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4b SÁBADO 29 DE DICIEMBRE DE 2012 in memóriam www.lapatria.com La tanguera Mamá Bertha La artista Merceditas Mejía de Bolaños Merceditas Mejía de Bolaños fue una mujer dedicada al arte. La escultura, pintura, y cerámica estuvieron presentes en cada época de su vida. Nació el 1 de enero de 1913 en Fredonia (Antioquia) y falleció el 11 de agosto en Manizales a los 99 años. Un ataque cardíaco fue la causa de su deceso. Jesús Mejía, hermano de Merceditas, la define como una mujer soñadora que cumplía todo lo que se proponía. Fundó la Escuela de Arte de Popayán, allí duró 20 años enseñando. Vivió junto al arte y la enseñanza, recorrió Anserma (Caldas), Santuario (Risaralda) y Popayán (Cauca), entre otros municipios del país, haciendo lo que le gustaba. Madre de cinco hijos: Tomás, Germán, Rafael, Jorge y Marco Aurelio. Amorosa y respetuosa con sus semejantes, así la define Marco. Un día, a sus 6 años, María Bertilda Valencia Corredor hizo un pequeño hueco en la pared para ver cómo era que bailaba su padre, se grabó los pasos, pues a solas los repetía. Dos años después, en una reunión familiar, sonó un tango y salió a bailar. Lo hizo con tal perfección que los que la vieron quedaron asombrados de las capacidades de la niña, con solo 8 años. Era 1924 y para esa época era un ritmo prohibido para las mujeres de buena familia, pero 'la melodía' se le empezaba a meter en la sangre y en el alma a Mamá Bertha, como la apodaron mucho más tarde. Su voluntad fue que el día de su muerte cubrieran el féretro con las banderas de Colombia y de Argentina, le pusieran el cuadro de uno de sus hijos adoptivos: el cantante de tango Armando Moreno, y que se escuchara Tango, de Rosita Quiroga. Sus amigos y familiares así lo hicieron. Mamá Bertha falleció el 6 de septiembre, a las 11:00 de la noche, después de padecer problemas de corazón y de riñón. Esta mujer que metió el hombro para que en Manizales perdurara el amor y la pasión por el tango murió en una extrema pobreza y esperando a que los gobiernos municipales de turno le dieran la soñada casa propia en donde pasaría sus últimos días con su segundo esposo, Luis Eduardo Salazar, que murió un mes antes. Los últimos 13 años los vivió, como ella lo dijo en una autobiografía que le grabaron algunos amigos "en una ramada" a la entrada de la Cárcel de Varones La Blanca. De este centro penitenciario les pasaban los alimentos, los mismos que consumían los internos. Óscar Saúl Álvarez, terapeuta, recuerda que Mamá Bertha nació el 11 de julio de 1916, en la vereda Buena Vista más arriba del Cerro de Oro. "Fue una mujer que contaba historias muy bonitas, tenía gran capacidad narrativa, mental y de expresión. Fue un ser de mucha fuerza". En la alcaldía de Néstor Eugenio Ramírez Mamá Bertha presentó la idea de crear la Calle del Tango, que fue acogida por el Concejo Municipal. De su propio bolsillo puso plata para instalar una placa en esa vía, en homenaje a su querido amigo Armando Moreno. Con él se conoció en Manizales por accidente. Ella iba por la calle y un vehículo casi la atropella, Moreno pasaba por el lugar y le ayudó a incorporarse y le dijo: "cuidado nos deja a los argentinos sin mamá. De ahí surgió el apodo de Mamá Bertha. Eso fue entre 1975 y 1980", indica Mora Sánchez. Amigos y familiares coinciden en que a ella nunca le gustó que la llamaran por su nombre de pila: Bertilda, consideraba que era feo. La mentira y la deshonestidad era de lo que más la enfadaba. Siempre corroboraba las cosas y sutilmente "hacía quedar como un zapato" a quienes mentían. El pasado 7 de julio le pusieron un marcapasos por los problemas de corazón que padecía; además perdía mucho la memoria. No obstante, el pasado domingo estuvo muy lúcida, tanto que habló y cantó tangos, quizá fueron las mismas fuerzas que sintió a sus 8 años cuando sorprendió a su familia bailando tango. Esta energía quedará grabada en la ciudad para que el tango nunca muera como ella siempre lo quiso, aunque sea con hijos huérfanos. El médico Gerardo Echeverry García Después de varios días de enfermedad falleció el 25 de octubre médico gastroenterólogo Gerardo Echeverry García, fundador del Centro de Gastroenterólogos de Colombia. El cirujano, de 85 años, estaba reducido a lecho de enfermo como consecuencia de una enfermedad terminal. El especialista también se destacó como político. Fue senador de la República por el partido Liberal, y representante a la Cámara por el Nuevo Liberalismo. Perteneció a la camada del ex ministro Alberto Mendoza Hoyos, Alberto Gutiérrez Botero, Fabio Trujillo Agudelo y Guillermo Mejía. Con ellos libró recias batallas políticas en la arisca geografía caldense. El gremio médico de Manizales lamentó profundamente la desaparición de este profesional, consultado por cientos de personas que llegaban a la ciudad procedentes de diferentes destinos nacionales para ocupar sus servicios profesionales. De su mano salieron muchos profesionales de la medicina en su especialización y hoy son sus alumnos aventajados y al cual le rinden su más sentido y profundo respeto. Gerardo fue un médico íntegro, nunca tuvo una palabra de desatino para con sus demás compañeros y qué decir de sus pacientes a los cuales se les entregaba con amor y buscaba en ellos la forma de sanarlos hasta que la medicina y sus sabios conocimientos lo permitieran. Líder de teatro La escritora Mario Valentina Marulanda Mejía Nova Mario Nova Vélez, reconocido intelectual y hombre de teatro, falleció el 17 de octubre en Manizales, víctima de un aneurisma abdominal que se le complicó luego de varias intervenciones quirúrgicas. Las honras fúnebres fueron en la Basílica Nuestra Señora de las Mercedes, de Chinchiná, donde recibió homenaje póstumo de la Alcaldía y de organizaciones culturales de ese municipio. Nova Vélez, separado y padre de dos hijos, nació en 1949 en Victoria (Caldas). Integraba una familia de siete hermanos. De Victoria se mudó para Armenia (Quindío), donde se dio a conocer por su talento en las artes escénicas y donde lo recuerdan como un mecenas en este oficio. Hacía 20 años vivía en Chinchiná, municipio al que quería entrañablemente y al que le dedicó parte de su vida y su conocimiento, no solo en teatro, sino en la edición de programas de cine y televisión. Su anhelo era grabar un cortometraje y continuar al frente de la Escuela Municipal de Teatro Casa Grande y con los programas de opinión A sus 62 años, Valentina Marulanda Mejía apagó sus ojos y privó a la música, a la literatura y a la filosofía de su vasto conocimiento y pasión por estos temas, que amó en televisión. Se desempeñó en Cable Unión Manizales y Global TV Chinchiná. Su último guión para teatro, Suicídame, por favor, fue definido por sus alumnos como sello de su vida, por su humor negro, su franqueza y su filosofía de vida. Los familiares lo definieron como una persona extrovertida, con un gran sentido del humor, franco y directo en sus opiniones. Jorge Wilmar Henao, amigo suyo, mencionó que era un artista empírico con más de 40 años haciendo teatro de humor negro refinado. "Siempre dudaba de su trabajo porque consideraba que las cosas se podrían hacer mejor. Su última obra refleja la irreverencia por los personajes, los escritos y hasta se burlaba de sí mismo". y practicó hasta septiembre pasado, última vez que visitó Manizales. El 10 de octubre falleció en un hospital de Caracas, una enfermedad terminal le ganó la batalla, que decidió librar con su familia, pues amigos cercanos aseguraron que no conocían su delicado estado de salud. "Fue una humanista integral, además de que su dulzura será una cualidad que recordaremos los que tuvimos el privilegio de compartir con ella", expresó Carlos Alberto Ospina, decano de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de Caldas y amigo cercano de la escritora. Ospina resaltó la sensibilidad que ella tenía por el arte y la filosofía, además de que su intelecto le dio presencia a la ciudad y al país en todo el mundo. "Era una mujer excepcional. Estaba en el auge de su producción intelectual. Era linda físicamente, pero su mayor adorno era esa curiosidad intelectual", afirmó Norma Velásquez, quien fue su amiga por 40 años. Valentina nació en Salamina (Caldas), pero vivió toda su infancia en Manizales, contó su entrañable amigo CarlosEnrique Ruiz. Licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad de Caldas, donde también hizo estudios básicos de música, piano y solfeo. Después viajó a París donde hizo una maestría en Estética y un doctorado en Filosofía del Arte y la Cultura, en la Universidad La Sorbonnne. Estaba dedicada a la vida académica, aunque su gran pasión era la música clásica, de la cual fue una estudiosa.