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4ª SEMANA
PROPAGA EL
FUEGO.
Se coherente con tu proyecto
descubierto y que seas capaz de
propagar el fuego.
4º Lunes de Cuaresma
Abramos los ojos a la luz
¿Te has detenido a observar el cielo en una noche estrellada? Es
maravilloso contemplar las estrellas. Una de ellas es la que ha
guiado durante muchos siglos a los hombres del mar: La estrella
polar.
De ahí viene la expresión “tener buena estrella”.
La vida que estás empezando a vivir no tiene los caminos hechos
como el mar. Los tienes que hacer tú, conduciendo el barco de tu
vida. Pero ten cuidado y busca una estrella que merezca la pena.
Y la mejor estrella es Jesús, la de su estilo de vida. No tengas
miedo a ir por sus caminos, siempre te llevarán a buen puerto.
Preguntas para la reflexión:
¿Por qué Jesús es una “buena estrella”?
¿Qué quiere decir que Jesús es la luz que alumbra nuestro
camino?
ORACIÓN
Jesús, me encuentro como el barco en medio del mar.
Sé tú la estrella que me guíe mi vida y que me lleve a buen
puerto.
Dame valor para mantener firme el timón de mi vida,
que no se deje arrastrar por los caminos que parecen más fáciles
y que sin embargo no llevan a ninguna parte.
Quiero ser amigo tuyo.
Sé tú el capitán de mi embarcación.
4º Martes de Cuaresma
LA LUZ DE LA SINCERDIAD NOS HACE VER CLARO
Reflexión
Jesús es el Buen Pastor. Él nos guía y nos enseñar el buen camino
a seguir. El es la luz de la tiniebla. La luz que alumbra nuestro
caminar. La persona en quien confiar y a la que debo seguir. Por
medio de sus parábolas nos enseña y nos da consejos.
Un día contó Jesús esta parábola a sus amigos:
Había una vez un pastor que tenía cien ovejas. Por la mañana salía
hace el monte con su rebaño. Todas las ovejas estaban sanas y
fuerte. Todas menos una, la que nació enferma, con una pata más
corta que las otras. La oveja que siempre iba atrás, cojeando. Las
demás la depreciaban, ni jugaban no comían con ella. Siempre iba
sola aquella oveja…
Sucedió que un día comenzó a llover, el pastor echó a correr y las
ovejas detrás de regreso a l redil. La oveja enferma trataba de
correr tras ellas pero no podía alcanzarlas. El rebaño y el pastor se
adelantaron en un recodo del camino y la oveja enferma se perdió.
La oveja perdida sintió miedo, echó a correr hasta que sin fuerzas
cayó sobre el barro.
Entre tanto el pastor contaba las ovejas:…96…97…98…99…!!
¡99 solamente! Volvió a contar. Faltaba una, seguro que era la
enferma. Sus vecinos le dijeron: “No te preocupes. Es una oveja
que no sirve para nada, olvídala”. Pero al pastor no le importaba
la lluvia, ni el frío de la noche, ni el cansancio…Sólo su oveja que
estaba en peligro. Tenía que encontrarla antes de que fuera
demasiado tarde.
Se echó al monte y al cabo de unas horas la encontró hundida en
el barro. La cubrió con su manto, se la echó al hombro y volvió a
casa lleno de felicidad por haber encontrado a la oveja perdida.
Y Jesús terminó diciendo: “El pastor es Dios que hace eso por
nosotros y mucho más”.
ORACIÓN
Gracias, Padre, porque eres mi pastor.
Nada temo porque Tú vas siempre a mi lado.
Si estoy enfermo, me curas con cariño.
Si me canso, me llevas en tus brazos.
Si me equivoco, me enseñas con paciencia.
Si me pierdo, me buscas hasta encontrarme.
Gracias, Padre, por quererme tanto.
4º Miércoles de Cuaresma
Muéstrate como eres
Encontrar un tesoro
Un hombre soñó con un gran tesoro junto al puente. Con el alba
emprendió el camino para cavar febrilmente junto al sitio soñado.
Oiga buen hombre, ¿qué hace aquí cavando? Preguntó un
viandante. “Esta noche he soñado que aquí había un tesoro”, dijo
en voz baja. “Es curioso, yo también he soñado con un tesoro esta
noche. Soñé que el tesoro estaba en una aldea, bajo una casa con
dos vigas de roble que sostenían el pórtico noble…” Y el
viandante dibujó la casa y la aldea soñada. El hombre que primero
cavaba junto al puente no dijo nada. Corrió a su aldea, y comenzó
a cavar justamente en su casa. Allí había estado desde siempre su
tesoro, pero no había soñado nunca.
Para la reflexión
En ti mismo hay un tesoro, pero quizá aún no lo hayas
descubierto: cuida el tesoro de la amistad, de la alegría, del
trabajo, de la ayuda. Muéstrate tal como eres, con tus cosas
buenas y compártelas con los demás. De esta forma descubrirás
una gran riqueza. La Cuaresma es un tiempo que nos invita a
convertirnos, no lo desaproveches.
En San Lucas 12, 34 podemos leer “pues donde tengáis vuestro
tesoro, allí tendréis también el corazón. ¿Qué nos quiere decir
Jesús con esto? ¿Dónde está nuestro tesoro?
4º Jueves de Cuaresma
“Yo soy la verdad y la vida” dice Jesús.
Lectura: MT 5, 14-16
Reflexión:
Hoy Jesús dirige estas palabras hacia nosotros. “Vosotros sois la
luz del mundo”. Nos da una misión: “brille vuestra luz delante de
los hombres”. Que sirvamos de guía, que nuestras obras sean luz
para los otros, en el día a día, en los pequeños detalles, en una
sonrisa, una palabra amable, una caricia o una palmada en la
espalda. No te escondas, deja que todos te vean.
ORACIÓN
Jesús, que los demás vean en nosotros el reflejo de tu luz.
Que seamos el reflejo de ti, que sepamos poner en cada momento
una pizca de esperanza, de alegría, de paz, de amor, de luz.
5º Viernes de Cuaresma
LA ALEGRÍA
Una de las carencias básicas del hombre contemporáneo es la
alegría. El hombre moderno está preocupado. La gente cada vez
ríe menos. No obstante, existe una necesidad imperiosa, urgente:
tenemos que reír un poco más. Nos está influyendo una ola de
pesimismo, de falta de esperanza. Hay quienes están muy
preocupados por lo que leen, por lo que escuchan o ven. Pero
también tenemos el derecho de preguntarnos: ¿No se reparten por
igual el día y la noche? ¿Es que los rosales dan sólo espinas y no
rosas? ¿Es que en nuestro mundo sólo existe el mal y no el bien?
Juan 6, 44-51.
ORACIÓN
Escucha hermano, la canción de la alegría.
El canto alegre del que espera el nuevo día.
Ven, canta, sueña cantando,
Vive soñando el nuevo sol.
En que los hombres
Volverán a ser hermanos.
Si en tu camino sólo existe la tristeza
y el llano amargo de la soledad completa.
Ven, canta, sueña cantando,
Vive soñando el nuevo sol.
En que los hombres
Volverán a ser hermanos.