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El Surgimiento de la República Romana La civilización romana floreció entre 700 A.E.C. y 476 E.C. aproximadamente, y comenzó en la antigua ciudad de Roma. Roma está situada en Italia, que incluye islas y una península al sur de Europa. La península italiana tiene forma similar a la de una bota. Se extiende dentro del Mar Mediterráneo—lista para patear la isla de Sicilia. Los romanos tienen un mito acerca de la fundación de su ciudad. Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo una princesa dio a luz a dos hijos mellizos, Rómulo y Remo. El padre de los niños era Marte, el dios romano de la guerra. El tío de la princesa—el rey—temía que los niños llegaran a quitarle el trono, así que ordenó a sus hombres que los ahogaran en el Río Tíber. Pero antes de que los mellizos se ahogaran, los rescató una loba. Cuando Rómulo y Remo se hicieron mayores decidieron construir una ciudad en las riberas del Río Tíber donde la loba los había encontrado. Pero se pelearon sobre quién gobernaría su asentamiento. Rómulo mató a su hermano. Se convirtió en rey de la ciudad, a la que le puso el nombre de Roma. El relato (la historia) de Rómulo y Remo es un mito lleno de colorido. En este capítulo aprenderás acerca de la verdadera fundación de Roma. También aprenderás cómo dos grupos importantes, los etruscos y los griegos, influyeron en el desarrollo de la cultura romana. . La Geografía y el desarrollo temprano de Roma Con el paso del tiempo los historiadores han intentado descubrir la verdad acerca de la fundación de Roma. No se sabe con certeza quién fue el primer rey de Roma. Sí sabemos que los primeros romanos eran latinos. Los latinos constituían uno de varios grupos que habían invadido Italia en algún momento anterior a 1000 A.E.C. Quizás hacia 700 A.E.C. una tribu latina construyó una aldea que finalmente se convirtió en Roma. Construyeron su aldea en el Palatino, una colina de la Italia central. El Palatino da al Río Tíber, a una distancia de unas 12 millas tierra adentro. Con el tiempo, la aldea compuesta de cabañas con tejado de paja se convirtió en una ciudad imponente que se extendía por siete colinas. A medida que Roma crecía, la cultura romana se vio influenciada en gran medida por dos de los vecinos de Roma, los etruscos y los griegos. Los romanos les tomaron muchas ideas y técnicas a estos dos grupos, empezando por los etruscos. Los etruscos habían dominado en Etruria, una tierra justo al norte del Palatino, hacia 800 A.E.C. No se conocen con exactitud sus orígenes. Construyeron algunas ciudades estado y conquistaron otras. Para 600 A.E.C. gobernaban gran parte de la Italia del norte y del centro, incluyendo la ciudad de Roma. También los griegos tenían una influencia importante en la cultura romana. Los romanos aprendían acerca de la cultura griega a medida que los colonos griegos establecían ciudades en la Italia del sur y en la isla de Sicilia. Además, los romanos aprendían acerca de las costumbres de los griegos de comerciantes y muchos griegos que llegaban a Roma. La Influencia de la ingeniería etrusca Los romanos se convirtieron en grandes constructores. Aprendieron muchas técnicas de la ingeniería o la ciencia de la construcción de los etruscos. Dos importantes estructuras etruscas de las que los romanos se apropiaron fueron el arco y el cuniculus. Los arcos etruscos descansaban sobre dos pilares. Los pilares sostenían un semicírculo de dovelas (piedras talladas en forma de cuña). Un sillar de clave en el centro mantenía a las otras piedras en su lugar. El cuniculus era una larga zanja subterránea. Pozos verticales lo conectaban con la tierra de arriba. Los etruscos usaban estas zanjas para regar los campos. También las usaban para drenar los pantanos y llevar agua a sus ciudades. Los romanos adoptaron las dos estructuras. Con el tiempo llegaron a ser ingenieros incluso mejores que los etruscos. Usaban arcos para construir enormes obras públicas, incluyendo puentes, estadios y acueductos. La Influencia de las pruebas deportivas etruscas Los romanos también adoptaron dos sangrientas pruebas deportivas etruscas. La primera era las luchas de esclavos. La costumbre etrusca era montar luchas de esclavos durante los funerales. Dos esclavos del amo muerto luchaban a muerte con espadas y escudos pequeños. Después de ser felicitado el ganador era ejecutado. A los etruscos les gustaba además ver las carreras de carros. Los conductores, o aurigas, eran atados con una correa a sus carros. Si un carro volcaba el conductor podría ser arrastrado bajo las ruedas del carro o arrollado por los caballos. Muchas veces estas competencias encarnizadas (violentas) resultaban en lesiones o muerte. Estos deportes etruscos se convirtieron en distracciones populares de Roma. En los estadios romanos miles de esclavos morían luchando como gladiadores. Los gladiadores luchaban unos contra los otros o contra animales salvajes. Y los romanos acudían a ver a los aurigas jugándose la vida al correr con tiros (equipos) de cuatro caballos. La Influencia de la arquitectura griega Los romanos se apropiaban de ideas griegas y etruscas y las adaptaban. La arquitectura griega era una influencia importante en los romanos. Como recuerdas, los griegos construían templos de mármol como moradas (hogares) para sus dioses. Los templos como el Partenón contaban con columnas señoriales que aumentaban su belleza. Los romanos usaban diseños griegos en sus propios edificios públicos. Con el tiempo aprendieron a usar el concreto para hacer construcciones incluso más grandes, como el Partenón de Roma. Los romanos también usaban concreto para construir enormes estadios como el Coliseo donde luchaban los gladiadores. El Circo Máximo, donde el público veía las carreras de carros, podía acomodar a más de 200,000 espectadores. La Influencia de la escritura griega En algunos casos la influencia griega en la cultura romana era indirecta. Por ejemplo, el alfabeto griego fue adoptado y después cambiado por los etruscos. Después los romanos 2 se apropiaron del alfabeto etrusco y lo modificaron. El uso que hacían los griegos de su alfabeto tenía una influencia más directa en la vida romana. Al igual que los griegos, los romanos utilizaban solamente letras mayúsculas en su escritura. Los griegos grababan los documentos importantes como las leyes y los tratados en placas de bronce o piedra. Las placas se colocaban en las plazas públicas. Además, los romanos grababan inscripciones en paredes y columnas que estaban a la vista de todos. Muchos escritores romanos se inspiraban en la poesía y los mitos griegos. El poeta romano Virgilio se basaba en relatos griegos de un conflicto antiguo, la guerra de Troya. Su poema contaba cómo el príncipe troyano Eneas se huyó a Italia después de la guerra. Según la historia de Virgilio, Eneas era el antepasado de los primeros romanos. La Influencia del arte griego Tanto los etruscos como los romanos admiraban la cerámica, la pintura y la escultura griegas. Los romanos sacaban algunas ideas griegas del arte etrusco. Se apropiaban de otras de los griegos directamente. La cerámica griega se apreciaba en todo el mundo mediterráneo por su utilidad y belleza. Los alfareros griegos creaban grandes recipientes para guardar comida, agua y vino. Muchas veces pintaban figuras negras en la arcilla roja. Algunos de sus diseños mostraban imágenes de dioses y héroes. Otros diseños mostraban a personas al hacer actividades de la vida diaria. Los romanos introducían en sus hogares la obra de los alfareros griegos con entusiasmo. Los artistas romanos imitaban su técnica pero tenían su propio estilo. La influencia griega en la pintura y escultura romanas era tan grande que los historiadores hablan de “arte grecorromano”. Con frecuencia los romanos ricos coleccionaban objetos de arte griegos. Mandaban construir monumentos de estilo griego. Los escultores y pintores romanos usaban obras de arte griegas como modelos para su propia obra. Los artistas romanos también creaban un estilo propio vívido y realista. Muchas veces los artistas griegos intentaban mostrar un ser humano o dios ideal o perfecto. A medida que crecía el poderío de Roma, gran parte del arte romano celebraba grandes líderes y acontecimientos. Los escultores llegaron a ser especialmente expertos en la creación de retratos realistas. Hacían bustos (estatuas que mostraban la cabeza y hombros de una persona) realistas. Además tallaban estatuas de tamaño natural que representaban a generales famosos. Muchas veces las estatuas parecían tan poderosas como los mismos generales. La Influencia de la mitología griega La religión de los romanos era una combinación de muchas influencias. Por ejemplo, seguían los rituales etruscos en la fundación de sus ciudades. Pero era la mitología griega la que influía especialmente en las ideas romanas acerca de los dioses. Los griegos adoraban a una variedad de dioses y diosas. Los dioses gobernaban todos los aspectos de la vida griega. Los griegos celebraban rituales y sacrificios para ganar el favor de los dioses en todo, desde una buena cosecha hasta la curación de los enfermos. Los romanos primitivos tenían sus propios dioses y rituales. Sin embargo, sus ideas acerca de los dioses cambiaban a medida que entraban en contacto con otras culturas. 3 Cuando los romanos encontraban a un dios similar de otra cultura, combinaban las características de ese dios con las de su propio dios. Los romanos adoptaron a muchos de los dioses griegos como propios, pero les pusieron nombres romanos. Zeus, el dios griego más importante, se convirtió en Júpiter. La diosa del amor Afrodita se convirtió en Venus. Y Aries, el dios de la guerra, se convirtió en Marte. A los romanos les interesaba mucho menos que a los griegos contar historias sobre los dioses. Les interesaba más celebrar el ritual exactamente correcto para una ocasión en particular. En este capítulo aprendiste acerca de los comienzos de Roma. La ciudad de Roma fue fundada por latinos que se asentaron cerca del río Tíber. Con el paso del tiempo los romanos se apropiaron de muchas de las ideas y técnicas de sus vecinos. Dos grupos que influyeron en gran medida en la cultura romana eran los etruscos y los griegos. Los romanos aprendieron mucho acerca de la ingeniería de los etruscos. También adoptaron algunas pruebas deportivas etruscas. La civilización griega tuvo una influencia enorme en la cultura romana. Se puede ver la influencia de ideas griegas en la arquitectura, la escritura, el arte y la mitología romanos. El nacimiento de Roma es apenas el comienzo de la historia. En el próximo capítulo aprenderás acerca de las luchas que crearon una nueva forma de gobierno en Roma. La República Romana La Roma primitiva era gobernada por reyes etruscos del norte de Italia. En este capítulo te enterarás de cómo los romanos derrocaron a los etruscos y crearon una república hacia 509 A.E.C. Una república es una forma de gobierno con gobernantes elegidos. Los antiguos romanos contaban una historia interesante acerca del derrocamiento de sus amos etruscos. Un día dos príncipes etruscos fueron a ver al famoso oráculo de Delfos en Grecia. Un romano llamado Lucio Junio Bruto los acompañó. En Delfos los príncipes le preguntaron al oráculo cuál de ellos sería el próximo rey de Roma. El oráculo contestó, “El próximo hombre en tener autoridad en Roma será el primero que bese a su madre”. Al oír estas palabras, Bruto fingió que (hizo como si) tropezaba. Se cayó de bruces contra el suelo y sus labios tocaron la Tierra, la “madre de todo ser vivo”. De regreso en Roma, Bruto encabezó la revuelta que expulsó (echó) a los reyes etruscos. Se convirtió en uno de los primeros líderes de la nueva república. De ese modo se hicieron realidad las palabras misteriosas del oráculo. Los romanos ya eran libres de gobernarse a sí mismos. Pero no todos los romanos eran iguales. En los primeros años de la república el poder estaba en manos de unos hombres ricos llamados patricios. La mayoría de los romanos, los plebeyos, no tenían ni voz ni voto en el gobierno. En este capítulo verás cómo una lucha prolongada entre los patricios y los plebeyos forjó el (dio forma al) gobierno de Roma. Los Patricios y los plebeyos bajo el gobierno de los etruscos Entre 616 y 509 A.E.C. los etruscos gobernaron en Roma. Durante esta época la sociedad romana estaba dividida en dos clases sociales: patricios y plebeyos. 4 Los ciudadanos de clase alta, llamados patricios, provenían de un grupo reducido de terratenientes ricos. La palabra patricio deriva de la palabra latina patres, que quiere decir “padre”. Los patricios escogían a los “padres del estado” u hombres que aconsejaban al rey etrusco. Los patricios controlaban la tierra más valiosa. También ocupaban los cargos militares y religiosos importantes. Los ciudadanos de clase baja, llamados plebeyos, eran en su mayoría campesinos, obreros, artesanos y comerciantes. La palabra plebeyo deriva de plebs, que significa “muchos”. Los plebeyos componían el 95 por ciento de la población de Roma aproximadamente. No podían ser sacerdotes ni funcionarios del gobierno. Tenían poca participación en el gobierno. Sin embargo, de todos modos se les obligaba a servir en el ejército. Los Patricios crean una república Con el tiempo a los patricios les llegó a molestar el gobierno etrusco. En 509 A.E.C. se rebeló un grupo de patricios. Expulsaron (echaron) al último rey etrusco. En lugar de un reino, crearon una república. En una república funcionarios elegidos sirven a los intereses del pueblo. Para los patricios, “el pueblo” se refería a los mismos patricios y no a los plebeyos. Pusieron la mayor parte del poder en manos del Senado. El Senado era un grupo de 300 hombres que los patricios elegían. Los senadores servían de por vida. También nombraban a otros funcionarios del gobierno y servían como jueces. Dos líderes elegidos llamados cónsules compartían el mando del ejército. Se suponía que el Senado tenía que aconsejar a los cónsules. De hecho, se trataban las decisiones del Senado como si fueran ley. La creación de la república le dio a Roma un gobierno más democrático. Sin embargo, sólo los patricios podían participar en ese gobierno. Los Plebeyos se sublevan Roma ya era una república, pero los patricios poseían todo el poder. Se aseguraban de que sólo ellos podían formar parte del gobierno. Sólo ellos podían ser senadores o cónsules. Los plebeyos tenían que obedecer sus decisiones. Ya que las leyes no estaban escritas, muchas veces los patricios cambiaban las leyes o las interpretaban en beneficio propio. Por consiguiente, un grupo reducido de familias poseía todo el poder de Roma. Los plebeyos tenían que luchar por conseguir lo que querían. Empezaron a exigir más derechos políticos. La lucha entre los plebeyos y los patricios se conocía como el Conflicto de los Órdenes, o conflicto entre las clases sociales. El conflicto se volvía especialmente acalorado en tiempos de guerra. La nueva república con frecuencia hacía la guerra contra tribus vecinas. Los plebeyos estaban obligados a servir en el ejército aunque eran los patricios los que tomaban la decisión de entrar en guerra o no. A los plebeyos les molestaba esta situación. La lucha dio un giro inesperado en 494 A.E.C. Para entonces Roma era una ciudad de entre 25,000 y 40,000 habitantes. La mayoría de los habitantes eran plebeyos. Enojados por su falta de poder, los plebeyos salieron de la ciudad y acamparon en una colina cercana. Se negaron a volver hasta que los patricios no satisficieran sus exigencias. 5 Roma estaba en crisis. El trabajo se detuvo en la ciudad y en las granjas. Sin los plebeyos, los patricios temían que el ejército fuera indefenso en caso de un ataque enemigo contra Roma. “La ciudad estaba presa de un gran pánico”, escribió el famoso historiador romano Tito Livio. Los patricios no tenían más remedio que llegar a un acuerdo con los plebeyos. Los Plebeyos consiguen la igualdad política La revuelta de los plebeyos llevó a un cambio muy importante en el gobierno romano. Los patricios convinieron (se pusieron de acuerdo) en permitir que los plebeyos eligieran a funcionarios conocidos como Tribunos de la Plebe. Los tribunos hablaban por los plebeyos ante el Senado y los cónsules. Posteriormente consiguieron el poder de vetar o anular las acciones del Senado y los funcionarios del gobierno que les parecieran injustas. Con el paso del tiempo el número de tribunos aumentó de 2 a 10. Además, los plebeyos podían elegir a los miembros de un organismo legislador (que hacía leyes), el Consejo de Plebeyos. Sin embargo, el consejo dictaba leyes sólo para plebeyos y no para patricios. Los plebeyos habían conseguido algunos derechos importantes. Sin embargo, seguían poseyendo menos poder que los patricios. A lo largo de los siguientes 200 años los plebeyos usaron una serie de protestas para ganar poco a poco la igualdad política. Primero, exigían que las leyes se pusieran por escrito. De ese modo los patricios no podían cambiarlas cuando quisieran. Hacia 451 A.E.C. los patricios cedieron (se rindieron). Las leyes fueron puestas por escrito en unas tablas conocidas como las Doce Tablas. Después, en 367 A.E.C., una nueva ley dispuso (declaró) que uno de los dos cónsules romanos fuera plebeyo. Los antiguos cónsules ocupaban lugares en el Senado, así que este cambio hizo posible que los plebeyos llegaran a ser senadores. Finalmente, en 287 A.E.C., los plebeyos consiguieron el derecho de dictar leyes para todos los ciudadanos de Roma. Asambleas de todos los ciudadanos romanos ya podían aprobar o reprobar leyes. Las asambleas plebeyas también nombraban a los cónsules, a los tribunos y a los miembros del Senado. Cada vez había más plebeyos que servían junto a patricios en el Senado. Después de 200 años de conflicto, los plebeyos habían ganado su lucha por la igualdad. Las generaciones posteriores de Europa y América se inspiraron en la forma de gobierno republicana de Roma. Roma dio el ejemplo de un gobierno regido (gobernado) por una constitución (conjunto de leyes básicas) escrita. Los republicanos posteriores también señalaban los ideales romanos de asambleas elegidas, ciudadanía y deber cívico. Adoptaron el modelo de organismos gubernamentales (de gobierno) que pudieran frenarse mutuamente el poder. Ante todo se inspiraban en el espíritu de republicanismo. Cicerón, un famoso estadista romano, captó este espíritu al escribir: “El bien del pueblo es la ley suprema”. En este capítulo aprendiste cómo los romanos derrocaron a los etruscos y crearon una república. Los romanos estaban orgullosos de su república. Algunas veces, en tiempos de 6 guerra, le entregaron el poder a un dictador. Los dictadores eran hombres a los que se concedían poderes especiales durante un período de tiempo limitado. Pero en general los líderes elegidos gobernaron Roma durante 500 años. Debido al conflicto entre patricios y plebeyos, la República Romana se volvió más democrática con el paso del tiempo. Finalmente, los plebeyos obtuvieron más poder político. Conforme el tiempo iba pasando, la mayoría de las diferencias importantes desaparecían entre patricios y plebeyos. En el siguiente capítulo, aprenderás cómo Roma se transformó de una república pequeña en un imperio poderoso. De la república al imperio En el capítulo anterior aprendiste cómo Roma se convirtió en república. En este capítulo descubrirás cómo la república llegó a ser un imperio poderoso que gobernaba todo el mundo del mediterráneo. La expansión del poder romano ocurrió a lo largo de unos 500 años, entre 509 A.E.C. y 14 E.C. Al comienzo de este período Roma era una república minúscula (muy pequeña) de la Italia central. Quinientos años más tarde era el centro próspero de un vasto imperio. En su época de esplendor el Imperio Romano incluía la mayor parte de Europa junto con el norte de África, Egipto, Siria y Asia Menor. El ascenso del poder de Roma ocurrió poco a poco y se pagó caro. Los romanos se veían obligados a hacer guerras innumerables para defender su territorio cada vez mayor y para conquistar nuevas tierras. Roma misma cambió con el paso de los años. Antes los romanos habían estado orgullosos de ser gobernados por líderes elegidos. Sus héroes eran hombres que habían contribuido a preservar la república. Para 14 E.C. la república era sólo un recuerdo. El poder estaba en manos de un solo líder supremo: el emperador. Los romanos incluso adoraban al emperador como si fuera un dios. En este capítulo verás cómo ocurrió este cambio dramático. Examinarás la expansión gradual del poder romano. También explorarás los costos de esta expansión, tanto para los romanos como para los pueblos que conquistaron. La transformación de Roma de república en imperio ocurrió a lo largo de 500 años. La historia puede dividirse en cuatro períodos principales. El Primer período de expansión El primer período comenzó en 509 A.E.C. cuando los romanos expulsaron del poder al último rey etrusco. En aquel momento Roma se convirtió en república. Los romanos querían proteger sus fronteras y obtener más territorio. Este deseo llevó a una serie de guerras. A lo largo de los siguientes 245 años los romanos se enfrentaron a un enemigo tras otro. Conquistaron a sus vecinos latinos de la Italia central. También derrotaron a sus antiguos amos, los etruscos. Los romanos prudentemente acabaron por convertir en aliados o amigos a sus antiguos enemigos. Para 264 A.E.C. Roma y sus aliados controlaban a toda Italia. El Segundo período de expansión La expansión de Roma amenazaba a otra gran potencia: la ciudad de Cartago en el norte de África. Durante el segundo período de expansión, desde 264 hasta 146 A.E.C., Roma y Cartago se enfrentaron en tres guerras importantes. Mediante estas guerras Roma tomó el control del norte de África, gran parte de España y la isla de Sicilia. Los ejércitos romanos también conquistaron Macedonia y Grecia. 7 El Tercer período de expansión Durante el tercer período de expansión, desde 145 hasta 44 A.E.C., Roma llegó a gobernar todo el mundo del Mediterráneo. Roma se apoderó de Asia Menor, Siria y Egipto en el este. En el oeste un general llamado Julio César conquistó gran parte de Galia (la actual Francia). Llenos de orgullo, los romanos ya llamaban al Mediterráneo “mar nuestro”. Sin embargo, la república estaba pasando dificultades. Guerras civiles dividían a la ciudad. Los generales romanos se convertían en dictadores. Ponían a sus ejércitos en contra del poder del Senado. El mismo César gobernó como dictador antes de morir asesinado en 44 A.E.C. Los hombres que mataron a César creían que salvaban el poder del Senado. Sin embargo, su asesinato fue seguido por varios años más de guerra civil. Después tomó el poder Octavio, sobrino nieto de César. El Senado le dio el nombre de Augusto u “honorable”. Roma era ya un imperio gobernado por un solo gobernante supremo. El Cuarto período de expansión El cuarto período de expansión empezó con el principio del imperio y duró hasta 14 E.C. Augusto, el primer emperador, amplió considerablemente su territorio al extender las fronteras del imperio hasta las fronteras naturales, como son los ríos, para facilitar su defensa. Los emperadores posteriores ampliaron más el territorio del imperio. En su plenitud (cumbre) el imperio romano se extendía desde la isla de Bretaña en el oeste hasta el Mar Negro en el este. Cada período de expansión llevo á esfuerzos y sacrificios. Las cuatro secciones siguientes proporcionan más detalles acerca de cada período de expansión. A medida que lees, hazte la siguiente pregunta: ¿Qué habrían pensado de estos acontecimientos los romanos de la época? La Conquista romana de la península italiana, 509 a 264 A.E.C. El primer período de expansión romana incluyó más de 200 años de guerra casi continua. Durante esta época Roma tomó el control de toda la península italiana poco a poco. Después del derrocamiento del último rey etrusco en 509 A.E.C., los romanos comenzaron a expandir su territorio e influencia. En 493 A.E.C. los líderes romanos firmaron un tratado o acuerdo con sus vecinos latinos al sur. El tratado declaraba: “Habrá paz entre los romanos y todas las comunidades de latinos mientras perduren el cielo y la tierra”. Los nuevos aliados se pusieron de acuerdo para unirse contra sus enemigos comunes. A lo largo de los siguientes 100 años los romanos hicieron varias guerras contra los etruscos además de algunas tribus que habitaban las colinas que rodeaban Roma. Después, en 390 A.E.C., Roma por poco hubiera llegado a su fin. Un grupo de galos, un pueblo guerrero del norte, derrotó a un ejército romano y entró a tropel en la ciudad. La mayoría de los habitantes de Roma huyeron al campo. Los galos saquearon Roma y redujeron a cenizas a casi toda la ciudad. Con la ciudad en ruinas, los romanos pensaron en huir a algún otro lugar. En cambio, valientemente decidieron empezar de nuevo. Reconstruyeron su ciudad y la rodearon de murallas. También fortalecieron su ejército. Dentro de poco los soldados romanos se pusieron en marcha de nuevo. 8 Durante los años 300 A.E.C. Roma conquistó a los etruscos y a muchas tribus vecinas. En el sur lucharon contra un pueblo llamado los samnitas, además de varias ciudades griegas. Para 275 A.E.C. la conquista romana de la península italiana estaba completa. Roma ya controlaba la península italiana. Sin embargo, la expansión de Roma le costó muy caro. Los romanos estaban en guerra desde hacía dos siglos. Además, una vez los galos habían destruido su ciudad. A medida que se expandía el territorio de Roma, la ciudad se veía obligada a mantener un gran ejército permanente para su defensa y la defensa de las tierras conquistadas. Por consiguiente, cada vez más romanos se veían obligados a servir en el ejército. La mayoría de los soldados eran plebeyos. Éste era uno de los motivos de la lucha entre los plebeyos y los patricios. Los ciudadanos romanos no eran los únicos en pagar un precio por la expansión de Roma. Roma permitía que los habitantes de algunas ciudades vencidas se convirtieran en ciudadanos romanos. En cambio, otras ciudades no eran tan bien tratadas. Muchas recibían privilegios más limitados, como la oportunidad de comerciar con Roma. Además, sus aliados se veían obligados a pagarles impuestos a los romanos y proporcionarles soldados para sus ejércitos. Para 264 A.E.C. Roma tenía más ciudadanos y soldados bien preparados que cualquier otra potencia del mundo del Mediterráneo. Pero muy pronto los romanos enfrentarían su mayor desafío hasta el momento. La Expansión marítima durante las Guerras Púnicas, 264 A.E.C. a 146 A.E.C. Durante su segundo período de expansión, en tres guerras feroces Roma se enfrentó a Cartago, una ciudad poderosa de África del Norte, por el control de la región del Mediterráneo. Al comienzo de las guerras Cartago dominaba el norte de África, la mayor parte de España y una parte de Sicilia. También controlaba la mayor parte del comercio de la parte oeste del Mediterráneo. Había habido choques frecuentes entre Cartago y las ciudades griegas del sur de Italia por derechos comerciales. Al conquistar estas ciudades, Roma se vio involucrada en el conflicto contra Cartago. Las guerras de Roma contra Cartago se conocen como las Guerras Púnicas por el nombre griego para los habitantes de Cartago. La Primera Guerra Púnica comenzó en 264 A.E.C. Se llevó a cabo en gran parte en el mar. Cartago contaba con una marina de guerra muy poderosa. Pero los romanos fortalecieron (hicieron más fuerte) su propia marina al copiar y mejorar los diseños de las naves cartagineses. En 241 A.E.C. una victoria decisiva obtenida en el mar hizo que los romanos ganaran la guerra. Los romanos victoriosos se apoderaron de Sicilia, además de otras islas. La Segunda Guerra Púnica comenzó 23 años después. Esta vez los cartagineses decidieron atacar a la misma Italia. En 218 A.E.C. el brillante general cartaginés Aníbal sorprendió a los romanos al hacer marchar a su ejército desde España a través de los Alpes (una sierra elevada) hasta Italia. Sus tropas iban montados sobre elefantes y aguantaron tormentas de nieve, derrumbamientos de tierras y ataques de tribus locales. Durante 15 años los hombres de Aníbal se enfrentaron a los romanos. 9 En 202 A.E.C., Aníbal regresó a su tierra para defender Cartago de un ejército romano. Allí fue derrotado en la batalla que dio fin a la Segunda Guerra Púnica. Cartago se vio obligada a entregar España a Roma junto con enormes cantidades de dinero. Durante unos 50 años hubo paz entre Roma y Cartago. Después, alentados por Catón, un senador que exigía la destrucción de Cartago, los romanos atacaron una vez más. La Tercera Guerra Púnica duró tres años. En 146 A.E.C. los romanos redujeron Cartago a cenizas. Mataron a muchas personas y vendieron a otras como esclavos. Roma ya era la potencia más grande de la región del Mediterráneo. Dominaba el norte de África, gran parte de España, Macedonia y Grecia. Las Guerras Púnicas expandieron el poder y el territorio romanos, pero se pagaron muy caras las victorias de Roma. Las familias lloraron por los soldados incontables (innumerables) que habían muerto en las guerras largas. Además, las personas que vivían fuera de Roma sufrieron grandes pérdidas. Los ejércitos de Aníbal habían destruido miles de granjas. Otras granjas habían sido desatendidas mientras los agricultores servían en los ejércitos de Roma. Para cuando los soldados regresaron a sus hogares, el grano llegaba en abundancia a Italia desde Sicilia y otros lugares. Las granjas pequeñas estaban siendo reemplazadas por fincas grandes en las que los ricos plantaban viñedos y criaban ganado. Incapaces de competir con los terratenientes(dueños de terrenos) ricos, muchos granjeros pobres se vieron obligados a vender su tierra. Aunque riquezas y esclavos llegaban a Roma desde las tierras conquistadas, también llegaban nuevas costumbres. Muchas de las nuevas ideas provenían de Grecia. Los romanos ricos competían entre sí para construir las casas y templos de estilo griego más bellos. La Expansión durante los años finales de la República, 145 A.E.C. a 44 A.E.C. Para 145 A.E.C. las conquistas romanas habían aportado grandes riquezas a la ciudad de Roma. Sin embargo, también habían hecho que la forma de gobierno republicana pasara por grandes tensiones. Para el final del tercer período de expansión de Roma, la república se había derrumbado. Los años finales de la república fueron marcados todavía por más guerras. Muchos de los aliados de Roma resentían tener que pagarles impuestos a los romanos y servir en los ejércitos romanos sin disfrutar de los derechos de ciudadanos. En 91 A.E.C. se rebelaron. Para poner fin a la revuelta, Roma convino en permitir que todo italiano libre se convirtiera en ciudadano de Roma. Además, Roma se veía obligada a luchar para derrotar revueltas de esclavos. A medida que Roma conquistaba otras tierras, llevaban a cientos de miles de prisioneros a tierras romanas. Los convertían en los esclavos que trabajaban en granjas y en la ciudad. Con mucha frecuencia los romanos trataban con dureza a sus esclavos. En 73 A.E.C. un esclavo llamado Espartaco encabezó una revuelta. Después de aplastar su ejército y matar a Espartaco en una batalla, los romanos colgaron en cruces a miles de los rebeldes supervivientes. También había problemas en la ciudad. Con tantos esclavos disponibles para hacer el trabajo, miles de agricultores y trabajadores estaban sin trabajo. Entraban en tropel a Roma, formando una turba que un líder ambicioso podría convertir en un ejército. 10 El ejército de Roma estaba produciendo a muchos líderes semejantes. Los generales usaban sus ejércitos para ganar fama en tierras lejanas y después luchar por el poder en Roma. En una guerra civil de los años 80 A.E.C. se mató a 200,000 romanos. Cuarenta años después otra guerra civil estalló entre dos generales ambiciosos, Pompeyo y Julio César. Pompeyo había expandido el dominio romano hasta tierras del este como Siria y la isla de Chipre. César había conquistado gran parte de Galia. Para 49 A.E.C. Pompeyo estaba de vuelta en Roma mientras que César estaba al mando de un ejército en el norte de Italia, al otro lado del río Rubicón. Los dos hombres querían controlar a Roma, pero Pompeyo contaba con el apoyo del Senado romano. Alentado por Pompeyo, el Senado romano le prohibió a César que entrara en Roma con su ejército. César desobedeció. El 11 de enero de 49 A.E.C. cruzó el Rubicón con su ejército. Después de tres años de combate, derrotó a Pompeyo. El Senado, atemorizado (lleno de temor), nombró a César dictador de por vida. Estando Roma al mando de César, la forma republicana de gobierno se había terminado. Como dictador, Julio César introdujo muchas reformas. Les dio trabajo a miles de romanos al iniciar proyectos para la construcción de nuevas carreteras y edificios públicos. Para contentar a los pobres organizaba torneos de gladiadores a los que podían asistir gratis. Además, adoptó un nuevo calendario que aún se usa hoy en día. César tenía una visión de Roma como gran imperio. Fundó colonias nuevas y les concedió la ciudadanía a los habitantes de ciudades de Galia y España. Pero no vivió para ver su sueño hecho realidad. El 15 de marzo de 44 A.E.C. un grupo de enemigos mató a César a puñaladas cuando entraba en el Senado. Los conspiradores que mataron a César creían que estaban salvando a la república. Pero estaban equivocados. En cambio, pronto surgió un verdadero emperador romano para ocupar el lugar de César. Roma se convierte en imperio, 44 A.E.C. a 14 E.C. El asesinato de César hundió a Roma en una serie de guerras civiles que duraron más de 10 años. Al final de los enfrentamientos un hombre quedó como gobernante absoluto de Roma. Era Octavio, sobrino nieto e hijo adoptado de César. Así comenzaron tanto el imperio romano como el cuarto período de expansión de Roma. Para conseguir el poder Octavio tenía que derrotar a rivales envidiosos. Uno de éstos era Marco Antonio, un general popular. Antonio se había casado con la reina Cleopatra de Egipto. En 31 A.E.C. Octavio derrotó a Antonio y a Cleopatra en una batalla naval cerca de Actio en Grecia. Su ejército persiguió a los amantes hasta Egipto, donde se suicidaron. Octavio ya se había hecho gobernante supremo de la región del Mediterráneo. Octavio sabía que los romanos valoraban mucho su república. Les dijo que restauraba la autoridad del Senado y del pueblo romano. Sin embargo, de hecho dominaba a Roma por completo. El Senado le dio el título de Augusto, que significa “venerado” (respetado o adorado). Los historiadores lo llaman el primer emperador de Roma. 11 Como gobernante de Roma Augusto fomentaba la educación, las artes y la literatura. Completó grandiosos proyectos de construcción al restaurar más de 80 templos en ruinas. “Encontré a Roma una ciudad de ladrillos y la dejé una ciudad de mármol”, dijo vanagloriándose (muy orgulloso de sí mismo). También le dio a Roma sus primeros cuerpos de policía y de bomberos y su primera biblioteca. Como emperador Augusto gobernó a 50 millones de personas. Convirtió a reinos del este como Judea y Armenia en provincias romanas. Para defender el imperio extendió sus límites hasta sus fronteras naturales: los Ríos Rin y Danubio en el norte, el Desierto del Sahara en el sur y el océano Atlántico en el oeste. Este vasto imperio necesitaba una economía fuerte. Los romanos hicieron mejoras en las rutas comerciales al construir puertos, canales y carreteras. Las mercancías llegaban en grandes cantidades a Roma desde todo el imperio y desde lugares tan lejanos como China. Las monedas romanas facilitaban el comercio al proveer un solo sistema de moneda (dinero). Sin embargo, la expansión final de Roma atrajo nuevos problemas. Para reformar la moralidad de los romanos Augusto castigaba con dureza a la gente por serles infieles a sus esposos o esposas. Para proteger al emperador estableció la Guardia Pretoriana, un ejército privado. En años posteriores esta misma guardia a veces asesinaría a los emperadores a quienes se suponía que debía proteger. Bajo el dominio romano el mundo del Mediterráneo vivió una paz relativa durante 200 años. Este período se conoce como la Paz Romana (pax romana en latín). Pero el mantener el orden les costó caro a los romanos. Durante el reinado de Augusto la represión de una rebelión en el este costó tres años y las vidas de 100,000 soldados. Antes de que se acabara la rebelión, el ejército romano estaba destruido por completo. Los emperadores posteriores ampliaron el territorio controlado por Roma. Desde Bretaña hasta el Mar Rojo una sola potencia gobernaba el imperio más grande que el mundo jamás hubiera conocido. Con el paso del tiempo la defensa de este vasto imperio se volvió cada vez más desafiante y costosa. Hemos visto cómo Roma se convirtió en un gran imperio. El poder romano se extendió a lo largo de tres períodos principales de expansión. Durante cada período los costos de la expansión fueron enormes. Sin embargo, al final Roma gobernaba un imperio que duró 500 años. 12