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ENTREVISTA: DESDE EL CORAZÓN JUDITH DE LA GUARDA ARIAS PASTORAL UNIVERSITARIA, TEMUCO Judith es religiosa de la Santa Cruz, trabaja en la Pastoral Universitaria en Temuco. ¿Cuál es tu deseo más profundo? Tengo muchos deseos muy profundos… Uno es, que en el mundo entero a nivel macro y micro, las personas que lo conformamos, lleguemos a botar barreras, porque estamos comprendiendo y vivenciando la importancia de “amar a Dios, sentirnos todos hijos de un mismo Padre = desde nuestra filiación divina y humana; y amar a los hermanos en lo concreto de cada día = la hermandad y la fraternidad”. Es decir, hacer real lo del discipulado y la misión, siguiendo las huellas de Jesús de Nazareth, que cada vez me parece más fascinante. ¿Qué deberíamos leer en tu cuerpo, en tu alma, en tu corazón, en tus ojos, en tus palabras? Pues, eso mismo: Cada día me regocijo de ser la que soy: humana, mujer, religiosa, amante de su cuerpo con sus potencialidades; y de su espíritu con su revuelo de infinitud. Quisiera que vieran mis ganas de ser una mujer globalmente distinguida, digna como corresponde a tan alto rango de hija de Dios: ¡Ojalá todo en mi hablara en clave creíble, de una clara integración entre lo humano - natural - femenino, y lo divino - espiritual - trascendente, con visos de plenitud! Nuestro cuerpo, alma, ojos, corazón, palabras, han de ser la expresión tangible, de la “belleza de la hija de Sión, que está en su interior”. Lo que supone el cultivo permanente de valores de humanización, en tanto soporte y realización de nuestra filiación divina. ¿Cuáles son los valores más importantes para ti? Ser persona única e irrepetible, conscientemente libre y en pos de mayor liberación; responsable; capaz de integrar el nosotros, desde nuestra real identidad personal proyectada hacia una dimensión de fraternidad social, comunitaria y trascendente efectiva; llamada a superarse, más allá de si misma, por el testimonio de vida de Jesucristo, hasta la plenitud infinita de Dios- Padre - Madre. Nómbranos a algunas personas que tú más admiras. Me he esmerado en ver y comprender, que cada persona tiene algo o mucho de admirable, en razón de nuestra común y profunda identidad. A quienes primero he admirado, han sido mis padres: la finura, feminidad, religiosidad, acogida, amor maternal, perseverancia y saludable armonía de mi madre; y la potente figura de mi padre: su espíritu de superación, sin ser ambicioso; su cariño entrañable, su alegría de vivir, el respeto a los demás, su sentido de responsabilidad y de justicia, su contacto con Dios en quien creía, y esa fe que nos transmitía. Admiro a teólogos: José Comblin; Ronaldo Muñoz; Mariano Puga... Obispos: Dom Helder Camara, D. Manuel Larraín, Don Carlos González, Dom Pedro Casaldáliga, Don Alejandro Goic, Mons. Oscar Romero, etc. ¡Todos ellos pilares de la Iglesia en toda mi larga e interesante generación! Sacerdotes: S. Alberto Hurtado, Cristian Precht, Paul André Arnaudon, Diego Irarrázabal… Hermanas: Antonia Steiner (Suiza), Elizabeth Lyan (Francia), Judith León (Colombia) etc. Laicos: Martin Luther King, Gabriela Mistral, Pablo Neruda poeta, Maria Montessori, Muhammad Yunus…; Artistas, Escritores, Pensadores, Profesionales, Educadores… y mucha gente sencilla y de gran corazón! ¡Siempre he tenido referentes humanos que me han inspirado y estimulado directa y/o indirectamente! Julio 2009