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VISIÓN DE LOS SEGUROS DE PERSONAS – REFLEXIONES Aprovechando el tema que se me ha propuesto quiero invitarlos a reflexionar un poco sobre lo mucho que ha cambiado el panorama de los seguros de personas en Colombia durante los últimos diez años. Al mismo tiempo quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones personales sobre mi visión de los mercados de seguros de personas en el país y sus perspectivas de mediano plazo, visión que estoy seguro no es ajena a muchos de ustedes. 1) Ayer y hoy: cambios en el mercado de los seguros de personas. Si nos remontamos a los últimos años de la década de los 80, es decir antes de la profunda reforma que se plasmó en la Ley 45 de 1.990, hoy recogida en el Estatuto Financiero, podemos contrastar más claramente las marcadas diferencias que se pueden señalar entre la situación y las perspectivas del mercado de los seguros de personas en la Colombia de hoy, versus el panorama que se podía describir antes de la liberalización. Veamos algunas de estas diferencias: Para la mayor parte de las compañías, el núcleo del negocio antes de los 90 estaba en los seguros generales y sólo unas pocas, entre las que cabría mencionar a Suramericana y Bolívar en Vida individual, tenían claro el enorme futuro de los seguros de personas y destinaban esfuerzos coherentes a construir participaciones en este mercado. Algunas otras como Seguros Médicos Voluntarios en su momento y la propia Skandia habían desarrollado un negocio importante en seguros de salud. Pero las demás “compañias de Vida”, en su mayoría sólo trabajaban seguros de grupo o colectivos como complemento a los programas de seguros de sus clientes empresariales. Hoy, como sabemos, son muchas las compañías que se han enfocado con prioridad hacia seguros de personas. Inclusive la aseguradora estatal “La Previsora” creó su propia compañía de seguros de Vida. Hay además un claro interés y enfoque hacia los seguros individuales que antes no se daba en igual grado. Antes de los noventa, podemos decir que los seguros de personas se distribuían básicamente por el mismo canal que los seguros de daños: el corredor de seguros y, en unas pocas compañías, por intermedio de una “fuerza de ventas”, pocas veces exclusiva. El canal de la intermediación era entonces prácticamente la única vía para la distribución de los seguros y el único conducto de comunicación entre la aseguradora y su cliente. Las aseguradoras no dedicaban muchos recursos al mercadeo, sólo algunas hacían publicidad y era muy raro ver “promociones”, al estilo de las que permanentemente se ofrecen para productos de consumo. Hoy asistimos a un gran desarrollo de canales alternativos, que se están usando en la distribución de seguros, y que si bien muchas veces no implican la sustitución del intermediario, sí modifican su papel en el proceso y, sobre todo, cambian radicalmente la comunicación compañía – asegurado y abren posibilidades muy grandes de distribución y de divulgación de los seguros, particularmente los de personas. Antes de los noventa, la variedad de productos y ofertas era muy pobre. Incluso muchas categorías de productos no se ofrecían en el país, como por ejemplo las rentas vitalicias. Hoy no sólo hay variedad de productos sino también gran diversidad de empaquetamientos, combinaciones y ofertas. Y también hay opciones distintas en cuanto a tasas y precios. Por otra parte, en diciembre de 1.993 tuvimos la reforma de la seguridad social tanto en pensiones como en salud y riesgos profesionales, en el contexto del llamado “revolcón”, que trajo cambios paralelos en la economía consistentes con las reformas en nuestro propio sector. La reforma de la seguridad social no solamente abrió mercados nuevos para las compañías de seguros dentro del marco de las coberturas establecidas por la propia Ley 100, sino que delimitó mucho más nítidamente las fronteras entre el seguro privado y el seguro social. 2) Perspectivas A la luz de los comentarios anteriores, vemos cómo la evolución de los seguros de personas durante la última década refleja cambios importantes en el mercado y en las compañías que trabajan el ramo. Ha sido una evolución acelerada y se espera que siga siéndolo. Vale la pena destacar los factores que contribuyen a explicar el porqué las tendencias que hemos venido viendo en el desarrollo de los seguros de personas continuarán estando presentes en los próximos años. Desarrollo económico: a pesar de las dificultades obvias para la venta de seguros que se derivan de una coyuntura recesiva como la actual, vale la pena destacar que las primas de seguros año tras año un crecimiento real, salvo algunos años excepcionalmente difíciles como 1.991, cuando muchas compañías adoptaron estrategias de reducción agresiva en sus precios para conservar sus negocios frente a la competencia que se derivó de la liberlización de las tarifas de los seguros. En lo que va de este año (enero a julio), FASECOLDA reporta un crecimiento del 17.1% para el sector, y de 22.9% para los seguros de personas, en relación con el año anterior. Esto implica un incremento real, después de inflación, del orden de 12%, en un entorno de alto desempleo y bajo crecimiento económico. Características de la demanda de seguros: los seguros se caracterizan por ser bienes cuya demanda crece normalmente más rápido de lo que crece el ingreso de las personas. A diferencia de bienes tales como los alimentos, la demanda de seguros es muy sensible al mejoramiento del ingreso de las personas. Aunque ciertamente la coyuntura reciente no ha producido dicho mejoramiento, e incluso ha habido un innegable deterioro, en las últimas décadas el producto por habitante en Colombia sí creció significativamente y el mercado de los seguros lo hizo a tasas sistemáticamente superiores a las de la economía. Esto se refleja en los índices de penetración del seguro en la economía del país. Mientras hace 25 años, la relación primas de seguros a Producto Interno Bruto era apenas del 1%, hoy es del orden del 2.5%. En países desarrollados pasa normalmente del 5% y puede llegar hasta el 10%. Esta es la perspectiva más clara que tenemos como industria: a medida que se produce desarrollo económico y ello se refleja en el producto por habitante, la demanda de seguros es creciente. La posibilidad de alcanzar índices de penetración comparables a los de países desarrollados en los próximos 15 o 20 años implica multiplicar el tamaño de la industria aseguradora por dos o más veces. Grado de cultura financiera y de seguros: en adición a lo anterior, en países como Colombia el desarrollo del seguro no está limitado únicamente por las restricciones de ingreso o de capacidad de ahorro de las personas, sino por el escaso grado de cultura o de conocimiento de las personas en general respecto de las características, las ventajas y las funciones que cumplen los seguros en la economía de las personas y familias. No cabe duda de que hoy el tema de los seguros está presente con mucho mayor frecuencia en la prensa y los medios en general. Adicionalmente, la reforma de la seguridad social, al ampliar drásticamente la población cubierta por el sistema, ha contribuido a crear una mayor conciencia del tema de la protección y los seguros en general así estén estos o no relacionados con la seguridad social. En síntesis, también desde el punto de vista de la difusión cultural del seguro, las perspectivas son positivas. No sobra señalar que, en la medida en que los seguros implican en muchos casos una labor pedagógica, para explicar al cliente productos y conceptos que pueden resultarle complejos, en esa medida el asesor de seguros seguirá siendo fundamental en la comercialización de los mismos por mucho tiempo más. Sin embargo, desarrollos tales como banca-seguros y el mercadeo por grupos de afinidad, permiten también llegar más rápidamente a cubrir segmentos de la población con coberturas básicas y productos sencillos de fácil suscripción. 3) Visión de Liberty: Desde la época de Skandia, Liberty ha mirado los seguros de personas dentro del contexto de las llamadas líneas personales, es decir, todos los seguros que una persona o una familia requiere a lo largo de su ciclo de vida. Nuestra visión ha sido la de analizar a la persona en su ciclo y ofrecerle las protecciones de seguro que va necesitando en los distintos momentos: el estudiante durante su educación, el que adquiere su primer vehículo, luego su apartamento, seguro de vida para sus hijos, planes de pensiones, etc. Esto configura toda una gama en donde las coberturas de personas propiamente dichas representan la mayor necesidad por atender. Recientemente por ejemplo hemos trabajado en el desarrollo y comercialización de un producto de seguro de vida en dólares, necesidad sentida en ciertos segmentos del mercado. El desarrollo de planes alternativos de pensiones sigue siendo un mercado explotado por pocas compañías y que ofrece sin duda una de las mayores proyecciones de crecimiento en los próximos años. 4) Visión de algunos productos en particular: En el enfoque tradicional de la seguridad social en el que se hablaba de “los tres pilares” o las tres columnas sobre las que se apoyaba el sistema, se resaltaba como primer objetivo el contar con una protección básica mínima para toda la población, financiada básicamente por el Estado. En la medida en que los esquemas de financiación de la seguridad social han cambiado exigiendo una mayor contribución individual, esa cobertura básica deja de ser igual para todos (al menos en lo relativo a pensiones) y se hace más proporcional al nivel de ingresos de los aportantes. El segundo pilar es el constituido por las contribuciones de las empresas y el tercero es el fundamentado en los planes adicionales que los individuos contraten para complementar sus prestaciones en salud o en pensiones. La reforma de la seguridad social ha definido estrictamente la protección básica y el campo de acción para protecciones complementarias. Puede decirse que las perspectivas de mercado de los seguros de personas se enmarcan en el ámbito de ese campo que deja la seguridad social abierto para el segundo y tercer pilares de la previsión. Vida: el seguro de invalidez y sobrevivientes previsto para los afiliados a los fondos de pensiones deja claros déficits de cobertura para las personas de mayores ingresos. Adicionalmente, todas las personas que no están afiliadas a estos fondos tienen la necesidad de un seguro de vida individual. Salud: el POS tiene limitaciones de cobertura y de calidad en el servicio que obviamente son y pueden ser objeto de coberturas complementarias para las cuales la industria aseguradora puede ofrecer una variedad de soluciones flexibles y amplias. Por otra parte la industria asegurador tiene también abierto el mercado de seguros para proteger de excesos de pérdida a las instituciones que hacen parte del sistema de seguridad social en salud. Accidentes comunes: la penetración de esta protección elemental es de las más bajas dentro de todos los productos de la industria aseguradora. De hecho puede decirse que ninguna aseguradora se ha especializado en este campo. Los anteriores son apenas algunos ejemplos del análisis que puede hacerse a nivel de productos en relación con sus perspectivas de mercado. 5) Racionalización del mercado Quiero dedicarle los últimos minutos a comentar las tendencias de la coyuntura actual en cuanto a suscripción y tarifas. Todos hemos vivido desde el año 90 en especial una competencia muy fuerte, inicialmente más pronunciada en los seguros generales pero pronto imitada en los mercados de seguros de personas, competencia desafortunadamente no basada en una medición racional de los costos reales de las coberturas ofrecidas ni en las estadísticas actuariales construidas con la experiencia de muchos años. Creo por fortuna que el mercado muestra una aún no muy marcada pero sí clara tendencia hacia una suscripción más racional y en particular hacia una suscripción basada en precios más técnicamente establecidos. Por último, veamos un poco la situación de la industria de seguros de personas a la luz de un análisis elemental de Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas – l a llamada matriz “DOFA”. Conclusión El panorama anterior nos muestra ante todo una multitud de oportunidades y también fortalezas claras basadas en las competencias específicas de nuestro sector, en el conocimiento especializado y la experiencia en el manejo de los riesgos que afectan a las personas. Sólo tenemos que llegarles con productos más adecuados a sus necesidades y por canales más amplios y más eficientes. En este campo hay espacio para desarrollar muchas estrategias de éxito para nuestra industria.