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VIGILIA DE PENTECOSTÉS
CICLO LITÚRGICO A
Con Liturgia de la Palabra extensa
Guión para la celebración de la Eucaristía
11 de mayo de 2011
AMBIENTACIÓN (opcional): Como los discípulos en el cenáculo, unidos a la Iglesia
de todo el mundo, nos disponemos a esperar en oración y escucha de la Palabra de
Dios, la venida del Espíritu Santo.
María, Madre la Iglesia, nos acompaña. ¡Bienvenidos a esta Vigilia de Pentecostés!
ENTRADA: El Espíritu Santo es el “amor que procede del Amor”. Dejemos que inflame
nuestro corazón.
LITURGIA DE LA PALABRA: (El que preside hace una introducción general)
Primera lectura: El Espíritu de Dios es Espíritu de unidad. Escuchemos con atención
la primera lectura de esta vigilia.
Segunda lectura: El Espíritu Santo estuvo presente en toda la historia de salvación
del Pueblo de Dios.
Tercera lectura: El Espíritu Santo es el que nos renueva y nos da la Vida.
Cuarta lectura: Dios cumple con sus promesas porque Él es fiel.
Canto de Gloria: Alabemos ahora al Dios Uno en tres Personas, entonando el canto
de Gloria; démosle gracias porque ha tenido misericordia de nosotros.
Epístola: El Espíritu Santo es nuestra esperanza.
Evangelio: La venida del Espíritu Santo es el cumplimiento pleno de la promesa.
Abramos el corazón a las palabras del Evangelio.
ORACIÓN UNIVERSAL: A cada intención nos unimos orando:
“Escucha, la oración de tu pueblo”
Para que en la Iglesia que nos cobija, podamos experimentar la presencia de Jesús
Resucitado. Oremos…
Para que, llenos del Espíritu Santo, siempre llevemos los frutos de la alegría, del gozo
y la paz que Él nos regala, a todos nuestros hermanos, especialmente a aquellos que
están solos y enfermos. Oremos…
Para que todos los bautizados confesemos a cada instante que Jesús es el Señor y,
como Iglesia, sepamos amarnos y ser “uno”. Oremos…
Para que nuestras familias sean comunidades que rezan y viven como María, al lado
de su hijo Jesús. Oremos…
Recordemos que si hay procesión con los dones, la asamblea toma asiento, no
permanece de pie, así nos lo enseña la Ordenación General del Misal Romano en
los nn. 43-44.
PRESENTACIÓN DE LOS DONES: Con el pan y el vino que presentamos,
entreguemos también, nuestro esfuerzo diario por poner los dones que Dios nos dio al
servicio de los demás.
COMUNIÓN: El Emmanuel, el Dios con nosotros, quiere alimentar y fortalecer nuestra
vida de bautizados, acerquémonos con fe y gozo a recibir el Cuerpo y la Sangre de
Jesús.
DESPEDIDA: Con la seguridad plena en que Dios uno y trino habita en nosotros,
vayamos acompañados de nuestra Madre María y comuniquemos a los que nos
rodean que Cristo está vivo.