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U.D. 2: NORMAS DE SEGURIDAD E HIGIENE EN CENTROS SANITARIOS
1. INTRODUCCIÓN
2. DEFINICIONES
Profesional de la salud; prevención laboral; accidente laboral; enfermedad
profesional; plan de prevención de riesgos
3. NORMAS DE SEGURIDAD Y MEDIDAS PREVENTIVAS A APLICAR EN LOS
PRINCIPALES RIESGOS LABORALES DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD
3.1
Riesgos Biológicos
3.2
Riesgos Químicos
3.3
Riesgos Físicos
Peligros eléctricos; calor; ruido; ventilación inadecuada; humos de
láser; radiaciones (ionizantes y no ionizantes)
3.4
Problemas Ergonómicos
3.5
Riesgos Psíquicos
1. INTRODUCCIÓN
-El ejercicio de una actividad profesional conlleva la exposición a unos riesgos,
llamados riesgos profesionales, por estar relacionados con este ámbito.
-La actividad laboral, puede ser fuente de enfermedades, de accidentes o incluso de la
muerte del empleado; suponiend0 un coste enorme para el trabajador, para su familia,
para la empresa y para toda la sociedad,
-Por eso la Administración recogió las directrices de la Comunidad Europea y de la
Constitución española, para elaborar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley
31/1995, de 8 de noviembre) y los distintos decretos que la desarrollan.
-Los centros sanitarios que no controlan la seguridad e higiene de cada usuario y del
personal sanitario, va contra los principios de su existencia.
-Por todo ello el personal sanitario debe comprender la importancia de la seguridad en
todos los elementos (estructuras, personas y procedimientos) del centro,
anticipándose a los peligros potenciales, proporcinando información para su
eliminación y estimulando a las personas para mejorar las actividades que requieran
un esfuerzo continuo y organizado.
2. DEFINICIONES
-PROFESIONAL DE LA SALUD: “Todos los trabajadores que tienen como misión común
promover o conservar la salud”. Se incluye al personal propiamente sanitario (médicos,
enfermeras, auxiliares, técnicos, etc.), así como el de apoyo y mantenimiento a los
medios sanitarios (cocinas, mantenimiento, lavanderías, etc.), y extensible a los
trabajadores de la industria farmacéutica.
-PREVENCIÓN LABORAL: las tres disciplinas fundamentales de la prevención laboral
son:
 Medicina del trabajo: Constituye una especialidad médica. Tiene como
objetivo específico la prevención de los accidentes laborales y de las
enfermedades profesionales, para lo cual emplea técnicas específicamente
sanitarias (ej.: vacunas), actuando sobre el individuo.

Seguridad en el trabajo: Específicamente tiene como objetivo la prevención
del “accidente de trabajo”, actuando sobre el medio ambiente mediante
procedimientos técnicos. La seguridad en el trabajo ha de ser una de las
prioridades de la empresa y de los trabajadores; el interés para éstos no
necesita argumentaciones: es tan importante la seguridad laboral como el
salario o el tipo de jornada.
 Higiene industrial: La higiene industrial tiene como objetivo específico la
prevención de la enfermedad profesional, actuando sobre el medio ambiente
mediante el empleo de recursos técnicos Ej.: campana de gases).
-ACCIDENTE LABORAL: Es el que sucede al trabajador durante su jornada laboral o
bien en el trayecto al trabajo o desde el trabajo a su casa. En este último caso el
accidente recibe el nombre de in itinere. Es un suceso imprevisto, brusco y que suele
lesionar al o a los trabajadores.
-ENFERMEDADES PROFESIONALES: son las padecidas por la acción continuada en el
tiempo de diversos agentes nocivos presentes en el medio laboral; evolucionan lenta y
progresivamente, causando al trabajador una incapacidad para el ejercicio normal de
su profesión e incluso la muerte. Aunque el factor determinante de la enfermedad
profesional esté directamente relacionado con la tarea realizada, en la aparición y el
desarrollo de la enfermedad influyen otros factores (estado inmune, educación
sanitaria, antecedentes médicos, idiosincrasia). En España se consideran
enfermedades profesionales las incluidas en la lista del Real Decreto 1995/1978, de 12
de mayo. Se trata de una lista abierta, modificable cuando lo aconsejen los estudios
pertinentes.
-La prevención, tanto de la enfermedad profesional como del accidente laboral, se
organiza mediante un plan de prevención de riesgos, cuyas actuaciones comienzan
por un análisis de las condiciones de trabajo. A partir de las conclusiones de ese
análisis podrá actuarse a diferentes niveles, que son, por orden de preferencia:
1. Eliminación o reducción de las fuentes productoras de agentes nocivos.
2. Sustitución o mejora de los procesos.
3. Sustitución o mejora de los equipos y de los medios de trabajo.
4. Protección personal de los trabajadores.
-Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, el empresario es quien tiene la
responsabilidad de garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio, y
debe hacerlo adoptando las medidas y realizando las actividades que sean necesarias.
-Las actividades de protección y de prevención de riesgos profesionales en el lugar de
trabajo las llevará a cabo un servicio de prevención.
-Según el tamaño de la empresa, la peligrosidad de las tareas y la capacidad del
empresario y/o de los trabajadores, las actividades de prevención las ejercerá el propio
empresario, uno o varios trabajadores de la empresa o una entidad especializada ajena
a ésta.
3. NORMAS DE SEGURIDAD Y MEDIDAS PREVENTIVAS A APLICAR EN LOS
PRINCIPALES RIESGOS LABORALES DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD
-Según un informe del National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH),
de Estados Unidos, los pinchazos con agujas, las luxaciones musculosqueléticas y las
lesiones de la columna vertebral son, probablemente, los riesgos más comunes en el
sector de la asistencia sanitaria (Wugofski 1995).
-En la Conferencia sobre Riesgos Profesionales organizada por la OMS en 1981 se
definieron cinco áreas de riesgo especialmente graves:
 Cortes, laceraciones y fracturas
 Lesiones de la columna vertebral
 Escasez de equipo de protección individual
 Deficiente mantenimiento de los equipos mecánicos y eléctricos
 Agresiones de los pacientes.
3.1
Riesgos Biológicos
-Las enfermedades infecciosas tienen un peso considerable en el total mundial de
enfermedades profesionales entre los trabajadores sanitarios.
-Las siguientes enfermedades infecciosas, relacionadas por orden de frecuencia,
constituyen las patologías infecciosas relacionadas con el trabajo más frecuentes en
todo el mundo entre el personal sanitario:
 hepatitis B
 tuberculosis
 hepatitis C
 hepatitis A
 hepatitis, no A-E.
-Las siguientes (que no se relacionan por orden de frecuencia) son igualmente
importantes (varicela, sarampión, parotiditis, rubéola, VIH/SIDA, hepatitis D, hepatitis
por virus de Epstein-Barr, hepatitis por citomegalovirus).
-El riesgo de transmisión del VHB a los trabajadores sanitarios por un pinchazo con
sangre infectada es unas 100 veces mayor que el riesgo de transmisión de VIH por la
misma causa.
-El problema se complica por la circunstancia de que muchos de los microorganismos
activos se han hecho resistentes a los fármacos.
-Está, asimismo, el problema planteado por los nuevos brotes de agentes infecciosos
fatales, como el virus Ebola.
 Prevención y Control
-El principio básico de la prevención de las enfermedades infecciosas consiste en
persuadir a los trabajadores sanitarios, al personal auxiliar y a los profesionales de la
salud de que los centros sanitarios constituyen “caldos de cultivo” de infecciones, en
los que cada paciente representa un riesgo potencial.
-En la tabla siguiente se recogen las “precauciones universales” publicadas en 1987
por el los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), para prevenir la
transmisión de las enfermedades infecciosas en el medio sanitario. Como ya hemos
comentado anteriormente se basan en la asunción de que todos los pacientes pueden
estar infectados con patógenos sanguíneos. Por tanto, seria conveniente que las
precauciones al manejar la sangre y determinados fluidos orgánicos (semen,
secreciones vaginales, y líquido cefalorraquídeo, pleural, sinovial, amniótico,
peritoneal y pericárdico) se adoptasen con todos los pacientes.
PRECAUCIONES UNIVERSALES
Las Precauciones Universales consisten en una serie de medidas preventivas sencillas y la
mayoría conocidas por los trabajadores sanitarios y son:
a) Normas de higiene personal (lavado de manos y piel después del contacto con sangre o
fluidos corporales).
b) Elementos de protección de barrera (uso de guantes, mascarillas, gorros/ batas, etc.)
cuando la situación lo requiera.
c) Manejar con extrema precaución las agujas y los objetos cortantes o punzantes.
d) Esterilización y desinfección correctas de instrumentos y superficies.
e) Vacunación contra la Hepatitis B. En la mayoría de los países del mundo donde el virus
de la hepatitis B es un riesgo para la salud de los trabajadores, la vacuna de la hepatitis B
ha demostrado ser una forma muy efectiva de protección. La OMS recomienda que se
administre a todos los trabajadores sanitarios que puedan entrar en contacto con sangre o
fluidos corporales. Asimismo, recomienda que en aquellas poblaciones donde la
prevalencia de VHB sea alta debe ser prioritaria la inmunización rutinaria de los niños con
la vacuna de la Hepatitis B.
3.2
Riesgos Químicos
-La exposición a sustancias químicas potencialmente peligrosas es un fenómeno
cotidiano en la vida de los trabajadores sanitarios.
-Estos se exponen a dichas sustancias durante la aplicación de los procedimientos
terapéuticos y de diagnóstico, en los trabajos de laboratorio, en las actividades de
preparación y eliminación del material e, incluso, en las secreciones de los pacientes,
por no mencionar las actividades “logísticas” que se realizan en todos los lugares de
trabajo, como la limpieza y el trabajo doméstico, el lavado y planchado, los trabajos de
fontanería y las labores de mantenimiento.
-En la Tabla siguiente se relacionan los tipos de sustancias químicas presentes en el
lugar de trabajo sanitario.
-Los trabajadores de laboratorio se exponen a la vasta gama de reactivos químicos que
utilizan; los histólogos, a los colorantes y tinciones; los anatomopatólogos, a las
soluciones de fijado y preservación (el formaldehído es un potente sensibilizador); el
amianto, por su parte, constituye un peligro para los trabajadores que reparan o
restauran los centros sanitarios más antiguos.
 Prevención y Control
-El control de los riesgos de origen químico en los hospitales se debe basar en los
principios clásicos de las buenas prácticas de higiene industrial.
-Las medidas de control medioambiental (o técnicas) constituyen la clave de la
prevención de las exposiciones nocivas.
-No obstante, todos los trabajadores deben recibir una formación suficiente en la
aplicación correcta de las técnicas de prevención de las exposiciones. Es
imprescindible, además, informar a los trabajadores de los peligros que les amenazan
en el lugar de trabajo y de las correspondientes medidas de seguridad.
-Los métodos de control a las exposiciones de origen químico (aplicable también a
agentes físicos, biológicos, etc.), se suelen dividir en tres categorías:
A. Los controles técnicos más destacados son:
 Ventilación (ventilación tanto general como localizada); supone un diseño
adecuado del local.
 Aislamiento (colocación de una barrera entre el trabajador y el agente);
ejemplo: cabina de gases
 Sustitución (sustitución por materiales menos tóxicos e inflamables, etc.);
 Cambios en el proceso (eliminación de etapas peligrosas).
-Los controles técnicos son el método más eficaz para reducir las exposiciones. Con
frecuencia, son también el más caro.
B. Los controles administrativos son cambios en la manera en que un trabajador
realiza las tareas correspondientes a su puesto de trabajo; por ejemplo,
reducción del tiempo de trabajo en una zona en la que se producen
exposiciones, o cambios en las prácticas de trabajo (ej.: pipeteo con la boca)
C. El equipo de protección personal está compuesto por los elementos que se
entregan al trabajador para que los lleve puestos mientras realiza
determinadas tareas (o todas ellas) de su puesto de trabajo; algunos de esos
elementos son los respiradores, las gafas, los guantes protectores y las
pantallas de protección facial. El equipo de protección personal suele utilizarse
cuando los controles técnicos no han conseguido controlar la exposición a unos
niveles aceptables o cuando dichos controles no son factibles (por razones
operativas o de coste). El equipo de protección personal puede ofrecer una
protección importante a los trabajadores si se lleva y se utiliza correctamente.
3.3
Riesgos Físicos
A. Peligros Eléctricos
-El incumplimiento de las normas de seguridad en el diseño y uso del equipo eléctrico
es la infracción más frecuente en todos los sectores.
-En los hospitales, los fallos del sistema eléctrico constituyen la segunda causa en
orden de importancia de los incendios.
-Además, en estos centros se utiliza una gran variedad de equipo eléctrico en entornos
peligrosos (por ejemplo, en lugares húmedos o mojados, o en la vecindad de
sustancias combustibles o inflamables).
Prevención y control
-Es preciso que todas las instalaciones eléctricas se ajusten a los reglamentos y normas
de seguridad aplicables.
-Se recomiendan diversas medidas de prevención de incendios y descargas a los
trabajadores:
 Realización de inspecciones periódicas de todas las áreas de trabajo a cargo de
un ingeniero eléctrico, con objeto de detectar y eliminar posibles factores de
riesgo, como la presencia de aparatos y equipo eléctrico carente de conexión a
tierra o de un mantenimiento adecuado
 Inclusión de la seguridad de los sistemas eléctricos, tanto en las directrices,
como en los programas de formación en el centro de trabajo.
-Se debe enseñar a los trabajadores a:
 No utilizar el equipo eléctrico con las manos mojadas, sobre superficies
húmedas o mientras están en suelos mojados
 No utilizar dispositivos capaces de hacer saltar los fusibles o activar
interruptores de circuitos hasta que se hayan revisado
 No utilizar ningún equipo, aparato eléctrico o cosa que parezca estar dañado o
en pobres condiciones de mantenimiento
 Utilizar alargadores exclusivamente de forma temporal y en situaciones de
urgencia
 Elegir alargadores capaces de soportar el voltaje generado
 Desconectar el equipo antes de desenchufarlo
 Comunicar inmediatamente cualquier descarga (incluidos los simples
chispazos) y no reutilizar el equipo afectado hasta tanto no haya sido
inspeccionado.
B. Calor
-Si bien los efectos del calor sobre la salud de los trabajadores de los hospitales
pueden consistir en golpes de calor, agotamiento, desmayos y calambres, estos
episodios no son frecuentes.
-Mucho más comunes son los efectos, más moderados, de la fatiga, la incomodidad y
la incapacidad de concentración. La importancia de esos fenómenos reside en que
incrementan el riesgo de accidentes.
 Prevención y control
 Aunque a veces resulta imposible mantener algunos entornos hospitalarios a
unas temperaturas agradables, existen medios de mantener la temperatura
dentro de unos niveles aceptables y mitigar los efectos del calor sobre los
trabajadores:
 Asegurar una ventilación adecuada. A veces, resulta imprescindible
complementar el sistema central de acondicionamiento de aire con el uso de
ventiladores de pie, por ejemplo
 Garantizar el suministro de agua potable fría
 Rotar el personal de forma que pueda disfrutar de descansos periódicos
 Permitir que los trabajadores disfruten de pausas frecuentes en lugares frescos.
C. Ruido
-La exposición a ruidos de gran intensidad en el lugar de trabajo es uno de los
principales peligros que afrontan los trabajadores. A pesar de la imagen tradicional de
los hospitales como lugares silenciosos, estos centros pueden ser sitios muy ruidosos.
 Prevención y control
-Si del análisis del nivel de ruido existente en un centro se infiere que la exposición de
los trabajadores al ruido excede de los límites fijados por la OSHA (Occupational Safety
and Health Administration) (87 dcbs), se impone la ejecución de un programa de
reducción de los decibelios. El programa consiste en las medidas siguientes:
 Mediciones periódicas
 Controles técnicos, del tipo del aislamiento sonoro de los aparatos más
ruidosos, la instalación de amortiguadores y de moquetas y falsos techos
aislantes
 Controles administrativos que permitan limitar la exposición de los
trabajadores a ruidos excesivos
-Aparte de las medidas de reducción del ruido, se debe poner en práctica un programa
de protección de la audición, consistente en las medidas siguientes:
 Pruebas de audición aplicables a los nuevos trabajadores, que sirvan de pauta
para las evaluaciones posteriores
 Exploración audiométrica anual
 Uso de medios de protección de la audición en tanto no se implanten los
controles del ruido y en los casos en que los niveles del ruido no se puedan
mantener dentro de los límites tolerables.
D. Ventilación Inadecuada
-En las edificaciones nuevas, herméticamente cerradas, se suele experimentar el
denominado “síndrome del edificio cerrado” o “síndrome del edificio enfermo”. Si el
sistema de circulación no permite una rápida renovación del aire, la concentración de
agentes irritantes puede aumentar hasta límites capaces de producir irritación en ojos
y garganta y secreción abundante de la nariz.
 Prevención y control
-Si bien la ventilación de las áreas más críticas ha sido tradicionalmente objeto de
especial atención, las áreas de uso general han recibido normalmente mucha menos
atención.
-Es preciso inducir a los trabajadores a que comuniquen cualquier irritación que se
produzca en el lugar de trabajo.
-Si no es posible mejorar localmente la calidad del aire, puede resultar necesario
trasladar a los trabajadores que hayan adquirido una sensibilidad especial a los
agentes irritantes presentes en su puesto de trabajo.
E. Humos Láser
Durante las intervenciones quirúrgicas que se realizan en las unidades de
electrocirugía y de cirugía por láser, se liberan humos como consecuencia de la
destrucción térmica de los tejidos.
-Estas emanaciones pueden contener gases y vapores tóxicos del tipo del benceno, el
cianuro de hidrógeno y el formaldehído; bioaerosoles, material celular vivo y muerto
(incluidas partículas de sangre) y diversos virus.
-En concentraciones elevadas, estos humos pueden provocar a los trabajadores
sanitarios irritaciones oculares y de las vías respiratorias superiores, además de afectar
la vista de los cirujanos.
-Estos humos, de olor desagradable, pueden contener materiales mutágenos.
 Prevención y control
-La exposición a las sustancias contaminantes en suspensión en esos humos se puede
controlar eficazmente con una correcta ventilación de la sala, complementada por un
sistema puntual de salida de aire dotado de una potente unidad de extracción (por
ejemplo, una bomba de vacío provista de una embocadura de admisión colocada a
unos cinco centímetros del campo operatorio) que funcione automáticamente
mientras dure la intervención.
-Tanto el sistema de ventilación de la sala como el dispositivo puntual de salida del aire
se deben dotar de filtros y absorbentes que retengan las partículas sólidas y absorban
o neutralice los gases y vapores. Estos filtros y absorbentes se deben monitorizar y
reemplazar regularmente, y ser objeto de una cuidadosa eliminación, al entrañar un
riesgo biológico.
F. Radiaciones
 Ionizantes
-Si la radiación ionizante penetra en las células vivas, puede, bien destruirlas
directamente (esto es, producir quemaduras o caída del cabello), bien alterar el
material genético celular (esto es, provocar cáncer o perturbación de la función
reproductora).
-Las normas aplicables a la radiación ionizante se pueden referir a la exposición (la
cantidad de radiación que recibe el cuerpo) o a la dosis (la cantidad de radiación
absorbida por el cuerpo) y se pueden expresar en milirems (mrem) —la unidad de
radiación normalmente utilizada— o en rems (1.000 milirems).
 Prevención y control
Se recomienda encarecidamente la adopción de las siguientes medidas preventivas de
la radiación ionizante (rayos X y radioisótopos):
 Los recintos que albergan equipo emisor de radiación se deben identificar
claramente y sólo se debe permitir la entrada al personal autorizado.
 En los recintos en que se utilizan unidades portátiles de rayos X y de
radioisótopos sólo se debe permitir la permanencia de los pacientes y del
personal cualificado.
 Antes de trasladar una unidad portátil de rayos X, se debe advertir a los
trabajadores que se encuentren en las inmediaciones.
 Las unidades de rayos X se deben dotar de mandos que impidan su activación
accidental.
 Las puertas de acceso a las salas de rayos X deben permanecer cerradas
mientras se utiliza el equipo.
 Antes de cada utilización, es preciso verificar que todos los conos y filtros de los
aparatos de rayos X se han colocado debidamente.
 Es preciso identificar claramente a los pacientes que han sido objeto de
implantes radiactivos o han sido sometidos a otros tratamientos de radiología.
Asimismo, es preciso etiquetar indistintamente la ropa de cama, los vendajes y
demás desechos generados por estos pacientes.
-Los trabajadores expuestos a la acción directa de la radiación o que trabajan en áreas
en que la dispersión es elevada deben usar delantales, guantes y gafas especiales de
plomo. Todos los años se debe verificar si el revestimiento de plomo de estos medios
de protección presenta fisuras.
-Los trabajadores expuestos a la radiación ionizante debe usar dosímetros, cuyo
funcionamiento se debe revisar periódicamente en un laboratorio con un buen nivel
de control de la calidad, registrándose los resultados. Es preciso documentar, no sólo
el nivel de exposición de cada trabajador, sino también la recepción y evacuación de la
totalidad de los radioisótopos.
-En las unidades de radioterapia se deben verificar periódicamente las dosis utilizando
dosímetros sólidos de fluoruro de litio para verificar la calibración del sistema. Los
quirófanos se deben dotar de un sistema de entrecierre de las puertas con el equipo
de radiología y de dispositivos de alarma visual.
-Durante el tratamiento interno o intravenoso con sustancias radiactivas, se debe
colocar al paciente en un recinto cuya situación contribuya a reducir el riesgo de
exposición del personal y del resto de los pacientes; además es preciso colocar letreros
de advertencia a la entrada. Aparte de limitar el tiempo de contacto del personal con
los focos de riesgo, se deben extremar las cautelas en la manipulación de la ropa de
cama y los vendajes y demás desechos generados por estos pacientes.
 No Ionizantes
-Los rayos ultravioleta, el láser y las microondas son focos de radiación no ionizante.
Aunque, por regla general, esta forma de radiación es menos peligrosa que la
ionizante, precisa un cuidado especial para prevenir lesiones.
 Prevención y control
-Para garantizar la seguridad de los trabajadores, es preciso mantener perfectamente
limpios los hornos microondas, con el fin de conservar la estanqueidad de los cierres
de las puertas, además de verificar las posibles filtraciones con una periodicidad
mínima trimestral. Antes de cada aplicación de diatermia, se deben verificar las
posibles filtraciones del equipo en el entorno del terapeuta.
-Los trabajadores sanitarios deben ser conscientes del peligro que entraña la
exposición a los rayos ultravioletas y al calor infrarrojo utilizado en el tratamiento, y de
la necesidad de protegerse adecuadamente la vista mientras usan o reparan equipos
de ultravioleta (lámparas germicidas y purificadores de aire) o equipo o instrumentos
de infrarrojos.
3.4
Problemas Ergonómicos
-La ergonomía es una ciencia aplicada que se ocupa de la adaptación del trabajo y del
lugar de trabajo a las características y capacidades del trabajador, con objeto de que
éste pueda realizar de forma segura y eficaz las tareas encomendadas.
-A ser posible, se adaptan tanto el mobiliario, el equipo y las herramientas utilizadas
por el trabajador como el propio medio ambiente de trabajo, con objeto de facilitar la
actividad productiva sin riesgos para el trabajador ni para sus compañeros o el público
en general.
-Las lesiones más comunes y costosas que sufren los trabajadores sanitarios son, con
mucho, las de columna vertebral. Enfermeras y auxiliares corren el mayor riesgo de
sufrir lesiones musculosqueléticas, debido a los frecuentes esfuerzos que realizan para
incorporar y trasladar a los pacientes.
3.5
Riesgos Psíquicos
-Las manifestaciones leves o moderadas de estrés son mucho más frecuentes entre los
profesionales de la sanidad que los trastornos psiquiátricos declarados (McCue 1982).
-Los cambios que se suceden rápidamente en este sector han producido un sensible
incremento de los síntomas de frustración, alienación y burnout (falta de energía,
síntomas de ansiedad y depresión, desmotivación en el trabajo y agresividad hacia los
pacientes) entre los trabajadores sanitarios. A este problema se añade la creciente
frecuencia del maltrato a los pacientes que se observa en muchos hospitales (Yassi
1994).
-En contra de la idea generalizada de que el problema psicosocial más agudo que
agobia a los trabajadores sanitarios es su contacto con la agonía y la muerte, se hace
cada vez más patente que la naturaleza misma del sector, con su estructura jerárquica,
su falta de estabilidad en el puesto de trabajo y unas elevadas exigencias que no se
corresponden con la dotación de recursos, es la causa de la serie de enfermedades
relacionadas con el estrés que afecta a los trabajadores sanitarios.
C