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La actualidad del proyecto husserliano: «filosofía, ciencia rigurosa»
Camilo David Cárdenas Barreto
Licenciatura en Filosofía
Universidad Pedagógica Nacional
Bogotá D.C.
«4.1 Una proposición representa la existencia y no
existencia de los hechos atómicos.
4.11 La totalidad de las proposiciones verdaderas es
la ciencia natural total (o la totalidad de las ciencias
naturales).
4.111 La filosofía no es una de las ciencias
naturales. (La palabra «filosofía» debe significar
algo que esté sobre o bajo, pero no junto a las
ciencias naturales.)»
Ludwig Wittgenstein1
«(...) nuestra crítica trató de precisar que el hecho de
reconocer que el naturalismo es una filosofía
errónea por principio, no significa que se haya
sacrificado la idea de una filosofía estrictamente
científica».
Edmund Husserl2
La intención de este escrito es caracterizar el proyecto de «filosofía, ciencia rigurosa» de Husserl y
su posible incidencia en la actualidad. En primera intención se definirá qué se puede entender por
naturalismo, psicología, ciencia y filosofía en Edmund Husserl, ayudados por un escrito del
fenomenólogo colombiano Germán Vargas Guillén3. Luego, con los anteriores conceptos, se
explorará críticamente el proyecto de una ciencia (o filosofía) no naturalista teniendo en cuenta las
objeciones que el mismo Husserl realizó al naturalismo. Finalmente, se tratará de insinuar la
incidencia de la filosofía husserliana en la actualidad según un lúcido texto de la filósofa Lucy
Carrillo Castillo4, ya en el contexto de debate de la filosofía de la mente.
1. El naturalismo psicológico o psicofísico como filosofía
El artículo de Husserl Filosofía, ciencia estricta, entre otras cosas, es una crítica a cierto tipo de
naturalismo. Él define naturalismo en los siguientes términos: «El naturalismo es una consecuencia
del descubrimiento de la naturaleza considerada como unidad del ser espacio-temporal conforme a
leyes naturales exactas».5 Concretamente, el naturalismo al que se refiere es un naturalismo físico,
1 Wittgenstein, Ludwig. Tractatus logico-philosophicus, p. 56. Edición digitalizada en: http://www.philosophia.cl /
Escuela de Filosofía Universidad ARCIS, Santiago de Chile. Consultado: 24 de septiembre de 2.011.
2 Husserl, Edmund (1). La Filosofía como Ciencia Estricta (1911), Buenos Aires, Ed Nova, 4º ed., s/f, pp. 49-85,
traducción: Elsa Tabernig. En: http.//www.4shared.com Consultado: 22 de septiembre de 2.011.
Pp. 1-24 en la versión digitalizada que se citará de aquí en adelante.
3 Vargas Guillén, Germán. La fenomenología y el ideal de ciencia -en el centenario del artículo: la filosofía, ciencia
rigurosa-. En: Ausencia y presencia de Dios: 10 estudios fenomenológicos. Editorial San Pablo, Bogotá, 2.011.
4 Carrillo Castillo, Lucy. El punto cero de toda orientación. Husserl y el problema mente-cuerpo. Acta
fenomenológica latinoamericana. Volumen III (Actas del IV Coloquio Latinoamericano de Fenomenología)
Círculo Latinoamericano de Fenomenología Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú; Morelia (México),
2.009, pp. 499-510. En: http://www.clafen.org/AFL/V3/499-510_Carrillo.pdf Consultado: 25 de septiembre de
2.011.
5 Husserl (1), op. cit., p. 1.
1
una forma de concebir la realidad como naturaleza física6 ceñida a un método experimental7. En el
contexto en donde Husserl realiza su artículo, tal filosofía ha dominado en el ámbito de las ciencias.
Tal consecuencia de la nueva visión de realidad propuesta por las ciencias modernas (la física
newtoniana y maxwelliana en general), se ha querido hacer extensible, no sólo al mero ámbito
físico, sino al psicológico o psíquico. Los fenómenos psíquicos, según esta nueva forma de
naturalismo en psicología, pueden ser estudiados como si de movimiento de partículas, de ondas
electromagnéticas, de objetos naturales se tratara; en fin, como objetos psicofísicos. La psicología
quiere entrar al camino seguro de la ciencia experimental, imitando sus pretensiones y su método:
(...) la tarea de la psicología es estudiar científicamente lo psíquico en el complejo psicofísico de la
naturaleza en que se da, determinarlo de un modo objetivamente válido y descubrir las leyes según las que
se forma y se transforma, aparece y desaparece. Toda determinación psicológica es eo ipso psicofísica, es
decir, en el sentido más alto de la palabra (al que nos atenemos de ahora en adelante), ella tiene siempre
un sentido físico que jamás abandona.8
El traspaso del método experimental a la psicología es lo que ha inaugurado la psicología
experimental, contra la que tan vehementemente Husserl discute:
En lo que se refiere al conocimiento de lo psíquico, de la esfera de la conciencia, poseemos, es verdad, la
psicología 'experimental exacta', que se considera a sí misma como equivalente en pleno derecho a la
ciencia exacta de la naturaleza, y no obstante, aun cuando no lo advierta, en lo característico todavía se
encuentra en la misma fase que la ciencia natural antes de Galileo.9
Se desea en la psicología experimental, pues, la naturalización de la conciencia.10 Esta
característica, esta forma de proceder en el estudio de la conciencia, es lo que le impide, según
Husserl, ser, en definitiva, una filosofía correcta, estar más cerca de ella 11. En conclusión, el
naturalismo psicofísico no puede convertir a la filosofía en científica.
2. Críticas de Husserl al naturalismo psicofísico
Las críticas de Husserl al naturalismo psicofísico son de caracter metodológico, lo cual responde a
una profunda convicción ontológica sobre lo psíquico. El que las críticas sean de caracter
metodológico indica que el método experimental usado por esta psicología es, cuando menos,
inadecuado. Por otra parte, el que estas críticas respondan a una profunda convicción ontológica
sobre lo psíquico quiere indicar que los objetos estudiados por la física no son los mismos que
estudia la psicología. El método debe cambiar cuando la «naturaleza» misma de las cosas
estudiadas posee características diferentes. Centremos la atención, por ejemplo, en esta
observación:
¿Cómo se le pudo escapar [a la psicología] que si quiere lograr un conocimiento verdaderamente
psicológico, los supuestos del método experimental no pueden fundarse por sí mismos y que su
procedimiento se diferencia fundamentalmente del de la física, en la medida en que la física elimina
justamente por principio lo fenoménico para buscar la naturaleza que se presenta en ella, mientras que la
psicología pretende ser, no obstante, ciencia de los fenómenos mismos?12
Si la psicología pretende ser ciencia de fenómenos psíquicos, no puede utilizar precisamente un
6
7
8
9
10
11
12
Ibíd.
Ibíd., p. 13.
Ibíd., p. 4.
Ibíd., p. 12.
Ibíd., p. 1.
Ibíd., p. 7.
Ibíd., p. 12.
2
método que los elimina en cuanto tales. Pensemos en el concepto de fuerza gravedad. Aunque en la
actualidad la mecánica cuántica sienta la discusión sobre su naturaleza como partícula y desde
Einstein se asuma que la gravedad es el resultado de una curvatura espacio-temporal, basta decir
que en ninguno de los dos casos se percibe esta gravedad meramente como fenómeno, es decir,
como algo que aparece a la conciencia, su sustrato psíquico. Se piensa, por el contrario, que la
fuerza de la gravedad es real: que el lenguaje matemático es capaz de describir (de una u otra
forma) una fuerza atractiva de los cuerpos con masa que acaece allá, afuera de la conciencia. Para
la física no es el fenómeno psíquico detrás de la gravedad lo fundamentalmente importante. ¿Pero
qué sucede cuando el objeto de estudio no es la fuerza de gravedad sino los fenómenos psíquicos
mismos (que incluso son los responsables de la cognoscibilidad de esa fuerza)?
Hay una confusión, entonces, implícita en el método experimental: «Todo lo que en el sentido más
amplio de la psicología llamamos fenómeno psíquico es, considerado en sí mismo, precisamente
fenómeno y no naturaleza»13. ¿Pero por qué no se puede hablar de naturaleza (física) para referirse a
los fenómenos psíquicos? ¿Por qué por medio del naturalismo, definido en la primera parte, no
pueden ser estudiados los fenómenos psíquicos? Husserl a estas cuestiones responde diciendo:
Sólo el mundo espacio-temporal de los cuerpos es naturaleza en el sentido estricto de la palabra. Toda otra
existencia individual, lo psíquico, es una naturaleza en un segundo sentido, lo cual determina diferencias
fundamentales entre el método de las ciencias de la naturaleza y el método psicológico.14
De aquí se colige que los fenómenos psíquicos no son de una naturaleza que se pueda considerar
espacio-temporalmente. No son, estrictamente hablando, físicos:
(...) un fenómeno no es una unidad 'sustancial', no tiene ninguna 'propiedad real', no sabe de partes reales,
de alteración real ni de causalidad, todos estos términos entendidos en el sentido de la ciencia de la
naturaleza. Atribuir una naturaleza a los fenómenos, investigar sus componentes reales, sus nexos
causales es un puro absurdo, como si se inquiriera sobre las propiedades causales, los nexos, etc., de los
números. Es el absurdo de naturalizar algo cuya esencia excluye el ser como naturaleza. 15
Los fenómenos no se causan; para Husserl, más bien fluyen16. No poseen partes que puedan
caracterizarse objetivamente: no hay componentes reales. La naturalización de la conciencia
conlleva a un absurdo puesto que: «La experiencia no puede decirnos qué 'es' el ser psíquico, en el
mismo sentido válido para lo físico».17 La analogía con la matemática (los números),
independientemente de si es válida o verdadera, es muy ilustrativa en ese horizonte. Es un error
categórico afirmar que los axiomas (pensemos en los axiomas de Peano) causan teoremas. Más
bien, los teoremas se infieren, se deducen, pero no existe en ellos un vínculo causal que los ligue a
los axiomas; hay es un vínculo lógico. Los objetos de la matemática y de la física, por obvias luces,
son diferentes. Este problema, el reconocer naturalezas distintas, constituye el rechinar de dientes
de cualquier reduccionismo.
3. Ciencia y filosofía en Husserl
No es pues la filosofía naturalista la «forma» correcta de estudiar los fenómenos psíquicos. No
obstante, esta filosofía, de la cual deriva la psicología experimental, posee una gran energía, un gran
ánimo pretencioso que Husserl destaca:
13
14
15
16
17
Ibíd., p. 15.
Ibíd., pp. 13-14.
Ibíd., p. 15.
Ibíd.
Ibíd.
3
El mérito del poder del naturalismo en nuestro tiempo consiste justamente en la energía con que trata de
realizar, tanto en la teoría como en la práctica, el principio del rigor científico en toda la esfera de la
naturaleza y del espíritu; en la energía con que aspira a resolver científicamente a su juicio, los problemas
filosóficos del ser y del valor con la 'exactitud propia de las ciencias naturales'. Acaso en toda la vida
contemporánea no haya una idea más poderosa y cuyo avance sea más irresistible que la de la ciencia.
Nada podrá trabar su marcha triunfal.18
Parece ser que Husserl quiere retomar este ánimo; aunque la filosofía naturalista esté tan lejos de
ser una auténtica filosofía científica. El supuesto fracaso del naturalismo psicofísico no permite
colegir que, luego, todo intento de fundamentar científicamente a la filosofía es una utopía, una
quimera. Es menester hacer hincapié entonces en que para él filosofía y ciencia (según parece
entenderlas) en realidad son una misma cosa, al menos en tanto la primera pretenda la otra, tal
como lo señala Germán Vargas Guillén, con nota a Husserl, cuando dice que «Acaso desde Platón,
y pese algunos olvidos en el Medioevo, así como a través del paso por el Renacimiento y por la
Modernidad, la filosofía siempre ha pretendido ser ciencia».19
Es célebre la frase de Kant: «no se puede aprender filosofía, sólo a filosofar». Es un pensamiento
que, conciente o inconcientemente, es desarrollado por Wittgenstein en su Tractatus cuando escribe:
4.112 El objeto de la filosofía es la aclaración lógica del pensamiento. Filosofía no es una teoría, sino una
actividad. Una obra filosófica consiste esencialmente en elucidaciones. El resultado de la filosofía no son
«proposiciones filosóficas», sino el esclarecerse de las proposiciones. La filosofía debe esclarecer y
delimitar con precisión los pensamientos que de otro modo serían, por así decirlo, opacos y confusos.20
No existen, según esta perspectiva, las proposiciones filosóficas pues sólo hay proposiciones en la
ciencia. No hay filosofía sino filosofar. No habría un sustantivo cuyo contenido pueda ser enseñado,
hay un verbo que en cuanto acción remite únicamente a una actividad del pensamiento, en este caso,
a la aclaración lógica del mismo. Contra el sentido de estos pensamientos Husserl reflexiona
acertadamente refiriéndose a Kant:
(...) Le gustaba decir (...) que no se puede aprender filosofía, sino sólo a filosofar. ¿Qué otro significado
tiene esta frase más que la confesión de que la filosofía no es ciencia? A donde llega la ciencia, la ciencia
real, llega la posibilidad de enseñar y aprender en todas partes en el mismo sentido (...) el aprendizaje
científico (...) siempre estriba en la actividad propia, en el íntimo producir, según fundamentos y secuelas,
las evidencias racionales que obtuvieron los espíritus creativos.21
Así pues, ya sea que se caracterice a la filosofía como actividad de aclaración lógica del
pensamiento o de reflexión (es decir: una forma de entender críticamente los lenguajes), proferir
filosofía es filosofar, sólo se enseña a filosofar, implica la renuncia a su ideal y pretención antigua
por ser ciencia. Pero como ya vimos, para Husserl, no es esta ciencia filosofía naturalista. Podría
resumirse que ciencia quiere decir para él los «fundamentos que valen para uno y valen para
todos».22
¿Cómo cree Husserl que se alcanzan tales fundamentos? Sin duda, proponiendo la incursión de un
nuevo método (fenomenológico) en la psicología y evitando las nociones de lo psíquico que puedan
18 Ibíd., pp. 2-3.
19 Vargas Guillén, op. cit., p. 158.
20 Wittgenstein, op. cit., p. 56-57.
21 Husserl, Edmund (2). La filosofía, ciencia rigurosa. Presentación y traducción de Miguel García-Baró. Encuentro,
Madrid, 2.009, pp. 7-8. Citado por: Vargas Guillén, Germán. La fenomenología y el ideal de ciencia -en el
centenario del artículo: la filosofía, ciencia rigurosa-. En: Ausencia y presencia de Dios: 10 estudios
fenomenológicos. Editorial San Pablo, Bogotá, 2.011.
22 Vargas Guillén, op. cit., p. 159.
4
emerger del naturalismo psicofísico: «Lo psíquico no se experimenta como aparente; es vivencia y
vivencia contemplada en la reflexión; aparece como individualidad por sí mismo, en un fluir
absoluto, ora como siendo, ora como 'dejando de ser', volviendo a caer continuamente de modo
visible en un haber sido»;23 «el método ha de ser el apriórico en cuanto se orienta al conocimiento
de esencias y en cuanto tiende, por eso mismo, a ser una teoría científica de la razón».24
Se asume que los fenómenos poseen una esencia y que ésta puede ser conocida:
(...) si los fenómenos no son naturaleza, tienen sin embargo una esencia captable, y adecuadamente
captable, en la contemplación inmediata. Todos los enunciados que describen los fenómenos por medio de
conceptos directos, lo hacen, cuando son válidos, mediante conceptos de esencia, o sea, por medio de
significaciones conceptuales de palabras que pueden hacerse efectivas en la intuición de esencia. 25
Lo psíquico no es naturaleza física. Necesita un método (apriórico) que capte su esencia y no su
existencia26. En este sentido de fundamentación de lo inmanente, de lo esencial, es que la filosofía
puede ser una ciencia rigurosa. Éste es un proyecto que Husserl no ha acabado. Es, desde luego, una
propuesta de investigación pues «la ciencia rigurosa es lo que más necesita nuestro tiempo». 27 Aquí
es donde se ve una vez más la indistinción de los vocablos ciencia y filosofía. Ambos son proyectos
por hacerse. Ambos se pretenden el uno al otro: «(...) la filosofía es, por su esencia, la ciencia de los
verdaderos comienzos, de los orígenes (...). La ciencia de lo radical tiene que ser también radical en
su procedimiento, y tiene que serlo en todos los sentidos».28
Así pues, la psicología moderna se equivoca, pues su «error fundamental (...), que le impide ser
psicología en el sentido verdadero y plenamente científico de la palabra, es no haber reconocido y
desarrollado este método fenomenológico»;29 en suma, no haber cumplido las exigencias del
proyecto husserliano.
4. El «descubrimiento» del proyecto Filosofía, ciencia rigurosa y su incursión en la actualidad
Aunque el vocablo descubrimiento resulte un tanto arrogante para caracterizar la idea husserliana de
lo psíquico como algo de una naturaleza distinta a lo físico, se esbozaron grosso modo razones para
suponer, en principio, que esto podría ser así. Y es que en la actualidad la discusión en filosofía de
la mente estriba en la reducción de procesos mentales a procesos cerebrales, los cuales (los últimos)
justamente se adecúan a la descripción de naturalismo dada por Husserl. No es anacrónico
considerar, aunque este filósofo no haya conocido los actuales avances en neurofisiología, que su
pensamiento pueda ocupar un lugar relevante en el debate actual, pues así mismo, tales avances aún
no refutan la idea del mundo psíquico como una naturaleza esencialmente distinta a la cual se deba
encarar con un método no experimental (contrario al método que considera lo psíquico como mera
cosa30). No necesariamente es este intento menos científico en relación a su búsqueda de
objetividad y verdad. Sólo, pues, analiza un campo de objetos a la cual la ciencia experimental no
puede llegar. Esto no implica que ambos discursos sean excluyentes entre sí: sólo estudiarían
diferentes cosas o naturalezas (si se me permite la expresión) con métodos y lenguajes distintos.
23
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28
29
30
Husserl (1), op cit., p. 15.
Vargas Guillén, op. cit.,p. 160.
Husserl (1), op. cit., p. 17.
Ibíd., p. 20.
Husserl (2), op. cit. p. 84.
Ibíd., p. 85.
Husserl (1), op. cit., p. 21.
Carrillo Castillo, op. cit., p. 502.
5
En esta perspectiva es de resaltar el trabajo de la filósofa Lucy Carrillo que intenta actualizar las
ideas de Husserl en el contexto del actual debate sobre las relaciones mente-cuerpo, cuya lectura de
su artículo es muy aconsejable. Quizá, la pretención de una filosofía absolutamente científica y
rigurosa se quede en pretención; quizá este proyecto es demasiado ambicioso y jamás logre cumplir
su cometido, aun cuando se realice (o se haya realizado) una psicología bajo el método
fenomenológico; quizá no puede dejarse de acusar a Husserl de cierta circularidad y ambigüedad en
los títulos ciencia y filosofía; pero es probable que a raíz del prejuicio analítico generado por
concebir a Husserl dentro de la filosofía continental, su trabajo haya sido soterrado. Lo cierto es que
sus ideas aún tienen mucho qué decir.
6