Download CELEBRACIÓN DEL HERMANO POLICARPO. Mes de Mayo.
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1 REZAR CON EL VH POLICARPO A MARÍA. MAYO 2015 Permitidme celebrar con júbilo de mi corazón vuestra felicidad, ¡Oh Madre, que sois también la mía!” (VH Policarpo) 1. PRESENTACIÓN La dedicación de un mes del año a una devoción particular, es una forma de piedad popular que se remonta a muchos siglos. El mes de mayo, llamado “Mes de María”, es el más antiguo y el más conocido. Oficialmente, desde 1724, el mes de mayo lleva este nombre, pero antes ya y durante él se honraba a María. Las primeras palabras de una canción, "Es el mes de María, es el mes más bello…” se cantaban ya en el siglo XIII, cuando el rey de Castilla, Alfonso X el Sabio, asoció la belleza de María al mes de mayo con uno de sus himnos Aprovechemos la ocasión que este mes nos depara para honrar a nuestra Madre celestial y para pedir al VF Policarpo que nos conceda su amor a María. La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. 2. HIMNO. Mira cómo florece, mira a María Mira la rosa, muda, vestida de rocío. Todos saben que es ella oculta bajo el frío. Mira el cielo, cubierto de oscuros nubarrones. Hasta un niño sabría llamarlo por su nombre. Mira cómo florece, mira a María Corre el agua descalza por cumbres y laderas. Dime si no la sientes, aunque no puedes verla. Mira cómo florece, mira a María Por la savia, callando, viene la primavera. Mira cómo florece bajos las ramas llenas. Mira cómo florece, mira a María 3 PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA En Caná se nos invita a vivir la alegría de un jubileo. María, siempre atenta y solícita, logra que una fiesta que estaba a punto de fracasar por falta de vino vuelva a lucir con todo su esplendor. Y para que la boda sea un jubileo unas palabras de María: Haced lo que él os diga, haced lo que Jesús os diga. Juan 2,1-5 Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino.” Jesús le respondió: “Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora.” Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan lo que él les diga.” Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: “Llenen de agua esos recipientes.” Y los llenaron hasta el borde. “Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo.” Y ellos se lo llevaron. Momentos de reflexión y oración con el hermano Policarpo Que en vuestros oídos resuenen las mismas palabras que María dijo en Caná: Haced lo que Él os diga. Cómo me gustaba, en los momentos de agobio, repetir esas palabras. Sí, vosotros también necesitáis escuchar de nuevo esas palabras. Metidos de lleno en vuestra acción parece como si prescindierais de Jesús en vuestra vida, como si fuerais imprescindibles y tuvierais que ser los 1 2 que solucionan todos los problemas. Y, lejos de Jesús, la vida se parece a la de aquellos cántaros vacíos, la alegría se ausenta y la escuela se vuelve triste. Los viejos cántaros se llenarán de esa agua transformada en vino que hará posible que la fiesta continúe y que la peregrinación por los caminos de esperanza continúe. Pedid a María que os repita una y otra vez, para que no se os olvide: ¡Haced lo que Él os diga! 4. CON EL HERMANO POLICARPO NOS CONSAGRAMOS A MARÍA Nos ofrecemos a ti, ¡Virgen santa!, para llevar al divino Niño: deposítalo en nuestros brazos, a fin de que tomemos parte en tus solicitudes y alegrías maternales. Dígnate obtenernos, ¡oh María!, la gracia de conservarlo siempre presente en el centro de nuestro corazón cual germen de amor. Obtenednos, además, que este germen de amor se transforme en un inmenso árbol de frutos para nuestros Hermanos y alumnos. María, la virgen fiel, es para nosotros más que un modelo: Ella es nuestra madre y nuestra educadora, Es un regalo precioso que Jesús nos entregó desde la Cruz. Ven con nosotros al caminar, Santa María ven A ti encomendamos nuestra comunidad y nuestro colegio. Que tu poderosa intercesión sea para nuestra vida espiritual fuente de gracia divina y de esperanza. Ven con nosotros al caminar, Santa María ven A ti, que conservabas en tu corazón la Palabra de Dios, te pedimos que nos introduzcas, cada día más profundamente, en el misterio del amor de Cristo. Ven con nosotros al caminar, Santa María ven Contigo y como tu queremos vivir en la alegre esperanza Y en el agradecimiento por gracia de nuestra vocación. Ven con nosotros al caminar, Santa María ven PRECES COMUNITARIAS El Hermano Benjamín, contemporáneo del hermano Policarpo, escribía: “La Virgen María era el refugio diario del Hermano Policarpo, se esmeraba en imitar sus virtudes y no emprendía nada sin antes haberlo puesto bajo su protección maternal.”. A ejemplo de nuestro "Segundo Fundador" recemos a nuestra Madre María en cada momento de nuestras vidas. Santa María, intercede por nosotros ante tu Hijo. María educadora, enséñanos a comprender que ser educador es tanto saber acoger como ser acogido por aquéllos a quienes educamos; es enseñarles y saber aprender de ellos, sobre todo de los que son pobres, humillados y abandonados. María intercesora, ayuda a los cristianos que viven en contextos secularizados a hacerse disponibles para anunciar a Jesús. Virgen María, modelo de toda vocación, no tuvo miedo a decir su «fiat» a la llamada del Señor. A ti nos dirigimos para estar plenamente disponibles al designio que Dios tiene para cada uno de nosotros, para que crezca en nosotros el deseo de salir e ir, con solicitud, al encuentro con los demás. María, consoladora de los afligidos te encomendamos los enfermos y por los que están pasando dificultades en su vida (es bueno nombrar a aquellas personas a los que encomendamos a nuestro hermano Policarpo). Padre nuestro Virgen Santa, dígnate obtener la gracia de mantener a Jesús siempre presente en nuestro corazón como germen de amor, llamado a crecer. Permítenos mezclar nuestras oraciones con las de la corte celestial que alaba a Dios por el amor que siente por nosotros y por todos los favores que nos concediste en el pasado, que nos concedes en el presente y nos concederás en el futuro. Que podamos alegrarnos al ser escuchadas nuestras peticiones y la de todos los que imploran la beatificación del Venerable Hermano Policarpo. Amén. 2