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Módulo 1: Introducción a la Anatomía
Tema: Posición anatómica, Planimetría, Lenguaje anatómico.
Por: Roberto Christian Cerrud R
Anatomía: ciencia que estudia, clasifica y describe las estructuras y órganos del
cuerpo. Proviene del griego anatomos, formado por las raíces ana (por medio de)
y tome (corte). Existen varias clases:
- Anatomía de superficie: estudio de las relaciones estructurales de los
caracteres externos del organismo con los órganos y partes internas.
- Anatomía descriptiva: estudio de la morfología y estructura del cuerpo
dividido en sistemas (sistema vascular, sistema nervioso, etc.) Cada
sistema está compuesto de tejidos similares que resultan esenciales para
una función particular.
- Anatomía sistémica: estudia los diversos aparatos y sistemas del cuerpo
(esquelético, muscular, aparato digestivo, aparato respiratorio, etc.)
- Anatomía regional (topográfica): estudio de las relaciones estructurales
entre los órganos y áreas del organismo. Divide al cuerpo en regiones como
la cabeza, tórax, abdomen, etc.
Disección: seccionamiento y separación de los tejidos para su estudio visual o
microscópico; es la técnica utilizada para el estudio de la anatomía. Proviene del
latín dis (separar) y secare (cortar.)
Epónimo: nombre de una persona que se le da a una estructura anatómica.
Idealmente, ya no deberían utilizarse, porque no dan una idea clara de la
estructura de la cual se habla y porque la gran mayoría de las veces, el nombre
colocado ni siquiera coincide con la persona que describió por primera vez la
estructura (por ejemplo, el ligamento de Poupart), pero es útil conocerlos porque
en la práctica clínica algunos todavía son de uso común.
En la actualidad, se utiliza, como obra de referencia, la Terminología Anatómica:
Terminología Anatómica Internacional (Comité Federativo de Terminología
Anatómica, 1998), que es el compendio de los nombres aceptados
internacionalmente para las diversas estructuras anatómicas.
Posición anatómica: posición del cuerpo en que la persona está erecta, mirando
directamente al frente, con la cabeza, los ojos y los pies dirigiéndose en sentido
anterior (al frente), con los miembros superiores colgando con las palmas mirando
en dirección anterior, y con los miembros inferiores y pies dirigiéndose hacia
delante.
Decúbito supino: es la “posición anatómica” que tienen los cadáveres en la mesa
de disección. Lo que antes miraba hacia el frente, mira ahora hacia arriba, y, lo
que antes miraba hacia atrás, mira ahora hacia abajo.
Decúbito: posición acostada horizontal
Supino: que reposa horizontalmente sobre la espalda.
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Planos anatómicos
Plano medio (medio sagital, mediano): plano vertical que atraviesa el cuerpo
longitudinalmente y lo divide en mitad derecha e izquierda. Este plano corta la
superficie corporal, determinando las líneas medias anterior y posterior. Un plano
que se aproxime al plano medio se denomina paramediano. Un error común
referirse a la “línea media” cuando se quiere decir plano medio.
Plano sagital: planos paralelos al plano medial. Utilizar el término parasagital es
una redundancia, puesto que todo plano paralelo al mediano es sagital. Resulta
conveniente disponer de un punto de referencia y nombrar la estructura
atravesada por el plano al cual se hace mención; por ejemplo, un plano sagital que
pase por la línea media de la clavícula.
Planos coronales (frontal): planos verticales que atraviesan al cuerpo de manera
perpendicular al plano medio, dividiéndolo en una parte anterior y otra posterior
Planos horizontales: atraviesan al cuerpo de forma perpendicular a los planos
medio y coronal, dividiendo al cuerpo en una parte superior y otra inferior.
Planos transversos: plano que es perpendicular al eje longitudinal de una
estructura. Es importante resaltar que un plano transverso no necesariamente va a
ser horizontal, por lo que no se pueden utilizar indistintamente ambos términos; un
plano transverso de la mano es horizontal, mientras que uno del pie es coronal
(frontal.)
Términos de relación y comparación
Medial: situado en, u orientado hacia, el plano medio del cuerpo. En el miembro
superior, cubital (ulnar) es sinónimo de medial, mientras que en el miembro
inferior, tibial es sinónimo de medial. Ejemplo: el dedo meñique es medial al dedo
índice.
Lateral: alejado del plano medio del cuerpo. En el miembro superior, radial es
sinónimo de lateral, mientras que el miembro inferior, peroneal (fibular) es
sinónimo de lateral. Ejemplo: el dedo pulgar es lateral al dedo anular.
Intermedio: designa a lo que se encuentra entre dos estructuras.
Superior (Craneal, Cefálico): describe a toda estructura que se acerque al vértice
del cráneo.
Inferior (Caudal): describe a toda estructura que se acerque a la planta de los
pies, Caudal proviene del latín cauda, que significa cola, y es útil cuando se va a
estudiar la región del tronco. En el miembro inferior, plantar es sinónimo de
inferior.
Anterior (Ventral): describe a toda estructura que se encuentre más próxima al
frente del cuerpo. En el miembro superior, palmar es sinónimo de anterior.
Posterior (Dorsal): describe a toda estructura que se encuentre más próxima a la
espalda. En el caso de ciertas partes del cuerpo (por ejemplo, pene, lengua y pie)
el término dorsal adquiere un significado especial, con base en la anatomía
comparada.
Rostral: describe a toda estructura que se encuentre más próxima al extremo
frontal del cuerpo; es decir, a la región de la nariz y la boca en la vida
posembrionaria y a la zona hipofisiaria en el embrión joven. Proviene del latín
rostrum, que significa pico o nariz.
Central: situado en el centro o relativo a el.
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Periférico: relativo a la zona externa, la superficie o la región circundante de un
órgano u otra estructura.
Proximal: se utiliza en los miembros para describir estructuras cercanas al origen
de un miembro o estructura.
Distal: se utiliza en los miembros para describir estructuras alejadas del origen de
un miembro o estructura.
Superficial: describe a toda estructura que se acerca a la superficie del cuerpo.
Profunda: describe a toda estructura que se aleja de la superficie del cuerpo.
Externo: describe a toda estructura que se aleje del centro de un órgano o
cavidad.
Interno: describe a toda estructura que se acerca al centro de un órgano o
cavidad.
Ipsolateral: significa del mismo lado del cuerpo (por ejemplo, la mano y el pie
derechos son ipsolaterales.)
Contralateral: significa de lados opuestos del cuerpo (por ejemplo, la mano
derecha y la mano izquierda son contralaterales.)
Secciones Anatómicas
Sección longitudinal: discurren a lo largo del eje longitudinal de cualquiera de las
regiones del cuerpo
Sección transversa: son cortes perpendiculares al eje longitudinal cualquiera de
las regiones del cuerpo, formando rodajas de las mismas.
Sección oblicua: son cortes de cualquiera de las regiones del cuerpo que no
siguen uno de los planos anatómicos anteriores.
Bibliografía
- Anderson, Lois; et al. (2006). Diccionario de Medicina Océano Mosby. Grupo
Océano. España.
- Moore, K; Dalley, Arthur. (2002). Anatomía con orientación clínica. (p. 2-9).
Editorial Médica Panamericana. España.
- O’Rahilly, Rohan. (2001). Anatomía de Gardner. (p. 3-6). McGraw-Hill. México.
- Orts-Llorca
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Módulo 1: Introducción a la Anatomía
Tema: Generalidades de los vasos sanguíneos.
Por: Roberto Christian Cerrud R
Circuitos circulatorios
Circulación sistémica (mayor, general): la sangre oxigenada (arterial) sale del
ventrículo izquierdo del corazón, a través de la arteria aorta, y se dirige hacia el
resto del cuerpo, luego de lo cual llega a la aurícula derecha del corazón por
medio de las venas cavas superior e inferior y del seno coronario.
Circulación pulmonar (menor): la sangre desoxigenada (venosa) sale del
ventrículo derecho a través del tronco pulmonar, dirigiéndose a los pulmones;
luego de oxigenarse, la sangre viaja a través de las venas pulmonares hasta la
aurícula izquierda. La presión arterial en este circuito es alrededor de una sexta
parte de la presión aórtica.
Los circuitos circulatorios no se encuentran uno a continuación del otro, sino uno
al lado del otro, debido a que, en el corazón, la sangre oxigenada no se mezcla
con la desoxigenada. El hemicardio derecho se encarga de la circulación pulmonar
y el hemicardio izquierdo se encarga de la circulación sistémica.
Vasos sanguíneos
Arterias: llevan sangre oxigenada del corazón al resto del cuerpo. En los
cadáveres se observan como tubitos llenos de aire, que no se colapsan al ser
disecados. En los seres vivos, se caracterizan por tener pulso y, cuando se corta
una de ellas, sangran en forma de chorro intermitente. La punción de una arteria
resulta muy dolorosa, y una arteria manejada con rudeza puede caer en espasmo.
La pared de las arterias tiene tres capas:
- Túnica íntima (capa interna): está compuesta, de profundo a superficial,
de endotelio, una membrana basal y una lámina elástica interna. En
condiciones normales, el endotelio es la única capa que tiene contacto con
la sangre.
- Túnica media (capa intermedia): consiste de fibras elásticas y de músculo
liso, dispuestos en anillos alrededor de la luz arterial (espacio interno de los
vasos, por donde fluye la sangre.)
- Túnica adventicia (capa externa): está compuesta principalmente de
fibras elásticas y colágena. Posee pequeños vasos sanguíneos (vasa
vasorum) y fibras nerviosas autónomas y sensitivas, algunas de las cuales
son sensibles a estímulos dolorosos.
Existen tres tipos de arterias: elásticas, musculares y arteriolas.
Arterias elásticas (de conducción): son denominadas elásticas, porque su
túnica media contiene una alta proporción de fibras elásticas. El cuerpo mantiene
la presión arterial entre contracción y contracción cardiaca gracias a la elasticidad
de estas arterias, cuyas fibras elásticas funcionan como reservorio de presión.
Dentro de este tipo de arteria se incluyen:
- A. aorta
- Tronco braquiocefálico
- A. carótida común (primitiva) izquierda
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- A. subclavia izquierda
- Tronco pulmonar
- Aa. pulmonares
Arterias musculares (de distribución): Son las ramas y continuaciones de las
arterias elásticas. Poseen una lámina elástica externa que separa la túnica
adventicia de la túnica media. Su túnica media consiste principalmente de fibras
de músculo liso, dispuestas en anillos, que son capaces de constreñir la luz
arterial, disminuyendo el calibre arterial, al contraerse. Regulan el flujo sanguíneo
por las distintas regiones del cuerpo, dependiendo de las necesidades que tenga
el mismo en ese instante. Ejemplos de este tipo de arteria son la A. humeral y la A.
femoral.
Arteriolas: es un vaso casi microscópico que lleva sangre a los capilares. Sus
paredes están formadas en su mayor parte por músculo liso, son las que oponen
mayor resistencia al flujo sanguíneo (la presión arterial depende en gran medida
del tono del músculo liso de sus paredes) y su constricción sirve para reducir la
presión de la sangre que entra a los capilares.
Capilares: se encuentran ante todo en los tejidos activos del cuerpo (por ejemplo,
músculos, glándulas, hígado, riñones y cerebro). La córnea, la epidermis y el
cartílago hialino carecen de capilares. Los capilares constituyen una red
semipermeable en la que la sangre llega a través de las arteriolas y sale por
medio de las vénulas; sus paredes, consistentes en una sola capa de endotelio,
actúan como una membrana semipermeable que permite el paso de nutrientes y
O2, a través de la pared del extremo arterial del capilar, hacia los tejidos. Los
productos de desecho y el CO2 regresan de los tejidos a través de la pared del
extremo venoso del capilar. Existen tres tipos de capilares:
- Capilares continuos: su pared endotelial sólo se ve interrumpida por
hendiduras intercelulares.
- Capilares fenestrados: la membrana plasmática de sus células
endoteliales presentan muchas fenestras (orificios de 70 a 100 nm de
diámetro.)
- Sinusoides: son más anchos y contorneados que otros capilares, sus
células endoteliales presentan fenestras inusualmente grandes y su
membrana basal es incompleta o ausente.
Venas: llevan sangre desoxigenada del cuerpo al corazón, siendo la excepción las
venas pulmonares, que llevan sangre oxigenada de los pulmones al corazón.
Constan de las mismas tres capas que las arterias (exceptuando las láminas
elásticas, de las cuales carecen), pero sus paredes son más delgadas debido a
que la presión dentro del sistema venoso es menor, mientras que su luz suele ser
mayor que la de las arterias comparables. En la persona viva, no presentan
pulsación, por lo que sangran de una manera fluida y continua. En los cadáveres,
se encuentran colapsadas, debido a que carecen de tejido elástico. Las venas
profundas suelen seguir a las arterias y ambas comparten el mismo nombre; la
mayor parte de las venas que siguen a las arterias por debajo del codo y de la
rodilla, rodean a las mismas a manera de red irregular, siendo llamadas venas
satélites (del latín, venae comitantes), y ocupan una vaina vascular, relativamente
inflexible, que sigue a la arteria a la que acompañan. Las venas satélites se
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comunican unas con otras, durante su trayecto. Las venas superficiales siguen un
camino independiente al de las arterias. Las válvulas venosas se encuentran en
muchas venas, sobre todo en las de las extremidades. Por lo general no existen
en las venas más cercanas al corazón que las Vv. yugular interna, subclavia y
femoral, aunque a veces se observan válvulas en la Vv. ilíacas primitiva y externa.
Cuando se cierran las válvulas, impiden el reflujo de la sangre (por ejemplo,
cuando aumenta la presión abdominal, durante la defecación, las válvulas venosas
impiden el reflujo de sangre hacia la cabeza.)
Vénula: son los vasos que recogen la sangre del plexo capilar y se unen entre sí
para formar venas.
Seno venoso (vascular): es una vena con pared endotelial delgada y desprovista
de músculo liso que modifique su diámetro.
Retorno venoso: es el volumen de sangre que regresa al corazón por las venas
de la circulación general; el mismo depende del diferencial de presión entre las
vénulas y la aurícula derecha del corazón. El retorno venoso tiene el mismo ritmo
que el gasto cardíaco del ventrículo izquierdo, debido a la baja resistencia de las
venas. Dos mecanismos facilitan el regreso de la sangre al corazón:
- Bomba muscular (musculovenosa): la expansión de los vientres de los
músculos esqueléticos de los miembros, durante la contracción, “ordeña” a
las venas, provocando que la sangre se mueva hacia el corazón.
- Bomba respiratoria: se basa en la compresión y descompresión alternada
de las venas, debido a los cambios en la presión torácica sufridos con la
contracción y relajación del diafragma, durante la respiración.
Tipos de anastomosis
Anastomosis arterial: ocurre cuando dos o más arterias se unen entre sí para
irrigar la misma región corporal.
Arteria terminal anatómica: son arterias que irrigan áreas limitadas de tejidos u
órganos, sin anastomosarse con las arterias que irrigan las áreas vecinas. La
oclusión de estas arterias produce la necrosis de la región que irrigan (por
ejemplo, la oclusión de la A. central de la retina, una arteria terminal anatómica, es
causa de ceguera.)
Arteria terminal funcional: ocurre cuando una arteria se anastomosa con otra de
un territorio vecino, de manera tan deficiente, que es imposible conservar un riego
sanguíneo adecuado después de ocluirse.
Oclusión: bloqueo de un canal, vaso o conducto del organismo.
Anastomosis venosa: comunicaciones naturales, directas o indirectas, entre dos
o más venas.
Anastomosis arteriovenosa: son “cortocircuitos,” capaces de abrirse y cerrarse,
que conectan una arteriola a una vénula, evitando que la sangre pase por el lecho
capilar. Sus paredes son más gruesas que las de los capilares, por lo que no
permiten el intercambio de sustancias. Este tipo de anastomosis ayuda a evitar la
pérdida de calor (por ejemplo, el contacto del aire frío con la piel, provoca la
apertura de estas anastomosis, lo que tiene como consecuencia una disminución
6
en la cantidad de sangre que fluye por los capilares, haciendo que la piel se torne
pálida y que se pierda menos calor.) Las anastomosis arteriovenosas se
encuentran en la piel de la nariz, párpados, palma de las manos, labios, en la
punta de la lengua y en el intestino.
Bibliografía
- Anderson, Lois; et al. (2006). Diccionario de Medicina Océano Mosby. Grupo
Océano. España.
- Moore, K; Dalley, Arthur. (2002). Anatomía con orientación clínica. (p. 2-9).
Editorial Médica Panamericana. España.
- O’Rahilly, Rohan. (2001). Anatomía de Gardner. (p. 3-6). McGraw-Hill. México.
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Módulo 1: Introducción a la Anatomía
Tema: Generalidades del sistema nervioso.
Por: Roberto Christian Cerrud R
Sistema nervioso: su objetivo es conservar las condiciones del cuerpo reguladas
dentro de los límites compatibles con la vida, respondiendo con prontitud a los
estímulos mediante la transmisión de impulsos nerviosos, al mismo tiempo que
controla e integra las diversas actividades corporales, como la circulación y la
respiración. Estructuralmente se subdivide en sistema nervioso central (SNC) y
sistema nervioso periférico (SNP), mientras que, funcionalmente, se subdivide
en sistema nervioso somático (SNS) y sistema nervioso autónomo (SNA.)
Conceptos Generales
Exteroceptivo: relativo a los estímulos que se originan en el exterior del cuerpo
(por ejemplo, presión o calor), o a los receptores sensoriales que activan.
Propiocepción: percepción de sensaciones procedentes del propio organismo,
relativas a la posición espacial y a los movimientos musculares, que se originan en
receptores sensoriales activados por esos estímulos.
Interoceptor: cada una de las terminaciones nerviosas localizadas en una víscera
que responde a los estímulos originados en el interior del organismo como
consecuencia de las funciones de los diversos órganos: digestión, excreción,
presión arterial, etc.
Quimiorreceptor: célula nerviosa sensorial activada por estímulos químicos,
como el quimiorreceptor carotídeo, sensible a la concentración CO2 de la sangre,
que informa al centro respiratorio cerebral para que aumente o disminuya la tasa
respiratoria.
Mecanorreceptor: terminación nerviosa sensorial que responde a estímulos
mecánicos, como el tacto, la presión, el sonido y las contracciones musculares.
Tejido nervioso
El tejido nervioso se compone de neuronas y neuroglia, siendo esta última cinco
veces más abundante que las neuronas.
Neuronas: unidad funcional del sistema nervioso, que posee excitabilidad
eléctrica; consiste de un cuerpo celular con prolongaciones citoplásmicas. Se
clasifica de acuerdo a la dirección en que se dirigen sus impulsos y según el
número de prolongaciones que posee.
Neuronas motoras (eferentes, motoneuronas): tipo de célula nerviosa que
transmite impulsos desde el encéfalo, o desde la médula espinal (ME), hacia el
tejido glandular o muscular. De acuerdo con su localización, pueden ser periféricas
o centrales.
Neuronas sensoriales (aferentes, sensitivas): transmiten los impulsos nerviosos
a la ME y al encéfalo.
Neuroglia: son más pequeñas que las neuronas y están situadas entre las
mismas, desempeñando una función trófica.
Trófica: perteneciente o relativo a la nutrición.
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División estructural del sistema nervioso
Sistema nervioso central (SNC): se compone del encéfalo y de la médula
espinal (ME); sus funciones son integrar y coordinar las señales nerviosas que
entran y salen, y ejecutar las funciones intelectuales superiores (por ejemplo, el
pensamiento y el aprendizaje.) Las meninges, que son tres capas membranosas,
en conjunto con el líquido cefalorraquídeo, protegen al SNC.
Sistema nervioso periférico (SNP): se compone de fibras nerviosas y cuerpos
celulares situados fuera del SNC, y está formado por nervios que comunican al
SNC con la periferia.
Estructura del SNP
Vaina de neurilema (de mielina): vaina que aísla eléctricamente al axón y
aumenta la velocidad de conducción de los impulsos nerviosos.
Fibra nerviosa: se compone de axones (a veces se usa como sinónimo de axon),
una vaina de neurilema y de endoneurio. De acuerdo a la forma de su vaina de
neurilema, se clasifican en
 Fibras nerviosas mielínicas: tienen una vaina de neurilema que consta de
una serie continua de células de Schwann, que rodean un solo axón y
forman mielina.
 Fibras nerviosas amielínicas: son encerradas en grupos por una sola
célula de neurilema que no produce mielina; la mayoría de las fibras de los
nervios cutáneos carecen de mielina.
Ganglio: agrupación de cuerpos de células nerviosas fuera del SNC.
Nervio: es un conjunto de fibras nerviosas observable a simple vista; las fibras
que lo constituyen se mantienen unidas por medio de tejido conectivo. Pueden ser
craneales o espinales (raquídeos.) “Nervio” proviene del latín nervus, y éste a
su vez, proviene del griego neuron, que significa “estructura parecida a un
tendón.”
Nervios craneales (NC; Pares craneales, PC): son 12 pares de nervios
especiales, relacionados con el encéfalo. No están formados por raíces y pueden
tener, o carecer de, ganglios. Estos son:
I. Nervio olfatorio
II. Nervio óptico
III. Nervio oculomotor (motor ocular común)
IV. Nervio troclear
V. Nervio trigémino
VI. Nervio abducens
VII. Nervio facial
VIII. Nervio vestibulococlear
IX. Nervio glosofaríngeo
X. Nervio vago
XI. Nervio accesorio
XII. Nervio hipogloso
Nervios espinales (raquídeos): emergen de la ME a partir de dos raíces:
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 Raíz ventral (anterior): contiene fibras motoras con origen en los cuerpos
celulares ubicados en las astas anteriores de la ME.
 Raíz dorsal (posterior): lleva fibras sensitivas hacia las astas posteriores
de la ME.
o Ganglio espinal (raquídeo, de la raíz dorsal): contiene a los
cuerpos celulares de las neuronas sensoriales cuyos axones forman
la raíz dorsal.
Ambas raíces se unen para formar un nervio espinal mixto, que poco después se
divide en una
 Rama primaria ventral (anterior): lleva fibras nerviosas a la región
anterolateral del tronco y a los miembros superior e inferior.
 Rama primaria dorsal (posterior): lleva fibras nerviosas a las
articulaciones sinoviales de la columna vertebral, músculos profundos del
dorso y piel suprayacente.
 Ramo comunicante blanco: lleva las fibras simpáticas preganglionares
(presinápticas), de los ramos ventrales primarios a los troncos
simpáticos. Se le denomina “blanco” porque contiene fibras mielínicas.
Sólo los nervios espinales torácicos y los primeros dos o tres lumbares
poseen estos ramos.
 Ramo comunicante gris: lleva las fibras simpáticas postganglionares
(postsinápticas), de los ganglios paravertebrales de los troncos
simpáticos a los ramos ventrales primarios adyacentes. Se le denomina
“gris” porque contiene fibras amielínicas. Son más numerosos que los
ramos comunicantes blancos, porque la totalidad de los 31 pares de nervios
espinales poseen ramos comunicantes grises.
Los componentes de un nervio espinal característico son:
 Fibras somáticas
o Fibras sensitivas generales (aferentes somáticas generales):
transmiten las sensaciones del cuerpo a la ME, ya sean sensaciones
exteroceptivas de la piel, o sensaciones propioceptivas y de dolor de
los músculos.
o Fibras motoras somáticas (eferentes somáticas generales):
transmiten impulsos nerviosos a los músculos esqueléticos
(voluntarios.)
 Fibras sensitivas viscerales (aferentes viscerales generales):
transmiten sensaciones reflejas o de dolor de las membranas mucosas,
glándulas y vasos sanguíneos.
 Fibras motoras viscerales (eferentes viscerales generales): transmiten
los impulsos al músculo liso (involuntario) y a los tejidos glandulares.
 Cubiertas de tejido conjuntivo
 Vasa nervorum: vasos sanguíneos que nutren a los nervios.
Las fibras nerviosas dentro de un nervio están protegidas por tres cubiertas de
tejido conjuntivo:
 Endoneurio: vaina delicada de tejido conjuntivo, que rodea a los axones.
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 Perineurio: encierra un fascículo de fibras nerviosas y funciona como una
barrera eficaz frente a la penetración de sustancias extrañas dentro de las
fibras.
 Epineurio: vaina gruesa de tejido conjuntivo laxo que rodea y encierra a los
fascículos de fibras nerviosas, formando la cubierta más externa del nervio.
Contiene tejido adiposo, vasos sanguíneos y linfáticos.
Fascículos: son haces de fibras nerviosas.
Estructura del SNC
Los diversos elementos que componen el SNC se estudiarán con más detalle en
temas posteriores, por lo que aquí sólo se mostrará una breve reseña de cada
uno.
Cerebro: sección mayor y más elevada del encéfalo, dividida por un surco central
en dos hemisferios, izquierdo y derecho. En el fondo de la hendidura, ambos
hemisferios están comunicados por el cuerpo calloso. Cada una de los
hemisferios posee una gran corteza de sustancia gris, que alberga en su interior
la sustancia blanca. La superficie cerebral presenta circunvoluciones y lóbulos,
cada uno de los cuales recibe el nombre del hueso del cráneo bajo el que se
encuentra. El cerebro realiza funciones sensoriales, motoras y otras menos
definidas de integración, asociadas con diversas actividades mentales.
Cerebelo: es una estructura de gran tamaño, con forma de coliflor. Forma parte
del encéfalo, y se encuentra situado en la parte posterior e inferior del mismo, en
la parte superior del tallo cerebral.
Médula espinal (ME): masa alargada y cilíndrica de tejido nervioso, de forma oval
o redondeada en corte transversal. Ocupa alrededor de los dos tercios superiores
del conducto raquídeo. La sustancia gris se encuentra dentro de ella, en forma
de H, rodeada por la sustancia blanca.
Sustancia blanca: tejido que está constituido por numerosas fibras nerviosas
mielinizadas, incluidas en una red esponjosa de neuroglia.
Sustancia gris: tejido gris constituido fundamentalmente por los cuerpos celulares
de las neuronas.
Líquido cefalorraquídeo (LCR): líquido, casi libre de proteínas, que circula por
los ventrículos cerebrales, entra al espacio subaracnoideo y finalmente se filtra
para regresar al sistema venoso. Su función es proteger al encéfalo y a la ME de
posibles daños causados por traumatismos de cabeza y cuello. Su presión oscila
entre los 100 y 200 mm de agua, y se pueden introducir anestésicos para la
anestesia raquídea, así como también se puede introducir aire o un medio
radiopaco para determinar, mediante estudios radiográficos, la presencia de algún
tumor.
Meninges: el encéfalo y la ME están envueltos y protegidos por hojas de tejido no
nervioso, que, de superficial a profundo, son: la duramadre, la aracnoides y la
piamadre.
División funcional del sistema nervioso
Sistema nervioso somático (SNS): comprende motoneuronas y neuronas
sensoriales, que se ocupan, respectivamente, de la inervación motora y sensorial
de todas las regiones del cuerpo, con excepción de las vísceras de las cavidades
orgánicas, el músculo liso y las glándulas. El sistema sensitivo somático, por
11
medio de las neuronas sensoriales, se encarga de transmitir tanto los estímulos
que captan los receptores de los sentidos somáticos (por ejemplo dolor,
temperatura y propiocepción) como los estímulos captados por los receptores de
los sentidos especiales (visión, audición, gusto, olfacción y equilibrio). En
condiciones normales, todas estas sensaciones se perciben de manera
consciente. El sistema motor somático, mediante las neuronas motoras, inerva a
los músculos esqueléticos, produciendo, mediante su contracción, movimientos
voluntarios y reflejos.
“Cuerpo” proviene del griego, soma.
Sistema nervioso autónomo (SNA): este sistema se nombró como autónomo,
porque se creía que operaba con independencia del SNC, pero ahora se sabe que
es regulado por centros encefálicos, localizados, principalmente, en el hipotálamo
y el tronco encefálico. También se describe, de manera clásica, como sistema
motor visceral; está compuesto por fibras que inervan el músculo liso
(involuntario), el músculo cardíaco modificado (tejido cardíaco intrínseco
encargado de la estimulación y conducción de los impulsos) y las glándulas,
además de las fibras sensoriales que, en su mayor parte, guardan relación con
interoceptores, como los quimiorreceptores, que detectan la concentración
sanguínea de CO2, y los mecanorreceptores encargados de detectar el grado de
estiramiento de las paredes de las vísceras.
La conducción de los impulsos desde el SNC hasta el órgano efector depende de
una serie de dos neuronas: una neurona preganglionar (presináptica) y otra
neurona postganglionar (postsináptica). El cuerpo celular de la neurona
preganglionar se localiza en la sustancia gris del SNC, mientras que su axón hace
sinapsis con el cuerpo celular de la neurona postganglionar. Los cuerpos celulares
de las neuronas postganglionares se ubican en ganglios autónomos, situados
fuera del SNC, y sus fibras (axones) terminan en los órganos efectores (músculo
liso, músculo cardíaco especializado y glándulas.)
Las fibras motoras del SNA tienen, anatómica y funcionalmente, dos divisiones:
una división simpática (toracolumbar) y otra parasimpática (craneosacra). La
diferencia funcional entre ambos, radica en el tipo de neurotransmisor utilizado por
cada división; la división simpática utiliza noradrenalina, mientras que la división
parasimpática utiliza acetilcolina. Las diferencias anatómicas se explicarán más
adelante.
División anatómica y funcional del SNA
División simpática (toracolumbar): los cuerpos celulares de las neuronas
preganglionares se encuentran en las columnas, o núcleos, intermediolaterales
(IML) de la ME. Los núcleos IML son pares (existen uno derecho y otro izquierdo)
y forman parte de la sustancia gris, que se extiende entre el primer segmento
torácico (T1) y el segundo o tercer segmento lumbar (L2 o L3) de la ME, tomando
el aspecto de astas laterales. Los cuerpos celulares de las neuronas
postganglionares se encuentran en:
 Ganglios paravertebrales: se unen para formar los troncos simpáticos
izquierdo y derecho, a cada lado de la columna vertebral, extendiéndose en
casi la totalidad de la columna. El ganglio cervical superior de cada
12
tronco simpático se encuentra en la base del cráneo. El ganglio impar se
forma en la parte inferior, a la altura del cóccix, al unirse los dos troncos.
 Ganglios prevertebrales: se encuentran en plexos que rodean el origen de
las principales ramas de la A. aorta abdominal (por ejemplo, los ganglios
celíacos que rodean el origen del tronco celíaco, una arteria que procede
de la A. aorta abdominal.)
Las fibras de las neuronas preganglionares abandonan la ME por las raíces
ventrales de los nervios espinales T1 a L2 o L3, abandonándolos casi
inmediatamente después, pasando a los troncos simpáticos a través de los ramos
comunicantes blancos. Una vez dentro de los troncos simpáticos, las fibras
simpáticas presinápticas pueden seguir una de tres trayectorias:
 Entrada con sinapsis inmediata con una neurona postsináptica del ganglio
paravertebral de dicho nivel.
 Ascenso o descenso por el tronco simpático hasta establecer sinapsis con
una neurona postsináptica de un ganglio paravertebral superior o inferior.
 Paso por el tronco simpático sin establecer sinapsis y continuación hasta el
nervio esplácnico abdominopélvico, para alcanzar los ganglios
prevertebrales (Recordar que los ganglios prevertebrales se localizan en
plexos que rodean el origen de las ramas de la A. aorta abdominal.)
Las fibras simpáticas preganglionares que llevan la inervación autónoma a la
cabeza, cuello, pared corporal, miembros y cavidad torácica utilizan una de las dos
primeras trayectorias; las que llevan inervación a las vísceras de la cavidad
abdominopélvica siguen la tercera trayectoria.
Las fibras simpáticas postganglionares que se distribuyen dentro de la cabeza,
cuello, pared corporal y miembros pasan de los ganglios paravertebrales de los
troncos simpáticos a los ramos ventrales adyacentes de los nervios espinales por
los ramos comunicantes grises. Entran en todos los ramos de los nervios
espinales, incluido los ramos primarios dorsales, para estimular la contracción de
los vasos sanguíneos y de los músculos erectores del pelo.
Las fibras simpáticas postganglionares que se dirigen hacia la cabeza son,
además, responsables de la inervación del músculo dilatador del iris; tienen sus
cuerpos celulares en el ganglio cervical superior y pasan a través de un ramo
arterial cefálico para crear un plexo nervioso periarterial que sigue las divisiones
de las Aa. carótidas, hasta alcanzar su destino.
Los nervios esplácnicos conducen fibras sensoriales y motoras del SNA a las
vísceras de las cavidades corporales.
Las fibras simpáticas postganglionares destinadas a las vísceras de la cavidad
torácica, atraviesan los nervios esplácnicos cardiopulmonares, hasta entrar en
los plexos cardíaco, pulmonar y esofágico.
Las fibras simpáticas preganglionares destinadas a las vísceras de la cavidad
abdominopélvica pasan a los ganglios prevertebrales a través de los nervios
esplácnicos abdominopélvicos (los Nn. esplácnicos mayor, menor, mínimo o
13
imo, y lumbar.) Todas estas fibras establecen sinapsis en dichos ganglios, con
excepción de las que inervan a las glándulas suprarrenales.
Las fibras postsinápticas de los ganglios prevertebrales crean plexos
periarteriales que llegan hasta su destino siguiendo las divisiones de la A. aorta
abdominal.
La inervación simpática para las glándulas suprarrenales es distinta, porque las
fibras simpáticas presinápticas pasan de los ganglios prevertebrales
(específicamente, de los ganglios celíacos) para terminar en las células de la
médula de las glándulas suprarrenales, que actúan a modo de neurona
postsináptica especial, puesto que, en lugar de liberar la sustancia
neurotransmisora a un órgano efector, la liberan al torrente sanguíneo para que su
secreción (adrenalina, noradrenalina y cantidades mínimas de dopamina) circule
por el organismo, generando una respuesta simpática amplia.
División parasimpática (craneosacra): los cuerpos neuronales parasimpáticos
presinápticos se encuentran en dos lugares del SNC:
 Sustancia gris del tronco encefálico: las fibras abandonan el SNC dentro
de los pares craneales (PC) III, VII, IX y X, constituyendo el flujo
parasimpático craneal eferente.
 Sustancia gris de los segmentos S2 a S4 de la ME: las fibras abandonan
el SNC por las raíces ventrales de los nervios espinales S2 a S4 y los
nervios esplácnicos pélvicos que parten de sus ramos ventrales,
constituyendo el flujo parasimpático sacro eferente.
El flujo eferente craneal inerva parasimpáticamente a la cabeza, mientras que el
flujo eferente sacro inerva parasimpáticamente a las vísceras pélvicas. Sin
embargo, la inervación de las vísceras abdominales proviene sobre todo del tracto
craneal a través del nervio pago (PC X), el cual inerva todas las vísceras torácicas
y la mayor parte del tubo digestivo (llega hasta la flexura cólica izquierda),
mientras que el flujo eferente sacro sólo inerva, del tubo digestivo, el colon
descendente, sigmoide y recto.
El sistema parasimpático sólo se distribuye por la cabeza, cavidades viscerales del
tronco y tejidos eréctiles de los genitales externos; con excepción de estos últimos,
no alcanza la pared corporal ni los miembros y no se integran con los nervios
espinales ni con sus ramos, siendo la única excepción las partes iniciales de los
ramos ventrales de los nervios espinales S2 a S4.
En la cabeza existen cuatro pares de ganglios parasimpáticos:
 Ganglios ciliares: se sitúan en plano lateral a cada nervio óptico (PC II),
cerca de la porción posterior de la órbita ocular. Sus axones
postganglionares inervan fibras de músculo liso en el globo ocular.
 Ganglios pterigopalatinos: localizados a un lado del agujero
esfenopalatino, entre los huesos esfenoides y del paladar, reciben axones
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preganglionares del nervio facial (PC VII) y envía fibras postganglionares a
la mucosa nasal, paladar, faringe y glándulas lagrimales.
 Ganglios submandibulares: localizados cerca de los conductos de las
glándulas salivales que están debajo de las mandibulares, llegan a ellos
axones preganglionares del nervio facial (PC VII) y tiene fibras
postganglionares para las glándulas salivales submandibular y
sublingual.
 Ganglios óticos: localizados justo en plano inferior a cada agujero oval,
reciben axones preganglionares del nervio glosofaríngeo (PC IX) y envía
fibras postganglionares a las glándulas salivales parótidas.
En el resto del organismo, las fibras parasimpáticas presinápticas establecen
sinapsis con los cuerpos celulares postsinápticos que se encuentran de manera
solitaria dentro o sobre la pared de los órganos efectores, llamados ganglios
intrínsecos, terminales o entéricos.
Diferencias entre las divisiones simpática y parasimpática del SNA
División simpática
Distribución
En todo el cuerpo.
Porción
Ganglios
Localización de los
ganglios
Longitud y divergencia
de las fibras
Ramos comunicantes
Toracolumbar (T1-L2 o L3)
Dos tipos: tronco simpático y ganglios
prevertebrales.
Cerca del SNC (ME) y distante de los
efectores viscerales.
Fibras preganglionares cortas, que hacen
sinapsis con fibras postganglionares largas,
las cuales a su vez hacen contacto con
muchos efectores viscerales.
Presentes ambos tipos: ramos blancos y
grises.
División parasimpática
Limitado a cabeza y vísceras torácicas
y abdominopélvicas, así como a
algunos vasos sanguíneos.
Craneosacra (PC III, VII, IX y XI;
S2-S4)
Ganglios parasimpáticos en la cabeza;
en el resto del cuerpo, sólo ganglios
intrínsecos o terminales.
Cerca de los efectores viscerales o en
sus paredes; cuatro pares de ganglios
en la cabeza.
Fibras preganglionares largas, que
forman sinapsis con cuatro o cinco
neuronas postganglionares de fibras
cortas, que establecen contacto con
una sola víscera efectora.
No tiene.
Funciones de las divisiones simpática y parasimpáticas del SNA
El SNA participa en los mecanismos neuroendocrinos y de la conducta, y en
aquéllos por los cuales el cuerpo mantiene la constancia de su medio interno, esto
es, conserva la temperatura, equilibrio hídrico y composición iónica de la sangre.
Las divisiones, o sistemas, simpática y parasimpática del SNA, se encargan de la
inervación involuntaria de, a menudo, las mismas estructuras, con efectos
diferentes, aunque coordinados. En general, el sistema simpático es catabólico, y
prepara al cuerpo para afrontar al estrés, con la reacción de “huir o pelear.” El
sistema parasimpático es un sistema homeostático o anabólico, que fomenta
procesos ordenados y relajados, del tipo de los que permiten al cuerpo
“alimentarse y asimilar.”
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Homeostasis: mantenimiento del medio interno en un estado relativamente
constante, gracias a un conjunto de respuestas adaptativas que permiten
conservar la salud y la vida.
Anabolismo: metabolismo constructivo, caracterizado por la conversión de
sustancias simples en biomoléculas más complejas.
Catabolismo: proceso metabólico complejo, en el cual se degradan una serie de
biomoléculas y se libera energía para su utilización en el trabajo metabólico, su
almacenamiento o la producción de calor por oxidación de los carbohidratos,
grasas y proteínas. En el curso del catabolismo se produce CO2 y agua, así como
energía.
Sensibilidad visceral
Las fibras aferentes viscerales informan sobre el estado del medio orgánico
interno al SNC, el cual integra la información y suele poner en marcha reflejos
viscerales, somáticos, o ambos a la vez. Los reflejos viscerales regulan la presión
arterial y la química orgánica a través de modificaciones de algunas funciones,
como la frecuencia cardiaca o respiratoria, y la resistencia vascular. En raras
ocasiones se perciben las aferencias sensitivas de estas fibras, pero cuando la
sensibilidad visceral llega a la conciencia, por lo general se percibe como dolor
mal localizado, o bien como hambre o náuseas.
Los cirujanos que operan a pacientes con anestesia local pueden manipular,
cortar, pinzar o incluso cauterizar las vísceras sin provocar ninguna sensación
conciente; sin embargo, cuando llega un estímulo adecuado (como cualquiera de
los siguientes), ocurre un dolor real:
 Distensión repentina
 Espasmos o contracciones fuertes
 Irritantes químicos
 Estimulación mecánica, sobre todo cuando el órgano se encuentra activo
 Estados patológicos (principalmente, la isquemia) que reduzcan los
umbrales de estimulación habituales
La mayoría de las sensaciones viscerales reflejas (inconscientes) y parte del dolor
viajan por fibras aferentes viscerales, que acompañan en sentido retrógrado a las
fibras parasimpáticas. Casi todos los impulsos dolorosos viscerales se dirigen al
SNC a lo largo de fibras aferentes viscerales que acompañan a las fibras
simpáticas.
Isquemia: disminución del aporte de sangre a un órgano o a una zona del
organismo.
Bibliografía
- Anderson, Lois; et al. (2006). Diccionario de Medicina Océano Mosby. Grupo
Océano. España.
- Moore, K; Dalley, Arthur. (2002). Anatomía con orientación clínica. (p. 2-9).
Editorial Médica Panamericana. España.
- O’Rahilly, Rohan. (2001). Anatomía de Gardner. (p. 3-6). McGraw-Hill. México.
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Módulo 1: Introducción a la Anatomía
Tema: Generalidades de los huesos, articulaciones y músculos.
Por: Roberto Christian Cerrud R
Huesos: estructuras rígidas y elásticas, que pueden resistir fuerzas de
compresión y tensión con la misma eficacia, siendo capaces de soportar cargas
estáticas y dinámicas de hasta muchas veces el peso corporal. Están compuestas
de varios tejidos, entre los cuales predomina un tejido conectivo especializado,
conocido como tejido óseo. Constituyen un armazón formado por palancas,
protegen órganos como el encéfalo y el corazón, su médula forma ciertas células
sanguíneas y su sustancia dura sirve para el almacenamiento e intercambio de
iones calcio y fosfato.
Periostio: membrana vascular fibrosa que recubre los huesos a excepción de sus
extremos. Constituida por una capa externa de tejido colágeno, contiene un
número escaso de células grasa y una capa interna de fibras elásticas finas (capa
osteógena). Está perforado por los vasos sanguíneos y nervios que irrigan e
inervan el hueso subyacente. Se trata de una membrana gruesa y muy
vascularizada en los huesos jóvenes, pero fina y menos vascular en etapas
posteriores de la vida. El hueso muere cuando se elimina el periostio, debido a
que los vasos sanguíneos que irrigan el hueso atraviesan primero esta membrana.
Osteología: significa “estudio de los huesos” y se deriva de las raíces griegas
osteon, hueso, y logos, tratado. El término latino os se emplea en nombres de
huesos específicos, por ejemplo, os coxae (hueso de la cadera), y de él se deriva
el adjetivo óseo.
Tejido óseo
El tejido óseo está compuesto por fibras de colágena, que le otorgan flexibilidad y
resistencia a la tensión, mientras que las sales minerales inorgánicas,
principalmente la hidroxiapatita y el CaCO3, son responsables de su dureza. Hay
dos tipos de tejido óseo:
Tejido óseo compacto (hueso compacto): forma la capa externa de todos los
huesos y gran parte de la diáfisis de los huesos largos. Brinda protección y
sostén, además de resistir los esfuerzos que se producen con el apoyo de peso y
los movimientos.
Tejido óseo esponjoso (hueso esponjoso): consiste de laminillas dispuestas en
una red irregular de columnas delgadas de hueso, llamadas trabéculas. Los
espacios macroscópicos que existen entre las trabéculas pertenecientes a algunos
huesos están llenos de médula ósea roja.
Trabéculas: según la teoría de las trayectorias, éstas siguen las líneas ó
trayectorias de los máximos esfuerzos internos en el hueso, por lo que están
adaptadas para resistir los esfuerzos y tensiones a las que está sometido el
hueso. Algunas de las trabéculas son resistentes a las tensiones, en tanto que
otras lo son a las fuerzas compresivas.
Médula ósea roja: sustancia blanda especializada que rellena los espacios del
hueso esponjoso. Se encuentra en muchos huesos del lactante y del niño, y en el
tejido óseo esponjoso de las epífisis proximales del húmero y fémur, en el
17
esternón, costillas y cuerpos vertebrales en el adulto. Está formada por tejido
conectivo y vasos sanguíneos que contiene eritrocitos primitivos, macrófagos,
megacariocitos y células grasas; elabora y libera leucocitos y eritrocitos a la
corriente sanguínea.
Médula ósea amarilla: grasa que se encuentra en los conductos medulares de
los huesos largos de los adultos.
Tipos de hueso
Huesos planos: son delgados y más bien curvos. Están formados por dos capas
de hueso compacto, y entre ellas, otra de hueso esponjoso y médula ósea.
Algunos huesos planos, como el h. lagrimal y algunas partes de la escápula, son
tan delgados que están formados por una delgada capa de hueso compacto. Las
superficies articulares de los huesos planos están cubiertas de cartílago hialino
o, como en el caso de algunos huesos del cráneo, de tejido fibroso. Dentro de
este tipo de hueso, se incluye a las costillas, el esternón, la escápula y varios
huesos del cráneo.
Huesos cortos: son aquellos en que las tres dimensiones (longitud, anchura y
grosor) son más o menos iguales. Se encuentran en manos y pies, y están
formados por hueso esponjoso y médula ósea rodeada por una delgada capa de
hueso compacto. Se encuentran cubiertas por periostio, excepto en las superficies
articulares.
 Huesos sesamoideos: son una variedad de huesos cortos que se
encuentran en manos, pies y en el espesor de tendones o cápsulas
articulares. Varían en tamaño y número, y algunos sirven para cambiar el
ángulo de tracción de un tendón, pero otros son tan pequeños que carecen
de importancia funcional.
Huesos accesorios (supernumerarios): son huesos que, por lo regular, no
existen; pueden ser del tipo corto o plano, se presentan sobre todo en manos y
pies, incluyéndose entre ellos algunos huesos sesamoideos y epífisis que no se
han unido en el adulto. Tienen importancia medicolegal, porque cuando se ven en
radiografías, pueden confundirse con fracturas; lo que los distingue de una fractura
es que no hay callo, tienen contorno uniforme y con frecuencia son bilaterales.
Huesos largos: la longitud predomina sobre la anchura y el grosor. Estos huesos
consisten de tres partes:
 Diáfisis: el cuerpo del hueso; es un tubo largo de hueso compacto, cuya
cavidad se conoce como conducto o cavidad medular, que contiene
médula ósea roja, amarilla o ambas.
 Metáfisis: está formada por hueso esponjoso cubierto por una delgada
capa de hueso compacto; es la zona más ancha de la diáfisis, que se
encuentra más cercana a la epífisis y contiene a la zona de crecimiento y el
hueso recién formado.
 Epífisis: las extremidades del hueso; en un hueso en crecimiento, pueden
ser cartilaginosas por completo, mientras que, si se ha comenzado la
osificación, pueden estar separados de la diáfisis por discos epifisiarios
cartilaginosos.
18
La diáfisis se encuentra cubierta en su totalidad por periostio; en las epífisis, el
periostio se continúa con cápsula articular, pero no cubre el cartílago articular.
El periostio también sirve para la inserción de músculos y tendones.
Dentro de esta categoría, se incluyen clavícula, húmero, cubito y radio en el
miembro superior, y fémur, tibia y peroné en el miembro inferior. También se
incluyen los metacarpianos, los metatarsianos y las falanges.
Huesos irregulares: son todos los huesos que no entren dentro de alguna de las
clasificaciones anteriores. Incluyen muchos de los huesos del cráneo, las
vértebras y el sacro. Los huesos neumáticos contiene cavidades, o senos,
llenos de aire.
Riego sanguíneo e inervación ósea
Los huesos largos reciben:
 Una o más arterias nutricias, que atraviesan el hueso compacto de la
diáfisis y se dividen en ramas de dirección longitudinal, que riegan el hueso
compacto y la médula hasta las metáfisis.
 Muchas ramas pequeñas de los vasos periósticos, que también irrigan el
hueso compacto de las diáfisis.
 Vasos metafisarios y epifisarios, que se originan principalmente en las
arterias que riegan la articulación y atraviesan la lámina compacta para
regar el hueso esponjoso y la médula ósea de las extremidades del hueso.
En el hueso en crecimiento, los vasos metafisiarios y epifisiarios se encuentran
separados por el disco epifisiario cartilaginoso; una vez ha cesado el crecimiento
óseo, el disco epifisiario desaparece, y los vasos metafisiarios y epifisiarios se
anastomosan entre si. La dirección de los vasos se puede recordar utilizando la
nemotecnia “al codo voy, de la rodilla huyo.” El flujo sanguíneo a través del tejido
compacto de los huesos adultos normales es hacia afuera, es decir, comienza en
el sistema arterial de la médula, hacia los capilares del hueso compacto, y de aquí
a los del periostio y de los músculos insertados. Las venas acompañan a las
arterias a su paso por los orificios nutricios.
Las fibras nerviosas suelen acompañar a los vasos sanguíneos del hueso, siendo
en su mayor parte vasomotoras, aunque algunas también son sensitivas,
terminando en el periostio y en la adventicia de los vasos; algunas de estas fibras
sensitivas se encargan de conducir impulsos dolorosos.
El periostio es muy sensible al desgarramiento o a la tensión. El taladrar en un
hueso compacto sin anestesia puede provocar dolor sordo; hacerlo en hueso
esponjoso resulta más doloroso aún. Las fracturas también son dolorosas, pero un
anestésico inyectado entre los fragmentos del hueso fracturado puede provocar
alivio. Los tumores o infecciones que se desarrollen dentro de un hueso y
provoquen aumento de la presión interna pueden ser muy dolorosos.
Clasificación del esqueleto
Esqueleto axial (axil): formado por los huesos de la cabeza, cuello y tronco.
Esqueleto apendicular: compuesto por los huesos de los miembros, incluyendo
los que forman las cinturas pélvica y pectoral.
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Marcas y formaciones óseas
Los accidentes anatómicos óseos se observan mejor en huesos secos, a los que
se les ha retirado el periostio y el cartílago articular. Los distintos tipos de hueso
tienen características particulares: la diáfisis de los huesos largos generalmente
tiene tres caras, separadas por tres bordes, los huesos cortos por lo regular tienen
seis caras, mientras que los huesos irregulares y planos tienen un número muy
variable de caras y bordes. Las diversas marcas y características de los huesos
son:
Apófisis: expansión de un hueso o de cualquier otra estructura (por ejemplo,
apófisis coronoides de la mandíbula.)
Cóndilo: zona articular redondeada (por ejemplo, cóndilo de la mandíbula.)
Cresta: borde del hueso (por ejemplo, cresta occipital interna.)
Epicóndilo: eminencia sobre un cóndilo (por ejemplo, epicóndilo lateral del
húmero.)
Carilla: zona suave y lisa, casi siempre cubierta por cartílago, donde el hueso se
articula con otro (por ejemplo, carilla costal superior de las vértebras
torácicas.)
Orificio (agujero, foramen): paso óseo (por ejemplo, el agujero occipital,
también conocido como foramen magno.) Proviene del latín foramen, siendo su
plural foramina.
Fosa: zona hueca o deprimida (por ejemplo, fosas cerebelosas.)
Surco: depresión alargada o acanalada (por ejemplo, surcos arteriales de la
calota.)
Línea: elevación lineal (por ejemplo, línea milohiodea del cuerpo de la
mandíbula.)
Maléolo: prominencia redondeada (por ejemplo, maléolo lateral del peroné.)
Escotadura: indentación en el borde de un hueso (por ejemplo, escotadura
supraorbitaria del hueso frontal.)
Protuberancia: proyección ósea (por ejemplo, protuberancia occipital externa.)
Espina: prolongación en forma de aguja (por ejemplo, espina nasal posterior del
hueso palatino.)
Apófisis espinosa: parte de un hueso que se proyecta como una espina (por
ejemplo, apófisis espinosa de una vértebra.)
Trocánter: gran elevación roma (por ejemplo, trocánter mayor del fémur.)
Tubérculo: pequeña eminencia elevada (por ejemplo, tubérculo faríngeo del
hueso occipital.)
Tuberosidad: gran elevación redondeada (por ejemplo, tuberosidad isquiática.)
Sobre el cartílago
Cartílago: es un tejido conectivo resistente y elástico, formado por células y fibras
incluidas en una masa firme de matriz intercelular geloide, siendo un componente
importante de esta matriz un mucopolisacárido miembro de la familia de los ácidos
condroitinsulfúricos. El cartílago adulto carece de nervios y, por lo general,
también de vasos sanguíneos, por lo que los nutrientes deben difundirse a través
de la matriz para llegar a las células. El cartílago crece por aposición, es decir, por
el depósito de cartílago nuevo sobre el anterior. El cartílago se encuentra envuelto
por una membrana cuya estructura es muy similar al periostio, denominada
20
pericondrio. El cartílago puede calcificarse; cuando esto ocurre, las células
productoras de cartílago, los condrocitos, mueren, y el cartílago es resorbido y
reemplazado por tejido óseo. Existen diversos tipos de cartílago, que se clasifican,
de acuerdo a la naturaleza y a la disposición de las fibras dentro de la matriz
intercelular, en:
 Cartílago hialino: Es el tipo más abundante, recibe este nombre por su
aspecto translúcido, parecido al del vidrio. Tanto la matriz como las fibras
colágenas incluidas en ella, tienen el mismo índice de refracción, por lo que
las fibras son invisibles en una preparación microscópica ordinaria. Tiene
tendencia a calcificarse con los años, y se encuentra en la mayor parte de
los cartílagos articulares, los cartílagos costales, los cartílagos de la tráquea
y los bronquios, y la mayor parte de los cartílagos de la nariz y la laringe.
 Cartílago elástico: Se asemeja al cartílago hialino, excepto que sus fibras
son elásticas. Rara vez se calcifica con los años, y se encuentra en la oreja
y la trompa faringotimpánica, además de formar parte de algunos de los
cartílagos laríngeos.
 Fibrocartílago: Tiene una cantidad superior de fibras colágenas y menor
de matriz, en comparación con el cartílago hialino, siendo sus haces
visibles en preparaciones microscópicas ordinarias, en contraste con los del
cartílago hialino. Se encuentra en algunas articulaciones cartilaginosas y
forma el cartílago articular de algunas articulaciones, como la
temporomaxilar.
Clasificación de las articulaciones
Articulación: la conexión que subsiste en el esqueleto entre cualquiera de sus
componentes rígidos, ya sean huesos o cartílagos. Varían mucho en su estructura
y disposición, y con frecuencia están especializadas para realizar funciones
específicas; sin embargo, se pueden clasificar según sus características
estructurales más notables. Esta palabra se origina de la raíz griega arthron. Los
tres tipos principales de articulaciones son:
 Sinartrosis (articulaciones fibrosas): los huesos se unen entre si por
medio de tejido fibroso y, con pocas excepciones, muy poco o ningún
movimiento se da en ellas. Tienen tres subdivisiones
o Suturas: en las suturas del cráneo, los huesos se unen por medio de
varias capas de fibras.
o Sindesmosis: la cantidad de tejido conectivo que interviene es
considerablemente mayor que en las suturas.
o Gonfosis: es la articulación alveolodentaria.
 Articulaciones cartilaginosas: los huesos se unen por medio de cartílago,
hialino o fibroso.
o Sincondrosis (articulación con cartílago hialino, cartilaginosa
primaria): es una unión temporal, que actúa como zona de
crecimiento de los huesos que se articulan, son sustituidas por hueso
una vez ha cesado el crecimiento óseo.
o Anfiartrosis (articulación con fibrocartílago, cartilaginosa
secundaria, sínfisis): los elementos esqueléticos suelen estar
21
unidos por fibrocartílago durante alguna fase de su existencia; el
fibrocartílago suele estar separado de los huesos por delgadas
láminas de cartílago hialino. Entre este tipo de articulación tenemos a
la sínfisis del pubis y a las articulaciones entre los cuerpos
vertebrales.
 Diartrosis (articulaciones sinoviales): poseen una cavidad y están
especializadas para permitir movimientos más o menos libres. La sinovia es
el líquido que se encuentra en estas articulaciones. Están compuestas de
los siguientes elementos:
Cápsula articular: consiste de una capa fibrosa, cuya superficie interior
está revestida por la membrana sinovial, la cual produce el líquido sinovial
(sinovia.) El líquido sinovial tiene la consistencia de la clara de huevo,
siendo su principal función la lubricación de la articulación, aunque también
se encarga de nutrir al cartílago articular. Todas las estructuras internas de
la articulación que no se encuentren cubiertas por cartílagos articulares, se
encuentran cubiertas por la membrana sinovial.
Cavidad articular (sinovial): cavidad virtual llena de líquido sinovial.
Cartílagos articulares: tapizan las superficies articulares de los huesos. La
parte adyacente al hueso suele estar calcificada; presenta muy poca
capacidad de regeneración, es resistente y elástico. No es visible en las
radiografías ordinarias, por lo que el cavidad articular radiológica es mayor
que la cavidad articular verdadera.
Ligamentos accesorios (de refuerzo): refuerzan la cápsula articular y
pueden ser extrínsecos (separados de la cápsula) o intrínsecos (derivados
de la cápsula.) La mayor parte de los ligamentos accesorios actúan como
órganos sensoriales, pues las terminaciones nerviosas que poseen son
importantes para los mecanismos reflejos y el registro de movimientos y
posición.
Menisco (disco): estructuras fibrosas o fibrocartilaginosas que dividen a la
cavidad articular; suelen encontrarse en articulaciones en las que la flexión
y la extensión se combinan con el deslizamiento, porque ayudan a evitar la
inestabilidad, pero permiten un deslizamiento considerable; su movilidad
está bajo el control de ligamentos o músculos.
Las articulaciones sinoviales se pueden clasificar según la forma de las
superficies articulares de los huesos que las constituyen:
o Artrodias (articulaciones planas): las superficies articulares suelen
ser ligeramente curvas, permitiendo el deslizamiento de un hueso
sobre otro en cualquier dirección.
o Trocleares (articulaciones en bisagra o gínglimo): son
articulaciones uniaxiles, que permiten movimientos en un solo plano
(por ejemplo, en las articulaciones interfalángicas, los movimientos
son de flexión y extensión.)
o Trocoides (articulaciones de pivote): es uniaxil, su eje es vertical y
un hueso gira dentro de un anillo óseo u osteoligamentoso (por
ejemplo, la articulación radiocubital proximal.)
o Condíleas (articulaciones elipsoidales): son biaxiales, su
articulación se asemeja a una elipse y las superficies articulares son
22
mucho más largas en una dirección que en la otra, que es
perpendicular (por ejemplo, la articulación radiocarpiana.)
o De encaje recíproco (articulación en silla de montar): son biaxiles
(por ejemplo, la articulación carpometacarpiana del pulgar.)
o Bicondíleas: la zona articular de cada hueso consta de dos
superficies independientes llamadas cóndilos y permiten varias
clases de movimientos (por ejemplo, la rodilla es una articulación
bicondílea.)
o Enartrosis (articulaciones esferoidales): una superficie esférica de
un hueso se mueve dentro de una cavidad en el otro, alrededor de
tres ejes; además, puede haber flexión, extensión, separación,
aproximación, rotación y circunducción (por ejemplo, la articulación
del hombro.)
Los ruidos en las articulaciones, como los que se producen cuando se tira
bruscamente de los dedos, se deben, en la mayoría de los casos, a la súbita
formación de un vacío parcial en la cavidad articular, al separarse las superficies
articulares por tracción; el vacío parcial es ocupado por vapor de agua y gases
sanguíneos a baja presión. Es probable que los chasquidos se deban al
deslizamiento súbito de un tendón o ligamento sobre una prominencia ósea o
cartilaginosa.
Términos de movimiento
Flexión: reducir el ángulo existente entre los huesos o partes del organismo. En el
miembro superior, la flexión del codo es anterior, mientras que en el miembro
inferior, la flexión de la rodilla es posterior.
Dorsiflexión: flexión del tobillo que se realiza al subir una cuesta o al levantar los
dedos de los pies del suelo.
Flexión plantar: flexión en la que el pie o los dedos se dirigen hacia la cara
plantar (por ejemplo, al pararse sobre la punta de los dedos.)
Extensión: indica el enderezamiento o el aumento del ángulo entre los huesos o
partes del cuerpo. En el miembro superior, la extensión es posterior, mientras que,
en el miembro inferior, la extensión es anterior.
Hiperextensión: es la extensión de un miembro, o de parte del mismo, más allá
de su límite normal. Puede causar una lesión.
Separación (abducción): indica el alejamiento de una estructura, situada en un
plano coronal, con relación al plano medio (por ejemplo, cuando se separa el
miembro superior del tronco.)
Aproximación (aducción): indica el acercamiento de una estructura, situada en
un plano coronal, en dirección al plano medio (por ejemplo, al llevar los brazos al
tronco.)
Rotación: giro o revolución de una parte del cuerpo alrededor de su eje
longitudinal (por ejemplo, al girar la cabeza a un lado.)
Rotación medial: aproxima la cara anterior de un miembro al plano medio. Es un
error frecuente referirse a la rotación medial como rotación interna.
Rotación lateral: aleja la cara anterior de un miembro del plano medio. Es un
error frecuente referirse a la rotación lateral como rotación externa.
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Circunducción: movimiento circular, que combina la flexión, extensión,
separación y aproximación, de manera tal que el extremo distal de la estructura
efectúa un movimiento circular (por ejemplo, al hacer que el miembro superior gire
360°, en un plano sagital.) Este movimiento puede realizarse en cualquier
articulación que sea capaz de realizar todos los movimientos descritos
anteriormente (por ejemplo, la cadera.)
Oposición: movimiento por el que la yema del dedo pulgar de la mano entra en
contacto con otra yema digital, de la misma mano.
Protrusión: movimiento anterior, como el efectuado por la mandíbula al levantar
el mentón.
Retrusión: movimiento posterior, como el efectuado al encoger la mandíbula.
Protracción: movimiento anterior del hombro.
Retracción: movimiento posterior del hombro.
Elevación: desplaza una estructura en sentido superior (por ejemplo, al encoger
los hombros.)
Depresión: desplaza una estructura en sentido inferior (por ejemplo, al descender
los hombros.)
Eversión: alejamiento de la planta del pie del plano medio (giro lateral de la planta
del pie.) Cuando el pie se encuentra totalmente evertido, muestra, también, una
flexión dorsal.
Inversión: acercamiento de la planta del pie hacia el plano medio (la planta del pie
mira hacia el plano medio.) Cuando el pie se encuentra totalmente invertido,
muestra, también, una flexión plantar.
Pronación: en el miembro superior, rotación del antebrazo de forma que la palma
de la mano mire en dirección posterior y que el dorso mire en dirección anterior.
Cuando se flexiona el codo, la pronación hace que la palma de la mano mire en
dirección anterior y el dorso mire en dirección posterior. Si se aplica al pie, la
pronación combina la eversión y la separación del mismo, lo que lleva a un
descenso del borde medial del pie.
Supinación: en el miembro superior, rotación del antebrazo de forma que la
palma de la mano mire en dirección anterior y que el dorso mire en dirección
posterior. Cuando se flexiona el codo, la supinación hace que la palma de la mano
mire en dirección posterior y el dorso mire en dirección anterior. La supinación del
pie comprende movimientos de elevación de su borde medial.
Sistema muscular
Los músculos dan forma al cuerpo y generan calor, además que producen las
contracciones que mueven las partes del cuerpo, incluidos los órganos internos.
Hay tres tipos de músculo:
Músculo liso: forma parte de la túnica media de los vasos sanguíneos y la
porción muscular del tubo digestivo. Es inervado por el SNA, por lo que se trata de
un músculo involuntario, siendo capaz de mantener una contracción parcial
durante mucho tiempo, lo que ayuda a regular el tamaño de la luz de las vísceras
tubulares. Las fibras de músculo liso se contraen de forma rítmica (peristaltismo)
en las paredes del tubo digestivo, trompas uterinas y uréteres, lo que ayuda a
propulsar el contenido a lo largo de dichas estructuras tubulares.
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Músculo cardíaco (miocardio): es un tipo de músculo estriado que forma la
pared muscular del corazón; sus contracciones no son voluntarias, puesto que las
mismas son reguladas por fibras especializadas de músculo cardíaco, controladas
por el SNA, que funcionan como un marcapasos intrínseco.
Músculo esquelético (estriado, voluntario): la mayoría se insertan de manera
directa o indirecta a través de los tendones en huesos, cartílagos, ligamentos o
fascias, o en una combinación de ellos; otros se fijan a órganos (por ejemplo, los
músculos rectos del ojo se fijan al globo ocular), otros a la piel (por ejemplo, los
músculos de la expresión facial) y otros más a mucosas (por ejemplo, los
músculos intrínsecos de la lengua.)
La estructura de los músculos esqueléticos es la siguiente:
 Endomisio: delgada vaina de tejido conectivo que envuelve,
individualmente, a las fibras musculares.
 Perimisio: envuelve a los fascículos musculares, que son conjuntos de
fibras musculares, cada una con su endomisio respectivo.
 Epimisio: envuelve al músculo en conjunto, además de guardar íntima
relación con la aponeurosis y, en ocasiones, fusionándose con ella.
Los músculos esqueléticos se fijan a los huesos por medio de inserciones; cuando
se contrae y se acorta un músculo, una de sus inserciones permanece fija,
mientras la otra se desplaza. La inserción que permanece fija, se denomina
origen y, generalmente, corresponde al extremo proximal del hueso. La inserción
que se desplaza, se denomina inserción y, generalmente, corresponde al extremo
distal del hueso.
A pesar de que los músculos esqueléticos son voluntarios, algunas de sus
acciones son automáticas (por ejemplo, el diafragma es un músculo esquelético
que se contrae automáticamente, aunque también es posible contraerlo a
voluntad.)
Los músculos esqueléticos generan movimiento al acortarse (siempre tiran y
nunca empujan), y su arquitectura y forma varían; la porción carnosa del músculo
se denomina vientre; la mayoría de los músculos tiene tendones, con los que se
inserta al hueso. Una aponeurosis no es más que un tendón plano. Cuando se
habla de la longitud de un músculo, se habla de las distancia entre las inserciones
óseas. La mayoría de los músculos se nombran según su función o según los
huesos en los que se insertan (por ejemplo, el músculo esternocleidomastoideo
tiene inserciones en el esternón, la clavícula - cleido significa clavícula - y la
apófisis mastoides del hueso temporal.)
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