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LA PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE DESGASTE POR ESTRÉS
LABORAL EN PROFESIONALES DE LA SALUD DE
INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS
Montúfar Corona Blanca Yasmín *; Muñoz José Trinidad **.
*Maestra Investigadora de la Facultad Psicología. UAQ:
**Maestro Investigador de las Facultades Psicología y Enfermería, UAQ.
RESUMEN
Palabras claves: Síndrome de Desgaste, Burnout, calidad de vida.
El presente proyecto de investigación es un trabajo Interinstitucional que se realiza
con la participación de la Facultad de Psicología de la UAQ y el Centro
Comunitario de Salud Mental del Estado de Querétaro CECOSAM, perteneciente
a la Secretaría de Salud (SESEQ). Es un estudio observacional, transversal,
homodémico. Pretende indagar la prevalencia del Síndrome de Desgaste o
“Burnout” en médicos, enfermeras, asistentes sociales, etc., que actualmente
trabajan para instituciones públicas de salud en la ciudad de Querétaro.
Partimos del sustento teórico que enuncia que éste síndrome se hace presente en
los profesionales dedicados a atender usuarios, clientes, pacientes, etc., es decir
profesionales que trabajan atendiendo “gente” y que al no tener un afrontamiento
adecuado ante el estrés laboral que viven en su profesión; desarrollan una serie
de síntomas propios del síndrome; que van desde la despersonalización, hasta la
presencia de conductas “insanas” como alto consumo de alcohol, tabaco, etc., o
desarrollando enfermedades y trastornos psicológicos (ansiedad, depresión,
alteraciones del sueño).
Las herramientas a utilizar son: Maslach Burnout Inventory MBI; Escala de
Depresión de Beck; Cuestionario sobre Consumo de Alcohol AUDIT; Cuestionario
de Calidad de Vida de Ferrans y Powers; Escala Análoga Visual de Satisfacción;
Prueba de tamizaje para detectar síntomas patológicos SCL-90; y para personal
no médico, se aplicarán los antes citados a excepción de la Escala de Depresión
de Beck y se utilizará en su lugar la Escala de Autoaplicación de la Depresión de
Zung y Conde EAADZ-C. Se aplicarán el Índice de Ansiedad Rasgo-Estado
IDARE; y la Prueba de Síntomas Subjetivos de Fatiga de Yoshitake PSSF.
Además de una ficha de control, sobre datos personales de los sujetos a
entrevistar, para fines estadísticos.
Se aplicará a 576 sujetos y se realizará un Análisis Multivariado (regresión
logística) utilizando el programa estadístico SPSS Versión 12.
De acuerdo al Reglamento General de Investigación Norma 311, y a la
Declaración de Helsinki, está considerada como de “Bajo Riesgo”.
1
I. TÍTULO:
“LA PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE DESGASTE POR ESTRÉS LABORAL
EN PROFESIONALES DE LA SALUD DE INSTITUCIONES PÚBLICAS Y
PRIVADAS”
2. MARCO TEÓRICO.
2.1. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
La idea que precede este estudio, implica por una parte el abordaje del Síndrome
de Desgaste a partir de lo que la bibliografía subraya al respecto. Partiendo desde
la definición del concepto, su evolución, su entramaje con otros términos
parecidos. Sus manifestaciones clínicas y sociales, así como la información que
autores especializados en el tema hacen al respecto.
El síndrome de desgaste o síndrome de "burnout", refiere una serie de respuestas
a situaciones de estrés laboral crónico integrado por sentimientos y actitudes
negativos que provocan "tensión" al interactuar y tratar reiteradamente con otras
personas.
El síndrome se presenta mediante las siguientes manifestaciones:
A. Psicosomáticos: fatiga crónica, frecuentes dolores de cabeza, problemas
de sueño, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, pérdida de peso,
dolores musculares, etc.
B. Conductuales: absentismo laboral, abuso de drogas (café, tabaco, alcohol,
fármacos, etc.), incapacidad para vivir de forma relajada, superficialidad en
el contacto con los demás, comportamientos de alto riesgo, aumento de
conductas violentas.
2
C. Emocionales: distanciamiento afectivo como forma de protección del yo,
aburrimiento y actitud cínica, impaciencia e irritabilidad, sentimiento de
omnipotencia, desorientación, incapacidad de concentración, sentimientos
depresivos.
D. En el ambiente laboral: detrimento de la capacidad de trabajo detrimento
de la calidad del servicio que se presta a los clientes, aumento de
interacciones hostiles, comunicaciones deficientes.
Este síndrome se presenta frecuentemente en profesionales de la salud, en
profesionales de la enseñanza; por ejemplo profesores, médicos, psiquiatras y
psicólogos, enfermeras, asistentes sociales y en general en aquellos trabajadores
que atienden de manera directa al usuario o cliente, en los cuales los factores
personales, familiares, y organizacionales se hallan fuertemente implicados en el
surgimiento de este síndrome (Ramos, 2001)
El concepto de “quemarse por trabajo” como comúnmente se le conoce al
Síndrome de Desgaste por estrés laboral, es un término que surge en Estados
Unidos hacia mediados de los años 70s (Freudenberguer, 1974) con la finalidad
de explicar el proceso de deterioro que sufren todos aquellos profesionales que
laboran en organizaciones de servicio. Condición que los somete de manera
constante a una serie de estresores, hasta devenir en un estrés laboral crónico,
que de no atenderse puede conducir al sujeto a desencadenar los síntomas del
Síndrome de Desgaste en mayor o menor medida.
Teniendo en consideración la dificultad de obtener herramientas o instrumentos
que evalúen la presencia del síndrome; se retomara la Escala y lo propuesto
teóricamente por las autoras C. Maslach y S. E. Jackson en 1981. Teoría que da
sustento y explicación al “Maslach Burnout Inventory” (MBI), instrumento a utilizar
en este proyecto de investigación, ya que precisamente a partir de los estudios
propuestos por ambas autoras, fue posible llegar a una determinación mucho más
precisa de este padecimiento estrechamente ligado al estrés. Así como a otras
3
manifestaciones sintomáticas que resultan consecuentemente en los sujetos
sometidos a estrés constante o en sujetos que ya han desencadenado el
síndrome.
El estudio trata de sondear la presencia del síndrome de desgaste mental o
“Burnout“ causado por estrés laboral en población formada por profesionales de la
salud que actualmente laboran en instituciones públicas y privadas de la ciudad de
Querétaro, San Juan del Rió y en el Hospital Infantil “Federico Gómez” de la
ciudad de México.
Actualmente, la conceptualización del síndrome de burnout más ampliamente
aceptada es la propuesta por Maslach y Jackson (1986), quienes señalan tres
dimensiones constitutivas del mismo, a saber:
1. Cansancio emocional, sentimientos de estar emocionalmente agotado y
exhausto debido al trabajo que el sujeto realiza.
2. Despersonalización, caracterizada por un cambio negativo en las
actitudes y respuestas hacia los beneficiarios del propio trabajo, así como
por incremento de la irritabilidad de la motivación laboral.
3. Sentimientos negativos de realización personal, que supone respuestas
negativas hacia uno mismo y hacia el trabajo, evitación de las relaciones
interpersonales y profesionales, baja productividad, incapacidad para
soportar la presión y baja autoestima.
Se pretende identificar la prevalencia del síndrome en ésta población;
estableciendo sus principales características. Hoy se sabe que el síndrome de
“estar quemado” no está necesariamente restringido a los profesionales de
servicios humanos, se aplica a un amplio y variado colectivo de profesionales que
incluye desde los directivos hasta las amas de casa (Ramos, 2001).
4
De manera complementaria se pretende obtener información de parámetros de
calidad de vida, presencia o ausencia de síntomas patológicos, síntomas
depresivos, ansiedad, fatiga, alcoholismo y satisfacción hacia su labor, a fin de
realizar un análisis más amplio de estos fenómenos.
Es importante destacar que la evaluación de Calidad de Vida presenta dificultades
en sí misma, ya que su valoración corresponde a la percepción que el sujeto
manifiesta al respecto de situaciones muy concretas de vida, situaciones que
podrán ser sanas o no sanas, de calidad o sin ella, etc.; sin embargo para fines del
estudio resulta un complemento importante en la medida que proporcione
información de primera mano al respecto de hábitos y costumbres de vida de los
sujetos a encuestar.
Respecto al sondeo de presencia o ausencia de síntomas patológicos, el objetivo
es detectar la presencia de los mismos, lo cual podría considerarse como un
indicador de vulnerabilidad en el sujeto y que podría resultar importante para la
aparición o desencadenamiento del síndrome de desgaste. (Maslach y Jackson,
1997).
2.2. ANTECEDENTES.
La mayoría de estudios psicológicos y sociológicos realizados a profesionales de
la salud, apuntan a que su actividad laboral en especial es una de las que más
estrés origina debido a los cambios que ha vivido en los últimos 10 años.
Estos cambios han generado, posiblemente en muchos profesionales de la salud,
intenso estrés y en consecuencia: enfermedades, suicidios, ausentismo laboral,
etc. Flórez Lozano (1994) señala que: “los recientes avances tecnológicos y
terapéuticos, las modificaciones en la estructura y planificación de la red sanitaria
nacional, el sistema de incompatibilidades y de promoción interna así como los
cambios organizativos y jerárquicos. Todo ello, en conjunto, ha desencadenado
5
numerosos conflictos sociolaborales, que han tenido y siguen teniendo,
importantes choques psicoafectivos y emocionales. Así, en la medida en que el
status social del profesional de la salud se ha visto modificado por los cambios
sociales de las últimas épocas, también es cierto que se ha ido generando
paulatinamente un síndrome conocido como “síndrome de estar quemado” y que
traduce un estado anímico que se caracteriza por una actitud de pasividad, de
“pasotismo”, de indiferencia y superficialidad o de falta de colaboración”
Esta insatisfacción profesional vivida en el medio hospitalario se comparte también
en el plano familiar, ocasionando cambios de conducta y posteriormente
disfunciones familiares como son; agresividad intraconyugal, problemas de
relación con los hijos, padres, etc.
Esto, conduce a agrupar los factores de tensión principalmente en tres grupos:
a. Factores relacionados con el trabajo.
b. Factores externos o no relacionados con el trabajo.
c. Características individuales o personales
Estos factores externos relacionados con la labor, conducen a la tensión de
percepción;
sin
embargo,
las
características
personales
influyen
como
moderadores o desencadenadores sobre los efectos fisiológicos que puede o no
sufrir una persona. Este aspecto, es a lo que Gil-Monte y Cols. (1998) se refieren
como “estrategias de afrontamiento” y menciona, que cuando estas estrategias
fallan o son inadecuadas, se puede desencadenar en la persona una serie de
síntomas propios del “desgaste emocional que esta viviendo”.
Para hacer un abordaje claro y preciso acerca del Síndrome de Desgaste Mental o
Burnout, es importante destacar el papel que como institución social juega el
centro de trabajo, en este caso el hospital. Este espacio preciso concebido
teóricamente como un “espacio abierto” dadas la relaciones de intercambio que
mantiene a partir del servicio que brinda a la comunidad y que indudablemente se
6
ve impactado por los cambios que sufre el entorno y en este sentido habrá de
responder en consecuencia a los diversos agentes sociales que impactan en el
proceso salud-enfermedad. Así encontramos demandas que tienen que ver con:
minusvalías,
deficiencias
psíquicas
y
motoras,
cáncer,
enfermedades
cardiovasculares, etc.
El apoyo del sistema hospitalario se encuentra de manera importante en los
profesionales de la salud que tienen contacto directo con las demandas de esta
población; demandas que esperan ser atendidas en el menor tiempo posible y
también con el menor sufrimiento posible. Esta situación obliga a los profesionales
sanitarios a sentirse más valorados y por supuesto a ser reconocidos socialmente
por su ardua e importante labor.
El problema en éste sentido, no es cuestionar la labor reconocida del profesional
de la salud dentro de la institución hospitalaria, sino más bien el hecho de que a
medida que la población crece y requiere que sean atendidas sus demandas de
salud, la institución hospitalaria se ha ido burocratizando de manera tal que el
cumplir con nuevas actividades, muchas de ellas en orden de lo administrativo;
neurotizan a los profesionales sanitarios, trayendo como consecuencia un
constante estado de estrés, ansiedad y fatiga.
El síndrome de quemarse por el trabajo no debe confundirse con estrés
psicológico, sino que debe ser entendido como una respuesta a fuentes de estrés
crónico (estresores). En el contexto de las organizaciones sanitarias son
estresores especialmente relevantes para el desarrollo del síndrome las relaciones
sociales de los profesionales de la salud con los pacientes y sus familiares. El
síndrome es un tipo particular de mecanismo de afrontamiento y autoprotección
frente al estrés generado por la relación profesional-cliente, y por la relación
profesional-organización. (Gil-Monte, 1997; Gil-Monte, Peiró y Valcárcel, 1998).
El uso de la tecnología, la división del trabajo cada vez más compleja, la
intensificación y especialización han hecho de los hospitales sistemas cada vez
7
más complejos; tanto en la división del trabajo, como en la estructura
organizacional que los conforma. Esto impacta en una elevada jerarquía de
autoridad, a considerar nuevos canales formales de comunicación y también a
adoptar nuevas normas y reglas que funciones de acuerdo a los requerimientos
institucionales. Así se crean dos líneas de autoridad: la administrativa y la
profesional. Líneas que aún cuando se espera trabajen coordinadamente, suscitan
en diferentes momentos de su cotidianidad conflictos; los cuales, pueden
obedecer a creencias y valores distintos, que resultan válidos en ambos casos
pero que operacionalmente pueden presentar connotaciones distintas que entran
en una percepción contradictoria y que dificulta la toma de decisiones eficaz. He
aquí una fuente más generadora de estrés y ansiedad.
Otro aspecto importante a tratar, es la estructura de autoridad que prevalezca en
la institución hospitalaria, sobre todo cuando los profesionales sanitarios deben
responder a las demandas de diversos cargos superiores. Este proceso de
subordinación múltiple se convierte ya en la práctica en una nueva y constante
fuente de estrés; lo que necesariamente repercute en el desempeño de sus tareas
y en la coordinación de las mismas.
Un hecho importante de apoyo social que se ve mermado en ciertos momentos de
labor hospitalaria, tiene que ver con las relaciones interpersonales que establecen
sus miembros con los propios compañeros de trabajo. Sin embargo, también es
notorio destacar los cambios frecuentes que se suceden en las distintas unidades
y servicios hospitalarias, así encontramos: vacaciones, sustituciones, cambios,
fusiones, etc., lo que debilita la posible creación del grupo primario entre el
personal que labora en un mismo servicio.
Esta “desestructuración social” lleva implícita una “desestructuración psíquica” del
“yo” que puede generar la aparición de estados neuróticos, que habrán de
desplegarse en actividades diversas a fin de lograr una descarga.
8
Independientemente de los aspectos mencionados, el sistema hospitalario es
desencadenador tanto en pacientes como en su personal; de procesos de
“despersonalización” en distintos momentos de su funcionamiento. La rutina de
trabajo (sobre todo en instituciones públicas de asistencia social), burocracia en
los procedimientos, interrupción de actividades, responder a distintas líneas de
autoridad, falta de autonomía en el desarrollo de actividades y en la planeación del
trabajo, etc., resultan en situaciones que impactan emocionalmente al personal
sanitario, lo que provoca la manifestación de conductas inadaptadas: actos de
rebeldía contra el sistema, inestabilidad emocional, irritabilidad, ira, reacciones
paranoides, etc., todos ellos síntomas propios de “burnout”, que consecutivamente
habrán de transformarse de un actuar agresivo o de oposición; a un estado de
“pasividad” que literalmente se puede traducir como desilusión, indiferencia y
desvalidamiento psíquico (Flórez Lozano, 1994).
Finalmente, ésta circunstancia psíquica incrementa el desencadenamiento de
estados
de
ansiedad,
depresión,
agotamiento,
junto
con
conductas
autodestructivas, como el consumo de tabaco y consumo de alcohol.
Además, el profesional sanitario manifiesta una notable falta de sensibilidad hacia
el “paciente”, la cual se traduce en abandono del compromiso, notorios olvidos,
disminución de la responsabilidad, disminución de su capacidad intelectual y de su
rendimiento psíquico, que en casos extremos puede conducirlo a ser un blanco
fácil de todo tipo de accidentes.
A la par de éstos síntomas, el actuar del paciente también se ve impactado ya que
por lo general se vuelve más demandante, exigente e hipercrítico; convirtiendo al
profesional de la salud en el blanco de sus protestas incluso de todo el sistema
sanitario. Situación que nuevamente impacta al “yo” del prestador del servicio, así
como su narcisismo, lo cual genera e incrementa una relación hostil entre el
profesional que presta el servicio y el que lo recibe; donde el servidor ha de
ponerse a la defensiva, actuando con desconfianza hacia su cliente, usuario o
9
paciente, hacia sus familiares o hacia la sociedad en general. Este continuo
estado se vive emocionalmente con culpabilidad e insatisfacción profesional.
Así, sin saberlo siquiera muchas instituciones disminuyen notoriamente su
productividad. Inicialmente, cuando se empieza a padecer el síndrome se puede
presentar una disminución del 25% del rendimiento. Cuando el síndrome de
desgaste esta instalado en su fase media, el rendimiento se ve impactado en un
40% menos y cuando se presenta en su máxima expresión, la disminución del
rendimiento puede llegar hasta un 90% menos de productividad.
Joel Ortega (2004), Jefe de Promoción de la salud de los trabajadores del IMSS a
nivel nacional menciona que el síndrome de desgaste o “burnout”, es una fase
avanzada del estrés laboral que puede llegar a desarrollar una incapacidad total
de volver a trabajar o ser productivo.
En uno de los estudios realizado por el IMSS a 228 trabajadores de una industria
textil, detectó la presencia del síndrome en sus diversos niveles: bajo, medio y
avanzado. Las variables indicadoras de este fenómeno fueron el agotamiento
emocional, la despersonalización (expresada como falta de metas y de
motivación) y la insatisfacción laboral.
La muestra examinada reflejó que el 23 % de la población presenta un
agotamiento
emocional
en
categoría
media
y
alta.
En
cuanto
a
la
despersonalización, el 29 % se ubicó e niveles medio y alto y finalmente en cuanto
a la insatisfacción laboral se presentó en un 26 %.
El estudio presenta en sus datos, que el síndrome de desgaste se refleja más en
aquel personal con más de 2 años de antigüedad.
Finalmente, el estudio concluye que un 26 % de la población investigada está
tocada por alguna de las tres dimensiones del síndrome de desgaste o “burnout”;
mientras que en la categoría baja, los considerados como “no quemados” oscila
10
entre el 35 y 70 % de la población, pero, advierte el estudio, que el padecimiento
se concibe como una variable continua que se experimenta en bajo, moderado o
alto grado, por lo que existe la posibilidad de que la población considerada como
“no quemada” pueda cambiar a cualquier nivel de la enfermedad en determinado
momento de su vida laboral, sobre todo si sigue sometiéndose de manera
continua a factores estresante.
Otra víctima del síndrome de desgaste o “burnout”, menciona Ortega, es la propia
empresa o institución de trabajo, pues al tener personal que padece el síndrome
provoca la merma de la calidad productiva, merma en las ganancias, elevación de
los costos de producción, daño a la imagen corporativa, desajustes en el clima
organizacional, en fin, disminuye la competitividad de las organizaciones.
En concreto, en el ámbito laboral sanitario, las principales fuentes de burnout que
más se detectan en relación al desempeño del rol profesional son los siguientes:
cuidados de los pacientes, ambigüedad de roles, conflictos de grupo, falta de
materiales para ofrecer el servicio, sobrecarga de trabajo, falta de autonomía,
relación con los compañeros, relación con los superiores y el trato con los
familiares de los pacientes.
Otro estudio, realizado en profesionales de la salud en diferentes unidades
médicas en Buenos Aires, Argentina; reportan una serie de situaciones
generadora de estrés dentro del marco hospitalario muy similares a las que se
mencionan arriba. Dentro de los servicios hospitalarios, las principales unidades
en las que se produce el fenómeno son las unidades de cuidados intensivos,
unidades
de
cuidados
paliativos,
establecimientos
geriátricos,
unidades
oncológicas y unidades de trasplante de médula ósea y aunque se da tanto en el
medio hospitalario como extrahospitalario, parece ser más frecuente en el hospital,
aspecto éste en el que no están de acuerdo todos los autores.
En otro estudio realizado se encontró que el personal que labora en los servicios
de oncología y el servicio quirúrgico, sufren con mayor frecuencia y en mayor
11
grado los síntomas por síndrome de desgaste, expresando una respuesta pasivo
cognitiva a través de problemas fisiológicos como una marcada tendencia a sufrir
problemas de presión alta.
Otros autores afirman que el término “burnout” o síndrome de desgaste y su
relación con el estrés laboral, no es más que una categoría teórica poco estudiada
y que ello conlleva a que en muchos de los estudios realizados, se hallen pocas
relaciones entre ambas; aunque, no niegan que es un tema de estudio e
importancia para las instituciones de salud.
Es importante destacar que una de las instituciones que desde hace ya un par de
años viene introduciendo el estudio del Síndrome de Desgaste o “Burnout” entre
sus temas de investigación, es la Universidad Autónoma de Madrid; la cual lo
define o etiqueta como una forma específica de estrés laboral (Moreno, Oliver y
Aragoneses, 1990) o estrés laboral asistencial tal como las autoras originalmente
llaman al síndrome (Maslach y Jackson, 1986) y que Oliver y Cols. (1990) utilizan
el mismo término para designar este padecimiento, en opinión de algunos
estudiosos del problema señalan que el constructo ha sido bastante analizado y
validado (Moreno, 1991 y 1993). Otras universidades como la de Málaga
(Montealbán et al, 1996), La Laguna y Valencia (Gil-Monte y Peiró, 1996),
Salamanca y Zaragoza (Daniel Vega et al, 1996), etc. Kushnir T, Levar C, Chen
AH (2004) en un estudio realizado en Israel, durante en el 2001; reportan que el
síndrome esta presente de manera significativa en los Directores de Clínica
principalmente y que el fenómeno va en incremento sobre todo cuando el rol que
desempeñan al interior de la institución hospitalaria, es conflictivo.
Este autor reporta en un estudio realizado con 309 médicos, de los cuales 186
eran médicos familiares y 126 pediatras; todos ello empleados en Organizaciones
de salud israelitas; sobre la relación entre las oportunidades de educación, estrés
laboral, burnout e insatisfacción en médicos del nivel primario de atención. Los
resultados arrojan una relación negativa entre los médicos familiares con
12
oportunidad de continuar estudios médicos, con el estrés laboral y una relación
positiva con la satisfacción en su trabajo., de igual manera sucedió con el grupo de
pediatras. En ambos casos la oportunidad de continuar los estudios médicos, se
visualiza como una oportunidad de crecimiento y desarrollo, lo que influye en la
reducción de estrés y por consiguiente en la aparición del síndrome de desgaste o
burnout.
Goldberg R. y Cols. (1996) del California Medical Center al realizar un estudio
aplicando el Maslach Burnout Inventory MBI a 1272 médicos del servicio de
emergencias y a través de un análisis univariado de regresión múltiple;
encontraron que el 60 % de esa población presento el síndrome de “burnout” de
moderado a alto rango. En estos casos se encontró una autopercepción, junto con
la práctica negativa de hábitos y actitudes y una calidad de vida poco saludable.
Otro estudio, como el realizado por Felton J. S. (1998) del Departamento de
Medicina de la Universidad de California (Irvine) menciona que el “burnout” es el
resultado de largo proceso de estrés o frustración, además de otros factores que
tienen que ver con la salud mental. En un estudio realizado a 600 trabajadores
americanos se encontró que la aparición del síndrome estaba relacionada con el
proceso de trabajo y que propiciaba el ausentismo, aumentaba los costos de salud
para la empresa e influía en la rotación de empleados; además de generar
cambios en la conducta de los trabajadores hacia el abuso de sustancias toxicas.
También menciona que las poblaciones más afectadas por los síntomas son: los
profesionales de la salud: médicos, enfermeras trabajadores sociales, dentistas,
personal que labora con pacientes de oncología ó infectados de SIDA, personal
del servicio de emergencias, trabajadores psiquiátricos entre otros.
Felton (ibidem) sugiere la prevención y el tratamiento como soluciones esenciales
al problema de manera tal que los trabajadores sean fortalecidos mediante un
trabajo
gratificante,
grupos
de
autoayuda,
más
y
mejor
comunicación,
reconocimiento al esfuerzo individual, reasignaciones de tareas, horario flexible,
13
mucha información respecto a los requerimientos del trabajo, programas de
asistencia.
En otro estudio realizado por Ramírez A. J. y Cols. (1995) utilizando el Maslach
Burnout Inventory MBI en 393 sujetos de 476 (83%), reportan la prevalencia de
síntomas psiquiátricos en un 28 % de los clínicos a cargo de pacientes con cáncer.
También reportan que el agotamiento emocional es menor que el sentimiento de
baja realización que presentan doctores y enfermeras norteamericanos y mucho
menor con respecto a los sentimientos de despersonalización. También
mencionan que los casos de burnout se relacionan con un estrés alto y una baja
satisfacción en el trato y en el tratamiento con sus pacientes.
En este trabajo, realizado en médicos de familia que trabajan en centros de salud
de la región sanitaria centro de Barcelona, confirma el alto porcentaje de médicos
que reúnen criterios diagnósticos de síndrome de burnout. Este síndrome, también
llamado síndrome de agotamiento profesional, desgaste profesional, profesional
quemado, síndrome del desengaño, surmenaje o enfermedad de Tomás,
constituye una situación de riesgo para los profesionales, y si no se supera puede
conducir a trastornos psicopatológicos tales como depresión, ansiedad, consumo
de drogas, psicofármacos o alcohol, suicidio, etc. De ahí que el Grupo de Salud
Mental del PAPPS de la Semfyc lo haya incluido en su Guía de salud.
Según un estudio independiente realizado por el Instituto de Estudios Laborales de
ESADE, que fue presentado en Madrid, casi el 90% de los médicos de familia han
padecido alguna vez este sentimiento de agotamiento emocional, el síndrome de
estar quemado. De hecho, prácticamente el mismo porcentaje de facultativos (un
82%) asegura que en alguna ocasión ha llegado a tal estado de tensión y
desánimo como para estar harto de sus pacientes.
14
Un dato revelador es la asociación entre el síndrome de estar quemado y la
sensación de fracaso profesional. Un 71% de los médicos sufre en carne propia
esta frustración y la mitad manifiesta que está a disgusto con el trabajo que
desarrolla.
El Síndrome de Burnout se invoca como probable responsable de la
desmotivación que sufren los profesionales sanitarios actualmente. Esto sugiere la
posibilidad de que este síndrome esté implicado en las elevadas tasas de
ausentismo laboral que presentan estos profesionales.
En el caso de nuestro país, las investigaciones son relativamente pocas, y
desgraciadamente no son dadas a conocer, por lo que este estudio ofrece una
posibilidad de estudiar la prevalencia del síndrome en una población concreta
dadas las características y tamaño de la población.
2.3. JUSTIFICACIÓN
Se considera pertinente el abordaje de la problemática que genera el estrés
laboral crónico, en particular el llamado Síndrome de Desgaste “Burnout”;
principalmente por las siguientes razones:
 No se ha abordado éste problema en nuestro país.
 En la población que se pretende estudiar, no existen referencias en
nuestro país y con población mexicana.
 Los instrumentos que se aplicarán, no han sido ni utilizados ni validados
en México.
 Dentro de la línea de investigación “Psicología del Trabajo y Proceso de
Trabajo” se considera como prioritario el problema de la lucha por la
integridad psíquica del trabajador.
Por lo antes expuesto, se considera plenamente justificado el realizar un estudio
con las características del presente.
15
2.4. HIPÓTESIS
El profesional de la salud que labora en instituciones públicas presentará un 40 %
de síntomas propios del síndrome de desgaste.
2.5 OBJETIVO GENERAL.
Identificar la prevalencia del síndrome de desgaste en profesionales de la salud
que laboran en instituciones públicas causado por estrés laboral.
2.6 OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
Identificar manifestaciones clínicas relacionadas con el síndrome de
desgaste.
Identificar patrones de Calidad de Vida “no sanos” que potencien la
presencia o el desencadenamiento de síntomas propios del síndrome de
desgaste.
Validar el instrumento Maslach Burnout Inventory (MBI) en población
mexicana.
Identificar patrones de consumo de alcohol.
Detectar la presencia de síntomas de depresión, ansiedad y fatiga en la
población encuestada.
3. METODOLOGÍA
Para fines del estudio se utilizarán una serie de instrumentos a fin de medir la
presencia del síndrome y otros síntomas desencadenados por el mismo, como
son; depresión, ansiedad, alcoholismo, síntomas patológicos, calidad de vida,
satisfacción laboral, fatiga y algunos datos relevantes sobre su tiempo libre y su
tiempo sociofamiliar, a fin de poder contrastar con los puntajes obtenidos en el
MBI.
16
Las aplicaciones se harán preferentemente de manera individual y voluntaria, en
horario de trabajo (previa cita de preferencia) y se aplicarán los instrumentos en un
solo momento y ante la presencia del aplicador, para que en caso de dudas o
confusiones, éstas se puedan esclarecer.
Las personas que aplicarán los instrumentos han sido previamente capacitadas
para ello.
Una vez obtenidas las encuestas aplicadas, se procederá al vaciado de resultados
en una sábana de Excel, para después trabajarlo en el SPSS Versión 12.
3.1 DISEÑO.
a) Tipo de Estudio:
Estudio homodémico, observacional, descriptivo, transversal y comparativo.
1) Definición del Universo.
El universo estará conformado por todos los médicos, enfermeras, asistentes
médicos, trabajadoras sociales, personal de laboratorio, rayos x, archivo, farmacia,
(personal que trabaja de cara a cara con el usuario del servicio o paciente) de
todas las áreas, de todos los niveles, de los turnos (matutino, vespertino, nocturno
y especial), hombres y mujeres, de 18 años en adelante y con más de tres meses
de antigüedad desempeñando el puesto y sobre todo que acepten participar
contestando las encuestas.
2) Tamaño de la Muestra.
La muestra será determinada por formula estadística de tal manera que
comprobemos la presencia del Síndrome de Desgaste en un 40 % del personal
17
encuestado. De acuerdo a ésta fórmula, nuestra muestra deberá estar compuesta
por un mínimo de 576 profesionales de la salud.
Cálculo del Tamaño de la Muestra:
Fórmula = N = (Za)2 P (l –P)
j2
P=Arrojado de estudios Previos 40% (.4)
J= Precisión 4% (.4)
Confianza 95% (i – a = 0.95) (a = 0.05) (Za = 1.96 )
Sustituciones:
N = (1.96)2 (.4) (1 – .4)
(0.04)2
N= (3.84) (.4) (0.6)
(0.0016)
N = 92.16 = 576
.16
3) Definición de los Sujetos de Observación.
Profesionales de la salud, que actualmente se encuentren laborando para la
SESEQ y para otras instituciones públicas y privadas, en la ciudad de Querétaro, y
San Juan del Río
Se considera todo el personal médico, paramédico y de servicio, de todas las
áreas de cada una de las instituciones, de todos los servicios y de todos los
niveles jerárquicos. De sexo masculino y femenino, con una edad de 18 años a 65
años; con una antigüedad a partir de 3 meses de servicio en adelante y que
laboren en turno: matutino, vespertino, nocturno y especial.
18
Personal con práctica asistencial en otro turno, o en otras instituciones ya sean
públicas o privadas.
5) Criterios de Inclusión.
 Se aplicará a todo el personal que trabaja “cara a cara” con el paciente o
con los familiares del mismo tales como: médicos, enfermeras,
trabajadoras sociales, asistentes médicos, personal de archivo, rayos x,
farmacia; de todos los servicios y de todas las áreas.
 Con edades de 18 a 65 años
 De sexo masculino y femenino.
 Que trabajen en cualquiera de los turnos: matutino, vespertino, nocturno y
especial.
 Con una antigüedad de tres meses en adelante y que acepten contestar
los cuestionarios de manera voluntaria.
6) Criterios de Exclusión.
 Personal mayor edad de 65 años.
 Personal con antigüedad menor a los tres meses.
 Que presenten algún impedimento físico para contestar los instrumentos
7) Criterios de Eliminación.
Serán eliminados todos aquellos cuadernillos que no halla sido contestados
correctamente o que presenten información incompleta.
8) Definición de Variables y Unidades de Medida.
Variable Dependiente
19
VARIABLE
DEFINICIÓN
DEPENDIENTE
SÍNDROME
TIPO DE
UNIDAD DE
ESCALA DE
VARIABLE
MEDIDA
VALORES
DE
Es una respuesta
O
al estrés laboral
Burnout
crónico integrado
E. E. Agotamiento
frecuencia:
por
emocional
De 0 Nunca a 6
DESGATE
BURNOUT
actitudes
Dependiente
y
MBI
Maslach
Inventory
(9
Escala
de
valoración
de
ítems)
Todos los días.
D.
Sistema
las personas con
Despersonalización
Percentiles:
las que se trabaja
(5
Arriba
y hacia el propio
P. A. Realización
percentil
rol
personal
Alto.
sentimientos
negativos
hacia
profesional,
así como por la
vivencia
trabajo
ítems)
en
(8
el
ítems)
de
de
del
75=
Entre
percentil
25
el
y
75=
encontrarse
Medio.
emocionalmente
Por debajo del
agotado. Maslach
percentil
y Jackson (1986)
25=Bajo.
Variables Independientes
VARIABLES
DEFINICIÓN
UNIDAD DE MEDIDA
Condiciones de vida
Cuantitativa
QLI
Escala
relacionadas con el
Independiente
INDEPENDIENTES
CALIDAD DE VIDA
ESCALA DE
TIPO DE VARIABLE
VALORES
total
Índice de Calidad de
conformada
trabajo, que pueden
Vida.-versión
subescalas:
ser relevantes para la
genérica-III
Subescala de Salud y
satisfacción
motivación
y
laboral.
Subescala Social y
Económica;
propias
Subescala
experiencias
función
de
4
Funcionalidad;
También abarca las
en
por
las
Psicológica
y
oportunidades que el
Espiritual y Subescala
trabajo proporciona, a
Familiar.
fin de reconciliar los
Escala:
aspectos de trabajo
1
que tienen que ver
2
con
insatisfecho
experiencias
humanas y con los
3
20
Muy
insatisfecho
Moderadamente
Ligeramente
objetivos
insatisfecho
organizacionales
4
(Peiró y Prieto, 1996).
satisfecho
5
Ligeramente
Moderadamente
satisfecho
6 Muy satisfecho
(Ferrans
y Powers,
1996).
DEPRESIÓN
Conjunto
de
Cuantitativa
En el caso de los
Beck: 0 a 9 refleja
Independiente
médicos se aplicará
ausencia o presencia
cogniciones que tiene
la
mínima de síntomas
consecuencias sobre
Depresión de Beck"
depresivos.
las
(EDB)
De 10 a 16 indica
emociones
y
relaciones
interpersonales
"Escala
de
depresión
que
establece un sujeto.
Media.
De 17 a 29 indica
depresión moderada.
De 30 a 63 indica
depresión severa
Escala:
0 a 9 refleja ausencia
o presencia mínima
de
síntomas
depresivos.
De 10 a 16 indica
depresión
Media.
De 17 a 29 indica
depresión moderada.
De 30 a 63 indica
depresión
severa
(Beck y Sterr, 1993).
En
el
caso
de
Zung
y
personal de salud,
cuantifica
No Médico se aplicara
frecuencia
la
Conde:
la
de
los
la
síntomas utiliza una
Auto-Aplicación de la
escala tipo Likert de 4
Depresión de Zung y
puntos 1=raramente o
Conde
nunca hasta 4=casi
Escala
para
(EAAD).
todo
el
tiempo
o
siempre.
De
0
a
40
Sin
Depresión; de 41 a 47
Depresión Leve; de
48 a 55 Depresión
Moderada; de 58 a 80
Depresión
(Dueñas
21
Grave.
y
Cols.,
1998)
ALCOHOLISMO
Refiere la conducta
Cuantitativa
del sujeto en cuanto a
Independiente
sus
hábitos
AUDIT
Escala de valores que
va
del
0
como
de
conducta que nunca
consumo de alcohol.
se presenta o "no
aplica"; hasta 4 que
refiere una conducta
o
hábito
que
se
presenta de 4 a más
veces
durante
la
semana.
SATISFACCIÓN
Estado placentero o
Cuantitativa
EAV
positivo, resultante de
Independiente
Escala
la
valoración
trabajo
o
del
de
0 a 100 En el extremo
Análoga
de
la
izquierda
0,
condición no óptima
Visual
de satisfacción y en
las
experiencias
el
extremo
laborales del sujeto.
derecha
(Locke, 1976:1300)
implica
de
100,
el
la
que
estado
óptimo
de
satisfacción
con
respecto a lo que se
le pregunta.
ANSIEDAD
Síndrome
aprehensión, malestar
o
desasosiego
Cuantitativa
IDARE
Independiente
Medición
que
experimenta un sujeto
Categorías:
de
la
SXE
Ansiedad
Ansiedad
Estado:
Rasgo/Estado.
1= No en lo Absoluto;
al anticipar un peligro
2=
de
Bastante; 4= Mucho
origen
Un
desconocido (Cotton,
SXR
1990).
Rasgo:
Poco;
3=
Ansiedad
1= Casi Nunca;
2= Algunas Veces;
3= Frecuentemente;
4= Casi Siempre.
Rangos Percentiles:
20 a 30 Sin Ansiedad
Significativa; 31 a 40
Ansiedad Leve; 41 a
55
Ansiedad
Moderada; 55 a 75
Ansiedad
Elevada.
(Spielberger y DiazGuerrrero, 1975)
FATIGA MENTAL O
Reducción
PSICOLÓGICA
aptitud para trabajar a
de
la
Cuantitativa
PSSF
Patrones:
Independiente
Prueba de Síntomas
1. Adormecimiento o
Subjetivos de Fatiga.
entorpecimiento.
causa de la actividad
realizada
2. Dificultad
22
para
anteriormente;
disminución
dada
tal
concentrarse.
está
por
3. Proyección
deterioro físico.
cambios
bioquímicos
de
o
(Yoshitake, 1978)
psicológicos. (Morales
s/f)
Las variables Intervinientes a considerar son las siguientes:
Definición
Variable
Edad
variable
Cuantitativa
Años cumplidos
Caracteres
De
De
Medición
Medida
genéticos,
Hombre se identificará
y
funcionales,
que
Demográfica
distinguen a los hombres
Masculino (1)
con el No. 1
Femenino (2)
Mujer se identificará con
el No. 2
de las mujeres.
Casado/a (1)
Conjunto de condiciones
Edo. Civil
de
convivencia
guarda
el
que
sujeto
en
Unidad
18 a 65
Demográfica
morfológicos
Sexo
Escala
Tipo de
Variable de acuerdo a
Demográfica
datos reportados.
sociedad.
Soltero/a (2)
Divorciado/a (3)
Unión Libre (4)
Viudo /a (5)
Jornada
Horas
Diaria
durante el día.
que
labora
Se
Cuantitativa
expresará
de
acuerdo al número de
Demográfica
horas que labora.
Número de horas de
Se
expresará
de
Jornada
trabajo
acumuladas
Cuantitativa
acuerdo al número de
Semanal
durante
los
Demográfica
horas
días
laborables
que
reporte
el
sujeto.
Institución
Pública
se
reportará con No. 1
Tipo
Institución
Establecimiento donde el
sujeto lleva a cabo su
Pública (1)
Comparativa
Privada (2)
actividad laboral.
Institución
Privada
se
reportará con No. 2
Cuando
labore
en
ambas instituciones se
reportará con No.3
Se reportará con No.1 a
Diurno (1)
Horario del día o noche
Turno
en que el sujeto
Vespertino (2)
Comparativa
Nocturno (3)
Desempeña su trabajo.
Especial/Acumulada (4)
la jornada realizada en
primer turno.
Se reportará con No. 2 a
la jornada realizada en el
segundo turno.
Se reportará con No. 3 a
23
la jornada realizada en el
tercer turno.
Se reportará con No. 4 a
la jornada realizada en
días sábado, domingo y
días festivos.
Servicio
Área de ejercicio de la
actividad laboral
Convenio
celebrado
De acuerdo a la división
y
Comparativa
organización
del
trabajo de la Institución.
el
Tipo
trabajador
y
la
Contrato
Institución,
para
el
desempeño
de
organización.
De acuerdo a como lo
laboral
entre
Varía de acuerdo a la
De base (1)
Suplente (2)
Comparativa
Por honorarios (3)
sus
establece
la
y
a las instituciones de
salud pública y privada
dependientes
labores
LFT
STyPS o la ley que rige
de
la
SESEQ.
9) Selección de las fuentes, métodos, técnicas y procedimientos de recolección de
la información.
PERSONAL MÉDICO:
Para fines de éste estudio, se considerarán una serie de instrumentos propios de
la evaluación clínica, que pretenden recolectar información de los sujetos, en éste
caso de médicos y trabajadores de la salud sobre diferentes síntomas, hábitos y
situaciones relacionadas con el estrés laboral crónico que pueden ser
desencadenantes del síndrome.
La selección de tales instrumentos se hizo de acuerdo a los referentes
bibliográficos y de investigación que existen respecto al estudio del Síndrome de
Desgaste y que refieren la presencia e incremento (una vez desencadenado el
síndrome) de una serie de síntomas o conductas de vida no sanas o en algunos
casos, el desencadenamiento de psicotrastornos en orden de lo patológico.
1. Maslach Burnout Inventory (MBI).
24
Éste instrumento está formado por 22 ítems que se valoran con una escala de
frecuencia tipo Likert, donde el sujeto valora, mediante un rango de 7 adjetivos
que van de “Nunca” (0) a “Todos los días” (6), con que frecuencia experimenta
cada una de las situaciones descritas en los ítems.
La factorización de los 22 ítems arroja en la mayoría de los trabajos 3 factores
ortogonales que son denominados agotamiento emocional, despersonalización y
realización personal en el trabajo. Estos factores constituyen las tres subescalas
del MBI.
La subescala de agotamiento emocional (Emotional exhaustion) (EE) está formada
por
ítems
que
emocionalmente
describen
por
el
sentimientos
trabajo,
la
de
estar
subescala
abrumado
de
y
agotado
despersonalización
(Despersonalization) (D) está formada por 5 ítems que describen una respuesta
impersonal y falta de sentimientos hacia los sujetos objeto de atención, y la
subescala de realización personal en el trabajo (Personal accomplishment) (PA)
está compuesta por 8 ítems que describen sentimientos de competencia y
realización exitosa en el trabajo hacia los demás.
Desde la perspectiva del diagnóstico, tanto el constructo de quemarse como cada
una de sus dimensiones son consideradas como variables continuas y las
puntuaciones de los sujetos son clasificadas mediante un sistema de percentiles
para cada escala (Gil Monte y Peiró, 1997)
2. Índice de Calidad de Vida, QLI. Versión genérica – III Ferrans y Powers.
La consistencia de la confiabilidad interna para el QLI (escala total) esta basada
en el rango de alfas de Crombach a través de 12 estudios.
El rango de Crombach para las cuatro subescalas ha sido publicado en seis de las
sub escalas psicológica y espiritual y para la subescala familiar los alfa fueron
suficientemente altos en 5 estudios en los rangos .66 al .83.
25
El contenido de validez del QLI esta soportado por el hecho de une ambos
reactivos basados en una revisión extensiva de literatura de hechos relajados en
la calidad de vida y en los reportes de pacientes resguardando la calidad de sus
vidas (Ferrans y Powers, 1985). E soporte del contenido de validez también fue
provisto, usando el índice de contenido de validez (Oleson, 1990).
3. Cuestionario de Depresión de BECK.
La escala de Depresión de Beck es uno de los instrumentos más empleados en la
evaluación de síntomas depresivos en adolescentes y adultos (Beck y Steer,
1993).
Esta escala, incluye 21 reactivos de síntomas de la depresión y cada reactivo
consiste en un grupo de cuatro afirmaciones, de las cuales una tiene que ser
relación a la forma que se ha sentido el sujeto al que se le aplica en la última
semana. Estas afirmaciones reflejan la severidad del malestar producido por
síntomas depresivos y se califican de 0 (mínimo) a 4 (severo). La puntuación total
de la escala se obtiene sumando los 21 reactivos, siendo 0 la mínima puntuación y
64 la máxima puntuación a obtener.
Los puntos de corte de la escala se emplean para hacer una categorización de la
severidad de la depresión por lo que una puntuación de 0 a 9 refleja la ausencia o
presencia mínima de síntomas depresivos; de 10 a 16 indica una depresión media;
de 17 a 29 reflejará una depresión moderada y puntuaciones de 30 a 63 indican
una depresión severa (Beck y Steer, 1993).
El estudio de validación de esta escala fue realizado en Buenos Aires, Argentina,
por Bonicatto y cols. (1998). La escala fue aplicada a un total de 608 personas que
radicaban en la ciudad de La Plata.
El estudio de validez y reproductibilidad en México fue realizado por TorresCastillo y Cols. (1991) en el cual se aplicó la EDB a 96 pacientes que acudían a un
26
hospital de tercer nivel de la ciudad de México (Instituto Nacional de cardiología
“Dr. Ignacio Chávez”).
Se puede concluir que la versión en español de la EDB posee propiedades
psicométricas adecuadas para la evaluación de síntomas depresivos en
poblaciones de habla hispana debido a los diversos resultados clinimétricos
obtenidos en los estudios realizados en los que fue aplicado el instrumento en
México y en otras poblaciones de habla hispana.
4. Cuestionario AUDIT (para alcoholismo)
Este instrumento consta de una serie de diez preguntas relacionadas con los
hábitos sobre el consumo de alcohol que tiene el sujeto. Cada pregunta presenta
cinco posibilidades de respuesta que van desde el 0 que significa Nunca, hasta el
4 que refiere la una frecuencia mayor a cuatro veces por semana.
A mayor puntaje, mayor presencia del hábito de consumo de bebidas
embriagantes.
5. Escala Análoga Visual (EAV) (Satisfacción).
La EAV es una herramienta de evaluación que se utiliza principalmente en uso
clínico. Para fines de esta investigación una adecuación a fin de utilizar la escala
con fines de medir de manera directa la satisfacción del personal médico; así, se
trazó una escala en forma de línea recta de 10 centímetros. En el extremo de la
izquierda el 0, indica una condición no óptima de satisfacción y el de la derecha el
100, que implica el estado óptimo de satisfacción con respecto a lo que se le
pregunta.
Las EAV es una herramienta que permite captar experiencias subjetivas que en
ocasiones resultan difíciles de describir con palabras, por lo que no es conveniente
poner palabras o números que describan situaciones intermedias, sólo en los
extremos. Esto es necesario porque, de lo contrario, existe tendencia a sobre
calificar en los puntos intermedios.
27
En este estudio, la dimensión a medir es la satisfacción hacia su trabajo por lo que
la sumatoria de varias EAVs permitirá evaluar los aspectos específicos que entre
sí explican la dimensión a medir.
PROFESIONALES DE LA SALUD NO MÉDICOS:
Para el grupo de personal no médico, se ha considerado aplicar junto con los
instrumentos: Maslach Burnout Inventory MBI, Índice de Calidad de Vida, QLI,
Cuestionario AUDIT, Escala Análoga Visual EAV, otros tres instrumentos
diferentes a los que se habrán de aplicar al personal médico, de los cuales se da a
continuación una breve descripción de sus principales características:
1. Inventario de Ansiedad: Rasgo-Estado (IDARE). Spielberger, C. D. y DiazGuerrero, R.
Este inventario es la versión en español del STAI (State-Trait-AnxietyInventory) esta constituido por dos escalas de autoevaluación separadas que
contienen veinte afirmaciones cada una; se utilizan para medir dos
dimensiones distintas de la ansiedad:

La primera escala mide la Ansiedad-Rasgo SXR (A-Rasgo), la cual
describe como se siente generalmente el sujeto encuestado. Permite
evaluar el grado en que el sujeto es afectado por problemas de
ansiedad neurótica.

La segunda escala mide la Ansiedad-Estado SXE (A-Estado), esta
pide al sujeto encuestado que indique como se siente en
determinado momento. permite evaluar el nivel de ansiedad
transitoria; evaluando además otras características que involucran
sentimientos de tensión, nerviosismo, preocupación y aprensión.
28
El instrumento en cuestión está diseñado para ser autoaplicable y es posible
su aplicación de forma individual como en grupo, ha sido utilizado de manera
amplia en la medición de la ansiedad en diversos grupos: estudiantes de
bachillerato
y
profesional;
en
sujetos
con
ansiedad
inducida
por
procedimientos experimentales de tensión; sujetos con ansiedad transitoria
como clientes y pacientes en orientación, psicoterapia del comportamiento o
en pabellones psiquiátricos.
De los conceptos de Ansiedad Rasgo (A-Rasgo) y Ansiedad Estado (AEstado). La A-Rasgo, se relaciona con las diferencias individuales,
relativamente estables, en la propensión a la ansiedad. Esto es, son las
diferencias de las personas en cuanto a su forma particular de responder a
situaciones percibidas como amenazantes con elevaciones en la intensidad
de la A-Estado. (Spielberger y Diaz-Guerrero, 1975: 1).
De acuerdo a Atkinson (1964), la A-Rasgo tiene características de “motivos”,
locución que Campbell (1963) lo conceptúa como disposiciones conductuales
adquiridas; estas disposiciones permanecen latentes hasta que señales de
una situación las activan. Las disposiciones conductuales adquiridas están
relacionadas con experiencias que predisponen al individuo a percibir las
diversas situaciones de la vida en determinada manera, así como a
manifestar tendencias de respuesta consistes con su percepción.
Es posible considerar en lo general, que sujetos quienes califican alto en ARasgo, también presentarán con mayor frecuencia elevada la calificación en
A-Estado. Esta es por que los sujetos tienden a reaccionar a un mayor
número de situaciones como si fueran peligrosas o amenazantes (Spielberger
y Diaz-Guerrero, 1975: 2).
2. Escala de Autoaplicación de la Depresión (EAADZ-C) de Zung-Conde.
29
La Escala Autoaplicada de Depresión de Zung (Self-Rating Depression
Scale, SDS), desarrollada por Zung en 1965, es una escala de cuantificación
de síntomas de base empírica y derivada en cierto modo de la escala de
depresión de Hamilton, ya que al igual que ella da mayor peso al componente
somático-conductual del trastorno depresivo. Es probablemente una de las
primeras en validarse en España (Conde y Cols. 1970) y ha tenido una
amplia difusión.
Es una escala autoaplicada que la conforman 20 frases relacionadas con la
depresión, formuladas la mitad en términos positivos y la otra mitad en
términos negativos. La lista de las declaraciones se refiere a una
característica específica y común de la depresión. Representan los síntomas
reconocidos como desórdenes de la depresión.
Tienen gran peso los síntomas somáticos y los cognitivos, con 8 items para
cada grupo, completándose la escala con dos items referentes al estado de
ánimo y otros dos a síntomas psicomotores.
El sujeto cuantifica no la intensidad sino solamente la frecuencia de los
síntomas, utilizando una escala de Likert de 4 puntos, desde 1 (raramente o
nunca) hasta 4 (casi todo el tiempo o siempre).
El marco temporal no está claramente establecido, y así en unas versiones
se le pide al paciente que evalúe la frecuencia de los síntomas de modo
indeterminado o con una expresión tal como “recientemente” 1, en otras se
hace referencia a “su situación actual” 2, o a la semana previa 3. Para el caso
de la presente investigación, nos interesa que el sujeto conteste los ítems
tomando en cuenta su situación en el preciso momento de la aplicación.
Para tal efecto se ha escrito en las instrucciones del instrumento que las
preguntas están en relación a su situación actual. Las instrucciones que se
30
utilizan son las que siguen: “Para cada una de las siguientes preguntas
indique con qué frecuencia experimenta el síntoma o el sentimiento descrito
de acuerdo a como se siente en este preciso momento:
Interpretación.
La escala de Likert de cada item puntúa de 1 a 4 para los de sentido
negativo, o de 4 a 1 para los de sentido positivo; el rango de puntuación es
de 20 – 80 puntos.
El resultado puede presentarse como la sumatoria de estas puntuaciones, o
como puntuación normalizada (suma de las puntuaciones de cada item
expresada como porcentaje de la máxima puntuación posible), oscilando en
este caso el rango de valores entre 20 y 100.
DE 0 A 40 PUNTOS: SIN DEPRESIÓN
DE 41 A 47 PUNTOS: DEPRESIÓN LEVE
DE 48 A 55 PUNTOS: DEPRESIÓN MODERADA
DE 56 A 80 PUNTOS: DEPRESIÓN GRAVE
Dueñas y Cols. 1998. El libro de los tests, Temas de Hoy. Nº. 66. México
3. Prueba de Síntomas Subjetivos de Fatiga (PSSF) de H. Yoshitake.
La fatiga es un problema de salud ocupacional que tiene repercusiones a
corto y largo plazo en la morbilidad en el trabajo. Es la fatiga una sensación
compleja, integrada por síntomas físicos y psíquicos, que ubica a quien la
percibe en un continuo que va desde sentirse bien hasta estar exhausto;
constituye un sistema de evaluación de la integridad del individuo y un factor
determinante en la disposición para realizar alguna tarea. (Barrientos,
Martínez, Méndez 2004:517).
31
Para evaluar la fatiga se han desarrollado diversos instrumentos que, a través
de indicadores fisiológicos o de pruebas subjetivas, permitan estimar su
intensidad y características. Una de ellas es la Prueba de Síntomas
Subjetivos de Fatiga (PSSF), que fue desarrollada por el Comité para la
Investigación de la Fatiga Industrial, La Prueba de Síntomas Subjetivos de
Fatiga cuya elaboración se le atribuye a H. Yoshitake de la Asociación de
Salud Industrial del Japón, en 1954.
La PSSF es un instrumento integrado por 30 reactivos que exploran la
presencia de síntomas que originalmente fueron clasificados en tres grupos:
físicos, mentales y neurosensoriales (Saito, Kogi y Kashigawi, 1970)
sometieron a validez factorial el instrumento obteniendo tres factores:
1. Somnolencia y Pesadez, Trabajo No caracterizable.
2. Dificultad para Concentrarse. Trabajo con predominancia de
esfuerzo Mental.
3. Proyección de Malestar Físico. Trabajo con predominancia de
Esfuerzo Físico.
Yoshitake en 1978 relacionó el primer factor con trabajo indiferenciado, el
segundo con trabajo mental y el tercero con trabajo físico; adicionalmente
propuso la calificación de la prueba a través del porcentaje de respuestas
afirmativas. Almirall y Reyes en 1982 validaron por criterio la PSSF en
población cubana. Su aplicación en Cuba, México, Venezuela y Brasil ha
incluido
periodistas,
controladores
de
tránsito
aéreo,
trabajadores
siderúrgicos y de la industria refresquera; así mismo, la utilidad de la PSSF
ha sido constatada en el estudio integral de pacientes con diversas
patologías. (Barrientos, Martínez, Méndez, 2004:517)
El índice de fatiga se calcula siguiendo la fórmula:
Frecuencia de quejas de fatiga:
Número de respuestas “SI”
------------------------------------ X100
32
Número de Reactivos
FICHA DE DATOS GENERALES
Ficha de datos generales que incluye un pequeño apartado sobre el uso del
tiempo extra laboral, sobre parcelas de uso del tiempo libre, tiempo socio familiar y
tiempo de sueño.
El estudio en su primera fase se llevará a cabo en instituciones públicas,
dependientes de la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro: Hospital General
de Querétaro, Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer de Querétaro, Centro
Comunitario de Salud Mental de Querétaro; y del Instituto Mexicano del Seguro
Social, Hospital General Regional No. 1 de Querétaro y Hospital General de Zona
No. 3 de San Juan del Río, Qro.; la Unidad de Medicina Familiar No. 23 (por
confirmar) y el Hospital Infantil “Federico Gómez” de la ciudad de México, D. F.
10) Prueba Piloto.
Se realizará el Piloteo de los instrumentos con una población de 100 sujetos de la
facultad de medicina, psicología, trabajadoras sociales y especialistas durante el
mes de mayo del 2005, en las instalaciones del CECOSAM a fin de obtener datos
sobre el tiempo de aplicación, el entendimiento y manejo de los instrumentos a
utilizar.
11) Definición del plan de procesamiento y presentación de la información.
La información una vez aplicadas las encuestas (y que no presenten errores u
omisiones), serán vaciadas a una base de datos de Excel, creada ex profeso para
33
éste estudio, para posteriormente pasarla para su procesamiento estadístico al
programa SPSS, Versión 12.
 Análisis
univariado:
Variables
Nominales:
porcentajes,
variables
numéricas: medidas de tendencia central y de dispersión.
 Análisis Bivariado: para comparar variables nominales Chi cuadrada y
para comparar variables numéricas: Prueba T y ANOVA (previa prueba de
normalidad de los datos). Coeficiente de correlación de Pearson.
 Análisis Multivariado: Análisis de Regresión Logística.
12) Consideraciones éticas.
 Confidencialidad de resultados.
 Aceptación voluntaria para contestar los instrumentos.
 Si alguno sujeto encuestado lo solicita, se le ofrecerán los resultados y en
caso de ser necesario se le brindara atención especializada para superar
síntomas.
13) Medidas de seguridad.
 De acuerdo al Reglamento General de Investigación, y a la Declaración
de Helsinki, está considerada como de “Bajo Riesgo”.
3.2. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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4. DATOS DE IDENTIFICACIÓN
Mtra. Blanca Yasmín Montúfar Corona.
Maestra Investigadora en Psicología del Trabajo y Proceso de Trabajo de la
Facultad de Psicología de la UAQ
41
Tels. 216-18-41 y 216-31-03 Ext. 109 / 192 12 74 y 192 13 24 Ext. 6310 FAX, recibe las 24
horas.
[email protected]
Lic. José Trinidad Muñoz.
Maestro Investigador en Psicología del Trabajo y Proceso de Trabajo de la
Facultad de Psicología y Enfermería de la UAQ
Tels. 216-18-41 y 216-31-03 Ext.109 / 192 12 74 y 192 13 24 Ext. 6310 FAX, recibe las 24
horas.
[email protected]
Asesor Externo:
Maestro en Ciencia Médicas: Dr. Luis Guillermo Almeida Montes. Jefe de
Investigación del Centro Comunitario de Salud Mental de Querétaro (CECOSAM).
Colaboradores:
Dra. María Teresita Ortiz Ortiz
Jefa de Enseñanza e Investigación, Hospital General de Querétaro, SESEQ.
Mtra. Ma. Guadalupe Rivera Ramírez
Directora de la Fac. de Psicología, UAQ.
Lic. en Psi. Ana Olivia Hernández García.
Departamento de Investigación del C.E.C.O.S.A.M. S.E.S.E.Q.
Alumnos de la Licenciatura en Psicología del Trabajo.
Alumnos de la Licenciatura en Medicina.
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