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ASPECTOS
VOCACIONALES
DE
LOS
ALUMNOS
EN
DIFERENTES
MOMENTOS DE LA CARRERA DE MEDICINA
Unidad Docente Hospital Fernández
Lic. Ester Beker, Lic. Cristina Benedetti, Dra. Mercedes García Zubillaga, Dr.
Marcelo Rudelir: [email protected]
Palabras claves: Salud Mental – UDH – Influencias docentes - Entusiasmo –
Incertidumbre
RESUMEN:
A través del presente trabajo nos proponemos relevar los aspectos referidos a
la vocación de los alumnos de medicina en diferentes trayectos de la carrera y cómo se
relacionan con la futura elección de la especialidad
Implementamos un cuestionario a alumnos de la carrera, tomando 2 puntos de
corte: 1)
alumnos de primer año que cursan Salud Mental, 2) alumnos de
Psicosemiología, que están recién integrados a la Unidad Docente Hospitalaria. En él se
toman elementos vinculados a la vocación médica, la movilización producida por el
ingreso tanto a la carrera como a la Unidad Hospitalaria respectivamente y la influencia de
las cátedras y los docentes de cada una de ellas en relación a la construcción del perfil
profesional.
Los datos obtenidos los analizamos considerando que la elección de la profesión
médica produce en nuestros alumnos efectos particulares, adicionales al momento vital
por el que atraviesan, ya que por definición, la elección los confronta con el sufrimiento
humano y con el desafío de poder cuidar y/o restaurar la salud de sus futuros pacientes.
A la vez nos convocan a pensar al equipo docente como modelo de identificación
determinante en la motivación y en la vocación del alumno.
DESARROLLO:
Ser en el hacer es lo que nuestros alumnos se proponen al elegir querer ser
médicos.
La mayoría de ellos comparten ideales, intereses, que son su brújula. El deseo de
ayudar a otras personas es un común denominador, reiterado por casi todos, al inicio
de la carrera, en las respuestas que dieron a un cuestionario realizado la 1° semana de
clase.
Como datos complementarios, en esta cursada de la UDH Fernández, año 2012,
destacamos que, en un alto porcentaje, los padres o uno de los dos, es universitario.
Muchos de nuestros alumnos son del interior o de la provincia de Bs. As. Y sus edades
oscilan entre 19 y 21 años y si bien el análisis de la información que obtuvimos dista de
ser estadísticamente significativo, nos permite
hacer algunas consideraciones
de
acuerdo al tenor de ciertas respuestas obtenidas.
Hemos observado que en 1° muchas de las dudas vocacionales pasan más por la
comparación con otras carreras, un poco desde el lugar del desconocimiento del resto del
camino a recorrer. Este desconocimiento parcial les permite vislumbrar lo que piensan
que es la carrera y no siempre lo que realmente es. También los motiva pensar cuál será
el contenido de las materias
Sin desconocer
que la generalización deja afuera las particularidades
conscientes e inconscientes con que cada uno trama su elección de carrera y luego su
trayectoria como estudiante, no es menos cierto que al momento de responder “Por qué
eligieron medicina”, encontramos las siguientes respuestas compartidas: “…me gusta ver
cómo un médico ayuda a una persona que lo necesita”; “…es la forma de vida que más
feliz me va a hacer”, “me apasiona…”
Al momento de preguntarles, “Qué significa para Ud. ser médico”, encontramos
entre otras, estas afirmaciones: “Una gran responsabilidad”, “Ayudar desde el
conocimiento a las personas”, “Brindar mi conocimiento y tiempo a cada paciente”, “Es
estar al servicio…”, “A disposición del otro”, “Cumplir un sueño”, “Tener un gran poder y
saber invertirlo por los demás”.”Me encanta poder ayudar…”Es un estilo de vida, se da y
se recibe mucho…eso espero”
Pensamos que la vocación se despliega en Situación. Que la elección vocacional
de nuestros alumnos como muchos de ellos afirman, tiene su origen desde largo tiempo
atrás… Pocos reconocen conscientemente influencias en esta elección, aún aquellos que
son hijos de médicos, reforzando cada uno la convicción de su autonomía en esta
decisión.
La autonomía es evolutivamente un trabajo psíquico que sostienen desde su
entrada a la adolescencia. La elección profesional al entrar a la facultad es también un
proyecto a futuro de autonomía económica.
Si bien esto no es expresado por ellos, sería un desprendimiento lógico para su
inserción en la sociedad. Significativamente la perspectiva económica no aparece como
variable en las respuestas de los alumnos.
Al señalar sus intereses, algunos enfatizan su interés científico por el cuerpo
humano y casi todos acentúan la posibilidad y el poder de poder ayudar a otras personas.
Haciendo historia de nuestro proceso…¿qué
paso luego de seis meses de
pertenecer a la carrera de medicina con los sentimientos, expectativas y deseos de estos
alumnos, ya ingresados en el sistema, en el contacto con los Docentes y con la
Institución? Cuando se “enfrentan” con una institución y una “realidad” tangible y muchas
veces descripta por médicos ya en ejercicio profesional, como poco amigable...
Si pensamos que ese ideal de ayudar se juega en situación, una de las primeras
realidades con que se encuentran al ingreso es la “poca ayuda” que muchos dicen que
reciben en las distintas instancias de la Facultad.
La idea de ayuda, tan fuerte en la 1° encuesta, empieza a coexistir con otros
sentimientos que surgen frente a las exigencias.1
En el mes de setiembre les repreguntamos al mismo grupo de alumnos, “si a lo
largo del año habían cambiado sus deseos de ser médicos y si así era cuáles eran las
variables que habían influido en ello”
Comienza a haber señales de la impronta del proceso.
Por un lado la desidealización de la profesión y del “ser médico”.
Aparecen situaciones de confronte con la realidad, dentro y fuera del ámbito de
estudio que producen cierta frustración en los ideales y expectativas iniciales. Dicen
algunos alumnos: ...”por el trabajo estoy en contacto con médicos, obras sociales y con el
1
Estas experiencias llevaron el año pasado a que un grupo de alumnas de nuestra cátedra y como actividad
de “prevención de la salud mental de los alumnos” crearan una página en Facebook, que llamaron “Primer
año, no te estreses”, que vale la pena visitar
sistema de salud, lo que me hizo ver cómo es la realidad y frustren un poco mis ideales
que fueron los que me impulsaron a seguir esta carrera…”
“…es un tema complejo a nivel personal, si bien en un principio tenía todas las
expectativas con respecto a la carrera se fue apagando…por el tiempo que demanda la
carrera…pero no se me cruzó abandonarla…” “…Me empezó a afectar bastante el tema
amigas de colegio/infancia,
novio…ambos me hicieron planteos de que los veía
menos…al principio ni me daba cuenta cómo me afectaba, lo negaba, me importaban
mucho los resultados académicos y desaprobar el primer parcial fue bastante un
choque…”
Observamos entonces que el régimen de estudio ya en marcha, las materias, los
parciales, los primeros exámenes reprobados, el tiempo que insume el estudio, los pone
frente al esfuerzo personal requerido, las dificultades vinculares debido al tiempo invertido
en la carrera, frecuentar sus amigos, el descanso, sus amores…
“Entré muy ilusionada y me di cuenta al poco tiempo que la carrera en sí es muy
dura. Al principio me angustié mucho porque sentía una presión muy grande al tener que
llevar todo al día, al tener que organizarme para llegar a estudiar para todos los parciales
y a parte poder tener una vida social”.
Surgen experiencias diversas con docentes que funcionan como modelos de
identificación de diversos significados. Los alumnos consideran que algunos estimulan,
reivindican, reconducen, en tanto otros frustran y hasta producen cuestionamientos
vocacionales. “… me encuentro con excelentes ayudantes y profesores que me dan
ganas de seguir y con maltrato hacia los alumnos por parte de otros, le suman a la
frustración de tanto esfuerzo…”
“…Humillación” ante algún docente que dijo: “No se qué hacen acá, así nunca
van a poder ser médicos”.
Actitudes que en algunos ponen en crisis la elección profesional y en otros una
respuesta casi reivindicatoria en la que “a pesar de todo quiero ser Médico”.
Como especialistas en Salud Mental no podemos dejar de considerar que estas
experiencias tempranas van dejando su marca en el psiquismo, configurando el modo en
que luego se desplegará el cómo del ejercicio profesional de estos alumnos, atravesados
por las condiciones sociales de esta época que claramente describe Zygmunt Bauman, en
su reciente libro “Daños colaterales”.
Daños colaterales es un término bélico referido a los daños producidos, por
ejemplo, por un bombardeo a un arsenal enemigo que cae en una escuela de niños
accidentalmente. Podemos homologar este concepto a lo vivenciado por nuestros
alumnos y docentes que “viven con naturalidad” los embates a la educación pública.
Como consecuencia se justifican “las violencias institucionales”, disolviéndose en el
anonimato, al decir de Balint, la responsabilidad frente a medidas, que dañan las vidas
personales.
Una sociedad centrada en crear necesidades para generar consumo, la
incertidumbre ante la posibilidad de caer del sistema, la discriminación en relación al
acceso a los recursos va horadando los ideales, sueños y entusiasmo con que ingresan a
la carrera.
Nos propusimos avanzar un poco más en esta experiencia de historiarnos, con la
motivación de saber qué pasa con los alumnos luego de algunos años como estudiantes
de medicina. Entonces les hicimos a 15 alumnos de cuarto año de la carrera del módulo
de psicosemiologìa - primer año de la UDH - cuatro preguntas que nos parecieron
significativas y coherentes con la investigación de este proceso y de las cuales surgen
datos que nos parecieron muy interesantes para compartir.
Las preguntas fueron:
1)
¿Tiene definida la especialidad, y en ese caso cuál?
Una gran mayoría, 11 de 15 respondieron que no tienen definida la especialidad y
4 que sí, las elegidas fueron cardiología, cirugía, psiquiatría infanto-juvenil, investigación
básica o anestesiología.
2)
Expresan
¿Qué le despierta el ingreso a la UDH?
sentimientos
tales
como
alegría,
angustia,
algo
de
miedo,
incertidumbre sobre el futuro, entusiasmo pero a la vez ansiedad y una sensación de gran
responsabilidad, mucha expectativa,” se me recargaron las pilas”. Interés, agradecimiento,
temor, avidez, curiosidad, ganas de aprender,”un desafío”,”deseos de recibirme y gusto
porque empezamos a tener contacto con los pacientes y aplicamos lo que aprendemos”.
“Te lleva a pensar si es realmente lo que te gusta ya que ahora uno tiene contacto real
con la medicina y a cuestionarme si realmente me veo haciendo esto”
3)
vocación?
¿El ingreso a la UDH generó algún tipo de revisión en relación a la
Algunos alumnos respondieron que no, otros: “La UDH afianzó mi vocación y el
tener más noción acerca de que decidir”. …“Sí, en cuanto a la especialidad después de
recibirme”. ..”Sigo teniendo ganas de ser médica, pero el entrar a la UDH me hizo ver que
la realidad a veces dista mucho de los libros, y es mucho más compleja”...
“Me despertó nuevos intereses con respecto a la carrera”
4)
momento para
¿En qué incidieron las diferentes cátedras y/o docentes hasta el
afianzar o modificar sus intereses en relación a un futuro
profesional?
Realizaron estas consideraciones, remarcando algunas actitudes como ejemplos:
”El trato que tienen los médicos con sus pacientes, la humanidad junto al
conocimiento afianzó mi interés”,”…Mi profesor de microbiología, que es patólogo e
investigador, y el hecho de poder acceder al laboratorio y a sus consejos sobre la carrera
y experiencia como médico”,”…Bastante, los médicos con buena onda y dedicación para
con el paciente tomándolo como un todo y no sólo como algo orgánico ampliaron mis
ganas de progresar”, ”…Algunas cátedras y docentes me incentivaron mucho, otras no
tanto”. “Los docentes que demuestran amor por lo que hacen me dan orgullo de que me
den clase y además me dan ganas de continuar con la carrera”...”Hubo docentes que me
han inspirado y motivado mucho”…“Sí, incidieron los profesores médicos e investigadores
en despertar un interés por la investigación científica. Los docentes provocaron tomar con
mayor seriedad la vocación y las cosas con más responsabilidad”.
Al interiorizarnos de sus respuestas registramos un “reinicio dentro del proceso”,
un ciclo dentro de otro ciclo, frente al ingreso al hospital, ese otro mundo
académico/asistencial: ...la esperada “practica” y finalmente el encuentro con ese otro “el
paciente”, la elección posible de la especialidad, el recibirse ya no es una meta tan
distante.
Surge un universo nuevo de sentimientos, preguntas, dudas, contradicciones,
expectativas, temores, alegrías, ansias, vinculado a otro “comienzo”.
La cuarta pregunta nos convoca una vez más….
Nos recuerda que lo queramos/seamos concientes o no ,seguimos siendo modelo
de identificación, como individuos, como equipos, como instituciones, matriz, a veces
determinante del trayecto vital, profundo de este viaje vocacional que hacemos con
nuestros alumnos.
BIBLIOGRAFÍA:
Bauman, Z: “Daños colaterales”. Fondo de Cultura Económica, Bs. As. 2011
Banchero, I.; García Zubillaga, M.: Una propuesta diferente para la formación del futuro
médico. Revista Claves N° 11 y 12. 1997
Beker, E. “La vocación y su despliegue en el ejercicio profesional”. Revista Claves.
Catálogos. Bs. As. 1991.
Cimadoro, Ana M.; Garcia Zubillaga, Maria M.; Goldvarg, Mauricio; Melero, L.; Osdoba,L.
“Reflexionando sobre la adolescencia: ¿encrucijada de una ilusión?” Revista Claves, N ° 10. 1996
Garcia Zubillaga, Maria M.; Médico, Marisa “Ateneo: Relación Medico-Paciente” Revista
Claves, N ° 10. 1996