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MUTACIONES
Quinto curso de Ingeniería Informática
Sergio Almansa Valverde
Ana Ferrando Chacón
1. ¿Qué es el mutacionismo?
El mutacionismo abarca todas aquellas teorías de la
evolución en las que la mutación es la principal fuerza de
cambio.
El mutacionismo, afirma que la evolución se desarrolla en
dos pasos: en primer lugar, la ocurrencia aleatoria de una
mutación; en segundo lugar, su preservación o eliminación
por la selección natural.
Haciendo una
evolución:
comparación
de
algunas
teorías
de
la
 Lamarquismo: Los organismos evolucionan volviéndose
más complejos, esto se debe a que los animales se
adaptan al medioambiente, y al uso y desuso de sus
capacidades: “la función hace al órgano”. Los caracteres
adquiridos se heredan.
 Darwinismo: Lucha por la supervivencia y selección
natural.
 Mutacionismo: Para que haya evolución, debe aparecer
una mutación, y esta debe preservarse a en las
siguientes generaciones.
2. Mutaciones
Una mutación es una alteración aleatoria en la información
genética de un individuo.
Por lo general, las mutaciones son recesivas, sus efectos
perjudiciales no se expresan a menos que dos de ellos
coincidan para dar lugar a una situación homocigótica. Esto
es más probable en la procreación consanguínea, en el
apareamiento de organismos muy relacionados que pueden
haber heredado el mismo gen mutante recesivo de un
antecesor común. Por esta razón, las enfermedades
hereditarias son más frecuentes entre los niños cuyos padres
son primos que en el resto de la población.
3. Tipos de mutaciones
Las mutaciones pueden clasificarse de diversas formas:
 Mutaciones génicas: Las mutaciones génicas son las que
afectan a un gen en concreto. Algunas enfermedades
como la anemia falciforme pueden ser ocasionadas por
un cambio en un solo gen. Hay tendencias que solo
consideran mutaciones a las génicas (y no a las
cromosómicas)
 Mutaciones
cromosómicas:
también
llamadas
aberraciones cromosómicas, no son, en realidad, un
trastorno del material genético, sino una anomalía en el
número o estructura de los cromosomas. La frecuencia
de estas asciende a 1 de cada 200 recién nacidos vivos.
Un ejemplo es el síndrome de Down, que se produce por
la trisomía del cromosoma 21.
 Mutación somática: Las mutaciones pueden ocurrir en
células somáticas, en cuyo caso el cambio sólo afecta al
individuo y, por tanto, no se transmitirá a su
descendencia, desapareciendo de la población con la
muerte del propio individuo en la que apareció, a no ser
que la especie considerada tenga reproducción
vegetativa. Cuanto antes se haya dado la mutación en el
desarrollo del individuo mayor será la proporción de
células con distinto genotipo. En el supuesto de que la
mutación se hubiera dado después de la primera
división del cigoto (en estado de dos células), la mitad de
las células del individuo adulto tendrían un genotipo y
la otra mitad otro distinto. Al no transmitirse de una
generación a otra, este tipo de mutaciones en realidad
no participarían en el proceso evolutivo.
 Mutación germinal: En las especies con reproducción
sexual, la mutación que afecta a la línea celular
germinal puede ser transmitida por los gametos a la
descendencia, perpetuándose en la población y
originando individuos que llevan la mutación, tanto en
sus células somáticas como en la línea germinal.
Aunque atípicas, las mutaciones pioneras encajan en
las de línea germinal.
 Mutación espontánea: La variabilidad genética
producida en las poblaciones naturales se debe a
posibles errores ocurridos a escala molecular, por
ejemplo, durante la replicación de la molécula de ADN.
A este tipo de cambios no dirigidos, ni intencionados, ni
influenciados por la mano del hombre se les llama
mutaciones espontáneas. Son provocadas normalmente
por errores en la reparación y la recombinación del ADN.
Las mutaciones espontáneas son eventos poco
frecuentes, sin embargo determinados genes presentan
frecuencias de mutación significativamente altas, bien
porque se trata de genes grandes (que ocupan cientos de
kilobases) y en los cuales es más probable un evento
mutacional, bien porque estén localizados en regiones
hipermutables o "puntos calientes" del genoma. Algunos
ejemplos de enfermedades que pueden ser causadas por
mutaciones espontáneas son la osteogénesis imperfecta
o la acondroplasia.
 Mutación inducida: Las mutaciones inducidas son
aquellas que están producidas directa o indirectamente,
con intención o sin ella, por intervención humana. En
muchas ocasiones, el hombre realiza tratamientos
experimentales con el propósito de inducir mutaciones
en los seres vivos para llevar a cabo estudios de
genética. Sin embargo, en otras ocasiones, la
mutagénesis se induce por la acción de agentes físicos o
químicos producidos y utilizados por la nueva tecnología
y que resultan ser poderosos mutágenos y/o
carcinógenos.
4. Mutágeno
Un mutágeno es un agente físico o químico que altera la
información genética de un organismo y ello incrementa la
frecuencia de mutaciones por encima del nivel natural.
La frecuencia normal de mutación en el ser humano es de 1
por cada millón de gametos.
Cuando una
mutación causa un cáncer, adquiere la
denominación de carcinógeno.
En 1929 el biólogo estadounidense Hermann Joseph Muller
observó que la tasa de mutaciones aumentaba mucho con los
rayos X. Más tarde, se vio que otras formas de radiación, así
como las temperaturas elevadas y varios compuestos
químicos, podían inducir mutaciones.
Un ejemplo bastante clásico de mutágeno, es la energía
nuclear. Tras el accidente de Chernobil, entre los años 1990 y
2000. Hubo un aumento del 40% en todos los cánceres en
Bielorrusia y un aumento de 52% en la región de Gomel.
5. Cáncer y mutaciones
Algunas de las mutaciones germinales pueden propiciar
cáncer por una serie de mecanismos:
 Puede que obliguen a la célula a dividirse con
demasiada rapidez.
 Puede que impidan frenar el proceso normal de división.
 Puede que desbaraten ciertos sistemas de seguridad que
hacen que las células enfermas se autodestruyan.
 Puede que den lugar a una célula excesivamente
sensible a las radiaciones.
 Puede que estorben los mecanismos normales de
reparación del ADN.
 ...
Las mutaciones germinales, las únicas que son hereditarias,
son infrecuentes. Sólo se conocen unas pocas decenas de
ellas. Este tipo de mutaciones afectan a porcentajes pequeños
de algunos tumores, sobre todo de mama e intestino grueso.
6. Mutaciones pioneras
Son un tipo de mutaciones génicas que a menudo causan
enfermedades en el hombre y que permiten seguir la pista de
las migraciones y el crecimiento de poblaciones específicas en
el transcurso de miles de años.
Se han descubierto miles de mutaciones responsables de
enfermedades humanas, pero las pioneras se apartan de lo
común. Las víctimas de numerosas enfermedades genéticas
mueren antes de reproducirse; los genes mutados no se
transmiten. Las mutaciones pioneras, en cambio, suelen
perdonar la vida a sus portadores, para así pasar a la
descendencia. Algunos de los trastornos derivados de estas
mutaciones presentan una notable frecuencia; nos referimos
a la hemocromatosis hereditaria, la anemia falciforme y la
fibrosis quística. Pero, ¿por qué la evolución conserva
mutaciones en apariencia perjudiciales en lugar de
deshacerse de ellas?
Veamos un ejemplo:
Dos hombres de mediana edad viven a miles de kilómetros de
distancia en los Estados Unidos. No se conocen, pero tienen
un rasgo común: la absorción de hierro en su organismo es
tan eficaz que, en vez de ventajosa, resulta dañina, hasta
terminar por provocar un fallo multiorgánico letal. Este
trastorno, la hemocromatosis hereditaria, afecta con
frecuencia a personas que han heredado de ambos
progenitores la misma mutación génica, una alteración que
se originó hace largo tiempo en un individuo que vivía en
Europa. La mutación viajó luego en el tiempo y el espacio, a
través de la progenie de ese europeo. En la actualidad, unos
22 millones de estadounidenses poseen al menos una copia
del gen mutado. El antepasado, desaparecido hace largo
tiempo, se considera el fundador o pionero de esa población;
a su legado génico se le denomina "mutación pionera".
Los expertos estudian las mutaciones patológicas a fin de
establecer criterios de identificación de las poblaciones de
riesgo. Buscan también abrir nuevas vías para la prevención
y el tratamiento de los trastornos relacionados con estas
mutaciones. Siguiendo esta senda han descubierto que las
mutaciones pioneras vienen a ser las huellas que la
humanidad ha ido dejando en la estela del tiempo:
constituyen una poderosa herramienta antropológica para el
rastreo de la historia de las poblaciones y sus migraciones en
el planeta.
6.1 Mutaciones pioneras, mutaciones singulares
Las enfermedades hereditarias suelen seguir un principio
general: mutaciones distintas en el mismo gen causan la
misma enfermedad. Como consecuencia varias familias
afectadas por la misma enfermedad portan distintas
versiones del gen mutado responsable del trastorno. Por
ejemplo, la hemofilia, un trastorno hemorrágico se debe a
mutaciones en el gen que codifica el factor VIII, un
componente del sistema de coagulación sanguínea; en
general, cada caso de hemofilia responde a una mutación
distinta en el gen del factor VIII. De hecho, se han localizado
mutaciones en cientos de sitios del gen.
Una misma mutación puede estar detrás de enfermedades
diversas. Acostumbra a presentarse en dos formas: como
mutación de punto caliente hotspot o como mutación
pionera. Un hotspot corresponde a un par de bases de ADN
con una elevada propensión a la mutación. Por ejemplo, la
acondroplasia, una forma común de enanismo, suele deberse
a una mutación en el par 1138, en el gen FGFR3, situado en
el brazo corto del cromosoma humano 4. Los individuos que
presentan mutaciones de punto caliente no suelen estar
relacionados entre si: el resto de ADN varia de uno a otro,
como ocurre entre las personas sin nexo ni parentesco. Pero
las mutaciones pioneras pasan incólumes de una generación
a otra, difieren de las mutaciones espontáneas de hotspot.
En cada persona portadora de una mutación pionera, el ADN
alterado se halla embebido en un tramo mas largo de ADN
idéntico al que existía en el individuo fundador. Esta región
génica corresponde al haplotipo. Si se comparte un haplotipo
se comparte también un antepasado: el fundador de la
mutación.
El estudio de los haplotipos arroja luz sobre el inicio de las
mutaciones pioneras y permite seguir el rastro de las
poblaciones humanas.
A partir de la longitud del haplotipo, que disminuye con el
tiempo, se determina la edad de una mutación pionera. El
haplotipo original corresponde al cromosoma completo que
aloja la mutación. El fundador transmite ese cromosoma a la
descendencia, que recibe también otro cromosoma sano de la
pareja del fundador. Los dos cromosomas, uno de cada
progenitor intercambian entre si de forma aleatoria
segmentos de ADN.
Tras una primera recombinación seguirá instalada en una
larga sección del ADN del fundador. Conforme van pasando
las generaciones el haplotipo que incluye el gen mutado se
reduce poco a poco con cada recombinación sucesiva.
Por tanto una mutación pionera joven (de escasos cientos de
años de antigüedad) se encontraría hoy en medio de un largo
haplotipo. Y una mutación pionera antigua (de decenas de
miles de años de edad) se hallaría en un haplotipo de
longitud reducida.
Existe una larga lista de mutaciones pioneras conocidas.
En su mayoría, las alteraciones génicas que causan
enfermedades se dan entre uno de cada varios miles/millones
de individuos. Las mutaciones pioneras ser dan sin embargo
en un porcentaje notable de la población.
Pero, ¿no debería la evolución deshacerse de estos genes
dañinos en lugar de conservarlos? Sucede que bajo algunas
circunstancias las mutaciones pioneras se revelan
beneficiosas. Esa es la clave. En su mayoría las mutaciones
pioneras son recesivas: solo quien hereda las dos copias del
gen afectado, una de cada progenitor, hereda la enfermedad.
Las personas con sólo una copia (los más numerosos) se
denominan portadores: pueden pasar el gen mutado a sus
hijos y no manifestar ellas mismas síntomas de la
enfermedad. Esa copia única de la mutación pionera confiere
al portador una ventaja evolutiva. Por ejemplo, se piensa que
los portadores de la mutación de la hemocromatosis
hereditaria están protegidos de la anemia ferropénica (una
deficiencia férrica que antaño resultaba de suma gravedad).
Por tanto los portadores de esta mutación pionera contaban
con una ventaja cuando el hierro escaseaba en la dieta.
6.2 Un gen repartido por todo el mundo
Antes de la irrupción de los transportes modernos, las
mutaciones pioneras cubrían largas distancias en viajes que
solían durar decenas e incluso centenas de generaciones.
El ejemplo mas extremo de migración lo ofrece una
variabilidad genética de nuestro sentido del gusto. Alrededor
de un 75% de lo habitantes de nuestro planeta perciben
amarga la feniltiocarbamida (PTC); no es así en el 25%
restante. Se ha descubierto que una combinación de tres
alteraciones génicas hace que se codifique un receptor de PCT
que no detecta el amargor. Así pues, todos los individuos
insensibles a la PTC descienden de un fundador que contaba
con esas alteraciones. Nuestro sentido del gusto amargo se
ha desarrollado para protegernos de la ingesta de sustancias
tóxicas vegetales; pero ¿cual sería la ventaja de la variante
génica que no detecta tal sabor? El detector PCT ha perdido
la sensibilidad hacia lo amargo para desarrollar una
sensibilidad hacia otras sustancias tóxicas.
La mutación insensible se halla en un tramo corto de ADN
ancestral, ello indica que se trata de una mutación pionera
antiquísima de más de 100.000 años.
La mutación insensible a la PTC aporta valiosa información
sobre las primeras migraciones humanas. Su actual
distribución y frecuencia respalda la hipótesis del origen
africano de nuestra especie. A tenor de los datos
antropológicos y arqueológicos, la población original del
hombre moderno vivió en África; un subgrupo reducido de la
misma emigro hace 75.000 años y se distribuyo por los 5
continentes. Todas las poblaciones no africanas descienden
de ellos. Pero además, esta mutación arroja luz sobre una de
las cuestiones mas controvertidas de la antropología
moderna. Conforme nuestros antepasados Homo sapiens se
expandían por el mundo ¿se mezclaron con los homínidos
mas arcaicos que se encontraron por Europa y Asia? Estos
homínido arcaicos contarían con sus propias variantes del
gen del receptor TCP, seleccionado positivamente para
defenderse de las toxinas de la flora local. Si tuvieron
descendencia con Homo sapiens cabria esperar formas
distintas de este gen en poblaciones europeas o asiáticas.
Pero no se han encontrado. El estudio de mutaciones
pioneras en el hombre moderno indica que no se produjo
ningún entrecruzamiento exitoso entre Homo sapiens y otros
grupos humanos durante esa gran emigración africana hace
decenas de miles de años.
Además de confirmar la hipótesis del origen africano de
nuestra especie, el análisis de las mutaciones pioneras ha
revelado progenies comunes de otros grupos sin relación de
parentesco manifiesta (una investigación reciente llevada a
cabo por David B. Golstein ha demostrado un inesperado
vínculo
genético
entre
celtas
y
vascos).
Futuras
investigaciones sobre las mutaciones pioneras y sus
haplotipos ahondaran en los nexos génicos que expliquen las
migraciones y el crecimiento de las poblaciones humanas que
nos han llevado hasta la situación actual. Arrojaran luz
también sobre las raíces del árbol de la familia humana.
7. Bibliografía
Material impreso:
 Investigación y Ciencia (Scientific American) - N.351
 National Geografic - Vol.15 N.5
 National Geografic - Vol.18 N.3
Material Web:
 http://es.wikipedia.org/
 http://www.ucm.es/info/genetica/grupod/Mutacion/m
utacion.htm
 http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&co
d=22205
 http://www.evolutionibus.info/evolucionbiologica.html
 http://baco.galeon.com/Carcinogenesis.htm
 http://nostoc.usal.es/sefin/MI/programa.htm