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RECOPILACION DE POEMAS DE OTOÑO, POEMAS SOBRE LA MAGOSTA, RECETAS, CUENTOS, PUNTOS DE LECTURA, CANCIONES INFANTIL (AL FINAL DEL DOCUMENTO), DIBUJOS… OTOÑO : FRUTOS Y PAISAJES Vuelve ya el otoño... vuelven a mi recuerdo los árboles plateados y dorados de los montes de mi pueblo. En las colinas con el viento miles de colores se dibujan en el cielo. Un viento fuerte las nubes lleva de un cielo a otro cielo, y juntas, muy juntas todo lo dejan cubierto. Cae la lluvia, muy fuerte, muy fuerte sopla el viento. Mas luego el sol, sol de otoño, llena de color el firmamento. En el campo es la recolección, vendimia de uvas y frutos secos. Nueces, castañas, avellanas, mandarinas y almendros. Y en un rincón del colegio, al calor del fuego, los niños aprenden y juegan con todos estos elementos: con las hojas de los árboles que han cubierto el suelo, con los frutos que han traído, con todo su esfuerzo, con castañas calentitas, con sus acertijos y versos... viven la alegría del otoño. Y así con mi recuerdo vivo este otoño, caminando por el dorado sendero. (JP-Magosta 2016) LA MAGOSTA 2015 LA MAGOSTA 2014 Con cariño y entusiasmo Llega el otoño al encuentro eny con el cole de Castillo él nuestra magosta. Los poemas y bonitos versos todo el alumnado llueven en nuestra costa. enGloria grupos se han reunido Fuertes nos acompaña grandes pequeños y conysus poemas tantrabajando bonitos nos anima cadadivertidos. mañana en talleres muy a estudiar muy juntitos. -¿Qué están celebrando? Llega la alegre castañera -¡La que Magosta!, nos trae elhan calorrespondido. del fuego, castañas asadas, La castañera estáfuerza asando para compartir nuestros las castañas en un rincónsueños. protegido, Juntos grandes y pequeños el otoño los nosdiversos ha llegado comparten talleres, alegres se ayudan con esfuerzo, trayendo recuerdos perdidos, de hojas yconstruyendo sabrosos nuevos frutospuentes. acompañados, Ni la lluvia ni la tormenta de lluvia viento borrarányeste bonitoenfurecido, encuentro se aprende escuela dedonde un sol tímidoenylacallado a construir un mundo que asoma entre todosnuevo. los niños Que sepamos siempre compartir que hoy los cantan ha llegado. juegos,allaotoño lectura yque trabajos, que sepamos siempre vivir Todos comiendo castañas muy unidos por hacer un mundo solidario. esta(14gran fiesta celebramos, de noviembre de 2014. JP) la castañera nos dice muy suave al oído que tenemos que ser SOLIDARIOS. (JP. 29-10-2015) La Castaña La castaña, taña, taña del castaño, taño, taño, no me pincha, incha, incha, me hace daño, año, año. Me la como, como, como, calentita, ita, ita con sorbitos, con sorbitos, de agüita, ita, ita. (Canción de Rosario y 4º B) La Castaña La castaña, taña, taña del castaño, taño, taño, no me pincha, incha, incha, me hace daño, año, año. Me la como, como, como, calentita, ita, ita con sorbitos, con sorbitos, de agüita, ita, ita. (Canción de Rosario y 4º B) EL OTOÑO YA LLEGÓ (Con Música del Verano ya llegó) El otoño ya llegó, YA LLEGÓ, YA LLEGÓ y la fiesta comenzó, COMENZÓ, COMENZO. La Magosta ya está aquí, PARA HACERTE FELIZ Comeremos castañas, JUNTOS AQUÍ. POEMA MAGOSTA 2012 Las castañas regresan de nuevo a nuestro encuentro anual donde juntos una vez más la Magosta todos hacemos. La Magosta nos envuelve en un sueño con una nueva ilusión de crear nuevos y bonitos senderos… donde juntos aprendamos a amar. Y con los nuevos frutos secos de este otoño de lluvia sin cesar, en los talleres del colegio con entusiasmo participamos, seguros de hacer crecer la solidaridad que ansiamos. Castañas, hojas, nueces, avellanas…, entre todos y todas un mural tejemos, otoño que regresa con un bonito deseo: hacer crecer en los corazones la esperanza. (JP.Noviembre 2012) Castañas, castañas… Castañas, castañas, castañas… siempre comparto esperanzas… castañas, castañas, castañas, el otoño de nuevo nos abraza, castañas, castañas, castañas… calor que nos agrada. Castañas, castañas, castañas comemos hoy con ganas compartimos con las castañas tu amistad y la alegría sana. Y la magosta nos une y abraza junto al fuego y la llama saboreando con calma: los frutos secos, la castaña, la amistad que nunca falta. (JP) Punto de lectura--------------- CASTAÑAS COMÍ, CASTAÑAS CENÉ, Y DE TANTO COMER CASTAÑAS ME ENCASTAÑÉ.. ASANDO CASTAÑAS Si quieres comer castañas conmigo las asarás y juntos las comeremos si saltas al compás. Las asadas castañas, ¡ qué ricas están !, calentitas y doradas calorcito me dan. Asando las castañas la castañera me enseñó que si juntos las compartimos haremos un mundo mejor.(Magosta 2011-JP) otro punto de lectura poemas de otoño El otoño ha llegado El otoño ha llegado Y las hojas se han secado Sopla el viento Y las hojas se caen en un momento. Y como hace frío La estufa se ha encendido, El calor del fuego Me hace sentir como nuevo. Voy al huerto Y de granadas lleno el cesto, Voy al campo Y un almendro planto. Viene una ardilla Y se sienta en la silla; El zorro tan astuto Se esconde tras el arbusto. Qué más puedo decirte Si el otoño es tan triste. EL OTOÑO El otoño otoñeció y el frío llegó, las ardillas cordillas El viento se las llevó. Los árboles desnudos las señoritas los vió y las casas calentitas Que gusto a los niños les dio. Muchas castañas, avellanas, granadas, ¡qué buenas están! Las señoras cuecen las setas cueretas En las caceretas, ¡Uy qué ricas que están las setas cueretas.! "EL OTOÑO LLEGA" El otoño llega Y las hojas de los árboles Caen por la chimenea. El frío llega Y el cielo está nublado Por toda la luna entera. Las ramblas están de agua llenas. "EL CONEJO Y LA ARDILLA" El conejo y la ardilla van en busca de la pandilla, ¡corre que te pilla! Todos juegan en la orilla, jugando sin parar Hasta la hora de cenar. El otoño ya llegó El otoño ya llegó Y la lluvia comenzó. El otoño está muy bien Porque yo castañas comeré. En el parque jugaré Cuando el aire eche a correr. ARDILLITA Ardillita, ardillita, qué fresquita ardillita, ardillita, qué listita vuela por el cielo frío. Lluvia, lluvia que no caigan gotas de agua. Con algodón se pueden hacer bonitos trajes Para los árboles desnudos. Y para las hojas Un bonito color El otoño se vuelve gris Después de leer ésta poesía. "SUEÑO DE OTOÑO" Un niño mientras dormía soñó el otoño ya llegó. Bajo un árbol mirando al cielo Veía caer las hojas al suelo. El árbol está dolido los pájaros no pueden hacer su nido. El niño se ha despertado Y el sueño se ha acabado, Pero el otoño ha empezado. El frío llega El frío llega Y la lluvia cae Hasta por la chimenea. Las hojas que se caen Son grandes Y el viento las protege Con guantes Las hojas secas Caen sobre las setas. Comemos castañas, Comemos granadas Comemos de todo Hasta manzanas. Ya se ven árboles desnudos Con conejos y jabalíes. Alrededor suyo En las casas Encendemos las chimeneas Mientras con el calor Comemos almendras. Para ir a la escuela me tengo que poner A la fuerza una sudadera, Mientras otros van con un abrigo gordo y con un dibujo de una seta. Los colores del otoño son muy bonitos Por eso en otoño nos lo pasamos muy bien Con los conejitos. EL OTOÑO ES EL OTOÑO, LOS PÁJAROS SE VAN, EL DÍA ES MÁS CORTO, EL FRÍO EMPIEZA YA. ES EL OTOÑO, LAS HOJAS SE CAEN YA Y UNA ALFOMBRA AMARILLA EL SUELO CURBRIRÁ ESPAÑA Dejad que siga y bogue la galera bajo la tempestad, sobre las olas: va con rumbo a una Atlántida española, en donde el porvenir calla y espera. No se apague el rencor ni el odio muera ante el pendón que el bárbaro enarbola: si un día la justicia estuvo sola, lo sentirá la humanidad entera. Y bogue entre las olas espumeantes, y bogue la galera que ya ha visto cómo son las tormentas de inconstantes. Que la raza está en pie y el brazo listo, que va en el barco el capitán Cervantes, y arriba flota el pabellón de Cristo. El otoño El otoño huele a la lluvia que cae, que moja la tierra, que moja las hojas. El otoño huele a setas que se esconden, a castañas asadas, a niños que corren. El otoño huele al frío que llega, al aire puro que el viento se lleva. El otoño El otoño es un barco que navega con abrigos, silencios y paraguas, sobre los parques y las arboledas. ¡Gaviotas amarillas! Son las hojas que vuelan y caen lentamente hasta pisar la tierra. El cielo frío se parece al humo de los barcos sin velas que dibujan el sueño de los vientos con los pinceles de sus chimeneas. El otoño El otoño huele a gotas de lluvia a tierra mojada a hierba fresca. El otoño huele a frutos secos a castañas asadas a niños que juegan. El otoño huele a las hojas que vuelan al aire fresco a los pájaros que se alejan. Yo soy el marinero del otoño. Mira mi barca seca y las bellas gaviotas melancólicas volando en mi cabeza En la orilla dormida de la tarde hay olas de silencio y tristeza. Por las ramas desnudas, por el agua secreta, por los abrigos grises, el otoño navega como un barco perdido sobre las arboledas. Los ojos del otoño A lo lejos de la calle el sueño está soñando los árboles. Una luna como de gas persiste, durmiendo, su rígido frío de oscuridad, y los vientos intachables, gélidos, entre los curiosos sigilos del barrio. Las esquinas comparten su soledad. Una avenida todavía furtiva, inaudible, desenvuelve el asfalto virgen de una cruel madrugada. Hay una bruma, ubicando los grises desperezos en el silencio de hielo de la vereda. Las nubes claman; sucias de otoño, las flores se yerguen; y sus pétalos ocultan un rostro, de sol y de rosas- purpúreas como frutos de vino-, donde el rocío triste se detuvo a llorar. Trémula niebla que cae sobre el césped, con su pálido aire empapado de lluvia. Llueve entre las insensibles flores, en las nubes derramadas sobre el blando esponjoso del césped. Brama y tiembla la tierra. Ella tiene el sol, oculto en pampeños Junios de ceniza. Pero aguarda abrir sus miradas, derrotar al dorado otoño; y beber la niebla en marmóreas copas de leche, hacer surgir a las florestas, con la victoria en sus laureles de colores. A lo lejos, la calle deshace la palidez en la niebla; una luz está soplando en las ramas, tiene rubios cabellos en las cúpulas enramadas, en los tejados tenuemente rojizos, en las blandas veredas de la lluvia. Sus pájaros huelen la luna en los rocíos del lirio. La primavera observa el ágil cantar; y puede celebrarse así al otoño, que vive en los tenues lamentos del cielo en llovizna. Hojas de otoño Pateaba las hojas del otoño; sobre mi cabeza, luna, luces blancas. Y cercadas de húmedos árboles. Olor a lluvia, olor de noche; tiempo de nostalgia, y descanso. Caminando por la vereda de los años, del tiempo, de las hojas, líquidas en su melancolía. De las varias muertes y las varias vidas. Una voz lejana me sopla estos versos, ocultos entre las manos férreas de la dicha, acaso de la secreta felicidad. Como una lenta música caían las hojas, pues. Y pálida la luz. Y yo que caminaba… Hacia el tiempo, hacia la muerte, hacia la vida. Otoño en cuerpo y alma La apacible desolación, cuando el cuerpo está en su otoño. Esa serenidad senil, sorpresivamente relajada. El reposo precioso, tan esperado como desconocido, nacido de sutiles, benéficos misterios; dolores, tristezas, angustias fabulosas; hecho, pues, de las magias del tiempo. De aquellas virtudes insoslayables, de señales de penas y dichas. Saborear y descansar el ritmo del aire, acallar el corazón de sus tormentas… Ya surgen recuerdos, en viejas cenizas; de fuegos, sean deseados o no. Es la pausa del cuerpo, son las cicatrices de las ansiedades sin sentido, sin razón: acaso sin amor… La paz y el amor, sí, vienen con su toga, ya soberbia y anciana, imagen de unos viejos conceptos de las viejas virtudes. El coraje calmo y sabio, y la valentía, ahora, discreta y reposada; y el ánimo que es fraguado por grandes y dolorosos ardores; mas ya saciado, límpido, tenaz y misteriosamente pacífico. Los padeceres huyen, y el frío blanco se ha derretido en sus plácidos y rubios parajes. Ya sopla un viento fresco, añoso; sabedor de horas, de días, de muertes que ya nunca más se han de morir. Y el corazón ahora es como de sólido hierro; puro de aquellas penosas pasiones que antes nos querían, y, sobre todo, que antes nosotros tuvimos que querer. ANOCHECIDO OTOÑO Anochecido otoño, ¿son azar esas gotas, lentas resbaladoras por el cristal abajo, mientras solloza el hierro? ¿Son agua sin destino, vacías de misión, huérfanas de unos párpados, de un alma, de un dolor? ¿Son nada, son la lluvia en una ventanilla, mientras que corre el tren deseándole al alma todo lo que quería? No, no son gotas vanas. Un ansia de llorar, unos ojos ardiendo desde un alma transida, las miran deslizarse. Y se paran las lágrimas que en su borde temblaban: no salen, no hacen falta, ya tienen otra forma. Porque allí en el cristal, con lágrimas de lluvia, de Dios, de cielo, está sin que lo vea nadie llorando un alma humana. OTOÑO De la sierra a la pradera tiende el otoño su velo. Las hojas dormidas vuelan tiñendo de ocres el cielo. Los árboles ya cansados se visten de frío invierno. La nieve cubre los páramos, el río cobija el hielo. Los mirlos de luz se afanan alzando hacia el sur el vuelo. Los niños, en sus ventanas, se amontonan para verlos. Ya se marchitan las flores, cesa el canto la cigarra; postrado en naturaleza siento que me tiembla el alma. MENSAJE DE AMOR DE OTOÑO Golondrinas voladoras que asomáis al sol primero, llevad mi voz a mi amada; decidle cuánto la quiero. Nunca vi mujer tan linda, nunca la vi..., ¡ni aun en sueños! ¿Es tal vez un espejismo, o un estandarte del cielo? Decidle que en ella pienso, que es mi consuelo y mi dicha y que a su paso florecen alegres las margaritas. Canto de mirlos y alondras van colmando de alegría las dulces noches de otoño que acompañan mi vigilia. NO ME DEJES Sin ti no existe la vida. Si te marchas yo me muero. Se marchitarán las rosas y las estrellas del cielo. No te alejes de mi vida, no te alejes: ¡tengo miedo! Se entristecerán la tarde y el sol en su firmamento. Si tú te marchas ahora mi amor quedará desierto. Temblará negra la noche dejando mi mundo abierto. En mis tristes madrugadas gritaré a Dios que te adoro. Los ojos tendré mojados pues siendo hombre… también lloro. EL PARQUE Amarillas, perezosas hojas ocres voladoras del otoño: traedme los recuerdos dormidos que la vieja fronda vistió de oro. Recuerdos de luz en las farolas en las desnudas tardes calladas, de los besos y tiernas caricias en las sombras del parque robadas. Recuerdos de los sueños vividos, de los breves requiebros del alma, de los dulces suspiros sentidos entre aromas a tierra mojada. Recuerdos del amor de quince años, de la sonrisa plena del agua, de aquellos viejos bancos cansados que en momentos hicieron de cama. Nostalgias radiantes del otoño, de las desnudas tardes calladas. Recuerdos del cariño vivido entre aromas a tierra mojada OTOÑO : FRUTOS Y PAISAJES Vuelve ya el otoño... vuelven a mi recuerdo las hojas que vuelan y cubren el suelo... En el campo es la recolección, vendimia de uvas y frutos secos. Nueces, castañas, avellanas, mandarinas y almendros. Y en un rincón del colegio, al calor del fuego, los niños aprenden y juegan con todos estos elementos: con las hojas de los árboles que han cubierto el suelo, con los frutos que han traído, con todo su esfuerzo viven la alegría del otoño... HOJAS CAEN SIN CESAR Hojas caen sin cesar, y sopla muy fuerte el viento, sabrosos frutos de otoño hemos cogido del suelo: castañas, nueces, bellotas, avellanas y los almendros. Reunidos todos muy juntos una gran fiesta hemos hecho. LAS CASTAÑAS: Crujientes castañas traen a mi recuerdo el color del otoño, el calor del fuego, la alegría de disfrutar juntos de este hermoso tiempo, de compartir con los otros los frutos, frutos secos de nuestros árboles, frutos de un corazón abierto que se entrega y comparte los malos y buenos momentos. ODA A UNA CASTAÑA EN EL SUELO. Las castañas son tan interesantes que hasta Pablo Neruda les dedicó una oda, en sus Odas elementales. Del follaje erizado caíste completa de madera pulida, de lúcida caoba, lista como un violín que acaba de nacer en la altura, y cae terminado en secreto entre pájaros y hojas, escuela de la forma, linaje de leña y de la harina, instrumento ovalado que guarda en su estructura delicia intacta y rosa comestible. En lo alto abandonaste el erizado erizo que, entreabrió sus espinas en la luz del castaño, por esa partidura viste el mundo, pájaros llenos de sílabas, rocío con estrellas, y abajo cabezas de muchachos y muchachas, hierbas que tiemblan sin reposo, humo que sube y sube. Te decidiste, castaña, y saltaste a la tierra, bruñida y preparada, endurecida y suave como un pequeño seno de las islas de América. Caíste golpeando el suelo pero nada pasó, la hierba siguió temblando, el viejo castaño susurró como las bocas de toda una arboleda, cayó una hoja del otoño rojo, firme siguieron trabajando las horas en la tierra. Porque eres sólo una semilla, castaño, otoño, tierra, agua, altura, silencio prepararon el germen, la harinosa espesura, los párpados maternos que abrirán, enterrados, de nuevo hacia la altura la magnitud sencilla de un follaje, la oscura trama húmeda de unas nuevas raíces, las antiguas y nuevas dimensiones de otro castaño en la tierra. OTOÑO ENTRANTE, BARRIGA TIRANTE Colaboración de Julio Micó, capuchino Estamos ya en el otoño, y los recuerdos del verano, caluroso y extravertido, han ido cediendo ante la evidencia de la vuelta al trabajo, ante el "cole" de los niños, ante la monotonía de siempre; es decir, ante la realidad. y no es que el verano no fuera real, pero cosa buena, poco dura; o, como se suele decir: Pasado el novenario, se olvida el Santo. El Santo, sí; pero no los quilos que, con la relajación del "régimen" en el alegre verano, se han ido agarrando a nuestras cinturas. Aunque, al decir verdad, nadie rebañando, engorda. Sin embargo el otoño, a pesar de lo largo y mortificante, también tiene sus encantos. De noviembre se dice: Dichoso mes, que entras con Todos los Santos y sales con San Andrés. Pero el otoño es interesante, sobre todo, porque es un tiempo para proyectar, no sólo las próximas vacaciones sino la propia vida, ya que donde no hay gobierno, siempre es invierno; o, lo que es lo mismo: Quien unta el carro, no se atasca en el barro. Generalmente somos lo que proyectamos, pues no se le ve a la mona el pelado / hasta que sube al tejado; pero, a veces, nos pasamos de buenos: Veinte años puta y uno santera,/ tan buena soy como cualquiera. Pero esto no es lo peor; hay veces que el cansancio se nos apodera y con ello vamos perdiendo las ganas de vivir hasta sentirnos viejos. Y aunque no haya que disimularlo, pues la cana engaña; el diente miente; la arruga no deja duda, siempre será mejor tener el ánimo y la vitalidad del joven. También el otoño suele ser inestable, amenazándonos continuamente con la temible "gota fría"; de ahí el aviso: Guárdate de la lluvia y del viento / y del fraile fuera del convento; o, lo que es lo mismo: al loco y al fraile, aire. Por eso se suele decir que al fraile y al cochino / no le enseñes el camino. Pero volvamos a lo nuestro. Se suele decir que más aprovecha un ejemplo que un precepto; pues bien. En estos días otoñales de noviembre, hasta el paisaje, con la caída de la hojas secas, parece invitarnos a pensar más en los difuntos que en la vida que tenemos por delante; y, aunque no esté mal acordarse de los que ya nos han dejado, -a los sesenta / prepara la cuenta- el otoño también tiene otra lectura, y es la de desprendemos de lo superficial, que ya no nos sirve -¿qué mayor desconsuelo / que mucho peine y poco pelo? , para centrarnos en lo esencial y soñar otras mil primaveras en las que florezca nuestra vida. Cada cosa a su tiempo, y los nabos en Adviento. Pero además de nabos, el Adviento nos da esperanza y la posibilidad de fraguar sueños que salven nuestra realidad. Por regla general solemos esperar cosas que sirvan solamente para "vestir" nuestra identidad personal -cuando en diciembre veas nevar, / ensancha el granero y el pajar - o algún bien material, ¿Por qué canta el sacristán? Porque le dan; pero el otoño, y en él el Adviento, nos invitan a esperar desde dentro, desde nosotros mismos, para así salir renovados por ese don que se nos da como vida. La esperanza requiere una espera atenta, y no como la del "sordico" de la Ñora, / que oía los cuartos y no las horas. La esperanza, la espera, es el tiempo de la creatividad, no del aburrimiento. La Navidad es la afirmación de que la Vida se nos sigue entregando como un regalo invisible pero necesario, pero tenemos que buscarlo allí donde se encuentra: en la intimidad, en lo pequeño, en lo cotidiano. El Adviento, y el otoño como marco y ambiente, nos invitan a soñar; a soñar despiertos y también dormidos, pues la cama es mar de pensamientos; de ahí que necesitemos nuestras horas de descanso para, después, poder estar vigilantes. Por eso: 1 hora duerme el gallo, 2 el caballo;/ 3 el santo, 4 el que no lo es tanto;/ 5 el caminante, 6 el estudiante;/ 7 el peregrino, 8 el capuchino;/ 9 el pordiosero, 10 el caballero;/ 11 el muchacho, y 12 el borracho. LA CASTAÑERA Ya está aquí, ya llega con las primeras lluvias de otoño mi amiga “la castañera” Mirad su cesta, una cesta de castañas llena y mirad como sonríe con fuerza para ofrecernos una rica castaña apague el frío de nuestra espera. Ya está aquí, ya llega entre las hojas del suelo tu amiga la castañera. Ella te ofrece junto al fuego castañas asadas y frescas, calor de otoño, fuerza del viento que hoy de amistad nos llena. Juntos apreciamos el sueño de nuestra amiga la castañera, personaje que envuelto entre las hojas de otoño vuela hacia tu corazón abierto a la luz de una amistad verdadera. (JP) Oda a una castaña en el suelo de Pablo Neruda Del follaje erizado caíste completa de madera pulida, de lúcida caoba, lista como un violín que acaba de nacer en la altura, y cae terminado en secreto entre pájaros y hojas, escuela de la forma, linaje de leña y de la harina, instrumento ovalado que guarda en su estructura delicia intacta y rosa comestible. En lo alto abandonaste el erizado erizo que, entreabrió sus espinas en la luz del castaño, por esa partidura viste el mundo, pájaros llenos de sílabas, rocío con estrellas, y abajo cabezas de muchachos y muchachas, hierbas que tiemblan sin reposo, humo que sube y sube. Te decidiste, castaña, y saltaste a la tierra, bruñida y preparada, endurecida y suave como un pequeño seno de las islas de América. Caíste golpeando el suelo pero nada pasó, la hierba siguió temblando, el viejo castaño susurró como las bocas de toda una arboleda, cayó una hoja del otoño rojo, firme siguieron trabajando las horas en la tierra. Porque eres sólo una semilla, castaño, otoño, tierra, agua, altura, silencio prepararon el germen, la harinosa espesura, los párpados maternos que abrirán, enterrados, de nuevo hacia la altura la magnitud sencilla de un follaje, la oscura trama húmeda de unas nuevas raíces, las antiguas y nuevas dimensiones de otro castaño en la tierra. LA CASTAÑA En otoño, dulce otoño. cuando los árboles se desnudan y nos dan sus frutos sabrosos, frutos que a todos nos gustan llega también la castaña que nos ofrece sus ricas vitaminas para crecer con ganas. No lo dudes, disfruta de la castaña, fresca, con dulces o asada, es la castaña la fruta del otoño que nos da el calor de la amistad, la ilusión de sabernos unidos en la fiesta del otoño, en la fiesta que nos recuerda que debemos ser solidarios y compartir con todos la alegría y la fiesta (Jesús Pascual) LA CASTAÑERA Ya está aquí, ya llega con las primeras lluvias de otoño mi amiga “la castañera” Mirad su cesta, una cesta de castañas llena y mirad como sonríe con fuerza para ofrecernos una rica castaña apague el frío de nuestra espera. Ya está aquí, ya llega entre las hojas del suelo tu amiga la castañera. Ella te ofrece junto al fuego castañas asadas y frescas, calor de otoño, fuerza del viento que hoy de amistad nos llena. Juntos apreciamos el sueño de nuestra amiga la castañera, personaje que envuelto entre las hojas de otoño vuela hacia tu corazón abierto a la luz de una amistad verdadera. (Jesús Pascual) LAS CASTAÑERAS Las castañas evocan el frío del invierno, su calor en las manos, el humo de olor característico, devolviendo a la ciudad días de niño, tardes de cine y pasamontañas. Y allí estará también la castañera que Panero veía “con la Plaza mayor de sus pupilas intensamente sola” Y como él dice, “estará sentada a la diestra del Padre, y no habrá nieve, ni cellisca perpetua contra el rostro cansado del domingo”. La castañera pone un punto de hogar en la frialdad de nuestras calles y plazas, un cucurucho de ilusión en nuestras andaduras de adultos apresurados en busca de no se sabe qué. Párate ahora y mírala como tu hermana, y gástate un par de euros en castañas y deja que el tiempo pase para que tu corazón no se quede anclado en el invierno LA CASTAÑERA Ya estás aquí, llegaste con el tiempo, con los primeros fríos el otoño, presagiando el invierno. Tú no eres flor de abril ni flor de mayo y en verano quizá te encuentres lejos. Cobijada en tu concha ves pasar a los jóvenes y viejos, transeúntes furtivos, bajo los altos porches del paseo. Has buscado la esquina de una calle resguardada del cierzo y las luces invaden tu penumbra y arrancan de tus ojos un destello. Casadera gentil, culebrillas veloces son tus dedos cuando mueves los frutos sin quemarte en tu fogón de hierro, mientras las ascuas de carbón compiten en su chisporroteo. Casadera silente, ¿Cual será tu secreto? Te habrás enamorado alguna vez de un señor con gabán y con sombrero? ¿Tienes nombre, mujer? ¿Hace mucho que no te han dado un beso? Tú a mí no me conoces, yo hace años que te veo; cincuenta, tal vez más. !Me traes tantos recuerdos! Te irás sin despedirte, como se van las aves a otro puesto. Pasaré por tu esquina y sabré que también se fue el invierno, que se marchó contigo con su helador aliento. Te ocultarás en un lugar sin nombre y yo estaré aguardando su regreso. Nuestro escritor José Mª de Pereda, en su obra “El sabor de la tierruca”, nos hace un retrato de esta costumbre tradicional: "Para el siguiente domingo tenía dispuesta la juventud de Cumbrales una magosta, precisamente en una castañera que lindaba con el término de Rinconeda. Como la castañera estaba soltando el fruto de puro sazonado y era de la pertenencia de varios vecinos de Cumbrales que tenían hijos mozos, autorizóse a éstos para que ofrecieran un sabroso regodeo a toda la gente joven con las castañas que se sacudieran de los árboles, en vez de hacer la magosta con las compradas a escote, como ordinariamente acontece. De este modo tendría la fiesta un aliciente más en los lances de la sacudida, y una ventaja de consideración el ser la fruta regalada. Aquel día, después del rosario, no quedaron en el corro de Cumbrales más que las viejas jugando a la brisca y unos pocos hombres en la bolera; todo lo demás se fue en alegre romería, después de hacer los mozos el necesario acopio de vino, y de proveerse también de un par de recias y larguísimas varas, camino de la castañera. Una vez allí la gente, varazo a esta rama, varazo a la otra, desde el suelo si la vara alcanzaba al fruto, o desde la cruz del castaño si los erizos estaban muy altos; apañando esta moza las castañas sueltas; descachizando la otra los erizos con los tacones de los zapatos y con mucho tiento para no reventar lo que guardaba la espinosa envoltura; acopiando escajos secos unos mozos; avivando en lugar conveniente dos mozas de las más amañadas la mortecina lumbre; templando otras a su calor los flojos parches de las panderetas, y mordiendo todos y todas, por un lado, las acopiadas castañas para que no reventaran en el fuego, con peligro de los cercanos ojos; canturriando unas aquí, relinchando otros allá; locuaces los más y risueños todos, el campo de la castañera, abrigado del aire y del sol por las anchas, espesas y bajas copas de los árboles, parecía un hormiguero en el ir y venir de la gente, y una pajarera en lo ruidoso y pintoresco del conjunto.Acabóse el vareo y el acopio; trocóse la lumbre tímida en voraz hoguera, y ésta, a su vez, en descomunal brasero; hízose en él con una estaca honda sima; llenóse de castañas; volvieron a unirse los bordes candentes, y mientras se dejó al cuidado de personas de juicio e inteligencia la delicada tarea de revolver las ascuas y de sacar las castañas que fueran asándose, pero sin quemarse, en lo que estriba toda la dificultad del caso, la gente de sobra hizo corro más abajo, sonaron las panderetas y comenzó el baile, que es la salsa de todas las fiestas, aquí... "y en Valladolid", ande en ellas el percal de a peseta y el paño burdo, o triunfen la seda turgente y el frac diplomático. La misma raza con diferente librea, la propia carne con distinto pelo. Duró el baile hasta que las castañas se asaron. Entonces se sentaron en rueda mozos y mozas, y comenzó a circular la bota para remojar las castañas, que se repartieron a sombrerada por concurrente. Amenizábase el regodeo con dichos y risotadas, y se tiznaba la cara con pellejos quemados al que se distraía un instante; en el cual empeño, condición especial de las magostas, eran las mujeres las más tercas". Castaño, nombre común de un grupo de árboles de la familia de las Fagáceas, cuyo fruto se llama castaña. El castaño americano es un árbol magnífico que alcanza hasta 30 m de altura y 1 m de diámetro en el tronco. Era uno de los árboles más comunes en los bosques estadounidenses, desde Maine hasta Michigan y, por el sur, hasta Luisiana, muy apreciado por las nueces o castañas y por la madera, de veta marcada, clara y duradera; pero estos árboles fueron atacados por el tizón, una enfermedad causada por un hongo, probablemente procedente de Asia, para la que no se ha descubierto ningún medio de curación; la enfermedad comenzó hacia 1904 cerca de Nueva York y se extendió rápidamente, de modo que ahora ya no queda apenas ningún castaño americano indemne. calidad.El castaño europeo o español es importante productor de madera y castañas en los países de la cuenca mediterránea, y también está amenazado por el tizón. En Europa y algunas regiones de Japón y China, el castaño es una fuente importante de alimento. En Estados Unidos se han introducido, con resultados alentadores, especies de castaño de Japón y China; son árboles más pequeños, pero más resistentes al tizón. El castaño chino forma una castaña grande y sabrosa, mientras que el fruto de la especie japonesa es de inferior calidad. La recolección de la castaña es en los meses de Septiembre y Octubre. Las castañas se venden asadas de Octubre a Enero. Después, la castaña se seca y no sirve para asarla. Las castañeras son las personas que asan las castañas y las venden en sus puestos ambulantes en los atardeceres del otoño. Carmen empieza a vender castañas asadas el 5 de Octubre y acaba en Diciembre. A principios de Octubre, Carmen y Juan empiezan a construir el puesto en una de las calles principales de Alhaurin de la Torre. Usan aluminio y lona. Carmen aprendió el oficio de su madre que, a su vez, lo hizo de su abuela. Ella se lo está enseñando a su hijo. Para asar castañas se necesita: Un martillo o mazo, una cuchilla fija, un anafe, una olla con agujeros en el fondo, un soplillo, cartuchos de papel, sal gorda, sal fina y castañas. Se pone el carbón en el anafe y se enciende. Se colocan varias ollas, una encima de otra. Se pone la castaña encima de la cuchilla y se le da un golpe con el martillo o mazo para hacerle una raja. Se echan las castañas en la olla. Se les echa sal gorda y, luego, sal fina. De cuando en cuando, la castañera coge la olla y la agita para que las castañas se asen por igual. Con el soplillo se aviva el fuego. Cuando las castañas están asadas se ponen en el mostrador para venderlas metidas en cartuchos de papel. Las castañeras nos ofrecen esos frutos deliciosos hechos lentamente en las brasas de sus fogones. (También podemos asar castañas en la chimenea de la casa en las tardes de otoño). A mi padre le recuerdan su infancia: le pedía dinero a mi abuela para comprar castañas asadas. Es estupendo pasear por las ciudades y observar esos antiquísimos puestos. Debemos contribuir a esta tradición acercándonos a comprar castañas asadas y saborear el otoño. ENLACE CUENTO LA CASTANYERA http://ampacarrilet.org/areainfantil/castanyada/conteCastanyera.html ARCIMBOLDO OTOÑO http://es.wikipedia.org/wiki/Giuseppe_Arcimboldo MARIUCA LA CASTAÑERA” Mariuca era una niña huérfana, que señora y le mandó a vender castañas. recogió una Vinieron unos pobres y le pidieron castañas y les dio un puñado de regalo. Como se le acabaron, la señora le dijo que no volviera si no traía dinero, porque la echaba de casa . Al día siguiente, le volvieron a pedir los mendigos y se le acabaron otra vez las castañas y tuvo que dormir en la calle. Mientras dormía , vinieron unos ángeles y le llenaron el fogón de castañas y le encendieron . el fuego Cuando despertó y vio aquello se preguntó: - ¿ Quién ha encendido el fuego? Y se puso a vender las castañas y consiguió mucho dinero. La señora le perdonó. La huerfanita y la señora hicieron un puesto de mendigos y otro para vender y no se les acababan las castañas, siempre estaba el cesto lleno por haber sido buena. Como bien sabemos se trata del fruto del castaño, árbol muy presente en todo nuestro entorno. Las castañas que antaño se recogieron literalmente a carretadas, apenas llenan hoy las bolsas y bolsillos de los pocos que se agachan a recogerlas. Ingrediente básico y sustancial de la dieta del cantábrico durante siglos, el valor de la castaña sólo es comparable al del maíz, alubias y patatas que vinieron de América a sustituirla. Aún así, continuó siendo el pan de los pobres, alimento primordial que se consumía durante todo el año de mil diferentes formas. Actualmente, el declive del castañar, los nuevos hábitos alimenticios y la dificultad de su conservación (debida al propio proceso de recogida), han hecho de la castaña capricho de temporada, que apenas dura un par de meses. Cualquier abuelo puede contarnos, sin embargo, cómo su vida giraba de un modo u otro alrededor de este árbol espléndido y su fruto. En muchas casas las castañas con leche eran almuerzo y cena de todos los días. Las castañas se cocían con piel, en, agua o leche, añadiendo, a veces un poco de hinojo, para dar sabor y evitar las flatulencias; otro tipo de castañas se pelaban y cocían de igual modo. Y las asadas (en el tambor, la chapa de la cocina o el horno) se comían en toda ocasión. Al parecer se hicieron también una especie de gachas con harina de castañas . Tras la recolección, que se hacía vareando con distintas varas, trepando a los árboles con ganchos de madera y pañando los erizos con unas pinzas de madera de castaño curvadas al fuego (las tiñaces, mordazas o pañaderas); se amontonaban en unos corros de piedra, que se construían en el mismo castañar o junto a la casería. Allí debían cocer, amugar o morcar, tapadas con hojas y maleza o trapos viejos durante unas semanas. Si no llovía se remojaban. A partir de aquí, formarán parte de guisos y festejos, se darán corno regalo de aguinaldo y se comerán en todas las fiestas y reuniones invernales. Hasta mayo, y aún más adelante, las mayucas seguirán saciando a todos los hambrones. Podríamos hacer un pequeño diccionario de vocablos sobre este árbol y su fruto, o recoger una infinidad de acertijos, dichos y refranes; por sí solo el castaño generó toda una cultura en tiempos difíciles. Pero esta cultura, la de los castañares, con casi todas de sus muchas variedades está, desgraciadamente, en trance de extinción. La castaña en el refranero Entra mayo, sale abril las castañas han venir Relámpagos por San Juan, los castaños lo pagarán Agosto seco, castañas en el cesto, agosto mojado, cesto apilao Por San Cebriano castaña en mano Castaña la primera y nuez la postrera adviento Cada cosa en su tiempo y las castañas en La castaña es el fruto que más identificamos con el frío aunque pocos pueden imaginar que las castañas tienen un alto contenido en agua, hasta un 60 %, también tiene un alto contenido en azúcar y almidón, así como en hidratos de carbono, grasas y sales minerales. Cada vez se consumen menos en fresco pero con las castañas se elaboran harinas, con propiedades alimenticias parecidas a las del trigo, mermeladas, de elevado poder nutritivo y purés, así como el conocido marrón glacé. De la cáscara de los frutos y las hojas del castaño se prepara un champú natural que sirve para teñir los cabellos rubios. La infusión de las hojas del castaño se emplea como un remedio muy eficaz contra la tos ferina. Las flores se utilizaban antiguamente para aromatizar el tabaco de pipa. Bombas de castaña y chocolate Ingredientes para 4 personas: 400 gr. de harina, 1 huevo, 1 yema de huevo, 25 gr. de levadura prensada, 250 gr. de azúcar,100 gr. de mantequilla, 1 1/2 vasos de leche, 200 gr. de castañas, 150 gr. de nueces, 150 gr. de chocolate para fundir, 100 gr. de mermelada de albaricoque, azúcar glass, aceite, sal. Método: Lavar las castañas y dejarlas cocer durante unos 45 minutos. En una taza, disolver la levadura troceada con un poco de leche tibia. Ponerlo en un cuenco de bastante capacidad. Agregar la harina, los huevos, la mantequilla blanda, una pizca de sal, 150 gr. de azúcar y el resto de la leche. Amasarlo bien hasta obtener una masa homogénea. Formar una bola, cubrirla con un paño y dejar reposar en un sitio tibio unos 30-40 minutos. Pasar por el pasapurés de agujeros muy finos, las castañas, recogiendo el puré obtenido en un cuenco. Agregar el chocolate, las nueces picadas y la mermelada. Estirar la pasta hasta que quede muy fina y cortarla en cuadrados de unos 8-10 cm. de lado. Poner una cucharada del puré en cada cuadrado y cerrarlos presionando en los bordes para que no se salga el relleno. Freírlos en abundante aceite, escurrirlos y espolvorearlos con el azúcar glass por encima a la hora de servir. Servir calientes. El origen de la Fiesta de Todos los Santos y Difuntos Durante el otoño, en nuestras latitudes, el campo después de la alegría de las vendimias está esperando la siembra, es decir, la semilla que hará que la tierra posibilite la continuación de la vida. Mireia Cortés -Según publica Dolors Llopart, en su libro "El origen de la fiesta de todos los Santos": Las fiestas de Todos los Santos y Difuntos son, en sus raíces, fiestas otoñales que nos anuncian la inminente proximidad del invierno. La tierra, símbolo femenino, aparece yerma en esta época del año, cubierta de rastrojos, después de la tala o la siega hechas en julio o en agosto, pero después de recibir la semilla, símbolo masculino, esta tierra se torna en esperanza de continuidad de la vida para todos los humanos. Estas fiestas representan, en cierta manera, un momento de acuerdo o de reencuentro entre el mundo de los muertos, simbolizados en el mundo real por la tierra yerma, y el mundo de los vivos, simbolizados por las semillas que se sembrarán y que harán posible la vida en el futuro Tradición y cultura Esta festividad se enmarca dentro de la tradición del culto a los muertos. No es extraño que tenga lugar justamente en otoño, cuando la naturaleza va muriendo poco a poco y se prepara a cubrirse con el sudario blanco del invierno. Son muchas las tradiciones que concurren en estas fechas: desde las referencias literarias (D. Juan Tenorio de José Zorrilla; El Estudiante de Salamanca de José de Espronceda...), hasta las puramente gastronómicas que nos conducen al aspecto más lúdico de la celebración: LA CASTAÑADA. En efecto, antiguamente, después de cenar, se celebraba la castañada, comida familiar dedicada a los muertos y que era recuerdo de las antiguas comidas funerarias. Se hacía la cena habitual y seguidamente se comían las castañas asadas al fuego del hogar, así como los panellets u otros dulces propios del día, y se bebía vino que tenía que ser dulce o blanco. Las castañas se abocaban encima de la mesa y todo el mundo iba cogiendo a su discreción. Esta costumbre de comer castañas (que por otro lado es el fruto típico de la estación junto con otros frutos secos: almendras, avellanas...), se complementa con la de consumir un tubérculo parecido a la batatata (de la cual es una variedad): el boniato. Y juntos nos llevan a la aparición de uno de los personajes más carismáticos y entrañables de la época: La castañera. OTOÑO Cuatro cuentos, con transparencias y retroproyector, sirven de base para crear en el alumnado de tres años todo un mapa conceptual sobre elementos de la naturaleza en otoño. Nubes, viento, hojas secas, lluvia, setas o frutos toman vida para transmitir sentimientos y valores a la vez que nos ayuda a observar la naturaleza en nuestro patio. Estos cuentos los materializamos en un mural, en la construcción de un árbol tridimensional el rincón de la naturaleza, en libros sobre hojas, cuentos o canciones, y en una gran fiesta de los frutos del otoño con todo el ciclo de Infantil. CUENTOS DEL OTOÑO Las dos hojitas. Era un gran árbol lleno de hojas hasta un día en que apareció un gran viento que comenzó a soplar y soplar. Las hojas iban cayendo al suelo una tras otras. Unas se llenaban de barro, otras las pisaban los niños, y otras iban a parar a la basura cuando las recogía el barrendero. Había en lo alto de una ramita dos hojas que lloraban porque no querían caer al suelo. No querían llenarse de barro, que los niños las pisaran o que las echaran a la basura. Cada vez que venía el viento se movían pero se agarraban con su rabito muy fuerte a la rama del árbol. De pronto dijo la más pequeñita: "tengo una idea, mira aquel pájaro que vuela por el cielo, por qué no esperamos que venga un gran viento y volamos como él". A la otra hoja le pareció una estupenda idea. Cuando sopló un gran viento las dos hojas soltaron su rabito de la rama del árbol y volaron por el aire, muy alto, muy alto, hasta desaparecer junto a los pájaros del cielo. En el teatro, la nube sopla a las dos hojitas. Las dos gotitas Las dos gotitas de agua vivían en una gran nube. Comenzó a llover y la gotita pequeña no quería caer, le daba mucho miedo. Su mamá le contó que era muy divertido, que un día calló en una flor, otro día en una casa y otro día en una calle muy bonita. La gotita pequeña ,con mucho miedo, agarró de la mano a su mamá, cerró los ojos y se dejó caer. Las dos gotitas de agua cayeron junto con las demás, formando una gran lluvia plateada. La mamá mojó la hoja de un árbol, se resbaló y cayó al suelo produciendo un gran ruido: "plaf". Su hija, como era más delgadita, tardó más en caer, se posó sobre un paraguas rojo realizando un ruidito: "clic". Después resbaló y cayó en la gorro de una niña, "clic", se deslizó por su nariz para más tarde gotear en su impermeable azul. Al final acabó en unas botas de agua. Estuvo un buen rato en la bota hasta que la niña comenzó a andar u cayó a un gran charco que había en el suelo. Allí encontró a su mamá a quien le dio un gran abrazo. Después de contarse el largo viaje, quedaron fundidas en el gran charco de agua. Más tarde, salió el sol, se reflejó en el charco y apareció un bonito arco iris. Las dos setas La pequeña seta vivía bajo en gran castaño junto a su mama. Era un lugar muy fresco y húmedo en el que vivían felices. Cierto día, la pequeña seta, vio a lo lejos a un hombre que llevaba un canasto lleno de setas. –Mamá –dijo la pequeña- yo quiero que ese hombre me suba en su cesto y me dé un paseo por el bosque porque aquí me aburro. La madre, asustada, le dijo: -¡Estás loca!, ese hombre no está dando un paseo a las setas, sino que las arranca para cocinarla y comérsela. El pequeño se quedó mudo, y temblando de miedo se escondió tras su madre y esperó a que el hombre se fuera. Las dos ardillas Clásico cuento tradicional en el que una artilla almacena alimento para el invierno mientras la pequeña se divierte sin prever el futuro. Al final tiene que ser alimentada por la solidaridad de la mayor, no sin antes prometer hacerse más responsable para otra ocasión. El árbol de nuestra clase se llena de las hojas recogidas en el patio. En diciembre lo vestiremos de navidad, en primavera le pondremos flores y en verano frutos. Así desarrollaremos el concepto de tiempo. POEMAS DEL OTOÑO (Pasarán al libro de poesías de la biblioteca) "Que llueva ya" (Gloria Fuerte) Gallinas y pollitos, que se vayan a dormir. ¡Que llueva por el monte! ¡Que llueva por aquí! Ya está lloviendo... y las nubes huyendo y la bruja en camisa. ¡Ay, qué risa, tía Luisa! "La ardillita" (Amado Nervo) (La representamos con el cuerpo) La ardilla corre, la ardilla vuela, la ardilla salta como locuela. ¿Mamá ...? ¿La ardilla no va a la escuela? Tres naranjitas (Popular) (Lo representamos con tres naranjas de verdad Luego hacemos un libro de la poesía para desarrollar el concepto de número) Tres naranjitas hay en la mesa. Me ha dicho mi señora que coja ésta. (Dos, una, ...) Ninguna naranjita hay en mi mesa. Me ha dicho mi señora que friege la mesa. CANCIONES DEL OTOÑO (Pasan a formar parte del libro de canciones que tenemos en la biblioteca de clase). Otoño llegó Otoño llegó, marrón y amarillo. Otoño llegó y hojas secas escampó. El viento de otoño sopla soplará, con las hojas secas me dejan jugar. Cli, cli, cli Me quedo en mi casa, no puedo salir, -¿por qué?pues cae la lluvia con su cli, cli. cli, cli, cli,cli, cli, cli (4 veces) (podemos acompañar el sonido cli con los dedos pegando sobre la palma de la mano, y finalizar simulando una lluvia fuerte aplaudiendo con las dos manos). Noviembre Ya está la nieve en la cumbre, las castañas por asar, el fuego arde en la lumbre, noviembre llegando está. Nos trae regalos de otoño, nuevos frutos que probar, nueces, almendras y pasas y un puré de calabazas. Pequeños copos de nieve van cayendo sin parar, abrigo, gorro y bufanda todo el campo blanco está Quiero quedarme en la cama, tapada hasta la nariz, con un pijama de flores, jugando con el parchís Mis deditos congelados, mis mofletes colorados, las orejas y las cejas parecen ricos helados Haré un muñeco de nieve en el patio de mi casa, le pondré grandes botones. ¡El frío ya se me pasa! ASANDO CASTAÑAS Si quieres comer castañas conmigo las asarás y juntos las comeremos si saltas al compás. Las asadas castañas qué ricas están calentitas y doradas calorcito me dan Asando las castañas la castañera me enseñó que si juntos las compartimos haremos un mundo mejor. PAREADOS FIESTA DE LA MAGOSTA El otoño llegó y la hoja del árbol se cayó. La ardilla salió y el pájaro se metió. España se enfrió y el verano a Australia llegó. El verano se fue y de amarillo el paisaje pintaré. El sol se metió y la lluvia volvió. El viento llegó y el pájaro se heló. Las chaquetas volvieron y los bañadores se fueron. Llueve en toda España y el tiempo no acompaña. Las hojas cayeron porque de color marrón se volvieron. El otoño ha llegado y no nos hemos enterado. Las hojas se cayeron porque marrones se volvieron. Durante todo el día el cole es alegría. Hoy en clase no estamos porque la magosta celebramos. Todos hemos colaborado y juntos hemos disfrutado. Jesús el secretario de castañera se ha disfrazado. Y asando castañas está para que las podamos degustar. Nos han contado un cuento y todo el mundo está contento. Hemos hecho un mural que no ha quedado nada mal. Yogurt con frutos secos que luego comeremos. Y ya cansados de jugar toda la función vamos a escuchar. Si en otoño quieres disfrutar en la magosta tienes que estar. El otoño ha llegado Las hojas se cayeron Durante todo el día Hoy en clase no estamos Todos hemos colaborado Jesús el secretario Y asando castañas está Nos han contado un cuento Hemos hecho un mural Yogurt con frutos secos Y ya cansados de jugar Si en otoño quieres disfrutar OTOÑO -. (Eneko 5º) Esta mañana me he levantado, al cielo he mirado... y he pensado: El otoño ya ha llegado, hace un poco de calor y esos rayos de sol me inundan el corazón, siento una extraña sensación como si un hada llegara. Ese hada me toca y me atraviesa con su mirada, no es el hada de los cuentos ni tampoco el hada de las colinas encantadas, es el hada de la brisa de otoño con sus hojas embrujadas que llenan el aire y lo transforman en un otoño que ha llegado lleno de frutos y buenas cosas. OTOÑO : FRUTOS Y PAISAJES Vuelve ya el otoño... vuelven a mi recuerdo las hojas que vuelan y cubren el suelo... En el campo es la recolección, vendimia de uvas y frutos secos. Nueces, castañas, avellanas, mandarinas y almendros. Y en un rincón del colegio, al calor del fuego, los niños aprenden y juegan con todos estos elementos: con las hojas de los árboles que han cubierto el suelo, con los frutos que han traído, con todo su esfuerzo viven la alegría del otoño... POEMAS DE OTOÑO PINTAR EL OTOÑO HA LLEGADO El otoño ha llegado Y las hojas se han secado Sopla el viento Y las hojas se caen en un momento. Y como hace frío La estufa se ha encendido, El calor del fuego Me hace sentir como nuevo. Voy al huerto Y de granadas lleno el cesto, Voy al campo Y un almendro planto. Viene una ardilla Y se sienta en la silla; El zorro tan astuto Se esconde tras el arbusto. Qué más puedo decirte Si el otoño es tan triste. EL OTOÑO YA LLEGÓ El otoño ya llegó Y la lluvia comenzó. El otoño está muy bien Porque yo castañas comeré. En el parque jugaré Cuando el aire eche a correr. "SUEÑO DE OTOÑO" Un niño mientras dormía soñó el otoño ya llegó. Bajo un árbol mirando al cielo Veía caer las hojas al suelo. El árbol está dolido los pájaros no pueden hacer su nido. El niño se ha despertado Y el sueño se ha acabado, Pero el otoño ha empezado. EL FRÍO LLEGA El frío llega Y la lluvia cae Hasta por la chimenea. Las hojas que se caen Son grandes Y el viento las protege Con guantes Las hojas secas Caen sobre las setas. Comemos castañas, Comemos granadas Comemos de todo Hasta manzanas. Ya se ven árboles desnudos Con conejos y jabalíes. Alrededor suyo En las casas Encendemos las chimeneas Mientras con el calor Comemos almendras. Para ir a la escuela me tengo que poner A la fuerza una sudadera, Mientras otros van con un abrigo gordo y con un dibujo de una seta. Los colores del otoño son muy bonitos Por eso en otoño nos lo pasamos muy bien Con los conejitos. EL OTOÑO El otoño huele a la lluvia que cae, que moja la tierra, que moja las hojas. El otoño huele a setas que se esconden, a castañas asadas, a niños que corren. El otoño huele al frío que llega, al aire puro que el viento se lleva. EL OTOÑO El otoño es un barco que navega con abrigos, silencios y paraguas, sobre los parques y las arboledas. ¡Gaviotas amarillas! Son las hojas que vuelan y caen lentamente hasta pisar la tierra. El cielo frío se parece al humo de los barcos sin velas que dibujan el sueño de los vientos con los pinceles de sus chimeneas. EL OTOÑO El otoño huele a gotas de lluvia a tierra mojada a hierba fresca. El otoño huele a frutos secos a castañas asadas a niños que juegan. El otoño huele a las hojas que vuelan al aire fresco a los pájaros que se alejan. OTOÑO De la sierra a la pradera tiende el otoño su velo. Las hojas dormidas vuelan tiñendo de ocres el cielo. Los árboles ya cansados se visten de frío invierno. La nieve cubre los páramos, el río cobija el hielo. Los mirlos de luz se afanan alzando hacia el sur el vuelo. Los niños, en sus ventanas, se amontonan para verlos. Ya se marchitan las flores, cesa el canto la cigarra; postrado en naturaleza siento que me tiembla el alma. EL PARQUE Recuerdos de los sueños vividos, de los breves requiebros del alma, de los dulces suspiros sentidos entre aromas a tierra mojada. Nostalgias radiantes del otoño, de las desnudas tardes calladas. Recuerdos del cariño vivido entre aromas a tierra mojada. OTOÑO : FRUTOS Y PAISAJES Vuelve ya el otoño... vuelven a mi recuerdo las hojas que vuelan y cubren el suelo... En el campo es la recolección, vendimia de uvas y frutos secos. Nueces, castañas, avellanas, mandarinas y almendros. Y en un rincón del colegio, al calor del fuego, los niños aprenden y juegan con todos estos elementos: con las hojas de los árboles que han cubierto el suelo, con los frutos que han traído, con todo su esfuerzo viven la alegría del otoño... HOJAS CAEN SIN CESAR Hojas caen sin cesar, y sopla muy fuerte el viento, sabrosos frutos de otoño hemos cogido del suelo: castañas, nueces, bellotas, avellanas y los almendros. Reunidos todos muy juntos una gran fiesta hemos hecho. LAS CASTAÑAS: Crujientes castañas traen a mi recuerdo el color del otoño, el calor del fuego, la alegría de disfrutar juntos de este hermoso tiempo, de compartir con los otros los frutos, frutos secos de nuestros árboles, frutos de un corazón abierto que se entrega y comparte los malos y buenos momentos. OTROS POEMAS DE OTOÑO El otoño ha llegado El otoño ha llegado Y las hojas se han secado Sopla el viento Y las hojas se caen en un momento. Y como hace frío La estufa se ha encendido, El calor del fuego Me hace sentir como nuevo. Voy al huerto Y de granadas lleno el cesto, Voy al campo Y un almendro planto. Viene una ardilla Y se sienta en la silla; El zorro tan astuto Se esconde tras el arbusto. Qué más puedo decirte Si el otoño es tan triste. EL OTOÑO El otoño otoñeció y el frío llegó, las ardillas cordillas El viento se las llevó. Los árboles desnudos las señoritas los vió y las casas calentitas Que gusto a los niños les dio. Muchas castañas, avellanas, granadas, ¡qué buenas están! Las señoras cuecen las setas cueretas En las caceretas, ¡Uy qué ricas que están las setas cueretas.! "EL OTOÑO LLEGA" El otoño llega Y las hojas de los árboles Caen por la chimenea. El frío llega Y el cielo está nublado Por toda la luna entera. Las ramblas están de agua llenas. "EL CONEJO Y LA ARDILLA" El conejo y la ardilla van en busca de la pandilla, ¡corre que te pilla! Todos juegan en la orilla, jugando sin parar Hasta la hora de cenar. El otoño ya llegó El otoño ya llegó Y la lluvia comenzó. El otoño está muy bien Porque yo castañas comeré. En el parque jugaré Cuando el aire eche a correr. ARDILLITA Ardillita, ardillita, qué fresquita ardillita, ardillita, qué listita vuela por el cielo frío. Lluvia, lluvia que no caigan gotas de agua. Con algodón se pueden hacer bonitos trajes Para los árboles desnudos. Y para las hojas Un bonito color El otoño se vuelve gris Después de leer ésta poesía. "SUEÑO DE OTOÑO" Un niño mientras dormía soñó el otoño ya llegó. Bajo un árbol mirando al cielo Veía caer las hojas al suelo. El árbol está dolido los pájaros no pueden hacer su nido. El niño se ha despertado Y el sueño se ha acabado, Pero el otoño ha empezado. El frío llega El frío llega Y la lluvia cae Hasta por la chimenea. Las hojas que se caen Son grandes Y el viento las protege Con guantes Las hojas secas Caen sobre las setas. Comemos castañas, Comemos granadas Comemos de todo Hasta manzanas. Ya se ven árboles desnudos Con conejos y jabalíes. Alrededor suyo En las casas Encendemos las chimeneas Mientras con el calor Comemos almendras. Para ir a la escuela me tengo que poner A la fuerza una sudadera, Mientras otros van con un abrigo gordo y con un dibujo de una seta. Los colores del otoño son muy bonitos Por eso en otoño nos lo pasamos muy bien Con los conejitos. EL OTOÑO ES EL OTOÑO, LOS PÁJAROS SE VAN, EL DÍA ES MÁS CORTO, EL FRÍO EMPIEZA YA. ES EL OTOÑO, LAS HOJAS SE CAEN YA Y UNA ALFOMBRA AMARILLA EL SUELO CURBRIRÁ ESPAÑA Dejad que siga y bogue la galera bajo la tempestad, sobre las olas: va con rumbo a una Atlántida española, en donde el porvenir calla y espera. No se apague el rencor ni el odio muera ante el pendón que el bárbaro enarbola: si un día la justicia estuvo sola, lo sentirá la humanidad entera. Y bogue entre las olas espumeantes, y bogue la galera que ya ha visto cómo son las tormentas de inconstantes. Que la raza está en pie y el brazo listo, que va en el barco el capitán Cervantes, y arriba flota el pabellón de Cristo. El otoño El otoño huele a la lluvia que cae, que moja la tierra, que moja las hojas. El otoño huele a setas que se esconden, a castañas asadas, a niños que corren. El otoño huele al frío que llega, al aire puro que el viento se lleva. El otoño El otoño es un barco que navega con abrigos, silencios y paraguas, sobre los parques y las arboledas. ¡Gaviotas amarillas! Son las hojas que vuelan y caen lentamente hasta pisar la tierra. El cielo frío se parece al humo de los barcos sin velas que dibujan el sueño de los vientos con los pinceles de sus chimeneas. El otoño El otoño huele a gotas de lluvia a tierra mojada a hierba fresca. El otoño huele a frutos secos a castañas asadas a niños que juegan. El otoño huele a las hojas que vuelan al aire fresco a los pájaros que se alejan. Yo soy el marinero del otoño. Mira mi barca seca y las bellas gaviotas melancólicas volando en mi cabeza En la orilla dormida de la tarde hay olas de silencio y tristeza. Por las ramas desnudas, por el agua secreta, por los abrigos grises, el otoño navega como un barco perdido sobre las arboledas. Los ojos del otoño A lo lejos de la calle el sueño está soñando los árboles. Una luna como de gas persiste, durmiendo, su rígido frío de oscuridad, y los vientos intachables, gélidos, entre los curiosos sigilos del barrio. Las esquinas comparten su soledad. Una avenida todavía furtiva, inaudible, desenvuelve el asfalto virgen de una cruel madrugada. Hay una bruma, ubicando los grises desperezos en el silencio de hielo de la vereda. Las nubes claman; sucias de otoño, las flores se yerguen; y sus pétalos ocultan un rostro, de sol y de rosas- purpúreas como frutos de vino-, donde el rocío triste se detuvo a llorar. Trémula niebla que cae sobre el césped, con su pálido aire empapado de lluvia. Llueve entre las insensibles flores, en las nubes derramadas sobre el blando esponjoso del césped. Brama y tiembla la tierra. Ella tiene el sol, oculto en pampeños Junios de ceniza. Pero aguarda abrir sus miradas, derrotar al dorado otoño; y beber la niebla en marmóreas copas de leche, hacer surgir a las florestas, con la victoria en sus laureles de colores. A lo lejos, la calle deshace la palidez en la niebla; una luz está soplando en las ramas, tiene rubios cabellos en las cúpulas enramadas, en los tejados tenuemente rojizos, en las blandas veredas de la lluvia. Sus pájaros huelen la luna en los rocíos del lirio. La primavera observa el ágil cantar; y puede celebrarse así al otoño, que vive en los tenues lamentos del cielo en llovizna. Hojas de otoño Pateaba las hojas del otoño; sobre mi cabeza, luna, luces blancas. Y cercadas de húmedos árboles. Olor a lluvia, olor de noche; tiempo de nostalgia, y descanso. Caminando por la vereda de los años, del tiempo, de las hojas, líquidas en su melancolía. De las varias muertes y las varias vidas. Una voz lejana me sopla estos versos, ocultos entre las manos férreas de la dicha, acaso de la secreta felicidad. Como una lenta música caían las hojas, pues. Y pálida la luz. Y yo que caminaba… Hacia el tiempo, hacia la muerte, hacia la vida. Otoño en cuerpo y alma La apacible desolación, cuando el cuerpo está en su otoño. Esa serenidad senil, sorpresivamente relajada. El reposo precioso, tan esperado como desconocido, nacido de sutiles, benéficos misterios; dolores, tristezas, angustias fabulosas; hecho, pues, de las magias del tiempo. De aquellas virtudes insoslayables, de señales de penas y dichas. Saborear y descansar el ritmo del aire, acallar el corazón de sus tormentas… Ya surgen recuerdos, en viejas cenizas; de fuegos, sean deseados o no. Es la pausa del cuerpo, son las cicatrices de las ansiedades sin sentido, sin razón: acaso sin amor… La paz y el amor, sí, vienen con su toga, ya soberbia y anciana, imagen de unos viejos conceptos de las viejas virtudes. El coraje calmo y sabio, y la valentía, ahora, discreta y reposada; y el ánimo que es fraguado por grandes y dolorosos ardores; mas ya saciado, límpido, tenaz y misteriosamente pacífico. Los padeceres huyen, y el frío blanco se ha derretido en sus plácidos y rubios parajes. Ya sopla un viento fresco, añoso; sabedor de horas, de días, de muertes que ya nunca más se han de morir. Y el corazón ahora es como de sólido hierro; puro de aquellas penosas pasiones que antes nos querían, y, sobre todo, que antes nosotros tuvimos que querer. ANOCHECIDO OTOÑO Anochecido otoño, ¿son azar esas gotas, lentas resbaladoras por el cristal abajo, mientras solloza el hierro? ¿Son agua sin destino, vacías de misión, huérfanas de unos párpados, de un alma, de un dolor? ¿Son nada, son la lluvia en una ventanilla, mientras que corre el tren deseándole al alma todo lo que quería? No, no son gotas vanas. Un ansia de llorar, unos ojos ardiendo desde un alma transida, las miran deslizarse. Y se paran las lágrimas que en su borde temblaban: no salen, no hacen falta, ya tienen otra forma. Porque allí en el cristal, con lágrimas de lluvia, de Dios, de cielo, está sin que lo vea nadie llorando un alma humana. OTOÑO De la sierra a la pradera tiende el otoño su velo. Las hojas dormidas vuelan tiñendo de ocres el cielo. Los árboles ya cansados se visten de frío invierno. La nieve cubre los páramos, el río cobija el hielo. Los mirlos de luz se afanan alzando hacia el sur el vuelo. Los niños, en sus ventanas, se amontonan para verlos. Ya se marchitan las flores, cesa el canto la cigarra; postrado en naturaleza siento que me tiembla el alma. MENSAJE DE AMOR DE OTOÑO Golondrinas voladoras que asomáis al sol primero, llevad mi voz a mi amada; decidle cuánto la quiero. Nunca vi mujer tan linda, nunca la vi..., ¡ni aun en sueños! ¿Es tal vez un espejismo, o un estandarte del cielo? Decidle que en ella pienso, que es mi consuelo y mi dicha y que a su paso florecen alegres las margaritas. Canto de mirlos y alondras van colmando de alegría las dulces noches de otoño que acompañan mi vigilia. NO ME DEJES Sin ti no existe la vida. Si te marchas yo me muero. Se marchitarán las rosas y las estrellas del cielo. No te alejes de mi vida, no te alejes: ¡tengo miedo! Se entristecerán la tarde y el sol en su firmamento. Si tú te marchas ahora mi amor quedará desierto. Temblará negra la noche dejando mi mundo abierto. En mis tristes madrugadas gritaré a Dios que te adoro. Los ojos tendré mojados pues siendo hombre… también lloro. EL PARQUE Amarillas, perezosas hojas ocres voladoras del otoño: traedme los recuerdos dormidos que la vieja fronda vistió de oro. Recuerdos de luz en las farolas en las desnudas tardes calladas, de los besos y tiernas caricias en las sombras del parque robadas. Recuerdos de los sueños vividos, de los breves requiebros del alma, de los dulces suspiros sentidos entre aromas a tierra mojada. Recuerdos del amor de quince años, de la sonrisa plena del agua, de aquellos viejos bancos cansados que en momentos hicieron de cama. Nostalgias radiantes del otoño, de las desnudas tardes calladas. Recuerdos del cariño vivido entre aromas a tierra mojada OTOÑO : FRUTOS Y PAISAJES Vuelve ya el otoño... vuelven a mi recuerdo las hojas que vuelan y cubren el suelo... En el campo es la recolección, vendimia de uvas y frutos secos. Nueces, castañas, avellanas, mandarinas y almendros. Y en un rincón del colegio, al calor del fuego, los niños aprenden y juegan con todos estos elementos: con las hojas de los árboles que han cubierto el suelo, con los frutos que han traído, con todo su esfuerzo viven la alegría del otoño... HOJAS CAEN SIN CESAR Hojas caen sin cesar, y sopla muy fuerte el viento, sabrosos frutos de otoño hemos cogido del suelo: castañas, nueces, bellotas, avellanas y los almendros. Reunidos todos muy juntos una gran fiesta hemos hecho. LAS CASTAÑAS: Crujientes castañas traen a mi recuerdo el color del otoño, el calor del fuego, la alegría de disfrutar juntos de este hermoso tiempo, de compartir con los otros los frutos, frutos secos de nuestros árboles, frutos de un corazón abierto que se entrega y comparte los malos y buenos momentos. ODA A UNA CASTAÑA EN EL SUELO. Las castañas son tan interesantes que hasta Pablo Neruda les dedicó una oda, en sus Odas elementales. Del follaje erizado caíste completa de madera pulida, de lúcida caoba, lista como un violín que acaba de nacer en la altura, y cae terminado en secreto entre pájaros y hojas, escuela de la forma, linaje de leña y de la harina, instrumento ovalado que guarda en su estructura delicia intacta y rosa comestible. En lo alto abandonaste el erizado erizo que, entreabrió sus espinas en la luz del castaño, por esa partidura viste el mundo, pájaros llenos de sílabas, rocío con estrellas, y abajo cabezas de muchachos y muchachas, hierbas que tiemblan sin reposo, humo que sube y sube. Te decidiste, castaña, y saltaste a la tierra, bruñida y preparada, endurecida y suave como un pequeño seno de las islas de América. Caíste golpeando el suelo pero nada pasó, la hierba siguió temblando, el viejo castaño susurró como las bocas de toda una arboleda, cayó una hoja del otoño rojo, firme siguieron trabajando las horas en la tierra. Porque eres sólo una semilla, castaño, otoño, tierra, agua, altura, silencio prepararon el germen, la harinosa espesura, los párpados maternos que abrirán, enterrados, de nuevo hacia la altura la magnitud sencilla de un follaje, la oscura trama húmeda de unas nuevas raíces, las antiguas y nuevas dimensiones de otro castaño en la tierra. OTOÑO – Enero - 5º Esta mañana me he levantado, al cielo he mirado... y he pensado: El otoño ya ha llegado, hace un poco de calor y esos rayos de sol me inundan el corazón, siento una extraña sensación como si un hada llegara. Ese hada me toca y me atraviesa con su mirada, no es el hada de los cuentos ni tampoco el hada de las colinas encantadas, es el hada de la brisa de otoño con sus hojas embrujadas que llenan el aire y lo transforman en un otoño que ha llegado lleno de frutos y buenas cosas. ENLACE CUENTO LA CASTANYERA http://ampacarrilet.org/areainfantil/castanyada/conteCastanyera.html Trabajo informática Busca en Internet qué es la Magosta y escribe su significado. Escribe también cómo son las castañas y el castaño. Añade una foto y un título. Firma tu trabajo y ponle fecha Ejemplo: La Magosta es una celebración de carácter popular alrededor del fruto del castaño. Se celebra en toda la zona norte de España con diferentes nombres. El castaño: El castaño es un árbol de gran longevidad, porte majestuoso, fuste derecho, con copa recogida y frondosa, cuando va encaminado a la producción de madera, y de tronco corto y copa amplia y frondosa cuando se aprovecha como frutal. La corteza es pardorojiza y lisa en los ejemplares jóvenes, volviéndose en los viejos pardo-grisácea, gruesa y profundamente asurcada. La castaña El fruto es la muy conocida castaña, están recubiertas de una envoltura pardo-rojiza lustrosa, que antes de madurar es de color blanco. Entre los meses de Octubre y Diciembre el suelo del bosque aparece repleto de los erizos, que son la envoltura de las castañas, rodeados de espinas punzantes que alojan en su interior entre uno y tres de estos frutos. Trabajo informática Busca en Internet qué es un bosque y escribe su significado. Escribe también qué es un roble y otros árboles del bosque. Añade una foto y un título. Firma tu trabajo y ponle fecha Ejemplo: El roble es un árbol caducifolio perteneciente a la familia de las fagáceas, al igual que la encina o el alcornoque. Existen diversas variedades como el roble albar (quercus petraea), el carvallo (quercus robur), el roble americano (quercus rubra), el roble melojo o el roble andaluz o quejigo. Según las distintas variedades puede alcanzar hasta los 45 metros de altura. La copa es ancha. Sus hojas son pinnatilobadas, por lo que presentan lóbulos. Su fruto es la bellota, de menor tamaño que la de la encina. Se da en zonas húmedas y templadas, siendo un árbol característico del clima atlántico. Su corteza es rica en taninos, por lo que se ha utilizado para curtir, y fue utilizada también como astringente. La madera es fuerte y resistente a la descomposición, utilizada en construcción, fabricación de muebles, y particularmente, en toneles para la crianza del vino. En catalán se denomina pènol o roure, en gallego carvalho y en vascuence areitz, aritz o ametz. El roble, guardián de la sabiduría del bosque, fue tal vez el árbol más sagrado. Podríamos traducir la palabra druida como "quien posee los conocimientos del roble", y muchos rituales diuréticos se llevaban a cabo en robledos sagrados. El termino duir significa también puerta, por ello el árbol simboliza portal del conocimiento. Se dice que el rey roble gobierna durante los meses de verano. CANCIONES INFANTIL CANCIÓN “LA CASTAÑERA” (con el ritmo del cola cao) YO SOY LA CASTAÑERA CASTAÑAS TE VENDO YO SON RICAS Y REDONDITAS TODAS DE COLOR MARRÓN. TE PUEDO VENDER UNA, TE PUEDO VENDER DOS, CON ELLAS TE REGALO ALEGRÍA E ILUSIÓN. Y CUANDO LLEGA EL OTOÑO SALIMOS A PASEAR Y CON LAS RICAS CASTAÑAS TUS MANOS CALENTAR SE CAEN LAS HOJAS, LAS AVES SE VAN. EL SOL YA SE ESCONDE, ¿POR QUÉ SERÁ? EL AIRE ES MÁS FRÍO, LAS FLORES SE CIERRAN, BUFANDAS Y GORROS, ¿POR QUÉ SERÁ? SERÁ QUE EL OTOÑO NOS TIÑE DE ROJO, LA LLUVIA Y EL VIENTO NOS VISITARÁN, ENTONCES MI AMIGO, CAMINO CONTIGO Y COGIDOS DEL BRAZO ME PONGO A CANTAR. YA LLEGA EL OTOÑO, SE HA IDO EL VERANO. SUS DÍAS SON CORTOS Y YO JUEGO CON HOJAS SECAS REGALO DE UN ÁRBOL, QUE VIVE EN EL PARQUE DE MI CIUDAD. Las castañas pilongas Las castañas del castaño no me pinchan ni hacen daño, por eso todos los años las recogo con entusiasmo. De tanto coger y coger me dan ganas de comer. ¡Perooooo cuidado! Comiendo castañas pilongas lo más fácil es que te desconpongas si las cueces con gas ten cuidado que te abrasarás. Sara Velasco y Sonia López 5º Corred brujas Corred brujas, echad a volar que, este año, la castaña de plata voy a encontrar y a casa me la voy a llevar. Que al pasar por la hoguera se os queme la escoba y un viento huracanado os levante la falda a todas. Alonso Rivas (3º) Un año más reunidos, cada cuala y cada cual, comparecemos amigas y amigos en la Magosta anual… Ya un año, lo prometimos en el pasado pregón… Así pues, hoy repetimos lo que jurado quedó… Lo que hace un año jurasteis en dos cuartetas recuerdo… o ¿ acaso ya lo olvidasteis ? Va el final del pregón del pasado año: … Y cada año convocados en hermanada comanduca, con algunos invitados, tendremos la Magostuca… Rubricado ha quedado la anual celebración, que tendrá repetición… pues ya me lo habéis jurado Pues eso… Otra vez aquí estamos los que tenemos que estar… guapas, guapos… y sanos en esta sala de estar… A la orilluca el Besaya en la casa de Tinuco bellas damas, lindas sayas y estos apuestos mozucos… Alguno falta, seguro… ¿Echáis en falta a alguno? a mí, no me falta ninguno a vos tampoco, auguro ¡Perdón, amigos, perdón es Sidrina quien nos falta!... … Como está de corazón pues no le pondremos falta Quien no ha venido es “Compluma”… Seguro, no habrá podido… tendrá trabajo de pluma fruto de algún pedido. Habiendo pasado lista… Gracias, pues, al anfitrión, nuestro Tinuco ¡ Bribón ! a Finchu, a “Trampas, José María, a Nany, Jefe de la romería,… por este ilustre bodegón… … Y a esta compañía que aportó las otras viandas y nos regala alegría. Comience, pues, la Magosta en armonía fraternal… Cada cual en si sitial disfrute de las castañas, asadas con buena maña, ¡Por todos nosotros, amigos! Firmado: En Somahoz de Buelna, el Lunes 11 de Octubre del año 2010 Por: El Club de los Poetas Vivos ( PJM. Campuzano ) POEMA MAGOSTA 2012 Las castañas regresan de nuevo a nuestro encuentro anual donde juntos una vez más la Magosta todos hacemos. La Magosta nos envuelve en un sueño con una nueva ilusión de crear nuevos y bonitos senderos… donde juntos aprendamos a amar. Y con los nuevos frutos secos de este otoño de lluvia sin cesar, en los talleres del colegio con entusiasmo participamos, seguros de hacer crecer la solidaridad que ansiamos. Castañas, hojas, nueces, avellanas…, entre todos y todas un mural tejemos, otoño que regresa con un bonito deseo: hacer crecer en los corazones la esperanza. (JP.Noviembre 2012) LA MAGOSTA 2013 Vuelan cercanos a mí vampiros, calabazas, esqueletos que crujen, fantasmas que hablan. Sin embargo vuelven a mi alrededor las castañas, el otoño de nuestra tierra con estas gentes de Cantabria que al calor del fuego hacen nuevas sus palabras. Vuelve la magosta con nuevo sabor y nuevas aguas que empapan nuestros campos y nos llenan de recuerdos y esperanzas. Sin dejar a un lado Halloween celebramos con ganas nuestra magosta que nos llena de juegos, de castañas asadas, de tener una buena convivencia compartiendo corazones que aman y se transforman en cucuruchos que comparten ilusiones solidarias. (31 octubre 2013. Halloween y Magosta 2013. JP) La Castaña La castaña, taña, taña del castaño, taño, taño, no me pincha, incha, incha, me hace daño, año, año. Me la como, como, como, calentita, ita, ita con sorbitos, con sorbitos, de agüita, ita, ita. La Castaña La castaña, taña, taña del castaño, taño, taño, no me pincha, incha, incha, me hace daño, año, año. Me la como, como, como, calentita, ita, ita con sorbitos, con sorbitos, de agüita, ita, ita. LA MAGOSTA 2013 Vuelan cercanos a mí vampiros, calabazas, esqueletos que crujen, fantasmas que hablan. Sin embargo vuelven a mi alrededor las castañas, el otoño de nuestra tierra con estas gentes de Cantabria que al calor del fuego hacen nuevas sus palabras. Vuelve la magosta con nuevo sabor y nuevas aguas que empapan nuestros campos y nos llenan de recuerdos y esperanzas. Sin dejar a un lado Halloween celebramos con ganas nuestra magosta que nos llena de juegos, de castañas asadas, de tener una buena convivencia compartiendo corazones que aman y se transforman en cucuruchos que comparten ilusiones solidarias. (31 octubre 2013. Halloween y Magosta 2013. JP)