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Iglesias Cristianas de Dios
[CB13]
Jacob: El Hijo de Isaac
(Edición 2.0 20021221-20070126)
Isaac y Rebeca tuvieron hijos mellizos que se llamaron Esaú y Jacob. A medida que los
muchachos crecieron y se convirtieron en hombres, Esaú se convirtió en cazador, mientras que
Jacob siguió siendo pastor. En este trabajo, veremos como la falta de fe por la falta de confianza
en Dios puede conducir a problemas familiares y a la ruptura de los Mandamientos de Dios.
Christian Churches of God
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Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
Los padres de Jacob
Isaac tenía cuarenta años cuando se casó con
Rebeca, que era la sobrina nieta de Abraham
(Gen. 25:20). Pasaron muchos años y la pareja
no tenía hijos, entonces Isaac le pidió a Dios
que les enviara un niño (Gen. 25:21). Dios
respondió a su plegaria y la pareja pronto se dio
cuenta de que serían padres.
Durante su embarazo Rebeca notó que ocurrían
algunas cosas inusuales "cuando los bebés se
empujaban uno a otro dentro de ella". Entonces
ella oró al Señor. El Señor le dijo –
probablemente en un sueño o en una visiónque ella daría a luz a dos mellizos o dos
naciones. Una nación (un mellizo) sería mas
fuerte que el otro y servirá al mas joven (Gen.
25:22-23). Por lo tanto aún en el vientre la
lucha entre los muchachos ya había
comenzado. En el futuro, existirían problemas
entre los descendientes de Jacob y Esaú. En los
números 20:20 vemos que los Edomitas (de
Esaú) no permitirían a los Israelitas (de Jacob)
pasar a través de su territorio y amenazarían
con pelear con ellos si no se fueran a otro lugar.
En tiempos antiguos, en circunstancias
normales, el hijo mas joven serviría al mayor,
pero Dios eligió cambiar este orden. Las formas
de actuar de Dios no son las mismas que las
nuestras, y Él puede elegir hacer los que sea
que Él desee hacer (Salmos. 115:3).
Y así ocurrió, Rebeca dio a luz mellizos
varones. El primero en nacer era rojo y velloso,
entonces lo llamaron Esaú. Su hermano nació
aferrando el talón de su hermano Esaú entonces
lo llamaron Jacob. Isaac tenía sesenta años
cuando sus hijos nacieron (Gen. 25:24-26). A
medida que los muchachos crecieron era obvio
que tenían muy diferente carácter. A Esaú le
gustaba mucho cazar, mientras que Jacob
quería criar rebaños y cultivos como su padre.
A Isaac le gustaba comer la carne que Esaú
traía a la casa, entonces era el hijo favorito de
Isaac. El hijo favorito de Rebeca era Jacob,
probablemente porque él trabajaba mas cerca
de la casa y lo veía mas seguido (Gen. 25:2728).
Un día cuando Esaú regreso del campo,
cansado y débil después de cazar, vio que su
hermano había preparado una apetitosa sopa. El
aroma era tan bueno que Esaú hubiera dado
cualquier cosa por ésta. Jacob conocía el valor
de primogenitura y esto era lo que él más
deseaba. Estaba celoso de la posición de Esaú
en la familia y aquí vio una manera
aprovecharse de la debilidad de su hermano.
Entonces, Jacob le dijo a Esaú que le daría un
poco de guiso, a cambio de su derecho de
primogenitura. Al estar tan hambriento y débil,
Esaú acepto el trato y entonces comió del guiso
(Gen. 25:29-34).
Años después, Jacob se aprovechó nuevamente
de Esaú. Esta vez, Jacob robó la bendición de
su hermano Esaú. Este fue otro engaño
realizado por Jacob. Esaú estaba muy enojado
con Jacob por estas acciones, entonces planeó
matar a su hermano. Lo que hizo Jacob estuvo
mal, le robó a su hermano el derecho de
primogenitura. Esaú también pecó al pensar
que mataría a Jacob, y de esta forma rompió el
Sexto Mandamiento.
Como Esaú era el hijo mayor de Isaac, él estaba
primero para recibir una mayor parte de las
posesiones y bendiciones de la familia(o
derecho por nacimiento) de su envejecido
padre. Cuando llegó este momento, Isaac llamó
a su hijo Esaú diciéndole,
" 2 Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de
mi muerte: 3 Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba
y tu arco, y sal al campo, y cógeme caza; 4 Y hazme
un guisado, como yo gusto, y tráeme lo, y comeré:
para que te bendiga mi alma antes que muera." (Gen.
27:2-4)
Esaú quizás estaba demasiado avergonzado
para decirle a su padre en ese momento que el
derecho de primogenitura ahora pertenecía a su
hermano Jacob. Cuando Rebeca escuchó lo que
Isaac le había dicho a su hijo Esaú, ella le contó
rápidamente a Jacob lo que había oído.
Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
Entonces Rebeca le dijo a Jacob que fuera al
campo y le trajera dos de los mejores cabritos
que pudiera encontrar. Con estos cabritos,
Rebeca preparó una comida sabrosa para que
Jacob se la pudiera dar a su padre Isaac. Rebeca
esperaba que Isaac sin darse cuenta le diera el
derecho por nacimiento y las bendiciones de
Esaú a Jacob, su hijo favorito (Gen. 27:5-10).
En aquellos tiempos las palabras dichas
oralmente eran aceptadas de la misma forma en
que alguien escribiera un testamento o hiciera
un contrato hoy en día. Isaac podía pasar sus
posesiones solo por hablarlo y sería un
compromiso legal. Aquí, Rebeca y Jacob
actuaron en forma engañosa porque se
aprovecharon del amor de Isaac por Esaú y la
comida que el trajo a su casa de sus viajes de
caza. Además, Isaac estaba ciego.
Rebeca hizo todo lo que pudo para que Jacob,
su hijo favorito pudiera heredar las bendiciones
de su padre. ¿Estaba bien que Rebeca tuviera
favoritos? ¿Le gustaría a cualquier niño que su
padre o su madre tuvieran predilecciones?
Al hacer que Jacob fuera su prioridad, en
esencia, ella lo puso por encima de Dios en
importancia. Al hacer esto, Rebeca rompió
tanto el Primero como el Segundo
Mandamiento (Deut. 20:1-4). Dios habría
logrado el resultado deseado porque Él ya le
había dicho a Rebeca lo que pasaría entre los
muchachos. Pero ella tomó el asunto con sus
propias manos y esto ocasionó muchos
problemas a la familia.
Además, pese a que debe haber un acuerdo con
respecto al orden y jerarquías en una familia, no
estaba bien que Rebeca tuviera un favorito. Si
observamos un ejemplo que nos brindó Dios
vemos que pese a que Él tiene una jerarquía
ordenada dentro de Su familia espiritual, Él no
hace "acepción de personas" (Actos 10:34).
Continuando con la historia: Jacob sabía que
había una gran diferencia física entre él y su
hermano. Esaú era un hombre velloso y sería
difícil engañar a su padre. Una vez mas Jacob
se dirige a su madre y le pregunta,
"11Y Jacob dijo á Rebeca su madre: He aquí Esaú
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mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño: 12
Quizá me tentará mi padre, y me tendrá por
burlador, y traeré sobre mí maldición y no
bendición." (Gen. 27:11-12)
Rebeca entonces le dijo a Jacob que no se
preocupara por la posibilidad de tener una
maldición sobre él a causa de su engaño. Ella
recibiría la maldición sobre ella misma en su
lugar.
¿Estaba Rebeca dándole un buen ejemplo a su
hijo Jacobo al decirle esto? ¿Por qué fue esto
algo malo? Al decirle ella a su hijo que dejara
que la maldición cayera sobre ella, Rebeca se
colocó en un lugar muy peligroso. Si Rebeca
hubiera tenido fe en que Dios se iba a ocupar de
Jacob, en vez de tomar el asunto en sus propias
manos, ella no debía haberse preocupado
porque recayera una maldición sobre ella. Si
estudiamos Mateos 27, veremos un ejemplo de
cómo poner una maldición sobre nosotros
mismos por nuestras acciones no solo nos
afecta a nosotros. En este ejemplo los Judíos
tomaron la maldición de la muerte de Cristo
sobre ellos mismos, y esto afectó a todas las
futuras generaciones hasta hoy en día. Pero esto
puede ser estudiado en otro momento.
En lo que respecta a Rebeca, ella tomó los
cabritos de Jacob y preparó una comida sabrosa
para su esposo Isaac. Luego ella tomó las
mejores vestiduras de Esaú y se las puso a
Jacob. Para terminar el engañoso disfraz de
Jacob, Rebeca colocó trozos pieles de cabrito
en la parte de atrás del cuello y en las manos de
Jacob (Gen. 27:13-17). Luego, con la comida
de carne y pan que Rebeca había preparado,
Jacob fue a su padre Isaac. Entonces le mintió a
su padre diciendo,
“Y Jacob dijo á su padre: Yo soy Esaú tu
primogénito; he hecho como me dijiste: levántate
ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me
bendiga tu alma. (Gen. 27:19)
¿Estuvo bien que Jacob le mintiera a su padre
para conseguir lo que él quería? ¿Qué dice la
Biblia con respecto a mentir? La respuesta
puede encontrarse en Éxodo 20:16, donde Dios
declara en Sus Noveno Mandamiento, "No
darás falso testimonio". Esto significa que no
debemos mentir, o chismear, etc.
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Isaac le dijo a su hijo que se dirigiera a él y
tocó el cuello a Jacob para comprobar si
realmente era Esaú. Cuando tocó las manos de
Jacob, que también se sintieron vellosas al tacto
porque estaban cubiertas con vello de cabrito.
Isaac se sintió confundido y dijo, "La voz es la
de Jacob, pero las manos son las manos de
Esaú" (Gen. 27:20-21). Isaac obviamente
estaba confundido entonces le preguntó a su
hijo, "¿En verdad eres mi hijo Esaú?" "Si lo
soy," respondió Jacob; y mintió nuevamente.
Al engañar a Isaac, Jacob deshonró a su padre
y, como consecuencia de esto, también rompió
el Quinto Mandamiento de Dios, que dice:
"Honrarás a tu padre y a tu madre" (Ex. 20:12),
así como el Mandamiento que dice que no
mentirás, del cual ya hemos hablado. Rebeca
fue tan engañosa como Jacob en esto.
Isaac entonces le dijo a Jacob que le trajera la
carne que a él le gustaba. "Tráela cerca mío, y
comeré de la caza de mi hijo, así mi alma te
bendecirá." Después de haber comido la carne y
de haber bebido el vino que Jacob le había
traído, Isaac besó a Jacob y notó que tenía el
olor de su hijo Esaú.
"Mira, el olor de mi hijo como el olor del campo que
Jehová ha bendecido: 28 Dios, pues, te dé del rocío
del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y
abundancia de trigo y de mosto.29 Sírvante pueblos,
Y naciones se inclinen á ti: Sé señor de tus
hermanos, E inclínense á ti los hijos de tu madre:
Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te
bendijeren." (Gen. 27:28-29).
Esta bendición era una promesa que fue
otorgada por Dios por medio de Isaac para
Jacob que sería compartida por todas sus
futuras generaciones. La bendición en sí era
tanto una bendición espiritual como física que
se verá posteriormente en la Biblia, con el
nacimiento de Cristo dentro de la misma línea
de familia de Jacob. Cristo nació dentro de la
línea familiar física de Jacob. Además, como
líder espiritual, Cristo será gobernante por
encima de todo, bajo el Padre, en el futuro.
Entonces Isaac había pasado ahora a Jacob la
bendición de alianza que había recibido como
heredero de Abraham. Luego de que Isaac
terminara de bendecir a Jacob, Esaú regresó de
Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
cazar. Sin saber lo que su hermanohabía hecho,
Esaú preparó un poco de la sabrosa comida con
carne que a su padre le gustaba tanto y se la dio
a Isaac diciendo, "Levántese padre y coma de la
caza de su hijo, para que tu alma me bendiga"
(Gen. 27:31).
Isaac ahora se dio cuenta de lo que había
pasado y comenzó a temblar y preguntó,
"¿Quién? ¿Dónde está el que cazó y me trajo su
presa? Me lo he comido todo antes de que
vinieras, y lo he bendecido—y ciertamente él
será bendecido" (Gen. 27:33). Cuando Esaú
escucho esto de su padre, se enojó y exclamó:
"Bendíceme a mi también, O padre mío!" (Gen.
27:34). Isaac entonces le dijo a Esaú que había
dado su bendición a Jacob en vez de a él.
Muy disgustado por la pérdida de su bendición,
Esaú lloró y le dijo a su padre, "Padre mío,
¿solo tienes una bendición? Bendícemebendíceme a mi también, ¡padre mío!" (Gen.
27:38) Isaac no podía dar la misma bendición
dos veces, pero se sintió apenado por Esaú, su
hijo favorito. Entonces, respondió a Esaú
diciendo:
"39 Entonces Isaac su padre habló y díjole: He aquí
será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del
rocío de los cielos de arriba; 40Y por tu espada
vivirás, y á tu hermano servirás: Y sucederá cuando
te enseñorees, Que descargarás su yugo de tu
cerviz." (Gen. 27:39-40)
Después de oír esto de su padre Isaac, Esaú
odió a Jacob porque él había recibido la mayor
bendición. En su corazón, Esaú planeó matar a
Jacob después de la muerte de Isaac (Gen.
27:41).
Si alguna vez nos hemos disgustado o aún si
hemos sentido odio por alguna persona por
haberse apoderado de algo nuestro, debemos
considerar lo que ocurrió como resultado de
aqullos sentimientos. Además de romper el
Quinto Mandamiento al deshonrar a su padre,
Esaú también quebrantó el Sexto Mandamiento
al planear matar a su hermano Jacob.
Afortunadamente, como vemos cuando
continuamos con la lectura de la historia de
Jacob y Esaú, Esaú no llega a asesinar a su
hermano (como fue el caso de Caín y Abel).
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Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
Sin embargo, solo por que no actuamos de
acuerdo a nuestros pensamientos no significa
que no debemos responder por ellos.
"21 Oísteis que fué dicho á los antiguos: No
matarás; mas cualquiera que matare, será culpado
del juicio. 22 Mas yo os digo, que cualquiera que se
enojare locamente con su hermano, será culpado del
juicio; y cualquiera que dijere á su hermano, Raca,
será culpado del concejo; y cualquiera que dijere,
Fatuo, será culpado del infierno del fuego" (Mat.
5:21-22)
Luego de que Rebeca oyera lo que Esaú estaba
planeando hacerle a Jacob, ella temió perder a
sus dos hijos, entonces llamó a Jacob y le dijo,
"42 Y fueron dichas á Rebeca las palabras de Esaú
su hijo mayor: y ella envió y llamó á Jacob su hijo
menor, y díjole: He aquí, Esaú tu hermano se
consuela acerca de ti con la idea de matarte. 43
Ahora pues, hijo mío, obedece á mi voz; levántate, y
húyete á Labán mi hermano, á Harán. 44 Y mora
con él algunos días, hasta que el enojo de tu
hermano se mitigue; 45 Hasta que se aplaque la ira
de tu hermano contra ti, y se olvide de lo que le has
hecho: yo enviaré entonces, y te traeré de allá: ¿por
qué seré privada de vosotros ambos en un día?"
(Gen. 27:42–45)
Rebeca se preocupó por la seguridad de Jacob,
entonces pensó en un plan para alejarlo de su
hermano. Ella le dijo a Isaac que temía que
Jacob se fuera a casar con una mujer hitita y
por lo tanto debían enviarlo a elegir una mujer
dentro de su propio pueblo (Gen. 27:42-46).
Pero sabemos que esta no era toda la verdad.
Entonces Isaac llamó a Jacob y le dijo que, "No
tomarás por esposa una de las hijas de Canaan"
(Gen. 28:1-2). Estos pueblos adoraban ídolos y
no pertenecían a la misma fe.
En vez de esto, Isaac le dijo a Jacob que debía
irse y tomar por esposa a una mujer de la tierra
de Padan Aram, la tierra de Labán, el hermano
de Rebeca. Esaú, al haber tomado varias
esposas, y además por el hecho de que ellas
eran
cananitas, también hizo que Isaac
estuviera muy triste porque Dios prohibió que
sus líneas familiares emparentaran con
cananitas (Deut. 7:1-4).
En su momento, Isaac entonces bendijo a Jacob
al enviarlo a tomar por esposa a una hija de
Laban diciendo:
"3 Y el Dios omnipotente te bendiga y te haga
fructificar, y te multiplique, hasta venir á ser
congregación de pueblos; 4 Y te dé la bendición de
Abraham, y á tu simiente contigo, para que heredes
la tierra de tus peregrinaciones, que Dios dió á
Abraham ." (Gen. 28:3-4)
Con esta última bendición, Jacob partió hacia la
tierra de Padám-aram Aram y fue a la casa de
Labán, que también era el hermano de Rebeca
(Gen. 28:5).
Esaú pronto supo que su hermano Jacob había
partido y no intentó seguirlo. Se dio cuenta
cómo debía haber disgustado a sus padres al
tomar por esposas mujeres cananitas, entonces
se dirigió a su tío Ismael y tomó por esposa a su
prima Mahaleth. Ella fue su tercer esposa (Gen.
28:6-9).
El sueño de Jacob
En su viaje a Harán, Jacob se detuvo en un
lugar determinado para descansar durante la
noche. Durmió con su cabeza apoyada en una
de las piedras del lugar. Esto no era extraño,
dado a que las personas en aquellos tiempos
dormían frecuentemente en la tierra y estaban
acostumbradas a apoyar sus cabezas en objetos
duros. Hoy en día, somos personas mucho más
débiles y a la mayoría nos agradan las
almohadas y las camas cómodas para dormir.
Jacob comenzó a sonar y vio una escalera
enorme apoyada en la tierra, con su parte
superior llegando hasta el Cielo. Los ángeles de
Dios se desplazaban de arriba hacia abajo en la
escalera y en la parte superior estaba el Señor.
"Soy el Señor el Dios de tu padre Abraham y el
Dios de Isaac", dijo la voz desde arriba. "A tí y
a tu familia les daré la tierra en la que estás
acostado. Tu pueblo será numeroso y se
extenderá por toda la tierra, y todas las
naciones recibirán una bendición por ellos. Yo
estaré contigo y te protegeré a donde vayas, y te
traeré de nuevo a esta tierra. No te abandonaré
hasta que no haya cumplido lo que te he
prometido" (Gen. 28:10-15). Aquí vemos que
el Señor, o el Ángel de Jehová, ofrece ser el
Dios de Jacob así como era el Dios de Abraham
e Isaac. Este Ángel, o Dios del Antiguo
Testamento, es el mismo ser que se convirtió en
el ser humano nacido Jesucristo en el Nuevo
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Testamento. No era el Único Dios Verdadero
(Elohim) que apareció ante los hombres.
Cuando Jacob se despertó de su sueño estaba
un poco atemorizado: sabía que su sueño debía
ser importante, entonces señaló el lugar donde
tuvo este sueño con la piedra en la cual apoyó
su cabeza. Derramó aceite en esta y le puso al
lugar el nombre de Betel. Luego juró que si
Dios cumplía todas las cosas que le prometió,
él le daría un décimo (o diezmo) de todo lo que
obtuviera (Gen. 28:18-22). Jacob sabía que la
Ley decía que el primer diezmo de las
ganancias de un hombre le pertenecen a Dios.
Entonces Jacob continúo con su viaje y
finalmente vio una ciudad. Fuera de la ciudad
se detuvo a hablar con algunos pastores con sus
rebaños. Ellos le dijeron a Jacob que eran de
Harán y mejor aún, que conocían a su tío
Labán. En ese momento una muchacha joven se
acercó con su rebaño y los pastores le dijeron a
Jacob que era Raquel, la hija de Labán. (Gen.
29:1-6).
Ansioso por hablar con su pariente, Jacob
ayudó a dar de beber a todas las ovejas y luego
habló en privado con Raquel. Le explicó que él
era el hijo de Rebeca, que era la hermana de
Labán. Esto significaba que Raquel y Jacob
eran primos hermanos. Cuando Labán supo de
Jacob salió apurado a su encuentro y para darle
la bienvenida a casa (Gen. 29:7-14).
Mientras estuvo con sus parientes, Jacob
compartió el trabajo en la casa y en el campo.
Cuanto mas veía a Raquel mas se enamoraba
de ella. Cuando Jacob pidió en matrimonio a
Raquel, Labán se alegró. Pero le pidió que
trabajara en el su campo por siete años mas
para obtener a Raquel. Cuando llegó el
momento de la boda, Labán engañó a Jacob y le
entregó a Jacob a su hija Lea en vez de Raquel.
Este fue un engaño cruel, pero Labán le dijo a
Jacob que la costumbre en esa tierra era que la
hija mayor debía casarse primero. Jacob era un
hombre paciente y estuvo de acuerdo con
trabajar otros siete años mas por Raquel (Gen.
29:15-30).
Entonces el tuvo dos esposas, algo que era
común en aquellos días, pero él amaba mas a
Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
Raquel. Cuando el Señor vio que Lea no era
amada, la bendijo con cuatro hijos: Rubén,
Simeón, Leví y Judá. Luego ella dejó de tener
hijos (Gen. 29:31-35).
Mientras tanto Labán se enriqueció como
resultado del trabajo duro de Jacob. Sin
embargo, Jacob tenía poco más a su nombre
excepto una gran familia y las tiendas en donde
ellos vivían. Para ese momento Jacob tenía
siete hijos, pero solo uno (José) era hijo de
Raquel. Entonces, Jacob decidió que le gustaría
llevar a su familia de regreso a Canaán para
visitar a su anciano padre. Por supuesto a
Labán esto no le agradó, porque perdería un
muy buen trabajador (Gen. 30:1-26).
Llegaron a un acuerdo entre ellos por el cual
Jacob recibiría un salario por su trabajo con
aquel ganado, ovejas o cabras que tuvieran
manchas o marcas en círculo. Nuevamente,
Labán intentó engañar a Jacob al retirar estos
animales manchados de los rebaños antes de
que Jacob pudiera verlos. Pero Dios había
prometido cuidarlo, y pronto fue obvio notar
que estaban ocurriendo cosas milagrosas con el
Ganado, con las ovejas y las cabras. Jacob se
volvió muy rico en poco tiempo (Gen. 30:2743).
Labán era muy ambicioso y no estaba dispuesto
a darle a Jacob un salario justo por su trabajo.
Pero como Labán vio que Jacob obtenía mas
rebaños dejó de ser amigable con él. Entonces
Dios estaba quitando la bendición a Labán y
dándosela a Jacob.
Entonces un día el Ángel de Jehová le habló
nuevamente a Jacob en un sueño y le dijo que
regresara a Canaán. Raquel y Lea estuvieron de
acuerdo con Jacob cuando él les dijo lo que el
Ángel le había dicho. Ellas también sabían que
su padre los había engañado a todos, por lo
tanto estaban de acuerdo en que lo correcto era
que lo que Jacob hubiese adquirido ahora les
correspondía a ellos (Gen. 31:1-16).
Entonces Jacob empacó sus tiendas y su familia
y reunió a todo su Ganado y se fueron de la
propiedad de Labán. Él tuvo cuidado de tomar
solo lo que le pertenecía. Sin embargo, Raquel
decidió tomar los ídolos de su padre. Labán no
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Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
supo que se habían ido hasta pasados tres días.
Él no se alegró de que Jacob se escapara de esta
forma, entonces fue por él. Tardó siete días en
llegar al lugar donde estaba Jacob y su familia.
Él también sabía que sus ídolos habían sido
hurtados (Gen. 31:17-21).
Pero antes de que Labán se diera a conocer ante
Jacob, Dios se le apareció y en un sueño le dijo
que no lastimara a Jacob (Gen. 31:18-25).
Entonces Labán le dijo a Jacob:
"26 Y dijo Labán á Jacob: ¿Qué has hecho, que me
hurtaste el corazón, y has traído á mis hijas como
prisioneras de guerra?28 Que aun no me dejaste
besar mis hijos y mis hijas. Ahora locamente has
hecho.30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la
casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?"
(Gen. 31:26,28,30)
Jacob le dijo a Labán que se había ido en
secreto porque tenía miedo de que Labán le
quitara a sus hijas por la fuerza. Además le dijo
que buscara a sus dioses y dijo, "Con quien sea
que encuentres tus dioses, no le dejes vivir."
Por supuesto, Jacob no sabía que sus amada
Raquel había robado los ídolos (Gen. 31:3135).
Labán entró y salió de todas las tiendas, y no
encontró nada. Luego finalmente llegó a la
tienda de Raquel. Raquel había ocultado a los
ídolos en la silla de montar del camello y se
sentó sobre ellos. Entonces Labán buscó pero
no encontró nada. Raquel le mintió a su padre e
inventó escusas para estar sentada en la
montura, entonces él no buscó allí. Finalmente
él tuvo que admitir a Jacob que no había
encontrado nada. Por supuesto Jacob no estaba
contento al ver que Labán ahora lo trataba
como a un enemigo, después de todo el trabajo
duro que él había hecho por Labán. Jacob sabía
que si Dios no hubiera estado con él en todos
los años que él trabajó para Labán habría
partido sin nada. 31:36:43).
Labán ofreció ponerse de acuerdo con Jacob en
que ellos no tendrían mas malos sentimientos el
uno por el otro. Entonces ellos juntaron piedras
e hicieron un monumento, que sería testigo de
su acuerdo. Entonces Jacob ofreció un
sacrificio a la montaña y todos compartieron
una comida juntos, lo cual fue una señal mas de
su nueva amistad. Temprano en la mañana
siguiente Labán se despidió y regresó a Harán
(Gen. 31:44-55) y Jacob partió hacia Canaán.
Esaú viene al encuentro de Jacob
1 Y Jacob se fué su camino, y saliéronle al
encuentro ángeles de Dios. 2 Y dijo Jacob cuando
los vió: El campo de Dios es este: y llamó el nombre
de aquel lugar Mahanaim.(Gen. 32:1-2).
Pero Jacob estaba preocupado por encontrarse
con su hermano Esaú nuevamente después de
veinte años. Pensaba que Esaú podría aún estar
enojado y querer matarlo. Entonces, envió un
mensajero para que se adelantara y le dijera a
Esaú que él estaba llegando y que ahora tenía
gran riqueza y que esperaba que ellos pudieran
encontrarse en amistad y amor- como deben
hacer los hermanos (Gen. 32:3-5).
El mensajero regresó pronto y le dijo a Jacob
que había encontrado a Esaú y que él
ciertamente estaba en camino a su encuentro,
junto con 400 hombres. Esto atemorizó a Jacob
dado a que tenía muchos a quienes proteger.
Entonces dividió a su pueblo y a los rebaños en
dos grupos pensando que si un grupo era
atacado el otro podría escapar. Pero Jacob
también recordó rezar a Dios por protección,
como el Ángel de Jehová le dijo en una visión.
Esta era su mejor arma, porque tendría
protección divina (Gen. 32:6-12).
Jacob eligió entre lo mejor de su rebaño:
cabras, ovejas, camellos, vacas, toros y burros.
Hizo partir a cada rebaño con sus siervos en un
horario diferente. Esperaba que Esaú aceptara
los presentes que le había enviado y que
estuviera feliz de verlo cuando finalmente se
encontraran. Después Jacob envió a dos
secciones mas de su caravana para se
adelantaran. Luego envió a sus esposas, niños y
sirvientes al arroyo y se quedó solo para rezar
(Gen. 32:13-21).
Jacob lucha con el Ángel
Mientras Jacob estaba solo, un hombre extraño
apareció y luchó con él hasta la mañana. Jacob
no se rendiría y cuando el hombre le pidió que
lo dejara ir porque se estaba haciendo de día
Jacob dijo: "No te dejaré partir si no me
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bendices."Por supuesto para este momento
Jacob se dio cuenta de que el hombre era un
mensajero (ángel) del Único Dios Verdadero
(Gen. 32:22-26).
27 Y él le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió:
Jacob. 28 Y él dijo: No se dirá más tu nombre
Jacob, sino Israel: porque has peleado con Dios y
con los hombres, y has vencido .(Gen. 32:27-28)
Podemos ver en Oseas 12:3-6 que el ángel o el
mensajero con el cual luchó Jacob es el que
luego se convirtió en el hombre Jesucristo.
Jacob finalmente se encuentra con
Esaú
Cuando Jacob levantó su mirada pudo ver que
Esaú y sus hombres se estaban acercando.
Esperando problemas, Jacob dividió su familia
y puso a Raquel y a José a la mayor distancia
posible detrás de él. Como se mencionó
anteriormente, Raquel era su esposa favorita, y
José su hijo favorito, entonces los ubicó a la
distancia mas segura posible (Gen. 33:1-3).
Jacob fue al encuentro de Esaú y se inclinó a
tierra siete veces antes de acercarse a su
hermano. Esta era la costumbre y mostraba
respeto por la otra persona. Pero Esaú no tenía
intención de matar a su hermano. Lo abrazó y
lo besó y ambos lloraron de alegría. Cuando
vieron que no había peligro, las esposas de
Jacob y sus hijos y siervos se acercaron y se
inclinaron ante Esaú. Jacob le dijo a su
hermano que el Señor lo había bendecido de
gran manera (Gen. 33:4-7).
Esaú preguntó por los rebaños que había
pasado en el camino. Jacob le dijo que eran
obsequios, para que Esaú pensara bien de
Jacob. Pero Esaú dijo que él también poseía
bastante y al principio rechazó el obsequio de
Jacob. Pero finalmente los aceptó para no
disgustar a su hermano. Esaú también ofreció
viajar de vuelta con su hermano, pero Jacob
sabía que su caravana viajaría más despacio
que Esaú y sus hombres a caballo, a causa de
los niños y los rebaños. Entonces los hermanos
decidieron desplazarse por separado. Esaú
regresó a Seir y Jacob se fué a Succoth y se
construyó una casa para él. (Gen. 33:8-16).
Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
Otro hijo para Jacob
Cuando Jacob regresó a Canaán su esposa
Raquel dio a luz su doceavo hijo.
Desafortunadamente Raquel murió en el parto y
entristeció mucho a Jacob, dado a que él amaba
a Raquel más que a todas las otras. Este hijo se
llamó Ben Oni o hijo de mi duelo porque por él
ella murió, pero su padre luego le dio el
nombre de Benjamin que significa hijo de la
promesa (Gen. 35:16-19).
Mientras tanto Jacob regresó a casa con su
padre Isaac. Luego, cuando Isaac murió, sus
hijos Esaú y Jacob lo enterraron (Gen. 35:2729). Esaú tomó sus esposas entre las mujeres
de Canaán y se convirtió en el padre de los
Edomitas.
Podemos
leer
sobre
los
descendientes de Esaú en el capítulo 36 del
Génesis. Con el tiempo, la familia de Esaú y
sus posesiones se extendieron demasiado como
para que los hermanos pudieran permanecer
juntos. Entonces Esaú tomó a sus esposas, hijos
e hijas y todas sus pertenencias y se mudó a una
tierra distante de su hermano Jacob. Jacob
permaneció en Canaán hasta que la hambruna
lo obligó a irse con su familia y pertenencias a
Egipto (Gen. 36:1-8).
El viaje de Jacob a Egipto
Con el transcurso del tiempo, una terrible
hambruna se esparció por todo el mundo. Pero
había suficientes provisiones de granos en
Egipto y otras naciones fueron allá para
comprarles. Jacob también se enteró de esto y
envió a sus hijos (excepto a Benjamin) a
comprar granos para no morirse de hambre. La
historia dice que la familia es alentada a
mudarse a Egipto porque José, el hijo perdido
hacía mucho tiempo por Jacob era gobernador
allí y estaba a cargo de la distribución de
comida.
De acuerdo a las instrucciones de José, y con el
apoyo del Faraón Egipcio, Jacob y sus hijos y
todas sus familias partieron hacia Egipto con
todas sus posesiones. Cuando llegaron a Beer
Sheba le ofrecieron sacrificios al Único Dios
Verdadero. A Jacob probablemente le
preocupaba que Dios no aprobara su mudanza a
Egipto. Pero esa noche Jacob recibió un
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Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
mensaje en una visión o en un sueño (Gen.
46:1-2). Ahora bien, sabemos que la Biblia nos
dice que ningún humano ha oído la voz del
Único Dios Verdadero, entonces este mensaje
debió haber provenido del Ángel de Jehová.
Él le dijo a Jacob (Israel) que no temiera ir a
Egipto porque una gran nación de Israel
surgiría de allí. Además le dijo, "Iré contigo a
Egipto y también seguramente te haré volver; y
José pondrá sus manos en tus ojos” (Gen. 46:34). Lo que estaba diciendo en realidad es que
Jacob se encontraría con su hijo José
nuevamente y que estaría con él por un tiempo
en Egipto. José estaría allí cuando su padre
muriera y traería el cuerpo de Jacob de regreso
a Canaán.
Jacob entonces estaba convencido que era
correcto ir a Egipto, entonces continuaron su
camino. Como sabemos por la historia de José,
la familia recibió tierra y comida en Egipto y
José se aseguró de que todo estuviera bien.
Ellos vivieron bien, se multiplicaron y
prosperaron.
Jacob bendice a sus hijos
Pasaron diecisiete años y en ese entonces Jacob
estaba muy enfermo. Cuando José se enteró de
esto, tomó a sus dos hijos y fue a ver a su
padre. Jacob le dijo a José que el Ángel del
Señor se había presentado ante él en una visión
y le había dicho que una gran nación surgiría de
él. Entonces él dijo que quería adoptar los hijos
de José, Efraín y Manasés. Él ubicó a los
muchachos en su rodilla como señal de
adopción y luego los incluyó en sus
bendiciones, las que compartiría con sus otros
hijos.
Jacob primero bendijo a José, luego colocó su
mano izquierda en la cabeza de Manasés y su
mano derecha en la cabeza de Efraín. Pensando
que su padre no podría ver bien, José retiró su
mano izquierda de la cabeza de Manasés, dado
a que era la costumbre que la mano derecha se
colocara en el primogénito. (Gen. 48:5-18).
Pero su padre se negó y dijo, "Yo sé, hijo mío,
yo sé. Él también se convertirá en un pueblo, y
él también será grande; pero en verdad su hijo
menor será mas grande que él; y sus
descendientes se convertirán en una multitud de
naciones" (Gen. 48:19). Aquí Jacob estaba
prediciendo que las naciones que surgirían de
Efraín (el hijo menor) serían mas grandes que
aquellas que surgirían de
Manasés, el
primogénito (Gen. 48:20).
Es interesante recordar que Jacob también fue
el hijo menor y luchó con su hermano Esaú por
el derecho de primogenitura y la bendición en
su familia. Pero Jacob engañó a su padre Isaac
y en realidad robó lo que le correspondía a
Esaú.
Antes de morir, Jacob reunión a sus otros hijos
en torno a él para darles su bendición también.
Él les contó a sus hijos algo acerca de las
futuras naciones que surgirían de su tribu en
particular y las bendiciones que también eran
para ellos. Podemos leer sobre esto en detalle
en Génesis 48:3-28. La bendición de José fue la
mas importante y su padre dijo que él era "el
príncipe entre sus hermanos".
Jacob vivió diecisiete años en Egipto y durante
este tiempo las familias de sus hijos se
multiplicaron en número de una forma
importante. Estos pueblos fueron conocidos
como los Israelitas, dado a que el Ángel del
Señor le había cambiado el nombre a Jacob por
el nombre Israel. Cuando llegó el momento de
la muerte de Jacob él le pidió a José que le
prometiera que lo enterraría en Canaán junto a
sus padres (Gen. 47:27-31).
La muerte de Jacob
Cuando Jacob terminó de dar estas
instrucciones a su hijo, dio su último respiro y
murió. Jacob vivió 147 años. Él fue una parte
necesaria en el plan de Dios para la nación de
Israel (Gen. 50:1-14). Los hijos hicieron lo que
él les había pedido y cargaron su cuerpo de
regreso a Canaán. Lo enterraron en la tumba
que Abraham había comprado como lugar de
entierro. En ese lugar también fueron
enterrados muchos de sus ancestros: Abraham y
su esposa Sara, Isaac y su esposa Rebeca y Lea,
la primera esposa de Jacob (Gen. 49:29-33).
A través del estudio de la historia de Esaú,
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Jacob, Isaac, y Rebeca, hemos visto como la
falta de fe o de confianza en Dios puede
conducirnos a romper Sus Mandamientos. Si
rompemos un Mandamiento esto puede
llevarnos a quebrantarlos a todos (Jas. 2:10). Y,
si no tenemos fe y terminamos quebrantando
las Leyes de Dios y no pedimos a Dios que nos
perdone (o si no nos arrepentimos), existen
serios peligros de para nuestro futuro espiritual.
Como Dios dijo en Mateos 5:19, "Cualquiera
Jacob: El Hijo de Isaac [CB13]
que rompa uno de los mas insignificantes de
estos mandamientos, y le enseñe a otros
hombres a actuar de esta forma, de la misma
forma mas insignificante será llamado al reino
de los cielos". Sin embargo, si guardamos los
Mandamientos de Dios y enseñamos a otros a
hacer lo mismo, nosotros seremos llamados a lo
grande en el reino de los cielos."
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