenotonsilar.
Ng DK y col. en un estudio de casos y controles
apareados por sexo, edad, talla y peso, documentaron
la altísima prevalencia de SAHS en niños con trisomía 21
versus niños roncadores sin esta afección cromosómica.
La prevalencia de SAHS fue de 52% en el síndrome de
Down y 32% en controles roncadores (19).
En resumen, la prevalencia en población general
pediátrica del ronquido fluctúa entre 5,2% y 1,7% y la
prevalencia del SAHS entre 1,8% y 3,2%. Desconocemos
las prevalencias correspondientes en el Perú.
Comportamiento clínico
La sintomatología clínica para fines prácticos es nocturna
y diurna. Los pacientes pediátricos con SAHS son
roncadores y presentan dificultades respiratorias durante
el dormir; los padres suelen describir tiraje supraesternal,
respiración paradojal y episodios de esfuerzo respiratorio
incrementados asociados o no a las pausas respiratorias.
Estos episodios van seguidos de respiración asfixiante,
atoro, movimientos y despertares breves. El sueño es
inquieto; se observa cianosis de manera infrecuente
y suele expresar mayor severidad y/o comorbilidad
cardiorrespiratoria. El niño puede adoptar posiciones
inusuales al dormir, como la hiperextensión del cuello,
con la finalidad de abrir y permeabilizar la vía aérea
alta mientras duerme. También puede verse sudoración
nocturna como consecuencia del esfuerzo muscular para
ventilar.
A pesar de lo dramático que es la respiración durante el
dormir, los niños tienen una respiración normal durante
la vigilia. Contrariamente a lo observado en adultos, la
somnolencia diurna no es un síntoma relevante y, si este
Jorge Rey de Castro
fuera el caso, debe establecerse con precisión el diagnóstico
diferencial con narcolepsia, pobre higiene del sueño o
privación crónica del sueño. El niño con SAHS y obesidad
es por cierto más propenso a presentar somnolencia.
El retardo en el crecimiento y desarrollo han sido
atribuidos al incremento del consumo de energía durante
el sueño por el gran esfuerzo respiratorio; describiéndose
corrección significativa cuando los niños son sometidos a
adenotonsilectomía (20).
Asimismo están descritos pobre rendimiento escolar,
hiperactividad, déficit de atención y actitud agresiva; lo
que hace que estos niños tengan conducta problemática
y dificultades para socializar con compañeros de aula.
Son erróneamente clasificados como niños flojos y,
usualmente, requieren evaluación por el psicólogo del
colegio. Ello no es de ninguna manera objetable, pero
debe tenerse en cuenta que la forma de presentación
de un niño con SAHS puede expresarse como déficit
de atención e hiperactividad, sin que se excluyan otras
causas conocidas (21-25).
En una revisión de 33 artículos que abarcó una población
total de 22 255 niños, Mitchell R y Nelly J resumen la
evidencia actualizada de los trastornos respiratorios del
sueño en los niños y su asociación con la calidad de vida
(26)
; se utilizaron para ello herramientas tanto generales
como específicas. La calidad de vida fue peor que la
cuantificada en niños normales en varios dominios y
los puntajes fueron similares a los obtenidos en niños
con asma y artritis reumatoide juvenil. La mejoría de los
puntajes en la calidad de vida fue dramática luego de
someter a los afectados a una adenotonsilectomía.
El examen físico durante la vigilia puede ser normal: debe
cuantificarse la talla y el peso según la edad del niño, así
como evaluar su desarrollo; verificar la presencia de facies
adenoidal, hipoplasia medio facial, retro y micrognatia,
permeabilidad de la nariz, macroglosia, paladar blando
redundante, integridad del paladar, y tamaño de la úvula
y las tonsilas. Los pediatras están muy familiarizados
con el examen minucioso de la boca, nariz y oídos que
en estos casos es fundamental. Siempre debe tenerse
en cuenta que los niños, con cualquier enfermedad que
produzca cambios anatómicos en el cráneo o huesos
propios de la cara, son muy propensos a presentar
trastornos respiratorios durante el sueño. El examen de
la vía aérea alta por el otorrinolaringólogo es importante.
Limitaciones de las variables clínicas, el audio y el
video
Si bien es cierto que el cortejo sintomático de la
enfermedad es bien conocido, este tiene limitaciones
177
El síndrome de apneas-hipopneas del sueño en la población pediátrica
importantes en relación a su capacidad de definir qué
niño está realmente enfermo. Carroll John y col. aplicaron
el cuestionario de Brouilett a 82 niños antes de realizar
una polisomnografía convencional, la herramienta
cuantifica un puntaje final de acuerdo a la presencia de
ronquido, pausas respiratorias y dificultad respiratoria;
así el estudio propuesto tuvo por objetivo cuantificar la
utilidad de este cuestionario para discriminar el ronquido
primario del SAHS(27). La sensibilidad y especificidad
fue de 73% y 83% respectivamente. El cuestionario de
Brouilett clasificó erróneamente al 12% y no fue capaz de
discriminar entre una y otra condición en 50% de los niños;
por ello, los autores concluyen que la historia clínica no
puede distinguir entre ronquido primario y SAHS.
Goodwin J y col. evaluaron sistemáticamente los
síntomas del SAHS en la cohorte Tu Casa formada por
niños entre 6 y 11 años de edad (28). Los padres y niños
respondieron un cuestionario específico y se les practicó
una polisomnografía no supervisada en su domicilio. La
sensibilidad y especificidad para el ronquido fue de 29%
y 89%, para el caso de la somnolencia, 24% y 86%
respectivamente; de otro lado, la especificidad subió a 99%
si se asocian dos síntomas, como ronquido y problemas
de aprendizaje. Si bien es cierto que en algunos casos la
información permitiría establecer prioridades con los niños
y, en otros, descartar con aceptable margen de seguridad
la necesidad de una polisomnografía, queda del todo claro
que las variables clínicas tienen limitaciones importantes.
Lamm C y col. diseñaron un estudio para medir la utilidad
de una cinta de audio en domicilio como método económico
para la diferenciación entre el ronquido primario y el SAHS
(29)
. El estudio se realizó en 29 niños con una media de
edad de 5,7 años que fueron referidos a su centro médico
por sospecha de trastornos respiratorios del sueño. La
grabación tuvo lugar en el domicilio durante quince
minutos; posteriormente, la cinta fue evaluada por siete
observadores, todos miembros de planta del centro de
sueño, y el estudio de monitoreo fue la polisomnografía
convencional. La sensibilidad y especificidad para
ruidos asfixiantes llegó a 71% y 80% respectivamente
y para el caso de las pausas respiratorias, 43% y 80%
respectivamente. Los autores concluyen que la cinta de
audio puede sugerir la presencia de SAHS pero no es lo
suficientemente específica para distinguir entre ronquido
primario y SAHS.
Un estudio similar pero con el empleo de videos fue
publicado por Sivan y col. en 1996 (30). La población
estuvo constituida por 58 niños entre 2 a 4 años de edad
evaluados por sospecha de SAHS. El video fue grabado
en el domicilio durante 30 minutos estando los niños
con la cabeza y tronco descubiertos. La visualización
ulterior fue realizada por dos investigadores de manera
independiente, los que calificaron con un puntaje la
filmación de acuerdo a un cuestionario sistematizado. La
polisomnografía fue la prueba de referencia y el nivel de
acuerdo de la visualización fue de 97%, la sensibilidad
89% y la especificidad 77%. La limitación vuelve a ser
la especificidad, concluyéndose así que el método
podría mejorar la selección de pacientes para una
polisomnografía.
El monitoreo del sueño
La polisomnografía
En el contexto de las limitaciones antes referidas, la
polisomnografía como método de registro del sueño es
la herramienta estándar dorado para discriminar entre el
ronquido primario y el SAHS. Hay consenso al respecto y
la American Thoracic Society (ATS) (3), el Grupo Español
de Sueño (GES)2 y la Academia Americana de Pediatría
(AAP) (31), entre otras, suscriben este concepto.
La prueba permite registrar a lo largo de toda la
noche variables funcionales neurofisiológicas y
cardiorrespiratorias que incluyen: electroencefalografía,
movimientos de los ojos, electromiografía del mentón,
electromiografía de miembros inferiores, flujo de aire
nasooral empleando thermistor y flujo de aire nasal por
medio de cánula nasal de presión, ronquido, esfuerzo
torácico y abdominal con bandas elásticas piezoeléctricas,
oximetría de pulso, electrocardiograma en derivación
II y sensor de posición (Figura 1). El laboratorio tiene
instalado un circuito cerrado de TV para registrar
movimientos y conducta anormal durante todo el estudio
y la prueba es totalmente supervisada por enfermeras
especialistas. Para el caso de los niños es indispensable
que la madre esté presente toda la noche, ya que la
prueba se implementa en una habitación acondicionada,
que es un lugar extraño para el paciente. El registro no
debe ser menor de 6 a 8 horas y el niño debe dormir
naturalmente sin emplear inductores del sueño. De
acuerdo a la clasificación de la ASDA esta prueba está
definida como de clase I (32).
Un niño tiene ronquido primario si cumple con los
siguientes criterios: ruido característico en ausencia de
sintomatología diurna documentado por polisomnografía
sin despertares EEG arousal ni desaturación e
hipercapnea durante el sueño. El hipnograma y el patrón
respiratorio durante el sueño deben ser normales.
Finalmente el niño no debe tener otra enfermedad
respiratoria durante el dormir (27, 33).
No hay un nivel absoluto de acuerdo respecto al
criterio para calificar SAHS, pero el criterio más
178
Jorge Rey de Castro
Figura 1. Niña de 11 meses y 7 kg con acondroplasia. IAH 120, tiempo porcentual de sueño con Sat O2 Hb < 90 en 98%
y desaturación máxima 56%. Trazado de 1 minuto
utilizado es índice de apneas obstructivas > 1 o
índice de apneas-hipopneas > 3. Para los efectos
de la calificación no se consideran la apneas
centrales que no producen repercusión clínica,
electroencefalográfica o cardiorrespiratoria; tampoco
cuentan las apneas centrales posarousal (2).
Solo una prueba de esta naturaleza puede registrar
objetivamente lo que está sucediendo con el niño durante
el dormir, y es por ello que permite discriminar con certeza
entre el ronquido primario y el SAHS con miras a proponer
una intervención terapéutica que, en el caso de los niños
sin malformación craneofacial, es fundamentalmente de
naturaleza quirúrgica.
Los estudios simplificados
La implementación operativa complicada y el elevado
costo de la polisomnografía convencional han generado
en los investigadores un especial interés por desarrollar
métodos económicos y simples para registrar los
trastornos respiratorios del sueño. Ciertamente este
tipo de equipos tiene una importante aceptación en la
población adulta y hoy en día se implementan pruebas
simplificadas tanto en el ámbito hospitalario como en
domicilio (34-38). En los centros de alta demanda el uso
de estos dispositivos simplificados se ha visto reflejado
en una reducción notable de los costos y de largas listas
de espera.
En el área de la población pediátrica este campo se
encuentra en fase de investigación. Así, el grupo de
Wienberg y col. de Barcelona publica un estudio en
46 niños con sospecha de trastornos respiratorios del
sueño utilizando el equipo portátil Edentrace II, que
registra frecuencia cardiaca, movimientos torácicos,
flujo nasooral y saturación de oxígeno. Siete pacientes
repitieron el registro algunos meses después de la
adenotonsilectomía, lo que permitió documentar con este
método la mejoría sustantiva del IAH y saturación de
oxígeno durante el sueño (39).
Por otro lado, Alonso ML y col. de Burgos han
implementado una validación en regla del polígrafo
Edentrace II comparándolo con la polisomnografía en el
recinto hospitalario (40). Fueron incorporados al estudio
53 niños con edad promedio de 6,4 años y sospecha de
SAHS; se realizó registro de polisomnografía y trazado
con el polígrafo de manera simultánea en el laboratorio
del sueño, se definió SAHS si el niño tenía IAH ≥ 3 en
la polisomnografía y los registros de la polisomnografía
El Síndrome de apneas-hipopneas del sueño en la población pediátrica
y polígrafo se revisaron en forma independiente por los
investigadores. El nivel de acuerdo entre las pruebas
fue de 85%, el coeficiente de correlación intraclase
entre IAH por polisomnografía e índice de disturbio
respiratorio (IDR) por polígrafía fue de 89,46% (CI 95%
82,42 – 93,78) con un p < 0,0001, siendo el mejor punto
de corte para IDR 4.6. El valor de predicción positiva
para un IAH ≥ 1, ≥ 3 y ≥ 5 fue de 96,31%, 85,16% y
81,49% respectivamente.
Los resultados preliminares relacionados al rendimiento
diagnóstico de estos equipos son prometedores, por
lo tanto, una propuesta de esta naturaleza debería ser
implementada en nuestro medio.
El tratamiento
La decisión de tratar un niño con SAHS depende de:
la duración, severidad de los síntomas, complicaciones
derivadas de la enfermedad y resultados de la
polisomnografía.
Las medidas generales incluyen controlar el peso y evitar
el uso de medicación sedante, tranquilizante o hipnótica
ya que estos factores agravan el SAHS, de otro lado,
debe impedirse la exposición al tabaquismo pasivo. El
empleo de medicación tópica nasal a base de esteroides
está indicado en niños que tienen congestión nasal
como factor contribuyente de la enfermedad. No hay
medicamentos específicos para el ronquido primario y el
SAHS, los artilugios no funcionan (41).
La adenotonsilectomía es el tratamiento más usado en
el SAHS pediátrico y la alternativa de elección en niños
con hipertrofia adenotonsilar, inclusive en presencia
de obesidad como factor de riesgo adicional; este
procedimiento quirúrgico en ausencia de malformaciones
craneofaciales o enfermedades neuromusculares puede
llevar a la resolución completa de los síntomas en el 70%
a 90% de los enfermos (42-44), la recomendación es retirar
tanto el adenoides como las tonsilas con la finalidad
de evitar las recurrencia. El procedimiento quirúrgico
tiene complicaciones perioperatorias de naturaleza
respiratoria derivadas del edema en el lecho operatorio
como obstrucción de la vía aérea alta; también pueden
179
verse hemorragia, dolor intenso, pobre ingesta oral y
deshidratación. Los grupos de riesgo son niños menores
de 3 años, formas severas de SAHS y pacientes con
condiciones médicas asociadas como malformaciones
craneofaciales, obesidad e hipotonía (45-48).
Se recomienda que los niños estén en observación al
menos de 24 a 48 horas después de la cirugía y en el
caso de pacientes con alto riesgo es preferible que la
vigilancia se realice en la unidad de cuidados intensivos.
La adenotonsilectomía no debe ser tomada con
ligereza, ya que no es un procedimiento sin morbilidad
o mortalidad. Ningún otorrinolaringólogo debe intervenir
quirúrgicamente niños sin estudio de monitoreo del sueño
que documente objetivamente la enfermedad; usualmente,
la sintomatología remite en 4-8 semanas y está indicada
una nueva polisomnografía de control si esto no fuera así.
Otras cirugías como la septoplastía nasal, uvulopalatofaríngoplastía o cirugía maximofacial se indican en casos
muy seleccionados, y para la implementación de cirugías
complejas es indispensable tener en cuenta la experiencia del grupo quirúrgico responsable.
La presión positiva en la vía aérea en modo CPAP
(continuos positive airway pressure) es, sin duda alguna,
la indicación terapéutica de elección en adultos con
SAHS moderado a severo; para el caso de los niños,
este tratamiento se indica si la adenotonsilectomía ha
fracasado o si está contraindicada. El CPAP también
está indicado en casos con SAHS severo, obesidad y/o
malformaciones craneofaciales (49,50).
Hasta la fecha se encuentran disponibles en Lima
cuatro centros especializados en trastornos del sueño
que disponen de equipos completos para la realización
de pruebas estándar dorado que están dirigidos por
médicos especialistas en adultos; idealmente, deberían
existir laboratorios especializados en niños, o se debería
incorporar un pediatra interesado en los ya existentes.
Hasta que este tema no sea resuelto, los laboratorios de
sueño para adultos están a disposición de los pediatras a
modo de centros de referencia.
180
Jorge Rey de Castro
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Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
CASOS CLÍNICOS
Lipoblastoma mesentérico en una niña: presentación de un
caso y revisión de la literatura
Mesenteric lipoblastoma in a girl: report of a case and review of the literature
Virginia Alicia Garaycochea Cannon 1
RESUMEN
Las masas abdominales en niños son motivo de
preocupación para el pediatra, ya que plantean una
interrogante sobre su naturaleza que debe estudiar y
llegar a un diagnóstico en forma rápida y precisa. Entre
las masas abdominales de presentación pediátrica y de
naturaleza benigna se encuentran los lipoblastomas.
Estos tumores son de estirpe mesenquimatosa y
están constituidos por adipositos inmaduros que se
localizan en las extremidades, sin embargo existen otras
localizaciones como la intraabdominal. El presente caso
es el reporte de un lipoblastoma mesentérico ocurrido en
una niña de 1año 7 meses, natural de Piura y derivada por
una tumoración gigante intraabdominal. Los exámenes
auxiliares no fueron concluyentes, por lo que se realizó
una laparotomía y extirpación del tumor, que pesó 1780
g, y la anatomía patológica reveló su naturaleza.
Los lipoblastomas se clasifican como tales cuando son
de presentación superficial o subcutánea, y se denomina
lipoblastomatosis cuando se localizan profunda o
intracavitariamente. La citogenética corresponde
generalmente a alteraciones del cromosoma 8 (8q 11
13). Se tiene que establecer diagnóstico diferencial
con otras tumoraciones de acuerdo a su localización,
con liposarcoma, rabdomiosarcoma, etc. Y cuando
su localización es intraabdominal con nefroblastoma,
neuroblastoma,
teratoma, etc. El tratamiento es
quirúrgico. Sin embargo se registra recurrencia que va
del 9% al 33% de los casos, por lo que se impone un
seguimiento posterior de aproximadamente 5 años.
ABSTRACT
Abdominal masses in children are concerning. Those are
challenges for the pediatrician and require accurate and
fast diagnosis. Among the bening abdominal masses in
the pediatric group are lipoblastomas. Those tumors of
mesenchimal origin consist of immature adipocytes mainly
located in the extremities; however other locations such
1
Médico Pediatra, Jefe Servicio de Medicina B. Instituto Nacional de
Salud del Niño
as intraabdominal locations are also found. The present
case is the report of a mensenteric lipoblastoma in a 19
months old female originally from Piura. The patient was
referred to us for work up of giant intraabdominal tumor.
Ancillary tests were inconclusive. The diagnosis was
made by exploratory laparotomy. The tumor’s weight was
1780 g and pathology revealed its nature.
Superficial or subcutaneous embryonal white fat tumors
are classified as lipoblastomas. Lipoblastomatosis
are deep or intracavitary embryonal white fat tumors.
Cytogenetics reveals chromosal 8 (8q 11 13) abnormalities.
The differential diagnosis include other tumors according
to the location, such as liposarcoma, rabdosarcoma etc.
The differential diagnosis of intraabdominal lipoblastoma
also includes nephroblastoma, neuroblastoma, teratoma,
etc. Complete surgical excision with 5 years follow up is
the preferred therapy. Recurrence is reported in 9 to 33%
of cases.
INTRODUCCIÓN
Las masas abdominales representan un reto para los
médicos por los múltiples y sorpresivos diagnósticos
que pueden significar, en especial para el pediatra
que está obligado a resolver los interrogantes sobre la
naturaleza de la masa que tiene su pequeño paciente, y
la oportunidad diagnóstica y terapéutica que representa
con la única finalidad de ofrecerle una solución a su
enfermedad.
Dentro del espectro de diagnósticos de tumoraciones
abdominales benignas que pueden presentarse, una
entidad relativamente rara pero casi exclusiva de
presentación en la edad pediátrica es el lipoblastoma.
Los lipoblastomas son neoplasias mesenquimáticas
constituidas por adipositos en diferentes estadios de
maduración, sin pleomorfismo ni anaplasia. La mayoría
se ubican en las extremidades, sin embargo se pueden
encontrar en otras localizaciones, como el presente
caso. Se requiere de un estudio histopatológico para el
diagnóstico definitivo.
Lipoblastoma mesentérico en una niña: presentación de un caso y revisión de la literatura
Se presenta este caso, de una niña de 1 año 7 meses,
procedente de Piura, traída por sus padres al Instituto
Nacional de Salud del Niño al ser derivada de su hospital
local con diagnóstico de esplenomegalia gigante para
su tratamiento, sin embargo el examen y estudio por
imágenes reveló tratarse de un tumor intraabdominal
gigante cuya naturaleza se reveló posoperatoriamente.
Resumen de Historia Clínica (INSN Lima: 30/06/06)
Niña de 1 año 7 meses, natural y procedente de Catacaos,
Piura.
Ingresa con 7 meses de enfermedad aproximadamente,
de inicio insidioso y curso progresivo, caracterizado por
aumento de volumen de masa abdominal. Dos meses
antes del ingreso, el crecimiento abdominal impide la
deambulación. Los padres niegan dolor abdominal,
náuseas, vómitos, hemoptisis, hematemesis, fiebre, tos,
ictericia, o disminución de peso, aunque sí se refiere
disminución de tejido celular subcutáneo a nivel facial. Es
transferida de Catacaos con el diagnóstico presuntivo de
esplenomegalia gigante.
Antecedentes sin importancia excepto que al año 5
meses luego de adquirir la marcha al año, notan los
padres dificultad en mantenerse de pie y deambular por
efecto del volumen abdominal.
EXAMEN CLÍNICO.
PA: 80/60 mm Hg FC: 140 x´ FR: 30 x’ T: 37ºC
Peso: 12,3 kg (P: 111%) talla: 78 cm (P: 95%), P/T: 109%,
PC: 46 cm (P: 97%)
Paciente activa, responde a estímulos, con gran distensión
abdominal.
Tórax, pulmones y cardiovascular: Sin alteraciones
Abdomen: Asimétrico y globuloso a predominio izquierdo,
no circulación colateral, cicatriz umbilical protruida. RHA(+)
simétricos. Abdomen blando y depresible, masa de
consistencia blanda que ocupa casi todo el abdomen, de
± 17 cm que ocupa hipocondrio, flanco y fosa iliaca izquierda
y mesogastrio e hipogastrio. Matidez generalizada. No se
palpa bazo, se delimita localización por encima de reborde
costal por percusión, Hígado 1 cm debajo de reborde costal.
Genito–urinario: sin alteraciones SNC: Despierta activa,
reactiva a estímulos, con desarrollo psicomotor de acuerdo
a la edad, sin embargo es dificultosa la bipedestación por el
volumen abdominal.
Exámenes auxiliares:
Hemograma: Leucocitos: 5700/mm3 (N 49, L 48 M 1 E
2) Hto: 36 % . T. Coag: 6’ 00” T sangría 2’00”. Grupo
sanguíneo O positivo. Fosfatasa alcalina: 583 UI /ml.
Proteínas totales y fraccionadas, TGO y TGP dentro
183
de límites normales. PCR 0,1/dl. Examen completo de
orina normal. VDRL (-) HBsAg (-) IgG para rubéola y
CMV e IgM para HV1 positivos. Marcadores tumorales:
gonadotropinas coriónicas <5 (negativo) uUI/mL y alfa
feto proteínas 6.0 (VN: 0.6 – 22.1)ng/mL
Ecografía abdominal: Tumoración sólida que ocupa el
hemiabdomen izquierdo, escasamente vascularizada
al doppler de color, de aproximadamente 20 cm de
diámetro mayor. Bazo de morfología habitual, de 7,7 cm
de longitud. Hígado de tamaño y textura normal. Vesícula
y vías biliares normales. No líquido libre en cavidad.
Riñones y retroperitoneo normal. Conclusión: tumoración
sólida intraperitoneal de 20 cm de diámetro ubicado en
hemiabdomen izquierdo no dependiente de víscera sólida.
TAC abdominal: Silueta hepática de morfología, volumen
y densidad conservadas. No lesiones infiltrativas. Vesícula
de forma y tamaño normal. Bazo: normal. Siluetas renales
de morfología, volumen y densidad normales. Páncreas:
normal. Grandes vasos del abdomen disminuidos de
calibre. Amplia tumoración que ocupa todo el abdomen, de
bordes definidos (densidad entre 8 UH y 20 UH). Después
del contraste se aprecia realce periférico de tipo retículo
nodular y difuso de la lesión descrita. La tumoración
ejerce efecto compresivo y desplaza las asas intestinales
gruesas y delgadas hacia arriba, abajo y lateralmente.
Ausencia de ganglios patológicos en el área retrocrural
y perivascular. Estómago, asas delgadas y gruesas de
distribución normal. En la pelvis se observa la vejiga de
forma y tamaño normal, de paredes delgadas. Ampolla
rectal central y ausencia de ganglios patológicos.
Conclusión: Amplia tumoración intraabdominal sólida. Figs. 1,2,3.
Figura 1. TAC abdominal: se aprecia gran tumoración abdominal
que ocupa casi toda la cavidad, lateralizada a la izquierda, con
desplazamiento de las asas intestinales al lado derecho.
184
Virginia Alicia Garaycochea Cannon
peso 1780 g y mide 25 cm x 18 cm x 8 cm. Membrana
traslúcida, lisa brillante, finamente vascularizada que
cubre parcialmente el tumor en un 40%. El tumor está
conformado por múltiples nódulos que miden 5 cm de
diámetro de superficie lisa, brillante, pardo amarillenta,
al corte es homogéneo y resume líquido pegajoso
transparente de aspecto mucoide. Al corte se aprecia
estructura nodular central, bien definida que mide
16 cm x 15 cm. Superficie lisa, brillante, gris rosada y
resume secreción mucoide, finamente vascularizado de
aspecto mixoide y cerebroide delimitado por los nódulos
anteriormente descritos.
Diagnóstico: Tumor mesentérico: lipoblastoma.
Figura. 2. TAC abdominal: se aprecia la imagen tumoral muy
amplia, imágenes renales sin alteraciones. La imagen tumoral
luce un aspecto mamelonado, circunscrito, bien delimitado. No
evidencia de infiltración a tejidos y órganos vecinos. Tampoco hay
evidencia de presencia de ganglios retroperitoneales.
Comentario
La presencia de masas abdominales en niños constituye
siempre una señal de alarma en los padres y un reto para
los pediatras, por la naturaleza múltiple de las mismas.
El 20% de los tumores en los niños son abdominales (1-3),
asintomáticos al inicio, lo que retrasa su identificación. El
hallazgo es muchas veces accidental, otras veces está en
relación a un traumatismo reciente (2,3). Sin embargo, ante
el hallazgo de una masa abdominal debe investigarse
inmediatamente, ya que toda tumoración abdominal en
la infancia se considera como maligna mientras no se
demuestre lo contrario (4).
Las tumoraciones sólidas malignas abdominales en
la infancia son de crecimiento rápido (2), en el caso
presentado, el tiempo de evolución referido es largo
(7 meses), lo cual hace que adquiera un gran tamaño
al momento de la hospitalización y se sospeche de
naturaleza benigna.
Figura 3. Imagen topográfica coronal incidencia lateral, que
objetiva la gran dimensión del tumor. Se observa el recorrido de
la aorta sin compromiso.
Evolución: Sometida a laparotomía exploratoria y
tumerectomía mesentérica el 13/07/06.
Hallazgos: Tumoración multilobulada de aspecto graso,
de base amplia, mesentérica de 30x 25x 25cm a 15cm de
ángulo de Treitz. Líquido escaso libre en cavidad. Útero y
anexos sin alteraciones. Hígado de aspecto normal, resto
de órganos sin alteraciones significativas.
Con evolución favorable, sale de alta al 7mo día PO.
Informe AP
Examen macroscópico: Tumor mesentérico, estructura:
La anamnesis debe ser exhaustiva en la búsqueda de
datos en cuanto a su evolución (1-4). Hasta el 40% de
los tumores malignos presentan dolor al momento del
diagnóstico, y un 32% refieren distensión abdominal, el
signo que fue cardinal en nuestra paciente, además de
la baja de peso y la imposibilidad de la deambulación,
por efecto de masa y posiblemente por el peso intrínseco
del tumor.
Los exámenes de ayuda diagnóstica de laboratorio deben
ser solicitados en base a los hallazgos. Los marcadores
tumorales demuestran cierta especificidad en cuanto a
tipos específicos de tumores. En el caso presentado se
realizó la alfafeto proteína, y la gonadotropina coriónica,
y ambas resultaron negativas.
La ecografía abdominal se mantiene en países en vías
de desarrollo como el examen por imágenes de primera
elección (1-5), por su fácil accesibilidad, no ser un examen
Lipoblastoma mesentérico en una niña: presentación de un caso y revisión de la literatura
185
invasivo, de bajo costo, y que proporciona información
útil acerca de su ubicación, naturaleza y tamaño de
la tumoración, se describe incluso ecogenicidad y
ecotextura lipomatosa (5) que evaluados en el contexto
de cada paciente puede orientar aún más al diagnóstico.
En nuestro caso, debido al gran tamaño de la masa,
solo fue posible conocer la no dependencia de órganos
intraabdominales y se señaló su escasa vascularización.
linfangiomas quísticos como tumoraciones quísticas y
los lipoblastomas como tumoración abdominal sólida
benigna, de una aparición más bien rara, siendo este el
principal motivo de estudio del presente reporte.
La tomografía axial computarizada (TAC) es uno de
los exámenes de mayor utilidad (5, 6). En el presente
caso, si bien la naturaleza de la tumoración continuó
siendo incierta, corroboró la extensión gigantesca de la
tumoración, pero no pudo definir el origen de la misma.
Los lipoblastomas son tumores derivados de células
grasas y están considerados dentro de los tumores
de tejidos blandos.(13). El lipoblastoma es un tumor
relativamente raro que ocurre predominantemente en la
infancia y niñez temprana, se forma a partir de la grasa
blanca embrionaria (6,13-18). Son tumores benignos que
pertenecen a las neoplasias mesenquimatosas, con
adipositos en diferentes estadios de maduración.
La resonancia magnética es la técnica que demuestra
más especificidad en este tipo de investigación (5), si bien
es el examen de mayor costo. En el caso de tumoraciones
lipomatosas se describe una señal intensa en T1, y menos
intensa en T2 (7). En nuestra paciente no fue posible ni
aparentemente necesario llevar a cabo esta prueba,
pues la cirugía se decidió en base a los resultados de la
ecografía y la tomografía abdominal.
Por último, y dependiendo de cada caso, la biopsia de la
tumoración (punción aspiración con aguja fina) (2) informa
acerca de la naturaleza exacta de la misma, y orienta
la conducta a seguir. Estudios mucho más específicos
para el diagnóstico preoperatorio de masas abdominales
de naturaleza incierta, parten de ciertos exámenes
hematológicos y citológicos cuya elección para su
solicitud dependerá de cada caso particular.
En el estudio de las masas abdominales en niños tenemos
que tener en cuenta factores como la edad. En la etapa
neonatal (1-4, 8, 9) el 90% de las masas abdominales son
benignas y corresponden a organomegalias hasta en
un 57%. En los lactantes (1- 4, 8) un 50% corresponden a
tumores malignos, de los cuales los más notables son el
neuroblastoma y el nefroblastoma o tumor de Wilms, este
último asociado muchas veces a otros síndromes como el
de Beckwith-Wiedemann, poliposis adenomatosa familiar,
infección por HIV. En los niños preescolares (1-3) siguen
teniendo importancia el neuroblastoma y el tumor de
Wilms, pero van surgiendo otros tumores como linfomas,
rabdomiosarcomas y hepatoblastomas. Finalmente en
los escolares y adolescentes son mucho más frecuentes
los tumores linfoideos y mesenquimales. El teratoma
congénito (4) representa un número importante de los
tumores retroperitoneales, en la región sacrocoxígea, o
en ovarios y testículos. Se presentan más en las niñas.
Entre las masas abdominales benignas en la edad
pediátrica se encuentran los quistes del mesenterio (10),
Los tumores adiposos pediátricos son clasificados por
Coffin CM y Williams RA (12) en: lipoma (64%), lipoblastoma
(30%), hibernoma (2%), liposarcoma (4%).
La enfermedad se presenta de dos formas (6,12-16,18, 19-24):
1. Superficial (lipoma fetal o embrionario): lesiones
solitarias circunscritas, de crecimiento lento.
2. Difusa (lipoblastomatosis): lesión multicéntrica,
profunda, difusa que emerge en músculo esquelético,
retroperitoneo o mesenterio. La lipoblastomatosis puede
ocurrir en asociación con hemangiomas, otras lesiones
de tejidos blandos, displasia neuronal intestinal y/o
macrodactilia.
Histopatología: es una neoplasia celular compuesta de
adipositos inmaduros, con septos relativamente bien
definidos, lipoblastos, y una fina red vascular. No existe
pleomorfismo ni anaplasia.
A partir de 1993 (25-28) se aclaran y definen las alteraciones
citogenéticas que ayudan a la diferenciación del
lipoblastoma de otros tumores de tejidos blandos,
especialmente liposarcomas, por la alteración específica
en el cromosoma 8, que no está asociado a cambios
oncogénicos de malignidad sino aparentemente de
crecimiento y maduración celular.
Comentario
Se reporta en la literatura el caso de un niño recién
nacido con un lipoblastoma difuso en la pierna izquierda,
que presentó regresión espontánea del tumor (29). Sin
embargo, no se han encontrado otros casos, por lo que
es adecuada su extirpación quirúrgica (21-23) ya que con
el tiempo puede provocar sintomatología por efecto de
masa o estética.
La recurrencia luego de la extirpación quirúrgica varía en la
literatura y va de 9% a 33% (16) más en relación con la forma
difusa (lipoblastomatosis) que con la forma localizada. La
recurrencia se presenta dentro de los dos primeros años de
cirugía, por lo que se recomienda seguimiento de al menos 5
Virginia Alicia Garaycochea Cannon
186
años (23). El comportamiento en caso de recurrencia es curioso,
describiéndose la maduración progresiva de los adipositos,
llegando a virar de lipoblastoma hasta lipoma típico en un
caso de sucesivas recurrencias (24). En algunas oportunidades
se ha descrito lipoblastomas con comportamiento atípico:
crecimiento rápido y comportamiento agresivo a pesar de su
benignidad.
El diagnóstico diferencial se establece de acuerdo a
su localización con diferentes neoplasias: tumores
malignos de partes blandas (11) como liposarcoma
(Miller), rabdomiosarcoma, sarcoma de células claras,
tumores desmoides (30), sarcoma epitelioide, sarcoma
sinovial. Otros tumores a tener en cuenta son los lipomas
intramusculares, angiolipomas y hemangiomas. Si la
ubicación es una masa abdominal, debe considerarse
otros tumores como teratoma (4), nefroblastoma,
neuroblastoma, etc. Otras tumoraciones a considerarse
son los quistes de mesenterio y epiplón (10).
Conclusiones
El caso reportado de una niña piurana, con una tumoración
gigante mesentérica fue compatible con el diagnóstico
de lipoblastoma. El lipoblastoma constituye un tumor
de partes blandas de naturaleza benigna y etiología
mesenquimatosa, de presentación poco frecuente pero
casi exclusivo de la niñez, cuyo único tratamiento conocido
es el quirúrgico. Existe una posibilidad de recurrencia en
relación a la forma clínica de presentación localizada o
difusa. La diferenciación de esta neoplasia empleando la
citogenética abre nuevos horizontes en el conocimiento
de esta y otras neoplasias mesenquimatosas.
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188
Caso clínico de sibilancia persistente en un niño de 20
meses de edad
Clinical case of persistent wheezing in a 20 months old
Carlos E. Sabogal Rosas 1,
Ian Nathanson 2
RESUMEN
Presentamos el caso de un niño de 20 meses de edad
con sibilancia recurrente y más tarde persistente
que fue manejado inicialmente como asmático.
La broncoscopia demostró que se trataba de una
membrana traqueal. Revisamos el caso, manejo,
diagnóstico diferencial y otras malformaciones
congénitas de la vía aérea; asimismo, deslindamos
el error común de confundir sibilancia con estridor y
ambos con asma.
ABSTRACT
We present the case of a 20 month old child with
persitent wheezing who was treated initially as
an asthmatic. Bronchoscopy showed a tracheal
web. We reviewed the case, management,
differential diagnosis and other congenital airway
malformations. We also emphasized the common
mistake of confusing wheezing with stridor and how
both are confused with asthma.
INTRODUCCIÓN
La tos crónica asociada a sibilancias es frecuente
y común en pediatría. Debemos recordar que si
bien en muchos casos corresponde a un proceso
infeccioso respiratorio como en la bronquiolitis
aguda, en otros casos, cuando es recurrente,
puede deberse a asma. Sin embargo no hay que
olvidar que otras patologías pueden tener los
mismos síntomas y signos y ser algo totalmente
diferente. En el presente caso presentamos una
malformación congénita de la vía aérea que por
un largo período de tiempo presentó sibilancias,
otros ruídos respiratorios (estridor) y tos crónica;
siendo tratada inicialmente como asma sin mayores
beneficios.
1
Jefe del Servicio de Neumología Pediátrica
Arnold Palmer Hospital for Children, Orlando – Florida
2
Neumólogo Pediatra. Director del Nemours Clinical
Management Program
Nemours Children’s Clinic, Orlando – Florida
REPORTE DEL CASO
Paciente varón de 20 meses de edad que es referido
por su pediatra al neumólogo por asma no controlada.
El paciente presenta en los últimos 6 meses tos y
sibilancias, que inicialmente estaban asociadas al
juego y a la excitación pero gradualmente se han
hecho más intensas y frecuentes. En la actualidad
están presentes inclusive en reposo, pero de
intensidad leve. La tos varía con la actividad física
y es de menor intensidad cuando el niño está en
reposo, pero la respiración ruidosa (sibilancia)
persiste.
Los padres refieren que los problemas respiratorios
se iniciaron poco después que el niño empezó a
caminar, alrededor de los 12 meses de edad. Los
síntomas de tos y sibilancias empeoran con el
ejercicio, al reírse y con infecciones respiratorias.
Los padres creen que los síntomas empeoran por
la noche. Niegan que los cambios de clima o la
exposición a humos sean factores exacerbantes.
La historia clínica pasada no es significativa. En
casa, la madre fuma, hay alfombras en el cuarto
del niño y algunos muñecos de peluche, no hay
mascotas. El pequeño acude a la guardería 3 veces
por semana.
El niño está creciendo y desarrollándose bien, peso y
talla están por encima del percentil 75 para su edad.
Los padres niegan algún otro problema médico, sus
inmunizaciones están al día. Niegan exposición a
tuberculosis y un PPD reciente ha sido negativo.
El pequeño no recibió BCG al nacer. Asimismo los
padres niegan hospitalizaciones y cirugías previas.
Solo en una oportunidad requirió ser llevado a
emergencia por problemas respiratorios; en aquella
oportunidad fue tratado con esteroides sistémicos
durante 5 días, con respuesta clínica favorable. Los
padres niegan algún otro problema médico, como
náuseas, vómitos o problemas cardiológicos.
La historia familiar es significativa para asma y
rinitis alérgica.
189
Caso clínico de sibilancia persistente en un niño de 20 meses de edad
En los últimos 6 meses el niño ha sido tratado
con budesonida nebulizada 0,5 mg una vez al
día y nebulizaciones de salbutamol condicional a
sibilancias. Los padres notaron mejoría inicial, en
la tos principalmente, pero ahora no creen que los
tratamientos ayuden a su niño. El último mes la
dosis de budesonida fue aumentada a 0.5 mg dos
veces al día, sin mayores beneficios.
En el examen físico, el niño está bien nutrido
sentado junto a su madre. Se nota respiración de
tono rudo y audible a unos 15 centímetros. No se
nota mayor distress respiratorio. El examen de
cabeza fue completamente normal. Al examinar el
cuello se notó a la auscultación un estridor bifásico
de timbre rudo mayormente, por momentos se nota
un timbre más agudo sobre todo a la espiración. El
estridor no cambia de intensidad al virar el cuello
lateralmente ni tampoco en diferentes posiciones
del paciente (decúbito dorsal, ventral y/o lateral).
Al examen de tórax se ausculta ruidos transmitidos
mayormente, muy similares a los auscultados en
el cuello pero de menor intensidad, por momentos
se ausculta sibilancias bilaterales. No se ausculta
crépitos, ni roncantes. El resto del examen clínico
incluyendo cardiovascular, abdomen, extremidades
y neurológico fueron completamente normales.
Adicionalmente a los exámenes auxiliares
pertinentes se ordenó una radiografía de tórax,
que fue normal, una radiografía penetrada (lateral)
de cuello y tórax, para evaluar la vía aérea, que
fue normal, y un estudio baritado de esófago,
también fue normal. En vista de los hallazgos
clínicos y la escasa información obtenida con los
exámenes radiográficos, se procedió a realizar un
procedimiento invasivo.
En la broncoscopia se encontró la vía aérea superior
normal, la parte superior de la tráquea también se
encontró normal. A la altura de la mitad de la tráquea
se halló una membrana mucosa que obturaba de
forma irregular un poco más de las dos terceras
partes del diámetro traqueal, dejando dos orificios
de comunicación con la parte inferior de la misma,
haciéndose el diagnóstico de membrana traqueal
congénita (Foto 1). A través de uno de los orificios
continuó la evaluación del resto de la vía aérea
con el broncoscopio flexible y se encontró que era
completamente normal. El paciente fue intervenido
y la membrana traqueal seccionada con la ayuda
de un bisturí láser (Foto 2).
El paciente se recuperó totalmente, a los dos meses
ya estaba totalmente asintomático y fue dado de
alta de la clínica de neumología pediátrica.
Foto 1. Antes de la operación
Foto 2. Después de la operación
DISCUSIÓN
El presente caso nos ilustra una patología bastante
infrecuente en pediatría pero con síntomas y signos
comunes a otras enfermedades, asma por ejemplo,
que por ser más frecuente nos pueden hacer errar
en el diagnóstico.
El origen embriológico de la tráquea y del esófago es
mesenquimal y común. Provienen de un divertículo
ventral del intestino anterior que dará origen, en su
porción ventral, a la tráquea; y en su porción dorsal,
al esófago. Al inicio de su formación ambos son
parte de un mismo tubo y más tarde se separan.
Cuando esta separación es incompleta o anormal
podemos apreciar las diferentes anormalidades
congénitas simples o combinadas.
190
Entre las combinadas tenemos la atresia de
esófago con fístula traqueoesofágica y el bronquio/
pulmón esofágico, esta última extremadamente
rara. En cuanto a las malformaciones estrictamente
traqueales, tenemos la agenesia traqueal (ausencia
total de tráquea), la atresia de tráquea (tráquea
muy pequeña con ausencia de comunicación), la
estenosis traqueal (asociada a número variable
de anillos traqueales completos), la duplicación
traqueal y las membranas traqueales (1-4).
La membrana traqueal congénita consiste en una
capa delgada de tejido mucoso de grosor variable
que no se asocia a deformidad o anormalidad del
cartílago traqueal, en contraposición a la estenosis
traqueal. La membrana además no obstruye
completamente el lumen, como se aprecia en el
presente caso (1).
Los síntomas y signos respiratorios son variables
y no específicos, dependiendo del grado de
obstrucción de la vía aérea, estos pueden incluir
estridor, sibilancias, neumonías recurrentes,
distress respiratorio; de ahí que muchas veces los
pacientes, son tratados como asmáticos. El inicio
de los síntomas también es variable, la literatura
menciona casos en niños pequeños, como nuestro
paciente, o en edad escolar (3), o totalmente
asintomáticos y descubiertos accidentalmente al
emplear otros procedimientos, como la intubación
de una paciente de 60 años por un procedimiento
quirúrgico, semejando en estas circunstancias a los
casos asintomáticos de membranas laríngeas (5, 6).
Los síntomas varían también y dependen de la
localización de la membrana: si está en la tráquea
cervical predominará el estridor inspiratorio, si
está en la parte baja de la tráquea el estridor
será espiratorio (también llamado sibilancia
monofásica o fija) y será bifásico, como en el
caso de nuestro paciente si está en la parte media
de la tráquea. En este caso, los problemas se
dieron cuando empezó a caminar, ya que al estar
más activo el flujo del aire se hizo turbulento y los
signos y síntomas se manifestaron. Recordemos
que el estridor proviene de la obstrucción parcial
de las vías aéreas mayores (laringe, tráquea) y es
predominantemente inspiratorio. A diferencia de la
sibilancia, que proviene de la obstrucción parcial
de las vías aéreas menores (bronquios medianos,
pequeños y bronquiolos) y es predominantemente
espiratoria.
Carlos E. Sabogal Rosas y col.
De los exámenes auxiliares y procedimientos es la
broncoscopia la que más rápido nos puede aclarar
la etiología y además es muy útil en pediatría ya que
ayuda a descartar otras malformaciones congénitas.
En nuestro paciente ninguno de los procedimientos
radiológicos rutinarios fue de ayuda. Hacemos
hincapié en el uso de la esofagografía baritada
para el descarte de anillos vasculares, como el
doble arco aórtico que puede dar sintomatología
muy parecida. La radiografía penetrada de la vía
aérea es de utilidad en el caso de estenosis de la
vía aérea. La tomografía axial computarizada de
tórax también puede localizar esta lesión (3, 7, 8).
Últimamente se está haciendo uso de la
broncoscopia virtual, que es un estudio de tomografía
axial computarizada helicoidal con reconstrucción
tridimensional o planar dependiendo del caso. Este
estudio permite la visualización de estenosis de
la vía aérea principalmente en segmentos que el
broncoscopio no puede alcanzar. Es muy usado
en pacientes con tumoraciones endobronquiales
y también en malformaciones vasculares que
comprimen la vía aérea (9).
En niños que pueden realizar espirometría podemos
apreciar la obstrucción variable de la vía aérea que
puede ser intratorácica, extratorácica o mixta y que
se manifiesta por aplanamiento de la curva flujo/
volumen (F/V) en espiración, inspiración o ambas
respectivamente, según sea el caso.
El tratamiento de elección es quirúrgico. En el
presente caso fue removido endoscópicamente con
el láser de argón a través del broncoscopio rígido.
Este tratamiento se está usando actualmente con
el broncoscopio flexible y electrocauterio para tratar
obstrucciones malignas, casos de hemoptisis,
remoción de tejido de granulación y en casos
tempranos de carcinomas pulmonares (10).
Se pueden extraer varias enseñanzas del presente
caso. En primer lugar los diferentes ruidos /sonidos
respiratorios deben identificarse adecuadamente, un
error frecuente es confundir estridor con sibilancia
o mencionar uno de ellos solamente cuando ambos
están presentes.
Segundo, los diferentes sonidos/ruidos respiratorios
recurrentes, incluidas las sibilancias, no son sinónimo
de asma, sin embargo la causa más común de
sibilancias recurrentes sigue siendo el asma.
Caso clínico de sibilancia persistente en un niño de 20 meses de edad
Finalmente, en pediatría, cuanto más pequeño sea el
paciente otros diagnósticos diferenciales deben ser
considerados y en casos como el presente excluidos
191
antes de etiquetar a un paciente como asmático,
principalmente cuando se sospecha anormalidades
anatómicas congénitas de la vía aérea.
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Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
192
SALUD MENTAL
Perinatología, salud mental y capacidad maternal primaria
Mental healh and primary maternal
Hugo Campos Castañeda 1
RESUMEN
Se revisa el desarrollo psíquico del bebé durante el
primer año, y se demuestra la importancia del “medio
ambiente facilitador” en los primeros estadios de su vida.
Este medio ambiente lo constituye el cuidado altamente
especializado que brinda en forma instintiva la mamá
a través del despliegue de la “capacidad maternal
primaria”. Se esboza a grandes rasgos las estrategias
de intervención en el área de perinatología y el control
pediátrico durante el primer año.
ABSTRACT
The psychic development of the baby will be checked
during the first year, underlining the importance of the
“easy-making environment” in the first periods of life. This
environment comes from the high specialized care that
the mother in an instinctive way gives him through the
maternal primary capacity. The strategies of intervention
in the area of neonatology and the pediatrics control
during the first year will be explained in a broad way.
El desarrollo de un psiquismo sano en el individuo es
la resultante de la interacción del “potencial heredado”
que trae al nacer y el “medio ambiente facilitador”. Tal
interacción es central para la configuración del psiquismo
durante el primer año de vida.
Es cierto que para algunas corrientes positivistas, las
condiciones ambientales no revisten ninguna importancia
en la génesis de los desórdenes mentales. Sin embargo,
para la gran mayoría ambos componentes son
determinantes.
Si somos conscientes de la enorme invalidez de la cría
recién nacida del ser humano, entonces podremos
acercanos a entender la importancia del “medio ambiente
facilitador”, sobre todo al inicio.
Todos los que hemos visto a “recién nacidos sanos” nos
encontramos con un bebé limitado por su piel y, físicamente
hablando, estamos frente a una unidad: “un queque
Médico Pediatra – Psicoterapeuta
Hospital Naval
1
recién salido del molde”. Sin embargo, psíquicamente
hablando no existe aún tal unidad; entonces –siguiendo
con la metáfora– estamos ante una especie de “queque
inconsistente que todavía necesita un molde y un tiempo
más de cocción”.
Si queremos entender cómo se forma un psiquismo sano,
tenemos que partir del hecho de que las condiciones
uterinas estables proporcionan un ambiente adecuado
para lo que podríamos llamar: “la sensación continua
de existencia libre de angustias mayores”; en buenas
condiciones esta sensación aparecerá. Ella es la piedra
angular de la salud mental a lo largo de la vida y sin lugar
a dudas podría definirla.
Un individuo sano psíquicamente es aquel que ha constituido
un “yo” (sentido de sí mismo) que puede administrar, por
un lado, las circunstancias del ambiente que lo rodea y
por el otro, las exigencias internas de los instintos, sin
que la sensación de existencia continua de sí mismo sea
amenazada por angustias mayores o se pierda.
Dicha condición de un “yo” más o menos competente es
absolutamente inexistente en el nacimiento. Son estas
consideraciones las que le dan sentido a la célebre frase de
D.W. Winnicott: “No existe eso que tan solo llamamos bebé”.
Aproximadamente hacia el final del primer año de
vida del bebé (límite bastante variable) es cuando
podemos apreciar un “yo” más o menos competente; en
consecuencia es de capital importancia que todos los
profesionales que brindan atención a mamás y bebés en
estos estadios tempranos –entre los que estamos incluidos
nosotros los pedíatras generales–, nos acerquemos a
esta área sensible con verdadera humildad y cuidado.
Alrededor del primer año –para decirlo en forma sencilla–,
el infante existe confiadamente en su cuerpo limitado
por su piel (con un dentro y un fuera) y experimenta una
sensación de sí mismo que no se descontinúa a pesar de
las exigencias instintivas y/o ambientales, y está listo para
escribir una “historia personal” en el peor de las casos,
desde el punto de vista psíquico, neurótica.
Perinatología, salud mental y capacidad maternal primaria
193
Sin embargo, si las cosas no funcionan bien durante el primer
año y el “trauma” se inscribe antes que el “yo” se configure
suficientemente sano, las defensas que se instalan son de
naturaleza primitivamente psicóticas. El drama existencial
es inenarrable: no hay un yo que lo pueda contar.
Las características más saltantes de esta capacidad son:
Ningún bebé se merece una cosa así. Planteadas así las
cosas, podemos decir que luego del parto físico, al cabo
del primer año se produce el parto del “sujeto psíquico”.
-
-
-
-
Así como la “gestación del sujeto físico” implica un útero y
condiciones intrauterinas mínimas, la gestación del sujeto
psíquico implica esencialmente dos condiciones: en primer
lugar y, como componente primordial, un especialísimo
cuidado minuto a minuto y segundo a segundo que brinda
la madre y/o sustituta en forma instintiva y que evita que
las intrusiones ambientales rompan la “sensación continua
de existencia”, podemos llamar a esto: sostén.
Si el sostén es confiable y estable, el bebé inicia el trámite
de las exigencias instintivas (que también amenazan la
continuidad de la existencia) con el pecho de la madre a
través de la succión.
Tenemos entonces un sostén que permite tramitar las
intrusiones ambientales, y una succión que permite
tramitar las exigencias instintivas que no son solamente
nutricionales, como por sentido común se puede inferir.
Por eso la lactancia materna es una experiencia de mayor
calidad y cualidad para la riqueza de la personalidad
futura que el trámite de la exigencia instintiva a través
de un biberón, sin invalidar esta última opción, ésta es
la ventaja cardinal de la lactancia materna. De hecho,
organizado en el sostén seguro y confiable, el bebé
organizará su succión a libre demanda en forma creativa
y según su pauta personal.
Podemos resumir estas ideas diciendo que la madre
organiza un sostén de tal modo que carga, manipula y
cría al bebé para evitarle fundamentalmente sensaciones
bruscas e intensas del ambiente: lo protege de la intrusión
ambiental para que a su vez el bebé tramite la intrusión
instintiva con el propio pecho de la madre. En la salud,
la madre jamás es intrusiva con el pecho; a pesar de
que algún profesional de la salud, llámese pediatra o
enfermera, se lo indique o, peor aún, se lo ordene. Por
eso la indicación de la lactancia materna es sabia: a libre
demanda del bebé.
Esta capacidad de la mamá para “sostener” a su bebé en
forma adecuada tiene ciertas características y fue descrita
por primera vez en los años cuarenta por D. W. Winnicott,
quien la denominó capacidad maternal primaria.
-
-
-
-
-
-
Es un despliegue instintivo que no depende de la
cognición y/o capacidad intelectual de la mamá
No se puede enseñar lo que es instintivo, por lo que
no se puede aprender
Aparece en forma creciente en el último trimestre del
embarazo para alcanzar su pico en el parto con el
contacto precoz
Se tiende a apagar con la separación y con todo lo
que no es alojamiento conjunto
Se caracteriza por la presencia de una perturbación
cuasi psicótica (sana perturbación sólo en ese
contexto) donde los sentidos: olfato, gusto, oído,
etc., están notoriamente exaltados “monitorizando al
bebé” y donde todo el interés de la mamá se vuelca
masivamente sobre el bebé, despreocupándose
por completo de otros asuntos, sobre todo de ella
misma
Desaparece espontáneamente en los meses
siguientes al parto y casi por completo con el
destete
Una vez desaparecida no se puede recordarla.
Se perturba si la mamá no es protegida y “sostenida”
de forma no intrusiva para realizar su labor
Las órdenes y la introducción de ideologías
personales acerca de la crianza por parte de los
profesionales de salud y/o “consejeros” pueden
perturbar esta capacidad
La capacitación profesional cognitiva de la madre
acerca de los asuntos de la crianza y el cuidado
pueden perturbar su propia capacidad para desplegar
este instinto. De hecho es el factor central para
que los hijos de médicos, enfermeras y psicólogos
estadísticamente sean de alto riesgo neonatal
Proteger a las madres para que puedan “desarrollar su
labor instintiva” constituye una prioridad de salud pública
que engloba el área perinatal y el control de crecimiento
y desarrollo durante el primer año.
Con respecto al área perinatal podemos apreciar en forma
tangible cómo la morbimortalidad neonatal disminuyó
más que significativamente desde que los “promotores de
la lactancia materna” impusieron el “contacto precoz” y el
“alojamiento conjunto”. Este hecho, poco comentado en
la literatura, no debe atribuirse solamente a las bondades
de la lactancia materna, sino fundamentalmente al
despliegue de la capacidad maternal primaria.
El entrenamiento del personal que labora en perinatología
debería contemplar la necesidad del conocimiento a
fondo de estos aspectos para que puedan llevar a cabo
tanto el contacto precoz como el alojamiento conjunto
194
Hugo Campos Castañeda
en forma no intrusiva y puedan proteger el despliegue de
esta capacidad. Asimismo detectar los posibles bloqueos
y/o no despliegues de ella con el objeto de que las mamás
puedan ser apoyadas por profesionales de salud mental
si fuera necesario.
Con respecto al control del crecimiento y desarrollo
durante el primer año, es importante también que los
profesionales que llevan a cabo el programa tengan en
cuenta que el bebé desarrollará espontáneamente si la
mamá brinda un adecuado sostén. Pudiéndose apreciar la
aparición de determinado aspectos del desarrollo (peso,
talla, desarrollo motor, lenguaje, etc.) en forma variable en
el tiempo según el potencial heredado, siempre singular
de cada individuo.
No podemos hacer desarrollar a un bebé como, por
ejemplo, se fabrica un jarrón de acuerdo a la creatividad
del artesano. Debemos dar las condiciones esenciales de
sostén y de vínculo para que el potencial heredado se
desarrolle. Priorizar uno de los aspectos del desarrollo en
el control y mediante un estudio estadístico estandarizar
la normalidad nos sirve como información valiosa,
pero usada como paradigma en la intervención resulta
peligroso. Así como tratar de modificar algún aspecto
del desarrollo en esta temprana edad mediante técnicas
de “estimulación temprana” resulta tan soberbio como la
manipulación genética, y casi siempre, iatrogénico. Lo
central es la capacidad instintiva de la madre y nuestra
tarea es acompañarla y apoyarla humildemente en su
labor, sin juzgarla ni desvalorarla.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Winnicott D. Escritos de pediatría y psicoanálisis. Ed. Laia,
Barcelona 1981
2. Winnicott D. Exploraciones sicoanalíticas. I Ed. Paidos,
Buenos Aires 1991.
Correspondencia: Dr. Hugo Campos Castañeda
Recibido: 09-10-07
Aceptado: 29-10-07
3. Lebovici S. El lactante, su madre y el psicoanalista.
Amorrortu Editores, Buenos Aires 1988.
4. Tyson P. Teorías Psicoanalíticas del desarrollo. Publicaciones
Psicoanalíticas, Lima 2000.
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
195
ÉTICA
¿La ética del placebo?
The ethics of placebo
Justo Padilla Ygreda 1
Los ensayos clínicos controlados con placebo son, sin
duda, el estándar ideal para la obtención de los más
altos niveles de evidencia para probar la eficacia de una
intervención, tal como la Declaración de Helsinki es el
patrón de oro para los aspectos éticos en la investigación
médica.
Esta Declaración, en su última revisión del año 2000,
determina en el principio 29, los aspectos referentes a
la investigación médica cuando esta se combina con
la práctica clínica e incluye la participación de grupos
controles. A la letra dice:
“Los posibles beneficios, riesgos,
costos y eficacia de todo procedimiento
nuevo deben ser evaluados mediante
su comparación con los mejores
métodos preventivos, diagnósticos
y terapéuticos existentes. Ello no
excluye que pueda usarse un placebo,
o ningún tratamiento, en estudios
para los que no hay procedimientos
preventivos,
diagnósticos
o
terapéuticos probados”.
Este principio, aunque suprime la primera parte de la
antigua norma II.3, que en sentido estricto impedía
cualquier investigación posterior a la confirmación
del primer procedimiento terapéutico, sigue negando
aparentemente sin excepción alguna la justificación
ética a los ensayos clínicos con placebo cuando hay
una terapia probada. Esto ha suscitado diferentes
pronunciamientos e interpretaciones de importantes
instituciones relacionadas con la investigación en seres
humanos.
La Conferencia Internacional para la Armonización de
Requerimientos Técnicos para el Registro de Fármacos
de Uso Humano (ICH), el año 2000, señaló entre sus
Consideraciones para la Elección del Grupo Control, que
generalmente no existe conflicto ético al utilizar placebo
cuando se prueba un tratamiento nuevo en una condición
para la cual no se conoce un tratamiento efectivo. Sin
1
Director Ejecutivo de la Oficina de Investigación y Docencia
Especializada, Instituto Nacional de Salud del Niño. Profesor de la
Universidad San Martín de Porres
embargo, aun existiendo una terapia efectiva, puede ser
necesaria una comparación con placebo para la evaluación
inicial de una droga en investigación, pudiendo hacerse
este diseño ético bajo las siguientes condiciones:
•
que no exista riesgo de daño irreversible para los
sujetos;
•
que se enfatice la condición no coercitiva del
estudio;
•
que el paciente esté totalmente informado de
las terapias disponibles y las consecuencias de
postergar el tratamiento.
La Agencia Europea para la Evaluación de los Productos
Médicos, en junio de 2001 emite un pronunciamiento en el
que apoya el uso juicioso del placebo, aun en el contexto
de existir tratamientos probados, cuando no representa
un riesgo de daño irreversible al paciente, ya que este
tipo de estudios son necesarios para satisfacer las
necesidades públicas de lograr el desarrollo de terapias
alternativas de mayor eficacia.
El Consejo de Organizaciones Internacionales de las
Ciencias Médicas, realizado en Ginebra el año 2002,
difundió las Pautas Éticas Internacionales para la
Investigación Biomédica en Seres Humanos, señalando
en la pauta 11, que “…por regla general, los sujetos
de investigación en el grupo control de un ensayo de
diagnóstico, terapia o prevención, debieran recibir una
intervención de efectividad comprobada. En algunas
circunstancias, puede ser éticamente aceptable usar
un control alternativo, tal como placebo o ausencia de
tratamiento”.
Teniendo en consideración estos conceptos, se
desprende que el placebo puede utilizarse:
•
cuando no existe una intervención de efectividad
comprobada;
•
cuando la omisión de una intervención de efectividad
comprobada expondría a los sujetos, a lo sumo, a
una molestia temporal o a un retraso en el alivio de
los síntomas;
Justo Padilla Ygreda
196
•
cuando el uso de una intervención de efectividad
comprobada como control no produciría resultados
científicamente confiables y el uso de placebo no
añadiría ningún riesgo de daño serio o irreversible
para los sujetos.
Frente a la controversia suscitada, la Asociación Mundial
de Médicos tuvo que emitir en el año 2002 una Nota
Aclaratoria del párrafo 29 de la Declaración de Helsinki
en la cual “…reafirma que se debe tener muchísimo
cuidado al utilizar ensayos con placebo y, en general,
esta metodología solo se debe emplear si no se cuenta
con una terapia probada y existente”. Sin embargo,
los ensayos con placebo son aceptables éticamente
en ciertos casos, incluso si se dispone de una terapia
probada y si se cumplen las siguientes condiciones:
•
•
cuando por razones metodológicas, científicas y
apremiantes, su uso es necesario para determinar
la eficacia y la seguridad de un método preventivo,
diagnóstico o terapéutico;
cuando se prueba un método preventivo, diagnóstico
o terapéutico para una enfermedad de menos
importancia que no implique un riesgo adicional,
efectos adversos graves o daño irreversible para los
pacientes que reciben el placebo.
Estos lineamientos han desencadenado un gran debate
mundial que ha polarizado a los investigadores en dos
grupos denominados “ortodoxos del placebo”, quienes
remarcan la necesidad metodológica de los ensayos
clínicos controlados con placebo, y “ortodoxos del control
activo”, quienes acusan a los seguidores del placebo de
sacrificar los aspectos éticos y los derechos y el bienestar
de los pacientes por un supuesto rigor científico.
Esta controversia está implícita e intrínsecamente ligada
al aspecto del retiro del tratamiento, específicamente a
los considerados probados y estándar, en el curso de la
investigación de nuevos medicamentos.
Los aspectos éticos de suspender los tratamientos
probados van más allá de la polémica del uso del placebo
y conducen directamente al Código de Núremberg, el que
identifica los conflictos de intereses que los investigadores
clínicos pueden experimentar al tratar de mantener al
mismo tiempo los mejores intereses para los pacientes y
los mejores intereses para su investigación.
A la luz de esta información, los puntos principales de
esta controversia son los relacionados a la confiabilidad
de los “tratamientos probados” y los criterios de daño no
irreversible como estándares para el uso apropiado de
los grupos de placebo en los ensayos clínicos.
La corriente denominada Medicina Basada en
Evidencias, ha desencadenado una masiva revisión de
los tratamientos “estándares”, “usuales “ o “probados”, lo
que en opinión de muchos expertos es su principal aporte.
Esto ha determinado la necesidad de obtener niveles de
evidencia cada vez más exigentes para catalogar un
medicamento como realmente eficaz o probado en una
determinada patología. La exigencia de esta revisión es
el principal sustento para el diseño metodológico de los
ensayos clínicos controlados con grupo de placebo.
Debe considerarse que un ensayo clínico controlado con
grupo de placebo podría tener racionalidad científica y
ética si:
• existen terapias parcialmente efectivas o ”no
probadas” bajo los estándares de Medicina Basada
en Evidencias, o
• los tratamientos probados tienen efectos adversos
serios.
Sin embargo, tal como nuestros maestros nos han
enseñado, para determinar si un ensayo clínico controlado
con placebo puede ser éticamente aceptable, debemos
realizar el análisis integral y específico del proyecto y del
tema que se va a investigar, y prever el menor riesgo para
las personas que participen en él. Asimismo, debemos
conocer la opinión del investigador, asegurarnos de la
suficiente información acerca del estudio por parte del
paciente y atender el juicio razonable y ponderado del
Comité de Ética Independiente.
Más aún, los criterios éticos, entendidos como los
principios que guían la investigación biomédica, son
iguales para todos los grupos etarios, sin embargo la
condición especial de menerabilidad del grupo pediatrico
requiere consideraciones, particulares en cada estudio
de investigación.
La investigación científica en humanos puede ser una
actividad primariamente cognoscitiva, pero es a su vez
beneficente, ya que el objetivo principal y final de la
generación del conocimiento es utilizarlo en beneficio
de brindar el mejor tratamiento a nuestros pacientes,
principio que guía la práctica clínica de todos quienes
suscribimos, en el día a día, nuestra vocación de servir.
Agradecimiento:
Deseo expresar mi especial agradecimiento al Doctor
Gamaniel R. Guevara Ch., Profesor Principal de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Miembro
del Comité de Ética en Investigación del Instituto Nacional
de Salud del Niño, por su valioso apoyo en la redacción
de esta comunicación.
¿La ética del placebo?
197
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Principios éticos para las investigaciones médicas en seres
humanos. http://www.wma.net/s/policy/b3.htm
2. Código de Núremberg. Tribunal Internacional de Núremberg,
1946. http://www.unav.es/cdb/intnuremberg.html
3. Conference on Harmonisation of technical requirements
for registration of pharmaceuticals for human use. ICH
Harmonised Tripartite Guideline: Choice of control group
and related issues in clinical trials. http://www.ich.org/LOB/
media/MEDIA486.pdf
4. The European Agency for the Evaluation of Medical
Products. EMEA/CPMP position statement of the use of
placebo in clinical trials with regard to the revised Declaration
Correspondencia: Dr. Justo Padilla Ygreda
e-mail: [email protected]
Recibido: 21-09-07
Aceptado: 24-09-07
of Helsinki. http://www.emea.europa.eu/pdfs/human/press/
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International Ethical Guidelines for Biomedical Research
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necesaria, pero ¿suficiente? Rev Esp Salud Pública 2001;
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8. Falen JM. Ética e Investigación. 2006. Por publicarse.
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
198
CULTURAL
Un poco de teratología
Something…about teratology
Julia Sumire Umeres 1
Unas semanas atrás, mientras realizábamos la necropsia
de un recién nacido con malformaciones congénitas
externas e internas, pude advertir en los estudiantes
de medicina que presenciaban el acto médico, miedo
y asombro ante aquel pequeño y frágil cuerpo, ya sin
vida; lógicamente surgió la primera pregunta: ¿qué es? y
después la segunda: ¿por qué?
Es fácil imaginar el asombro y temor que desde tiempos
inmemoriales experimentaron hombres y mujeres de todos
los continentes, cuando tenían frente a sus ojos, humanos
o animales con malformaciones congénitas, ellos también
se plantearían la pregunta: ¿qué son estos seres?
Las primeras evidencias de que el hombre tuvo contacto
con las malformaciones congénitas datan de la Edad de
Piedra; mediante el dibujo, la escultura o las narraciones, el
hombre quiso perennizar su asombro frente a estos “seres”
que solo podían ser producto de fuerzas sobrenaturales,
de dioses o demonios. Así fue como tallaron esculturas en
diversos materiales, la más antigua de ellas fue hecha en
mármol blanco y representa a una diosa con dos cabezas,
fue descubierta por Mellart en Hüyük, al sur de Turquía;
pertenece al Neolítico, unos 6500 años a.C. Figura 1.
Esculturas similares fueron halladas en tumbas que datan
de la época precolombina en México.
Homero en la Odisea describe a Polifemo, un gigante
cíclope. Los griegos, amantes de la belleza, embellecieron
al “monstruo”, le cambiaron la imagen, poniendo la nariz
debajo del ojo, en vez de una prosbócide encima de la
línea media de los ojos, las sirenas parecen ser casos de
“regresión caudal”.
Pero quienes asombran por sus conocimientos de
teratología son los babilonios, quienes dejaron en
tablas con escritura cuneiforme, una lista de 62 casos
teratológicos en humanos que, para ellos, tenían un
carácter premonitorio y además enriquecía su conceptociencia de la adivinación. La primera traducción de estas
listas la hizo J. Oppert en 1871.
Los babilonios escriben:
• Si una mujer tiene un niño con orejas como las de
león, el niño será un rey muy poderoso.
• Si una mujer tiene un niño sin nariz, vendrá la
aflicción a nuestro pueblo.
Tanto griegos, egipcios, romanos como babilonios
atribuían a las malformaciones congénitas un origen
divino, sobrenatural, mágico, mensajes divinos que
advertían de catástrofes.
La similitud de algunas malformaciones congénitas
con partes de animales hizo posible el concepto de
“hibridización” es decir que seres vivos de diferentes
especies podían aparearse y tener descendientes con
características comunes a ambas especies, así explicaban
el parecido de la fisura labiopalatina con la boca de conejo,
liebre o camello.
En nuestro país los mochicas perennizaron su asombro
frente al labio leporino, en sus huacos- retrato. Figura 2.
Figura 1. Diosa con dos cabezas. 6500 a.C.
Turquía
1
Médico Anatomo-patólogo. Servicio de Patología Quirúrgica y
Necropsias. Departamento de Anatomía Patológica. Hospital
Nacional Guillermo Almenara I.
Un poco de teratología
199
algunas alteraciones podían trasmitirse de generación
en generación, aun antes de conocer las leyes
mendelianas.
Durante los siglos XV y XVI en Europa se atribuían las
malformaciones congénitas a demonios y brujas (Figura
3); enfermedades como la ictiosis, trastorno del desarrollo
de los arcos branquiales o faríngeos (orejas puntiagudas)
se relacionaban con Satanás, por consiguiente al ser
de origen diabólico, se debía ejecutar tanto al niño
malformado como a la madre.
Figura 2. Fisura labiopalatina huaco Mochica
El estudio de la embriología cambió el enfoque de las
malformaciones congénitas.
En el mundo andino son los elementos de la naturaleza,
entre ellos el rayo, que al caer cerca de la madre gestante
produce la deformidad del nuevo ser.
El término de “teratología” que hace mención al crecimiento
anormal fue utilizado por primera vez por Geoffrey St.
Hilairie, en 1832, en su libro Tratado de Teratología.
En la evolución de la humanidad surgieron creencias como
la de “la impresión materna”, según la cual si la madre
durante su gestación veía algo negativo o deforme o
presenciaba un evento traumático, la experiencia negativa
influiría en el nuevo ser y produciría malformaciones;
así se explicaron casos de osteogénesis imperfecta,
argumentándose que por ejemplo que la madre gestante
vio un accidente en el cual un hombre era aplastado por
una carreta y sufrió varias fracturas en sus extremidades
inferiores, por esa razón su niño presentaba fracturas
similares al accidentado. En el afán de evitar la presencia
de niños con malformaciones, los espartanos aplicaron
sus medidas eugénicas; los romanos exponían a los
niños deformes, particularmente a los hermafroditas, y
los ejecutaban o sacrificaban en tiempos de catástrofe.
Una de las grandes contribuciones a la comprensión de
las malformaciones congénitas fue la de Gregorio Mendel
y sus leyes de la herencia, que la dan una explicación
genética.
Por consiguiente, la teratología en sus inicios está
basada en la superstición y no nos enseña sobre el origen
(multifactorial), prevención y tratado de las malformaciones
congénitas. La ciencia se encargará de esclarecer y
terminar con las supersticiones y los temores mediante
el conocimiento. Es importante la consejería genética,
pues permite evitar hasta donde puede hacerlo el dolor
de la madre cuando tiene un niño con malformaciones
congénitas y se pregunta: ¿por qué mi hijo?
Sin embargo, no solo la superstición y el pensamiento
mágico religioso dominaron esta época, pues existieron
filósofos como el griego Empedoclo (siglo V a.C),
quien asumió que las malformaciones congénitas eran
producto de segmentación y apareamiento de órganos,
combinación y permutación al azar.
Aristóteles conocía bastante sobre teratología,
como la ausencia de dedos, la presencia de dedos
supernumerarios, ano imperforado, ausencia de
vesícula biliar, hizo descripciones de hermafroditismo y
pseudohermafroditismo con bastante acierto.
Plinio el Viejo, siglo I a.C, en su libro Historia Natural
menciona curiosidades teratológicas, refiere que
Figura 3. Gladiador acondroplásico
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Warkay Joref, MD 1971 Congenital Malformation.
200
ÍNDICE DE TEMAS
Página
A
Alergia e intolerancia alimentaria, manifestaciones gastrointestinales
A propósito del primer caso de transplante pulmonar con donante vivo en el Perú 111
57
C
Caso clínico de sibilancia persistente en un niño de 20 meses de edad
Cateterismo cardiaco terapéutico
Contacto piel a piel inmediato: Efecto sobre el estado de ansiedad y depresión materna posparto
y sobre la adaptabilidad neonatal hacia la lactancia materna precoz
Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor de 1 000 g. Incidencia y resultados
perinatales
Crisis de Hipoxia
Cuidados del cordón umbilical: Efecto de tres soluciones antisépticas (gluconato de clorhexidina
al 4%, alcohol al 70% y yodopovidona al 5%) sobre la colonización bacteriana, infección y
separación del muñón umbilical
Curvas de crecimiento intrauterino en una población de recién nacidos peruanos en el
Hospital María Auxiliadora
188
168
140
156
162
81
20
E
El desarrollo de las habilidades para la vida como prácticas de protección en la salud
El diagnóstico de tuberculosis en la infancia: actualización
El Síndrome de Apneas-Hipopneas del Sueño en la población pediátrica
En torno a la mujer barbuda de José de Rivera
Error médico
Experiencia de boncoscopía flexible en pediatría en el Servicio de Neumología Pediátrica,
Hospital Nacional docente Madre Niño San Bartolomé (HONADOMANI San Bartolomé)
36
115
174
136
132
F
Factores de riesgo de abandono escolar en adolescentes mujeres en conflicto con la ley
Frecuencia, características y mortalidad asociada a la enfermedad neurológica en la
Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Nacional Cayetano Heredia
4
I
Incidencia de retinopatía de la prematuridad y su evolución en niños sobrevivientes de muy
bajo peso al nacer egresados del Instituto Especializado Materno Perinatal de Lima
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying) en un colegio particular de
Lima- Perú. 2007
Insuficiencia renal aguda neonatal L
La consulta pediátrica
La ecocardiografía transesofágica y la angiotomografía axial computadorizada en la evaluación
de la obstrucción del túnel intraauricular pulmonar después de cirugía de Mustard. Reporte de
un caso
31
11
88
150
47
65
119
201
¿La ética del placebo?
Laura Rodríguez Dulanto. primera médica cirujana peruana
Lipoblastoma Mesentérico en una niña: presentación de un caso y revisión de la literatura
195
67
182
M
Masa ósea y osteoporosis en el niño y el adolescente
Micoplasma en patología pulmonar pediátrica
Monitorización no invasiva mediante cardiografía de impedancia en el tratamiento posparada
de la disfunción miocárdica con el uso de dobutamina
39
101
51
P
Perinatología, salud mental y capacidad maternal primaria
192
S
Síndrome de Stickler: desprendimiento de retina, sordera neurosensorial y paladar hendido. Suicidio en adolescentes: lo que el equipo de salud debe saber
122
61
T
Trastorno por dèficit de atenciòn e hiperactividad
126
U
Un poco de teralogía
Uso reportado de metamizol intramuscular por pediatras de entidades públicas y privadas
para el manejo de la fiebre en niños de 3 meses a 5 años de edad
198
91
202
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
ÍNDICE DE AUTORES
Página
A
Aguirre Sosa, Ildauro
Aviña Fierro, Jorge Arturo
31
122
B
Barbieri, María Antonieta
Barrientos Achata, Armando
Bravo Pérez de Ordaz, Pedro
Bustos, Raúl
51
4, 150
119
156
C
Cabrejos, Catherine
Campos Castañeda, Campos
Campos Guevara, Francisco
Campos Hernández, Guisela María
Cancela María José
Candela Herrera, Jorge
Casillas Pacora, Washington
Casquero Montes, Víctor Castillo, Edgardo
Castillo Vilela, Angela
Cecchetti Corrado, Corrado
Consuegra Shuarey, María Teresa
Couto Santana, Clímax
Cruz Sánchez, Francisca
140
192
91
126
156
91
67
132
156
57
51
161
115
36
CH
Chafloque Cervantes, Augusto
Chumbe, Ovidio
88
20
D
Dávila, Rosa
Dávila Agüero, Gerardo
Díaz Ramírez, Francisco
Doig Turkowsky, Jeannette
20
101
119
88
E
Eskenazi Fedchteyn, Deborah
91
F
Falen Boggie, Juan
Fiol, Verónica
136
156
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
203
G
Garaycochea Cannon, Virginia Alicia
Gell Aboy, Judith
Guillén Pinto, Daniel
Gómez Ponce, Víctor
Gutiérrez , Carmen
182
161
11
57
156
H
Hermoza, Sonia
20
K
Kawashita O, Francico Daniel
4
L
Lattof, Mónica
Loza Munárriz, Reyner
Lugo Valenzuela, Paula
156
47
57
LL
Llanos Ackert, Jean Pierre
31
M
Marano, Marco
Maruy Saito, Aldo
Masiques Rodríguez, Raquel
Medina Alva, María del Pilar
Medina, Estrella
Mendoza Fox, Carlos
Mestanza Malaspina, Francisco
Miñano, Karla
Montiel Blanco, Johnny
Moraes Castro, Mario
51
111
119, 161
11
156
31
31
140
11
156
N
Navarro Rojas, Aldo Amador
Nuñez Almache, Oswaldo
31
39
O
Oliveros Donohue, Miguel
Orderique, Luis
Osella, Chiara
Ozores Suárez, Javier
4, 150
20
51
119
204
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
P
Padilla Ygreda, Justo
Parra, Luz
Parra, Jorge
Pasotti, Elisabetta
Prada Martínez, Fredy
Perrotta, Daniela
Piriz, Gabriela
Pirozzi, Nicola
195
20
20
51
168
51
156
51
Q
Quiñones Meza, Eva
Quiroz Villanueva, Cynthia
81, 140
81
R
Repetto, Marizell
Rey de Castro, Jorge
Rivara Dávila, Gustavo
Rivara Dávila, Pedro
Rivera Abbiati, Fabiola
Rivero Quiroz, Roberto
Robledo Hoecker, Paz
Rospigliosis, Marilú
Ruiz Sercovic, Karina
Rusca Jordan, Fiorella
156
174
81, 140
140
11
65
61
47
81, 140
81, 140
S
Sabogal Rosas, Carlos E.
Samamé Pérez-Vargas, Juan Carlos
Santa Cruz De Lama, Flor
Savío Benavides, Andrés
Somonte Ríos, Ricardo
Sumire Umeres, Julia
Stoppa, Francesca
188
81, 140
81
161
161
198
51
T
Tomasello, Caterina
Tori Murgueytio, Alfredo
51
11
V
Valdivia, Javier
Velásquez Pomar, Valderrama Torres, René
Vega Vega, Ricardo
Vela Balladres, Pilar
Velarde Lam, Katia
140
81
88
88
88
88
Z
Zapata Calle, Carlos Alberto
51
Rev.peru.pediatr. 60 (3) 2007
205
Reglamento de publicación
1.
DE LA REVISTA
La Revista Peruana de Pediatría es el órgano oficial de la Sociedad Peruana de
Pediatría, destinado a divulgar y propagar los conocimientos sobre Medicina Preventiva
y Asistencial. Dicha acción la ejerce a través de la publicación de trabajos científicos
de sus asociados y profesionales médicos no asociados, nacionales e internacionales,
que por su calidad y rigor científico merezcan su publicación para ser difundidos dentro
y fuera del país.
2.6. ÉTICA
Se considera en esta sección algún tema de interés sobre ética médica. No excederá
de 3 páginas.
2.7. CULTURAL
Se consideran para esta sección artículos de interés en el área cultural. No excederá
de 3 páginas.
3.
2.
NORMAS PARA SU PUBLICACIÓN
DE LAS SECCIONES DE LA REVISTA
Se refiere a los aspectos generales de los trabajos.
La Revista Peruana de Pediatría cuenta con las siguientes secciones:
2.1. EDITORIAL
Destinada a aspectos doctrinarios de la Sociedad Peruana de Pediatría o a temas que
por su trascendencia y actualidad requieren su publicación.
3.1. Los trabajos se reciben en el local de la Sociedad Peruana de Pediatría: Calle Los
Geranios Nº 151, Urb. Jardín, Lince, Lima 14 – Perú; de lunes a viernes de 10 a.m. a 5
p.m. Teléfono Nº 4226397, correo electrónico: [email protected]. Al entregar el
trabajo recibirá una constancia de recepción.
2.2. TRABAJOS ORIGINALES
Comprende la sección de trabajos originales e inéditos de las diversas áreas de la
Pediatría o ciencias afines. No excederá de 15 páginas. Para considerar su publicación
deben reunir los siguientes requisitos:
3.2. El artículo debe estar acompañado por una Carta de Presentación dirigida al
presidente del Comité de Publicaciones solicitando la evaluación de dicho artículo para
su publicación y debe certificarse mediante una Declaración Jurada que no ha sido
publicado en otra revista y estar firmada por el autor y coautores.
El título debe estar en español e inglés.
3.3. La Revista Peruana de Pediatría acepta la solicitud de publicación de contribuciones
nacionales y extranjeras de la especialidad siempre que se ajusten a los requerimientos
del presente Reglamento.
•
•
•
•
•
•
•
RESUMEN: En el que se expondrá en forma precisa la esencia del trabajo y
deberá incluir los siguientes subtítulos: Objetivo, Material y métodos, Resultados
y Conclusiones, y tendrá su respectiva traducción al inglés, la cual no deberá
exceder las 200 palabras. Al final se escribirán las palabras clave en número no
mayor de cinco (http://www.nlm.nih.gov).
INTRODUCCIÓN: Que incluye la exposición de motivos del trabajo y una breve
referencia de la literatura, que debe ser clara, explícita y concisa
MATERIAL Y MÉTODOS: Se describen las características del material empleado
en el trabajo y la metodología usada en el estudio en forma concreta y precisa.
RESULTADOS: Deberán ser de carácter objetivo, con el análisis estadístico en
los casos pertinentes, sin interpretación personal y serán acompañados de las
tablas y/o figuras respectivas (figuras, radiografías, fotografías).
DISCUSIÓN: Comprenderá la interpretación de los resultados comparándolos
con los trabajos realizados por otros autores y las conclusiones que se derivan
de ello cuando sea apropiado.
AGRADECIMIENTOS (si viene al caso).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: Se harán de acuerdo a las Normas de
Vancouver (http://www.icmje.org/index.html) y serán presentadas en el orden
como aparecen en el texto. Todas las referencias deberán estar citadas ya
sea en el texto o en las ilustraciones con un número arábigo entre paréntesis,
en superíndice. Estas llamadas de cita precedidas de un espacio, se colocan
antes del punto, coma u otro signo de puntuación. El máximo de referencias
bibliográficas permitidas es de 40.
2.3. TEMAS DE REVISIÓN
Son trabajos de actualizaciones sobre temas de la especialidad en particular de
trabajos originales o académicos o médico–quirúrgicos, no excederá de 12 páginas.
Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés, no más
de 200 palabras.
2.4. CASOS O REPORTES CLINICOS
Se considera para su publicación únicamente aquellos casos que signifiquen interés
diagnóstico, anomalía de evolución, rareza de observación, evidente interés por
la respuesta terapéutica. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva
traducción en inglés, no excederá de 6 páginas.
Se tomarán en cuenta los siguientes puntos:
a) b) c) c) Introducción
Reporte del caso clínico
Comentario
Bibliografía
2.5. SALUD MENTAL
Se publicarán artículos sobre algún aspecto de salud mental del niño y el adolescente.
no excederá de 4 páginas. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva
traducción en inglés.
3.4. La Revista Peruana de Pediatría se reserva el derecho de aceptar los trabajos que
se presenten y de solicitar las modificaciones que considere necesarias para poder
cumplir con las exigencias de la publicación.
3.5. La publicación de trabajos en la Revista Peruana de Pediatría, en sus diferentes secciones,
no obliga necesariamente a solidarizarse con las opiniones vertidas por él o los autores.
3.6. Los trabajos presentados para su publicación serán revisados por pares. El
sistema de arbitraje por la revista utiliza evaluadores de sistemas, si hay empate, el
director dirime.
3.7. El trabajo deberá enviarse en original impreso y en forma electrónica debidamente
grabado en un disquete o CD en el programa Word para Windows 97 o posterior, letra
Arial, tamaño de fuente 10 puntos, espacio sencillo.
3.8. El artículo debe usar el Sistema Internacional de Medidas.
3.9. Las ilustraciones (tablas, figuras, fotografías y otros documentos similares) no
excederán de 10 y deben estar insertadas dentro del artículo en Word, con el título
correspondiente y en el orden de aparición, con letra tipo oración. Ejemplo: Tabla 1.
Índices de salud.
3.9.1 Las tablas, gráficas, radiografías, fotografías, etc., deben tener un título breve
y claro, escrito en letra arial y serán numeradas según el orden de llamada que
aparece en el texto. Precisar número de fuente en negrita. Ejemplo:
Tabla 1. Letalidad de acuerdo al grado de hemorragia intraventricular.
3.9.2 Las tablas y las ilustraciones serán considerados para el entendimiento del
texto y no deberán ser reiterativos entre sí o con relación al texto (no trace
líneas horizontales ni verticales en el interior de los cuadros).
3.9.3 Las figuras, radiografías, fotografías, etc. deben tener leyenda.
3.9.4 Las publicaciones de reproducciones a color deben consultarse con el director
responsable.
3.10. En la primera página del trabajo debe anotarse.
Título: breve, que represente el contenido del articulo, en español y en inglés.
Nombre y los dos apellidos del autor y coautores.
Grado académico y afiliación institucional.
Nombre del Departamento y/o institución en que se realizó el trabajo.
Dirección del autor, adonde se le dirigirá la correspondencia, así como teléfono y
dirección de correo electrónico.
3.11. Los autores que hayan presentado artículos recibirán una carta de la Secretaría
de Comité de Publicación y Biblioteca, señalando la “aceptación” o “no aceptación”
de dichos trabajos en un plazo máximo de 60 días. Los originales de los trabajos no
aceptados serán remitidos con la carta de “no aceptación”.
3.12. Una vez aceptado y publicado el artículo, los derechos pertenecen a la Revista
Peruana de Pediatría, y serán reproducidos por terceros sólo con la autorización
correspondiente.
Esta revista se imprimió en los talleres gráficos de
FIMART S.A.C. Editores e Impresores
Av. Del Rio 111 - Pueblo Libre - Lima - Perú
Telfs.: 332 2328 / 628 1757
SOCIEDAD PERUANA DE PEDIATRÍA
CARGOS DIRECTIVOS
JUNTA DIRECTIVA
Presidenta
Vice-Presidente
Secretaria General
Secretaria de Actas
Tesorero
Secretario de Acción Científica
Secretaria de Publicaciones y Biblioteca
Vocal
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Past-Presidente
Comité de Acción Científica
Comité de Ética y Calificación Profesional
Dra. Zoila Zegarra Montes
Dr. Raúl Urquizo Aréstegui
Dra. Carmen Maldonado Faveron
Dra. Mónica Castañeda Lusich
Dr. Óscar Aller Fernandini
Dr. Herminio Hernández Díaz
Dra. Ángela Castillo Vilela
Dr. José Tantaleán Da Fieno
Dra. Emma Obeso Ledesma
Dr. Roberto Ruiz Merino
Dr. Elsa Chea Woo
Dr. Ildauro Aguirre Sosa
Dra. Wilda Silva Rojas
Dr. Abel Salinas Rivas
COORDINADORES DE CAPÍTULOS
Capítulo de Adolescencia
Capítulo de Alergia e Inmunología
Capítulo de Cardiología
Capítulo de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición
Capítulo de Neumología
Capítulo de Endocrinología
Capítulo de Infectología
Capítulo de Neonatología
Capítulo de Neuropediatría
Capítulo de Terapia Intensiva
Dra. Rosario Del Solar Ponce
Dra. Erika de Arruda Chaves
Dra. María Lapoint de Laura
Dra. María Delfina Cetraro Cardó
Dr. Aldo Navarro Rojas
Dra. Teresa Zárate Scarsi
Dr. Jorge Luis Candela Herrera
Dra. Luz Dodobara Sadamori
Dr. Daniel Guillén Pinto
Dra. Rosa Rojas Medina
FILIALES
Arequipa
Ayacucho
Cajamarca
Chiclayo
Chimbote
Cusco
Huancayo
Ica
Iquitos
Juliaca
Piura
San Martín-Tarapoto
Tacna
Trujillo
Ucayali-Pucallpa
Dr. Luis Lozada Núñez
Dr. Pedro García Calderón
Dr. Rubén Alvarado Revoredo
Dr. José Ferrari Maurtua
Dr. Máximo C. Pachamango León
Dr. Darío Escalante Guzmán
Dr. Iván Caparó Madrid
Dr. Otto Chuy Castro
Dr. José Sánchez Arenas
Dr. Nicolás Barrientos Quiñones
Dr. Aldo Manrique Borrero
Dr. Teobaldo López Chumbe
Dra. Lourdes Lombardi Bacigalupo
Dr. Segundo Cruz Bejarano
Dra. Beatriz Luján Divizzia
ISSN 1993-6826
REVISTA
PERUANA DE
PEDIATRÍA
VOL. 60 Nº 3 setiembre / diciembre 2007
ÓRGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PEDIATRÍA
CONTENIDO
TRABAJOS ORIGINALES
Contacto piel a piel inmediato: efecto sobre el estado de ansiedad
y depresión materna posparto y sobre la adaptabilidad neonatal
hacia la lactancia materna precoz
Incidencia y factores de riesgo de la intimidación (bullying) en un
colegio particular de Lima - Perú, 2007
Corioamnionitis histológica en el recién nacido menor de 1.000
gramos. Incidencia y resultados perinatales
TEMAS DE REVISIÓN
Crisis de hipoxia
Cateterismo cardiaco terapéutico
REVISTA PERUANA DE PEDIATRÍA
El síndrome de apneas-hipopneas del sueño en la población
pediátrica
CASOS CLÍNICOS
Lipoblastoma mesentérico en una niña: presentación de un caso
y revisión de la literatura
Caso clínico de sibilancia persistente en un niño de 20 meses
de edad.
SALUD MENTAL
Perinatología, salud mental y capacidad maternal primaria
ÉTICA
¿La ética del placebo?
CULTURAL
Un poco de teratología
VOL. 60 Nº 3
setiembre - diciembre 2007
Lima, Perú