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Estrategias de acceso a los alimentos en los hogares de la ciudad de Medellín: entre la creatividad y el hambre1 RESUMEN Se presentan los resultados de la investigación realizada en el 2010 por la Universidad de Antioquia y la Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Medellín para identificar las más recurrentes estrategias que los hogares en riesgo alimentario de la Ciudad emplean para acceder a los alimentos. La investigación se abordó bajo el enfoque cualitativo. El método empleado fue la etnografía focalizada, el cual permitió el estudio de la cultura del acceso a los alimentos en los hogares. Se utilizaron como técnicas para recabar la información, los grupos focales, entrevistas cualitativas y entrevistas grupales. Entre los principales hallazgos se encontró que las comunas de estratos bajos, implementan una serie de estrategias que se van haciendo cada vez más extremas en su aplicación, a medida que las condiciones económicas empeoran, terminado en mecanismos vergonzantes como el del “recorrido” por expendios de alimentos de la Ciudad. Palabras Clave: Estrategias de acceso a los alimentos, Seguridad alimentaria, Comunas, Medellín, Hambre. Strategies of access to food in the homes of the city of Medellín: between creativity and hunger ABSTRACT In this article, the results of a research conducted in 2010 by the University of Antioquia and Alcaldia de Inclusion Social will be presented. The research explored the main strategies Medellin’s households put in place in order to have access to food. This research was conducted with a qualitative approach which provides insight into the lifestyles of people within the households. Data collection techniques such as focus group discussions; individual and group interviews were utilized. The main findings of this research show that in the lower socioeconomic strata, strategies to access food are more extreme and shaming: the worse the economic condition, the more strategies such as "the tour" are implemented. Keywords: Strategies of access to food, food secury, Medellin, hunger . Este articulo se diseño con base en uno de los hallazgos de la investigación “Prácticas, Acceso y Cambios alimentarios en la ciudad de Medellín 2010” realizada por la Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Medellín y la Universidad de Antioquia. Las investigadoras principales de dicha investigación son quienes escribieron el presente artículo. 1 1 Estrategias de acceso a los alimentos en los hogares de la ciudad de Medellín: entre la creatividad y el hambre INTRODUCCIÓN La alimentación es un acto cotidiano y un hecho social total, que está influenciado por factores socioculturales, políticos, económicos, y nutricionales que influyen en el acceso, la elección y el consumo de los alimentos de los hogares. Cuando se presenta dificultad en el acceso a los alimentos, las estrategias para sobrellevar la situación son diferenciadas entre los grupos poblacionales, pues por un lado existe, en forma implícita, “un orden normativo (…) que establece un conjunto de guías institucionalizadas acerca de las conductas más o menos apropiadas dentro de contextos sociales particulares” [1], y por otra parte, la situación se presenta de manera diferenciada en términos de magnitud y causas, dependiendo del estrato socioeconómico, restringiéndose de esta manera, “el abanico de los alimentos que puede probar” [2] y consumir con frecuencia los grupos poblacionales. El establecimiento de mecanismos al interior de los hogares para sobrellevar situaciones de bajo abastecimiento alimentario, ha sido definido por Aguirre como las prácticas que los agregados sociales realizan en el marco de la vida cotidiana para mantener o mejorar la alimentación, y las razones, creencias y sentidos que se aducen para justificarlas [3]; y Hintze las ha definido como: “el conjunto de actividades que los sectores populares realizan para satisfacer sus necesidades alimentarias, las que no pueden cubrir plenamente vía ingreso monetario” [4], mecanismos que dependen del estrato socioeconómico. Con el afán de encontrar cuales son las principales estrategias para lograr el abastecimiento de alimentos en los hogares de la ciudad de Medellín, se realizó en el año 2010 una investigación promovida por la Universidad de Antioquia y la Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Medellín que indagó por este y otros aspectos alimentarios desde la óptica de la metodología cualitativa La ciudad de Medellín está dividida administrativamente en 16 comunas, tiene una población de aproximadamente 2.368.282 habitantes, de los cuales el 47,7% se encuentran ubicados en el estrato socioeconómico bajo-bajo y bajo (estrato 1 y 2) el 39,9% en el estrato medio-bajo y medio (estrato 3) y el 12,4% en el medio-alto y alto (estrato 5 y 6) [5]. Tabla 1. Estrato socioeconómico por comuna, Medellín, 2010 1 2 3 4 5 6 7 8 Comuna Estrato Popular Santa Cruz Manrique Aranjuez Castilla 12 de Octubre Robledo Villa Hermosa 2 2 2 3 3 2 2 2 Comuna 9 10 11 12 13 14 15 16 2 Buenos Aires La Candelaria Laureles / Estadio La América San Javier Poblado Guayabal Belén Estrato 3 4 5 4 2 6 3 3 Fuente: Viviendas residenciales estratificadas por comuna y barrio, según estrato. Municipio de Medellín, Planeación Municipal, 2010. La ciudad de Medellín recibe permanentemente población desplazada de otros municipios, (producto del prolongado conflicto interno) [6], la cual aumentó vertiginosamente entre los años 2004 al 2008, pasando de 8.881 a 73.558 personas. Estos desplazados encuentran en la ciudad otras realidades y otras formas para acceder a los recursos alimentarios, muy diferentes a sus realidades rurales. Según el perfil alimentario y nutricional de la Ciudad, el 58,6% de los hogares de la Ciudad se perciben en inseguridad alimentaria [9], variando de acuerdo a la comunas, por ejemplo, la percepción de inseguridad alimentaria en Manrique fue de un 82,5% (la de mayor prevalencia), mientras que en el Poblado fue de 2% (la de menor prevalencia). Los anteriores datos de la Ciudad, dan muestra de unas dinámicas estratificadas y jerarquizadas, donde los modos de vida y el acceso a los alimentos en los hogares son diferenciados de acuerdo al estrato y a la comuna en la que se habite. Comprender las estrategias que instauran los hogares de las diferentes comunas, para acceder a los alimentos brinda un amplio panorama y comprensión de sus consumos alimentarios que permitirán reorientar políticas y programas alimentarios, para que sean más pertinentes y ajustados a las realidades, experiencias y lógicas de los grupos poblacionales. Esta pretensión, más cercana a la comprensión de la dinámica y la cultura alimentaria en los hogares, configuró un abordaje desde la perspectiva y visión de los sujetos que experimentan dicha realidad, que posibilitó dar respuesta a la pregunta: ¿qué estrategias se instauran en los hogares de Medellín, según el estrato socioeconómico, para acceder a los alimentos o para conservar el consumo acorde a sus hábitos alimentarios? METODOLOGÍA Comprender las estrategias instauradas para asegurar el acceso a los alimentos en los hogares de la Ciudad, requiere de un enfoque teórico desde la perspectiva antropológica y específicamente de la antropología de la alimentación, para comprender las situaciones y significados que estos grupos han atribuido a su alimentación, a los alimentos y a la ayuda alimentaria. Así mismo, requiere de un abordaje metodológico partiendo de los postulados de la investigación cualitativa, a fin de comprender la realidad subjetiva que experimentan los grupos poblaciones de las diferentes comunas de la ciudad de Medellín. Con esta investigación se pretendió describir las estrategias implementadas en los hogares de la Ciudad cuando hay dificultades para acceder a los alimentos por bajos ingresos, lo cual fue posibilitado por la utilización de los postulados del enfoque cualitativo que permitió comprender la realidad de los sujetos, y el significado de sus experiencias. La perspectiva metodológica que guió la investigación fue la etnografía, la cual “va unida al carácter descriptivo de las sociedades humanas, que constituyen el fundamento del conocimiento antropológico” [8]. En este caso, los grupos de personas del estudio comparten las mismas dinámicas sociales y culturales de la ciudad de Medellín. 3 Específicamente, la investigación se abordó bajo la perspectiva de la etnografía enfocada, que se refiere a estudios orientados a un tema particular, en este caso el alimentario. Esta perspectiva se caracteriza por configurar trabajos de campo menos intensivos, surgió inicialmente en la antropología médica con el objetivo de identificar creencias y estilos de vida que sirvieran de referente para la implementación de intervenciones en el área de la salud [9], su abordaje ha “generado teorías descriptivas sobre fenómenos de interés y preocupación para los profesionales de la salud” [10]. La investigación se realizó en varios espacios y escenarios y con diversidad de participantes de las diferentes comunas de la ciudad de Medellín, para lo cual, se desarrollaron varias técnicas de generación de información, como el grupo focal, la entrevista grupal y la entrevista cualitativa. Las técnicas utilizadas se realizaron en las diferentes comunas de la ciudad en el primer semestre de 2010, efectuándose un total de 19 grupos focales, 2 entrevistas grupales y 10 entrevistas cualitativas. Los grupos focales se realizaron en todas las comunas de la ciudad de Medellín, a excepción de las comunas Laureles-Estadio y El Poblado, por la dificultad de reunir al mismo tiempo a cinco o más personas para desarrollar la práctica, y en su lugar, se efectuaron entrevistas cualitativas. A cada grupo programado asistieron en promedio 14 personas, y a las entrevistas grupales 3 personas, para lo cual se diseñó una guía de preguntas abiertas relacionadas con el acceso a los alimentos y a las estrategias para acceder a estos. Consideraciones éticas En el desarrollo del estudio se mantuvieron muy presentes las situaciones de interacción e intersubjetividad dadas entre las personas participantes y los investigadores, de esta forma, se establecieron relaciones horizontales. De igual manera se invitó a los sujetos a que participaran en la investigación de manera voluntaria y a que firmaran un consentimiento informado para permitir que las conversaciones grupales o individuales fueran grabadas; además se les aseguró el anonimato, sustituyendo sus nombres por códigos. Es de aclarar que la información generada sólo se utilizó con fines académicos e investigativos, para así asegurar el principio de confidencialidad. Por último, se garantiza que el proceso metodológico de la presente investigación estuvo guiado por la veracidad en la información [11]. Registro, sistematización y análisis de la información El registro de la información se obtuvo mediante la grabación y transcripción de las conversaciones con las personas, para dar inicio al proceso de análisis cualitativo, consistente en codificar o etiquetar la información en unidades de sentido, y agrupar dichas etiquetas en cuerpos conceptuales o categorías, y finalmente, describir e interpretar cada una de estas categorías. Una vez categorizados los datos, lo primero que se colige, es que el estrato socioeconómico en el que están ubicados los hogares, se constituye en el principal factor que influye en el tipo de estrategias instauradas para acceder a los alimentos, sin importar la ubicación geográfica. Como era de esperarse, los hogares ubicados en estratos más bajos como el 1, 2 4 y 3, presentan mayores dificultades para conseguir sus alimentos, ya que para ellos, aunque el gasto absoluto en alimentos es menor que el de las familias de estratos altos, este representa un porcentaje más alto sobre el gasto total. RESULTADOS Estrategias de acceso a los alimentos en los hogares Se describe a continuación las principales estrategias utilizadas en los hogares para acceder a los alimentos cuando se dispone de bajos ingresos, las cuales, a medida que la situación se torna más apremiante, se van haciendo más onerosas para las familias, hasta el punto de llegar a volverse vergonzantes. Dejar de comer en la calle Una de los primeros ajustes que realizan las familias cuando comienzan a tener dificultades económicas, es el de dejar de comer por fuera de la casa, actividad que realizan por lo general, en fin de semana, o cuando reciben la quincena. …hace rato mi familia no sale a comer, eso era cada 8 días, venga vamos a comer afuera, eso ya no se puede cada 8 días, ya no se puede (Grupo focal Doce de octubre). Optimizar la compra del mercado Cuando en los hogares se empiezan a percibir menos ingresos de los acostumbrados, buscan expendios para comprar los alimentos donde sean más baratos, como las plazas de mercado o en los minimercados o tiendas de barrio para evitar incurrir en gastos adicionales como el transporte, o porque la compra de alimentos es menor, dejando a un lado las compras en las grandes superficies donde la comodidad cuesta. Cuando hacen las compras, eligen alimentos en promoción y en cosecha, o se unen varias familias a comprar al por mayor los alimentos porque de esta manera les sale más favorable el mercado, y compran más alimentos por menor precio. Nosotros mercamos cada ocho días en un supermercado que está cerca de la casa y compramos lo que es grano; y la verdura vamos a la plaza a rebuscarla allá porque no nos alcanza la plata (Grupo Focal Guayabal). Yo me uno con otros hermanos para mercar, así compramos al por mayor algunos alimentos, y nos sale más favorable el mercado (Entrevista San Javier). Optimizar el uso del mercado en el hogar Una vez comprado el mercado, las familias, en especial las del estrato 2 y 3, emplean diferentes recursos para que el mercado alcance, como cocinar para almuerzo y comida una misma preparación, reciclar las sobras para hacer otras preparaciones, como los calentados en los desayunos. También se busca hacer preparaciones con los alimentos existentes en la despensa, de manera que todo se agote antes de mercar nuevamente. … unas veces es la habichuela con la zanahoria y el huevo revuelto, otras veces es la 5 ahuyama con el huevo revuelto, cuando hay la carne, pues con el pedazo de carne y muchas veces como no hay para comprar la carne, se compra un atún, se hace la ensalada, le echa uno lechuga, un papa cocinada, entonces me queda bastante y como las 3 veces (Grupo focal Belén). … yo siempre hago el almuerzo, para almuerzo y comida y lo mismo del almuerzo es para la comida… por economizar tiempo, gas y mercado… (Grupo focal Guayabal). Comprar alimentos de menor calidad o reemplazarlos por otros Cuando los recursos económicos escasean, las familias intentan mantener, hasta donde les sea posible, su alimentación cotidiana y consumir sus comidas acostumbradas, por eso cocinan los mismos platos con ingredientes de menor calidad, y se las ingenian en la cocina agregando ingredientes que reemplacen a otros alimentos más costosos o que hagan rendir las comidas. … lo mismo, la carne, uno compraba punta de anca y ahora compra pezuña para el sancocho (Grupo focal de Buenos Aires) … por mi casa pues también va una señora que lleva un camioncito que vende la manteca usada, que sirve para fritar (Grupo focal Popular). … yo que no tenga más remedio de remplazar la carne, una opción es las torticas de lentejas, pues si me toca comer la comida sin carne yo lo hago, pero muy triste una comida sin carne (Grupo focal Buenos Aires). Comprar alimentos en pequeñas cantidades Cuando ya no hay provisiones y no hay suficiente dinero para mercar, las familias optan por comprar el “diario”, muchas veces en la modalidad del “fiado”, y en las tiendas cercanas a sus residencias, que se han acomodado para vender cada alimento en la menor cantidad posible. … [yo compro] cien o doscientos de tomate o doscientos de cebolla, cien de cilantro (Grupo focal Popular). … Ah, el frasquito de aceite vale mil cien (Grupo focal Popular). … cuando hay se hace un mercado bueno, pero cuando no hay, se compra para lo que haya, tenga estos 2, 5, 10 mil pesos, lo que tenga (Grupo focal Belén). Disminuir la cantidad de alimentos consumidos Si no hay dinero ni para comprar los alimentos que hacen falta, las familias aplican medidas más extremas, como disminuir la cantidad de comida que se consume, lo que antes era sopa y seco, se convierte en solo sopa. También se disminuyen los alimentos más costosos como las verduras y frutas, y en especial se deja de comer carne. Las familias terminan por comer solo dos veces al día, si desayunan y almuerzan, no comen, si almuerzan y comen no desayunan. 6 … que uno se coma las tres comidas, ya le toca ser o más poquita o la sopita, ya no tengo para la criolla, entonces la sopa ya queda sola. (Grupo focal Santa cruz). … Comerse dos comiditas al día, desayunar a las doce y almorzar o comer siete u ocho de la noche (Grupo Focal Santa cruz). Hemos disminuido el consumo de carne y el pescado, uno o dos veces al mes; la verdura es tomate y cebolla, y ya las otras verduras no las comemos por caras (Grupo focal Castilla). Pues total todo, todo cambia, primero uno hacia sancocho, arroz y la ensalada, y ya si hace el sancocho ya no hace la ensalada o no hace el arroz (Grupo focal Castilla). Primero los niños Cuando en los hogares faltan los alimentos, los adultos, en especial las madres, tratan de darles la comida disponible a los niños, aunque sea, quedándose ellas sin probar comida en el día, o embolatando el hambre con agua o tinto (café). Cuando hay para el desayuno, el almuerzo y la comida ¡Gracias a Dios!; pero cuando uno tiene un hijo, uno le da el bocado al niño para que quede lleno, así uno tenga que aguantar, hasta que le caiga el poquito de almuerzo o el poquito de comida, o sea las que hayan, uno va acostumbrando al cuerpo a lo que haya (Grupo focal Popular). …y muchas veces hay para ellos, y yo no como, yo tomo agua y me desvelo, y muchas veces tomo pastillas para dormir, y yo doy gracias a Dios cuando llegan las cuatro de la mañana y me levanto a hacer oficio (Grupo focal Manrique). … hay que compartir con el bebe, y si hay una tajadita de salchichón y él dice yo quiero más y quiero más; muchas veces, uno no come, si no que muerde y le da a ellos (Grupo focal Castilla). Buscar la solidaridad de los vecinos y familiares Si definitivamente en el hogar no hay nada para comer, toca recurrir a la solidaridad de vecinos y familiares, ya sea recibiendo los alimentos que ellos les facilitan, o yendo a comer a casa de ellos. … pues como le digo yo, yo tengo una hija que el esposo ahora no está trabajando, entonces son ellos dos y los dos hijos, entonces se reparten, dos se van para la casa de ella y dos se van para la casa mía, hay que partir con ellos la comida (Grupo focal Belén). La semana pasada si estuvimos graves, nosotros sólo le dábamos a los niños, y al lado de mi casa hay una vecina que es muy buena persona, ella pues… más o menos sabe, ella nos pasa así una libra de arroz, papas, sandia o así cositas para los niños y de ahí comemos nosotras y ya con eso nos vamos bandeando (Grupo focal Popular). Yo cuando amanezco sin nada que comer, le pido a mi Dios que durante el día aparezca alguien, y cuando menos pienso, el celular me timbra y las amigas o las vecinas me dicen: “veni que voy a hacer un sancochito”, y me pego para allá; y hay una amiga que me trae el desayunito, ella me trae los cuatro huevitos, las tres arepitas y el chocolate (Grupo focal Santa Cruz). 7 Las vecinas de por mi casa me dicen: “Tere le traje la ropa para el niño, le traje esto para la comida”, lo que le decía ahora, yo como carne cuando me muerdo la lengua (Grupo focal Villa Hermosa). Buscar la asistencia social (pública o privada) Las familias en apuros buscan la ayuda del Estado o de instituciones de carácter privado que brindan asistencia alimentaria, en los diferentes programas que se desarrollan en las comunas populosas y de bajo estrato socioeconómico. Yo tengo un niño y esta semana me visitó acción social y van a meter a los niños en MANA. Por mi barrio, en la iglesia, dan mercaditos, y cuando estoy muy mal, voy y hago la fila (Grupo Focal Doce de Octubre). Realizar el recorrido Si fallan todas la estrategias anteriores, la familias sin acceso a los alimentos recurren a tácticas vergonzantes, como buscar residuos de comida en restaurantes y basuras de urbanizaciones, pedir alimentos en otros vecindarios, recorrer plazas de mercado, donde esta ayuda se ha semi-institucionalizado por los comerciantes. Este viacrucis de los hogares con inseguridad alimentaria es denominado por los mismos “el recorrido”. … pues como a él le toca sacar la basura de la urbanización, entonces él mira qué hay de pronto para comer, y trae así cositas (Grupo focal Popular) … yo le dije: vamos para la mayorista, y sé que uno va y que uno trae bastante comida, y ya no voy porque no puedo cargar, y yo le digo a él que nos vamos, y él me dice: “mamita que pena” (Grupo focal Manrique). “Aguantar hambre” Cuando todas las puertas se cierran, no queda más que aguantar hambre. … yo me voy de largo, cuando no hay, no hay (Grupo focal Castilla) … yo me he sentido muy resignada, cuando hay se come y cuando no, se acuesta uno con hambre (Grupo focal Belén). DISCUSIÓN Las situaciones apremiantes de bajos ingresos y bajo acceso a los alimentos, obligan a las personas a realizar actividades extremas, y de alguna manera, degradantes, como recoger comida de las canecas de basura, y realizar “el recorrido”; dicha concepción es considerada por Pino [11] como una forma de mendicidad, y definido por ella como: “trayecto que hace un grupo de personas por los barrios, plazas de mercado o el centro de la ciudad durante unas horas, en diferentes días de la semana, con la finalidad de conseguir, gratuitamente, alimentación”. Esta estrategia es utilizada, especialmente, por la población desplazada para evitar o paliar el hambre. 8 La sensación de hambre física, es la última situación a la que se llega en los hogares pobres, luego de haber implementado y agotado un montón de estrategias, tendientes, precisamente, a evitar dicha sensación tan apremiante, dolorosa e injustificada en una sociedad como la de Medellín. No obstante, cuando se implementan las estrategias antes descritas, también se experimenta hambre, pero, otro tipo de hambre conocida como el hambre oculta. Dicha hambre está presente en la población pobre de la ciudad, pues es una situación silenciosa que no ocupa los medios de comunicación como ocurre cuando se presentan situaciones de hambre aguda, debidas a desastres naturales. El hambre oculta se presenta cuando la ingesta alimentaria es inadecuada nutricionalmente, e insuficiente, llevando a las personas, poco a poco, a depletar sus reservas de calorías y nutrientes, a deteriorar su estado nutricional y al padecimiento de enfermedades carenciales y crónicas [12]. “El hambre no es solo hambruna, miseria repentina y grave, sino una condición persistente y endémica, que obliga a vivir en un estado de desnutrición, enfermedad y debilidad. Es silenciosa, mata mucha gente y reduce la esperanza de vida” [13]. El bajo consumo alimentario, va llevando a que en los hogares se opte por acceder a alimentos con alta densidad calórica y alimentos saciadores [14], lo que va llevando, a la vez, a consumos inadecuados nutricionalmente, y a preferir alimentos ricos en carbohidratos y grasas como el arroz, las lentejas, la arepa, a preparaciones como la sopa y a métodos de cocción como la fritura; y dejan como última opción el consumo del grupo de frutas y hortalizas por su alto costo relativo, a sabiendas de sus beneficios en la prevención de enfermedades crónicas. Bourdieu asegura que las personas eligen los alimentos en función de su costo y de acuerdo a la función que cumplen en el organismo, por eso las clases más bajas prefieren aquellos alimentos que les brindan fuerza física [15]. De otro lado, la obtención y el consumo de los alimentos en los diferentes hogares, se hace por mecanismos que no dependen de ellos, es decir, no tienen la posibilidad de elegir su alimentación si no que consumen los alimentos que tengan, lo cual obedece a la “buena voluntad de las personas”, las instituciones y el “Estado”, quienes les brindan, en ocasiones, opciones alejadas de sus culturas, deseos, expectativas y gustos alimentarios. Por consiguiente, fuera de que no tienen autonomía alimentaria, tampoco disponen de consumos adecuados en cantidad y calidad. Por último, las personas que al interior de sus hogares, muchas veces, han tenido que acostarse sin comer, afectan no solo su cuerpo sino que también menoscaban el espíritu y la esperanza, reduciendo además, las oportunidades de desarrollo humano, porque el hambre marca a quienes la padecen con una cicatriz social indeleble, que difícilmente los programas sociales de mitigación, podrán borrar. 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