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Capítulo 3: Sociología y Analogía
El sociólogo en su investigación se vale de dos mecanismos: el uso de la metáfora y
el uso de la analogía, que utilizados consciente y razonadamente pueden resultarles
muy útil en la producción de conocimientos.
Reglas sin terror
Jean-Claude Passeron formuló una teoría justa de la relación que mantienen los
conceptos, los métodos, los datos y los terrenos en las investigaciones sociológicas. Esta
teoría intenta sacar a los sociólogos del impasse de la utopía epistemológica a la
importancia de la calidad de una investigación.
Algunos quienes están de acuerdo con esta teoría, la mal interpretan y entre leen
en ella:
 Dado que el razonamiento sociológico se hace en la lengua natural, la ruptura
con el sentido común ya no tendría ningún sentido.
 Nuestra imposibilidad para definir con una impecable precisión semántica y
rigor lógico los conceptos sociológicos alentaría el uso impreciso y no
controlado de éstos.
 La idea de pluralidad teórica implicaría que en ciencias sociales todo vale, que
toda interpretación es igualmente convincente.
Sin embargo de la teoría de Passeron pueden desprenderse las reglas del oficio
sociológico que serían las siguientes:
1. Las ciencias de mundo social son ciencias de la investigación empírica
2. Las ciencias del mundo social rompen necesariamente con las visiones
espontáneas del mundo social.
3. El nivel de cientificidad de las teorías sociológicas concurrentes varía
según la extensión y la intensidad del trabajo de investigación, y su
coherencia interna.
La existencia de estas reglas es lo que provoca entre los sociólogos débiles una
especie de terror, porque sienten que se quiere controlar el acceso al oficio.
En la teoría de Passeron se instaura la idea de que todo razonamiento sociológico
sería un razonamiento analógico que permite comprender los diferentes puntos
constitutivos de su epistemología.
Los usos habituales de la analogía
Se puede definir analogía como una semejanza entre diferentes objetos,
situaciones, etc. que comúnmente hacemos.
El tipo de analogía práctica está muy presente en las etapas de nuestras vidas,
principalmente en la forma en que aprendemos a nombrar los objetos y seres que
conforman el mundo, rigiéndonos por un “aire parecido a…” o “parecido de familia”. Este
mecanismo es un forzamiento de la realidad provocado sin que nuestra conciencia lo
sepa, pero se la utiliza de una forma más consciente cuando no disponemos del
vocabulario adecuado o cuando describimos una situación economizando medios
lingüísticos, aunque este último sea menos preciso.
Por otra parte, la analogía se utiliza en los casos en los que situaciones presentes
tienen similitudes con situaciones pasadas que conducen al sujeto a instrumentar los
esquemas, disposiciones o las competencias mas adecuadas.
Un ejemplo del uso de la analogía en la vida es la jurisprudencia.
Del grado de extensión analógica
La importancia de la analogía se encuentra en su uso consciente y en el grado de
desplazamiento semántico o de extensión analógica.
Cuando se produzca una analogía entre dos mundos de actividades
completamente diferentes, el forzamiento es mas visible y la metáfora mas explícita, por
lo cual la hilada para llegar a ese razonamiento es mucho mas largo y fuerte que cuando
se trate de una analogía de actividades medianamente similares, en donde la hilada es
mucho mas débil.
Por ejemplo: el uso del término “capital” en la expresión “capital cultural”, donde
se extiende el empleo de una palabra inicialmente vinculada a la esfera de actividad
económica a la esfera de actividad cultural.
Contra el fetichismo lingüístico
El sociólogo en la formulación de su teoría debe ser muy cuidadoso con los
conceptos- términos que utiliza para no caer en el fetichismo lingüístico, ya que es un
medio comparativo que queda al alcance de otros investigadores y al recurrir a un
concepto fetiche, puede llegar a confundirse el mismo y confundir a los demás.
Analogía, Comparación, Tipo-Ideal
Según Max Weber el tipo-ideal es una comparación entre la construcción típicaideal en la que interactúan varios puntos de vista y los contextos reales para captar el
grado de parentesco que los unen.
Una concepción parecida comparte Wittgenstein cuando asegura que para que las
pretensiones no sean injustificadas se debe buscar ver el ideal en la comparación.
A diferencia de las opiniones anteriores Passeron sostiene que la sociología es una
ciencia de comparación histórica donde la analogía ocupa el centro del razonamiento.
Bajo estas tres posiciones hay que destacar sin embargo que para razonar
analógicamente hay que utilizar la comparación.
La abundancia analógica en Ciencias Sociales
En el mundo de las ciencias sociales podemos ver reiteradas veces el uso de la
analogía y la metáfora para producir conocimientos particulares del mundo social. Es
por eso que hay una infinidad de de subuniversos metafóricos agrupados según la rama
social a la que pertenecen. A raíz de esta gran diversidad de “conceptos” el investigador
tiene un campo amplio en el que puede decidir cual emplear sin la necesidad de
repetirlos.
Metáfora viva o muerta
Geertz ha visto que algunos fenómenos sociales son más sensibles frente a un tipo
de metáfora que de otro tipo, cada cual ensaya naturalmente sus analogías allí donde
parecen operar mejor, es decir, que cada metáfora tiene un campo de pertinencia
limitado.
Los investigadores quieren sobrepasar los límites fijados por las afinidades de las
metáforas con los objetos particulares del mundo social.
El mal uso de la metáfora viva hace que estas pierdan su poder y su efecto
interpretativo.
El uso reiterado de analogías provoca que la metáfora se olvide y el sujeto pierda la
noción del verdadero significado de la misma.
Cuando la metáfora hace disyunción
Una forma de salvar la metáfora es exponerla en toda su magnitud hasta el
hartazgo, momento en cual se produce la disyunción analógica. Habremos alcanzado así
el máximo rendimiento de la metáfora. Las analogías que nunca generen disyunción son
peligrosísimas en el sentido que terminan por no enseñarnos nada específico sobre el
mundo social. Para que esto no ocurra, el sociólogo debe utilizar:
1. Conceptos que aumentan la imaginación sociológica.
2. Conceptos que obligan a tareas empíricas inéditas.
Política y Ética Científicas
Un buen sociólogo tiene que ser capaz de no perder de vista los límites de su
registro metafórico, hilar la metáfora hasta llegar a la disyunción. Es esta la única forma
que tiene para aumentar su conocimiento.
Para poder cumplir con las cualidades necesarias el investigador debe tener
conocimiento de diversos universos y dominar sus léxicos específicos, disponer de
experiencia y capacidad para la investigación y la interacción de una estrategia que le
permita ser identificable y así construir una identidad. La mejor de esas estrategias se
basa en la estabilización y el etiquetamiento de un modelo. Pasado el tiempo en que la
elaboración del sociólogo es novedad, se la analiza minuciosamente para delimitar su
campo de pertinencia.
En conclusión, el oficio de un investigador no es crear discípulos ni enseñar una
doctrina.
Mesa, María José.