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NOVENA AL ESPÍRITU SANTO
ARQUIDIOCESIS DE MEDELLÍN
“EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO”
INTRODUCCIÓN
“La Arquidiócesis en la unidad del Espíritu Santo”, es el lema que
nuestra Iglesia particular de Medellín ha propuesto en este año 2015
para la celebración de Pentecostés. Este lema nos recuerda que
caminamos juntos, que somos Iglesia, que estamos llamados a la
unidad y a la comunión.
San Cirilo de Alejandría expresa muy bien en unos de sus
comentarios al evangelio de Juan, aquello que vivimos en esa gran
celebración de Pentecostés: “Todos nosotros que hemos recibido el
mismo y único espíritu, a saber, el Espíritu Santo, nos hemos fundido
entre nosotros y con Dios. Ya que por mucho que nosotros seamos
numerosos separadamente y que Cristo haga que el Espíritu del Padre
y suyo habite en cada uno de nosotros, este Espíritu único e
indivisible lleva por sí mismo a la unidad a aquellos que son distintos
entre sí [...] y hace que todos aparezcan como una sola cosa en él . Y
de la misma manera que el poder de la santa humanidad de Cristo
hace que todos aquellos en los que ella se encuentra formen un solo
cuerpo, pienso que también de la misma manera el Espíritu de Dios
que habita en todos, único e indivisible, los lleva a todos a la unidad
espiritual” (San Cirilo de Alejandría, Commentarius in Iohannem, 11,
11: PG 74, 561). Dios nos entiende unidos entre sí como hermanos y
principalmente a él, es decir, viviendo en la Iglesia, celebrando con
ella a Cristo resucitado y disponiéndonos dentro de ella en oración a
recibir el Espíritu que nos impulsa a ser portadores de buenas
noticias, a ser evangelizadores.
Esta novena al Espíritu Santo llega a cada uno de ustedes como un
material catequético, que a través de la oración, permitirá
comprender y vivir la obra y la misión del Espíritu Santo en la
Iglesia.
Delegación Arzobispal para la animación y orientación litúrgica
ORACIÓN INICIAL
Ven, Espíritu Santo creador,
a visitar nuestro corazón,
repleta con tu gracia viva y celestial,
nuestras almas que tú creaste por amor.
Tú que eres llamado consolador,
don del Dios altísimo y Señor,
vertiente viva, fuego, que es la caridad,
y también espiritual y divina unción.
En cada sacramento te nos das,
dedo de la diestra paternal,
eres tú la promesa que el Padre nos dio,
con tu palabra enriqueces nuestro cantar.
Nuestros sentidos has de iluminar,
los corazones enamorar,
y nuestro cuerpo, presa de la tentación,
con tu fuerza continua has de afirmar.
Lejos al enemigo rechazad,
tu paz danos pronto, sin tardar,
y siendo tú nuestro buen guía y conductor,
evitemos así toda sombra de mal.
Concédenos al Padre conocer,
a Jesús, su Hijo comprender
y a ti, Espíritu de ambos por amor,
te creamos con ardiente y sólida fe.
Al Padre demos gloria, pues es Dios,
a su Hijo que resucitó,
y también al Espíritu Consolador
por todos los siglos de los siglos, honor. Amén.
DÍA PRIMERO
La Unidad
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De los Hechos de los Apóstoles, Hechos 2, 1-11
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el
mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a
una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde
se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como
de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de
ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron
a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía
expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de
todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó
la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía
hablar en su propia lengua.
Palabra de Dios.
Consideración del día primero
De los sermones de un autor africano del siglo sexto
Celebrad, pues, este día, conscientes de que sois miembros del
único cuerpo de Cristo. No lo celebraran en vano, si procuran
ser lo que celebran, viviendo unidos a la Iglesia, a la cual el
Señor, llenándola del Espíritu Santo, reconoce como suya, a
medida que se va esparciendo por todo el mundo, Iglesia que, a
su vez, lo reconoce a él como su Señor. Como el esposo no
abandona a su propia esposa ni admite que sea sustituida por
otra. A ustedes, hombres de todas las naciones, que son
miembros de Cristo, que constituyen el cuerpo de Cristo, les
dice el Apóstol: Sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos
por mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz.
Fíjense que el proyecto de la mutua tolerancia añade la mención
del amor, y cuando habla de la solicitud por la unidad hace
referencia al vínculo de la paz. Tal ha de ser la casa de Dios,
edificada sobre piedras vivas, para que el Padre de familia se
complazca en habitar en ella, y sus ojos no tengan que
contemplar con disgusto su división y su ruina.
 En un momento de silencio pedir el don de la unidad
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos:
Coro: Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Coro: Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Coro: Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Coro: Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Coro: Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Coro: Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra
Oración Final (pág. ----)
DÍA SEGUNDO
La Sabiduría
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De la carta a los Gálatas 5, 16. 22-23a. 25
Si viven según el Espíritu,
no darán satisfacción a las
apetencias de la carne. El fruto del Espíritu es amor, alegría,
paz, paciencia, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad,
dominio propio. Si vivimos según el Espíritu marcharemos tras
el Espíritu.
Palabra de Dios
Consideración del día segundo
Del Tratado de San Ireneo, obispo, contra las herejías
El Espíritu de Dios descendió sobre el Señor, Espíritu de
sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza,
Espíritu de ciencia y de temor del Señor, y el Señor, a su vez, lo
dio a la Iglesia, enviando el Abogado sobre toda la tierra desde el
cielo, que fue de donde dijo el Señor que había sido arrojado
Satanás como un rayo; por esto necesitamos de este rocío
divino, para que demos fruto y no seamos lanzados al fuego; y,
ya que tenemos quién nos acusa, tengamos también un
Abogado, pues que el Señor encomienda al Espíritu Santo el
cuidado del hombre, posesión suya, que había caído en manos
de ladrones, del cual se compadeció y vendó sus heridas,
entregando después los dos denarios regios para que nosotros,
recibiendo por el Espíritu la imagen y la inscripción del Padre y
del Hijo, hagamos fructificar el denario que se nos ha confiado,
retornándolo al Señor con intereses.
 En un momento de silencio pedir el don de la Sabiduría.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
DÍA TERCERO
La Fortaleza
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De la carta a los Romanos 8, 10-11
Si Cristo está en ustedes, aunque sus cuerpos hayan muerto
por causa del pecado, el espíritu tiene vida por la justificación.
Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los
muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo
Jesús de entre los muertos vivificará también sus cuerpos
mortales por obra de su Espíritu que habita en vosotros.
Palabra de Dios.
Consideración del día tercero
Del Libro de San Basilio Magno, obispo, sobre el Espíritu Santo
El Espíritu santo está presente en cada uno de los que son
capaces de recibirlo, como si estuviera en él solo, infundiendo a
todos la totalidad de la gracia que necesitan. Gozan de su
posesión todos los que de él participan, en la medida en que lo
permite la disposición de cada uno, pero no en la medida del
poder del mismo Espíritu. Por él, los corazones son elevados
hacia lo alto, los débiles son llevados de la mano, los que ya van
progresando llegan a la perfección; iluminando a los que están
limpios de toda mancha, los hace espirituales por la comunión
con él. Y, del mismo modo que los cuerpos límpidos y
transparentes, cuando les da un rayo de luz, se vuelven
brillantes en gran manera y despiden un nuevo fulgor, así las
almas portadoras del Espíritu y por él iluminadas se hacen ellas
también espirituales e irradian a los demás su gracia.
 En un momento de silencio pedir el don de la Fortaleza
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
DÍA CUARTO
El Entendimiento
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De la carta a los Romanos 8, 14-17
Todos cuantos se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos
de Dios. Que no han recibido un espíritu de esclavitud para
volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de
adopción filial, por el cual clamamos: “¡Padre!” Este mismo
Espíritu se une a nosotros para testificar que somos hijos de
Dios; y, si somos hijos, somos también herederos; herederos de
Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con
Cristo a fin de que también seamos glorificados con Él.
Palabra de Dios.
Consideración del día cuarto
Del Catecismo de la Iglesia Católica, n° 688
La Iglesia, comunión viviente en la fe de los Apóstoles que ella
transmite, es el lugar de nuestro conocimiento del Espíritu
Santo: en las Escrituras que Él ha inspirado; en la Tradición, de
la cual los Padres de la Iglesia son testigos siempre actuales; en
el Magisterio de la Iglesia, al que Él asiste; en la liturgia
sacramental, a través de sus palabras y sus símbolos, en donde
el Espíritu Santo nos pone en comunión con Cristo; en la
oración en la cual Él intercede por nosotros; en los carismas y
ministerios mediante los que se edifica la Iglesia; en los signos
de vida apostólica y misionera; en el testimonio de los santos,
donde Él manifiesta su santidad y continúa la obra de la
salvación.
 En un momento de silencio pedir el don del Entendimiento.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
DÍA QUINTO
La Ciencia
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De la carta a los Romanos 8, 26-27
El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues no
sabemos pedir como conviene; y el Espíritu mismo aboga por
nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en
palabras. Y aquel que escudriña los corazones sabe cuáles son
los deseos del espíritu y que su intercesión en favor de los fieles
es según el querer de Dios.
Palabra de Dios.
Consideración del día quinto
Del Tratado de San Hilario, obispo, Sobre la Santísima Trinidad
Ya que la debilidad de nuestra razón nos hace incapaces de
conocer al Padre y al Hijo y nos dificulta creer en la encarnación
de Dios, el Don que es el Espíritu Santo, con su luz, nos ayuda
a penetrar en estas verdades. Al recibirlo, pues, se nos da un
conocimiento más profundo. Porque, del mismo modo que
nuestro cuerpo natural, cuando se ve privado de los estímulos
adecuados, permanece inactivo (por ejemplo, los ojos, privados
de la luz, los oídos, cuando falta el sonido, y el olfato, cuando
no haya ningún olor, no ejercen su función propia, no porque
dejen de existir por la falta de estímulo, sino porque necesitan
este estímulo para actuar), así también nuestra alma, si no
recibe por la fe el Don que es el Espíritu, tendrá ciertamente
una naturaleza capaz de entender a Dios, pero le faltará la luz
para llegar a ese conocimiento.
 En un momento de silencio pedir el don de la Ciencia.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
DÍA SEXTO
El Consejo
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De la primera carta a los Colosenses 2, 9-10
Ni ojo vio, ni oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios
ha preparado para los que le aman. Pero a nosotros nos lo ha
revelado por su Espíritu: y el Espíritu todo lo penetra, hasta la
profundidad de Dios.
Palabra de Dios.
Consideración del día sexto
Del Catecismo de la Iglesia Católica, n° 687
Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios" (1 Co 2,
11). Pues bien, su Espíritu que lo revela nos hace conocer a
Cristo, su Verbo, su Palabra viva, pero no se revela a sí mismo.
El que “habló por los profetas” nos hace oír la Palabra del Padre.
Pero a él no le oímos. No le conocemos sino en la obra mediante
la cual nos revela al Verbo y nos dispone a recibir al Verbo en la
fe. El Espíritu de verdad que nos “desvela” a Cristo “no habla de
sí mismo” (Jn 16, 13). Un ocultamiento tan discreto,
propiamente divino, explica por qué “el mundo no puede
recibirle, porque no le ve ni le conoce”, mientras que los que
creen en Cristo le conocen porque él mora en ellos (Jn 14, 17).
 En un momento de silencio pedir el don del Consejo.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
DÍA SÉPTIMO
El Temor de Dios
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De la primera carta a los Colosenses 6, 19-20
¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él
habita en ustedes. Lo han recibido de Dios, y por lo tanto no se
pertenecen a ustedes mismos. Han sido comprados a precio. En
verdad glorifiquen a Dios con su cuerpo.
Palabra de Dios.
Consideración del día séptimo
Del Tratado de San Ireneo, obispo, contra las herejías
El Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos
haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco
no puede convertirse en una masa compacta y en un solo pan,
si antes no es humedecido, así también nosotros, que somos
muchos, no podemos convertirnos en una sola cosa en Cristo
Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así como la tierra
árida no da fruto, si no recibe el agua, así también nosotros,
que éramos antes como un leño árido, nunca hubiéramos dado
el fruto de vida, sin esta gratuita lluvia de lo alto. Nuestros
cuerpos, en efecto, recibieron por el baño bautismal la unidad
destinada a la incorrupción, pero nuestras almas las recibieron
por el Espíritu.
 En un momento de silencio pedir el don del Temor de Dios.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
DÍA OCTAVO
La Piedad
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De la Carta a Tito 3, 5b-7
Dios nos trajo la salud mediante el baño bautismal de
regeneración y renovación que obra el Espíritu Santo. Él
derramó con toda profusión sobre nosotros este Espíritu por
Cristo Jesús, nuestro salvador. Así, justificados por la gracia de
Cristo, hemos obtenido la esperanza de poseer en herencia la
vida eterna.
Palabra de Dios.
Consideración del día octavo
Del Tratado de San Ireneo, obispo, contra las herejías
El Señor dijo a los discípulos: Id y sed los maestros de todas las
naciones; bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo. Con este mandato les daba el poder de regenerar
a los hombres con Dios. Dios había prometido por boca de sus
profetas que en los últimos días derramaría su Espíritu sobre
sus siervos y siervas, y que éstos profetizarían; por esto
descendió el Espíritu Santo sobre el Hijo de Dios, que se había
hecho Hijo del hombre, para así, permaneciendo en él, habitar
en el género humano, reposar sobre los hombres y residir en la
obra plasmada por las manos de Dios, realizando así en el
hombre la voluntad del Padre y renovándolo de la antigua
condición a la nueva, creada en Cristo.
 En un momento de silencio pedir el don de la Piedad.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
DÍA NOVENO
La Misión
Oración Inicial (Pág. 2)
Lectura Bíblica
De los Hechos de los Apóstoles 13, 1-5
Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y
maestros: Bernabé, Simeón el Negro, Lucio de Cirene, Manajén
el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, dijo
el Espíritu Santo: Apártenme a Bernabé y a Saulo para la tarea
a la que los tengo destinados. Entonces, habiendo ayunado y
orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos,
entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a
Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. Y llegados a Salamina,
anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos.
Tenían también a Juan de ayudante.
Palabra de Dios.
Consideración del día noveno
Del Catecismo de la Iglesia Católica, n° 737
La misión de Cristo y del Espíritu Santo se realiza en la Iglesia,
Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Esta misión
conjunta asocia desde ahora a los fieles de Cristo en su
comunión con el Padre en el Espíritu Santo: El Espíritu Santo
prepara a los hombres, los previene por su gracia, para
atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta al Señor resucitado, les
recuerda su palabra y abre su mente para entender su Muerte y
su Resurrección. Les hace presente el misterio de Cristo, sobre
todo en la Eucaristía para reconciliarlos, para conducirlos a la
comunión con Dios, para que den “mucho fruto” (Jn 15, 5. 8.
16).
 En un momento de silencio pedir el don de ser misioneros.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Gozos (Pág. ----)
Oración Final (pág. ---)
Oración Final
Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés
santificas a tu Iglesia,
extendida por todas las naciones,
derrama los dones de tu Espíritu
sobre todos los confines de la tierra
y no dejes de realizar hoy,
en el corazón de tus fieles,
aquellas mismas maravillas que obraste
en los comienzos de la predicación evangélica.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que contigo vive y reina
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
Amén.