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LA MARAVILLA QUE ERES TÚ (X) En el número anterior (# 729) que comenzó a tratar el tema de cómo la sangre provee de nutrientes al cuerpo entero, habíamos seguido el recorrido del alimento que ingerimos y del cual absorbemos la fuerza y energía necesarias para crecer, desarrollarnos físicamente y cumplir nuestras funciones. Esta energía, resultado del alimento, debe llegar a la sangre que la llevará a las células de todo el cuerpo, pero para que eso ocurra, tiene que haber una adecuada digestión. Muchos elementos que comemos y bebemos, son letales a nuestro organismo, y sería absolutamente mortífero que llegaran a la sangre con sus componentes originales. Tal como hemos expresado, no podríamos existir ni un solo instante si no funcionara la digestión – y las demás funciones fisiológicas – con total normalidad... y continuamente. El alimento – explicamos - pasa por el esófago y el estómago, donde se incorporan los jugos gástricos y los ácidos. Desde allí, la pasta resultante viaja lentamente hacia el duodeno, primera sección del intestino delgado. Ahora bien, la comida no puede simplemente pasar del estómago al intestino libremente, pues eso crearía una situación seria de riesgo a la salud, al pasar grandes cantidades del jugo gástrico al duodeno (que no está protegido), lo que lo dañarían de inmediato. Afortunadamente, existe una válvula (pilórica) a la salida del estómago que permite el paso del contenido del estómago en forma gradual a través del píloro, y que se cierra e impulsa el contenido - que no pasó aún al intestino - nuevamente hacia la parte central del estómago. Puesto que la naturaleza del duodeno es alcalina, de este modo se va neutralizando paulatinamente la acidez que trae la comida desde el estómago (¡qué inteligente el diseñador!). En el duodeno, algunas enzimas digestivas aportadas por el páncreas continúan la transformación de proteínas e hidratos de carbono, mientras que otras se suman a la bilis procedente del hígado para centrarse en las grasas. El páncreas El páncreas, que es bastante pequeño si uno piensa en la enorme tarea que cumple, tiene el aspecto de la lengua de un perro grande, mide unos 15 cm de largo por 5 cm de ancho y tiene un grosor aproximado de 2 cm. Cumple varias funciones: debe liberar importantes enzimas digestivas en el duodeno y también hormonas trascendentes en la sangre. Las enzimas que produce, actúan directamente sobre el alimento, dependiendo precisamente de qué es lo que se ha comido. O sea, cada grupo que compone la nutrición, requiere de las enzimas apropiadas que ayuden a convertir el alimento en una sustancia que nos pueda finalmente sustentar sanamente, a través de la sangre que la llevará al resto del cuerpo. La tripsina descompone las proteínas; la amilasa convierte los almidones en azúcares; y la lipasa se combina con la bilis para escindir las grasas en ácidos grasos y glicerol. Tomemos nota: la tripsina es producida por el páncreas en forma inactiva - para que no consuma al propio duodeno, y recién luego en su recorrido es activada por otro elemento (la “enteroquinasa intestinal”, por si se quiere o puede recordar el nombre...) que la torna activa, pero ya en el intestino, que está protegido por su propia mucosidad interna. El intestino delgado Luego, el intestino delgado recoge casi todos los nutrientes que necesita el organismo, una vez que éstos han sido transformados por los jugos gástricos y pancreáticos. Éste, tiene una longitud de entre ¡5,5 y 7 metros! Si se aplanara el intestino de un solo humano promedio, este revestimiento podría cubrir una superficie de unos ¡4.500 metros cuadrados! (lo que ocupa una cancha de futbol). Para cumplir con su tarea, la superficie interior está comprimida, formando cientos de pliegues, y revestida por millares de prominencias parecidas a dedos, denominadas “vellosidades intestinales”, revestidas de miles de millones (¡!) de microvellosidades y que son las que absorben la mayor parte de estos nutrientes para dárselos a la sangre. También aquí las enzimas juegan un papel imprescindible: junto a las bacterias descomponen los alimentos en partículas lo suficientemente reducidas para su absorción en la sangre. Dentro de cada vellosidad existen pequeños vasos sanguíneos y conductos linfáticos, que recogen los nutrientes de la superficie de las vellosidades intestinales. Las 5 millones de vellosidades están unidas en una red muy compleja que forma pequeñas venas, que finalmente se unen para formar todas juntas una vena grande, el portal hepático, que lleva toda la sangre desde el intestino al hígado en la siguiente etapa: en el proceso de purificación en el hígado. Cada vellosidad individual está construida como una torre, con glándulas que producen el moco tan vital para la protección de los intestinos. Luego, las venas recogen la glucosa y los aminoácidos, mientras que los ácidos grasos y el glicerol pasan a los conductos linfáticos. Las células que ayudan a la digestión se producen sorprendentemente en la base de la vellosidad y luego pasan gradualmente a la parte superior. Permanecen allí durante dos días, desempeñando sus vitales tareas de pasar los nutrientes absorbidos a la sangre, antes de desprenderse y eliminarse por los intestinos. Nada se detiene en los intestinos, porque la longitud total del intestino está revestida con intrincados conjuntos de músculos. Un grupo de músculos produce un movimiento de vaivén que agita los alimentos y los jugos digestivos. Se producen aprox. 10 a 15 de estos movimientos oscilantes por minuto. Otro conjunto de músculos produce una acción en forma de onda que impulsa los contenidos a adelantar unos centímetros, para luego desvanecerse. Así, el intestino delgado nunca reposa, necesitando entre tres y ocho horas para procesar la comida. El intestino grueso Toda la masa acuosa que queda en el intestino delgado pasa al intestino grueso que es la última sección del tracto digestivo. Ejerce dos funciones: por un lado, mediante contracciones musculares involuntarias, conocidas como peristaltismo, elimina el agua del resto de los alimentos, transformándolos así en heces semisólidas, que se almacenan hasta que sean expulsadas del cuerpo a través del ano, y devuelve el agua que extrae, a la sangre. Eso es absolutamente vital. Si una persona fuera a perder los dos litros de jugos gástricos que se producen cada día (dos litros de saliva, seis litros de jugo gástrico del estómago, la bilis del hígado, más de cuatro litros de jugo intestinal de las numerosas glándulas), rápidamente se deshidrataría (¿y Ud. creía que el reciclaje es un invento moderno?). La totalidad del proceso digestivo, desde el momento de la ingestión de la comida hasta la excreción del residuo, suele durar entre 12 y 24 horas. La única acción voluntaria en todo este transcurso, es la ingesta en un extremo del aparato digestivo, y la eliminación en el otro extremo. Todo este magnífico proceso que sucede en el medio del cual sólo describimos una pequeña fracción, no requiere ningún pensamiento consciente. ¡¿Qué bondad tremenda - y qué inteligencia fenomenal?! Los riñones Los riñones, dos órganos con forma de poroto de aproximadamente el tamaño de un puño cada uno, se hallan situados a ambos lados de la columna vertebral, detrás del estómago. Este órgano de aspecto humilde es nada menos que el químico principal del cuerpo. ¡Una fábrica de productos químicos que pesa menos de 200 gramos! Los riñones tienen dos funciones principales: eliminar productos de desecho de la sangre, y regular el contenido de sal y líquidos del cuerpo. Además, ayudan a la producción de glóbulos rojos, nivelar el nivel de potasio, cloruro de sodio y otras sustancias en la sangre - donde incluso la menor cantidad en demasía o en falta puede ser extremadamente peligrosa. Los riñones garantizan que la sangre no esté ni muy ácida ni muy alcalina, y tantas tareas más, que simplemente no existe una nómina completo de todas sus actividades! Los riñones reciben sangre por las arterias renales, las cuales las enlazan con el corazón, estas arterias son cortas y están sometidas a alta presión y son capaces de suministrar más de un litro de sangre por minuto. La sangre filtrada luego retorna a través de las venas renales. Al penetrar en el riñón, la sangre es filtrada a su paso por unas estructuras diminutas (denominadas nefronas) de las que hay ¡aproximadamente 1.000.000 en cada riñón! Tienen capacidad para limpiar el volumen total de la sangre del organismo unas ¡240 veces al día!, o sea, un total de ¡1.800 litros diarios! Si quisiéramos desenredar y estirar todos los tubos diminutos que conectan todas las unidades, habría ¡cien kilómetros! de ellos. Tengamos en cuenta que cada una de estas pequeñas unidades es una máquina independiente que reúne una complejidad deslumbrante, pero – al mismo tiempo - es parte de una estructura coordinada, que en su totalidad es capaz de lograr maravillas. ¿Y cómo funcionan las nefronas? Las paredes de los capilares actúan como un colador muy fino, permitiendo el paso de moléculas más pequeñas y bloqueando el progreso a los demás. Las moléculas de agua y sal, por ejemplo, son lo suficientemente pequeñas para pasar a través de los agujeros en las membranas, mientras que las moléculas de las proteínas y las células sanguíneas son demasiado grandes para pasar y permanecer en el torrente sanguíneo. Sin embargo, el líquido que se filtra de la sangre contiene glucosa, aminoácidos, sales y residuos disueltos en el agua y en efecto ¡muchas sustancias vitales se han filtrado de la sangre junto con los residuos! Lo que ocurre a continuación es simplemente increíble. A partir de ahí, el líquido filtrado pasa a un laberinto de tubos que están rodeados por una red de capilares. Allí, el 99% del líquido (los aminoácidos, la glucosa y la mayor parte del agua) es reabsorbido en el torrente sanguíneo a través de los capilares! Lo que no es reabsorbido son los productos de desecho como la urea, ácido úrico, exceso de sales y agua y los residuos. La sangre purificada es llevada de vuelta a la circulación del cuerpo por la vena renal. Alrededor del 1 % del líquido que llega a los túbulos no es útil para el cuerpo humano y es enviado a la vejiga como orina (viaja por los uréteres hacia la vejiga, donde queda almacenada hasta que se elimina por la uretra – cuando visitamos el baño). Aparte de la eliminación de los productos de desecho de la sangre, los riñones también controlar la cantidad de líquido en el cuerpo. Si uno no ha bebido lo suficiente y también pierde líquido a través del sudor, su sangre contiene menos líquido de lo normal. Cuando esta sangre pasa a través de una cierta parte del cerebro, los receptores especiales detectan la caída en el nivel de agua, y la glándula pituitaria (ubicada en el cerebro) se estimula para liberar de una hormona especial en la circulación. Cuando esta hormona llega al riñón, provoca que este órgano maravilloso aumente la cantidad de agua que re-absorbe de la solución filtrada. Cuánta más agua se retiene, menos agua evacua a través de los residuos. Aparte de esto, existe un mecanismo que produce la sensación de sed, tan compleja que no se entiende bien cómo funciona, y que sirve para regular la ingesta de agua y así mantener la concentración de la sangre. Inversamente, si se ha absorbido demasiada agua, este exceso en la corriente de sangre, informará a los receptores cerebrales que aumentó el nivel, y a su vez informará a la glándula pituitaria para que libere menos de esta hormona, y cuando los riñones reciben este mensaje, vuelven a absorber menos líquido al sistema, y más agua será evacuada. El hígado El hígado es el centro de servicios (fabrica los productos químicos) del organismo, y es el órgano de mayor tamaño del cuerpo humano. Realiza más de 500 tareas independientes entre sí, muchas de ellas vitales para la vida del individuo. El hígado asimila sustancias alimenticias, almacena hidratos de carbono, controla el nivel de azúcar en la sangre, transforma el perjudicial amoníaco en urea que es inofensiva, y produce bilis para su utilización ulterior en la escisión de las grasas en el duodeno. Es responsable de la desintoxicación y acumula existencias de una gran variedad de vitaminas y elementos minerales. Cuando el cuerpo solicita más energía, el hígado transforma en glucosa el glucógeno almacenado y lo envía al torrente sanguíneo circulatorio. El hígado hace igualmente acopio de vitaminas y produce proteína a partir de los aminoácidos de la sangre. Está constituido por unas unidades compactas de células y vasos sanguíneos, denominados lóbulos hepáticos (unas 50.000 a 100.000 diminutas unidades de tejido). El hígado recibe la sangre de la arteria hepática (rica en oxígeno que proviene del corazón) y de la vena porta (que transporta al hígado sangre cargada de nutrientes procedentes del tracto digestivo al igual que toxinas para ser filtradas). Debido a que el hígado tiene a su cargo tantas funciones, sus células deben ser reemplazadas con frecuencia. En el centro del lóbulo se halla una vena central. La sangre procedente de ramificaciones tanto de la vena porta como de la arteria hepática pasa a través de unos espacios entre las células. Estas células recogen nutrientes de la sangre y transforman las sustancias tóxicas, como el alcohol, en inocuas. Aunque se eliminara el 90 % de este órgano, el 10 % restante sería capaz de regenerarlo por entero. ¡¿Y todo esto se hizo solo?! Si nos detenemos a considerar cualquiera de los detalles que hemos enumerado hasta el momento, no dejaremos de maravillarnos: ¡qué precisión tiene cada paso del alimento hasta que termina por convertirse en la energía con la que vivimos! Sin embargo, no ignoramos que existen teorías que insisten en sostener que todo esto se formó por sí solo (!!). Obviamente que ninguna persona con raciocinio desprejuiciado puede atribuirle un mínimo de sensatez a estas posturas. Tengamos en cuenta que cualquiera de las funciones que hemos mencionado es vital para que el organismo se desenvuelva – y sin que se cumpla alguno de estos papeles, todo lo demás no podría funcionar tampoco. ¿Qué le diría Ud. al resto del organismo que espera impacientemente que el riñón o el páncreas se incorporen a ellos, para cerrar el ciclo que permita la marcha del ser humano? ¿Le diría que tenga tolerancia - digamos por unos cinco o diez millones de años – hasta que el hígado, o el riñón esté dispuesto a sumarse a la troupe? Estas líneas no tienen como objeto ridiculizar a las personas que se aferran – a pesar del absurdo que constituye su opinión – a las teorías darwinistas y sus fieles fanáticos. Solamente queremos destacar lo complejo que es nuestro cuerpo, y la maravilla que representamos, para de ese modo agradecer mejor al Todopoderoso por cada uno de los cientos y miles de milagros que suceden dentro de nosotros a diario, y aun cuando es posible que jamás pensemos en estos detalles (pues suena el celular y no tenemos tiempo suficiente para dedicarle a estas “pequeñeces”...). Hasta aquí hemos hablado acerca de los nutrientes que transporta la sangre, pero si no respiramos, y llevamos el equilibrio de los elementos del aire mediante la sangre hasta las células, no podríamos vivir. D”s mediante, trataremos el tema la semana que viene. (continuará) Daniel Oppenheimer [email protected] SABADO 5 DE MARZO – 29 DE ADAR 1 SHABAT PEKUDE - SHEKALIM – MEBARJIM VIERNES 4 DE MARZO VELAS/ MINJÁ/ KABALAT SHABAT SHAJARIT JUMASH MORÉ M. BAUER SHIUR R. MOHADEB HILJOT SHABAT – JAFETZ JAIM AHAVAT JESED (PARA CABALLEROS) SHIUR PARA DAMAS R. OPPENHEIMER PARASHAT HASHAVUA R. BARUJ MBAZBAZ MINJÁ SHIL SHABAT FINALIZA 19.05 HS. 9.00 HS. 17.15 HS. 17.30 HS. 17.45 HS. 18.00 HS. 18.45 HS. 20.05 HS. “SHAJARIT” DOMINGO 6 (ROSH JODESH) – SHIL LUNES 7 (ROSH JODESH) SHIL MARTES 8 – SHIL MIÉRCOLES A VIERNES - SHIL DOMINGO A VIERNES - IESHIVÁ 8.00 HS. 8.00 HS. 8.00 HS. 6.45 HS. 7.30 HS. DE DOMINGO A JUEVES MINJÁ / MAARIV SHIL MINJÁ IESHIVÁ MAARIV IESHIVÁ 19.05 HS. 15.30 HS. 20.15 HS. SABADO 12 DE MARZO – 6 DE ADAR 2 SHABAT VAIKRA VIERNES 11 DE MARZO VELAS / MINJA/KABALAT SHABAT MINIAN SEFARADI 18.55 HS. SABADO 5 DE MARZO – 29 DE ADAR 1 SHABAT PEKUDE – SHEKALIM – BIRCAT JODESH ADAR 2 VIERNES 4 de MARZO - MINJÁ VELAS / KABALAT SHABAT SHAJRIT MINJÁ SHABAT FINALIZA MINIAN DIAS DE SEMANA SHAJRIT DOMINGO 6 (ROSH JODESH) SHAJRIT LUNES 7 (ROSH JODESH) SHAJRIT MARTES 8 SHAJRIT MIÉRCOLES a VIERNES SABADO 12 DE MARZO – 6 DE ADAR 2 SHABAT VAIKRÁ VIERNES 11 DE MARZO – MINJÁ VELAS / KABALAT SHABAT 18.55 HS. 19.05HS. 8.30 HS. 18.45 HS. 20.05 HS. 8.15 HS. 8.15 HS 8.15 HS. 7.30 HS. 18.45 HS. 18.55 HS. FELICITACIONES A RABANIT MARGARITA OPPENHEIMER POR EL NACIMIENTO DE SU BISNIETA, HIJA DE IOSEF y JAIA REISEL BENHAMÚ. A JOSI y YAEL BLINDER, A ABRAHAM y MIRA LEVY, A JACK Y SHULA MBAZBAZ POR EL NACIMIENTO DE SU HIJO / NIETO / BISNIETO. A DARÍO y YANINA RAFINET POR EL NACIMIENTO DE SU HIJA. A FERNANDO IOSEF Y BETIANA RUDNEVICH POR EL NACIMIENTO DE SU HIJO. FELICITACIONES QUE HACEMOS EXTENSIVAS A LOS DEMÁS FAMILIARES.