Download Ejercicios 1889 - Esclavas del Divino Corazón
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
A PROPÓSITO DE OTROS EJERCICIOS… … de Marcelo Spínola: “… Pero, ¿qué decir de los resultados? Estos últimos días se me venían a la memoria las palabras de S.Pedro: “Per totam noctem laborantes nihil cepimus”. He trabajado mucho: cogido… poco. Y es que dos defectos entre otros he cometido, el uno dejarme llevar de la imaginación, permitiéndola que me agitase con sus cavilaciones, yendo y volviendo incesantemente a un mismo punto, y punto ya discutido; el otro, ser poco generoso con Dios, de donde se originaba mi anhelo de concluir mi obra, y el no hallarme bien ni a gusto. Resultado de todo: Valemos muy poco, por más que digan. Pues ahora bien (5), despacio examinadas las cosas de mi alama, vengo yo a parar a una conclusión, a saber, que la falta de humildad es el origen de todas mis desdichas (6), de donde infiero que mis conatos y esfuerzos deben en lo sucesivo dirigirse a la adquisición de esas virtudes, imitando al mercader del Evangelio. Pero alcanzarla es lo difícil, y yo harto probado lo tengo, pues años enteros me he llevado meditando en la humildad y estudiándola, sin haber aún aprendido la lección. El tiempo va pasando entre tanto, Menester es, pues, poner con decisión manos a la obra, y cueste lo que cueste, y aunque sea preciso andar mucho trecho, y pasar muchos trabajos, ir en busca de la humildad. Para facilitar su práctica quiero poner aquí unas cuantas reglas, que me sirvan de norma en adelante: 1. Dar mucho; no exigir nada ni en atención ni en respeto, ni en cariño, pues no merezco cosa alguna. 2. Holgarme grandemente en la santidad y el mérito ajenos, bendiciendo a Dios, porque ya que no soy yo como debo, otros lo son y le glorifican. 3. Regocijarme de que otros hagan las cosas, y no yo; pues así dios es glorificado, y por mi parte yo me libro de la tentación de la vanidad. 4. No hablar de mí jamás, no en bien ni en mal. Si cayere en falta sobre este punto me castigaré muy duramente. 5. Nunca, cuando a otros elogien, decir cosa que los pueda rebajar; si las alabanzas son inmerecidas, guardar silencio. 6. Esconderme cuanto pueda, no apareciendo en funciones públicas sino cuando las exigencias de la posición lo pidan; y aun entonces, exhibirme lo menos que posible sea. 7. Jamás echarla de sabio ni letrado, sino hablar aun de las cosas más altas con sencillez y llaneza. 8. Hacer sin aparentarlo ni mucho menos decirlo, lo más perfecto. Obligarme a esto bajo voto fuera generosísimo, pero es demasiada empresa para mí; por eso cambio el voto en propósito. Y no pongo más que harto dichoso seré si puntualmente cumplo lo ofrecido; si falto alguna o muchas veces, que todo de mí puedo temerlo, no me acobardaré; mas antes humillándome, procuraré la enmienda” Málaga, 14 de Julio de 1887 …de Celia Méndez: Ejercicios 1889. RF II Anexo XII* Ignoro por que me da Dios el deseo de escribir en esto Stos. Ejercicios. Hace mucho tiempo que no lo hago; pero me dejo ahora llevar de este deseo recordando que dice el P.Olivaint que creía deber el poco fruto de sus ejercicios durante muchos o varios años al olvido de esta práctica. Día 1º. Los empiezo contenta, no sólo no estoy inquieta, sino que parece que la paz y serenidad de mi alma se ha aumentado desde que hicimos la preparación; y verdaderamente no comprendo por qué me he de inquietar. Voy a pasar ocho días a los pies de N.S. y mirando su Divino Corazón; claro es que he de ver allí mis muchas miserias pasadas y presentes, pero he visto y veo en El tanta misericordia y tanta bondad, tanta generosidad para perdonarme, y una mano tan amorosa que me sostiene que aun sin quererlo yo pierdo de vista todo lo feo que veo en mí y sólo tengo ojos para ver y corazón para amar tanta hermosura. Además no me aterra la idea de los sacrificios que pueda exigirme, su Esclava soy, no de nombre sino de hecho y puede pedir cuanto quiera; si es mi vida no sólo no la regateo sino que la doy con gusto, si quiere la Congregación que me interesa más que mi vida, que la tome y la destruya, suya es y sólo para hacer su voluntad la quiero; y si quiere al Padre que me ha dado que es el todo para mí, después de Dios …pues que lo tome, cueste lo que cueste. Hecho esto nada más tengo que dar al Corazón de Jesús, todas las cosas hace tiempo que me son indiferentes. La idea de perder a mi Padre me pone una nube negra sobre el corazón que lo oscurece todo pero no por eso dejo ni dejaré de repetir Fiat siempre y en todo. No quiero detenerme mucho en este pensamiento que todo lo oscurece. No puedo dudar que Dios me lo * Ejercicios 1889. cMT p 0.77; CI II p 116 ha dado y que hasta milagros puede decirse que ha hecho para conservarme a su lado y bajo su dirección y sería injusto en mí dudar de la amorosa protección con que Dios ha favorecido siempre este santo afecto y santa unión. Ha sido el cimiento sobre el cual ha querido fabricar la Congregación de sus Esclavas y mientras seamos fieles y sólo pensemos en dar gloria al Divino Corazón seguirá bendiciéndonos y estrechando más nuestros lazos, dando a mi Padre luces muy claras para guiarme y a mí gran docilidad, gran rendimiento para dejarme llevar; mi único deseo es llegar a ser como el agua que sin dificultad ninguna toma la forma y el color que se le quiere dar; espero de la misericordia del Corazón de Jesús que me lo concederá. (…) Día 8º No pensaba escribir más; hemos llegado al Corazón de Jesús, centro de todo bien, y ya no tenemos más que pedirle que nos derrita en el fuego de su Santo Amor, después de habernos purificado, y comunicado todas sus virtudes; pero no quiero concluir sin bendecir mil y mil veces ese bendito Corazón que tan lleno de misericordias está para sus pobres Esclavas. Quisiera saber alabarlo como lo alaban los Ángeles en el cielo, o mi Padre aquí en la tierra. Indudablemente el Divino Corazón le tiene preparada una hermosísima corona; El es justo y no puede menos de premiar tanto celo, tanta constancia, tanto Amor; pero por ignorar, ignoro hasta el modo de expresar lo que siento y así como mi Padre me pone los borradores de toda carta algo importante que debo escribir, se me ha ocurrido pedirle a nuestra bendita Madre que diga a su Divino Hijo todo lo que debe decirle su pobre Esclava. Ella se explicará muy bien y yo, como siempre, saco ventajas de mi poco saber y me quedo contenta y segura de agradar al Divino Corazón de Jesús. Día 9º. El día de hoy es de bendición para mí, en él me puse el medallón que encierra mi paz y mi felicidad y en él hice mis primeros votos4; hoy los he renovado haciendo, si es posible, una entrega más absoluta, más completa de todo mi ser. Conozco la voluntad de Dios por mi Padre, que mande cuanto quiera pues sólo complacerlo desea su Ancilla Málaga, 15 de agosto 89 4 Cf RF carta