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CENTRO DE DESARROLLO EMPRESARIAL Y DEL EMPRENDIMIENTO
Compilación de material para el desarrollo de Talleres Sobre Métodos de Estudio como
componente del Proyecto de Tutorías y deserción estudiantil
Fuente bibliográfica: Máster Biblioteca Práctica de Comunicación © 2007 EDITORIAL OCEANO
Ing. Luis Fernando Cortázar Ávila
Coordinador Centro de Desarrollo Empresarial y del Emprendimiento
Barranquilla, Febrero de 2011
2. EL PROCEDIMIENTO CIENTÍFICO DE LA MNEMOTECNIA
Los métodos mnemotécnicos. Una "ciencia" muy antigua. Un recorrido por la historia de la
mnemotecnia. Un caso especial: los oradores romanos. La evolución de la mnemotecnia
2.1 Los métodos mnemotécnicos
Los procedimientos mnemotécnicos se pueden clasificar en tres categorías distintas:
- Los códigos, que son una serie de señales que pueden ser sustituidas por otras; por ejemplo, el
lenguaje de banderas de los barcos, el alfabeto morse, el cambiar o transformar un número por
una letra o palabra, etc.
- Los índices de recuperación o recuerdo, que son palabras, números, sensaciones, etc., que
permiten recuperar del almacén de la memoria aquello que se desea recordar. Una imagen puede
evocar sentimientos, una palabra clave ayuda a evocar una frase, un párrafo...
- Los planes de recuperación o recuerdo, que son la alternativa a almacenar gran cantidad de
información cuando el índice no es suficiente. Para memorizar un texto, un número con muchas
cifras o una gran cantidad de información, es necesario realizar un plan de recuerdo, ya que son
datos difíciles de memorizar.
2.2 Una "ciencia" muy antigua
En el Renacimiento se retoman algunas de las técnicas ya creadas y se procede a su adaptación a
tiempos "más modernos". Estas nuevas técnicas no suponen más que variantes de las ya
existentes. Pierre de la Ramée, basándose en Giordano Bruno, organiza la información en una
estructura piramidal. Estas novedades son el antecedente de los actuales organigramas de flujo y
la base estructural de los mapas conceptuales.
Posteriormente se inventaron los códigos cifra-letra y los códigos cifra-imagen, ya que la
asociación entre letras e imágenes es mucho mayor que la existente entre los números. A partir de
los siglos XVIII y XIX se extiende el uso de estos códigos y se genera la "tabla de recuerdo", que
será empleada para localizar la posición de una palabra en una lista dada entre el uno y el cien.
2.3 Un recorrido por la historia de la mnemotecnia
Ya en tiempos de los griegos, algunos hombres asombraban al resto en espectáculos en los que
hacían gala de unas memorias asombrosas: memorizaban números, palabras, imágenes, fechas,
etc., y luego los reproducían en el orden que deseaban.
Las técnicas que se han empleado desde entonces han ido evolucionando y adaptándose a las
necesidades sociales de cada época hasta dar lugar a la mnemotecnia tal y como se conoce hoy en
día. Estas técnicas han pasado de ser trucos o estrategias para entretener al público a ser
calificadas de procedimiento científico en toda regla.
En el manejo, la creación, el desarrollo y la revisión de estos métodos, se pueden destacar
personajes tan ilustres como Audibert, Parent-Voisin, Castilho, Demangeau, sin olvidar la
importancia de tantos otros que fueron objeto de plagio (sus obras fueron reproducidas
literalmente sin citar sus nombres; un hecho lamentable pero muy común en aquella época).
Por esta razón los siguientes contenidos se abordan de una forma muy prudente, haciendo constar
que los méritos, las técnicas y la mayoría de los datos son fruto de la revisión de diversas fuentes.
Para cualquier lectura actual que se haga de la bibliografía existente sobre este tema no debe
olvidarse que, en el terreno de la mnemotecnia, no ha surgido nada especialmente relevante tras
Grégoire de Feinaigle (1800) y sus aportaciones en el código cifra-letra y la "tabla del recuerdo".
2.4 Un caso especial: los oradores romanos
Los romanos aplicaron la mnemotecnia para litigar, es decir, para denunciar, comparecer,
reclamar, apelar, etc., por lo que la memoria llegó a ser parte de la retórica, o el famoso "arte de
persuadir".
Su importancia era tal que se escribían tratados sobre la memoria y se enseñaba en las escuelas.
Algunos de los títulos que han llegado hasta nuestros días son: Rhetorica ad Herennium, atribuida
a Cicerón, aunque es de autor desconocido; De institutione oratoria, de Quintiliano y la Elocuencia
de Cicerón.
En el primero de ellos, Rhetorica ad Herennium, el autor distingue entre memoria natural
(entendida como aptitud) y la memoria artificial (el método empleado), y esta a su vez se divide en
la memoria para los lugares y la memoria para las imágenes. El método para recordar las imágenes
implica el atribuirles "una belleza excepcional o una insigne fealdad... representándonos una de
entre ellas cubierta de barro o barnizada de bermellón" (citado del original por Lieury en su libro
Los métodos mnemotécnicos).
Cicerón recoge la mayoría de los consejos contenidos en el texto anterior, inclinándose sobre todo
por el método de los loci o método de los lugares. Su argumento, tomado del original, decía: "...
Que no se diga, no son más que juicios inexactos de perezosos, que esta abundancia de imágenes
sobrecarga y abruma la memoria... Yo mismo he conocido hombres de gran mérito y de una
memoria prodigiosa: en Atenas a Kharmadas, en Asia, Metrodoro de Scepsisi, quien, al parecer,
todavía vive. Pues bien, ambos me han asegurado que, de la misma manera que se marcan
caracteres en la cera, ellos grababan por medio de imágenes, en los emplazamientos elegidos, lo
que deseaban recordar".
Respecto a la aplicación de la memoria a la oratoria romana, Quintiliano afirma: "El medio
prácticamente único, si exceptuamos el ejercicio, el más poderoso de todos, consiste en la división
y también disposición armoniosa de las palabras...
Un discurso resulta demasiado largo para confiarlo a la memoria, será mejor aprenderlo por
partes. Pero que estas partes no sean excesivamente cortas, pues de otro modo serían muchas las
que habría que hacer. Para lo que nos cueste trabajo retener, es interesante atribuirles algunos
símbolos, para que el recuerdo sirva para refrescar y estimular la memoria... un ancla si es de un
navío de lo que hay que hablar, un venablo si se trata de un combate".
Como puede observarse, Quintiliano ya afirmó la necesidad de dividir largas listas de datos en
partes, y la necesidad de emplear índices de recuperación basados en categorías, como el ancla
del navío que pretende memorizarse.
Quintiliano, en el siglo I, comenta respecto a los argumentos de Cicerón: "Confieso que este
procedimiento tiene a veces su utilidad, por ejemplo, si tenemos que reproducir los nombres de
un gran número de objetos en el mismo orden... pero no resultará de la misma utilidad a la hora
de aprender de memoria las partes de un discurso seguido. La razón reside en que los
pensamientos no poseen, como los objetos, imágenes propias".
Afirmación muy cierta que, posteriormente, ha sido comprobada empíricamente demostrando
que la memorización de palabras abstractas es difícilmente realizable a través de imágenes.
2.5 La evolución de la mnemotecnia
Gracias al estudio del cerebro, se ha averiguado de qué modo almacena la información, cómo se
puede recordar con facilidad y, sobre todo, de qué manera pueden perdurar los datos
memorizados durante largos períodos de tiempo o indefinidamente.
La mnemotecnia ha adquirido prestigio desde que la ciencia la avala; de hecho, es motivo de
estudio para numerosos científicos y sus resultados se aplican en los centros educativos de
cualquier nivel, en empresas, etc., obteniendo, en todos los casos, un incremento en el
rendimiento.
Tal y como recoge Alain Lieury, los padres de la mnemotecnia aportaron la idea de que la imagen
visual es una ayuda imprescindible para la memorización y que su dominio como técnica es
fundamental para el correcto desarrollo de la memoria, sobre todo en lo referente a palabras
aisladas.
Otra de las técnicas que pretenden desarrollar la memoria a base de asociar informaciones a
símbolos figurativos es la de los índices de recuperación; es como vincular la corona de laurel al
éxito "deportivo" de los romanos. El hecho de relacionar distintos índices en función de una
secuencia organizada previamente dio lugar al empleo del "método de los lugares". En este
sentido, tan sólo Quintiliano hace referencia a la posibilidad de la existencia de relaciones lógicas
entre dichos índices.