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Estrategias de acceso a los alimentos en los hogares de la ciudad de Medellín: entre la
creatividad y el hambre1
RESUMEN
Se presentan los resultados de la investigación realizada en el 2010 por la Universidad de
Antioquia y la Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Medellín para identificar las
más recurrentes estrategias que los hogares en riesgo alimentario de la Ciudad emplean
para acceder a los alimentos. La investigación se abordó bajo el enfoque cualitativo. El
método empleado fue la etnografía focalizada, el cual permitió el estudio de la cultura del
acceso a los alimentos en los hogares. Se utilizaron como técnicas para recabar la
información, los grupos focales, entrevistas cualitativas y entrevistas grupales. Entre los
principales hallazgos se encontró que las comunas de estratos bajos, implementan una serie
de estrategias que se van haciendo cada vez más extremas en su aplicación, a medida que
las condiciones económicas empeoran, terminado en mecanismos vergonzantes como el del
“recorrido” por expendios de alimentos de la Ciudad.
Palabras Clave: Estrategias de acceso a los alimentos, Seguridad alimentaria, Comunas,
Medellín, Hambre.
Strategies of access to food in the homes of the city of Medellín: between creativity
and hunger
ABSTRACT
In this article, the results of a research conducted in 2010 by the University of Antioquia
and Alcaldia de Inclusion Social will be presented. The research explored the main
strategies Medellin’s households put in place in order to have access to food. This research
was conducted with a qualitative approach which provides insight into the lifestyles of
people within the households. Data collection techniques such as focus group discussions;
individual and group interviews were utilized. The main findings of this research show that
in the lower socioeconomic strata, strategies to access food are more extreme and shaming:
the worse the economic condition, the more strategies such as "the tour" are implemented.
Keywords: Strategies of access to food, food secury, Medellin, hunger
.
Este articulo se diseño con base en uno de los hallazgos de la investigación “Prácticas, Acceso y Cambios
alimentarios en la ciudad de Medellín 2010” realizada por la Secretaría de Inclusión Social del Municipio de
Medellín y la Universidad de Antioquia. Las investigadoras principales de dicha investigación son quienes
escribieron el presente artículo.
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Estrategias de acceso a los alimentos en los hogares de la ciudad de Medellín: entre la
creatividad y el hambre
INTRODUCCIÓN
La alimentación es un acto cotidiano y un hecho social total, que está influenciado por
factores socioculturales, políticos, económicos, y nutricionales que influyen en el acceso, la
elección y el consumo de los alimentos de los hogares.
Cuando se presenta dificultad en el acceso a los alimentos, las estrategias para sobrellevar
la situación son diferenciadas entre los grupos poblacionales, pues por un lado existe, en
forma implícita, “un orden normativo (…) que establece un conjunto de guías
institucionalizadas acerca de las conductas más o menos apropiadas dentro de contextos
sociales particulares” [1], y por otra parte, la situación se presenta de manera diferenciada
en términos de magnitud y causas, dependiendo del estrato socioeconómico,
restringiéndose de esta manera, “el abanico de los alimentos que puede probar” [2] y
consumir con frecuencia los grupos poblacionales.
El establecimiento de mecanismos al interior de los hogares para sobrellevar situaciones de
bajo abastecimiento alimentario, ha sido definido por Aguirre como las prácticas que los
agregados sociales realizan en el marco de la vida cotidiana para mantener o mejorar la
alimentación, y las razones, creencias y sentidos que se aducen para justificarlas [3]; y
Hintze las ha definido como: “el conjunto de actividades que los sectores populares realizan
para satisfacer sus necesidades alimentarias, las que no pueden cubrir plenamente vía
ingreso monetario” [4], mecanismos que dependen del estrato socioeconómico.
Con el afán de encontrar cuales son las principales estrategias para lograr el abastecimiento
de alimentos en los hogares de la ciudad de Medellín, se realizó en el año 2010 una
investigación promovida por la Universidad de Antioquia y la Secretaría de Inclusión
Social del Municipio de Medellín que indagó por este y otros aspectos alimentarios desde la
óptica de la metodología cualitativa
La ciudad de Medellín está dividida administrativamente en 16 comunas, tiene una
población de aproximadamente 2.368.282 habitantes, de los cuales el 47,7% se encuentran
ubicados en el estrato socioeconómico bajo-bajo y bajo (estrato 1 y 2) el 39,9% en el
estrato medio-bajo y medio (estrato 3) y el 12,4% en el medio-alto y alto (estrato 5 y 6) [5].
Tabla 1. Estrato socioeconómico por comuna, Medellín, 2010
1
2
3
4
5
6
7
8
Comuna
Estrato
Popular
Santa Cruz
Manrique
Aranjuez
Castilla
12 de Octubre
Robledo
Villa Hermosa
2
2
2
3
3
2
2
2
Comuna
9
10
11
12
13
14
15
16
2
Buenos Aires
La Candelaria
Laureles / Estadio
La América
San Javier
Poblado
Guayabal
Belén
Estrato
3
4
5
4
2
6
3
3
Fuente: Viviendas residenciales estratificadas por comuna y barrio, según estrato.
Municipio de Medellín, Planeación Municipal, 2010.
La ciudad de Medellín recibe permanentemente población desplazada de otros municipios,
(producto del prolongado conflicto interno) [6], la cual aumentó vertiginosamente entre los
años 2004 al 2008, pasando de 8.881 a 73.558 personas. Estos desplazados encuentran en la
ciudad otras realidades y otras formas para acceder a los recursos alimentarios, muy
diferentes a sus realidades rurales.
Según el perfil alimentario y nutricional de la Ciudad, el 58,6% de los hogares de la Ciudad
se perciben en inseguridad alimentaria [9], variando de acuerdo a la comunas, por ejemplo,
la percepción de inseguridad alimentaria en Manrique fue de un 82,5% (la de mayor
prevalencia), mientras que en el Poblado fue de 2% (la de menor prevalencia).
Los anteriores datos de la Ciudad, dan muestra de unas dinámicas estratificadas y
jerarquizadas, donde los modos de vida y el acceso a los alimentos en los hogares son
diferenciados de acuerdo al estrato y a la comuna en la que se habite. Comprender las
estrategias que instauran los hogares de las diferentes comunas, para acceder a los
alimentos brinda un amplio panorama y comprensión de sus consumos alimentarios que
permitirán reorientar políticas y programas alimentarios, para que sean más pertinentes y
ajustados a las realidades, experiencias y lógicas de los grupos poblacionales.
Esta pretensión, más cercana a la comprensión de la dinámica y la cultura alimentaria en los
hogares, configuró un abordaje desde la perspectiva y visión de los sujetos que
experimentan dicha realidad, que posibilitó dar respuesta a la pregunta: ¿qué estrategias se
instauran en los hogares de Medellín, según el estrato socioeconómico, para acceder a los
alimentos o para conservar el consumo acorde a sus hábitos alimentarios?
METODOLOGÍA
Comprender las estrategias instauradas para asegurar el acceso a los alimentos en los
hogares de la Ciudad, requiere de un enfoque teórico desde la perspectiva antropológica y
específicamente de la antropología de la alimentación, para comprender las situaciones y
significados que estos grupos han atribuido a su alimentación, a los alimentos y a la ayuda
alimentaria. Así mismo, requiere de un abordaje metodológico partiendo de los postulados
de la investigación cualitativa, a fin de comprender la realidad subjetiva que experimentan
los grupos poblaciones de las diferentes comunas de la ciudad de Medellín. Con esta
investigación se pretendió describir las estrategias implementadas en los hogares de la
Ciudad cuando hay dificultades para acceder a los alimentos por bajos ingresos, lo cual fue
posibilitado por la utilización de los postulados del enfoque cualitativo que permitió
comprender la realidad de los sujetos, y el significado de sus experiencias.
La perspectiva metodológica que guió la investigación fue la etnografía, la cual “va unida
al carácter descriptivo de las sociedades humanas, que constituyen el fundamento del
conocimiento antropológico” [8]. En este caso, los grupos de personas del estudio
comparten las mismas dinámicas sociales y culturales de la ciudad de Medellín.
3
Específicamente, la investigación se abordó bajo la perspectiva de la etnografía enfocada,
que se refiere a estudios orientados a un tema particular, en este caso el alimentario. Esta
perspectiva se caracteriza por configurar trabajos de campo menos intensivos, surgió
inicialmente en la antropología médica con el objetivo de identificar creencias y estilos de
vida que sirvieran de referente para la implementación de intervenciones en el área de la
salud [9], su abordaje ha “generado teorías descriptivas sobre fenómenos de interés y
preocupación para los profesionales de la salud” [10].
La investigación se realizó en varios espacios y escenarios y con diversidad de participantes
de las diferentes comunas de la ciudad de Medellín, para lo cual, se desarrollaron varias
técnicas de generación de información, como el grupo focal, la entrevista grupal y la
entrevista cualitativa. Las técnicas utilizadas se realizaron en las diferentes comunas de la
ciudad en el primer semestre de 2010, efectuándose un total de 19 grupos focales, 2
entrevistas grupales y 10 entrevistas cualitativas.
Los grupos focales se realizaron en todas las comunas de la ciudad de Medellín, a
excepción de las comunas Laureles-Estadio y El Poblado, por la dificultad de reunir al
mismo tiempo a cinco o más personas para desarrollar la práctica, y en su lugar, se
efectuaron entrevistas cualitativas. A cada grupo programado asistieron en promedio 14
personas, y a las entrevistas grupales 3 personas, para lo cual se diseñó una guía de
preguntas abiertas relacionadas con el acceso a los alimentos y a las estrategias para
acceder a estos.
Consideraciones éticas
En el desarrollo del estudio se mantuvieron muy presentes las situaciones de interacción e
intersubjetividad dadas entre las personas participantes y los investigadores, de esta forma,
se establecieron relaciones horizontales. De igual manera se invitó a los sujetos a que
participaran en la investigación de manera voluntaria y a que firmaran un consentimiento
informado para permitir que las conversaciones grupales o individuales fueran grabadas;
además se les aseguró el anonimato, sustituyendo sus nombres por códigos. Es de aclarar
que la información generada sólo se utilizó con fines académicos e investigativos, para así
asegurar el principio de confidencialidad. Por último, se garantiza que el proceso
metodológico de la presente investigación estuvo guiado por la veracidad en la información
[11].
Registro, sistematización y análisis de la información
El registro de la información se obtuvo mediante la grabación y transcripción de las
conversaciones con las personas, para dar inicio al proceso de análisis cualitativo,
consistente en codificar o etiquetar la información en unidades de sentido, y agrupar dichas
etiquetas en cuerpos conceptuales o categorías, y finalmente, describir e interpretar cada
una de estas categorías.
Una vez categorizados los datos, lo primero que se colige, es que el estrato socioeconómico
en el que están ubicados los hogares, se constituye en el principal factor que influye en el
tipo de estrategias instauradas para acceder a los alimentos, sin importar la ubicación
geográfica. Como era de esperarse, los hogares ubicados en estratos más bajos como el 1, 2
4
y 3, presentan mayores dificultades para conseguir sus alimentos, ya que para ellos, aunque
el gasto absoluto en alimentos es menor que el de las familias de estratos altos, este
representa un porcentaje más alto sobre el gasto total.
RESULTADOS
Estrategias de acceso a los alimentos en los hogares
Se describe a continuación las principales estrategias utilizadas en los hogares para acceder
a los alimentos cuando se dispone de bajos ingresos, las cuales, a medida que la situación se
torna más apremiante, se van haciendo más onerosas para las familias, hasta el punto de
llegar a volverse vergonzantes.
Dejar de comer en la calle
Una de los primeros ajustes que realizan las familias cuando comienzan a tener dificultades
económicas, es el de dejar de comer por fuera de la casa, actividad que realizan por lo
general, en fin de semana, o cuando reciben la quincena.
…hace rato mi familia no sale a comer, eso era cada 8 días, venga vamos a comer afuera, eso
ya no se puede cada 8 días, ya no se puede (Grupo focal Doce de octubre).
Optimizar la compra del mercado
Cuando en los hogares se empiezan a percibir menos ingresos de los acostumbrados,
buscan expendios para comprar los alimentos donde sean más baratos, como las plazas de
mercado o en los minimercados o tiendas de barrio para evitar incurrir en gastos adicionales
como el transporte, o porque la compra de alimentos es menor, dejando a un lado las
compras en las grandes superficies donde la comodidad cuesta. Cuando hacen las compras,
eligen alimentos en promoción y en cosecha, o se unen varias familias a comprar al por
mayor los alimentos porque de esta manera les sale más favorable el mercado, y compran
más alimentos por menor precio.
Nosotros mercamos cada ocho días en un supermercado que está cerca de la casa y
compramos lo que es grano; y la verdura vamos a la plaza a rebuscarla allá porque no nos
alcanza la plata (Grupo Focal Guayabal).
Yo me uno con otros hermanos para mercar, así compramos al por mayor algunos alimentos,
y nos sale más favorable el mercado (Entrevista San Javier).
Optimizar el uso del mercado en el hogar
Una vez comprado el mercado, las familias, en especial las del estrato 2 y 3, emplean
diferentes recursos para que el mercado alcance, como cocinar para almuerzo y comida una
misma preparación, reciclar las sobras para hacer otras preparaciones, como los calentados
en los desayunos. También se busca hacer preparaciones con los alimentos existentes en la
despensa, de manera que todo se agote antes de mercar nuevamente.
… unas veces es la habichuela con la zanahoria y el huevo revuelto, otras veces es la
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ahuyama con el huevo revuelto, cuando hay la carne, pues con el pedazo de carne y muchas
veces como no hay para comprar la carne, se compra un atún, se hace la ensalada, le echa uno
lechuga, un papa cocinada, entonces me queda bastante y como las 3 veces (Grupo focal
Belén).
… yo siempre hago el almuerzo, para almuerzo y comida y lo mismo del almuerzo es para la
comida… por economizar tiempo, gas y mercado… (Grupo focal Guayabal).
Comprar alimentos de menor calidad o reemplazarlos por otros
Cuando los recursos económicos escasean, las familias intentan mantener, hasta donde les
sea posible, su alimentación cotidiana y consumir sus comidas acostumbradas, por eso
cocinan los mismos platos con ingredientes de menor calidad, y se las ingenian en la cocina
agregando ingredientes que reemplacen a otros alimentos más costosos o que hagan rendir
las comidas.
… lo mismo, la carne, uno compraba punta de anca y ahora compra pezuña para el sancocho
(Grupo focal de Buenos Aires)
… por mi casa pues también va una señora que lleva un camioncito que vende la manteca
usada, que sirve para fritar (Grupo focal Popular).
… yo que no tenga más remedio de remplazar la carne, una opción es las torticas de lentejas,
pues si me toca comer la comida sin carne yo lo hago, pero muy triste una comida sin carne
(Grupo focal Buenos Aires).
Comprar alimentos en pequeñas cantidades
Cuando ya no hay provisiones y no hay suficiente dinero para mercar, las familias optan
por comprar el “diario”, muchas veces en la modalidad del “fiado”, y en las tiendas
cercanas a sus residencias, que se han acomodado para vender cada alimento en la menor
cantidad posible.
… [yo compro] cien o doscientos de tomate o doscientos de cebolla, cien de cilantro (Grupo
focal Popular).
… Ah, el frasquito de aceite vale mil cien (Grupo focal Popular).
… cuando hay se hace un mercado bueno, pero cuando no hay, se compra para lo que haya,
tenga estos 2, 5, 10 mil pesos, lo que tenga (Grupo focal Belén).
Disminuir la cantidad de alimentos consumidos
Si no hay dinero ni para comprar los alimentos que hacen falta, las familias aplican medidas
más extremas, como disminuir la cantidad de comida que se consume, lo que antes era sopa
y seco, se convierte en solo sopa. También se disminuyen los alimentos más costosos como
las verduras y frutas, y en especial se deja de comer carne. Las familias terminan por comer
solo dos veces al día, si desayunan y almuerzan, no comen, si almuerzan y comen no
desayunan.
6
… que uno se coma las tres comidas, ya le toca ser o más poquita o la sopita, ya no tengo
para la criolla, entonces la sopa ya queda sola. (Grupo focal Santa cruz).
… Comerse dos comiditas al día, desayunar a las doce y almorzar o comer siete u ocho de la
noche (Grupo Focal Santa cruz).
Hemos disminuido el consumo de carne y el pescado, uno o dos veces al mes; la verdura es
tomate y cebolla, y ya las otras verduras no las comemos por caras (Grupo focal Castilla).
Pues total todo, todo cambia, primero uno hacia sancocho, arroz y la ensalada, y ya si hace el
sancocho ya no hace la ensalada o no hace el arroz (Grupo focal Castilla).
Primero los niños
Cuando en los hogares faltan los alimentos, los adultos, en especial las madres, tratan de
darles la comida disponible a los niños, aunque sea, quedándose ellas sin probar comida en
el día, o embolatando el hambre con agua o tinto (café).
Cuando hay para el desayuno, el almuerzo y la comida ¡Gracias a Dios!; pero cuando uno
tiene un hijo, uno le da el bocado al niño para que quede lleno, así uno tenga que aguantar,
hasta que le caiga el poquito de almuerzo o el poquito de comida, o sea las que hayan, uno va
acostumbrando al cuerpo a lo que haya (Grupo focal Popular).
…y muchas veces hay para ellos, y yo no como, yo tomo agua y me desvelo, y muchas veces
tomo pastillas para dormir, y yo doy gracias a Dios cuando llegan las cuatro de la mañana y
me levanto a hacer oficio (Grupo focal Manrique).
… hay que compartir con el bebe, y si hay una tajadita de salchichón y él dice yo quiero más
y quiero más; muchas veces, uno no come, si no que muerde y le da a ellos (Grupo focal
Castilla).
Buscar la solidaridad de los vecinos y familiares
Si definitivamente en el hogar no hay nada para comer, toca recurrir a la solidaridad de
vecinos y familiares, ya sea recibiendo los alimentos que ellos les facilitan, o yendo a
comer a casa de ellos.
… pues como le digo yo, yo tengo una hija que el esposo ahora no está trabajando, entonces
son ellos dos y los dos hijos, entonces se reparten, dos se van para la casa de ella y dos se van
para la casa mía, hay que partir con ellos la comida (Grupo focal Belén).
La semana pasada si estuvimos graves, nosotros sólo le dábamos a los niños, y al lado de mi
casa hay una vecina que es muy buena persona, ella pues… más o menos sabe, ella nos pasa
así una libra de arroz, papas, sandia o así cositas para los niños y de ahí comemos nosotras y
ya con eso nos vamos bandeando (Grupo focal Popular).
Yo cuando amanezco sin nada que comer, le pido a mi Dios que durante el día aparezca
alguien, y cuando menos pienso, el celular me timbra y las amigas o las vecinas me dicen:
“veni que voy a hacer un sancochito”, y me pego para allá; y hay una amiga que me trae el
desayunito, ella me trae los cuatro huevitos, las tres arepitas y el chocolate (Grupo focal
Santa Cruz).
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Las vecinas de por mi casa me dicen: “Tere le traje la ropa para el niño, le traje esto para la
comida”, lo que le decía ahora, yo como carne cuando me muerdo la lengua (Grupo focal
Villa Hermosa).
Buscar la asistencia social (pública o privada)
Las familias en apuros buscan la ayuda del Estado o de instituciones de carácter privado
que brindan asistencia alimentaria, en los diferentes programas que se desarrollan en las
comunas populosas y de bajo estrato socioeconómico.
Yo tengo un niño y esta semana me visitó acción social y van a meter a los niños en MANA.
Por mi barrio, en la iglesia, dan mercaditos, y cuando estoy muy mal, voy y hago la fila
(Grupo Focal Doce de Octubre).
Realizar el recorrido
Si fallan todas la estrategias anteriores, la familias sin acceso a los alimentos recurren a
tácticas vergonzantes, como buscar residuos de comida en restaurantes y basuras de
urbanizaciones, pedir alimentos en otros vecindarios, recorrer plazas de mercado, donde
esta ayuda se ha semi-institucionalizado por los comerciantes. Este viacrucis de los hogares
con inseguridad alimentaria es denominado por los mismos “el recorrido”.
… pues como a él le toca sacar la basura de la urbanización, entonces él mira qué hay de
pronto para comer, y trae así cositas (Grupo focal Popular)
… yo le dije: vamos para la mayorista, y sé que uno va y que uno trae bastante comida, y ya
no voy porque no puedo cargar, y yo le digo a él que nos vamos, y él me dice: “mamita que
pena” (Grupo focal Manrique).
“Aguantar hambre”
Cuando todas las puertas se cierran, no queda más que aguantar hambre.
… yo me voy de largo, cuando no hay, no hay (Grupo focal Castilla)
… yo me he sentido muy resignada, cuando hay se come y cuando no, se acuesta uno con
hambre (Grupo focal Belén).
DISCUSIÓN
Las situaciones apremiantes de bajos ingresos y bajo acceso a los alimentos, obligan a las
personas a realizar actividades extremas, y de alguna manera, degradantes, como recoger
comida de las canecas de basura, y realizar “el recorrido”; dicha concepción es considerada
por Pino [11] como una forma de mendicidad, y definido por ella como: “trayecto que hace
un grupo de personas por los barrios, plazas de mercado o el centro de la ciudad durante
unas horas, en diferentes días de la semana, con la finalidad de conseguir, gratuitamente,
alimentación”. Esta estrategia es utilizada, especialmente, por la población desplazada para
evitar o paliar el hambre.
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La sensación de hambre física, es la última situación a la que se llega en los hogares pobres,
luego de haber implementado y agotado un montón de estrategias, tendientes, precisamente,
a evitar dicha sensación tan apremiante, dolorosa e injustificada en una sociedad como la de
Medellín. No obstante, cuando se implementan las estrategias antes descritas, también se
experimenta hambre, pero, otro tipo de hambre conocida como el hambre oculta.
Dicha hambre está presente en la población pobre de la ciudad, pues es una situación
silenciosa que no ocupa los medios de comunicación como ocurre cuando se presentan
situaciones de hambre aguda, debidas a desastres naturales. El hambre oculta se presenta
cuando la ingesta alimentaria es inadecuada nutricionalmente, e insuficiente, llevando a las
personas, poco a poco, a depletar sus reservas de calorías y nutrientes, a deteriorar su estado
nutricional y al padecimiento de enfermedades carenciales y crónicas [12].
“El hambre no es solo hambruna, miseria repentina y grave, sino una condición persistente
y endémica, que obliga a vivir en un estado de desnutrición, enfermedad y debilidad. Es
silenciosa, mata mucha gente y reduce la esperanza de vida” [13].
El bajo consumo alimentario, va llevando a que en los hogares se opte por acceder a
alimentos con alta densidad calórica y alimentos saciadores [14], lo que va llevando, a la
vez, a consumos inadecuados nutricionalmente, y a preferir alimentos ricos en
carbohidratos y grasas como el arroz, las lentejas, la arepa, a preparaciones como la sopa y
a métodos de cocción como la fritura; y dejan como última opción el consumo del grupo de
frutas y hortalizas por su alto costo relativo, a sabiendas de sus beneficios en la prevención
de enfermedades crónicas. Bourdieu asegura que las personas eligen los alimentos en
función de su costo y de acuerdo a la función que cumplen en el organismo, por eso las
clases más bajas prefieren aquellos alimentos que les brindan fuerza física [15].
De otro lado, la obtención y el consumo de los alimentos en los diferentes hogares, se hace
por mecanismos que no dependen de ellos, es decir, no tienen la posibilidad de elegir su
alimentación si no que consumen los alimentos que tengan, lo cual obedece a la “buena
voluntad de las personas”, las instituciones y el “Estado”, quienes les brindan, en ocasiones,
opciones alejadas de sus culturas, deseos, expectativas y gustos alimentarios. Por
consiguiente, fuera de que no tienen autonomía alimentaria, tampoco disponen de
consumos adecuados en cantidad y calidad.
Por último, las personas que al interior de sus hogares, muchas veces, han tenido que
acostarse sin comer, afectan no solo su cuerpo sino que también menoscaban el espíritu y la
esperanza, reduciendo además, las oportunidades de desarrollo humano, porque el hambre
marca a quienes la padecen con una cicatriz social indeleble, que difícilmente los
programas sociales de mitigación, podrán borrar.
BIBLIOGRAFÍA
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1995. p 96.
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[8] Vallés M. Técnicas cualitativas de investigación social. Madrid: Síntesis; 1997.
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críticos en los métodos de investigación cualitativa. Editorial Universidad de Antioquia.
Medellín: 2003. p. 218-243
[10] Morse J. Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa. Medellín:
Universidad de Antioquia; 1998
[11] Pino Y. “Muchos vivimos del recorrido”. Alimentación en el barrio La Cruz. [Tesis]
Medellín: Universidad de Antioquia; 2010.
[12] Aguayo V. El hambre oculta de niños y niñas con carencias de vitaminas y minerales.
[Sitio
en
internet].
Disponible
en:
http://www.unicef.org/spanish/nutrition/index_hidden_hunger.html. [Fecha de acceso: 9 de
marzo de 2010].
[13] Sen A. Pobreza y hambruna: un ensayo sobre el derecho y la privación (Poverty and
Famines: an essay of entitlement and deprivation). Claredon Press: Oxford; 1982.
[14] Aguirre P. Los alimentos rendidores y el cuerpo de los pobres. [Monografía en
internet]. Argentina, Universidad Nacional de La Plata. 2005. Disponible en:
http://www.unlp.edu.ar/uploads/docs/Los%20Alimentos%20Rendidores%20y%20el%20C
uerpo%20de%20los%20Pobres%20Patricia%20Aguirre.%20los%20alimentos%20rendidor
es%20y%20el%20cuerpo.pdf. Consultado: 16 de mayo de 2011.
[15] Bourdieu P. La distinción. Criterio y bases sociales del gusto. Madrid: Taurus; 1998.
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