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Borrador del Informe—Tomo I (de tres)
La Ocupación Guancavilca de Mar Bravo (M3 A5 362)
en el Período Manteño
15 de agosto de 2010
Karen E. Stothert 2010 ©
Contenidos:
1.0 Introducción
1.1 Agradecimientos
1.2 Antecedentes / Historia de Investigación
1.3 Ubicación del Sitio y Desafíos de Investigación
1.4 Nuestras Excavaciones
1.5 Los Hallazgos
1.6 Fechado de la Ocupación
2.0 Cultura Material
2.1 Tiestos Trabajados
2.2 Torteros Esféricos
2.3 Otros Objetos de Cerámica
2.4 Estatuillas de Cerámica e Instrumentos de Viento
2.5 Adornos de Cerámica
2.6 Tiestos con Improntas
2.7 Herramientas Líticas
2.7.1 Obsidiana
2.7.2 Brocas (de Taladro)
2.7.3 Lascas Especiales de Horsteno
2.7.4 Limas, Serruchos, y Escariadores
2.7.5 Golpeadores y Conos
2.7.6 Cantos Rodados, Machacadores, etc.
2.7.7 Manos de Moler
2.7.8 Piedras de Moler y Yunques
2.7.9 Piedras con Hendiduras Hechas
2.7.10 Miscelánea y Unicos
2.8 Objetos de Concha, Hueso y Dientes
2.8.1 Chaquira: Cuentas de Concha
2.8.2 Pesas de Red
2.8.3 Talismanes
2.8.4 Ganchos de Estólica
1
2.8.5 Artefactos y Adornos (Concha, Hueso y
Dientes)
2.8.6 Artefactos de Madreperla
2.9 Cuentas de Vidrio
2.10 Bajareque
2.11 Yeso
2.12 Metales
[Algún Material bibliográfico]
3.0 Excavaciones Sector A
3.1 Agradecimiento
3.2 Introducción
3.3 Trinchera H
3.4 Trinchera H5-M5 y la Cuadrícula K
3.5 Hallazgos
3.6 Interpretación del Sector
4.0 Excavaciones Sector B
4.1 Los Cateos
4.2 El Corte 5 (Cateo 5)
4.2.1 A1
4.2.2 A3-4
4.2.3 B1
4.2.4 B2-3
4.2.5 5C
4.2.6 D1-3
4.2.7 E4-5
4.2.8 F2-3
4.2.9 F5-6?
4.2.10 G1-G5
4.2.11 Corte H1-2, H3-4
4.3 La Tumba, H.2
4.4 Resumen del Sector B
5.0 Excavaciones Sector C
5.1 Corte A
5.1.1 Cateo 1 [Fotos]
5.1.2 Hallazgos H.40 y H.52
5.1.3 Cateo 2
5.1.4 Cateo 3
5.1.5 Cateo 4
5.1.6 Piso Amarillo Generalizad
5.1.7 Pared Sur
5.1.8 Pared Oeste
5.1.9 Pared Este
5.1.10 Pared Norte
5.1.11 Resumen del Corte A
5.2 Corte B
5.3 Corte E
2
5.4 Corte M
5.5 Corte D
5.6 Corte C (Trinchera C)
5.6.1 Corte C8-9
5.6.2 Corte C10-11
5.6.3 Corte 11-12
5.6.4. Corte C15-16
5.7 Corte F
5.8 Corte G7-8 y G20-21
5.9 Cortes J y K
5.10 Corte P y el H.80
5.11 Cortes N y Q
6.0 Excavaciones Sector D
6.1 Corte 1
6.2 Cateo 2A
6.3 Cateo 2B
6.4 Interpretación y Comparación
7.0 Informe Preliminar de Restos Humanos
[Faltan secciones]
Tomo II.
10.0 La Cerámica de Mar Bravo
[Faltan secciones de moluscos, huesos fáunicos, y lítico]
Apéndices:
A. Tabla de Hallazgos
B. [faltan Fechas de Radiocarbono]
C. Resumen Breve de Grupos de Cerámica [faltan dibujos de perfiles]
[Material bibliográfico aparece al final de algunas secciones, pero no está ni
completo ni organizado]
[Todo el material de este informe está
presentado en el CD que lo acompaña]
3
1.0 Introducción
1.1 Agradecimientos
Las excavaciones reportadas en este informe fueron patrocinados, en el primer año por el
MAAC del Banco Central del Ecuador, mientras que la investigación más intensiva del
año 2001 fue patrocinadas por FERCO (Foundation for Exploration and Research on
Cultural Origins, Orono, Maine: Fundación creada para honorar la vida y las
investigaciones de Thor Heyerdahl). Estamos también muy agradecidos por el apoyo del
INPC y su personal en Guayaquil. No hubiera sido posible sin el apoyo del Sr. Ricardo
Silva, y los dueños y personal del G,F y C Marino).
1.2 Antecedentes/ Historia de Investigación
Aunque el sitio ubicado en Mar Bravo ha sido descrito y mencionado por varios
arqueólogos no existe una publicación sustantiva sobre los depósitos del mismo, los
cuales corresponden a la cultura manteña-guancavilca (Bedova 1985; Bushnell 1951: 9;
Stothert 1980). En la superficie se nota no sólo cerámica, sino también concha elaborada
y brocas líticas (de taladro) para la elaboración de cuentas (conocidas como chaquira).
Esqueletos humanos han sido sacados del mismo sitio, sin informes científicos, y varias
ofrendas llamativas han sido recuperados por los dueños de las propiedades en Mar
Bravo, pero el conocimiento de los materiales arqueológicos queda sólo en el folklore de
ellos.
Lanning, en su reconocimiento de la Península en los años de los 60 menciona un
sitio que él lo denominó “Núm. 123, en Punta Carnero” (Paulsen 1970:39), pero no
sabemos si es el mismo sitio que ahora hemos estudiado. El sitio fue denominado “Buena
Clama” [sic] por Bushnell (1951:9), pero este nombre es o error o fuera de uso
actualmente.
Visitando el sitio con amigos en el año 1970, observamos en la superficie (entre
los hoyos excavados por huaqueros), cuentas diminutas de concha blanca y roja y unos
herramientas líticas (tipo broca para hacer los huecos de las cuentas). Fue llamativo que
la duna había servido como cementerio y tal vez como taller de cuentas de concha.
Stothert, en su prospección de 1980-1981 del sector del Río Tambo, puso el
número OGSE-362 al sitio, y ahora, de acuerdo con las normas actuales del Patrimonio
Nacional, se identifica como Sitio M5 A3-362.
La presente autora ha tenido interés en el sito por su relación con el sistema
hidráulica del Río Tambo y también por su identificación como un asentamiento tardío
con cerámica de a fase La Libertad (la Guancavilca o Manteña-Guancavilca de la
Península de Santa Elena). Es trágico que la ocupación tardía de la zona de la Puntilla no
ha sido reportado en mayor detalle desde hace muchísimos años, y que el asentamiento
de La Libertad está perdida en tinieblas (por falta de publicación de su historia). Seguro
que el asentamiento de Mar Bravo fue vinculado con él de La Libertad, ya que las dos
comunidades fueron contemporáneas y compartían algunos rasgos arqueológicos.
Últimamente las investigaciones del Arq. Erick López y su equipo de la UPSE
han hecho contribuciones al estudio del período Guancavilca en La Libertad (López
Reyes……….). Además, la producción de cuentas de concha en el período ManteñoGuancavilca ha sido el tema de la tesis doctoral de Benjamín Carter (2008), y uno de las
4
muestras utilizadas en su estudio proviene de Mar Bravo, permitiendo así un
entendimiento mayor del papel de esta artesanía en la última época del período aborigen.
Para poder comparar los datos de Mar Bravo con los de otros sitios
contemporáneos, dependemos de las publicaciones de otros arqueólogos (citados en este
informe). Lamentamos que este informe ha demorado mucho en presentarse, y que
todavía esperamos los resultados de informes de numerosas excavaciones en otros sitios
Manteños y Guancavilcas de la costa del Ecuador.
1.3 Ubicación de Sitio y los Desafíos de Investigación
Esta investigación se realizó en el muy conocido sitio ubicado en una duna
antigua en “Puerto Aguaje” (nombre nuevo) en el sector llamado Mar Bravo (Figura 1.1
[esperando nuevo mapa de la Provincia de Santa Elena]). La duna yace a unos pocos
metros del mar por el lado sur de la Península de Santa Elena, a la distancia de 3 km al
oeste de Punta Carnero, y a unos 4.5 kilómetros al suroeste de la albarrada Engoroy en el
corazón de La Libertad. Hoy en día nuestro sitio yace entre las piscinas de las salinas de
Ecuasal (compañía productora de sal) y la playa, frente a la boca toma de Ecuasal. Ahora
el sitio está cubierto de laboratorios donde cultivan la larva de camarones. Destaca una
fila de laboratorios que se extienden por toda la duna y también más allá. El impacto de
tantos laboratorios sobre el sitio ha sido grande, pero anteriormente había sido huaqueado
extensivamente. Existía en el año 2000 un sólo solar sin mayores construcciones, pero
este terreno fue destruido en 2001 por el Municipio de Salinas, y ahora sirve de plaza de
parqueo.
El sitio es llamativo por su ubicación en la playa de Mar Bravo, donde las olas
son fuertes, el mar muy peligroso por la resaca, y donde siempre sopla el viento. La duna
trata de unos estratos de arena, no muy consolidados, y levantados en tiempos recientes.
Funciona como una barrera entre la playa actual y las salinas (que fue un salitral y
humedal hace 80 años). La duna todavía se ubica en una terraza o tablazo bajo que yace a
pocos metros sobre el nivel del mar, el producto de un levantamiento geológico ocurrido
en los últimos 10,000 años o menos (Ferdon 1981; Sheppard 1937; McDougle 1967).
En el año 1970, Stothert observó que habían desperdicios culturales en la
superficie de la duna por una zona de unos 50 metros de ancho y 300 metros de largo,
empezando a unos 50 metros de la carretera (en el sureste), y extendiéndose hacía el
noroeste. Según Bedova (1985), los limites actuales del sitio son “el edificio de Ecuasal a
la NW, y la actual carretera La Libertad-Punta Carnero al SE, el Océano Pacífico al S, y
las piscinas de Ecuasal al norte.
Actualmente la zona alrededor está todo alterado por la mano humano (piscinas
de sal, planta de procesamiento de aguas servidas, hoteles, urbanizaciones, carreteras,
etc.), pero se trata de una zona de salitral, humedal, estero (la desembocadura del Río
Grande), y manglar, pero más tierra adentro se presenta áreas de sabana con colinas de
poca altitud. La clasificación ecológica es Maleza Desértica Subtropical, y el suelo es
Aridisol Tipo Cambortid (Valverde et alius 1979: 63-64).
Anticipando las interpretaciones al final de este informe, se señala ahora que
nuestro sitio fue parte de un patrón amplio de diversos asentamientos ocupados durante
los últimos siglos al final del período indígena (Figura 1.2).
5
Figura 1.2. Mapa de la Puntilla (extremo occidental de la Península de Santa Elena)
indicando la ubicación del Sitio M5A3-362 y otros asentamientos Guancavilcas (puntos
negros), incluyendo albarradas con cerámica manteña-guancavilca (semi-círculos
negros).
6
Figura 1.3. Mapa geológico de la Península de Santa Elena publicado en Sheppard
(1937).
Una foto aérea de la región de Mar Bravo (tomada en 1978) es elocuente en
señalar la ubicación de nuestro sitio que queda entre la última piscina de las salinas y la
playa, justo donde la carretera llega a la duna que corre paralela a la playa. Se ve el
poblado de La Libertad, el estero seco del Río Grande, y la desembocadura del mismo en
Punta Carnero (Figura 1.4).
7
Figura 1.4. Foto aérea (año 1978) de la parte de la Península cerca de la Puntilla.
Nuestras Excavaciones
Dado las dificultades en investigar el muy intervenido sitio arqueológico,
tomamos la decisión de explorarlo primero con una serie de cateos. Luego, abrimos
cortes o trincheras donde habían capas intactas para explorar. Hemos realizado algunas
pocas excavaciones en área, o sea cortes de gran extensión horizontal. Es nuestra
esperanza que el presente informe sirva para guiar los investigadores futuros que quieren
preocuparse de abrir sectores para explorar pisos amplios y rescatar más evidencia de la
distribución de áreas de actividades y de la forma de estructuras (casas, templos,
cementerios, etc.) que existían en la superficie del sitio en momentos dados.
Entre 2000 y 2001 se abrieron algunos cateos, trincheras y excavaciones más
amplias en algunos sectores del sitio, encima de la duna y al noreste de ella (Figura 1.5).
8
Figura 1.5. Levantamiento topográfico del Sitio M5A3-362 indicando la playa y la
elevación del montículo encima del nivel de alta mar (“high tide line”). La carretera
(entre la playa y la cerca del sitio) está a un metro, mientras que la parte alta de la
plataforma está entre 2 y 4 metros encima del nivel del mar. Las partes bajas (dentro de la
cerca, en el extremo oriental, y en el medio del sitio, cerca de la cerca) son los resultados
de excavaciones realizados por el dueño del laboratorio de larva. Nuestras trincheras y
cateos están indicados sólo en los sectores A, B, y D.
En la Figura 1.6 se aprecia el perfil de la duna y su relación con el agua freática.
Las excavaciones comprueban que la duna natural fue aumentado por actividades
culturales, y que hay más que dos metros de rellenos artificiales encima de la duna, para
crear el montículo.
9
Figura 1.6. Mirando hacia el oeste se aprecia el perfil del montículo (plataforma de
tierra) construido en Mar Bravo. El corte pasa por la mitad del sitio (por el punto más alto
del Sector C). La playa queda a la mano izquierdo y el salitral (humedal) a la derecha.
Los rellenos encima de la línea quebrada son culturales.
Nuestras excavaciones demuestran que durante la primera época de la ocupación
del sitio, la gente realizaba sus actividades (tal vez temporalmente) sobre la duna natural,
pero poco a poco la superficie fue rellenado con basura: hemos recuperado los
desperdicios de las diversas actividades realizadas en los alrededores del sitio, los
mismos que servían para luego ampliar y nivelar la superficie del asentamiento donde
construyeron pisos y casas, realzaron faenas diversas, y enterraron a ofrendas, perros y
difuntos (como hacían en La Libertad en la misma época). La reconstrucción de la
evolución de la ocupación Manteña-Guancavilca, basándose en excavaciones de área,
será la responsabilidad de investigaciones en el futuro.
Las ilustraciones en esta sección del informe sirven para orientar el lector. Luego
habrá una descripción detallada de la estratigrafía de nuestros cateos y cortes, incluyendo
el contenido de los suelos investigados. Las excavaciones en el Sector A se realizaron en
el año 2000 (con co-director Ben Carter), y la investigación de los Sectores B, C, D, y E
corresponden al proyecto realizado en 2001 por la autora.
1.4.1 El Afán de los Depósitos.
La interpretación de la estratigrafía en nuestros cortes se realiza en las Secciones
3, 4, 5, 6 y 8. Acá es menester hablar de manera general de los depósitos arqueológicos.
Aunque la superficie del sitio está muy intervenido por actividades recientes, a
veces se nota una capa superficial color gris, a veces un poco compacto o endurecido, que
contiene una arena eólica y pocos restos culturales. Se supone que este acumula
continuamente ya que los vientos soplan perpetuamente en Mar Bravo, trayendo
materiales eólicas desde el oeste. Muchos de los depósitos más gruesos son de suelos
color grisáceo sin evidencia de capas distintas, o sea el contenido está mezclado en la
tierra, dando una textura homogénea sin estratificación visible. Algunos de estos
depósitos son los resultados del movimiento anterior de las capas arqueológicas por
maquinas pesadas o por excavaciones no científicas.
Las capas intactas son de varias clases. En algunos casos encontramos pisos,
pozos, tumbas y hornos que se encuentran como fueron hechos por la gente antigua. Los
rellenos de ceniza y desperdicios de pescado (huesitos y escamas) que se presentan entre
dos o más pisos de arcilla amarilla, se entienden como depósitos primarios, pero hay que
tener presente la idea que el sitio es el producto de miles de episodios de relleno
10
intencional: a veces con basura recién generada en casas o en los patios donde la gente
trabajaba, pero muchas veces con basura previamente depositado y luego recogido y redepositado para nivel la superficie, como base para pisos nuevos, o para cambiar la forma
del montículo, una plataforma artificial de más de dos metros de altura donde la gente
vivía y realizaba sus actividades.
Entonces, podemos pensar en términos de basura primaria y secundaria, la
segunda presenta una apariencia homogénea en los pisos y paredes de las excavaciones,
mientras que la basura primaria se ve más heterogénea, con distintos conjuntos (de
ceniza, escamas, arena, etc.)—como una pinganilla. Muchas capas aparentemente se
encuentran en un buen orden estratigráfico, o sea, fueron depositados regularmente, una
encima de la otra.
Es de hacer hincapié en el problema de los disturbios causadas principalmente por
el removimiento de suelos (basura y material arenoso de varias clases), realizado a
propósito para alterar la estructura del sitio. Principalmente, la gente se preocupaba de
nivelar superficies para luego hacer pisos de arcilla, y también emprendieron proyectos
de relleno para construir (poco a poco) una plataforma en donde vivir y realizar trabajos
de varias clases. Ya sabemos bien que gente Manteña-Guancavilca (sin mencionar los de
la cultura Milagro-Quevedo en la Cuenca del Guayas), fueron buenos ingenieros civiles
que construyeron pozos de agua, albarradas, represas, terrazas agrícolas y habitacionales,
grandes plataformas, tumbas hermosamente empedradas, edificios con cimientos de
piedra asociados a rampas, escaleras, muros de contención, etc. Desde los albores del
período Manteño hemos visto como cambiaron la topografía en sus asentamientos (ver
secciones posteriores). La plataforma o montículo de Mar Bravo fue levantado
progresivamente a través de unos 2 siglos o más.
El proceso constructivo abarcaba el relleno de ciertas partes del sitio, y al mismo
momento involucraba el traslado de material de construcción de afuera (por ejemplo, de
la desembocadura del Río Grande a unos 2-3 km de distancia), o de otra parte del sitio,
tal vez de la parte de la duna que todavía no había sido rellenado donde yacían restos de
ocupaciones anteriores. Puedo imaginar como una carga de arena traída del oeste del
sitio para rellenar el Sector A podría haber contenido fragmentos de carbón de leña de
fogones antiguos.
La gente antiguo también se preocupaba de abrir hoyos para enterar a sus
muertos, incluyendo perros, dejar ofrendas, crear pozos de almacenamiento, fabricar
hornos de tierra, y tal vez pozos para deshechos ordinarios. También excavaron dentro
de la roca natural para asentar poste pero también para abrir ojos de agua o construir
tumbas (Ver Sector B, Cateo 9).
Todas estas actividades, durante más de 200 años, han creado disturbios en la
estratigrafía. Además, no es de minimizar el efecto de animales en nuestro sitio. Hay
huecos hechos por cangrejos, túneles de lagartijas, y las madrigueras de las numerosas
lechuzas de tierra (búhos) que nos acompañaron de día con sus quejas y teatro.
1.5 Los Hallazgos (Features o razgos)
Los hallazgos son fenómenos identificados en el proceso de excavar que serán
destruidos durante el proceso de excavar el sitio. O sea, no son objetos que se sacan de la
tierra y que luego mantienen su integridad (por ejemplo, su forma, la relación entre sus
partes, etc.). Los hallazgos, en cambio, son aspectos de la estructura del depósito
11
arqueológico: un conjunto de piedras dentro del basurero; un entierro de perro o de un ser
humano; un silo (troje o pozo de almacenamiento); una capa de basura, un piso de arcilla
amarilla o gris; un fogón, un conjunto de ceniza y carbones, una estructura de bajareque o
algún horno construido de una olla de barro); un hueco de poste, un pozo de
desperdicios, o un pozo con objetos ofrendados a los espíritus.
La Tabla de Hallazgos aparece en nuestra Apéndice A. Enfocamos en estos
hallazgos porque proporcionan información especial: antiguas personas dejaron estos
conjuntos o estructuras por medio de unas actividades especificas, como por ejemplo
crear una estructura para realizar una tarea pirotécnica; parar una postes con fines
arquitectónicos; guardar herramientas para luego recuperarlas; depositar restos mortales
según las creencias de aquel entonces; guardar granos o pescado salado o otros objetos de
valor; descartar desperdicios domésticas o ceremoniales; rendir culto a los ancestros o
otros seres del mundo espiritual de abajo.
Llama la atención que muchas piedras (enteras y quebradas) se encuentran
abandonadas entre otros desperdicios o enterradas a propósito. Tal vez era para
guardarlas, pero también si el objeto fue dotado de alma (si tenía un espíritu vital),
entonces, al quebrarse, fue menester desecharlo en una manera correcta (tal vez
enterrándolo debajo del piso de la zona doméstica). Los objetos recuperados rodados en
el basurero, o descartados en pozos, nos dan una buena idea de las herramientas
necesarias para la vida en Mar Bravo hace 500 años. Los artefactos perecederos, por su
puesto, no aparecen.
La Tabla de Hallazgos describe los conjuntos o estructuras llamativas recuperados
en Mar Bravo. Entre los hallazgos figuran algunos entierros, los cuales serán descritos en
otra sección del informe. La mayoría son pozos, algunos construidos con esmero, algunos
con revoque por sus interiores y algunos con tapas de arcilla amarilla, aunque muchos
son huecos o pozos sencillos. Muchos de los últimos se entienden como huecos de postes,
o sea evidencia que la gente paraba un poste para realizar una faena (como la
construcción de redes o el tejido de soga), para alzar cosas (para secarlas o protegerlos de
ratones), o como parte de la construcción de una sombrilla, una cerca, una barricada, o las
paredes y techo de una casa u otro edificio.
Algunos de estos huecos luego se rellenaron con arena limpia, algunos de basura
domestica, otras con ofrendas (o sea un entierro ritual). A veces se encuentra muy poco
en el pozo, pero frecuentemente la gente colocaba dentro del hoyo algo duro como una
piedra o un pedazo grande e irregular de bajareque (tierra quemada, de hasta un kilo de
peso), posiblemente un fragmento de una pared o estructura como un horno. Estos
objetos podrían haber funcionado para apoyar la base de un poste (para que no se hunde
o para escurrir el agua de lluvia para que no se pudre). Igual, colocar el objeto en el
hueco podría haber tenido un sentido simbólico—un gesto ritual entendido por los
espíritus del inframundo.
De gran interés son los pozos de almacenamiento encontrados en el sitio. Se
distinguen por estar revestido por adentro, con una argamasa endurecida, creando así una
pared protectora (para evitar la destrucción de bienes por los ratones e insectos, o para
aguantar la infiltración de agua). El revestimiento tal vez trata de una mezcla de arcilla
con ceniza. Tiene un color gris, distinto de las tapas de los pozos que son de arcilla
amarilla pura (y cruda como adobe), que mantiene su color amarillento. En nuestro sitio,
dos de los silos (trojes o trojas) de mayor tamaño se ubican en la parte más alta del Sector
12
C, asociado con pisos gruesos hechos de arcilla amarilla y perforados por múltiples
huecos de postes (medianos y grandes). Esta evidencia sugiere la existencia de pisos
especiales y un conjunto de techos o casas de importancia. El silo grande sugiere que el
grupo social que ocupaba esta zona del sitio tenía acceso a bienes que fueron guardados
sistemáticamente. La acumulación de bienes es una característica de líderes, que luego
utilizan la comida (o productos de la labor artesanal), para patrocinar eventos festivos.
Igual, el almacenamiento podría indicar que la comunidad acumulaba bienes para pagar
tributo o participar esporádicamente en intercambios con otros grupos. La creación de
estructuras especializadas es un señal del desarrollo de sociedades más complejas (ver
Martha B. Anders, informe publicado en Journal of Field Archaeology (sobre
excavaciones en Pampa Grande en el Perú).
En nuestro sitio unos cuatro silos están ubicados en una línea (orientada esteoeste), que sugiere una planificación del asentamiento. Da pena que estos silos se
encuentran cerca del borde de la parte preservada del sitio, y por eso no podremos
investigar los pisos asociados con los silos por el lado norte. Todavía existe la posibilidad
de detallar la distribución de hallazgos (pisos, fogones, huecos de postes, entierros) hacía
el sur.
Muy llamativos son los pisos confeccionados por los antiguos moradores del sitio
con material arcilloso traído de otra parte, tal vez del sector del Río Grande donde hoy se
encuentra la represa del Lago Velasco Ibarra. Allí se aprecia los gruesos estratos de
tierras arcillosas amarillas y blancas expuestas por la erosión. Las capas artificiales de
Mar Bravo tienen un color amarillo, pero a veces el material compact y arcilloso de los
pisos tiene coloración gris. Me imagino que el piso hecho protegía la gente de la arena,
componente predominante de la duna, y elemento eólico muy característico de Mar
Bravo. A veces es difícil distinguir el revestimiento de los pozos (de tono gris) del
material utilizado en hacer los pisos: es posible que la mezcla anterior fue confeccionada
con cenizas de leña, pero no hemos investigado con esmero ni la composición de los
revestimientos, ni de los pisos. Visualmente, es llamativo que los suelos típicamente son
amarillos, y que se sobreponen frecuentemente, tapando repetidamente capas de ceniza y
arena: tal vez estos últimos materiales fueron echados como base para la aplicación de
nuevas capas de material arcilloso (húmedo) que luego se endurecía al secarse. Los pisos
identificados son a veces gruesos y a veces delgados. Podrían haber sido construidos
dentro de estructuras (como casas) o en zonas de trabajo (patios).
1.6 Fechado de la Ocupación
Basándonos en el estilo cerámico (ver Tomo II), hemos llegado a la conclusión
que la ocupación del Sitio 362 corresponde a las últimas fases del período ManteñoGuancavilca, precisamente a La Libertad 4-6 de la secuencia armada por Paulsen
basándose en muestras de cerámica recuperadas cerca de la Puntilla, la parte occidental
de la Península de Santa Elena (Paulsen 1971). Materiales similares han sido reportados
por Bushnell (1951), pero sin reconocer diferencias cronológicos dentro del conjunto
Manteño. Pocos estudios de la cerámica Manteña han resultado en la creación de
cronología dentro de este período. Esperamos informes de Salango y de las excavaciones
de Kimbra Smith y otros arqueólogos en Agua Blanca. Sabemos, por lo menos, que
algunos materiales señalan la contemporaneidad de ocupaciones en estos sitios
mencionados y en nuestro Mar Bravo.
13
La investigación de Mester en Los Frailes (Manabí) es un hito que ha facilitado la
reconocimiento de una fase temprana de la cerámica Manteña (Mester 1990), fase que
corresponde a las fases tempranas en la secuencia de Paulsen. Stothert (2006, 2007) ha
presentado una descripción de la cerámica Manteña de Japotó (Manabí Central): ella
opina que una buena parte de la cerámica de Japotó corresponde a las fases tempranas de
la secuencia Manteña.
Es llamativo que las dataciones de radiocarbono asociadas a materiales ManteñoGuancavilca están distribuidos desde unos 900 hasta unos 1500 años de nuestra era. Las
fechas asociadas con los depósitos arqueológicos en Los Frailes y también en Japotó
indican ocupaciones entre 1000 y 1200 de nuestra era (Bouchard, et al. 2006) En
cambio, las fechas (calibradas) de nuestro sitio (Mar Bravo) están concentrados entre
1300 y 1450 d.C., aunque hemos identificado una ocupación anterior, alrededor de 1200
de la era común.
La tabla siguiente presenta las procedencias de la muestras de carbono y las
dataciones que corresponden, junto con su calibración, que expresa la probabilidad que la
fecha verdadera cae dentro del lapso de años calendarios indicados.
Tabla 1.1. Fechas de Radiocarbono del Sitio M5-A3-362 (Mar Bravo) en Orden
Cronológico Aproximado, Junto con sus rangos calibrados.
Crono- Sector B
Sector A
logía
Corte 5B
Corte
relativa
H10-11
Corte 5B23
493+38
AMS
[aprox. AD
1300-1500]
Nivel 3
(530 + 60)
Cal AD
1300 a
Grupo
1460 AD
Tardío
Nivel 5
(530+60)
Cal AD
1300 a
1460
Sector D
Corte 2
Sector C
Corte B
Sector C
Corte A
Corte C1516
Cateo 1,
H.41
(570+60)
Cal AD
1290 a
1440
Nivel 9
583+36
AMS
[aprox. AD
1300-1400]
14
2A, 212227 cm
(650+50)
Cal AD
1270 a
1410
2B, 230250 cm
(800+40)
Cal AD
1170-1280
----Grupo
Temprano
Nivel 4
(980+50)
Cal AD
980 a
1180
Nivel 4
609+45
AMS
[aprox.
AD13001400]
Corte B,
Nivel 10
(850+50
cm)
Cal AD
1040 a
1270
En la tabla aparecen diez fechas, ocho fechas reportadas por Ben Carter (ver
abajo), y dos que se presentan ahora por la primera vez. La calibración de las fechas de
AMS están en entre corchetes. Se nota que hay dos fechas fuera del orden estratigráfico,
una en el Corte H10-11 y otra en el Corte C15-15. Siete de las fechas más recientes
forman un conjunto dentro de un periodo de 157 años (usando la edad convencional de
las muestras de carbón): todas caen entre 493+38 y 650 +50. Este lapso corresponde a
las fechas calibradas de 1300-1460 AD. Dos de las tres fechas restantes indican una
ocupación más temprano, entre 800 y 850 años de radiocarbono, calibrado a 1040 y 1280
AD.
No tenemos mucha evidencia de la ocupación temprana de nuestro sitio.
Lamentablemente las muestras pequeñas de cerámica recuperadas de las capas profundas
de nuestras excavaciones impide la identificación de un estilo cerámico distinto en los
estratos más profundos (ver abajo). La fecha más temprana (derivada de una muestra en
el Nivel 4 del Corte H10-11) podría corresponder al uso de madera antigua, tal vez una
reliquia de familia; más probable es que una cantidad de carbón antiguo fue excavado y
redepositado como relleno en una capa posterior.
La siguiente tabla presenta las dataciones presentadas previamente (Carter 2008).
Tabla 1.2. Ocho Dataciones del Sitio MV-A3-362 Publicados por Benjamín Carter
(2008). Se cita la edad convencional (Convencional Radiocarbon Age).
Código de
Laboratorio
Sector de
MV-A3362
Procedencia
Fecha en años
de
radiocarbono
antes del
15
Calibración
(2 sigma)
[ fechas de
nuestra era
Beta194787
Beta194788
Beta194789
Beta194790
Beta194791
AA68843
A
H10-11, Nivel 3
presente (BP)
con
error probable
530 + 60
A
H 10-11 Nivel 4
980 + 50
A
H10-11 Nivel 5
530 + 60
C
Corte A Cateo 1
H.41
Corte 2A (212227 cm d.d.)
Corte C15-16
Nivel 4
Corte C15-16
Nivel 9
Corte 5B2-3
570 + 60
D
C
650 + 50
(d.C o AD)]
Cal AD 1300 a
1460 AD
Cal AD 980 a
1180
Cal AD 1300 a
1460
Cal AD 1290 a
1440
Cal AD 1270 a
1410
609 + 45
AMS
AA68845 C
583 + 36
AMS
AA68846 B
493 + 38
AMS
AMS=muestras pequeñas fechadas con la técnica “Accelerator Mass Spectrometry”
AA=NSF-Arizona AMS Laboratory
Beta=Beta Analytic, Inc.
[poner figura acá]
La Figura 1.7 presenta una representación gráfica de 8 fechas reportados por Ben Carter
(2008). Y la Figura xx compara las fechas con otros sitios Manteños, señalando la
posición tardía de las dataciones de Mar Bravo.
Siete de las dataciones disponibles señalan una ocupación del sitio entre 1300 y
1450 d. C., basándonos principalmente en muestras de los niveles intermediarios del sito.
Sólo una fecha (Sector A H10-11, Nivel 4) parece anómala. Llama la atención que está
también fuera del orden estratigráfica esperado (la capa superior, Nivel 3, tiene una fecha
de 530 +/- 60), mientras que más abajo el Nivel 5 se fecha en 530 +/- 60. Entonces la
muestra del medio (980 +/- 50) representa una intrusión de carbón mucho más antiguo
que la procedencia en general. La explicación es sencillo: la presencia del carbono
antiguo es debido a la deposición secundaria de escombros traídos de otra parte del sitio,
por animales o por personas cargando material para rellenar la zona donde hay múltiples
pisos de arcilla sobrepuestos y separados por rellenos de arena y desperdicios (ver Perfil
H10-11 oeste).
No hay dataciones que corresponden a las capas más tardías de nuestro sitio
(ahora superficiales y removidas), pero parece probable que la ocupación seguía hasta los
principios del siglo 16. La evidencia consiste en algunas cuentas de vidrio verde (ver
Sección 2.9), entendidas como importadas de Europa. Sabemos que tales objetos
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empezaron a circular a partir del año 1492, y podrían haber sido movido de mano en
mano por toda América in pocos años (aun antes del “descubrimiento” del Pacífico por
Fernando Magallanes en 1520, y mucho antes de la visita del piloto de Pizarro a nuestras
aguas en 1526-27). Fechas y artefactos recuperados de excavaciones en Salango indican
una ocupación Manteña entre 1500 y 1600 de nuestra era.
En resumen, la mayor parte de los restos recuperados en Mar Bravo fueron
depositados entre 1300 y 1450 d. C., pero hay evidencias de una ocupación anterior
(entre 980 y 1180 de nuestra era, según la calibración de nuestra fechas más antigua).
Igual, hay evidencia de una ocupación posterior, después de 1492.
Con respecto a los distintos sectores del sitio observamos que la fecha más tardía
viene del Sector B, zona ubicada al noreste del montículo donde las capas arqueológicas
yacen muy cerca del fondo rocoso (la capa natural de arenisca). Parece probable que
otros depósitos culturales, ya desaparecidos, habían acumulados encima de las capas
preservadas, pero la datación tardía nos sugiere que tal vez la ocupación de estos terrenos
planos fuera de la zona del montículo correspondan a la época terminal de la ocupación,
aunque los materiales recuperados no necesariamente apoyan a esta interpretación.
Una de las dos fechas del Sector D, al otro extremo del sitio, corresponde a una
capa profunda, a unos centímetros encima de la arena estéril que antes formaba la duna y
playa de Mar Bravo. La datación es ligeramente anterior a la mayor parte de las fechas
(que forman un conjunto muy apretado entre 1300 y 1400 d. C.). El tipo de depósito es
similar a los depósitos del Corte A en el Sector C (en el montículo), y la fechas son
parecidas. En estos dos cortes (Sector D, Corte 2A y Sector C, Corte A. Cateo 1) la
arena estéril asoma a unos 250 cm debajo del datum. No llegamos a encontrar la arenisca
natural en estos cortes (por el peligro de excavar más).
La segunda fecha del Sector D, esta vez del Corte 2B, adyacente al 2A, proviene
de materiales que yacían a unos 230 a 250 cm debajo del datum. La fecha es 800+40 PB
(Cal AD 1170 a 1280), que es muy similar a la fecha rendida por una muestra del Nivel
10 del Corte B. Estas dos fechas juntas sugieren que había una ocupación temprana en la
loma entre AD 1040 y AD 1280 (fechas calibradas, representando la probabilidad de
dos sigmas [Two Sigma Calibrated Results]).
Las tres fechas de los cortes realizados arriba en el montículo en el Sector C (: dos
fechas del Corte C15-16 y uno del Corte A, Cateo 1), son muy similares (rango: 583 +/36 hasta 609 +/-45 BP no calibrados) y tal vez señalan el uso intenso del sitio en esta
época. Llama la atención que las dos fechas (no calibradas) del Corte C15-16 están en
orden invertido: la del Nivel 9 es más reciente que la del Nivel 4 (viola la ley de
estratigrafía). En basureros, esta clase de inversión es común, y la diferencia cronológica
es mínima. Una vez calibradas, las dos fechas caen entre 1300 y 1400 d.C.
No es clara la relación entre los depósitos del montículo (Sector C) y los del
Sector A, aunque la misma cerámica y los mismos hornos construidos de ollas invertidas
ocurren en las dos áreas. Por otra parte, la ocurrencia de ciertos objetos, como cuentas
verdes y algunas herramientas líticas, podría ser mayor en el Sector A (falta comparar los
tamaños de las muestras estudiadas en estos dos sectores). No ha sido posible descubrir
una correlación entre los estratos en los dos sectores (separados por algunos muros y
edificios). Parece probable que la mayoría de las capas superficiales en el Sector A son
ligeramente posteriores a las capas medias del Sector A: las dos fechas confiables del
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Corte H10-11, Niveles 3 y 5 son 510 +/- 60 y 520 +/- 60 BP (no calibradas). Del Nivel 4
salió la muestra anómala que rindió la fecha más temprana (720 +/- 50) que tenemos de
Mar Bravo. Es pura especulación, pero se puede imaginar que ese carbón (más antiguo
que lo normal en el sitio) representa la ocupación más temprana de la duna: la muestra
fue trasladado arriba durante un episodio de relleno en los años de mayor ocupación en el
sitio.
En resumen, las fechas del sitio indican una ocupación intensiva del sitio
(incluyendo los 4 Sectores fechados) entre 1300 y 1450 d. C. , pero con evidencia de una
ocupación temprana (no muy conocida) entre AD 1040 y AD 1280.
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