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Cada quien trate su propia viga Jorge Franco ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? Mateo 7:3 Es un tema que debe tratarse con mucho cuidado, a menudo este versículo es utilizado por las personas que se sienten ofendidas o tratadas duramente o en personas que quieren justificar su mala conducta. En lo personal yo lo he usado de esta manera, no se lo he dicho a la o las personas pero si lo he pensado más de un par de veces. Pero esta semana al ir conduciendo hacia mi trabajo Dios habló a mi corazón y me dio otra perspectiva de este pasaje, Jesús realmente nos está dando algo muy valioso de su corazón al decirnos como vivir la nueva vida que tenemos en Él. Jesús nos dice que la manera de vivir en su reino es constantemente estar mirando hacia dentro, la obra que el Espíritu Santo hace en nosotros es para que cada día nos parezcamos más a Jesús, esta debe ser nuestra meta. El propósito de cada reunión, del congreso, de todo lo que se hace en la iglesia es esto, es buscar que cada cristiano de manera personal sea llevado a parecerse a Jesús. Lo anterior es un enfoque en como tú estás viviendo tu vida en Cristo, qué tanto estás conectado con el corazón de Dios. Es estar convencido que tu vida en Cristo no depende de que los factores externos se acomoden sino en que tanto estás dejando que el Espíritu Santo obre en ti, lo que otros hagan o dejen de hacer no debe ser la medida para ver tu “grado de espiritualidad” sino que tanto me estoy pareciendo a Jesús, que tanto su palabra toma parte de mi corazón, de mi mente, que tanto se está encarnando o forma parte de ti. Para que el reino de Dios avance y podamos estar unidos en amor, esto es vital, jóvenes que buscan parecerse a Jesús y ser trastornados por cada palabra que el Espíritu Santo hable a sus vidas, estos sólo manifestarán vida y libertad. Jesús nos da la clave para vivir en libertad y esto es viviendo enfocados en Él, en parecernos a Él, buscándolo a Él. Si nuestra medida de espiritualidad está basada mirando hacia fuerasolo va a ver frustración y cautividad, todo lo que hagamos regresará como un boomerang, mira, si yo estoy tratando de ser mejor (en buena manera) que otro, me estaré esforzando por hacer cosas que reflejen más que los demás, y siempre estaré cautivo a que los demás esperarán más de mí a la próxima, es un ciclo de presión y de carga. Pero si al contrario tu vida se enfoca en Jesús Hebreos 12:1-2 nos dice “Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. 2 Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ésta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.” Al permitir que Jesús nos cambie adentro, entonces habrá cambios afuera, nuestro entorno se sincroniza a la libertad de Jesús en la cual estamos viviendo, “dejaremos libres a los demás” de nuestras demandas y en ese momento estamos listos para servir al gran Rey llevando su palabra y consejo a los que necesitan de Él, entonces nuestras oraciones tendrán sentido, nuestra búsqueda de Dios será una delicia, las piezas del rompecabezas se unen, todo se conecta a Dios. Merecedor vs Deudor A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Romanos 1:14 La postura de nuestro yo es “yo merezco”, es una demanda constante, es una actitud que tenemos hacia los demás, hacía Dios, esto lo vemos claro al ver cómo muchos cristianos quieren que Dios les cumpla sus sueños, les ayude en su necesidad, de las altas expectativas que tienen de sus pastores o líderes de que tanto les están sirviendo. Esta actitud está frenando el propósito de Dios para esta generación, ¿sabes por qué? Porque todos quieren recibir, pero nadie está dispuesto a dar si no va a recibir algo a cambio. Pablo nos menciona en Romanos 1 que él sirve en el espíritu del evangelio de Jesús, ¿cómo es esto? Sirve como Jesús sirve, busca parecerse a Jesús. ¿Qué es lo que genera servir enfocados así? Un gran sentido de deuda, de gran obligación, no a las actividades, sino a lo que realmente importa, a las almas. Somos deudores a nuestra generación de un mensaje que Dios nos ha encomendado, de mostrarles como es Jesús a través de nuestra entrega y de nuestra manera de vivir, somos deudores, hasta la última gota de sudor de nuestra frente no podrá pagar lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz, el precio de su gran salvación. El ser cristiano, no es sólo hacer la oración de fe, es realmente estar conscientes, con todo nuestro corazón abierto de lo que realmente Jesús hizo en la cruz del calvario, es quedar asombrados por ese sacrificio, quedar totalmente fundido con ese gran amor, lo anterior sólo genera en nosotros un espíritu de deuda. Cambia mi perspectiva de como veo a mis hermanos, de cómo trato las cosas, mi actitud de ir a servir, la razón de venir a las reuniones, de cómo veo a mi pastor y a mis líderes. Al ser esclavo a su causa ahora soy libre. Es por esto que podemos entender cuando Jesús menciona la parábola del siervo inútil, yo no la entendía del todo en mi corazón, si la entendía en mi mente, Lucas 17:9 “Cuando un sirviente vuelve de arar o de cuidar las ovejas, ¿acaso su patrón le dice: “Ven y come conmigo”? No, le dirá: “Prepara mi comida, ponte el delantal y sírveme mientras como. Luego puedes comer tú”. ¿Y le agradece el amo al sirviente por hacer lo que se le dijo que hiciera? Por supuesto que no. De la misma manera, cuando ustedes me obedecen, deben decir: “Somos siervos indignos que simplemente cumplimos con nuestro deber”. Vivimos constantemente con este entendimiento, ya no es si otros sirven o no, es la actitud de como estoy sirviendo, ¿Realmente pienso en otras personas?, que es lo que me mueve. Aquí toma alta relevancia la palabra siervo, ahora podemos ser llamados siervos, siervos libres ¿Qué? Servimos aquel que nos ha hecho libres de la opresión y que no da una vida de plenitud en Él. Ser siervo conlleva ésta postura en nuestra vida mirando hacia adentro y soy deudor. Cuando Jesús habla en Mateo 25:21 “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Él dará esta promesa a los que sirven de esta manera, no a los que son fieles en sus actividades, no se trata de hacer, sino del espíritu con el que lo haces, se pueden hacer varias actividades sin estar en tu espíritu ahí, a veces nos escudamos en esto, pero lo que Jesús desea es que reflejemos a quien estamos sirviendo en todo momento. Los que sirven al Señor así es inevitable que no vean fruto en su vida, ese “sobre mucho te pondré” no son, te daré muchas actividades y riquezas, lo que es realmente, “Te daré muchas vidas en las cuales puedas influir y enseñarles acerca de mí”. En Mateo 23:11 “El que es mayor de vosotros sea vuestro siervo”, el que sirve a Dios mirando hacia adentro y en un espíritu de deudor.