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ARQUITECTURA HISTORICISTA EN EUA Y DISEÑO
DE LA CIUDAD DE WASHINGTON, D.C.
La historia ha sido presente de uno de los movimientos traslatorios más grandes que se han
presentado en el mundo, siendo éste la corriente migratoria que se presentó de Europa hacia
América del Norte hacia principios del siglo XVII. Este movimiento, surgido por diversos motivos,
originó una nación y marcó el carácter y destino de una gran parte del nuevo continente.
A principios del siglo XVI, los españoles colonizaron el sur de Estados Unidos. Ponce de León
recorrió la costa de Florida en 1513, Narváez con su expedición, cruzó la región sudoriental en 1528,
Cabeza de Vaca recorrió el sudoeste entre 1528 y 1536 y Coronado, en su incansable búsqueda de
las siete ciudades de Cibola entre 1540 y 1542, llegó hasta Kansas.
Las dos ciudades más antiguas del país son las colonias hispanas de San Agustín, en Florida
(1565), y Santa Fe, en Nuevo México (1609). Tiempo después, los españoles llegaron a Texas y
California. Las construcciones fueron realizadas con ladrillo, piedra o adobe, de formas sencillas,
que daban lugar al estilo colonial español de esa época.
Además de los españoles que se habían expandido desde las fronteras de México, se unen los
franceses, quienes dominaron Canadá y la zona de Misisipi durante varios años, hasta que las riñas
con los ingleses los alejaron de sus dominios.
Hacia finales del siglo XVI y durante los siglos XVII y XVIII los mercaderes de pieles franceses
establecieron puestos y comunidades aisladas a lo largo del río San Lorenzo, en el distrito de los
Grandes Lagos y a lo largo del Misisipi hasta Nueva Orleáns. Todo esto desapareció, sólo se
conserva el recuerdo de algunos nombres como Fort Duquesne (hoy Pittsburg), Saint Louis, Detroit
o Nueva Orleáns.
Los holandeses también se instalaron en este país a principios del siglo XVII, fundando Nueva
Ámsterdam en 1624, es hasta 1664, que los ingleses la llamaron Nueva York, después de que la
colonia llega a sus manos. Los suecos se establecieron en Nueva Jersey y Delaware, a la que
denominaron Nueva Suecia en 1638, estas tierras pasan al poder de Holanda en 1655 y tiempo
después a Inglaterra en 1664.
Al finalizar el período colonial, al terminar la Revolución en 1781, la hegemonía del estilo georgiano
colonial concluyó también. Fue hasta finales del siglo XVIII que el estilo neoclásico aparece, estilo
que ya tenía difusión en Europa desde mediados del mismo siglo.
El espíritu norteamericano, en rebeldía contra el opresor inglés, volvió sus miradas a la antigua
Roma y a Grecia, y dentro de sus cánones encauzó su arquitectura. La primera fase del neoclásico
marcaba una gran influencia por la tradición romana. Esta fase romana se aplicó en Estados Unidos
entre los años 1785 y 1820, años durante los cuales se llevó a cabo la instauración del gobierno
federal, es por esto que se le llamó Federal Style (Estilo Federal). Una de las principales
características era la de reproducir los antiguos edificios romanos. Tiempo después se desarrolla la
segunda fase del neoclásico, con el Greek Revival (Resurgimiento Griego o Neogriego). Dde esta
manera, el templo griego se toma como modelo ideal, en especial el templo dórico o jónico con
pórtico de frontón. Dicha tendencia se toma hasta 1840, en donde el neoclasicismo comienza a
declinar para dar lugar al neogótico.
Concluye la guerra de la independencia y se inicia la reconstrucción, en donde la nueva nación se
encarga de los problemas que surgieron de tal situación; al crearse los gobiernos de los distintos
estados comenzó la gran necesidad de contar con edificios adecuados para tales actividades.
Destaca Thomas Jefferson (1743-1826), primer exponente del nuevo estilo, ya que en él se utilizaron
de igual manera el lado del estadista, el hombre de letras y el artista. No era un arquitecto en el
sentido universitario, sino un aficionado cuya cultura y buen gusto lo hicieron capaz en esta rama.
Contaba con la más extensa biblioteca arquitectónica de su tiempo en Estados Unidos. Entre 1770 y
1809 construye su propia casa, denominada Monticello, en Charlottesville (Virginia), inspirada en
modelos de Palladio, en donde aparecen rasgos de proyectista independiente y versátil, debido a las
proyecciones octogonales de los costados, y los detalles como las puertas dobles que se operaban
simultáneamente, montaplatos, cajas de escaleras hábilmente disimuladas y muchas otras
características novedosas y útiles.
Monticello, Virginia
En el año de 1785, por encargo del gobernador de Virginia, Jefferson, proyecta los planos del
Capitolio de Richmond, inspirado en la Maison Carrée, un antiguo templo romano de Nimes. Eel
capitolio se finalizó en 1789 y fue el primero de una larga serie de edificios que se alejaban de los
modelos del siglo XVIII, imitando a los de la antigua Roma.
Maison Carrée
El orgullo más grande de Jefferson fueron los edificios que diseñó para la Universidad de Virginia; su
edificio principal, la Rotonda, es una réplica en menor escala del Panteón de Roma, en tanto que los
otros pabellones remedaban los órdenes utilizados en el templo de la Fortuna Viril, el teatro de
Marcello y otros edificios romanos y renacentistas inspirados en Palladio.
Cuando fue presidente de la nación, añadió el pórtico circular de la Casa Blanca de Washington,
que mira hacia el Potomac. También proyectó varias residencias para sus amistades, tales como las
de Edgehill, Farmington y Barboursville.
Durante la última década del siglo XVIII se creó una ciudad para capital de la nación, en territorio
que los estados de Virginia y Maryland cederían para dicho efecto. George Washington y Thomas
Jefferson escogieron el lugar, a orillas del Potomac, y el ingeniero militar francés Pierre Charles
L´Enfant (1754-1825) fue elegido en 1791 para idear el trazado de la ciudad. La proyección de
L´Eenfant era tan grande que fue hasta el siglo XX cuando la ciudad de Washington logró alcanzar
su vasto proyecto inicial. Trazó una serie de amplias avenidas que se unían en el Capitolio, la Casa
Blanca y otros edificios. Existieron varios obstáculos burocráticos que hicieron que L´Enfant
renunciara en 1793, cuando ya se había comenzado a trabajar en las obras del Capitolio. Este
edificio muestra los problemas que debió afrontar la república al tratar de convertir en realidad sus
ambiciosos proyectos arquitectónicos. Después de un concurso para la edificación del Capitolio de
Washington, se aprueba el proyecto del doctor William Thornton (1759-1828), nacido en las Antillas,
graduado en medicina en Edimburgo y radicado en Estados Unidos en 1793. Aficionado de la
arquitectura, diseñó varios edificios en Filadelfia, como la Biblioteca Pública y la famosa Octagon
House de Washington (1797), actualmente sede de la Sociedad de Arquitectos de Estados Unidos.
El proyecto original de Thornton para el Capitolio, gozaba de una estructura central provista de una
cúpula, no tan alta como la actual, flanqueda por dos alas de edificios, proyecto que se aceptó a
pesar de varios agregados y cambios posteriormente. En 1793 la primera piedra fue colocada por el
presidente Washington, y en 1812 la construcción resultó muy dañada por el ataque de los ingleses;
después se reconstruyó baja la dirección de Benjamín H. Latrobe, a quien sucedieron Charles
Bulfinch Y Thomas U. Walter, quien en 1851 levantó la cúpula con la que cuenta actualemente.
La estructura colosal del Capitolio, construida casi durante un siglo, es el edificio más importante del
primer período republicano, confundiéndose con la historia misma del país.
Capitolio de los Estados Unidos, en Washington
La época inmediata a la revolución es muy bien representada arquitectónicamente por la obra de
Charles Bulfinch (1763-1844), nacido en Boston y educado en Harvard y en Europa. La especial
conjunción de la tradición georgiana y el estilo inglés neoclásico de los hermanos Adam recibió su
expresión más completa y sutil en la obra de este arquitecto.
Efectuó alrededor de cuarenta obras, básicamente en Nueva Inglaterra, tales como, el templo de la
Sagrada Cruz en 1803,que fue la primera iglesia católica de Boston; la Prisión del Estado en 1821, el
Hall de la Universidad de Harvard en 1813 y el Capitolio o State House de Massachussets, en
Boston durante 1795 y 1805.
Capitolio de Massachussets
La inspiración otra vez provenía de la antigua Roma, haciéndose notar una cúpula, un
pórtico de columnas, arcadas y ventanas coronadas en arco, proclamaban la gloria y el fasto
del nuevo Estado, expresando la ambición y energía de la naciente república.
Bulfinch destaca por la originalidad y el buen gusto con que combinó los elementos, tanto del estilo
de Adam como el de la construcción georgiana colonial, inspirándose en las fuentes romanas y
renacentistas.
Bulfinch también supervisó las obras del Capitolio de Washington, cargo que mantuvo hasta 1827,
año en que se marchó a Boston en donde murió años más tarde.
De este mismo período sobresale James Hoban (1758-1831), arquitecto irlandés que se estableció
en Charleston poco antes de la Revolución, pasando luego a Washington, en donde construye la
Casa Blanca, residencia oficial de los presidentes de Estados Unidos.
En 1792 Hoban triunfó en una competencia realizada, inspirada en un dibujo de Gibbs para una
mansión de Dublín. Dicha construcción, realizada durante 1793 y 1801 y reconstruida tiempo
después entre 1815 y 1829, muestra claras influencias francesas fusionadas con las creaciones
neoclásicas de los hermanos Adam. Esta obra es sin lugar a dudas la más importante residencia en
“estilo federal”. La marcada austeridad y sencillez en su fachada principal radica en gran medida de
las grandes pilastras jónicas y las columnas emplazadas a intervalos regulares en toda la extensión
de la fachada. El soberbio pabellón semicircular maraca gran apariencia palaciega al conjunto, al
igual que los frontones arqueados y triangulares sobre los ventanales de la planta baja, y la
ininterrumpida balaustrada que corona el edificio de línea horizontal continua, común en los
arquitectos neoclásicos.
Dentro del neoclasicismo que se vivió e Estados Unidos desde finales del siglo XVIII, destaca
también el llamado Greek Revival (Resurgimiento Griego), tendencia arquitectónica que se extendió
durante los años de 1820 y 1850, aproximadamente. Al arquitecto más representativo es Benjamín
Henry Latrobe (1764-1820), nacido en Inglaterra de una familia de origen francés. Radicó en
Estados Unidos en 1797, después de realizar estudios en Alemania, Inglaterra e Italia, realizó varias
obras en Filadelfia a partir de 1798, proyectando, entre otros, el sistema de provisión de agua para la
ciudad, el edificio del Banco de Pensilvania entre 1798 y 1801, inspirado en el Erecteón; el edificio
del Banco de los Estados Unidos, inspirado en el Partenón, etc. Een 1801 Jeffersón le asigna la
inspección de los edificios públicos, y debido a su gran pasión por la arquitectura clásica, contribuye
a impulsar el estilo neogriego en los Estados Unidos.
Después de todas estas obras inspiradas en los modelos griegos, se inclina también por la
arquitectura privada. En los años de 1803 a 1811 y 1815 a 1817 dirige las obras del Capitolio de
Washington, introduciendo algunas modificaciones, cambiando el gran hall ovalado del proyecto
original por uno circular, mucho más lógico por la cúpula que lo coronaría, suprime el gran pórtico
semicircular que debía figurar en el frente del edificio, variante agregada por Hallet al proyecto de
Thornton. Latrobe en su deseo de innovar los clásicos motivos ornamentales, crea una serie de
órdenes cuyos capiteles están decorados con mazorcas de maíz, hojas de tabaco y copos de
algodón, que, por desgracia, no fueron bien hechos por los escultores, logrando así poco éxito
dichos motivos de “orden americano”. Algunas obras representativas de Latrobe son la Catedral
Católica de Baltimore (primera de este culto es Estados Unidos); la Iglesia de Cristo, en Washington;
la Iglesia de San Pablo, en Alexandría (Virginia); la Catedral de St. Louis, en Nueva Orleáns; etc.
Todos estos templos estaban decorados con pórticos de inspiración griega, coronados por agujas
clásicas que traen a la mente las creaciones de Gibbs, en Londres; obras que perduraron todo el
siglo XIX.
Otras figuras importantes de este período fueron los discípulos de Latrobe, William Strickland (17881854) y Robert Mills (1781-1855), quien destacó por levantar el obelisco en Washington a la
memoria del padre de la patria. A Strickland se le atribuye el segundo edificio del Banco de los
Estados Unidos, en Filadelfia (1818-1824), iniciado por Latrobe, edificio que como ningún otro en el
país, estableció el pórtico griego en la arquitectura; el Capitolio de Tennessee en 1845; el Masonic
Hall en 1808; el Chestnut Street Theatre en 1822, todos estos en Filadelfia; reconstruyó la torre de la
Independence Hall; terminó el Park Theatre de Nueva York en 1807 y la St. Paul´s Church, en
Broadway, Nueva York en 1813.
El movimiento neogriego alcanzó su máximo esplendor en las décadas comprendidas entre 1820 y
1850, superponiéndose al final con el romanticismo neogótico. A sus inicios fue una expresión de
vinculación al espíritu de la revolución e independencia, pero finalmente, se adaptó al gusto
norteamericano que sigue vigente como una de las formas más apreciadas en la arquitectura
suburbana y campestre. Los personajes más representativos de este grupo fueron Joseph Mangin,
que asociado con Jjohn McComb construyó el Capitolio de o Municipio de Nueva York en 1803;
Stephen S. Hallet, quien trabajó en las obras del Capitolio de Washington; Maximilien Gofroi, autor
del Masonic Temple, de la Unitarian Church; Marc Isambard Brunel, arquitecto del Park Theatre de
Nueva York, concursante para el Capitolio de Washington; Gabriel Manigault, autor de la State
House de Charleston, entre otros.
Hacia mediados del siglo XIX se produce el movimiento llamado Gothic Revival (Resurgimiento
Gótico), iniciándose un falso estilo gótico que se extendió rápidamente en cualquier tipología de
edificios. Uno de los primeros arquitectos que inició esta tendencia fue Maximilien Godefroi, con la
capilla de Santa María, para las Hermanas Sulpicias de Baltimore en 1807, sin embargo, Latrobe,
quien fue la máxima figura del neogriego, ya había empleado el estilo gótico en una residencia,
Sedgley, en Filadelfia, en 1799, y es hasta ahora donde vuelven a aparecer las formas góticas con
Godefroi en Estados Unidos.
El estilo neogótico tuvo su máxima expresión en las obras de Richard Upjohn (1802-1878) y James
Renwick (1818-1895). Upjohn nació en Inglaterra y residió en Estados Unidos desde 1829, autor de
la Trinity Church, en Nueva York, templo que hoy aparece aprisionado y empequeñecido ante los
rascacielos de Wall Street; obra maestra de Upjohn con su alto y agudo campanario y los arcos,
ventanales, contrafuertes, remates y ornamentación que él planeó hasta en sus mínimos detalles,
revelando así su consumado talento de diseñador.
Trinity Church
Renwick, norteamericano, graduado en el Columbia College en 1836, diseñó la New Grace Church y
la catedral católica de San Patricio. Obra de él también es el grandioso edificio del Instituto
Smithsoniano, en Washington, construido en piedra arenisca rojiza.
Instituto Smithsoniano, en Washington
El romántico interés por el pasado produjo una infinidad de estilos, dando origen a una verdadera
Babel arquitectónica. En esta confusión de estilos se construyeron castillos normandos, villas
italianas, chalets suizos, edificios en estilo gótico victoriano como el Museo de Bellas Artes de
Boston, innumerables mansiones en Nueva York y en otras ciudades importantes con porches en
todos los estilos exhumados del pasado, palacetes con mansarda de inspiración francesa, todo ellos
con una fiebre por la ornamentación que alcanzó el delirio.
Durante todo este período de confusión de estilos se comenzaron a emplear nuevos materiales,
siendo el hierro colado una de las innovaciones más importantes. Entre 1848 y 1849, James
Bogardus (1800-1874), comenzó a hacer las primeras estructuras de hierro para aplicar a la
construcción de edificios, como es en los almacenes Laing de Nueva York, en las calles Washington
y Murria, principalmente. Esta idea se siguió utilizando en los primeros rascacielos edificados en
Chicago. La aparición de todos estos nuevos materiales revolucionó el rumbo de la arquitectura y
abrió nuevos horizontes hacia un estilo intrínsecantemente nacional. Algunos arquitectos que
dejaron huella sobre este nuevo período en la segunda mitad del siglo XIX fueron: Charles Follen
McKim (1847-1909), de estilo neoclasicista; Richard Morris Hunt (1827-1895), ecléctico; Henry
Hobson Richardson (1838-1886), que implantó el nuevo estilo romántico de sólidas estructuras
inaugurando la corriente más avanzada y autóctona de la arquitectura nacional.
Richardson fue uno de los arquitectos más importantes del siglo XIX, estudió en la Escuela de Bellas
Artes de París, inició un movimiento renovador, que sin desligarse de los “estilos”, se inclinó hacia
una modernización o adaptación del románico, rompiendo completamente con el período anterior.
Opuso la poderosa solidez de la arquitectura románica con volúmenes plenos y fuertes al
verticalismo y una frágil elegancia del neogótico amanerado de tantas obras de ese período.
En 1871, un incendio destruyó gran parte de Chicago, trayendo como consecuencia la
reconstrucción de toda la ciudad, en donde un grupo de arquitectos con ideas claras y modernas
tuvo a su cargo tan importante labor de las obras, formando así la llamada “Escuela de Chicago”,
sobresaliendo William Le Baron Jenney (1832-1907) y Louis H. Sullivan (1856-1924). Utilizando
como principal elemento, las estructuras metálicas. La arquitectura estuvo al servicio de la industria,
siendo al mismo tiempo fruto de la revolución industrial.
Algunos ejemplos destacados de las nuevas tendencias son: el edificio Leiter, de Le Baron Jenney, y
el edificio Gage, de Sullivan, ambos en Chicago.
Edificio Leiter
Edificio Gage
Sullivan, arquitecto que comprende las últimas décadas del siglo, trambién construye el edificio
Wainwrigh (1890-1891), en St. Louis, que forma parte del primer rascacielos de la era moderna; el
Auditorium (1887-1890) de Chicago, en colaboración con el ingeniero Dankmar Adler (1844-1900).
La invención del elevador por Elisha Graves Otis en 1853, facilitó la construcción de todos estos
altos edificios. Otras figuras importantes de este periodo fueron Daniel Hudson Burnham y John
Wellbron Root, quienes se asociaron a partir del año de 1873, creando importantes obras tales como
el Montauk Blokc y el Monadnock Block.
BIBLIOGRAFÍA:

J. Pijoan. Historia del Arte. Tomo 8. Salvat. Editores de México, S.A. España, 1979

Vicente Gesvaldo. Enciclopedia del Arte en América. Ed. Bibliográfica Omega. Argentina,
1968

http://www.greatbuildings.com/

http://www.si.edu/archives/historic/castle.htm