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COMENTARIO CLÍNICO Acta Colombiana de Cuidado Intensivo 2011; 11(2): 156-165. Malaria severa Francisco Miguel Camargo Assis(1); Carlos Andrés González Lengua(2) Resumen La malaria severa es un importante problema de salud pública en países en vía de desarrollo, siendo responsable de hasta 3 millones de muertes al año y altos costos para el sistema de salud. A pesar de implementar diversas políticas para reducir la morbi-mortalidad y la emergencia de resistencia, existen poblaciones vulnerables donde hay alta incidencia de la enfermedad, progresión de los pacientes a estado crítico y muerte. Recientemente, se ha descrito el papel de las moléculas de adhesión intercelular con sus receptores específicos y la consecuente producción de mediadores inflamatorios, los cuales son responsables del proceso fisiopatológico que desencadena disfunción endotelial y secuestro, generando obstrucción del flujo microvascular y deterioro progresivo de los procesos metabólicos celulares. El Plasmodium Falciparum es la especie que predomina en los casos que desarrollan complicaciones por malaria, generalmente cerebrales, renales, hematológicas, cardiopulmonares, la progresión hasta disfunción multiorgánica y muerte. También es responsable de la emergencia de la resistencia a los antimaláricos, siendo motivo de constante investigación y estudio para perfeccionar sus mecanismos de prevención y tratamiento. PALABRAS CLAVE: malaria severa, patogénesis, malaria cerebral, choque, complicaciones, tratamiento. Severe malaria Abstract Severe malaria is an important public health concern in developing countries. It is accountable for up to 3 million deaths per year and high costs to the healthcare system. Despite the implementation of several policies aimed at reducing morbidity, mortality, and resistance, there are vulnerable populations with high incidence of disease and progression of patients to critical illness and death. There have been recent descriptions of the role of intercellular adhesion molecules with their specific receptors and the production of inflammatory mediators that are accountable for the pathophysiologic process that leads to endothelial dysfunction and sequestration, which lead to obstruction of microvascular flow and progressive deterioration of cellular metabolic processes. Plasmodium falciparum is the predominant species in cases where complications develop. Among these we find cerebral, renal, hematologic, and cardiopulmonary complications, progression to multiple organ failure and death. It is also accountable for the emergence of resistance to antimalarial drugs. This is a motive for continual research and study, in order to improve mechanisms for prevention and treatment. Correspondencia: Dr. Francisco Miguel Camargo Assis, correo electrónico: [email protected] Recibido: 30/04/2011. Aceptado: 10/05/2011. 156 KEY WORDS: severe malaria, pathogenesis, cerebral malaria, shock, complications, treatment. (1) Médico Anestesiólogo, Intensivista, Unidad de Cuidados Intensivos, Clínica Zayma. Montería, Córdoba. Médico Cirujano, Universidad Nacional de Colombia. Residente Medicina Interna, Lincoln Medical & Mental Health Center. Bronx, NY, USA (2) Introducción La malaria es un importante problema de salud pública en países situados en áreas tropicales en vía de desarrollo, con aproximadamente 500 millones de consultas por enfermedad febril que requieren incapacidad laboral y entre 1,5 y 2,7 millones de muertes al año (1). Más del 40% de la población mundial es susceptible de adquirir un episodio de malaria en su vida, con riesgo acentuado en los extremos de edad y la población embarazada, de los cuales el 1% progresan a malaria severa y sus complicaciones. La enfermedad por Plasmodium Falciparum es la principal responsable de la disfunción múltiple de órganos (DMO), de los casos fatales y la resistencia a los diversos agentes farmacológicos (2). Las complicaciones que ponen en riesgo la vida son predominantemente cerebrales, renales, hepáticas y hematológicas, en los cuales los eritrocitos infectados se adhieren al endotelio vascular, a eritrocitos sanos y a las plaquetas produciendo obstrucción al flujo microvascular. El cerebro es el órgano que más frecuentemente está involucrado y más del 45% de los capilares cerebrales se ha encontrado ocluidos en exámenes post-mórtem, ya que el endotelio del tejido cerebral expresan mayor proporción de receptores para los eritrocitos infectados (3). En Colombia, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de la Protección Social se reportan 160.000 casos anuales, distribuidos en 75% para Plasmodium vivax y 24% para Plasmodium Falciparum, con mayor incidencia en las áreas de alta pluviosidad, húmedas, bajas condiciones socioculturales y de difícil acceso a los servicios de salud. Sin embargo, gran parte de la población (85%) está expuesta a sufrir episodios de paludismo en su vida, ya que el territorio colombiano se encuentra por debajo de los 1.500 metros de altura en su gran mayoría (4) (Figura 1). Ciclo de vida Cuatro especies de Plasmodium causan casi todas las infecciones en humanos, siendo P. falciparum, P. Vivax, P. Ovale, P. Malariae. Estos son protozoarios del grupo APICOMPLEXA, fueron descritos por primera vez por el Doctor Alphose Laveran en muestra de suero humano por exflagelación de microgametos. La infección inicia cuando el mosquito hembra de la especie Anopheles inocula al humano esporozoitos que se encuentran en su glándula salivar al momento de la picadura (5). Estas formas móviles llegan rápidamente a través de la circulación hasta el hígado, donde invaden las células parenquimatosas hepáticas e inician la formación del esquizonte tisular primario. (6). Por este proceso de amplificación conocido como esquizogonia o merogonia, cada esporozoito produce de 10.000 a 30.000 merozoitos. Las células hepáticas infectadas liberan merozoitos al torrente circulatorio. Estos invaden las células rojas y se multiplican asexualmente de 6 a 20 veces cada 48 a 72 horas, este ciclo puede durar de 1 a 2 semanas y la sintomatología puede aparecer hasta 4 semanas después de la picadura, cuando alcanzan densidades parasitarias de 50/uL. Después de la entrada en circulación los merozoitos invaden los eritrocitos y se forman los trofozoitos los cuales se adhieren a los eritrocitos a través de receptores específicos en su superficie. Los trofozoitos crecen, asumen una forma irregular o ameboíde, consumen la hemoglobina y entonces son llamados esquizontes. Posteriormente, las múltiples divisiones nucleares ocurren y los eritrocitos se rompen liberando de 6 a 30 merozoitos por cada uno, que invaden otros eritrocitos y repiten el ciclo, es durante esta fase cuando el huésped es potencialmente infeccioso y puede transmitir a la hembra del mosquito anopheles formas asexuadas de merozoitos si llega a ser picado. Estos merozoidos inician un ciclo asexuado en el intestino del mosquito hasta estar nuevamente listo para su inoculación a otro huésped (5-7). Fisiopatología Se han hecho grandes esfuerzos para entender el mecanismo fisiopatológico de la malaria complicada, haciendo énfasis especialmente en malaria cerebral. Múltiples investigaciones se han llevado a cabo con el fin de dilucidar como es el mecanismo y cuales son la serie de eventos que lleva desde la disrupción de merozoitos en el hígado hasta la obstrucción del flujo microvascular. Los factores asociados al desarrollo de complicaciones en malaria involucran las condiciones genéticas del huésped y del parásito, el estado nutricional, las infecciones intercurrentes y factores de resistencia o susceptibilidad del ambiente. Una vez el eritrocito es infectado por el parasito, empieza a consumir las proteínas del glóbulo rojo, especialmente la hemoglobina, cuyo grupo hemo es posteriormente polimerizado a hemozoina o pigmento malárico el cual es biológicamente inerte (5). Durante este proceso el parásito cambia las propiedades de transporte de la membrana del eritrocito, expone antígenos de superficie Malaria severa Camargo y González 157 e inserta nuevas proteínas derivadas del parásito, llevando a la disfunción del eritrocito infectado. Durante este proceso aparecen protuberancias en las membranas del glóbulo rojo infectado las cuales son proteínas de superficie derivadas de P. Falciparum como la proteína de membrana eritrocitaria de P. Falciparum, que median la citoadherencia de estos a la superficie endotelial de capilares y vénulas al interactuar con receptores vasculares y moléculas de adhesión, de tipo ICAM-1 y CD54, condroitin sulfato A y B, trombospondina, molécula de adhesión de célula endotelial con plaquetas (PECAM-1, CD31), glicoproteína tipo IV (CD 36), molécula de adhesión vascular tipo 1 (VCAM-1, CD106), los cuales han sido descritas como esenciales en la fisiopatología de esta obstrucción al microflujo vascular, que genera disfunción del órganos y sistemas, fenómeno que se denomina se- FIGURA 1: Número de casos de malaria en Colombia por ubicación geográfica año 2008. Tomado de anexo 10 de las guías para atención clínica de malaria, Ministerio de la Protección Social, 2009. 158 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 11 Número 2 cuestro (8-10), en el cual se evidencian tres mecanismos, el primero es cuando los eritrocitos infectados se unen con otros (autoaglutinacion), cuando eritrocitos infectados se une con otros eritrocitos no infectados (rosetas) y eritrocitos infectados utilizan plaquetas para adherirse a otros eritrocitos infectados (aglutinación mediada por plaquetas) (9). En adición a la obstrucción mecánica del microflujo vascular, coexiste una reacción inflamatoria importante, presentando niveles altos de citoquinas, interferon γ, factor de necrosis tumoral (TNF), óxido nítrico (NO) y linfotoxinas, los cuales aumenta la interacción entre la superficie vascular, eritrocitos, plaquetas y leucocitos (10). Este efecto, el cual también es a la vez pro y antiinflamatorio puede ser protector o deletéreo en el paciente con malaria y su posterior progresión a enfermedad severa (9). Al iniciarse el proceso inflamatorio local, el TNF y otras moléculas de la superfamilia del TNF como la linfotoxina α(LTα), linfotoxina β (LTβ), provocan un aumento de la expresión de ICAM-1, acentuando la adhesión de los eritrocitos infectados a la superficie endotelial, desencadenando secuestro y obstrucción del microflujo vascular (11). Este lleva a un aumento de la respuesta inflamatoria a nivel local y sistémico, pro- duciéndose apoptosis de las células huésped, activación y daño endotelial, liberando micropartículas de restos celulares que perpetúan la inflamación (13), ocasionando un círculo vicioso de secuestro,estasis circulatorio e inflamación, que lleva a hipoxia, daño tisular y disfunción del órganos. Este mecanismo fisiopatológico se cree que es similar en las diferentes presentaciones de malaria severa aunque la mayoría de los estudios han sido elaborados para compromiso cerebral, donde ocurre una disrupción de la barrera hemato-encefálica, daño endotelial por citocinas y antígeno de malárico, lo cual desencadena activación de la microglia y apoptosis de los astrocitos (14). Este daño produce una disminución de la producción de moléculas neuroprotectoras, generándose un desequilibrio con las sustancias neuroexitatorias, contribuyendo al desarrollo de síntomas neurológicos (Figura 2). Manifestaciones clínicas La malaria es una causa muy común de fiebre en países tropicales, cuyos síntomas primarios son inespecíficos e incluyen malestar general, cefalea, fatiga, dolor abdominal y mialgias. En este estadío el diagnóstico puede ser confundido con cuadros virales de poca trascendencia. Se consideran síntomas clásicos de malaria la fiebre ma- FIGURA 1: Fisiopatología. Los eritrocitos infectados entran al torrente sanguíneo e interactúan con el endotelio vascular a través de receptores y moléculas de adhesión produciendo secuestro. Malaria severa Camargo y González 159 yor a 40°C, escalofríos y temblores que ocurren en intervalos regulares. Al realizar el examen físico se puede encontrar esplenomegalia (especialmente en paciente con antecedentes de infecciones previas (5)), hepatomegalia, ictericia, rash, signos hemorrágicos en piel y mucosas, progresión a cuadros severos que incluyen compromiso multisistémico y peligro para la vida, desencadenado por infecciones por P. Falciparum, entre los cuales se encuentran cambios en el sensorio, anemia severa, acidemia metabólica, lesión renal aguda, edema pulmonar, síndrome de dificultad respiratoria agudo (SDRA), hipoglicemia, choque, coagulación intravascular diseminada, ictericia, debilidad extrema, hiperparasitemia, entre otros. Sahu y colaboradores reportan una serie de 300 pacientes con malaria severa por P. falciparum, en donde 70% de los pacientes tienen fiebre de menos de 7 días de duración, el SOFA de ingreso promedio fue de 10,4, la tasa de compromiso de un solo órgano fue baja, pero la disfunción multiorgánica fue más común. Reportan que la combinación de choque, falla renal aguda, ictericia y compromiso cerebral están asociadas con mayor mortalidad (2). Malaria cerebral La Organización Mundial de la Salud (WHO) propone la definición de malaria cerebral como un síndrome clínico caracterizado por coma, luego de haber excluido otras causas de encefalopatía y por lo menos una hora después de la terminación de una convulsión o de haber corregido hipoglucemia, con evidencia de formas asexuadas de P. Falciparum en el examen microscópico. Sus manifestaciones clínicas más frecuentes comprenden la ausencia de respuesta a estímulos dolorosos, encefalopatía, mirada no conjugada, rigidez extrapiramidal, signos de decorticación o descerebración, incremento de la presión intracraneana, edema cerebral, infartos corticales, trombosis de los senos venosos, hemorragias retinianas y enlentecimiento del electroencefalograma en las regiones temporoparietales. Las convulsiones pueden ser causadas por secuestro de lo eritrocitos infectados o toxinas derivadas del parasito, siendo más frecuentes en los niños. secuestro de parásitos en los glóbulos rojos que se depositan en la vasculatura pulmonar, generando hipoxemia y susceptibilidad para sobreinfecciones bacterianas (31). Estos pacientes tienen una alta incidencia de neumonía, bacteremia e incremento de la incidencia de disfunción múltiple de órganos y muerte. Falla renal En diferentes series clínicas se ha documentado que la incidencia de lesión renal aguda de los pacientes con malaria por P. Falciparum es alrededor del 3% (15, 32), ocurriendo en asocio a ictericia en más del 60% de los casos, la lesión histológica comprende necrosis tubular aguda, nefritis interstiticial y glomerulonefritis, con hallazgos consistentes en edema por depósito de gránulos de hemosiderina y grados variables de necrosis celular. El túbulo contiene cilindros de hemoglobina y el intersticio está edematoso con infiltración celular densa y presencia de eritrocitos infectados. La mortalidad de esta complicación se ha reportado entre el 15% y 45% (38) y los factores de riesgo para que esta se presente dependen de la severidad de la enfermedad el grado de parasitemía, presencia de oliguria, hipotensión, anemia severa y compromiso multiorgánico. Acidosis La acidosis es un importante contribuyente a la mortalidad por malaria severa (33,34), derivado de un proceso patológico por el secuestro de las células rojas que contienen formas maduras de parasito en la microvasculatura de los órganos vitales. Esta alteración tiene un profundo efecto en el metabolismo afectando las estructuras proteicas de los sistemas enzimáticos, produciendo noxas a nivel hemodinámico y metabólico tales como: disminución de la capacidad contráctil del miocardio, vasodilatación periférica refractaria, inhibición de la glicolisis y gluconeogénesis e incremento de la resistencia a la insulina. En el cerebro está asociado a un aumento del lactato neuronal. También puede producirse anemia, hipovolemia y reducción de la deformabilidad de los eritrocitos infectados llevando a una reducción en la entrega de oxigeno en los tejidos (Tabla 1). Síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) Malaria en embarazo El edema pulmonar y el SDRA son manifestaciones de cuadros severos de infección por P. Falciparum que comprende daño parenquimatoso pulmonar producido por Las mujeres embarazadas tienen una mayor susceptibilidad de desarrollar malaria, con un pico de presentación entre la semana 13 y 16, declinando la incidencia al final 160 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 11 Número 2 de la gestación. La edad es un factor de riesgo independiente y se ha demostrado que las adolescentes y adultos jóvenes tienen una mayor parasitemía que personas en edad madura. Así mismo, las comorbilidades asociadas incrementan la prevalencia de la enfermedad y la densidad parasitaria, debido a que la capacidad del sistema inmunológico para limitar la replicación parasitaria está comprometida (24). Las parasitemías en las gestantes pueden ser hasta 10 veces más altas que en las no embarazadas, con predisposición para el desarrollo de trastornos hipertensivos del embarazo, aborto, mortinato, parto prematuro e insuficiencia ponderal fetal (24). La mortalidad materna es de 2 a 10 veces superior que en las no embarazadas (17). La muerte fetal es usual en malaria severa, en donde el 5% de los recién nacidos de madres infectadas presenta malaria congénita, lo cual depende directamente de la densidad parasitaria en la placenta y en el torrente circulatorio materno (5, 24). En las placentas infectadas por P. Falciparum se han encontrado tres alteraciones especificas en su microestructura, la primera, donde eritrocitos infectados que contienen trofozoitos y esquizontes se acumulan en los espacios intervellosos, algunas veces con altas densidades parasitarias; luego de esto ocurre infiltración de monocitos y macrófagos que contiene pigmento malárico (hemozoina), esta ultima también presente en los depósitos de fibrina que se encuentran en las estructuras lacunares por donde circula la sangre materna generando obstrucción al flujo (25, 26). A diferencia de P. Falciparum, el P. Vivax no hace secuestro ni genera cambios estructu- Tabla 1. Manifestaciones clínicas. Sistema SNC Hematológica Hepáticas Renales Cardiovasculares Características clínicas Coma Convulsiones Incremento de la presión intracraneana, edema cerebral Anormalidades en el fondo de ojo (macula blanca, papiledema, hemorragia retiniana) Ataxia, hemiparesia Agitación psicomotora (9) Alteración de la eritropoyesis Hemolisis, anemia severa Supresión de la respuesta de la medula ósea Alteración de la deformabilidad de los glóbulos rojos Destrucción acelerada de los glóbulos rojos por el bazo Trombocitopenia CID (14) Ictericia Lesión del hepatocito Colestasis Hipoglucemia Acidosis láctica Alteración de metabolismo de los fármacos (5) Proteinuria Hiponatremia Hiperpotasemia Nefritis intersticial Necrosis tubular aguda Lesión renal aguda (15) Pulmonares Edema pulmonar SDRA Hipoxia citopática, hipoxia hipóxica, hipoxia anémica, obstrucción microvascular (16) Malaria severa Camargo y González 161 rales a nivel de la placenta. El proceso de secuestro de los eritrocitos infectados en la placenta difiere de otros órganos como el cerebro, en donde una unión cercana de los eritrocitos infectados con la células endoteliales esta mediado por receptores como el CD 36 e ICAM1: en la placenta los eritrocitos infectados se unen preferiblemente al condroitin sulfato A y ácido hialurónico que se encuentra expresados por el sincitiotrofoblasto en los espacios intervellosos (27, 28). Diagnóstico El diagnóstico de la malaria se basa en criterios clínicos que se complementan con la detección del parasito en sangre. La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar el diagnóstico clínico dependiendo del contexto epidemiológico de la zona donde se presente el caso. Si se presenta en una zona donde el riesgo de contraer la enfermedad es bajo, el diagnóstico clínico de malaria no complicada, se puede basar en la posible exposición a malaria y la presencia de fiebre en los últimos tres días sin características de otras enfermedades severas, pero si se presenta en un área con alta probabilidad de malaria, el diagnóstico se puede realizar basado en la presencia de fiebre en las últimas 24 horas y anemia clínicamente demostrable (17). Basados en estos criterios clínicos la sensibilidad diagnóstica es de 20% a 60% comparados con el estudio por microscopia (gota gruesa), que es considerado el patrón de oro y por consiguiente el examen con mayor sensibilidad (18), donde se documentan formas asexuales del parásito en el extendido de sangre periférica. Si el resultado es negativo a pesar de sucesivas pruebas y existe alto grado de sospecha puede usarse tinciones especiales como la tinción de Romanowsky Giemsa, Wright's Field's o Leishman's. Recientemente se han implementado técnicas inmunocromatográficas, las cuales son pruebas rápidas basadas en la detección de antígenos del parasito en la sangre (proteína rica en histidina 2, lactato deshidrogenasa específica del parásito), que tienen una sensibilidad y especificidad de 90% para P. Falciparum (1822), con resultados en 15 minutos sin requerir un entrenamiento avanzado para su uso e interpretación. También existen pruebas más especializadas como la inmunofluorecencia, ELISA y PCR la cuales no son utilizadas de rutina (18). En todo caso, la OMS recomienda que si el diagnóstico parasitológico no está disponible en 2 horas el tratamiento empírico estará indicado siempre que el cuadro clínico cumpla los criterios. 162 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 11 Número 2 El diagnóstico de malaria severa el paciente debe tener una parasitemía asexual por P. Falciparum, no tener otra causa obvia de los síntomas y cumplir con uno o más de los siguientes características clínicas o hallazgos de laboratorios (23). Clínica - Deterioro del estado de conciencia o coma - Postración, definida como debilidad generalizada con incapacidad para la marcha y sentarse sin asistencia. - Intolerancia de la vía oral. - Más de 2 episodios de convulsiones en 24 horas. - Dificultad respiratoria, respiración profunda (respiración acidótica). - Colapso circulatorio definido como presión sistólica < 70 mmHg en adultos o < 50 mmHg en niños. - Ictericia clínica mas evidencia de otra disfunción de órgano. - Sangrado anormal espontáneo. - Edema pulmonar. Hallazgos de laboratorio - Hipoglucemia (glucosa <40 mg/dL) - Acidosis metabólica (bicarbonato plasmático < 15 mmol/L) - Anemia normocítica severa (hemoglobina < 5 G/dL) - Hemoglobinuria - Hiperparasitemia (> 2%/100.000/uL in áreas de baja intensidad de trasmisión o >5%/250.000/uL en aéreas de alta intensidad de transmisión - Hiperlactatemia (lactato > 5 mmol/L) - Daño renal (creatinina sérica > 265 mmol/L) Tratamiento La malaria complicada por P. Falciparum tiene una mortalidad hasta del 20% a pesar del óptimo tratamiento médico, sin el cual la tasa de fallecimientos se acerca al 100% (4), por lo tanto es de vital importancia el reconocimiento temprano de los casos, el inicio pertinente del tratamiento antimalárico y remitir al paciente al nivel de complejidad adecuado. Al realizar la valoración inicial de estos pacientes, hay que tener en cuenta que las embarazadas, niños menores de 5 años y pacientes con compromiso multisistémico deben ser llevados a la unidad de cuidados intensivos para un monitoreo estricto de su estado hemodinámico, metabólico, neurológico, función renal y mecánica ventilatoria, que en algunas ocasiones debe ser invasivo de acuerdo al criterio médico, cuya finalidad es proveer el soporte necesario para limitar la progresión a la disfunción múltiple de órganos y la muerte. El inicio del tratamiento para malaria se basa en criterios clínicos y parasitológicos como se mencionó anteriormente, prestando especial atención al reconocimiento temprano de las complicaciones. Varios estudios clínicos se han realizado con el fin de comparar el esquema de tratamiento con artesunato vs quinina en paciente con malaria complicada, encontrándose evidencia clara que el régimen con artesunato presenta una reducción del riesgo de muerte, asociado a menor riesgo de hipoglucemia, aunque sin diferencias en el resulto neurológico final de estos paciente (17, 36, 37). Basados en estos hallazgos la OMS y el Ministerio de la Protección Social recomiendan el artesunato como primera línea de tratamiento para la malaria severa. La artemisinina, es un derivado endoperóxido obtenido de la planta artemisia annua, que fue descubierta en China y extraída por científicos en 1972. El modelo actual de acción de la artemisinina es explicado por una catálisis de la separación de los puentes de endoperóxido del hemo dentro del parásito, produciendo radicales libres y disfunción de ATPasas calcio dependiente que llevan a la muerte del parásito. Se encuentran disponibles varios derivados semisintéticos de la artemisinina como la dihidroartemisina, artemeter, artemotil y artesunato. Los derivados de la artemisinina son excelentes antimalaricos con una acción de 10 a 100 veces más potente que los otros antimaláricos y con resistencias muy bajas en todo el planeta (35). La segunda línea de tratamiento para malaria complicada en Colombia es el diclorohidrato de quinina, que es una quinolina utilizada en medicina hace más de 350 años, derivado de la quina o cinchona, compuesto extraído de Tabla 2. Primera línea de tratamiento para malaria severa. Dosis adultos Efectos adversos Artesunato IV Ampolla por 60 mg de ácido artesunico + ampolla de 5% de bicarbonato de sodio 2,4 mg/Kg IV al ingreso, repetir a las 12 y 24 horas, continuar una vez al día hasta que tolere la vía oral o complete 7 días Náuseas, émesis, anorexia y vértigo son los síntomas más frecuentes y de baja intensidad. Raramente neutropenia, hemolisis y aumento de enzimas hepáticas. No hay estudios que prueben compromiso del SNC a dosis estándar vía oral o intravenosa Artesunato VO Tabletas 50 y 200 mg 2,4 mg/Kg día hasta completar 7 días Doxicilina VO Tabletas por 100 mg Administrar con artesunato 3 mg/K una vez al día hasta completar 7 días Irritación gastrointestinal, úlcera esofágica, necrosis grasa aguda del hígado, alteraciones óseas y dentales en niños. Clindamicina VO Tabletas por 300 mg Alternativa a la doxiciclina 15-20 mg/Kg día, repartidos en 3 dosis por 7 días Colitis pseudomembranosa Alteración de función hepática Náusea anorexia y vómito Artemeter - lumefantrine Tabletas 20-120 mg Alternativa al artesunato + doxiciclina. 4 tabletas cada 12 horas hasta completar 6 dosis Náusea, malestar abdominal, dolor de cabeza y vértigo leve. Prolongación no significativa del QT. Mejora absorción después de consumir alimentos grasos. Medicamento y presentación Malaria severa Camargo y González 163 Tabla 3. Segunda línea de tratamiento para malaria severa. Medicamento y presentación Dosis adultos Efectos adversos Dosis inicial de 20 Mg/Kg diluido en dextrosa o solución salina para pasar en 4 hrs, luego continuar a 10 mg/Kg cada 8 horas por 7 días, pasar a quinina oral cuando el paciente tolere la vía oral Quinina diclorohidrato Ampollas de 600 mg/2 cc Cinconismo (tinnitus, cefalea, alteración de la audición, dolor abdominal, émesis y diarrea) Reacciones de hipersensibilidad. Prolongación del QT, Arritmias cardiacas y angina. Anemia y trombocitopenia autoinmune Hipoglicemia Toxicidad óptica Cardiotoxicidad Quinina tabletas Cápsula x 200,300 ,600 mg 10 mg/Kg cada 8 horas hasta completar 7 días Clindamicina Tabletas x 300 mg 15-20 mg/Kg día, repartidos en 3 dosis por 7 días Ver tabla 2 Tabla 4. Esquema de tratamiento de malaria severa en la embarazada. Primer trimestre Quinina + clindamicina Dosis 10 mg/Kg/ dosis de quinina cada 8 horas + 10 mg/Kg dosis cada 12 horas vía oral de clindamicina Segundo trimestre Artesunato IV + clindamicina Artemeter - lumefantrine Dosis 2,4 mg/Kg IV al ingreso, repetir a las 12 y 24 horas, continuar una vez al día hasta que tolere la vía oral o completar 7 días + 10 mg/Kg dosis cada 12 horas vía oral de clindamicina Iniciar cuando el paciente tolere la vía oral, 4 tabletas cada 12 horas hasta completar 6 dosis la corteza del mismo árbol, éste actúa fundamentalmente contra las formas eritrocitarias asexuales, concentrándose en las vacuolas alimentarias del parásito, donde provoca interferencia del metabolismo del hemo, el cual no es inactivado generando daño oxidativo en la membrana del parasito, activa proteasas digestiva en el Plasmodium y finalmente lleva a la eliminación del agente causal. EL tratamiento debe completar siete días, de acuerdo a la evolución del paciente considerar el switch a terapia oral, momento en el cual se debe prescribirse doxiciclina (excluir embarazadas y niños menores de 8 años) o clindamicina por el mismo tiempo de duración (Tablas 2, 3 y 4). 164 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 11 Número 2 En el embarazo es preferible el uso de artesunato sobre la quinina durante el segundo y tercer trimestre debido a la alta incidencia de hipoglucemia que se presenta con el uso de la quinina, mientras en el primer trimestre el riesgo de hipoglucemia es menor, por lo tanto, la quinina es la primera elección (4). Conflicto de intereses Los autores no reportan conflictos de intereses. Referencias 1. Krishnan A, Karnad D. Severe falciparum malaria: An important cause of multiple organ failure in Indian intensive care unit patients. Crit Care Med 2003;31(9): 2278-84. 2. Sahu S, Mohanty N K, Rath J, Patnaik S B. 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