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Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I URANIA UNGO: FILOSOFÍA PARA CAMBIAR LA VIDA Valmore Muñoz Arteaga Universidad Católica Cecilio Acosta Freud al verse impedido de poder descifrar a la mujer acabó admitiendo que ésta se le terminaba transformando en una especie de continente oscuro. Leyendo unos cuentos del escritor español Enrique Vila-Matas me topé con una historia llamada Epílogo en la cual explicaba su experiencia con aquello que había dentro de la oscuridad. Escribía: “Entramos en un túnel y la oscuridad me pareció sedante y también inquietante. La oscuridad, a medida que yo miraba dentro de ella, iba dejando de ser negra para convertirse en un extraño azul plateado que acabó siendo el umbral de visiones secretas”. Estas líneas me llevan a reflexionar en torno a esas visiones secretas que terminaron por oscurecer aún más a la mujer. ¿Qué emergía del laberinto oscuro que suponía le feminidad? Precisamente, visiones que respondían más a los intereses ―¿miedos?― de los organizadores de procesos históricos, o como los señaló Victoria Ocampo: testigos de la mujer; es decir, los hombres. Testigos, como Freud, “cuyas declaraciones son tendenciosas”. La mujer ha sido una creación masculina. Su historia fue contada desde los hombres y para los hombres. Se les desvinculó de su propio proceso histórico. Razón por la cual Fornet-Betancourt concluye que nuestra perspectiva no es la de hablar de la mujer ni por la mujer; pero sí la de ver cómo se ha hablado masculinamente de ella para hacer que el monólogo masculino se escuche a sí mismo y ello como un primer paso de interrupción discursiva en vistas a su enmienda. Por ello la apuesta es que sea la mujer quien cuente su propia historia desde su propio espacio epistemológico entrenado en consonancia con lo expuesta por Ivone 18 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I Guebara quien en Intuiciones Ecofemisnitas acude a la imperiosa necesidad de convocar a la mujer para hacer un giro epistemológico desde la mujer. Idea que concuerda con los postulados de Arturo Roig y su reorganización de las ideas, y Fornet-Betancourt quien, por su parte, plantea la necesidad fundamental de desfilosofar la filosofía. En otras palabras, refundar la filosofía dejando a un lado cualquier posibilidad de basar esta refundación en un ánimo de compensaciones. Por ello, insiste Fornet-Betancourt, en tratar de que las mujeres funden filosofía a su manera, desde sus propias memorias, y que desde la forma de filosofar que vayan articulando, se relacionen con otras filosofías. Este ensayo busca resaltar la obra Urania Ungo, quien ha emprendido la aventura de articular una filosofía de la mujer desde la mujer y para la mujer que, a su vez, permita ver al hombre en su exacta dimensión humana. Filósofa y feminista panameña. Licenciada y Profesora de Filosofía de Historia de la Universidad de Panamá. Máster en Filosofía Latinoamericana por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Catedrática Titular del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá. Vicepresidenta de la Asociación Iberoamericana de Filosofía y Política. Consultora del IIDH, AECI, UNFPPA, OEI entre otros. Directora y fundadora de la Dirección Nacional de la Mujer Activista e Investigadora del Movimiento de Mujeres de Panamá y Centroamérica. Autora de numerosos artículos y conferencias sobre la condición de las mujeres, la participación política y el feminismo. Entre sus publicaciones se encuentran: “Para cambiar la vida: política y pensamiento del feminismo en América Latina”. “Conocimiento, libertad y poder: claves críticas en la teoría feminista”. “Participación Política de las Mujeres en América Latina”. “Femicidio en Panamá 2000- 2006”, “Género, institucionalidad y cambio cultural en Panamá”. Ungo parte de un planteamiento trabajado profundamente por los pensadores de la liberación que se centra en hacer los planteamientos filosóficos desde la practicidad de la vida. Una filosofía práctica que 19 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I contribuya a repensarse como mujer desde la cotidianidad. El feminismo de Ungo se adhirió al compromiso político por reorganizar los saberes. Esta vinculación entre la teoría y la praxis será el centro neural-gico de su canon filosófico. Desde esta óptica, Ungo se hacía copartícipe de los trabajos que, desde la filosofía práctica, venían haciendo Dussel, Roig, Fornet-Betancourt y el venezolano Álvaro Márquez-Fernández. La filosofía vista desde el uso ético de la razón práctica. La filosofía vista como un inquebrantable compromiso con el otro, tal y como lo prefiguró el pensamiento sartreano. Una de las obras que podemos resaltar como señeras en cuanto a su aporte al debate sobre el rol histórico y social de la mujer es Para cambiar la vida: política y pensamiento del feminismo en América Latina de 2000. En este estudio podemos respirar un aire muy propio del pensamiento latinoamericano y que, de alguna manera, la sincroniza con la idea de Rossana Rossanda que es ver al feminismo como un agente productor de utopías. Por supuesto, no hablamos de utopía en función de aquello que es inalcanzable. Nos referimos a utopía en el sentido de establecer un norte al cual se puede acceder con empeño y voluntad, tal y como lo han venido demostrando las luchas por las reivindicaciones de la mujer. No podía ser de otra manera y así lo entiende Urania Ungo cuando afirma que: Sólo hay que preguntarse de modo honesto, con absoluta honestidad, si todo lo hoy logrado, todo aquello, que aunque sea mínimo podemos poner en nuestras carteras de logros, podría haber sido obtenido de otro modo 1. Una utopía que fue cristalizando en el devenir político y social justamente por apuntar hacia una reconstrucción de la mujer desde la praxis política, pero que, en modo alguno, descuidó el desarrollo de un marco teórico que contribuyera a la consolidación de una filosofía feminista pues aunque realmente no sabíamos de modo consciente a lo que Ungo, U (2009) Estudios de la Mujer en América Latina: una aproximación a los desafíos en el Siglo XXI. Conferencia Magistral X Aniversario del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer /CIEM Universidad de Costa Rica/UCR. 17 de agosto de 2009. 1 20 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I nos exponíamos cuando iniciamos las andaduras por las que hemos transitado el feminismo, ello es nuestra razón y voluntad, pues de diversos modos se nos había advertido de la dureza y filosa tortuosidad de ese camino 2. En esa praxis se devela el sujeto. Se edifica una conciencia clara del ser o, como lo señalaría Roig: se construye el a priori antropológico. Una conciencia que consiste en los mecanismos que dieron forma al sujeto respecto de sí, mediante aquellos hechos, acciones u obras y por tanto de un sujeto que, a su vez, se capta a sí mismo como tal 3. Una conciencia que guarde una profunda comprensión de la temporalidad humana. Una conciencia que afirme su sujetividad en la justificación de una presencia concreta sobre el mundo mediante, por ejemplo, los mitos de origen que guardan casi sin excepción historicidad e historiografía. Razón por la cual, el punto de partida ―según Ungo― para hablar con propiedad de un movimiento feminista en América Latina es a partir del momento en el cual comienza a hacerse latente una conciencia definida de las determinaciones que han condicionado su desarrollo y que se evidenciaron desde 1981 cuando el Primer Encuentro Feminista en Colombia decidió proclamar el aniversario de muerte de las Mirabal como 'día de no violencia contra las mujeres', construir un movimiento feminista latinoamericano y hacer política con las mujeres de los sectores más oprimidos del continente 4 . Ahora bien, la base sobre la cual van a sustentarse esa teoría y esa praxis es la de considerar al feminismo como un movimiento a favor de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. Algunos de los derechos de igualdad que se reivindican son el control de la propiedad privada y los recursos financieros, la igualdad de oportunidades en la educación y el trabajo, el acceso a la toma de decisiones y la libertad Ídem Roig, A (1981) Teoría y crítica del pensamiento latinoamericano. Fondo de Cultura Económica. México 4 Ungo, U (2000) Para cambiar la vida: política y pensamiento del feminismo en América Latina. Instituto de la Mujer. Universidad de Panamá 2 3 21 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I sexual, entre otros 5. Ungo cuando piensa en la mujer también lo hace en el hombre y lo hace en función de una igualdad política que debe privar en la norma social. Una igualdad que se sustenta en el hecho real y concreto de que ambos sujetos son capaces de pensar por sí mismos sin otro intermediario que la propia correspondencia de sus condiciones. En Para cambiar la Vida, Ungo entiende que las ideas que se relacionan con una filosofía feminista forman parte de la lucha política feminista por la emancipación de la mujer 6. De la misma manera como concluyeron los filósofos de la liberación, la pertinencia de una filosofía latinoamericana tiene como punto de partida el ejercicio racional de la política. Un ejercicio racional que permitiera la construcción de un sistema ideológico autónomo que abriera los espacios para una nueva interpretación del ser americano. De la misma manera y en la misma sintonía se encuentra el planteamiento de Urania Ungo, pero desde la mujer. Esta relación entre filosofía y ejercicio político, digamos de una vez, esta filosofía práctica permite un balance que rompe con la tradición del monólogo masculino, ya que consiente que la mujer se vea desde dentro con toda la carga y pasión que implica el feminismo 7. Y no puede ser de otro modo, ya que, el acontecer político latinoamericano fue marcando la pauta a la búsqueda natural de la emancipación de la mujer. El centro del debate era la lucha por la independencia de los pueblos americanos y en esa lucha se adhirieron mujeres que emprendieron la batalla por una doble independencia. Afirma Ungo: Durante todo el Siglo XX la movilización de las mujeres latinoamericanas es un fenómeno visible. En la subregión, como en toda América Latina, el feminismo se extiende en condiciones sociales y políticas adversas, para decirlo tersamente. El feminismo latino caribeño, Ídem. Fornet-Betancourt, R (2009) Mujer y filosofía en el pensamiento iberoamericano. Momentos de una relación difícil. Editorial Antrophos. Barcelona, España. 7 Ungo, U (2000) Ob. Cit. 5 6 22 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I nacido en un contexto en el cual se hacía inconcebible su surgimiento, en el marco de condiciones que se pensaban imposibles -dictaduras, ascensos de las crisis institucionales y políticas, guerras insurreccionales y crisis económicas casi permanentes-, un movimiento continental que modeló también a la subregión centroamericana 8. A pesar de los muchos obstáculos, sin embargo, en las tres últimas décadas del Siglo XX, el feminismo no hizo más que crecer, desarrollarse, expandirse. Para citar solo algunas evidencias: no sólo hay hoy una cierta legitimidad en los espacios políticos desde las “cuotas electorales” hasta las coaliciones femeninas ínter partidarias para lograr diversas leyes-, sino también espacios académicos en las universidades de la mayoría de los países, así como existe una viva discusión intelectual sobre los supuestos y paradigmas de la Ciencia, de las visiones y la representación del mundo y de las mujeres en el arte y la literatura 9. A partir de esta idea, más que idea, hecho histórico comprobable, Ungo replantea una definición de feminismo y lo hace en los siguientes términos: es la política no alienada de las mujeres y por ello pervive en medio de crisis periódicas, de antiguos nudos y nuevas vicisitudes de viejas y nuevas tensiones y entre paradojas permanentes e irresolubles 10. Ahora bien, cuando señala el feminismo como política no alienada tenemos claro que es justamente aquí donde va a prevalecer aquello que Fornet-Betancourt definirá como desfilosofar la filosofía, aquello que afirma Ivone Guebara como crear una nueva epistemología y aquello que Arturo Roig apunta como reorganización de los saberes, que no es otra cosa que una deconstrucción del patriarcalismo con la finalidad de transformar la vida en vista de la profunda necesidad de la mujer hacer algo que fulmine la perplejidad y la confusión de las primeras gestas feministas que, a su vez, permitan consolidar las condiciones estructurales de un corpus ideológico que responda Ungo, U (2009) Ob. Cit. Ídem. 10 Ungo U, (2000) Ob. Cit. 8 9 23 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I ciertamente a la desigualdad vigente. Según Ungo hay un punto de partida para esta transformación y se sucede el 9 de mayo de 1971 con el nacimiento de MUJERES EN ACCIÓN SOLIDARIA (MAS) en México será el primero de una serie de grupos feministas influenciados por el feminismo estadounidense y europeo posterior a 1968; el feminismo enarbola la frase “lo personal es político”. Un años después nace el MOVIMIENTO NACIONAL DE MUJERES (MNM) menos radical que el MAS. Fue fundado por Esperanza Brito y otras 23 feministas. Tres años después, en 1975, ante la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer que las Naciones Unidas realizaron en la Ciudad de México, vivió su primer enfrentamiento ideológico con otros grupos feministas más radicales, especialmente el Movimiento de Liberación de las Mujeres, quienes rechazaron el Año Internacional de la Mujer y la Conferencia Mundial, organizada por las Naciones Unidas. Más pragmáticas, y con la esperanza de aprovechar la publicidad que el evento le iba a dar a la situación de las mujeres, Brito y sus compañeras optaron por los diálogos con las y los políticas/os para impulsar las demandas principales del movimiento feminista, que en ese entonces fueron la lucha por el aborto libre y gratuito. Estos son los dos momentos que toma Urania Ungo como punto de partida para la transformación, a través de la praxis política, del feminismo en Latinoamérica. Señala Ungo que, curiosamente, este evento desarrollado por las Naciones Unidas tuvo una importancia tremenda en función de que el particular elemento de colocar, en los países tercermundistas, a las mujeres en un lugar importante en el seno de los debates sobre las políticas de desarrollo, lo que dio origen a algunas medidas estatales en América Latina. Además provocando en muchos países al nacimiento de organizaciones feministas 11. Ahora bien, esta transformación a la que alude la pensadora tiene necesariamente que pasar por la obligación de edificar una política feminista. Es allí donde se puede constituir y concretar la anhelada 11 Ídem. 24 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I vinculación entre la praxis y la teoría con la finalidad ineludible de fundamentar las bases de una escuela en la que las mujeres aprendan a interpretar por sí mismas el sentido de sus luchas y las esperanzas que depositan en éstas 12. Esto es fundamental en el sentido de que es la mujer quien, precisamente, pueda narrarse y pensarse desde sí mismas para ellas mismas con la intención de hacer más íntima la conciencia de sus luchas por la emancipación, de tal manera que esto pueda permitir ese giro epistemológico que en este caso concreto implica un cuestionamiento radical de la concepción y metodología historiográficas dominantes que parten del «prejucio» de que los lugares que le han sido asignados a la mujer por el patriarcado (la casa, la cotidianidad, la familia, etc) no son lugares históricos 13. Ahora bien, destaca Fornet-Betancourt dos dificultades a la propuesta de Urania Ungo de construir una política feminista efectiva. Estas dificultades son el hecho de que no ha sido capaz de plantear un proyecto que responda a ciencia cierta con el reto de la superación de la circunstancia de la «identidad subordinada», es decir, un proyecto totalizador que haga justicia tanto al momento «colectivo» como al momento «personal», y que de este modo sepa establecer nuevas alianzas con otros agentes sociales 14. Este señalamiento de Fornet-Betancourt parece válido en función de un hecho real y concreto, las luchas por la emancipación de la mujer van muy enlazadas con otros movimientos de este tipo como el de los campesinos, el de los indígenas, el de los afrodescendientes, en fin, de los sujetos marginados de la historia. Sujetos marginados igualmente por el mismo patriarcalismo que ha subyugado a la mujer, es decir, aquel que es origen de todas las categorías que conforman nuestra cultura y nuestra relación con nosotros y el otro. Todas nuestras relaciones se han sustentado en función de una asimetría económica, social, cultural, 12 13 14 Fornet-Betancourt R (2009) Ob. Cit. Ídem. Ídem. 25 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I genérica. Cada una ha creado sus propios códigos de funcionamiento, pero que tienen siempre dos protagonistas que responden a dos categorías fundamentales y añejas: Señor y Siervo; si se quiere: opresor y oprimido 15. La segunda dificultad que señala Fornet-Betancourt es la posibilidad real de concretar la opción de luchar con las mujeres pobres de los sectores populares. Este punto resulta realmente importante sobre todo por lo que se ha venido señalando como giro epistemológico. Si partimos de la idea del a priori antropológico de Roig, tenemos que concordar con que el ser está estrechamente ligado con el tener y, claro está, con el hacer, en otras palabras y siguiendo a Sartre, un hombre o una mujer es lo que hace con lo que hicieron de él o de ella. Por qué este comentario, pues por el hecho que resalta Fornet-Betancourt al señalar que […] si se tiene en cuenta que desde sus orígenes el feminismo latinoamericano está compuesto por mujeres que en su mayoría provienen de la clase media alta y del medio académico, ese compromiso con las mujeres pobres del pueblo contrasta naturalmente con la condición social de las mujeres que se identifican como feministas, y se plantea así la cuestión de la articulación del movimiento feminista con las mujeres de los sectores populares, es decir; con sus experiencias concretas, con sus condiciones de vida reales y su grado de conciencia16. Sin embargo, hay pruebas que podrían demostrar lo contrario a lo afirmado por Fornet-Betancourt como lo es, por ejemplo, el caso de Ivone Guebara en las favelas brasileñas. Me parece sumamente curioso que quien tanto ha desarrollado sobre el tema de la interculturalidad haga un planteamiento válido, pero que puede caerse en la práctica o, en todo caso, podría ser tan utópico como su proceso intercultural. En tal sentido, creo que la respuesta a esta inquietud del filósofo cubano puede hallarse en su propia idea de la interculturalidad en razón de que es una posibilidad real 15 Muñoz Arteaga, V (2011) Filosofía Latinoamericana e Interculturalidad. Patriarcalismo, vanguardia y filosofía. En http://bitacoradelabismo.blogspot.com/2011/01/filosofia-latinoamericana-e.html 16 Fornet-Betancourt (2009) Ob. Cit 26 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I para que una autoconciencia entienda y logre explicarse a través de otra autoconciencia y que el ejercicio de la sujetividad sólo será captado en su plenitud cuando se logre ver al otro como un plural, cuando al otro lo aprendamos a ver como a un nosotros, tal y como lo desarrolló Levinas 17. Así llegamos al segundo libro publicado por Urania Ungo: Conocimiento, libertad y poder: Claves críticas en la teoría feminista. Enmarañado sumario de reflexiones que se mueven en territorios del análisis de nuestra realidad, hasta los espacios de la gnoseología y el escrutinio apasionado de la situación del debate que se vive en los encuentros en las feministas enfrentan las posiciones que matizan la interpretación de sus propios pensamientos y experiencias. El eje central del libro está contenido en el desarrollo de lo que entiende Urania Ungo como visión de género, es decir; parte no sólo de una tradición de lucha por poder para las mujeres sino además forma parte fundamental de la construcción de una visión alternativa a las hegemónicas, sobre el orden social 18. En este libro, más que en el anterior, se abordan las cuestiones teóricas de fundamentación filosófica de una teoría feminista en estrecha relación con la experiencia histórica de las luchas de las mujeres. Un libro muy en el perfil del Segundo sexo de Simone de Beauvoir. En este libro, Ungo se centrará, entre otras ideas y conceptos, en el tema del poder en función de constituir una crítica feminista a la teoría del conocimiento, es decir; volver al tema epistemológico como punto clave para la emancipación de la mujer. Vuelve sobre la Teoría del Conocimiento puesto que ha sido un área –a su juicio– poco y mal explorado por el feminismo: Tan soberana e inexpugnable se presenta la Filosofía que, a más de veinte años del inicio de la última revuelta de las mujeres, es todavía el 17 Muñoz Arteaga, V (2011) El problema del ser y del tener. Una lectura a Arturo Roig En:http://bitacoradelabismo.blogspot.com/2011/01/el-problema-del-ser-y-del-tener-una.html. 18 Cisneros, J (2002) Introducción al libro Conocimiento, libertad y poder: claves críticas en la teoría feminista de Urania Ungo. Colección Agenda de Género del Centenario. Instituto de la Mujer de la universidad de Panamá. Panamá. 27 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I bastión casi intocado por la crítica feminista. Y, aunque ciertamente existen algunas audaces aproximaciones desde el feminismo a la Axiología y a la Ética, es cierto también que su crítica ha alcanzado poco a la Teoría del Conocimiento 19. Entiende Urania Ungo que hay muy pocos referentes a una reflexión acerca de las mujer desde la Teoría del Conocimiento y que lo que apenas hay pertenece a la tradición anglosajona, muy lejana, obviamente, de la realidad latinoamericana. Sin embargo, deja muy claro desde el principio que no busca fomentar el escándalo del cual se acusa al feminismo desde la Academia. Todo lo contrario. Pretende hacer una crítica que supere la mera denuncia que, en una segunda instancia, se reformule a través de propuestas concretas. Pese a ello, reconoce ―y eso es muy valioso― que en este asunto no dejan de colarse algunos supuestos que pueden coquetear con la idea de una utopía y que esto puede significar que el rigor analítico y reflexivo se vea trastocado por la pasión que implica este tipo de involucramiento. Por otro lado, Ungo, busca partir de la realidad de subordinación social, política y cultural de la mujer y se explicita esta en sus resultados epistemológicos. Urania Ungo establece que esta teoría debe considerar seriamente tres momentos que podemos definir de la siguiente manera: 1. Revelar por qué y cómo se ha expresado el abandono de las mujeres en la historia de las ciencias, requiriendo el reconocimiento de la mujer como agente productor de conocimiento revalorando su lugar existencial como su lugar allí donde se produce el conocimiento. 2. Analizar los pretendidos sexistas que están en la base de paradigmas y teorías (patriarcado) que han orientado la investigación en las áreas del conocimiento. Ungo, U (2002) Conocimiento, libertad y poder: Claves críticas en la teoría feminista. Colección Agenda de Género del Centenario. Instituto de la Mujer de la universidad de Panamá. Panamá. 19 28 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I 3. Esbozar un nuevo tipo de racionalidad integral que signifique la emancipación por igual de la mujer y el hombre. En América Latina se ha tocado bien poco esto que señala Urania Ungo pese a que es justamente aquí, en esa Teoría del Conocimiento, donde se erigen las bases del patriarcado. Esta propuesta ya la había formulado Ivone Guebara en Intuiciones Ecofeministas de 1997. Guebara afirma que Necesitamos construir poco a poco nuevos modos de conocer que se relacionen íntimamente con las nuevas cosmologías y cosmovisiones, y con las antropologías más unitarias. Necesitamos superar las divisiones dualistas y jerárquicas de nuestras formas de conocimiento y acentuar la conexión e interdependencia entre ellas 20. Ahora bien, entendemos que cuando se plantean temas epistemológicos necesariamente hay que tomar los caminos ―que no los atajos― de las cuestiones éticas, esto no lo asoma Urania Ungo. Guebara entonces enfatiza en más de una oportunidad y de diversas maneras que todo acto de conocimiento implica una postura ante el otro y la vida, ante los acontecimientos y las situaciones previsibles e imprevisibles sumidas en la cotidianidad. No hay neutralidad posible, sentencia Guebara, aunque no seamos conscientes de la realidad en que vivimos y no conozcamos el sistema de influencias en que estamos inmersos 21. Por tal razón, de la manera en que el ser humano asuma y adopte el conocimiento dependerá su vínculo con los otros y las cosas que le rodean. De tal manera, Guebara llega a una conclusión elemental: la relación entre ética y epistemología nada tiene que ver con un mundo abstracto: está enraizada en lo concreto de nuestra existencia 22. En todo caso, y lo que se resalta en Ungo es el Guebara, Ivone (1997) Intuiciones ecofeministas. Doble Clic – Soluciones editoriales. Montevideo. Uruguay 21 Ídem 22 Ídem 20 29 | P á g i n a Revista destiempos n° 32 I septiembre – octubre 2011 I Publicación bimestral I www.destiempos.com I hecho de querer formular una epistemología sin complejos frente a la filosofía que han hecho y hacen los hombres. Una epistemología que ponga a dialogar sinceramente a la mujer con el conocimiento y el poder. 30 | P á g i n a