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DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
NOTA DE PRENSA
La Fundación BBVA presenta el Informe CESIfo
sobre la Economía Europea 2004
La economía europea se recuperará en 2004
con un crecimiento del 2% en la zona euro

España experimentará este año un crecimiento del PIB del 3 por ciento

Las perspectivas de mejora dependen en gran medida de factores externos. Si los
desequilibrios externos se siguen ampliando, existe el riesgo de una debilitación
continuada del dólar y una apreciación del euro que dificultaría la recuperación de
las exportaciones en Europa

El incremento del comercio mundial 2004 se situará en torno al 8,5 por ciento,
frente al 4,5 por ciento registrado en 2003

Los conflictos en política fiscal constituyen una de las cuestiones europeas más
preocupantes en la actualidad

Debido a la competencia internacional, la introducción de incentivos es un elemento
cada vez más importante en la fijación de los salarios

La ampliación de la UE en 2004 producirá beneficios importantes para los nuevos
miembros a largo plazo, en forma de mayor afluencia de capital y de intensificación
del comercio
17.02.2004.- La Fundación BBVA presenta el Informe CESIfo sobre la Economía Europea
2004, un documento elaborado por el Grupo Asesor Económico Europeo (EEAG) del CESIfo,
en el que se analiza el estado y las perspectivas macroeconómicas de la Unión Europea.
El CESifo es una organización integrada por el Centro de Estudios Económicos de la
Universidad de Munich (CES) y el Instituto Ifo de Investigación Económica. Se trata de una
entidad de carácter no lucrativo, cuyo objetivo es la construcción de puentes entre la teoría
y la investigación económica por parte de profesores de varios países, y centrándose en la
Europa Continental. El equipo redactor del informe está presidido por Giancarlo Corsetti
(Instituto Universitario Europeo, Florencia) e integrado por Lars Calmfors (Universidad de
Estocolmo), Seppo Honkapohja (Universidades de Helsinki y Cambridge), John Kay (St.
John’s College, Oxford), Willi Leibfritz (OECD, París), Gilles Saint-Paul (Universidad de
Toulouse), Xavier Vives (INSEAD, París), y Hans-Werner Sinn (Instituto Ifo, Munich).
El informe analiza importantes cuestiones de política económica, como la reforma de los
mercados de trabajo, los sistemas de remuneración en Europa, las cláusulas de la
Constitución Europea contra la discriminación o los efectos económicos de la ampliación de
la Unión Europea, tanto para los actuales países miembros como para los nuevos países
adherentes.
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS ECONÓMICAS
El Informe sobre la Economía Europea 2004 destaca la recuperación de la economía
europea, que partía de una situación cercana al estancamiento a comienzos del 2003,
cuando la zona euro, con un crecimiento del PIB real de tan solo 0,5 por ciento, fue la
región menos dinámica del mundo industrial.
A pesar de las facilidades proporcionadas por la política monetaria, la demanda doméstica
permaneció débil y las exportaciones cayeron, reflejando el lento crecimiento del comercio
mundial y la fortaleza del euro. Después del estancamiento en la primera mitad del 2003,
la producción en el área euro aumentó de nuevo en la segunda mitad, y la confianza
empresarial también se recuperó.
En 2003, la crisis económica afectó de diferente manera a los países de la Unión Europea:
Holanda y Portugal experimentaron un crecimiento negativo; Alemania no registró
crecimiento y Francia, sólo un 0,25 por ciento; en España, Irlanda y el Reino Unido, el
índice de crecimiento se situó alrededor del 2 por ciento; y la economía griega creció por
encima del 4,5 por ciento.
Según el informe, en 2004 se espera una recuperación de la economía europea
con un crecimiento del área euro que alcance el 2 por ciento. Sin embargo, éste no
será lo suficientemente fuerte para reducir el desempleo. Esta previsión está construida
bajo el supuesto de una mejora continuada de la economía mundial, que conduzca a un
cambio total de las exportaciones y la inversión.
El crecimiento previsto para la Unión Europea será significativamente inferior al que
experimentarán Estados Unidos (4,2 por ciento) y, en menor medida, Japón (ver figura
1.13). El ritmo de crecimiento seguirá siendo muy rápido en las economías emergentes del
Este de Asia y China, y se incrementará en otras economías emergentes, incluidas las de
Europa del Este.
Por lo que respecta al comercio mundial, está previsto un crecimiento en torno al 8,5 por
ciento, frente al 4,5 registrado en 2003.
2
Figura 1.13
Las previsiones del informe CESifo 2004, estiman que durante los próximos meses el ritmo
de crecimiento aumentará en todos
los países de la zona euro, aunque se mantendrán
diferencias importantes. Grecia volverá a registrar el mayor crecimiento, con un índice de
4,3 por ciento, seguida de Irlanda (3,4 por ciento). También la economía española,
para la que el informe prevé un incremento del 3 por ciento, crecerá por encima
de la media europea. Alemania, Francia e Italia (1,75 por ciento), y Holanda y Portugal
(1 por ciento) serán los países que menor crecimiento experimentarán (figura 1.16).
Figura 1.16.
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Pero las perspectivas de mejora dependen en gran medida de factores externos. En el caso
de que los desequilibrios externos continúen ampliándose –se espera que el déficit por
cuenta corriente de los EE.UU. aumente por encima del 5 por ciento del PIB– existiría el
riesgo de una debilitación continuada del dólar americano y una posterior apreciación del
euro. Aunque ello reduciría los precios de las importaciones y mantendría los ingresos
reales en el área euro, podría convertirse en el principal obstáculo para la recuperación de
las exportaciones en Europa.
Además, podría plantearse próximamente la necesidad de nuevos recortes del tipo de
interés o de mantener los tipos de interés al nivel actual, incluso en el caso de que la Fed
de EE.UU. cambie su postura en el 2004. En el pasado, el BCE ha sido mucho menos activo
que la Fed a la hora de variar los tipos. A este respecto, las conclusiones de la valoración
del BCE de su propia estrategia de política monetaria en el 2003 no señalan ningún cambio
sustancial en su comportamiento en el futuro. No es probable que se produzca una
relajación monetaria relativa a los EE.UU. si antes no hay una apreciación significativa del
euro. Regiones diferentes del área euro podrían responder de forma bastante diferente a
estímulos en los tipos de interés y tipos de cambio. En algunas regiones, los recortes en
los tipos de interés por sí mismos podrían traer poco alivio, a menos que afectaran
sustancialmente al tipo de cambio.
Los conflictos en política fiscal constituyen una de las cuestiones más preocupantes en la
actualidad. El fracaso del Consejo Ecofin para hacer cumplir las normas fiscales del Tratado
y del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en noviembre de 2002 ha creado un peligroso
vacío. Existe una discrepancia flagrante entre las normas legales en vigor y su aplicación –
una discrepancia que mina la credibilidad de las normas fiscales a nivel de la UE y que a
largo plazo amenaza con socavar la disciplina fiscal.
En el informe del Grupo Asesor Económico Europeo del 2003 se presentaba un propuesta
dirigida a mejorar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El ingrediente principal de la
propuesta es unir el tamaño del déficit máximo con el stock de deuda pública. La
propuesta también apunta a la reducción de los conflictos políticos de interés en el
cumplimiento de las normas, transfiriendo las decisiones sobre las sanciones en el
procedimiento de déficit excesivo de un nivel político como es el Consejo del Ecofin a un
nivel judicial como es la Corte Europea de Justicia.
Al mismo tiempo se proponía que los estados miembros de la UE deberían avanzar en la
reforma de sus procedimientos nacionales en la elaboración de la política fiscal con el
objetivo de fortalecer los incentivos en disciplina fiscal y mejorar las posibilidades de usar
la política fiscal con propósitos estabilizadores. Un requisito mínimo es establecer un marco
político más transparente con objetivos presupuestarios a medio plazo claramente
definidos y objetivos de estabilización, así como pautas de operación claras para saber
cómo se va a usar la política fiscal para suavizar las fluctuaciones cíclicas. Como se sugirió
en el informe del Grupo Asesor Económico Europeo del año pasado, un ingrediente en tal
reforma institucional podría ser el establecimiento de un Comité Asesor de Política Fiscal
independiente a nivel nacional.
4
LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL EN EUROPA
En 2004, la tasa de empleo de la zona euro, experimentará un ligero repunte respecto a
2003 (0,2 por ciento).
Figura 1.14
A causa de restricciones presupuestarias, el margen de maniobra de los gobiernos para
combatir el desempleo mediante reformas institucionales es habitualmente bastante
reducido. Una alternativa importante a la reforma del mercado laboral es la liberalización
del mercado de producto. El incremento de la competencia en los mercados de producto
puede tener un efecto enormemente beneficioso sobre la tasa de desempleo de equilibrio.
Esto es así porque la competencia eleva la productividad de las empresas e impone
disciplina tanto a los gestores como a los trabajadores.
Una segunda aproximación consiste en eliminar las ineficiencias en el sistema de bienestar
sin cambios radicales en su estructura básica. Un ejemplo sería la simplificación del
complejo sistema legal asociado a los ceses y reestructuraciones laborales.
En tercer lugar, hay instituciones específicas o reformas que podrían mejorar la
convergencia de los intereses de los empleados y las empresas. Un ejemplo importante
viene dado por la posibilidad de “compartir los beneficios” y la promoción de la propiedad
de las acciones entre los trabajadores. Éstas pueden hacer que políticas de moderación
salarial, que estimulan los beneficios y la creación de trabajo, sea más aceptable para los
trabajadores. Si se adopta a gran escala, puede ser un medio eficiente de reducir el
desempleo de equilibrio.
5
SISTEMAS DE FIJACIÓN DE SALARIOS
El funcionamiento macroeconómico también está íntimamente asociado al funcionamiento
de la fijación de salarios. Se ha convertido en algo común relacionar el aumento del paro
en la Europa del Oeste durante los años 70 y 80 con las rigideces de los salarios reales
agregados. La reducción del desempleo en muchos de los pequeños países de la UE a lo
largo de los 90 se asoció con la moderación de los salarios reales. Otro aspecto importante
de la fijación de salarios se relaciona con el hábito del pagar incentivos para promocionar
el esfuerzo y la productividad laboral. El incremento de la competencia internacional y las
nuevas formas de organización del trabajo han aumentado sustancialmente la importancia
de este último aspecto en la fijación de los salarios.
Un rasgo clave de los acuerdos de fijación de salarios que es común en la mayoría de
países de Europa del Oeste es la amplia cobertura de los acuerdos colectivos, normalmente
por encima del 60 por ciento de los trabajadores. La excepción principal es el Reino Unido,
donde en 2001 la tasa de cobertura global se estimó apenas en un 36 por ciento. En la
mayoría de países de Europa del Oeste el principal nivel de negociación es el sectorial. Sin
embargo, la tendencia general se dirige hacia la ampliación del ámbito de la negociación
local.
La mayoría de los nuevos estados miembros de la UE de Europa Central y del Este se
encuentran en una situación completamente diferente de la que tienen los actuales
estados de la UE. En la mayoría de los países adherentes la negociación colectiva tiene
menor importancia que en Europa del Oeste. Estonia, la República Checa, Hungría,
Letonia, Lituania y Polonia se caracterizan por una negociación de los salarios
descentralizada al nivel de la empresa y una escasa sindicalización y cobertura de los
acuerdos colectivos.
¿Por qué sistema de fijación de salarios deberían optar los países de la UE? Aunque no hay
una respuesta general a esta pregunta, hay unas pautas básicas para la reforma:

Los sistemas de fijación de salarios se cambian muy lentamente: lleva mucho
tiempo o circunstancias extraordinarias conseguir cambios fundamentales. Por
tanto, las recomendaciones específicas para países individuales tendrían que tener
en cuenta los sistemas de negociación existentes, los cuales por razones históricas
podrían diferir considerablemente entre países.

Existen buenas razones para mantener los sistemas de negociación existentes en
aquellos estados miembros de la actual UE que han logrado la moderación salarial a
través de la coordinación formal o informal de la negociación a nivel multisectorial.
Tales acuerdos han funcionado especialmente bien entre los países más pequeños.
Sin embargo, la moderación de los salarios reales agregados debería combinarse
con la flexibilidad de los salarios relativos. Una manera de lograrlo podría ser dar a
conocer un “pasillo” para incrementos salariales, en lugar de una sola cifra, cuando
se formulan las normas salariales.

Los países que van a acceder a la UE, con relaciones industriales de tipo anglosajón
(poca sindicalización, poca cobertura de los acuerdos colectivos, y negociación
6
colectiva a nivel de empresa cuando la negociación tiene lugar) no deberían ser
forzados a cambiar sus sistemas actuales.
LA ECONOMÍA DE LA DISCRIMINACIÓN
El borrador de la Constitución europea asevera el principio de no-discriminación como
valor europeo fundamental, explícitamente reconocido por la Constitución junto con otros
valores tales como el pluralismo, la tolerancia, la justicia y la solidaridad. Los autores del
informe comparten los objetivos de quienes abogan por medidas en contra de la
discriminación: la eliminación del racismo, el avance de la mujer en la vida pública y
empresarial, un mayor apoyo a la gente discapacitada y el establecimiento de un
verdadero mercado común en el que el origen nacional deja de tener relevancia
económica. Sin embargo, manifiestan su preocupación por el peligro de que la búsqueda
necesariamente pragmática de políticas para alcanzar esos objetivos sea superada por la
interpretación
semántica
de
lo
que
exactamente
constituye
discriminación
y
no
discriminación, si es que la no discriminación se incluyera como norma general en la
constitución europea.
En este ámbito, se examina la aplicación de las normas de no discriminación en tres
grandes áreas de la política europea: la discriminación de género en bienes y servicios
(esencialmente en el mercado de seguros); la discriminación por discapacidad y la
discriminación por razones de nacionalidad. En cada una de estas áreas, la efectividad de
la política puede alcanzarse mucho mejor con un análisis cuidadoso de costes y beneficios,
y diferentes intercambios de política en relación a los objetivos, que con la aplicación legal
de los principios generales, retóricamente atractivos pero cuyo significado preciso y cuyas
consecuencias prácticas a menudo no son claras y deben necesariamente ser el sujeto de
futura determinación judicial.
LA AMPLIACIÓN DE LA UE
La ampliación de la UE en el 2004 producirá beneficios importantes para los nuevos
miembros a largo plazo. Los países que van a acceder a la UE es probable que cosechen
ganancias enormes del comercio en bienes y servicios y de una afluencia continuada de
capital financiero y real. La afluencia de capital a estos países ya es sustancial, como
sugieren los déficits por cuenta corriente del orden del 4 al 6 por ciento para los países
más grandes. La mayoría de estos flujos de capital son en forma de inversión directa por
parte de los actuales países miembros de la UE.
Sin duda estos procesos acelerarán significativamente el crecimiento económico en Europa
del Este. Sin embargo, incluso bajo supuestos optimistas, alcanzar a los países que forman
la UE-15 será un proceso que durará varias décadas. El tema crucial es el grado en el cual
la entrada en la UE mejorará el crecimiento económico en los países que van a acceder a la
misma. Atraer inversión directa extranjera privada será un elemento clave de rápido
crecimiento económico; las precondiciones para mayores flujos de inversión directa
7
extranjera son mercados de bienes y financieros que funcionen bien, una infraestructura
mejorada y unos servicios públicos de alta calidad.
Los miembros actuales de la UE también participarán a largo plazo en las ganancias del
comercio. Sin embargo, los procesos de ajuste interno ocasionados por la ampliación
podrían suponer costes significativos y fricciones a corto y medio plazo. En particular, el
comercio con los países que van a acceder a la UE incrementará las presiones a la baja
sobre los salarios de los trabajadores poco cualificados.
Las consecuencias económicas de la ampliación de la UE también dependerán de las
políticas seguidas por los nuevos miembros. Los países que van a acceder a la UE padecen
actualmente situaciones macroeconómicas bastante delicadas. Muchos de ellos tienen
déficits del sector público significativos. Aunque los stocks de deuda pública son bajos o
moderados, la sostenibilidad de las finanzas públicas puede ser el principal problema
político.
Existe un número de efectos fiscales potencialmente positivos derivados de ser miembro
de la UE, incluidas transferencias significativas de la UE y ganancias indirectas de la
convergencia en tipos de interés y tasas de crecimiento más elevadas. A pesar de estos
efectos, es probable que los nuevos miembros de la UE afronten presiones sobre el gasto
público después de su acceso: los países tendrán que cofinanciar proyectos financiados por
la UE, y la implementación de las regulaciones de la UE conllevará costes fiscales. La
mejora de la infraestructura, así como la reforma de la seguridad social y la educación,
serán ítems adicionales y principales en el gasto público.
EL CAMINO AL EURO
Se supone que los 10 países que van a acceder a la UE se van a adherir a la UME en los
próximos años –la tercera y última fase del acceso. La participación en la UME está
condicionada a satisfacer los criterios de convergencia establecidos en el Tratado de
Maastricht. ¿Cuándo deberían
adoptar estos países la nueva moneda? ¿Cuáles son los
retos para la política económica en el período entre el acceso a la UE y la adopción del
euro?
Existen beneficios claros derivados de la participación en la UME. El argumento tradicional
es la credibilidad de una inflación baja, que se aplica a los países que van a acceder a la
UE como se aplicó a los países de Europa del Sur en los años noventa. Una moneda común
elimina el riesgo monetario y, por tanto, reduce drásticamente los diferenciales de los tipos
de interés. Adicionalmente, es probable que una moneda común incremente el comercio
con otros países de la UE.
En este sentido, la adopción del euro es equivalente a una caída de los costes de
transacción en los intercambios transfronterizos de bienes y servicios dentro del área
económica de la UE. Reduciendo el stock de deuda externa denominada en moneda
extranjera, la adopción del euro también reducirá sustancialmente la vulnerabilidad a la
inestabilidad monetaria y financiera (aunque en principio los países de la UME todavía
8
podrían emitir grandes stocks de deuda denominada en dólares). La desventaja principal y
bien conocida de la participación en una unión monetaria es la pérdida de la política
monetaria a nivel nacional como instrumento de estabilización macroeconómica y del tipo
de cambio como mecanismo de ajuste.
La intensificación financiera que está asociada con la integración de los mercados de
capital representa un reto sustancial para la estabilidad macroeconómica durante el
proceso de convergencia de los países de la ampliación. Una entrada temprana al euro por
parte de los países que van a acceder a la UE es una meta que requiere una evaluación
cuidadosa. Una expansión demasiado rápida de la eurozona amenaza su cohesión: la
experiencia demuestra que los intereses colectivos tienen una influencia máxima en las
políticas fiscales de los países adherentes durante la transición.
Si desea más información, puede ponerse en contacto con el Departamento de
Comunicación de la Fundación BBVA (915 376 615 y 944 874 479)
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