Download Rebeca - LA ESPADA

REBECA
Introducción:
Rebeca se nos presenta como una
mujer de casa, una joven simple, una
muchacha trabajadora Gen. 24:15-16
A pesar de que su familia era de
buena posición y tenían servidumbre
a ella parecía no importarle pues no
temía ensuciarse las manos.
I. SU SIGNIFICADO
Su nombre la describe era una
muchacha amable, lo mostró al recibir
al siervo de Abraham Gen. 24:17-20,
estuvo dispuesta a darle de beber no
solo a él sino también a sus camellos,
esto implico un esfuerzo ya que el
agua la sacaba del pozo.
II. SU CARACTER
Además de ser una muchacha
amable mostró hospitalidad al ofrecer
un lugar para el siervo de Abraham y
sus camellos Gen 24:25. Nos da un
ejemplo de fe al aceptar irse Gen
24:57-59 ella creyó en lo que el siervo
de Abraham les dijo Gen. 24:33-48.
Dejo su familia y su tierra si saber lo
que le esperaba, confió en lo que se
le dijo. Por su fe también recibió la
promesa hecha a Abraham, su
generación seria multiplicada Gen
24:60; 17:16; 22:17. Rebeca era
mujer recatada Gen 24:65 siendo una
virgen no permitió que Isaac la viera y
se cubrió. Tuvo la bendición de hablar
con el Señor Gen. 25:21-26 Dios le
revelo que de ella saldrían dos
naciones. Como todos ella cometió
errores, el amor predilecto por su hijo
Jacob fue uno de ellos Gen 25:27-28.
Con astucia consiguió que Jacob
obtuviera la primogenitura Gen. 27:110. Engaño a su propio marido
haciendo pasar a Jacob por Esaú
Gen. 27: 11-17. Ambos mintieron a
Isaac aprovechándose de que era
anciano y no podía ver Gen 27:1. No
le importo lo que esto ocasionaría
entre sus hijos solo quería que Jacob
recibiera la bendición que Dios le
había revelado Gen 27: 41. Esto le
costo la separación de ambos hijos a
Rebeca Gen 27:42-45.
Conclusión:
Rebeca nos deja una gran enseñanza
tanto en sus aciertos como en sus
desaciertos pongamos especial
atención en lo que le paso como
madre la predilección que tuvo por
uno de sus hijos le trajo grandes
consecuencias. Ese amor desmedido
por uno de sus hijos la hizo cometer
pecado en contra de Dios y sus seres
queridos.
Por Adalia Sarazua Muñoz. * Cd. Apodaca, Nvo. León.