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T.H.E.
TALLER DE HISTORIA ECONÓMICA
Facultad de Economía - PUCE
BOLETÍN ELECTRÓNICO
Quito, Diciembre 18 de 2001 - Año III - No. 03
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Incluye archivo adjunto (word), con el “Boletín Electrónico del T.H.E.”.
En este número:
1. LA DEUDA EXTERNA. SUS ORÍGENES HISTÓRICOS. Juan J. Paz y Miño
Cepeda.
2. POLÉMICAS SOBRE QUITO. Juan J. Paz y Miño Cepeda.
3. EL MERCADO DE TRABAJO ECUATORIANO ANTES Y DESPUÉS DE
LA DOLARIZACIÓN. Giuseppina Da Ros.
4. THE-Monografías / Archivo electrónico del T.H.E.
HISTORIA ECONÓMICA GUBERNAMENTAL. Vicente Rocafuerte: 18351839.
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T.H.E.
TALLER DE HISTORIA ECONÓMICA
Facultad de Economía - PUCE
BOLETÍN ELECTRÓNICO
Coordinador: Dr. Juan J. Paz y Miño Cepeda
[email protected]
Quito, Diciembre 18 de 2001 - Año III - No. 03
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
El BOLETÍN ELECTRÓNICO del T.H.E. (mensual) es un sistema de información preferentemente
orientado a la economía y la historia económica del Ecuador en el contexto Latinoamericano. Tiene el
objetivo de contribuir al conocimiento y a la discusión académica universitaria. En ese marco serán
apreciadas las sugerencias y difundidas las colaboraciones. (Queda autorizada la difusión del Boletín,
citando la fuente).
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Sumario:
1. LA DEUDA EXTERNA. SUS ORÍGENES HISTÓRICOS. Juan J. Paz y Miño
Cepeda.
2. POLÉMICAS SOBRE QUITO. Juan J. Paz y Miño Cepeda.
3.
4.
EL MERCADO DE TRABAJO ECUATORIANO ANTES Y DESPUÉS DE
DOLARIZACIÓN. Giuseppina Da Ros.
THE-Monografías / Archivo electrónico del T.H.E.
HISTORIA ECONÓMICA GUBERNAMENTAL. Vicente Rocafuerte: 1835-1839.
LA
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1. LA DEUDA EXTERNA. SUS ORÍGENES HISTÓRICOS. Juan J. Paz y Miño
Cepeda.
La historia de las deudas externas del Ecuador (porque son varias) se caracteriza por
1. la irresponsabilidad política y gubernamental con la que fueron manejadas; 2. la
contraposición de los intereses privados al interés de la nación; y, 3. lo que siempre fue
más grave, la carencia de una “conciencia nacional” para afrontarlas.
LA “DEUDA DE LA INDEPENDENCIA”
En 1818, dos comisionados: José María del Real, por Colombia y Luis López
Méndez, por Venezuela, llegaron a Londres para intentar conseguir recursos para las
campañas de la independencia. Por sobre las dificultades surgidas, ambos obraron a su
antojo. Pero en 1820, llegó a Londres Francisco Antonio Zea, (Vicepresidente de la ya
fundada Gran Colombia), como Enviado Extraordinario, Ministro Plenipotenciario y
Agente Fiscal, con facultades ilimitadas para conseguir los recursos urgidos. A pesar de
ello, López M. desobedeció las expresas órdenes para que regresara, desconoció a Zea,
y, además, continuó negociando como si aún fuera representante del gobierno
colombiano.
El 27 de febrero de 1821, López M. suscribió un oneroso contrato de compraventa con Jaime Mackintosh para la provisión de buques, armamento, vestuario y
equipos militares para 10.000 individuos de tropa. La factura ascendió a £.186.475
(libras esterlinas) contra la cual López M. entregó vales (llamados “debentures”), que el
vendedor recibió con el 60% de descuento. Se fijó en £.15 el precio de cada vestuario
con su equipo correspondiente.
Cuando los materiales bélicos llegaron a Cartagena (abril, 1822) el
Vicepresidente Francisco de Paula Santander se negó a recibirlos, por el fabuloso valor
que tenían. Entonces, se presentó en Bogotá un Sr. Marshall, apoderado de Mackintosh
y propuso al gobierno recibir el equipo a un precio tasado por peritos. Pero Mackintosh
desaprobó la transacción. En cambio, Simón Bolívar, bien por guardar el honor de
Colombia, bien por su palabra empeñada, pero requerido de recursos bélicos, tuvo que
aceptar el que resultaba ruinoso y hasta ilegítimo contrato López-Mackintosh. También
fue enviado a Londres el Ministro José López Revenga, quien, al no acceder a las
exigencias de Mackintosh, fue demandado y hasta reducido arbitrariamente a prisión.
UN NUEVO CREDITO
La de López Méndez fue así la primera irresponsabilidad histórica relacionada
con el origen de “deuda inglesa” o “deuda de la Independencia”. La segunda la cometió
el propio Zea. Autorizado a contratar un empréstito por el máximo de 5 millones de
libras, Zea actuó también como renegociador e inexplicablemente reconoció como
acreedores a un sinnúmero de reclamantes de dudosos derechos, a quienes entregó
vales. Además, el 13 de marzo de 1822 negoció con Charles Herring, William Graham
y John Ditto Powles un nuevo crédito por £.2 millones, con el 20% de descuento y el
interés del 6%, pero reconociendo (“redimiendo”), al mismo tiempo, los vales que con
tanta “ligereza y facilidad” había entregado antes, si bien ni extinguió ni recibió los
vales de la deuda Mackintosh.
La Asamblea de Colombia (1823), indignada por las actuaciones de López
Méndez y de Zea, desconoció las negociaciones realizadas, sobre todo porque, al
momento de efectuarlas, ninguno de los dos personajes mantenía la representación
oficial del gobierno, pues la de López M. cesó legalmente con el nombramiento de Zea
y la de éste por disposición de Bolívar (octubre de 1821), que desgraciadamente no se
conoció oportunamente. Al mismo tiempo, la Asamblea facultó al Ejecutivo a obtener
un nuevo préstamo hasta por 30 millones de pesos.
LAS DEUDAS RECONOCIDAS
Acreditado por Colombia como Ministro Plenipotenciario, el nuevo enviado,
Manuel José Hurtado, buscó arreglar en Londres los embrollados y pendientes asuntos
crediticios, logrando (1824) un canje de vales con Herring, Graham y Powles y al año
siguiente con Mackintosh, de manera que fueron reconocidas deudas e intereses, aunque
otra vez más en condiciones gravosas. Una comisión paralela, integrada por Manuel A.
Arrublas y Francisco Montoya, adquirió un nuevo empréstito de la casa B. A.
Goldschmidt y Cía, de Londres. En total se consiguieron £.4.750.000 (£.1 = $.5 pesos).
La quiebra de B.A. Goldschmidt y Cía. (1826) volvió a complicar los asuntos. Pero
finalmente, en mayo del mismo año, el Congreso de la Gran Colombia reconoció las
contrataciones de Zea y las negociadas por Arrublas y Montoya.
En 1830 la Gran Colombia soñada por Bolívar se desintegró. Surgió, entonces,
la necesidad de distribuir sus pasadas deudas. Coincidiendo con la iniciativa de
Venezuela y Colombia, en 1832 el Congreso del nuevo Estado del Ecuador aprobó la
concurrencia de un delegado para resolver el problema. Pero el gobierno de Juan José
Flores tenía otras prioridades de índole política, pues se ocupó tanto de la campaña
sobre Pasto –que resultó un fracaso-, como del combate a los opositores de “El Quiteño
Libre” y a los “Chihuahuas”. En consecuencia, no envió delegado alguno al encuentro
de Plenipotenciarios, a pesar de que Venezuela y Colombia habían “solicitado y
aguardado en vano por largo tiempo la concurrencia de la citada República del
Ecuador”. El 23 de diciembre de 1834 y como únicos delegados asistentes a Bogotá,
Lino de Pombo, por Colombia y Santos Michelena, por Venezuela, suscribieron la
Convención que distribuyó la deuda grancolombiana así: “en cada cien unidades se hace
cargo la Nueva Granada de cincuenta unidades; Venezuela de veinte y ocho y media; y
el Ecuador se hará cargo de veintiuna y media” (Art. 1). Los montos equivalentes
fueron:
DISTRIBUCION DE LA DEUDA EXTERNA (Libras esterlinas)
Estados
Nueva Granada
Venezuela
Ecuador
Totales
%
50
28½
21½
100
Capital (£)
3.312.975
1.888.396
1.424.579
6.625.950
Intereses
1.590.228
906.430
683.798
3.180.456
Total
.
4.903.203
2.794.826
2.108.377
9.806.406
DEUDA EXTERNA DISTRIBUIDA SEGUN EMPRESTITOS
Préstamo
ECUADOR
N. GRANADA
VENEZUELA
TOTALES
.
En libras esterlinas
1) Hering, Graham
430.000
1.000.000
570.000
2.000.000
y Powles
(13/3/1822)
2) B.A. Goldschmidt
994.579,05
2.312.975
1.318.395,15 4.625.950
(15/5/1824)
3) Préstamo de México
13.545
31.500
17.955
63.000
(1826)
Totales
1.438.124,05
3.344.475
1.906.350,15 6.688.949,20
_____________________________________________________________________________
En pesos
1) Deuda consolidada
1.492.097,25½ 3.469.993,62½ 1.977.896,37
6.939.987,25
al 3% de interés hasta
el 31/12/1829.
2) Deuda consolidada
1.152.261,50
2.679.677,87½ 1.527.416,37½
5.359.355,75
al 5% de interés hasta
el 31/12/1829.
Totales
2.644.358,75½ 6.149.671,50
3.505.312,74½ 12.299.343
_____________________________________________________________________________
Fuente: Convención Lino de Pombo-Santos Michelena, Bogotá, 23 Dic. 1834
Elaboración: JPyMC.
EL CONVENIO ESPINEL-MOCATTA
La ausencia de delegado ecuatoriano fue la tercera y la mayor en la cadena de las
irresponsabilidades históricas. A consecuencia de ello, el Congreso del Ecuador,
mediante Decreto del 13 de abril de 1837, reconoció y aprobó (sin “beneficio de
inventario”) lo resuelto por la Convención Pombo-Michelena.
Entre 1834 y 1854 el Ecuador nada pagó por la “deuda de la Independencia”.
Llegó, entonces, la cuarta irresponsabilidad. Por Decreto del 24 de noviembre de 1854
el Congreso aprobó el Convenio del 6 del mismo mes, celebrado entre el Ministro
Marcos Espinel y el Agente de los Tenedores de Bonos en Londres, Elías Mocatta. La
“monstruosa negociación” (sostuvo Emilio María Terán en un estudio de 1899),
reconoció £.1.824.000 a favor de los tenedores, en los nuevos “Bonos Ecuatorianos de
la Deuda Extranjera Consolidada” y en “Bonos Ecuatorianos Provisionales”. Pero el
pago se garantizó con derechos aduaneros, patrimonios fiscales, terrenos baldíos, rentas
alternativas y hasta con la acreencia del país sobre parte de la antigua deuda del Perú.
En 1855 se comenzaron a pagar exclusivamente los intereses de la deuda
consolidada, hasta la suspensión efectuada en 1869. Se destinó para ello la cuarta parte
de los derechos aduaneros por importaciones. Durante 14 años los tenedores de bonos
llegaron a recibir la suma de $ 1.527.114,11 (1.221.691,28 sucres de la época), “sin que
nuestra deuda de un millón ochocientas veinticuatro mil libras esterlinas hubiera
disminuido siquiera en un penique”, según constató Emilio María Terán. Para desgracia
del Ecuador, la historia de la deuda republicana sólo había comenzado.
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2. POLÉMICAS SOBRE QUITO. Juan J. Paz y Miño Cepeda
“Desde el Baúl”. Diario HOY, Quito, 11 diciembre 2001.
El 15 de agosto de 1534, “en el pueblo de Riobamba”, el Mariscal Diego de
Almagro funda “esta ciudad de Santiago de Quito”, nombrando 2 Alcaldes, 8
Regidores, 1 Procurador y 1 Mayordomo. En el Acta, suscrita por el escribano Gonzalo
Díaz, se anota que “dicho pueblo” debe “mudarse” a otro sitio “mejor”.
Otra Acta, del escribano Juan de Espinosa, registra que “en la ciudad de
Santiago”, el 28 de agosto de 1534, Almagro decidió fundar “otro pueblo de mas desta
dicha ciudad” y fundó ”otro pueblo en sitio y asiento donde está el pueblo que en lengua
de indios ahora se llama Quito” a “treinta leguas poco mas o menos desta ciudad de
Santiago” (que hoy es Riobamba) y al cual “puso por nombre la Villa de San
Francisco”, que debía “mudarse” a un lugar más conveniente “en otro sitio en su
comarca”. Almagro nombró 2 Alcaldes y 8 Regidores.
Una tercera Acta, suscrita por el escribano Gonzalo Díaz, lo único que registra
es que ya “en la villa de San Francisco de la provincia de Quito”, el 6 de diciembre de
1534, el Capitán Sebastián de Benalcázar “dixo que mandaba y mandó” que se
“notifique a los alcaldes y regidores desta dicha villa” para que “residiesen en ella” y
que “usasen de los dichos oficios de alcaldes y regidores conforme a la fundación y
elección que hizo el magnífico señor don Diego de Almagro… por manera que esta
dicha villa fuese bien regida e la justicia de su magestad en ella administrada”. Los
Alcaldes y Regidores nombrados “dixeron que obedecen el dicho mando e que están
prestos cada uno por lo que le toca e atañe residir en la dicha villa e usar de los dichos
oficios conforme a la dicha elección que el dicho mariscal (Almagro) hizo”. Se
inscribieron 204 “vecinos”, entre ellos Benalcázar, los 2 Alcaldes: Juan de Ampudia y
Diego de Tapia y 5 Regidores: Pedro de Añasco, Juan de Padilla, Alonso Fernández,
Rodrigo Núñez, Diego Martín de Utrera.
Por Cédula Real del 14 de marzo de 1541, recién se le otorgó a la “Villa” de San
Francisco de Quito el título de “Ciudad” y por Cédula Real del 14 de febrero de 1556 el
título de “Muy Noble y Muy Leal”. Quito, pues, realiza sus “fiestas” el día del
asentamiento y no el de su fundación. Pero, ¿afecta ello su “identidad” o la “unidad
nacional”?
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3. EL MERCADO DE TRABAJO ECUATORIANO ANTES Y DESPUÉS DE
LA DOLARIZACIÓN. Giuseppina Da Ros
El mercado de trabajo ecuatoriano antes y después de la dolarización1
Giuseppina Da Ros2
“En una sociedad que se define crecientemente como sociedad de mercado, es decir que mercantiliza todas las
relaciones y capacidades, incluido el trabajo, es otro el aspecto en que hoy se centra la cuestión social: la exclusión
como productor. En el contexto de la revolución tecno-organizativa, el mercado deja de reconocer como miembros
plenos a una parte amplia de la población, capacitada o no... Los así excluidos son arrojados a un mundo socialmente
anómico de necesidad, precariedad y lucha por la supervivencia...” 3.
I. Introducción
Para analizar la evolución del mercado laboral ecuatoriano durante el primer año de
dolarización, es indispensable contrastar su reciente dinámica con procesos y tendencias
de años anteriores. Por esa razón, el análisis de los principales indicadores del mercado
de trabajo cubre el período comprendido entre marzo de 1998 y diciembre del 2000 para
el cual se dispone de datos mensuales obtenidos a partir de las encuestas efectuadas
mensualmente en las tres ciudades más importantes del país: Quito, Guayaquil y
Cuenca, que cubren alrededor del 55% de la población urbana del país. El alcance
interpretativo de estos datos será, por lo tanto, limitado por su caracterización
geográfica y las conclusiones no necesariamente pueden ser generalizadas a todo el
ámbito nacional.
Puesto que no se han realizado recientemente análisis sobre el mercado del trabajo
ecuatoriano, se ha considerado importante presentar inicialmente una descripción
gráfica de las principales variables laborales y de su concatenación, para luego efectuar
algunas reflexiones sobre las tendencias observadas y algunas consideraciones finales.
(*) La autora agradece las sugerencias y aportes críticos de Carlos Criollo y Consuelo Aguinaga,
consultores del Proyecto “Indicadores de Coyuntura del Mercado Laboral Ecuatoriano” de la Universidad
Católica del Ecuador – PUCE, de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil – UCSG y de la
Universidad del Azuay – UDA. Un reconocimiento especial amerita Amparo Sanipatín Landeta, del equipo
técnico del mencionado proyecto, por la actualización de la información estadísticas requeridas. Los
criterios y opiniones que aquí se expresan son de exclusiva responsabilidad de la autora.
1 El presente artículo fue publicado en: Marconi Salvador (editor), Macroeconomía y economía política en
dolarización, Abya Yala / UPS – ILDIS – UASB, 2001, pp. 227-252.
2 Economista, Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
3 José Luis Coraggio, Política social y economía del trabajo. Alternativas a la política neoliberal para la
ciudad, serie Propuesta n.3, Coedición Miño y Dávila Editores, Instituto Fronesis, Ildis-Fes, Abya-Yala,
Quito, 1999, p. 25.
2. Oferta laboral y flujos migratorios
La dinámica de la oferta laboral está directamente relacionada con modificaciones
demográficas, la participación de la población en edad de trabajar (PET) en la fuerza de trabajo
(PEA) y los flujos migratorios. En el caso de las ciudades analizadas, se puede observar que la
población económicamente activa o PEA, después de haber registrado una tendencia
ascendente a lo largo del período investigado, evidencia una reversión entre octubre y
diciembre del año 2000 (disminuye de aproximadamente 53000 personas) lo que, en presencia
de una población total y en edad de trabajar en aumento, podría explicarse principalmente en
términos de flujos migratorios hacia otras áreas del país y, sobre todo, hacia el exterior.
Gráfico 1
PEA
- número de personas1850000
1800000
1750000
1700000
1650000
1600000
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98
Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99
Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
* En cada gráfico, la línea vertical marca el inicio formal de la
La tasa global de participación (TGP) -uno de los indicadores más utilizados para analizar el
comportamiento del mercado del trabajo, pues permite apreciar las variaciones de la oferta
laboral midiendo la proporción de la población en edad laboral (de diez años y más) que se
encuentra efectivamente ocupada o que desea participar activamente en el mercado de
trabajo- confirma la tendencia señalada.
Gráfico 2
Tasa global de participación
%
(PEA/PET)
60
58
56
54
52
Mar-98
Jun-98
Sep-98
Dic-98
Mar-99
Jun-99 Sep-99
Dic-99
Mar-00
Jun-00
Sep-00
Dic-00
Este ratio, entre abril de 1998 y abril de 1999, es de alrededor del 55%; luego fluctúa entre el
56 y 58%, lo que se evidencia en un ligero desplazamiento de la curva hacia arriba; cabe
anotar una suerte de fase cíclica (tal vez estacional) al interior de cada año. En el período de la
dolarización, que interesa particularmente en esta nota, se registra un crecimiento de la
población en búsqueda de oportunidades de trabajo o ocupada desde marzo del 2000 (al inicio
del proceso de dolarización) y con el mayor repunte en octubre; a partir de este mes la
tendencia es más bien a la baja, pues como se señaló, la PEA disminuye simultáneamente a
un incremento de la PET. El supuesto que sean los flujos migratorios los que determinan esa
tendencia cobra mayor fuerza.
En efecto, si se revisan las encuestas sobre población migrante, realizadas en las ciudades
analizadas, durante los meses de octubre, noviembre y diciembre del año 2000, habrían salido
del país, desde hace más de cuatro años, alrededor de cien mil personas, de las cuales 45.5%
en los recientes 12 meses. Los principales países de destino fueron España (35,5%) y Estados
Unidos (35%). El mayor porcentaje de emigrantes (61%) correspondió al grupo de edad
comprendida entre los 25 y 44 años, es decir, se trató de mano de obra –tanto femenina como
masculina- en su etapa productiva más importante. En lo que concierne el nivel de instrucción
de las personas que emigraron en los 7 meses previos a la encuesta (es decir, en la etapa de
dolarización), casi el 59% poseía título de secundaria; 15% de primaría y 25% superior. Estos
datos indican que no solamente salieron del país personas de bajo nivel de instrucción sino que
emigró también mano de obra calificada (de ambos sexos) que no encontró en el Ecuador un
reconocimiento y valorización de sus esfuerzos y capacidades profesionales. En efecto, la
principal razón de salida fue la búsqueda de trabajo (78.2%), tanto de las personas que antes
de irse tenían trabajo (que representan el 62% de la población emigrante en más de cuatro
años), como de los que se encontraban desempleados (31.2%).
3. Evolución de la fuerza de trabajo
Para apreciar como ha variado la fuerza de trabajo o PEA en relación a la población total es
menester analizar la tasa bruta de participación (TBP). Este cociente ha fluctuado entre 44 y
45%
desde mayo de 1998 a mayo de 1999; a partir de ese mes y hasta enero del año 2000 se
incrementa a niveles ligeramente superiores al 46%, para luego, desde octubre, bajar
nuevamente al 45%. En este caso, también se evidencian posibles tendencias cíclicas y cabe
recordar que la PEA disminuye en presencia de una población total en aumento, por lo tanto,
se confirmarían al respecto las consideraciones formuladas en párrafos precedentes con
respecto a los flujos migratorios.
Gráfico 3
Tasa bruta de participación
%
(PEA/Pob.Tot.)
47
46
45
44
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Desglosando la PEA en sus dos componentes, ocupación global y desempleo total, se
constata que antes de la transición al nuevo esquema monetario y cambiario, la tasa de
ocupación global tenía una tendencia hacia la baja (pasando de un porcentaje de 90.8%,
a principios del período analizado, a 83% en febrero del 2000), como resultado de la
aguda contracción de la demanda interna y de la caída de la actividad productiva
(consecuencia de la crisis bancaria, el congelamiento de los depósitos en marzo de 1999
y la falta de credibilidad política). Con la adopción de la dolarización y sobre todo a
partir del mes de julio del 2000 -cuando el sistema productivo da signos de reactivación
pues la estabilidad del tipo de cambio habría supuestamente garantizado a los agentes
económicos costos de producción invariados- se registra una recuperación de dicha tasa
que alcanza niveles similares a los de julio-agosto de 1998 (89.7% al cierre del año
2000).
Gráfico 4
Tasas de ocupación global
%
92
90
88
86
84
82
Mar-98
Jun-98
Sep-98
Dic-98
Mar-99
Jun-99
Sep-99
Dic-99
Mar-00
Jun-00
Sep-00
Dic-00
La disminución de la tasa de desempleo ha dado lugar a interpretaciones erróneas, pues
ha sido considerada un indicador favorable de los efectos de la leve reactivación
económica sobre el mercado del trabajo; por el contrario, dicha disminución es más bien
el resultado del continuo “desangre” poblacional hacia otros países.
Como se evidencia en el gráfico 5, la desocupación abierta es la que marca la tendencia
general de la curva.
Gráfico 5
Tasas de desempleo
%
18
15
12
9
6
3
0
Mar-98
Jun-98
Sep-98
Dic-98
Mar-99
Tasas de Desempleo Total
Jun-99
Sep-99
Dic-99
Abierta
Mar-00
Jun-00
Sep-00
Dic-00
Oculta
Para un análisis más completo de los cambios en la ocupación global, es oportuno
diferenciar los elementos que la integran: ocupación adecuada y subempleo.
La tasa de ocupación adecuada tuvo, antes de la dolarización, una tendencia
decreciente hasta octubre de 1999; luego de una ligera recuperación (hasta febrero del
2000), registró una brusca caída en mayo. La población que dejó de ser adecuadamente
remunerada y empleada, como consta en el gráfico 6, pasó a engrosar las filas de la
subocupación.
Gráfico 6
%
Tasas de ocupación adecuada y subempleo
55
65
50
60
45
55
40
50
35
45
30
40
25
20
35
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Ocupación adecuada
Subempleo Total
Después de la contracción económica que sufrió el sector productivo durante casi todo
1998 y 1999, el leve repunte en el nivel de actividad a partir de agosto del 2000 (como
indica el IDEAC), se tradujo en una moderada recuperación del nivel de ocupación
adecuada, desde octubre.
Indice de actividad económica coyuntural – IDEAC*
Cuadro 1
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Gráfico 7
1998
196.3
192.0
189.6
189.9
192.6
192.6
188.1
182.3
178.3
175.7
173.8
174.4
1999
177.3
180.1
182.8
185.0
185.2
184.9
185.0
183.6
181.5
179.5
178.6
178.9
2000
180.0
181.7
182.5
181.5
178.9
176.3
175.4
176.3
178.5
182.0
185.5
188.0
200
190
180
170
160
Ene
Feb
Mar
Abr
May
1998
Jun
Jul
1999
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic
2000
(*) El IDEAC es un indicador mensual elaborado en base a ponderaciones sectoriales de diversas actividades de la esfera real. Mide la
evolución económica coyuntural del país. Fuente: Banco Central del Ecuador.
3.1. Tendencias económicas sectoriales, mercado del trabajo y salarios reales
La tímida recuperación del crecimiento económico, a los pocos meses de adoptado el
nuevo esquema monetario y cambiario, no consiguió la esperada mejoría en el mercado
laboral, pues la expansión se dio sobre todo en sectores de uso intensivo de capital,
como petróleo y minas y el manufacturero moderno. Existió, además, una evidente
debilidad de los sectores intensivos en mano de obra que sufrieron el rezago de la
demanda interna, típico fenómeno posterior a una crisis económica; es este el caso de
ciertos renglones de la construcción y de la pequeña empresa. Esta última, no estando en
capacidad de realizar inversiones para mejorar su productividad o introducir
innovaciones tecnológicas, resistió la presión de condiciones competitivas adversas con
recortes de personal o flexibilizando las formas de contratación.
Cuadro 2
Producto Interno Bruto por clase de actividad económica
tasas de variación anual
(sucres de 1975)
Años Agricultura, Petróleo
caza,
y minas
silvicultura y
pesca
Industria Electricidad, Construc Comercio y Transporte Servicios
Servicios
Otros
PIB
Manufactu- gas y agua
ción
hoteles
y
financieros gubernamen- elementos Total
rera
comunicacioya
tales, sociales del PIB (2)
nes
empresas y personales
(1)
1998
-1,4
-3,3
0,4
2,1
6
0,9
1,6
3,5
1,2
3,6
0,4
1999
-1,3
0,3
-7,2
4,7
-8
-12,1
-8,8
1,4
-15
-28,3
-7,3
2000
-0,7
6,8
2,6
0,8
4,2
2,3
1,3
1,9
-3,5
7,1
1,9
(1) Incluye servicios bancarios imputados.
(2) A partir de 1990, otros elementos del PIB incluye impuestos al valor agregado (IVA).
Fuente: Banco Central del Ecuador, Informaciones estadísticas mensuales, boletín n. 1787, enero 2001.
Los nuevos puestos de trabajos se dieron principalmente en el sector servicios y
específicamente en la rama “comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos”
y se concentraron en sus renglones informales (en diciembre del 2000 estos absorbían
más del 70% de la mano de obra ocupada en dicha rama). Al finalizar el año, también
las ramas “transporte y comunicaciones” y “administración pública, defensa y otros
servicios sociales” dieron signos de recuperación, aunque moderada.
Gráfico 8
Participación porcentual de la PEA ocupada
según ramas de actividad económica
35
30
25
20
15
10
5
0
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Industria m anufacturera
Com ercio al por m ayor y m enor, reparación de vehículos
Serv. de enseñanza, sociales, salud y otros serv. sociales
Construcción
En relación con el escaso dinamismo en la generación de empleo, los salarios reales
mostraron un fuerte deterioro. En efecto, en el período analizado, el salario mínimo vital
más remuneraciones complementarias cayó en términos reales, sobre todo a partir de
septiembre de 1999, a consecuencia de la aceleración del proceso inflacionario.
Cuadro 3
PERÍODO
Gráfico 9
IPCU
PERÍODO
VARIACION
ANUAL
IPCU
ANUAL
Enero 1999
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
42,3
39,7
54,3
56,1
54,7
53,1
56,5
55,3
50,4
47,2
53,4
60,7
Indice de precios al consumidor del área urbana
variación anual (%)
VariacI
ON
Enero 2000
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
78,1
90,8
80,9
88,9
96,9
103,7
102,4
104.0
107,9
104,9
96,8
91.0
110
70
30
Ene99
Mar99
May99
Jul99
Sep99
Fuente: Banco Central del Ecuador, Información estadística mensual, boletín n. 1787, enero 31 del 2001.
Nov- Ene99
00
Mar00
May00
Jul00
Sep00
Nov00
El aumento decretado a finales del primer semestre del 2000 devolvió parte del poder
adquisitivo; sin embargo, el proceso de dolarización no logró frenar el aumento de los
precios –que se mantuvo por encima del 100% hasta octubre. Enero del 2001 se
caracterizó por una nueva y brusca caída del salario real.
Cuadro 4
PERÍODO
CONSIDERADO
Enero
1999
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
2000
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
2001
Gráficos 10 y 11
INDICE
SALARIO
REAL (*)
105.7
103.0
90.7
86.7
87.4
85.8
94.2
93.7
92.0
88.3
83.0
78.6
76.0
69.1
64.2
11.0
10,0
9,5
13,0
12,7
12,6
13,1
11,8
11,6
15,4
12,8
Salario real antes de la dolarización
(índice)
110
100
90
80
70
60
Ene-99
Mar-99
May-99
Jul-99
Sep-99
Nov-99
Ene-00
Mar-00
Salario real después de la dolarización
(índice)
17
15
13
11
9
7
5
Mar-00
May-00
Jul-00
Sep-00
Nov-00
Ene-01
(*) Hasta el 12 de marzo del 2000 los índices están calculados sobre la base de valores en sucres y corresponden al salario mínimo vital y
remuneraciones complementarias del sector privado. A partir de esa fecha, hacen referencia al salario unificado y componentes salariales en proceso
de unificación del sector privado y están calculados sobre la base de valores en dólares. Fuente: Banco Central del Ecuador, Precios, salarios, empleo
y mercado laboral, boletín de enero del 2001; Información estadística mensual, boletín n. 1787, enero 31 del 2001.
3.2. PEA ocupada por segmentos del mercado laboral y categoría de ocupación
Analizando la PEA ocupada por sectores del mercado laboral se evidencia que el sector
moderno, aunque siga siendo el que más absorbe mano de obra, ha experimentado una
reducción de su participación, pasando del 65% -en marzo de 1998- al 57.8 % -en
diciembre del 2000 (ver eje izquierdo del gráfico12).
Gráfico 12
Distribución porcentual de la PEA ocupada
por sectores del mercado laboral
67
37
65
35
63
33
61
31
59
57
29
55
27
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Sector moderno
Sector informal
Desglosando por categorías de ocupación, se constata que los asalariados privados del sector
moderno constituyen la categoría de mayor peso relativo. La tendencia, entre octubre de 1998
y enero del 2000, ha sido a la baja, pasando de poco más del 65% al 60.8% (ver eje derecho
del gráfico 13). Con la adopción del nuevo esquema monetario y cambiario se presenta una
recuperación inicial, alcanzando nuevamente 65% en abril del 2000, para luego descender a
61% en septiembre. A partir de octubre, se da un nuevo repunte (hasta el 64%) - lo que
corresponde a la tímida recuperación económica registrada por ese sector.
Los asalariados públicos, después de mantenerse en niveles casi constantes y cercanos al
18% hasta enero del 2000, con el proceso de dolarización disminuyen al 14.6% en junio; luego
vuelven a subir al 17% en diciembre (ver eje izquierdo del gráfico 13).
Gráfico 13
Participación de la PEA ocupada en el sector moderno
según categoría de ocupación
20
66
19
65
18
64
17
63
16
62
15
14
61
13
60
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Asalariados públicos
Asalariados privados
Como se puede constatar, la disminución de la PEA ocupada en el sector moderno se debe
tanto a una reducción de los asalariados públicos, resultado de los procesos de privatización y
de políticas fiscales restrictivas y, sobre todo, a un declino de los asalariados privados por la
grave crisis económica de los últimos dos años que desembocó en despidos masivos y cierre
de empresas.
El sector informal, por el contrario, ha aumentado su participación relativa en el total de la
PEA ocupada pasando del 28.3% -en marzo de 1998- al 36.2% -en septiembre de 1999; a
partir de esta fecha las variaciones se han mantenido alrededor del 33%, cerrándose el siglo
con un 33.7%. El mencionado crecimiento se debe a los trabajadores por cuenta propia, que
representan el porcentaje mayor entre las diferentes categorías, y que sobre todo a partir de
agosto del 1999 y hasta febrero del 2000 (ver eje izquierdo del gráfico 14) conocieron un
significativo repunte. Con la adopción del nuevo esquema cambiario, hay una inicial inversión
de tendencia – de marzo a mayo- y una nueva recuperación desde octubre.
Gráfico 14
%
PEA ocupada en el sector informal
según principales categorías de ocupación
60
28
58
26
56
54
24
52
50
22
48
46
20
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Cuenta propia
Asalariados privados
El sector informal conserva y refuerza, por lo tanto, su característica de área de “refugio” para
trabajadores desplazados del sector moderno o sin posibilidades de encontrar empleo en otras
actividades productivas; la plena sustituibilidad de la mano de obras entre los dos sectores se
puede apreciar por las variaciones totalmente asimétricas de las dos curvas (ver gráfico n. 12).
3.3. PEA ocupada por condición de actividad
Si se examina, al interior de cada sector, las condiciones de actividad - establecidas en
función de las horas trabajadas- se puede ver de mejor manera las transformaciones que se
han dado en las modalidades de empleo de la mano de obra en los últimos años y sobre todo
con el proceso de dolarización.
En el sector moderno, el porcentaje de ocupados adecuadamente (eje izquierdo del gráfico
15) ha disminuido considerablemente, y casi constantemente (con excepción de unos pocos
meses), a lo largo del período analizado, variando de 53.8% -en marzo de 1998- hasta 34.9%
en octubre del 2000, mes a partir del cual se evidencia una cierta recuperación (el año se cerró
con el 52.7%). El subempleo invisible (eje derecho) registra una evolución asimétrica a la
anterior (con valores promedios del 30% antes del proceso de dolarización y, sucesivamente,
de hasta el 40%), lo que confirma la sustituibilidad entre las dos modalidades de trabajo y la
precarización de las formas contractuales adoptadas por los empresarios (salarios inferiores a
los contemplados en la ley). El subempleo visible (eje izquierdo), por el contrario, se ha
mantenido con excepción de algunos repuntes (de hasta el 20%), en niveles cercanos al 10%.
El total de los subocupados del sector moderno se completa con los subocupados no
clasificados, es decir con aquellos trabajadores que no pueden ser catalogados como “visibles”
o “invisibles” por no disponer de información completa.
Gráfico 15
%
PEA ocupada en el sector moderno
según condición de actividad
70
65
60
55
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
45
40
35
30
25
20
15
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Ocupados adecuadamente
Subempleo visible
Subempleo invisible
En el sector informal prevalece el subempleo invisible (eje derecho del gráfico 16) que varía
entre el 40% y 50% de la PEA ocupada en dicho sector; en octubre del 1999 y julio del 2000 se
registran los mayores repuntes (56.5% y 55.8%, respectivamente). En los primeros meses de la
dolarización la tendencia es entonces hacia la expansión de esta modalidad de trabajo, pero a
finales de año el porcentaje vuelve a su niveles anteriores (46.5%). En el caso de los
ocupados adecuadamente, la curva que los representa (eje izquierdo) tiene una tendencia
asimétrica con relación a la anterior condición de actividad, confirmándose lo señaladoo, en el
caso del sector moderno, con respecto a la sustituibilidad de la mano de obra y a la
precarización de las formas de contratación. El subempleo visible, cuyo aporte varía entre el 20
y 28%, también contribuye a absorber la fuerza de trabajo que en los momentos de mayor crisis
deja de tener una ocupación adecuada.
Gráfico 16
PEA ocupada en el sector informal
según condición de actividad
%
45
60
40
50
35
40
30
30
25
20
20
10
15
0
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Ocupados adecuadamente
Subempleo visible
Subempleo invisible
3.4. PEA ocupada por segmentos de mercado y sectores económicos
Al interior del mercado laboral moderno, el sector privado de servicios y el sector de la industria
manufacturera y construcción son los que más captan mano de obra (37% y 33,2 %,
respectivamente, a diciembre del 2000). En la fase inicial del proceso de dolarización, el sector
manufacturero mantiene casi inalterado su peso relativo, para luego –a partir de noviembre del
2000- registrar un leve disminución. Por el contrario, los servicios privados aumentan al
principio su participación y posteriormente tienden a volver al nivel anterior una vez adoptada la
dolarización formal de la economía. Como se puede apreciar del gráfico 17, existe perfecta
asimetría entre las curvas que representan los servicios públicos y privados, lo que permite
deducir que los desplazados del primer tipo de servicios buscan nuevas oportunidades de
empleo en el segundo.
Gráfico 17
%
PEA ocupada en el mercado laboral moderno
según sectores económicos
45
40
35
30
25
20
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Industria manufacturera y construcción
Servicios privados
Servicios públicos
En el mercado laboral informal prevalece el sector económico de servicios privados con más
del 80%, en diciembre del 2000. El otro sector económico de cierto peso es la industria
manufacturera y construcción con casi 13% (a la misma fecha). Aquí también se evidencia una
acentuada asimetría entre las dos curvas y, por lo tanto, valen las consideraciones formuladas
para el caso del mercado formal.
Gráfico 18
%
PEA ocupada en el mercado laboral informal
por principales sectores ecónómicos
86
16
84
14
82
12
80
10
78
76
8
Mar-98 Jun-98 Sep-98 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 Mar-00 Jun-00 Sep-00 Dic-00
Servicios privados
Industria manufacturera y construcción
4. Algunas reflexiones sobre las tendencias observadas
Los actuales problemas del mercado de trabajo ecuatoriano no son imputables
únicamente al proceso de dolarización, pues son también el reflejo de la situación de
inestabilidad política y deterioro económico-financiero que ha vivido el país en los
últimos años y que han tenido evidentes repercusiones en el aparato productivo
nacional. A esto se añaden los procesos de modernización tecnológica experimentados
por las empresas productoras de bienes transables -orientados a un uso menos intensivo
de mano de obra- y las últimas disposiciones gubernamentales en materia de
flexibilización de las relaciones laborales (que en parte legalizan situaciones de facto ya
existentes) y de unificación salarial.
Todos esos factores han generado una reestructuración sectorial del empleo en favor de las
actividades típicamente informales (sobre todo del sector terciario de la economía), acentuando
así la diferenciación en las condiciones laborales existentes (remuneración, tiempo de
desempeño, productividad) en los dos polos del mercado del trabajo (formal - informal), y
generando una mayor precarización del empleo (recuérdese que aumentó el subempleo
invisible).
Gráfico 19
Tasas de subempleo
%
70
60
50
40
30
20
10
0
Mar-98
Jun-98
Sep-98
Dic-98
Mar-99
Jun-99
Subempleo Total
Sep-99
Visible
Dic-99
Mar-00
Jun-00
Sep-00
Dic-00
Invisible
Al analizar, específicamente, las principales tendencias del mercado laboral en el año 2000, en
el que se adoptó el esquema de la dolarización, se evidencia lo siguiente:
a) la fuerza de trabajo o PEA registró una reducción en su participación en la población en
edad de trabajar por los masivos flujos migratorios hacia el exterior, lo que se tradujo en
una (mal interpretada) disminución de las tasas de desempleo;
b) existió cierta propensión a la reducción de la ocupación adecuada en el sector moderno,
aunque a finalizar el año 2000 se recuperan en parte los niveles anteriores; dicho descenso
fue el resultado de la grave crisis económico-financiera y por ende productiva que se
desencadenó en 1998-1999, y de la contracción del empleo en los servicios públicos (por
los procesos de privatización, restricción fiscal y la reducción del gasto social 4);
c) al reducirse el empleo en el sector moderno, se incrementó la participación del sector
informal sobre todo en actividades de servicio y comercio al por mayor y menor. Esa
situación fue el resultado de las estrategias adoptadas por los sectores sociales
desplazados y, por lo general, de escasos recursos frente a las reducidas posibilidades de
encontrar ocupación en otros segmentos formales;
d) el empleo en algunas categorías (como el trabajo por cuenta propia en actividades
informales), que se caracterizan por condiciones de trabajo e ingresos desfavorables,
aumentó más que el asalariado; asimismo, el número de los trabajadores familiares no
remunerados se mantuvo en niveles apreciables (13.3% del total de la PEA ocupada en el
mercado laboral informal en diciembre del 2000);
e) continuó la tendencia expansiva del empleo en el sector terciario (donde se encuentran
actividades con alto grado de heterogeneidad estructural), mientras que parece haber
llegado a su fin aquella en el sector secundario;
f) a una mayor polarización de los sectores formal-informal ha correspondido, al interior de
cada uno y a nivel intersectorial, una mayor movilidad y sustituibilidad de la mano de obra;
g) aumentó la flexibilización de las relaciones de trabajo, y por ende su precarización, como
resultado de las estrategias defensivas adoptadas por la clase empresarial para reducir
costos y mejorar su competitividad en presencia de tecnologías obsoletas, que para ser
mejoradas requieren de grandes inversiones en know-how. También se buscó evitar la
4
En año 2000 el peso relativo del Gasto Social en el Presupuesto General del Estado disminuyó, con
respecto al año previo, en –9.1%. Badillo Daniel, La proforma presupuestaria 2000 como herramienta de
ajuste social, serie Ajuste con rostro humano n. 1, UNICEF, Quito, enero 2000, p.2.
generación de empleo directo mediante la contratación de trabajadores bajo el sistema de
empresas intermediarias (tercerizadoras)5; finalmente,
h) en un contexto de apertura comercial e integración a los mercados internacionales, los
sectores productivos nacionales más modernos optaron por parámetros de competitividad
basados en tecnologías ahorradoras de mano de obra, lo que dejó disponible crecientes
cantidades de fuerza de trabajo con diferentes niveles de calificación, cuya única opción es
la migración.
En síntesis, en sociedades que se definen de mercado y que mercantilizan todas las relaciones
y habilidades, existe una amplia parte de la población, capacitada o no, que queda excluida del
principal mecanismo de integración social: no pudiendo participar en la división social del
trabajo a través del intercambio en el mercado de sus destrezas o de los productos elaborados,
pasa a vivir fuera o al margen de la sociedad 6. Esta oferta de mano de obra, no encontrando
una demanda correspondiente, se constituye en un “reserva” más o menos permanente que
busca en la migración o en comportamientos antisociales su válvula de escape.
Cabe, al respecto, hacer una comparación con lo que acontece en los países industrializados
-donde las relaciones de tipo salarial prevalecen para la mayoría de la población
económicamente activa- en caso de cualquier perturbación en la capacidad del sistema de
absorber la fuerza de trabajo disponible. En vista de que en ese tipo de sociedades no existen
“refugios” alternativos (pues las posibilidades de trabajo por cuenta propia son reducidas,
siendo muy contados los espacios que aún quedan para la iniciativa individual y más difícil
competir como trabajador independiente por cuanto se requieren inversiones cuantiosas), se
generan diferentes modalidades de seguro de desempleo que amortiguan los efectos de la
pérdida de un ingreso fijo y garantizan la reproducción de la fuerza de trabajo.
En los países periféricos, como los de América Latina, la población económicamente activa
está compuesta –por el contrario- por altos porcentajes de trabajadores no-asalariados y
subempleados que tienen un nivel de vida por debajo del nivel de subsistencia; esto les obliga
a buscar fuentes alternativas o complementarias de empleo, presionando de este modo sobre
el mercado del trabajo asalariado. Este proceso está acompañado a menudo (como en el caso
del Ecuador) por desplazamientos geográficos de la población, al interior del país o hacia otros
países y continentes.
En los países subdesarrollados, entonces, las crisis coyunturales o sistémicas, que se traducen
en la incapacidad total o parcial de absorción de la población económicamente activa,
adquieren un matiz diferente que en los países industrializados, pues en épocas de
contracción económica las tasas de desempleo también crecen aunque en presencia de una
sobrepoblación permanente. Este hecho permite a las empresas sustituir la mano de obra con
facilidad y escogerla según su conveniencia (edad, nivel de calificación, sexo, etc.).
Es sobre todo el desplazamiento de fuerza de trabajo del campo hacia las grandes ciudades lo
que contribuye en forma significativa al incremento de la oferta de mano de obra en las zonas
urbanas, presionando sobre el mercado laboral. Aunque se considera que los inmigrantes no
logran insertarse en actividades asalariadas y tienden más bien a trabajar por cuenta propia en
el sector informal, su presencia influye en la estabilidad laboral de los sectores asalariados por
cuanto están dispuestos a aceptar trabajos en condiciones económicas menos ventajosas.
Cabe recalcar al respecto que, en un contexto de contracción y generación simultanea de
fuentes de empleo, en Ecuador la movilidad de la fuerza de trabajo ha sido el elemento clave
para dinamizar las actividades económicas y garantizar la subsistencia de personas de escasos
recursos. Sin embargo, esa tendencia a la desintegración y reconstitución de las relaciones
socioeconómicas que aseguran la reproducción de la fuerza de trabajo ha generado
inseguridad permanente para amplios sectores de la población y una presión crónica sobre el
5
Estas transformaciones en curso en los sistemas organizativos empresariales vuelven extremadamente difícil el
análisis de las evoluciones sectoriales del empleo por cuanto, como en el caso de la subcontratación de personas o
servicios, trabajadores asalariados de grandes o medianas empresas se convierten en trabajadores por cuenta propia o
de empresas de servicios (tercerizadoras).
6 Coraggio José Luis, op. cit., p.25.
mercado del trabajo. La “población sobrante”, al aceptar condiciones de pago y de trabajo
inferiores a las legalmente establecidas, ha favorecido el desplazamiento de los trabajadores
adecuadamente ocupados, sustituyéndolos. Esta posibilidad de sustitución de la mano de obra
ha generado inestabilidad laboral e inseguridad económica y social entre los estratos sociales
más pobres, lo que ha tenido repercusiones en el ámbito familiar, involucrando a ambos sexos
y hasta los niños, de diferentes manera (muchos hogares ecuatorianos se han visto
desarticulados por la emigración de uno o más de sus miembros).
5. Conclusiones y perspectivas
“En el actual contexto en el cual los mercados de factores, bienes y servicios están cada vez
más integrados (...) pierde vigencia el supuesto que los procesos de apertura necesariamente
llevan a una expansión del empleo determinada por las ventajas comparativas que
supuestamente tendría la región [América Latina] en actividades y tecnologías intensivas en
mano de obra”7.
Efectivamente, y en contraste con las expectativas sobre generación de empleo en
América Latina, se observa en los últimos años una concentración en la creación de
puestos de trabajo en las actividades terciarias. En el caso especifico del Ecuador, eso se
explica por el hecho que en las grandes empresas productoras de bienes transables se ha
aumentado la productividad mediante incorporación de nuevos adelantos tecnológicos y
no capacitando o incorporando nueva mano de obra, mientras que en la mayoría de las
medianas y pequeñas empresas, que no pueden competir adecuadamente porque
disponen de tecnología obsoleta, la única alternativa factible ha sido reducir los costos
laborales mediante despidos, flexibilización laboral o contrataciones precarias.
A esto hay que añadir que el complejo proceso de dolarización -iniciado formalmente en marzo
del año 2000- no logró conseguir los objetivos esperados. En efecto, la estabilidad cambiaria
no pudo asegurar un clima favorable para las inversiones nacionales y extranjeras, la
estabilización de los precios internos (la tasa de inflación medida en dólares alcanzó, en
diciembre del 2000 el 91%, la más alta de América Latina) y la baja de las tasas de interés,
pues la falta de credibilidad política, los desaciertos en las políticas económicas de corto plazo
y, sobre todo, las modalidades aplicadas para sanear a un sistema financiero corrupto
influyeron negativamente sobre los agentes económicos y determinaron la crisis generalizada
del aparato productivo.
Las dificultades estructurales de la economía ecuatoriana en presencia de un modelo (apertura
indiscriminada de los mercados) que exige mayor eficiencia y productividad, la falta de sectores
empresariales suficientemente preparados para el uso de mejores tecnologías, la escasa
capacidad de generar ahorro para inversión productiva y, por ende, la excesiva dependencia de
un sistema financiero todavía en crisis, y – finalmente- costos productivos crecientes (insumos
y mano de obra) tuvieron consecuencias directas sobre el mercado del trabajo.
El leve repunte en el nivel de actividad económica, a partir de agosto del año 2000, no
favoreció un aumento significativo de la demanda laboral por parte de las empresas del sector
formal mientras que los salarios reales cayeron por la aceleración inflacionaria. Estas
tendencias poco satisfactorias se debieron también a la incertidumbre legal en lo laboral
(controversias generadas por las leyes “Trole”), como consecuencia de la aplicación conjunta
de reformas institucionales (la aprobación de la contratación por horas, la unificación salarial). A
eso se suman aspectos estructurales, tanto económicos como tecnológicos y organizativos
(subcontratación de personas o servicios), que han frenado la creación directa de puestos de
trabajos en las actividades competitivas. En efecto, la mayor parte del empleo nuevo se ha
concentrado en actividades informales; sin embargo, dentro de dicho sector existe también una
7
Weller Jürgen, Los mercados laborales en América Latina: su evolución en el largo plazo y sus
tendencias recientes, serie Reformas Económicas n.11, CEPAL, Santiago de Chile, diciembre de 1998, p.
48.
fuerte diferenciación en las condiciones y modalidades de empleo como manifestación de
estructuras económicas heterogéneas, algunas típicamente de supervivencia (con condiciones
contractuales precarias), otras más desarrolladas y a veces relacionadas (en cadenas
productivas) con empresas grandes y exitosas.
Estas tendencias, además, han sido acompañadas de formas de contratación caracterizadas
por el aumento de la precariedad (no formalización de las relaciones laborales mediante
contratos, ausencia de cobertura de seguridad social, marcadas diferencias salariales, etc.) y la
temporalidad (el trabajo asalariado tiende a ser sustituido por formas flexibles de utilización de
mano de obra8). Este fenómeno, probablemente, seguirá expandiéndose si persiste un
crecimiento económico lento e inestable 9.
Para superar la crónica debilidad en la generación de empleo es necesario desarrollar
estructuras productivas que permitan a los actores menos favorecidos operar de manera
directa en el mercado y en condiciones adecuadas. Al respecto, sería oportuno promover
formas asociativas de producción y comercialización10, basadas en vínculos de solidaridad
interpersonal y social, que garanticen condiciones mínimas de empleo (contratos formales,
salarios legales, pago de prestaciones de seguridad social, etc.) y aumenten la capacidad de
negociación de los socios-trabajadores, disminuyendo su grado de subordinación hacia el
mercado. Esto permitiría limitar las migraciones hacia el exterior, cuya precariedad en las
formas de desplazamiento, condiciones laborales y de vida son conocidas.
Finalmente, cabría realizar una revisión del marco legal laboral, en términos más favorables
para la clase trabajadora (sobre todo en defensa de los sectores más perjudicados como las
mujeres y los niños) y considerar la posibilidad de crear un “fondo de estabilización para el
empleo” que permita introducir mecanismos de compensación monetaria en casos de despido,
por crisis coyunturales de las empresas, o apoyar directamente la conformación de empresas
de trabajo asociado.
BIBLIOGRAFÍA
-
-
-
Banco Central del Ecuador – Dirección General de Estudios, Indicadores de coyuntura del
mercado laboral ecuatoriano, serie Cuadernos de trabajo n. 125, Quito, septiembre 2000.
CEPAL, Panorama social de América Latina 1999-2000, Santiago de Chile, agosto 2000.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Balance preliminar de las economías
de América latina y el Caribe 2000, en: Notas de la CEPAL, n. 14, enero 2001.
Coraggio José Luis, Política social y economía del trabajo: alternativas a la política
neoliberal para la ciudad, serie Propuesta n.3, coedición Miño y Dávila Editores, Instituto
Fronesis, ILDIS-FES, Abya-Yala, Quito, octubre de 1999.
Da Ros Giuseppina (editora), Realidad y desafíos de la economía solidaria. Iniciativas
comunitarias y cooperativas en el Ecuador, Facultad de Economía de la PUCE – Ediciones
Abya-Yala, Quito, febrero del 2001.
DiercKxsens Wim, Mercado de trabajo y política económica en América Latina, coedición:
Departamento Ecuménico de Investigaciones, Universidad Nacional de Costa Rica,
“Esta mayor flexibilidad, en respuesta a la necesidad de los países de participar en condiciones
competitivas en la economía mundial, se ha interpretado predominantemente en el sentido de acentuar la
desregulación. De allí que las iniciativas en este campo, que en la mayoría de los países de la región han
dado origen a una nueva legislación laboral, se hayan orientado principalmente a la reducción de los
costos de la mano de obra, favoreciendo las contrataciones de corta duración (temporal, estacional o a
tiempo parcial), la ampliación de los causales de término de contrato, la reducción de las indemnizaciones
por despido (...)”. CEPAL, Panorama social de América Latina 1999-2000, Santiago de Chile, agosto
2000, p. 97.
9 Según estudios de la CEPAL, en las áreas urbanas del Ecuador la proporción de empleos no
permanentes fue del 45.1% en 1997. Ese fenómeno resultó ser más frecuente en las microempresas de
hasta 5 personas ocupadas (69.5%); se observó prácticamente en todas las ramas de actividad
económica aunque con mayor intensidad en el sector de los servicios. Ibídem, pp. 98-99.
10 Ver, al respecto, Da Ros Giuseppina (editora), Realidad y desafíos de la economía solidaria. Iniciativas
comunitarias y cooperativas en el Ecuador, Facultad de Economía de la PUCE – Ediciones Abya-Yala,
Quito, febrero del 2001.
8
Maestría en Política para Centroamérica y el Caribe, Editorial Guaymuras, Costa Rica,
1990.
- El Comercio, Los migrantes aumentan y el desempleo se reduce, sección B4, Quito, 19 de
enero del 2001.
- Líderes, La telaraña laboral no logra aclararse para los ecuatorianos, Informe, Año 2 – n.
175, Quito, 26 de febrero del 2001, pp.7-9.
- Weller Jürgen, Los mercados laborales en América Latina: su evolución en el largo plazo y
sus tendencias recientes, serie Reformas Económicas n.11, CEPAL, Santiago de Chile,
diciembre de 1998, p. 48.
- Weller Jürgen, Tendencias del empleo en los años noventa en América latina y el Caribe,
Revista de la CEPAL n. 72, Santiago de Chile, diciembre del 2000.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
4. THE.Monografías. HISTORIA ECONÓMICA GUBERNAMENTAL. Vicente
Rocafuerte: 1835-1839.
I) LA ECONOMÍA EN EL GOBIERNO DE VICENTE
ROCAFUERTE: 1835 – 1839
Cristina Endara, Fernanda Guillén, Jéssica López, Víctor Hugo Paredes, Cristina Vallejo.
1. DATOS GENERALES
- Presidente Constitucional: Vicente Rocafuerte Bejarano. Ejerció sus funciones
desde el 31 de Julio de 1835 al 15 de Enero de 1839.
- Miembros del Gobierno
Vicepresidente: Juan Bernardo de León.
Jefe Vitalicio del Ejército: Juan José Flores.
Ministros de lo Interior: José Miguel González (1835, 1837 y 1838), Pedro José Arteta
(1836), Antonio Morales (1836), Bernardo Daste (1836 y 1837).
Ministros de Hacienda: Francisco Eugenio Tamariz (1835-1836), Manuel López Escobar
(1836-1837), Antonio Fernández Salvador (1838).
Ministros de Guerra y Marina: Bernardo Daste (1835 y 1836-1838), Antonio Morales (18351836), Juan H. Saulin (1836).
-
Constitución vigente: 1835.
Población:
REGIONES
Andes
Costa
Total
1838 / 40
525.727
86.206
611.963
2. ORIENTACIÓN ECONÓMICA
- Condiciones Económicas: El pueblo ecuatoriano estaba insatisfecho y cansado con
la administración de Juan José Flores y el abuso del militarismo extranjero.
Rocafuerte estaba en oposición a Flores, por lo que en 1834 encabezó una revuelta
en Guayaquil, sin éxito. Viajó a Lima, mientras tanto, las tropas antigobiernistas
continuaron haciendo en forma dispersa, lo que se llamó la “Guerra de los
Chihuahuas”, la misma que absorbió la mayor parte de los recursos del Estado. La
aduana y la renta de sal estaba paralizada, pues con la guerra, ningún comerciante se
atrevía a introducir mercaderías y ningún buque a transportarlas. En esta situación
el gobierno se veía obligado a hacer requisiciones en especie, cuyo valor se
reconocía como deuda del tesoro. Además, era indispensable, la amortización de
esa inmensa deuda y para ello se había restablecido el comercio, una parte de los
derechos de aduana que los comerciantes pagaban con documentos del crédito
público. Esta medida fue ineficaz, pues los gastos comunes y extraordinarios daban
lugar a nuevas deudas, cuyo valor superaba la cifra de la amortización. De regreso
al país, Rocafuerte se reconcilió con Flores, fue nombrado Jefe Supremo por una
Asamblea de Guayaquil, y juntos derrotaron a los rebeldes en la Batalla de Miñarica
el 18 de enero de 1835. La Convención de Ambato convocada por Rocafuerte se
reunió desde el 22 de junio de 1835 bajo la presidencia de José Joaquín de Olmedo y
se dictó la Segunda Constitución.
- Orientación Económica: Vicente Rocafuerte fue educado en Europa, era llamado el
déspota ilustrado, era modernista y liberal e intentaba implantar su ideología en el
país. Era un triple dogma liberal, de libertad política, religiosa y mercantil. En el
sentido político, liberal significaba una mezcla de actitud progresista, tolerancia y
separación de la Iglesia y el Estado; en el sentido económico representaba una
adhesión a los principios de “dejar hacer, dejar pasar”. Los comerciantes de la
época lo atacaban, no por esos principios, que en el fondo los favorecían, sino por su
rectitud de procedimientos, que había terminado con el amiguismo y la coima
floreana. Era contrario a los sistemas restrictivos o proteccionistas, que
contemplaban la prohibición de importaciones.
3. POLÍTICA ECONÓMICA
La reforma fiscal planteada y ejercida por Rocafuerte, abarcó tanto aspectos de
fondo como de forma, dirigidos principalmente al área de la administración fiscal,
del comercio exterior y, principalmente, de la deuda, tanto interna como externa.
Desde el punto de vista del gasto, fue muy celoso en la expansión de los empleados
públicos y más bien un propulsor de la inversión pública, en áreas como la vialidad,
para romper el aislamiento en que se encontraba la capital, Quito, respecto de las
demás circunscripciones, particularmente de la segunda ciudad más importante,
Guayaquil.
Dio gran énfasis a la política de manejo de la deuda interna y a su control, pues
había allí una importante fuente de abusos, tanto de importadores como
exportadores y de prestamistas y proveedores de bienes y servicios. En cuanto a la
deuda externa, procuró el mantenimiento de su servicio, aun sin contar con mayores
recursos, para mejorar la imagen financiera del país.
- Política de la Hacienda: Con el propósito de organizar las finanzas públicas en
1835, Rocafuerte expidió la Primera Ley de Hacienda. Derogó los monopolios del
tabaco y el aguardiente, los cuales años más tarde serían nuevamente estancados.
Dicha ley centralizó las recaudaciones del aguardiente, la sal, aduaneras y que eran
de mayor cuantía. En todo caso, se seguía manteniendo la supremacía del impuesto
indirecto con relación al directo, asunto que era ciertamente injusto. En el curso del
año 1935, la Aduana y las demás rentas de Guayaquil produjeron más de 1.500.000
pesos. Los ingresos aduanales como porcentaje de los ingresos gubernamentales
fueron de 39%.
Los ingresos fiscales del Estado se estancaron debido al descenso de la producción
agrícola y las exportaciones. Entre 1835 y 1838 los ingresos del gobierno fueron de:
731.805 pesos, 750.208 pesos, 770.438 pesos y 791.790 pesos respectivamente.
En 1838 el Ecuador asumió el 21.5% de la deuda, equivalente a 1.424.579 libras
esterlinas (7.122.896 pesos)11. Para evitar los fraudes en la deuda interna, surgiría su
consolidación, la prohibición de introducir papeles en el pago de derechos en la
Aduana de Guayaquil; cambiar las obligaciones manuscritas contra el Tesoro, en
billetes impresos y, con tales precauciones, que sea muy difícil o casi imposible su
falsificación. Sobre la deuda con Inglaterra, estimaba que a la época, el servicio de
intereses alcanzaba a unos 200.000 pesos anuales, y sugería continuar éste como
Banco Central del Ecuador, Revista Ecuatoriana de Historia Económica N. 8, “La deuda
externa”, Quito, Centro de Investigación y Cultura del B.C.E. 1992, p 32
11
-
demostración de la seriedad financiera del país, para tratar de recobrar la confianza
que le permitiese el acceso a los mercados financieros internacionales.
Rocafuerte expresó su aspiración a implantar una política tributaria más
generalizada y justa, “extendiendo a todos los rangos de la sociedad las cargas que
en el día solo gravitan sobre la clase más pobre y la más necesitada”. Al término de
su administración pagó 300.000 pesos oro de la deuda. Entre 1835-1839, el total de
ingresos de Tesorería fluctuó entre 500 y 800 mil pesos, tendiente al alza durante el
período.
Se envió un proyecto de ley, que dispone se reforman anualmente los aranceles y
tarifas, sobre cuyos precios se hacen los aforos por las aduanas marítimas y
terrestres, y oficinas de alcabalas para recaudar los derechos de importación,
exportación y de consumo de los frutos y manufacturas que no tengan un impuesto
específico.
Una contribución general establecida, apenas rinde 38.000 pesos en toda la
República, con lo que, aumenta muy poco el Erario.
Política Monetaria y Financiera: En 1835 se permite el arribo de los buques
mercantes con bandera española. En 1837 se produce la concesión de un privilegio
para la navegación a vapor en los mares territoriales; además, se efectúa la
exoneración a favor del Astillero de Guayaquil. En 1838 se organizan los Juzgados
y Tribunales de Comercio. En 1836 redujo los aranceles en un 40%, y se produjo
una alza del cacao en los mercados internacionales; lo que impulsó el comercio
internacional ecuatoriano.
Años
1835
1836
1837
1838
1839
Precio
pesos
Año
1836
1837
1838
1839
Exportaciones Totales en
Exportaciones de cacao en
pesos
quintales
1.797.053
138.009
1.421.741
109.168
1.109.425
85.201
936.360
71.910
1.583.361
121.598
del Cacao por quintal: 6.12 Tipo de Cambio: 1 dólar = 1.02
pesos
 Cantidad Absoluta de
Porcentaje de los Ingresos
aguardiente
Fiscales
 27.150
3.6
 37.942
4.9
 30.370
3.8
 27.841
3.4
En esta época Estados Unidos e Inglaterra, importantes socios del Ecuador, sufrieron
severas crisis económicas y sumergieron a las economías en prolongados períodos recesivos
caracterizados por quiebras, disminución de negocios y falta de liquidez. Por esta razón las
exportaciones entre 1836 y 1838 disminuyeron en un 34%. Lo que produjo una reducción
apreciable en los ingresos de divisas. Los hacendados continuarían sembrando los productos
agrícolas, incrementado así la producción.
Por la escasez de monedas de plata se dictó un Decreto Ejecutivo el 14 de julio de 1836
que autorizó la acuñación de más “Onzas de oro”. En el transcurso del año de 1838 se
acuñaron en la Casa de la Moneda de Quito, monedas de oro adicionales con un valor total de
402.649 pesos, debido a que entre los años de 1834 y 1838 las monedas de plata habían
desaparecido prácticamente de circulación, el resultado fue que en esa época el Ecuador
estaba regido por un patrón de oro de-facto. A partir de 1838 se importaron al Ecuador
considerables cantidades de monedas de plata, de Colombia y Bolivia, que en los próximos
años fueron perforadas en el centro, para evitar su exportación como metal y en aquella época
se inició la falsificación en gran escala de todas las monedas de plata.
Bancos: Durante la administración de Vicente Rocafuerte no se registró ningún intento de
creación de Bancos en el país, es decir no se implantó ninguna política bancaria.
-
Política Social:
Educación: Rocafuerte pretendía lograr el control por parte del Estado del sistema
educativo, con la creación de una red de escuelas primarias, secundarias y de especialización
que permitiera la difusión de la cultura a la mayoría de la población. Sin embargo, debió
enfrentar dificultades como la falta de todo tipo de recursos, por lo que se cumplió sólo una
parte del proyecto.
Obras: Dictó una legislación básica de educación y creó la Dirección General de
Educación. Creó en Riobamba una fábrica de pizarras con el apoyo de la iglesia
abrió 23 escuelas primarias y 128 privadas. Reorganizó el Colegio San Bernardo
de Quito, creó el primer colegio de señoritas en el Beaterio y en 1838 el Colegio
San Felipe de Riobamba. Creación de una Escuela de Obstetricia y del Instituto
Agrario. Fundó la Escuela de Pintura, la Escuela Náutica de Guayaquil y la
Escuela Militar en Quito. Puso trabas a la proliferación de abogados, abrió el
Museo de Arte Quiteño, estableció una imprenta de textos escolares, apoyó a la
Biblioteca Nacional, abrió una Escuela de Medicina en Cuenca.
Reconstruyó las pirámides de Caraburo y Oyambaro, reedificó el Hospital San Juan de Dios,
construyó los caminos de Zapotal a Angamarca, de Baños al Topo y de Riobamba a Nacas.
Reparó los caminos de Sabaneta a Quito y de Cuenca a Naranjal. Hizo el Socavón de Ambato,
arregló el puente sobre el Machángara en Quito y construyó otro en Píllaro. Ordenó blanquear
todas las casas de Quito y arreglar el empedrado. Estableció el alumbrado nocturno en Quito y
Daule. Creó la policía como cuerpo orgánico de vigilancia y el cuerpo de bomberos Guayaquil.
Efectuó la organización de barcos para la navegación fluvial.
4. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS
De la administración de Vicente Rocafuerte arranca la fisonomía liberal de nuestro
país; Vicente Rocafuerte es el adelantado de lo que tan difícilmente ha podido
realizar el Ecuador en su historia cívica, liberal y progresista.
Vicente Rocafuerte organizó nuestra economía y finanzas a pesar de la pobreza en
que debatía el país. El resultado final de nuestro complicado y funesto sistema de
Hacienda, es que la Nación está sumida en la miseria; que sus empleados civiles y
militares solo perciben la mitad de sus sueldos; que sus acreedores, por la
desigualdad de las leyes de amortización, los unos son pagados, los otros no lo son,
y los extranjeros están enteramente olvidados.
BIBLIOGRAFÍA
Arosemena, Guillermo, El Comercio Exterior del Ecuador, Período Republicano 1821-1920, Volumen II,
Guayaquil-Ecuador; Banco Central del Ecuador / Arosemena, Guillermo, Ecuador Evolución y Búsqueda del
Despegue Económico, Ediciones Banco Central del Ecuador, Guayaquil - Ecuador, 1990 / Benalcázar, René,
Análisis del Desarrollo Económico del Ecuador, Ediciones Banco Central del Ecuador, Quito - Ecuador 1989 /
Cárdenas, José Corsino, Ensayo Histórico de la Economía Ecuatoriana, Ediciones Banco Central del Ecuador, Quito
- Ecuador, 1995 / Correa, Paredes Julio, La Economía de la República 1830-1890, Ministerio de Relaciones
Exteriores, Quito- Ecuador 1982 / Landázuri, Camacho Carlos, Vicente Rocafuerte y la Educación, Ediciones de la
Universidad Católica de Quito, Quito - Ecuador, 1984 / Maiguashca, Juan, Historia y Región en el Ecuador 18301930, Biblioteca de Ciencias Sociales volumen 30, Corporación Editora Nacional, Quito-Ecuador, 1994 / Rodríguez,
Linda Alexander, Pensamiento Fiscal Ecuatoriano 1830-1930, Biblioteca Básica del Pensamiento Ecuatoriano, Banco
Central del Ecuador, Corporación Editora Nacional, Quito-Ecuador, 1996 / Libro del Sesquicentenario Tomos III y IV,
Economía Ecuador 1830-1980, Primera y segunda parte, Corporación Editora Nacional, Quito-Ecuador, 1830 /
Revista Ecuatoriana de Historia Económica No.8”, Centro de Investigación y Cultura del B.C.E., Quito-Ecuador,
1992 / Salvat Editores Ecuatoriana, S.A., Historia del Ecuador Volumen 6, Salvat Editores Ecuatoriana S.A, Quito,
1980.
II) LA ECONOMÍA EN EL GOBIERNO DE VICENTE ROCAFUERTE: 18351839
Mario Del Pozo, Verónica Hernández, Alex López, Pablo Miñaca, Gabriela Vallejo
1. DATOS GENERALES:
PRESIDENTE: José Vicente Rocafuerte
VICIPRESIDENTE: Juan Bernardo de León
MIEMBROS DEL GOBIERNO:
 Ministros del Interior y :
José Miguel González, 1835
Relaciones Exteriores
Pedro José Arteta, 1836
Antonio Morales, 1836
Bernardo Daste, 1836
José Miguel González, 1838
 Ministro de Hacienda:
Francisco Eugenio Tamariz, 1835-1836
Manuel López Escobar, 1836-1837
Antonio Fernández Salvador, 1838
 Ministro de Guerra y Marina: Antonio Morales, 1835-1836
Juan Hipólito Soulin, 1836
Bernardo Daste, 1836-1838
PERIODO PRESIDENCIAL: 8 de agosto de 1835 al 31 de enero de 1839
POBLACIÓN: 600.000 habitantes, concentrados la sexta parte en las ciudades más
grandes, Quito: 60.000, Guayaquil: 22.000, Riobamba: 15.000, Cuenca: 12.000
CONSTITUCIÓN VIGENTE: 2da.Constitución. Aprobada el 30 de julio de 1835
2. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA:
CONDICIONES ECONÓMICAS:
Carencia del tesoro nacional, por la absorción de las rentas por parte del gobierno de
Flores. No se conocía el monto de la deuda interna ni su clasificación, se calculó que
aproximadamente ascendía a 1.200.000 pesos.
ORIENTACIÓN ECONÓMICA:
Ante la crisis económica del país orientó su administración hacia un mejor control,
estableciendo sistemas de contabilidad, organizando las recaudaciones de impuestos,
reglamentando las aduanas. Controló exhaustivamente el sector financiero, de allí
que redujo los gastos, disminuyendo la burocracia y el ejército.
Impulsó el comercio exterior dando facilidades, propició las exportaciones.
Analizando estos aspectos podemos decir que este gobierno estableció las bases para
un control y organización de la economía del país; además debemos mencionar su
preocupación por el aspecto social principalmente por la educación.
 POLÍTICA FISCAL
La reforma fiscal planteada y ejecutada por Rocafuerte, abarcó tanto aspectos de
fondo como de forma, dirigidos especialmente al área de la administración fiscal,
del comercio exterior y principalmente de la deuda interna como externa.
Desde el punto de vista del gasto fue muy cauteloso en la expansión de los
empleados públicos, más bien fue un propulsor de la inversión pública, en áreas
como la vialidad, ya que había que unir a las dos ciudades más importantes, Quito y
Guayaquil.
Dio gran énfasis a la política de manejo de la deuda interna y a su control, ya que
esta era fuente de abusos tanto de importadores como de exportadores , y de
prestamistas y proveedores de bienes y servicios. En cuanto a la deuda externa,
procuró el mantenimiento de su servicio.
Fue el primer presidente en vertebrar una administración fiscal con sede en Quito y
representantes en las entonces siete provincias del país. Para evitar los fraudes en la
deuda interna, sugería su consolidación, la prohibición de introducir papeles en el
pago de derechos en la Aduana de Guayaquil; cambiar las obligaciones manuscritas
contra el tesoro, en billetes impresos y con tales precauciones, que sea muy difícil o
casi imposible su falsificación. Sobre la deuda con Inglaterra, el servicio de
intereses alcanzaba unos 200.000 pesos anuales y sugería continuar este como
demostración de la seriedad financiera del país, para tratar de recobrar la confianza
que le permita el acceso a los mercados financieros internacionales. Aspiraba a
implantar una política tributaria más generalizada y justa. Sobre la tributación a la
clase indígena, estaba en contra y deseaba ver abolida, decía que esta clase indígena
ecuatoriana es la más numerosa, la más trabajadora y la más útil a la sociedad. No
obstante, no le quedó más remedio que sugerir algunas medidas para mejorar la
efectividad de dicho impuesto.
 OBRA PÚBLICA
A pesar de la reducción de gasto requerida a esa época, se registran obras como:
- Reedificación de del hospital San Juan de Dios, antes llamado de la Caridad
- Construyó del camino de herradura de Zapotal a Angamarca, el de Baños al
Napo, el de Riobamba a Macas
- Hizo el Socavón de Ambato
- Arregló el viejo puente sobre el Machángara, en Quito, y construyó otro en
Píllaro
- Estableció alumbrado nocturno en Quito y Daule
- Creó el cuerpo de bomberos de Guayaquil
 EDUCACIÓN
Es importante la labor en este sector de servicio, podemos anotar:
- Se ocupó de la alfabetización
- Creación de la Dirección General de Educación
- Sustituyó las hojas de cabuya y la mesa de arena en que se aprendía a escribir,
con planchas de pizarra para lo cual creó una fábrica en Riobamba
- Creación del primer colegio para señoritas, el de Santa María del Socorro en el
Beaterio, Quito.
- Fundación y reorganización de colegios: "7 colegios con 744 alumnos, en Quito,
Cuenca, Guayaquil, Latacunga, Ibarra, Riobamba y Loja". Merece citarse el
colegio "San Vicente", hoy "Vicente Rocafuerte" de Guayaquil.
- Fundación de 23 escuelas primarias de niños y 128 privadas en que se enseñaba
d 2631 alumnos y 60 de niñas con 667 alumnas; en un total de 5456 educandos
de ambos sexos.
- Creación del colegio San Felipe de Riobamba
- Iniciación de la enseñanza técnica con la creación de la Escuela de Obstetricia y
del Instituto Agrario
- Fundación de una Escuela de Pintura para el fomento de las Bellas Artes
- Fundación de la Escuela Militar en Quito y la Escuela Náutica en Guayaquil
- Mejoramiento de la enseñanza superior: reorganizó los estudios en la
Universidad Central, aumentó cátedras y abrió una de Medicina en Cuenca
- Abrió un Museo de Arte Quiteño
- Apoyo a la Biblioteca Nacional
- Establecimiento de una imprenta de textos escolares.
 COMERCIO EXTERIOR
Se establecieron reformas que permitieron cambiar las orientaciones del comercio
-
-
Redujo un 40% todos los impuestos de exportación e importación con el
propósito de disminuir el contrabando, aumentar la recaudación y fomentar el
comercio.
Reglamentación de costas para impedir y castigar el contrabando marítimo
EXPORTACIONES E IMPORTACIONES TOTALES DEL ECUADOR
(En dólares)
AÑO
EXPORTACIONES
IMPORTACIONES
1835
1'762.817
938.761
1839
1'393.864
637.513
1837
1'087.672
335.962
1838
918.000
281.739
PRODUCCIÓN Y EXPORTACIONES DE CACAO
AÑO
PRODUCCIÓN EXPORT. VOLUMEN DE EXPORT.
1835
138.009
828.054
1839
109.186
655.116
1837
85.201
511.206
1838
71.910
431.460
3. POLÍTICAS ECONÓMICAS:
- Expidió un decreto, permitiendo la traslación de los capitales acensurados al
tesoro público en pago de billetes de la deuda nacional
- Creación de una lotería nacional con el fin de obtener fondos de utilidad común
- Reglamentó la Casa de la Moneda
- Decreto sobre acuñación de doblones de a ocho o medias onzas de oro
- Decreto para evitar el abuso de la falsificación de monedas que continuaba
causando graves males al país
- Dictó la primera Ley de Hacienda
- Adoptó métodos para amortizar la deuda interna: para el distrito de Guayaquil
con los productos de todo derecho sobre las sales, la cuarta parte de la de los de
importación, la mitad de los de exportación, fuera de la alcabala, los de alcabala
procedentes de los contratos de compra y venta, y la mitad del tercio de lo que
correspondía al Estado por los diezmos. Para los distritos de Quito y Azuay, se
fijaron la mitad de los impuestos sobre los aguardientes, las alcabalas de los
contratos, las alcabalas sobre las sales y la mitad del monto de los réditos de
temporalidades.
- Se recogieron todos los documentos de crédito indirecto contra el erario,
dándoles los correspondientes billetes de renovación, de circulación voluntaria y
cuya amortización se reglamentó
- Reglamentó la venta de la sal y del tabaco en rama, estancos del Gobierno
- Arregló la contadurías y tesorerías, guarda de costas, casa de moneda y
redención de censos.
- Instituyó un sistema de contabilidad y medidas económicas en el ejército

Moreano, Guillermo: Evolución y búsqueda del despegue económico, primera edición,
Banco Central
del Ecuador.

Ibid
4. CONCLUSIONES:
Este período presidencial 1835-1839, de acuerdo a la época representa el mejor
gobierno, si consideramos la situación caótica en la que se encontraba el país en los
años anteriores a este gobierno. Es importante destacar que se pudo acumular el
tesoro nacional, se reordenó las finanzas públicas, estableciendo controles en la
recaudación de impuestos.
En el ámbito social se destaca su preocupación por la educación.
5. BIBLIOGRAFÍA:
Carbo, Pedro: Forjadores de la Historia Ecuatoriana, Vicente Rocafuerte, Volumen 6, Editorial Pedagógica
Freire, Riobamba, 1985. / Barrera, Isaac: Rocafuerte, Estudio histórico-biográfico, segunda edición, Editorial
Escuela de Artes y Oficios, 1911. / Maiguashca, Juan: Ecuador y su región, Corporación Editora Nacional,
Quito, 1990. / Mecum, Kent: El Idealismo práctico de Vicente Rocafuerte, Editorial Cajica, Puebla, 1975. /
Moreano, Guillermo: Evolución y búsqueda del despegue económico, primera edición, Banco Central del
Ecuador, Quito, 1990. / Robalino, Luis: Orígenes del Ecuador de Hoy, Rocafuerte, segunda edición, Editorial
José Cajica, Puebla, 1970. / Salvat, Historia del Ecuador, Volúmenes 89-90, Salvat Editores, Barcelona, 1980.