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Ecología Universidad Autónoma de San Luis Potosí Alvarado Martínez Perla Elena Barrón Calderón Carlos Omar Bretaudeau Alizeé Bonifaz Cruz Paulina Castro Flores Claudia Durán Estrada Rebeca Medina Hernández Georgina Mejía Colorado Jazmín Silos Arriaga Ivonne Torres Hernández Ana Edwigies Facultad de Economía Tópicos de Negocios Internacionales 30/03/2012 Grupo #1 Tabla de contenido INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 2 SUSTITUCIÓN DE FACTORES.......................................................................................................... 4 REDUCCIONISMO ........................................................................................................................... 5 LÍMITES DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO ................................................................................ 6 LOS EFECTOS DEL COMPORTAMIENTO SOBRE NUESTRAS ACCIONES ............................. 8 MARCO CONCEPTUAL: ................................................................................................................ 8 LA ECONOMÍA COMO SISTEMA ABIERTO .............................................................................. 15 DE LAS EXTERNALIDADES EN EL MODELO DE CRECIMIENTO ACTUAL ............................ 17 LAS LEYES DE LA TERMODINÁMICA ......................................................................................... 18 ORÍGENES DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO ....................................................................... 19 ECONOMÍA ECOLÓGICA Y POLÍTICA AMBIENTAL .............................................................. 22 EFICIENCIA, DISTRIBUCION Y ESCALA ..................................................................................... 26 LA CAPITALIZACIÓN DE LA NATURALEZA Y LAS ESTRATEGIAS FATALES DEL DESARROLLO SOSTENIBLE ........................................................................................................... 28 Referencias .................................................................................................................................... 29 INTRODUCCIÓN Como parte del proceso de la globalización, de los efectos que ha tenido en el mundo, y por lo tanto los cambios que ha generado, es de suma importancia el analizar a la economía ecológica para ayudar a entender algunas de las situaciones que se viven en la actualidad. Como es por casi todos sabido, el desarrollo depende en gran medida del empleo de todos los factores de producción que tenga a su alcance cada nación, sin preocuparse si éste sea sostenible o no a largo plazo. Por lo tanto, en primer lugar, sería conveniente hablar acerca del comportamiento de cada uno de nosotros, y de cómo éste ha contribuido a llevar a cabo acciones que repercuten directamente sobre el aprovechamiento de recursos, haciéndolos cada vez más escasos, y comprometiendo el desarrollo de generaciones futuras. Si bien este desarrollo del que se habla ha venido tomando importancia aproximadamente desde la revolución industrial, el origen del uso excesivo de los factores de producción que brinda la Tierra, podría haber sido concebido por algunos economistas desde tiempo atrás, por lo que hablar de los Orígenes del Pensamiento Económico en el presente tendría importancia si se desea conocer cómo repercute el deseo del progreso de cada país desde cada teoría establecida por cada uno de estos pensadores. Otro punto importante, y al que se pretende dar respuesta es cómo aprovechar los recursos, que generan un bien con un valor determinado para aquél que lo posee, y que a la vez genera riqueza para quien lo produce, pero que dicho valor no es posible determinarlo de forma tan simple y que tampoco permite una distribución de esa riqueza de forma eficiente. Al rediseñar las elementos fundamentales de la ciencia económica y el análisis de fenómenos expresados en valores de cambio y que son autorregulables a través del mercado, se obtiene como resultado que todo ello no puede expresarse en términos monetarios ni se pueden autorregular, terminan considerándose como no económicos y dejan de tomarse en cuenta en la economía. Por ello se busca determinar la racionalidad económica que llega a practicar un reduccionismo impidiendo la comprensión que al inicio se había considerado: la producción, la riqueza y el valor. Considerando la termodinámica y el enfoque sistémico, la ciencia económica esta remisa a aceptar las transformaciones que se han dado como consecuencia a los cambios que se han presenciado. La economía intenta explicar la generación del valor y la riqueza en cuanto al medio ambiente, a pesar de todas las transformaciones que se han dado en la actualidad por la actividad del ser humano. En la actualidad, la realidad se inclina a la desigualdad de poder que se ha dado a pesar de contar con los mismos derechos donde la propiedad y las instituciones han creado oportunidades desiguales. En las últimas décadas se ha meditado sobre la crisis ecológica que se ha originado y que, a través de algunas generaciones, se ha ido incrementando al paso de los años. Lo que tales generaciones han intentado corregir es el reduccionismo monetario propio del enfoque económico. Este problema ambiental se ha venido acentuando desde 1970 y, se ha suscitado la necesidad de establecer circuitos de información sobre el espacio físico y territorial de las actividades económicas ordinarias que el análisis monetario dominante desconoce, para hacer que la sociedad pueda rediseñar las reglas del juego económico que condicionan valores y precios. A pesar de ello, tal necesidad de información no ha sido satisfecha: la información monetaria continúa siendo la forma sistemática ideal para orientar la gestión. Con ello se ha dado a conocer la valoración esporádica de externalidades ambientales para incluirlas en el universo unidimensional de los valores monetarios en el que se desarrolla el análisis económico. SUSTITUCIÓN DE FACTORES Las sociedades que se organizan en torno al mercado, permiten que éste, en conjunto con el gobierno (en este caso la cabeza del estado), organice el sistema de producción y consumo. Pero este sistema necesita de factores de producción para echarse a andar; dichos factores originariamente se denominaron tierra, trabajo y capital. Sin embargo, con el desarrollo de las teorías del crecimiento, los factores de producción se redujeron a considerarse simplemente como distintas formas de capital: capital natural, capital humano y capital hecho por el hombre, respectivamente. Así concebidos, los factores tienen la capacidad de sustituirse los unos a los otros. La sustitución de capital humano por capital hecho por el hombre es fácil de definir: sólo con recordar el cambio en el esquema laboral que introdujo la revolución industrial. Mientras que en el campo de la sustitución de capital natural por capital hecho por el hombre, el cambio puede verse a dos niveles: Teniendo en cuenta que se define capital como un producto anterior de la economía que no ha sido consumido, sino que se reserva para ser usado en el futuro como factor de producción para generar un nuevo valor y que al mismo tiempo, se podría definir el capital natural como aquellos bienes que son un parte o que provienen de la naturaleza y que pueden ser usados en el futuro como factores de producción para generar un nuevo valor, a nivel agregado la sustitución ocurre como un proceso de transformación en la cual la generación de un nuevo producto, el capital natural finalmente se convierte en un nuevo objeto de capital fabricado. En otras palabras, si un recurso natural en lugar de que su valor (medido en dinero) se dedique al consumo, se usa para la inversión, (creación de capital hecho por el hombre) disminuye la cantidad de capital natural y aumenta la de capital hecho por el hombre. Este principio de sustituibilidad de factores, es prácticamente fundamental para entender la ecología como parte de la economía, es decir, a la economía ecológica. Para algunos economistas, la economía es la ciencia que estudia las formas del comportamiento humano resultantes de la relación existente entre las ilimitadas necesidades por satisfacer y los recursos que, siendo limitados, tienen usos alternativos. REDUCCIONISMO Para Naredo, la crisis ecológica tiene causas económico-financieras en un modelo de desarrollo que ha transformado todo en mercancía, ha dejado a un lado los límites físicos materiales que facilitan la producción de bienes y ha establecido una ideología basada en valores monetarios. Este reduccionismo monetarista imposibilita que el discurso económico hegemónico pueda realizar conciencia ecológica. Desgraciadamente, cuando las élites capitalistas buscan legitimaciones, son capaces de mostrar ‘una cara de ayuda a la naturaleza’ para evitar conflictos con la nueva conciencia ambiental, a través de ello intentan desviar la atención dela realidad sobre los problemas ambientales. Expresa el reduccionismo puesto en práctica al demostrar cómo partiendo de la economía de la naturaleza se pasa, tras sucesivos recortes a una economía en la que sólo se consideran los factores que son productibles y que generan valor y riqueza. El origen del problema ambiental estriba en que la civilización industrial –que utiliza el razonamiento monetario para realizar su función de gestión- resalta la dimensión innovadora de valor, pero impide ver los deterioros ambientales y sociales que se desarrollan. Según el enfoque económico ordinario, al limitar su reflexión al universo de los valores monetarios, origina el no estudio del medio ambiente integrado por recursos naturales, antes de ser valorados, y por residuos artificiales, que perdieron su valor. Con ello, las herramientas teóricas al uso rige la gestión sin procesar de modo sistemático la información sobre los deterioros que esta gestión origina sobre la naturaleza; se considera únicamente el coste por extraer y manejar los recursos naturales sin tomar en cuenta reponerlos y, como consecuencia, se incrementan tales deterioros que, a su vez privilegian las desigualdades sociales y territoriales a través del valor del dinero. Sin embargo, actualmente se intenta regresar de la economía de los factores productibles a la del medio ambiente, sin realizar cambios en sus fundamentos, pareciendo tener éxito con las técnicas de valoración monetaria del medio ambiente, aunque se creyera que el problema va más allá de la simple valoración. Se necesita replantear los fenómenos económicos y la racionalidad. LÍMITES DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO Desde diferentes ámbitos se ha defendido la idea de concebir al desarrollo como un proceso de crecimiento económico. Esta vinculación se basa en suponer que los progresos materiales, la mejora en la calidad de vida y el bienestar, dependen de crecer económicamente. Esta es la postura que vienen defendiendo varios académicos, que repite el Banco Mundial, y que termina por implantarse en los programas de desarrollo en América Latina. Desde fines de los años 80’s, los gobiernos respondían que primero deseaban crecer y luego se vería como repararían los impactos ambientales. Esta postura se defendía de forma más o menos vaga apelando a la idea que bajo el crecimiento habría mejores posibilidades de protección del entorno. Como contracara también se sostenía que en las sociedades pobres, como las personas deben enfrentar la sobrevivencia diaria no tenían la capacidad de preocuparse por los problemas ambientales. Este tipo de relaciones se formalizaron a principios de los 90’s en las llamadas curvas ambientales de Kuznets, ampliamente publicitadas por el Banco Mundial. Estas dibujan una "U" invertida que relaciona el PIB per cápita con la degradación ambiental. Se entendía que esta relación se debía a que en las etapas iniciales del crecimiento dominan usos productivos de altos impactos ambientales, sea por consumo de recursos como por su contaminación, y con contribuciones modestas al crecimiento. En cambio, en las etapas finales, con procesos productivos de mucho mayor valor agregado, se alcanzaría un menor consumo de recursos o una mayor eficiencia en su uso. Por el contrario, las relaciones que operarían son de otro tipo: un incremento del ingreso haría que aumentaran los requerimientos por una mejora en la calidad ambiental, y por ello las inversiones en ese rubro. Además, aquellos recursos que resultaran escasos (o sea que estarían próximos a sus límites), tendrían precios crecientes que desencadenarían fuerzas de sustitución, sea por la búsqueda de sustitutos como por usos más eficientes, con lo que se reducirían los impactos ambientales. Un paso más en ese sentido lo representa el "ambientalismo del libre mercado", una corriente de economía neoliberal que se dedica a temas ecológicos y que tiene arraigo en Canadá, Estados Unidos y algunos países latinoamericanos, especialmente Chile. El crecimiento se lograría incorporando el ambiente al mercado, en forma plena, y evitando cualquier distorsión o intromisión del Estado. En varios casos el crecimiento económico desencadena progresivos daños ambientales, y con ello en realidad estaría limitando el desarrollo. Esa situación se ha detectado en varios países, incluidos los industrializados, donde a medida que aumenta el producto per cápita, se incrementan algunos impactos ambientales. A estos cuestionamientos se les debe sumar los estudios donde se corrige el PIB atendiendo a los impactos sociales y ambientales. En esos análisis, varios de los cuales fueron realizados dentro del propio Banco Mundial, se observa que aunque el PIB crece, más allá de cierto umbral, los indicadores corregidos muestran descensos. Se ha sumado evidencia que muestra que bajo ciertas condiciones el crecimiento no sólo no soluciona los problemas ambientales sino que los empeora. Consecuentemente, el crecimiento económico termina frenando el desarrollo, ya que la capacidad de los ecosistemas de amortiguar y absorber los impactos ambientales es limitada. Algunas de estas nuevas pruebas provienen de un sitio inesperado: el Banco Mundial. En una reciente reunión celebrada en Montevideo, sobre el Desarrollo en América Latina, sus economistas V. Thomas e Y. Wang presentaron un estudio sobre los costos ambientales del crecimiento en el sudeste asiático, que se reproduce con este artículo. Ese análisis deja en claro que la promoción del crecimiento económico ha desencadenado un deterioro ambiental severo. Ese trabajo deja otra importante lección: la vieja receta latinoamericana de "crecer primero y limpiar después" también es inadecuada. Algunos impactos pueden ser irreversibles (el caso extremo es la extinción de una especie), mientras que casi siempre los costos son mayores. Thomas advierte este punto en otro artículo: "La contaminación ambiental entraña un costo sanitario considerable, que se agrava cuando se pospone la lucha contra ella. En general, el costo de la inversión en la lucha contra la contaminación es inferior a los beneficios que produce. Mas vale entonces prevenir que curar. Suele ser más barato controlar la contaminación en la fuente mediante reformas normativas, en especial la eliminación de subsidios, que invertir más tarde en la lucha contra la contaminación" (Thomas y Belt, 1997). Este tipo de evidencias demuestra que las consecuencias del crecimiento pueden ser negativas en la dimensión ambiental si no se toman las medidas económicas, normativas e institucionales de prevención. La gestión ambiental no puede reducirse a una gestión económica. Son necesarias ciertas herramientas económicas, junto a la construcción de un marco legal de protección ambiental, procedimientos institucionales para asegurar su funcionamiento y un papel activo del Estado. Estas evidencias sirven para dejar en claro que el crecimiento por sí mismo no puede ser la meta primaria del desarrollo. La disposición de recursos naturales está limitada. Es por eso necesario recordar que el desarrollo y el crecimiento son dos procesos distintos. Es necesario ponderar los planes de crecimiento económico atendiendo a una nueva familia de indicadores para considerar aspectos claves como el consumo de recursos y energía, los impactos ecológicos, los balances entre esos consumos y la generación de empleo, y la calidad de vida. LOS EFECTOS DEL COMPORTAMIENTO SOBRE NUESTRAS ACCIONES “El cerebro no es un órgano de pensamiento, sino un órgano de la supervivencia como garras y colmillos”. (Szent Gyorgi) En comparación con otros animales, los seres humanos son relativamente lentos e inefectivos. Nuestra fuerza física y rendimiento general está muy por debajo que los animales de nuestro propio tamaño. El rango y sensibilidad de nuestros sentidos es también limitado, especialmente en comparación con pájaros e insectos, no somos capaces de ver tan lejos o detectar movimientos rápidos. Nuestro oído y olfato es inferior en comparación con nuestros propios perros. Psicológicamente, los seres humanos somos muy subjetivos, siempre buscando sentido a nuestra existencia. Lo que es desconocido nos asusta y nos neutralizamos, creando mitos, rituales y tradiciones. De acuerdo a la teoría de Miller, el cerebro es un equivalente decisor y asociador a un nivel individual. Una importante tendencia de vida en la tierra es que reside en individuos separados uno de otro. Por lo tanto, en la jerarquía de la naturaleza, la conciencia se encuentra en el nivel de los organismos en el sistema nervioso central con un cerebro existente. Los seres humanos utilizan cerca del 20% de la energía del cuerpo, pero es solo el 2% de su peso. En proporción con la masa del cuerpo, el cerebro es 3 veces tan grande como el de nuestros parientes más cercanos. Una clásica paradoja formulada por el biólogo Lyall Watson es: “Si el cerebro humano era tan simple que era posible comprender su función, sería tan simple que no podían entenderlo los seres humanos.” MARCO CONCEPTUAL: 1.- TEORIA GENERAL DE SISTEMAS La teoría tiene sus suposiciones implícitas o axiomas que en realidad son imposibles de probar y por lo tanto debe ser aceptado como juicios de valor. La Teoría General de Sistemas es una parte del paradigma de los sistemas que complementa el paradigma científico tradicional el cual se complementa con la intervención, el activismo y la participación. Lo que hace más comprensivo a este paradigma de sistemas es que toma en cuenta sucesos como la vida, muerte, nacimiento, evolución, adaptación, aprendizaje, motivación e interacción; incluyendo también a las explicaciones, valores, creencias y sentimientos, es decir, tener en cuenta los componentes emocionales, mentales e intuitivas de nuestro ser como realidades. Este punto tiene muchas aplicaciones en la ciencia lo que permite unificar el conocimiento de diferentes disciplinas. Una conexión entre los diferentes niveles del sistema asociados a las áreas del conocimiento académico toma la siguiente forma: planetario, global, nacional, organizacional, de grupo, organismos, células, moléculas, átomos, astronomía, ecología, sociología, bioquímica, etc. Para entender las cualidades y las características de un nivel específico de un sistema es necesario estudiar los niveles anteriores y posteriores del mismo. Según Ruseell Ackoff un sistema es un conjunto de dos o más elementos que satisfacen las siguientes tres condiciones: El comportamiento de cada elemento tiene un efecto sobre el comportamiento del conjunto. El comportamiento de los elementos y sus efectos sobre el conjunto son interdependientes. Sin embargo subgrupos de los elementos se forman, todos tienen efecto sobre el comportamiento del conjunto, pero ninguno tiene un efecto independiente sobre el mismo. Un sistema se distingue por sus componentes los cuales están organizados. La estructura de un sistema es el arreglo de sus subsistemas y componentes los cuales están ordenas por sus características particulares y dinamismo y la interrelación que existe entre sus partes y el entorno. Los sistemas son usualmente clasificados como concreto, conceptual, abstracto o imperceptible. 1.1 INFORMÁTICA Desde los años 60´s la informática ha sido tópico de estudio alrededor del mundo, pues relaciona a varias áreas de estudio. El mundo actual existe una gran expansión de cosas artificiales que el ser humano ha creado para su propio uso tecnológico comenzando con una estructura simple hasta convertirse en grandes sistemas tecnológicos, las telecomunicaciones en red pertenecen al más complejo de estos sistemas. Una de las mayores cualidades de estos sistemas es que siempre están en constante cambio, son modificados por diferentes fenómenos, como: un desarrollo tecnológico, la inversión, cambio de legislación, la fusión de las compañías, implementación de nuevos servicios y la unión de nuevos usuarios. Así estos sistemas se desarrollan según su propia lógica, lógica que cambia y estos cambios cambian el sistema mismo. Se caracteriza por una combinación de cambio y estabilidad, algo importante para la comunicación en línea es que mientras más aumenta su valor más usuarios tiene, a esto se le conoce como “metcalfe´s law” por el pionero Bob Metcalfe. Las redes consisten en enlaces que conectan numerosos nodos. Los enlaces pueden ser de muchos tipos, desde simples alambres de cobre hasta satélites de recepción y transmisión, por otro lado los nodos son los que intercambian la información y algunas veces, procesan y almacenan el flujo entre los enlaces. Las redes pueden clasificarse en: 1.- Redes De Información 2.- Redes De Comunicación 3.- Redes De Cómputo 4.- Redes De Relaciones 5.- Redes Hibridas Un ejemplo de redes electrónicas es el internet, algunas de las áreas de información a las que se puede tener acceso por este son: Datos científicos Sonidos e imágenes Revistas electrónicas, revistas, libros etc. La forma predominante de accesar a la información en internet es por el uso de “World Wide Web” ó direcciones WWW, algunos de los entusiastas en telecomunicaciones ahora hablan del internet y sus usuarios como una “sociedad en línea” una nueva clase de cultura. Esta nueva “cultura” está basada en una ética anarquista y sus reglas son las siguientes: Toda la información debe ser de libre acceso El acceso a las computadoras debe de ser ilimitado y total Promover la descentralización y la desconfianza de la autoridad Considera a la computadora como una nueva herramienta para la libertad y la democracia. 1.2 METODOLOGÍAS DE SISTEMAS Actualmente los sistemas de la ciencia han buscado relacionar la realidad del mundo, a gran escala, con los problemas que presentan los sistemas complejos. Los sistemas se enfocan hacia la amenaza de “soluciones” tecnológicas y a los efectos secundarios que tiene la mega-tecnología sobre la sociedad. Con estos problemas sociales, de comportamiento y de organización de los métodos científicos tradicionales se ha mostrado que tienen diferencias sustanciales; dichos métodos intentan plantear nuevas soluciones a estos problemas. Se trata de explicar la realidad a través de los métodos tradicionales y los nuevos métodos con la finalidad de complementarse y poder manipular las variables de comportamiento del ser humano. Las metodologías de sistemas pueden llegar a tener un enfoque sistemático ya que están ordenadas y están compuestos de medidas racionales, siempre y cuando se tome en cuenta las diversas alternativas para la solución de problemas. Dicho enfoque sistemático garantiza que las alternativas puedan ser planeadas, diseñadas, evaluadas y aplicadas. La metodología tiene 2 objetivos: 1. La creación o diseño de nuevos sistemas. 2. Redefinir el sistema ya existente. Algunas metodologías de sistemas que se pueden mencionar ‘Mejora de los sistemas’ de van Gigch la cual explica que cualquier sistema puede ser mejorado de manera natural sin poner entre dicho su estructura, su función, su finalidad, sus procesos o sus problemas. Los sistemas sociales tienen sus redes que se encuentran interconectadas a otro sistema, por tal motivo, es difícil tener la noción del origen del problema y de cómo intervenir para solucionarlo. Además, estos sistemas sociales se basan en relaciones que deben mantenerse en lugar de no tener objetivos específicos. La complejidad de los sistemas sociales a gran escala suele variar de acuerdo a la magnitud del problema y al tiempo que se invierte para corregirlo. 1.3 PENSAMIENTO AVANZADO Se desarrolla una nueva metodología sobre los sistemas blandos por Gerald Nadler y Shozo Hibino en su libro Breakthrough Thinking (1990), donde trata de explicar un enfoque integral para la solución de problemas. Dicha metodología expone que las personas y organizaciones no necesitan una comprensión de los problemas, sino de los fines todo ello para tener éxito. Se basa en 7 principios del pensamiento avanzado que deben ser aplicados de manera simultánea para obtener la resolución de problemas. 1. El principio de unicidad: Se refiere a que cada problema es único a pesar de las similitudes con otros. 2. El principio de los propósitos: Enfocarse en los propósitos y objetivos para evitar centrar atención en el problema erróneo. 3. El principio de solución antes-después (SAN): Las soluciones podrán ser más eficaces al ocuparse de los problemas desde atrás para llegar a desarrollar una solución ideal. Todo ello implica jerarquizar objetivos, organizar las soluciones alternativas para lograr las metas, recolectar información para verificar la efectividad de la solución y realizar eficazmente la elección de la misma. 4. El principio de sistemas: Cada problema es un subsistema del sistema, es decir, es parte de un sistema más grande. El grado de complejidad de un sistema depende de la extensión de los elementos de cada subsistema que se deben tomar en cuenta al momento de aplicar la posible solución. 5. El principio de recopilación de información limitada: Se puede evitar el sesgo de la solución ideal de un problema debido a la información útil que fue recolectada para descartar las demás alternativas y realizar una correcta toma de decisiones. 6. El principio de diseño personas: Implica que las personas deban trabajar juntas para desarrollar una solución con pensamiento avanzado y sin juzgar de manera inicial. Dicha solución tiene flexibilidad al aplicarse e incluye detalles desde el más mínimo hasta el más importante. 7. El principio de mejora de la línea de tiempo: Se aplican diversas soluciones dirigidas hacia el futuro con el fin de mejorarlo. Este principio Implica realizar mejoras generales en el proceso de planificación de los sistemas. 1.4 EL ANÁLISIS DE SISTEMAS Las ideas principales de análisis de sistemas fueron desarrolladas por la RAND Corporation of America. Según Carson R. E. (1988), el análisis de sistemas es una metodología típica de los sistemas duros, que consta de: 1. Análisis del problema: Se definen los límites del sistema y su coste al operar, siendo una medida económica para su uso en comparación con otras alternativas. 2. Generación de soluciones alternativas: Se generan alternativas para la solución del problema del sistema, se compara la evaluación económica del costo de operación de cada alternativa y observar cual es la más viable. 3. Evaluación de las alternativas: Se evalúan los costes de capital para la introducción de un nuevo sistema o mejorar el actual. Debe considerarse los costos de las investigaciones sobre factores como la rentabilidad de las inversiones. 4. La selección de la alternativa óptima: Se debe elegir la alternativa más eficiente para solucionar el problema, tomando en cuenta cual es la más económica, los posibles impactos tanto operativos como en el medio ambiente. 1.5 MÉTODO DE COMPARACIÓN PROBLEMA Existen diferentes metodologías que se utilizan en muchos sistemas, algunos pueden funcionar bien y, por tanto, resolver los problemas de cierta situación. No se tiene regla alguna de cual metodología será la más eficiente para la solución de problemas. Lo más usual para realizar la elección es la división que propone Peter Checkland (1981), las cuales son: •Metodologías blandas. Se utilizan en la ausencia de una definición concreta de los problemas, la estructura de objetivos es mala y confusa. No se puede tener una estructura predeterminada pero tiene una conexión con varios tipos de sistemas sociales. Son problemas multivariados para ser disueltos en lugar de resolverse. •Metodologías duras. Se basa en objetivos concretos y definidos para la solución de problemas. El proceso de esta metodología: empiezan con un problema definido, sigue un proceso secuencial lineal, y termina con la solución del problema. Para la ecología, es esencial evitar el deterioro y derroche irracional de los recursos naturales, así como de los flujos de energía que el sistema brinda. Para cualquier problema es importante resolverlo mediante el establecimiento de objetivos y alternativas eficientes, además cabe destacar, que sería óptimo utilizar el análisis de metodologías duras para identificar, diseñar e implementar dichas alternativas para corregir el problema. 1.6 FUTURO DE LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS La supremacía del pensamiento y la razón, de la causa y efecto, como guía del comienzo del perfecto hombre racional es aún un ideal. Aparentemente tenemos un antiguo y persistente miedo a que la racionalidad y espiritualidad sean aplastadas por el caos. Lo mismo pasa con el dualismo y la polaridad, la tradicional manera occidental de arreglar el mundo y la vida en conceptos mutuamente excluyentes. En nuestra fracturada visión del mundo, drásticamente separamos el sujeto del objeto, el cuerpo de la mente, la cultura de la naturaleza, los valores de los hechos y el espíritu de la materia, trayendo como consecuencia nuestro enajenamiento de la complejidad de la vida y el cosmos. La sociedad sigue en espera de la evolución como algo natural, inevitable y deseable, a pesar de que el hombre representa la especie menos evolucionada en la Tierra. Además aún persiste la temprana visión científica y tecnológica sin valores intrínsecos, es decir, buscando extraer el máximo beneficio de la naturaleza. Hoy, esta ideas incluyen a la ciencia así misma como la principal herramienta para la creación de beneficios económicos, en lugar de representar un motor de búsqueda de conocimiento. Sin embargo, lo peor es que la consolidada comunidad científica tiene una fuerte resistencia al cambio, incrementada por intereses privados profundamente arraigados, estos intereses incluyen empresas industriales militares, la excesiva burocracia, laboratorios secretos, universidades con becas de investigación militares, grupos de elite expertos tratando de controlar la carrera armamentística y por su puesto derechos de patentes personales. A lo anterior podemos agregar la acostumbrada resistencia al cambio del público en general, de los sindicatos que se oponen a que desaparezcan empleos, y de los políticos que se esfuerzan por conseguir la relección. Esta mentalidad sigue alentando a los negocios que controlan, explotan y destruyen la naturaleza a través de la “fuerza” científica. Se siguen ganando beneficios de corto plazo a través del descuido de la segunda ley de la termodinámica. Pero estos ilusorios beneficios tendrán que ser pagados y algunas de las consecuencias ya son apreciables, pues han traído como resultado la entropía de la contaminación global y el colapso de la naturaleza. La actual visión del mundo es resultado de un proyecto científico de 400 años y no estamos satisfechos con los resultados que ha arrojado, ya que sus métodos no coinciden con los problemas de hoy en día, (procesos complejos e interrelacionados de múltiples niveles) caracterizados por parecer insolubles. La gente común así como los científicos consideran que la ciencia no ha aumentado su calidad de vida, por el contrario lo ha reducido sistemáticamente. Después del fin de la Guerra Fría el mundo ha experimentado una gran cantidad de problemas como sobrepoblación, escasez de fuentes de energía, contaminación ambiental, crimen organizado, deforestación, deterioro climatológico, guerras civiles e inflación global y desempleo. Con este panorama el planeta podría experimentar serias inestabilidades en sus sistemas ecológicos, sociales y económicos en los siguientes cincuenta años. Es probable un colapso cuando la cercana interrelación en el sistema de parámetros de tiempo, consumo y población, son examinados y relacionados uno con otro. Ahora bien se puede decir que las innovaciones tecnológicas llegarían a ser la solución, sin embargo no es una propuesta completamente factible, ya que los costos de desarrollo de un nuevo sistema para controlar los adversos impactos del antiguo sistema implicarían riesgos exponenciales, y los sistemas que han sido descuidados por un largo periodo han cambiado irreversiblemente. Walter Anderson dice que el problema central de nuestro tiempo no es que las personas en el poder hagan cosas equivocadas, o que la algunas personas tengan más poder que otras, o que exista una falta de claridad y honestidad en diálogo político; estos problemas representan algo real y serio, pero son reflexiones vagas de un problema mucho mayor, que es literalmente que no sabemos lo que estamos haciendo (Goverment Evolution, 1987). Las necesidades y respuestas son más precisas que nunca, los problemas globales se incrementan y están asociados a la falta de conciencia y conocimiento. El mundo esta en espera de una mejor relación entre el ser humano y el medio ambiente; la acción, ambiciones y necesidades del ser humano no están separadas del medio ambiente y es por ello que tenemos que estar conscientes del cambio. El pensamiento de sistemas implica que la ciencia y la tecnología estén al servicio del ser humano y no que el hombre las sirva, debido a que la forma en que se utiliza la tecnología es obsoleta y dañina. También nos dice que si nos decidimos por un excesivo estándar de vida nuestra calidad de vida será menor, si, por el contrario queremos una mejor calidad de vida tenemos que dejar de lado ese exceso. Bateson (1972), establece que es probable que nuestra civilización actual, descanse sobre las siguientes ideas dominantes: Nosotros contra el ambiente. Nosotros contra otros hombres. Lo que importa es el individuo -o la empresa individual. Podemos tener un control unilateral sobre el ambiente y hemos de esforzarnos para conseguirlo. El determinismo económico es algo de sentido común. La tecnología y la especialización se encargarán de arreglarlo todo. Estas ideas dominantes que van alimentando cotidianamente la conciencia individual y el inconsciente colectivo no son, ciertamente, sustentadoras de sostenibilidad y ello se manifiesta tanto en los estilos de vida como en los deseos y expectativas del ciudadano actual que busca posicionarse mejor que nadie en todos los ámbitos de la vida y que se traduce de manera práctica en el fomento de la cultura del objeto, es decir, tener más dinero, más casas, más objetos de consumo, más información, etc., que trasladado al campo institucional se corresponde con tener más infraestructuras, más equipamientos, consumir más energía, mover más capitales, información y mercancías... Los propósitos de poder y explotación están por encima de los propósitos de dependencia, de cooperación y de cohesión y, puesto que la especie humana ocupa una posición de control, o mejor, no tiene controladores, es razonable pensar que perseverar por más tiempo en las ideas dominantes que conforman los estilos de vida y los deseos que, a su vez, conforman la calidad de vida actual nos conducen a la insostenibilidad. 2.- LEY CONSTRUCTAL Esta ley es de vital importancia ya que explica la complejidad de los sistemas o subsistemas que surgen en la naturaleza. Generalmente, los sistemas basados en flujos como la energía, materia e información dependen en gran medida de su capacidad para maximizar el acceso del flujo y de modificar su forma. Abarca la idea de la generación de diseño, configuración de patrones y geometrías de las cosas. Según Adrian Bejan explica: “Para un sistema finito de tamaño que persista en el tiempo, es necesario que evolucione para facilitar el acceso a los flujos que pasan a través de él”. Por tal razón, se busca realizar la cohesión de dichas tendencias para la explicación de los fenómenos de diseño que suceden en la naturaleza: la ley constructal. La finalidad de observar el diseño del sistema de flujos en la naturaleza es la tendencia de los mismos a transformarse y evolucionar hacia un acceso del flujo mayor, permitiendo así, la combinación de los flujos de materia, energía e información para explicar de una parte del sistema. Además, si se tiene un orden en la información, la mente o el diseño del sistema funcionan con mayor eficiencia. Sostiene que la forma, la estructura y la configuración de patrones son los medios para facilitar los flujos de los sistemas o subsistemas, ya que les ayuda a fluir con mayor facilidad y se desempeñan buena manera. LA ECONOMÍA COMO SISTEMA ABIERTO En el contexto actual de globalización y de siempre procurar el mayor crecimiento de las economías en el mundo, existe un dilema con respecto al medio ambiente. La economía como un sistema abierto en otros términos es un sistema de integración de la economía respecto a los recursos naturales disponibles. La diferencia entre un modelo abierto y uno cerrado es que, el primero introduce una visión respetuosa de la naturaleza en la economía, aunque el segundo no trata de respeto sino solo de utilización de los recursos de la naturaleza. En el sistema actual cabe notar que los recursos naturales que usamos en permanencia no son ilimitados. Así, hay que cambiar la percepción económica actual hacia otra, más realista. Primero, sería pensar en el desarrollo y no en el crecimiento, o sea crecer de una manera cualitativa más que cuantitativa. Algunos economistas destacan el fenómeno de desarrollo sustentable, el cual, es un desarrollo que permite suministrar las necesidades actuales sin sacrificar las de la generación futura, y otros, tal como Mill, tratan de un estado estacionario, sin crecimiento. Otro punto importante es que las economías del mundo son diferentes. Así, no se puede tratar a la economía de la misma forma en todos los países del mundo. Por ejemplo, la pobreza es un factor de deterioración del medioambiente porque utilizan los recursos de una manera intensiva. ¿Cuál es la solución para los países pobres? El crecimiento. Entonces se plantea la pregunta de ¿Qué tan importantes pueden ser las economías y el crecimiento sin destruir nuestra Tierra? La primera etapa podría ser cambiar el crecimiento en un NO crecimiento. Solo producir lo necesario para tener un buen nivel de vida, solo lo suficiente. Además, hay que mencionar que existen dos límites al crecimiento económico. El primero, es biofísico y el otro, ético-social. En lo que concierne el problema biofísico es que la economía depende mucho de los recursos del ecosistema pero no son permanentes y van disminuyendo. Se dice que utilizamos los recursos de la tierra para nuestra producción y que a cambio producimos desperdicios. Este ejemplo permite destacar que sí hay un disfuncionamiento y que de seguir así, nos conduciría al deterioro de los recursos naturales y de la Tierra en general. Respecto al límite ético-social, Daly destaca que el control de la población podría ser un método eficiente para disminuir la utilización del capital natural. Pero, cambiar las mentalidades de las poblaciones y explicarles que sus vidas son menos importantes que la protección de la flora y fauna es difícil de entender. No obstante, cada vez que la población crece más, significa que necesitará más espacio y nuevamente se destruye la naturaleza por culpa del hombre. Para resumir, el crecimiento aumenta más los costos sociales y la tasa de degradación del ambiente, que los beneficios de la producción. Pasar de un sistema donde el crecimiento siempre tuvo un papel crucial para las economías y para el bienestar de la población, a un sistema abierto en el cual no hay crecimiento, no es imposible pero se necesita mucho tiempo puesto que es necesario cambiar todas las mentalidades y la forma de tratar de la economía. DE LAS EXTERNALIDADES EN EL MODELO DE CRECIMIENTO ACTUAL Como parte del modelo de crecimiento, basado en la explotación de recursos se creó un derecho especial, el derecho de contaminar, cuyo reto es limitar y disminuir la contaminación por las industrias. Esas externalidades no son producidas a propósito y se dividen en 2 grupos, las positivas y las negativas. La contaminación del aire y del agua, por ejemplo, es una externalidad negativa. Así, para impedir que las fábricas sigan produciendo externalidades negativas sin preocuparse de la naturaleza y de su destrucción aparecieron derechos a la contaminación. Esos derechos son limitados y atribuyen a las empresas el derecho a contaminar en una cierta cantidad que va a depender del tamaño de la fábrica, de su producción etc. No obstante, se notó que las multinacionales con más poder y peso empresarial se permitieron comprar los derechos a la contaminación de otras empresas menos importantes. El gobierno quiere limitar la contaminación y crea herramientas para aplicar su nuevo reto pero las empresas con poder siempre encuentran tácticas para seguir produciendo a su gusto. Así, se plantea un problema para las generaciones futuras. Se utilizan los recursos sin saber cuánto tiempo van a durar antes de agotarse. Hay que distribuirles de manera justa pensando en aquellas futuras generaciones. Sin embargo, las multinacionales no quieren cambiar su forma de funcionar ni pensar en el futuro porque no les concierne. Este fenómeno, en otros términos, se llama el afán de lucro, prefieren el dinero al futuro. Además de este fenómeno de contaminación, los seres humanos se apropian totalmente las riquezas naturales. Utilizamos 25% de la energía solar y según la segunda ley de termodinámica, la energía no se conserva. De cierta manera, se pierde la energía, no obstante, la pérdida no es total sino parcial porque la energía se transforme y se divide. Esta ley está en acuerdo con el fenómeno de entropía que nos dice que todo tiene un final, todo se degrada. Para entrar en un sistema económico abierto más respetuoso con la naturaleza, la clave puede ser invertir en el capital natural y el desarrollo sostenible. Por ejemplo, utilizar los recursos que crecen de una manera rápida en grandes cantidades, y en cantidades más limitadas, lo que necesita más tiempo para reproducirse. Para resumir, hay que tratar de maximizar la productividad del capital natural a corto plazo e invertir en el aumento de su suministro a largo plazo. El crecimiento y el tipo de economía en los cuales vivimos, destruyen la naturaleza y sus recursos de tal manera que las generaciones futuras no tendrán bastantes recursos para vivir. Es importante encontrar soluciones para limitar la amplitud de los daños. Como lo destacamos, debemos pasar a una economía sin crecimiento o con desarrollo sostenible más ecológico. No solo deteriora el medioambiente sino que provoca otros problemas, como la inmigración en masa o el hecho que los países más pobres quieren lo mismo que los más ricos creando así conflictos entre las naciones. Para evitar guerras los países deberían consumir menos y ser mas autosuficientes. Otro ejemplo con la búsqueda permanente de las empresas para poder bajar sus costos, con el fin de competir a nivel global, les conduce a la implementación de filiales en el extranjero. LAS LEYES DE LA TERMODINÁMICA La economía ecológica evoluciona por medio de la interacción de distintos patrones del pensamiento con gran cantidad de raíces disciplinarias, se han combinado ideas y se trabaja sobre el asunto principal de que la tierra tiene una capacidad limitada para mantener de manera sustentable a los seres humanos, determinada por los límites de recursos y el comienzo de una era ecológica; para que la economía funcione de manera sustentable dentro de dichos límites, se necesitan políticas ambientales definidas. Al referirnos a la economía ecológica, hablamos de un nuevo periodo de estudio transdiciplinario, en donde se requiere de visión del funcionamiento del MUNDO y la sociedad sustentable, métodos y modelos de estudio para posibles problemas, así como también instituciones que regulen e implementen de manera adecuada lo anterior mencionado. La visión se basa en que la Tierra es un sistema termodinámicamente cerrado, donde existen límites al rendimiento de los recursos y de su regreso al ecosistema a manera de desperdicios, necesitamos un planeta sustentable con capacidad de proveer calidad de vida para todos los seres humanos. La Termodinámica, fundada por Sadi Carnot, con su estudio clásico de 1824 (acerca de la eficiencia de los motores a vapor), logró identificar (lo que Clasius formalizó 25 años después), las leyes de la termodinámica. La primera ley, estipula que “la energía no se puede crear ni se destruir”; la segunda ley, conocida como la “Ley de la Entropía”, estipula que: “la cantidad de energía disponible para el trabajo en un sistema cerrado, únicamente disminuye el uso”. Sin embargo, la segunda ley se convierte en un factor importante, ya que estipula que la energía total útil en el universo, así como la cantidad de trabajo restante que se puede hacer, está disminuyendo. Se realizan diversas cuestiones como resultado de éste hecho ¿cuál es la esperanza para el progreso en un universo que se degrada constantemente?. Siguiendo a Georgescu-Roegen, la entropía es una ley límite, siendo la más económica de todas las leyes naturales, y que “es la base de la economía de la vida en todos los niveles”,. Se agrega que la entropía es un factor adicional que cuestiona la validez de la teoría del valor fundada en el trabajo y el cambio tecnológico. Aunque la entropía se expresa básicamente en la economía mediante el proceso de desvaloración (destrucción del valor). Pero la que ha faltado, más bien, es la productividad natural del trabajo (por ejemplo, los trabajos de conservación ecológica).Se puede señalar que en la convergencia de órdenes ontológicos diversos, la relación entre natura y técnica está mediada precisamente por el trabajo. Se hace una propuesta acertada en el sentido de llegar a una economía que esté basada “entre el balance de la productividad neguentrópica de biomasa y la producción entrópica de los procesos de transformación tecnológica y al metabolismo de los seres vivos”. Y ello es lo opuesto a la economía actual en la que se transforman recursos de baja entropía, en desechos de alta entropía y, en consecuencia, “la crisis ambiental ha sido el gran aguafiestas en la celebración del triunfo del desarrollismo, expresando una de las fallas más profundas del modelo civilizatorio de la modernidad. La economía, la ciencia de la producción y la distribución, mostró su rostro oculto en el disfraz de su racionalidad contranatural” Más que nada, las leyes de la termodinámica se enfocan en la construcción de modelos de ecosistemas y a modelos de interacción del ser humano con su ambiente. ORÍGENES DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO El punto de partida se basa describiendo el surgimiento de las ciencias, a través de pensamientos sistémicos y análisis empíricos de aspectos del mundo natural. De allí surgen las diferentes disciplinas científicas, en las cuales los expositores de éstas (como Newton, John Locke, Frank Knight), desarrollan temas más allá de su especialidad; así es como la economía surge, en medio de cambios sociales y científicos, partiendo de una filosofía moral en la que los individuos, preocupados porque sus propios intereses fueran perjudiciales para la sociedad, los economistas explican que los propios mercados orientan el comportamiento individual hacia el bien común. Después de un siglo, surge la ecología como ciencia, que al igual que la economía, se preocupaba por la forma en la que los sistemas podían trabajar por el bien común de las especies que los componían. Es así como inicia el Codesarrollo temprano de la economía junto con la Ciencia Natural, con la primera escuela de la economía, constituida por los fisiócratas, quienes creían que las leyes de la física creaban un orden social natural, compuesto por personas con derechos soberanos al producto de su trabajo; y que opinaban que la actividad económica real consistía en trabajar la tierra. Los fisiócratas nunca demostraron cómo las leyes de la física se aplicaban a los sistemas económicos, pero desde aquél entonces ha permanecido dentro de la corriente central de la economía, la insistencia que ellos mostraban en tratar a los individuos como entidades soberanas. Posteriormente, algunos economistas como Adam Smith, repitieron el patrón de pensamiento pero con las interacciones de mercado. Smith formulaba que si dos personas, estando perfectamente informadas de la decisión que tomarían, deciden entablar un intercambio, es porque los dos se favorecerán de ese intercambio haciéndolos más ricos. Esto lo llevó a la creación de “la mano invisible”, la cual argumenta que los mercados inducen a las personas a comportarse en beneficio del bien común, si fueran guiadas por una autoridad superior. Para fines del siglo XIX, se observó que Newton utilizaba el mismo modelo, pero aplicándolo a los sistemas mecánicos. Las visiones sobre los individuos y el sistema social, tienen una relación más estrecha con la visión orgánica y ecológica, dando por entendido de que las relaciones con la comunidad definen lo que es la gente, afectando lo que ellos desean, facilitando la acción colectiva y teniendo una continuidad histórica propia. En lo referente al crecimiento poblacional, se encuentra Thomas Malthus. Su modelo tuvo una enorme influencia de otros pensadores clave como Charles Darwin, Marx, Keynes (por mencionar algunos); y sin duda alguna, esta teoría se ha convertido en una gran referencia del crecimiento poblacional y la forma en que la gente depende del medio ambiente. Malthus, afirmaba que las poblaciones humanas eran capaces de aumentar exponencialmente, siempre y cuando se contara con suficiente alimento y otros bienes necesarios. También realizó una hipótesis en la que decía que la gente podría expandir su abasto de alimento aritméticamente a través de nuevas tecnologías y la expansión a nuevos hábitats, concluyendo de esta manera que el suelo sería devastado por la gente, por lo cual iría a la guerra debido a la comida, y traería consigo enfermedad y hambre; esto haría que el número de humanos disminuyera en consecuencia a niveles sustentables y que el proceso se repetiría. La tasa acelerada de crecimiento de la población en las naciones más pobres, amenaza con disminuir la posibilidad de que la gente de esos lugares, alcance el nivel de consumo comparable con los países ricos, usando tecnología moderna sin acelerar la degradación ambiental. El patrón geográfico de la Actividad Económica, lo lleva a cabo David Ricardo, pretendiendo justificar por qué los terratenientes recibían una renta por la propiedad de la tierra, decide presentar un segundo modelo acerca de la forma en que la actividad económica se relaciona con el medio ambiente. Ricardo planteaba que la gente trabajaría con la tierra que producía mayor alimento por el menor trabajo; pero debido a que la población aumentaba, la agricultura se extendía a terrenos menos fértiles por lo cual se requería de un mayor trabajo. En síntesis, el modelo indica la forma de cómo el incremento de la población, empuja a la gente a practicar la agricultura en áreas no utilizadas anteriormente, y también la razón del por qué se elevan los precios de los alimentos. Es por esto que el modelo de los patrones de uso de recursos, es similar al pensamiento que existe en las ciencias de la tierra acerca del uso de los recursos minerales. Los modelos de Malthus y Ricardo entraron en conflicto, debido a sus escasos recursos disponibles con las creencias en el progreso. Actualmente, estos modelos han sido promovidos como consecuencia del acelerado crecimiento de la población, consumo excesivo y la degradación ambiental. Por otro lado, John Stuart Mill, describió los vínculos entre el comportamiento individual y el bien común, argumentando que las economías competitivas tenían que basarse en reglas sobre el uso de la propiedad y un sentido de responsabilidad social que favorecería al bien común, afirmando que los mercados competitivos eran esenciales para la libertad. Herman Daly se basa en Mill y está a favor de una economía de estado estable, donde los flujos de recursos hacia la producción y de contaminantes de regreso al ambiente se mantienen en un nivel constante. Mientras tanto, Karl Marx, abordó la forma como la concentración de tierra y capital entre una pequeña porción de la sociedad afectaba el funcionamiento de las economías. Desde hace tiempo, se sabe que la forma como las economías asignan recursos a diferentes fines depende de la manera como los recursos se distribuyen entre la gente (si pertenecen o no a diferentes personas o si están de algún modo bajo el control de éstas). Desde el enfoque ambiental de ese tiempo, muchos argumentaban que las injusticias ambientales y el orden ecológico internacional limitaban las posibilidades para la conservación. Los pobres son pobres por dos razones: primero, no tienen suficiente acceso a largo plazo a los recursos para satisfacer sus necesidades materiales actuales. Segundo, saben muy bien que otros consumen mucho más que ellos, que su pobreza es relativa, y se esfuerzan por mejorar su condición relativa. La comprensión de las consecuencias ambientales de la concentración de la propiedad y el control está enraizada en el pensamiento económico, especialmente en el de Karl Marx. Marx y sus seguidores en los países comunistas han hecho una contribución negativa al problema de la eficiencia en la distribución. A partir de la década de los ochenta nace la idea de un desarrollo incluyendo la palabra sostenible, con el cual tratan de dar un peso menor al cuidado del medio ambiente, disminuyendo la importancia al tema, es decir, sin ser tan catastróficos. Esto surge a partir del abaratamiento de las materias primas y el petróleo lo cual llevo a los países ricos a aumentar aun más su renta además de su consumo per cápita, lo cual hace más grande la brecha entre los países ricos y pobres. Haciendo un análisis de la forma en cómo se ha tocado el tema del medio ambiente en las cumbres desde 1972 hasta 1992 reflejan una falta de apoyo político para que todos los sectores de la sociedad en especial el industrial apliquen patrones ecológicos efectivos. Entonces, los economistas clásicos pensaban que el crecimiento económico llegaría a desarrollar “un estado estacionario” porque decían que la tierra disponible no estaba sujeta a crecimiento. Mientras que los economistas neoclásicos cambiaron la idea del “estado estacionario”, en base a que la Tierra con todos sus recursos, podía ser sustituida por una entidad abstracta llamada capital, siendo este factor limitativo. ECONOMÍA ECOLÓGICA Y POLÍTICA AMBIENTAL El paso del hombre por la tierra, se ha caracterizado siempre por una constante: la obtención y consumo de energía de cualquier tipo de fuente que le permita realizar un determinado trabajo. El consumo de energía se puede clasificar en endosomático y exomático. El primero obedece a instrucciones genéticas, la energía endosomática de la alimentación viene determinada por requerimientos biológicos. Por otro lado, el uso exomático no se explica por la biología humana depende de la economía, la cultura, la política y las diferencias sociales; por tanto la especie humana carece de instrucciones genéticas que determinen su uso exomático de energía. Todos estos recursos y materias se han extraído del medio ambiente, sin embargo, el ritmo de la economía actual ha provocado la constante aceleración de los procesos naturales trayendo consigo efectos considerables de degradación ambiental, además de una generación desmedida de desechos que se vuelven a depositar en la naturaleza, sin que esta pueda reintegrarlos. Las relaciones entre el tiempo biogeoquímico y el tiempo económico son muy diferentes, por esta razón es importante una distinción entre recursos renovables y no renovables, ya que para la economía podría parecer que algunos recursos renovables los son a un paso lento que llegan a considerarse no renovables. Como lo enuncian las leyes de la Termodinámica, la energía no se crea ni se destruye, es decir solo puede transformarse en otra de sus formas y esto pasa precisamente con la energía proveniente de los combustibles fósiles que se produjeron durante miles y millones de años, y que solo se pueden extraer y utilizar, por lo que un proceso de producción de estos energéticos es prácticamente inexistente; otro de los postulados de estas leyes nos dice que la energía se degrada continuamente en energía térmica, por lo que es seguro que no se podrá conseguir un máximo rendimiento con la utilización de un combustible, y la energía que se derive tenderá a una de sus formas menos útiles, por lo tanto el uso desmedido de energía y la extracción excesiva de materiales causa potencialmente importantes impactos en el medio ambiente. Las necesidades humanas son el punto de partida para la valoración de los recursos y su uso. Se debe pensar en la jerarquización de las necesidades humanas desde las más básicas como lo son la alimentación, vivienda, vestido hasta llegar a las materiales. El tipo de necesidades que se abastecen y su prioridad quedará definida en base al nivel de ingreso, pero hay que tener en claro la distinción entre una necesidad y los bienes orientados a satisfacerla, ya que las necesidades humanas no solo se limitan a la alimentación, es indispensable el mantenimiento de determinadas condiciones externas a los seres humanos, que de destruirse no podrán ser remplazadas con el consumo de otros bienes o servicios, pues son las condiciones que ofrece el planeta para que los seres humanos puedan habitar en el. Ahora bien, no podemos hablar sobre un mercado de bienes dirigido a estas condiciones externas necesarias para la calidad de vida de los seres humanos, no es del todo posible monetizar el valor de estos recursos o condiciones. El hecho es que se esta infravalorando el futuro, los costos y beneficios del presente tendrán implicaciones severas en el futuro. Es claro que en la economía en la que nos encontramos solo se están valorando los beneficios económicos que se obtienen de un proyecto o actividad y se deja de lado las consecuencias perjudiciales que conlleva su desenvolvimiento en el un medio determinado. Las preocupaciones ecologistas no son ajenas a la vida cotidiana ni a las necesidades básicas de las especies humanas. Suele pensarse que los únicos capaces de afrontar este tipo de preocupaciones son las personas ricas, ya que se considera que tienen los recursos suficientes para corregir los daños ambientales y que son conscientes con respecto al medio ambiente y pro el contrario los pobres son demasiado pobres para tener en cuenta estas cuestiones. Sin embargo, el argumento anterior, es muy poco consistente pues aunque las personas con escasos recursos no se llamen así mismas ecologistas, han llegado a ser participes en diversos lugares del mundo, de movimientos sociales en contra de los efectos negativos que provocan las empresas que con el afán de obtener ganancias, poco se preocupan por las externalidades negativas, que los desechos de sus procesos de producción provocan en la población; así que las preocupaciones ecológicas no son exclusivas de la gente rica, pues para otras representan la lucha por mantener sus comunidades y su calidad de vida. Es pertinente preguntarse con toda esta situación a cuestas, si el sistema económico actual está valorando la utilización eficiente y eficaz de los recursos escasos o si la sociedad esta cada vez más inmersos en una economía regida por los mercados donde sólo hay pasa para productores de mercancías y consumidores que toman decisiones en base a precios formados por dichos mercados, si estos precios realmente están dando el valor adecuado a estos recursos , en este caso hablamos de una economía cerrada, en el que se deja de lado los desechos o residuos que se generan en grandes cantidades y de muy diversas composiciones, que para su conversión en nuevos recursos necesitan de la intervención humana y que no permiten una recuperación completa; otros tipos de residuos por dicha composición se convierten en tóxicos sin posibilidad de reciclaje o reutilización satisfactoria. La economía ecológica o como un sistema abierto, por el contrario observa al planeta como un ecosistema abierto a la entrada de la energía y de materiales, en la economía humana, analiza las discrepancias entre el tiempo económico y el tiempo bioquímico, comprende la existencia de las especies con los seres humanos, abarcando los impactos ambientales de la economía humana. Las políticas ambientales hasta el día de hoy no han logrado corregir la situación global debido a la extracción de los recursos, al número de personas que habitan el planeta tierra que en las últimas décadas ha tenido un tasa creciente más acelerada, y así los recursos per cápita utilizados y el grado de degradación y contaminación de los mismos. Debido a estos factores se visualiza un deterioro ecológico más rápido que hace 40 años. Algunas políticas para lograr la sustentabilidad: 1.- Un impuesto amplio al agotamiento del capital natural para asegurar que los insumos de recursos del ambiente a la economía sean sustentables, mientras se otorgan incentivos poderosos para desarrollar nuevas tecnologías y procesos para minimizar los impactos (Constanza y Daly 1992). 2.- Aplicación del principio precautorio del que contamina paga (4P) para asegurar que el costo total de productos finales de la economía al ambiente se carguen al contaminador, de una forma que trate adecuadamente con la enorme incertidumbre acerca de los impactos de la contaminación y aliente la innovación tecnológica. (Constanza y Cornwell 1992). 3.- Un sistema de aranceles ecológicos como un medio para permitir que los países implanten las primeras dos propuestas, sin colocarse a ellos mismos en una desventaja indebida con relación a los países que todavía no las han implementado. a) Impuesto al agotamiento del capital natural Una forma para implementar la restricción de la sustentabilidad del no agotamiento neto del capital natural es mantener la producción (consumo de capital total) constante en los niveles actuales (o niveles más bajos sustentables) al gravar muy fuertemente el consumo del capital natural, especialmente la energía. El premio nobel Robert Solow ha recalcado la importancia de remplazar el capital natural disminuido por un monto de capital hecho por el hombre suficiente para mantener el capital social agregado intacto a fin de asegurar la sustentabilidad y la equidad intergeneracional. Pero se necesitaría al menos una estimación aproximada del valor del agotamiento del capital natural con el fin de determinar la magnitud del impuesto sugerido. b) El principio precautorio del que contamina paga (4P) El principio precautorio es una forma como la comunidad regulatoria ambiental a comenzado a tratar con el problema de la incertidumbre verdadera. Este principio estipula que en vez de esperar certidumbre los reguladores deberían actuar en previsión de cualquier daño ambiental potencial con el fin de prevenirlo. El principio precautorio se invoca con tanta frecuencia en las resoluciones ambientales internacionales que muchas personas han llegado a verlo como un principio normativo básico de la Ley Ambiental Internacional. (Cameron y Abouchar 1991). El verdadero reto es desarrollar métodos científicos para determinar los costos potenciales de la incertidumbre y ajustar los incentivos de modo que las partes apropiadas paguen este costo de incertidumbre y cuenten con incentivos adecuados para reducir sus efectos negativos. Sin este ajuste los costos totales del daño ambiental seguirán quedando fuera de la contabilidad. Un novedoso instrumento basado en incentivos que se investiga actualmente para administrar el ambiente para precaución bajo incertidumbre es un sistema flexible de bonos de seguridad (Constanza y Perrings). Esta variación del sistema de Depósito- Reembolso está diseñada para incorporar a los costos ambientales tanto conocidos como inciertos en el sistema de incentivos y para inducir innovación tecnológica ambiental positiva. Funciona de este modo: además de cobrar directamente a un agente económico por daños ambientales conocidos, se impondría un bono de seguridad igual a la mejor estimación actual de los daños ambientales potenciales futuros más grandes, y este bono se mantendría en una cuenta generadora de interesen deposito, durante un periodo determinado de antemano. Este sistema requiere que se comprometan recursos ahora para compensar los efectos futuros potencialmente catastróficos de la actividad actual. Partes del bono (mas el interés) se regresarían sólo y cuando el agente pudiera demostrar que los presuntos daños del peor caso no hubieran ocurrido o fueran menos de lo evaluado originalmente .Si los daños ocurrieron partes del bono serian utilizadas para reparar el ambiente y posiblemente para compensar a las partes afectadas. El único costo seria la diferencia entre el interés sobre el bono y las utilidades que la empresa hubiera podido ganar si hubiera invertido en otras actividades. En promedio cabria esperar que esta diferencia fuera mínima. Además los “Ahorros Forzados” que el bono requeriría podrían de hecho mejorar todo el desempeño económico en economías que cónicamente ahorra poco. EFICIENCIA, DISTRIBUCION Y ESCALA La crisis ecológica surge de los cambios y transformaciones que ha sufrido la naturaleza por el ser humano, se caracteriza por los efectos de la globalización a través del crecimiento económico, basado en la acumulación de capital, tecnología y desarrollo del proceso productivo. Dicha crisis, se hace evidente en la década de los sesentas, reflejada en la irracionalidad ecológica de los patrones dominantes de producción y consumo, y marcando los límites del crecimiento económico. Como parte del proceso de la globalización, emerge en este contexto el principio de sustentabilidad, para marcar un límite y reorientar el proceso civilizatorio de la humanidad; que aparece como un criterio normativo para la reconstrucción del orden económico, como una condición para la sobrevivencia humana y un soporte para lograr un desarrollo durable. Es entonces que brota así una percepción de la destrucción de la naturaleza, de que algo anda mal en la concepción del progreso, en el dominio de la ciencia sobre la naturaleza, en las promesas incumplidas del desarrollo. Se va configurando una conciencia ambiental sobre los límites del crecimiento, y sobre la destrucción de las bases ecológicas para la sustentabilidad del planeta, un ciclo perverso de degradación ambiental y pobreza: “el saber ambiental”, que implica la construcción de un mundo sustentable, democrático, igualitario y diverso; contrario a lo que busca el capitalismo en su fase ecológica, cuyo objetivo es la apropiación primitiva y salvaje de los recursos de las comunidades del Tercer Mundo. Mientras que el neoliberalismo ambiental busca delimitar las resistencias de la cultura y la naturaleza para subsumirlas dentro de la lógica del capital. Con base a las preocupaciones sobre las problemáticas del medio ambiente, los países desarrollados se inclinan por una iniciativa conservadora y las políticas que remedien los efectos contaminantes de los procesos productivos de las empresas, que pueden desarrollar con mayor facilidad ya que cuentan con los recursos necesarios para llevar dicha iniciativa a cabo. Por otra parte, los países del Tercer Mundo tienen mayores dificultades para cumplir su objetivo: innovación de los procesos productivos donde el ambiente es, potencialmente, un sistema de recursos; dichos procesos productivos no logran ser eficientes debido a la desigualdad de recursos, tanto económicos como tecnológicos, ambientales, etc. El desarrollo sostenible se define como un proceso que permite satisfacer las necesidades de la población actual sin comprometer la capacidad de atender a las generaciones futuras, que en teoría, busca suprimir las externalidades del desarrollo –la explotación económica de la naturaleza, la degradación ambiental, la desigual distribución social de los costos ecológicos y la marginación social-. El enfoque ecológico de las relaciones entre sociedad y naturaleza ha abierto la posibilidad de analizar las estrategias de adaptación de la población a las condiciones físico-biológicas de su medio. Cada vez con el desgaste del ambiente por el ser humano, se deben buscar medidas para lograrse adaptar a la naturaleza que queda en la Tierra, existe escasez de recursos y por tanto hay problemas de eficiencia. Las medidas creadas deben ayudar a la sustentabilidad del medio ambiente y a mejorar la calidad de vida de la población. Desde esta perspectiva, existen 3 deudas: a) La Financiera b) La Ecológica c) La de la Razón La deuda ha implicado un acuerdo de las reglas del juego que no sólo deja ganadores y perdedores, sino que pone a los segundos en posición de deudores permanentes para el desarrollo sostenible del juego de la deuda. Las empresas transnacionales tienen intereses, tanto políticos como económicos, al establecerse en los países menos desarrollados buscan alcanzar sus objetivos y maximizar ganancias sin importar la sobrexplotación de los recursos, degradación y contaminación ambiental; por lo tanto, obtienen grandes beneficios los países desarrollados y los trabajadores de las empresas transnacionales debido al pago digno de salarios; por otro lado, el coste social es demasiado alto por la destrucción del ambiente y el mal uso de los recursos que realizan los países menos desarrollados ya que no cuentan con las estrategias necesarias como políticas ambientales que protejan su medio natural. Con ello se observa que existe desigualdad ambiental y mala concentración de la riqueza, inclinándose a favor de los países industrializados y de las empresas transnacionales. Los países deudores se fascinaron con los espejismos del progreso, y perdieron el juego. En este enredo, las naciones tercer mundistas piden que se condone la deuda, un trato preferencial, ayuda para inscribirse en el juego de la globalización. Pero no vislumbran otra vía de desarrollo. Quieren creer que las fallas del mercado y las perversiones del sistema financiero serán salvadas; que el crecimiento económico habrá de restituir la deuda histórica con el subdesarrollo a través del financiamiento del Norte y la transferencia de tecnología en términos preferenciales a los países del Sur. El juego de la deuda no es una cuestión moral sujeta a un cálculo estrictamente económico. Lo que está en juego no es la deuda financiera del Tercer mundo, sino la deuda oculta del primer mundo: el hiperconsumo del Norte y la sobreexplotación ecológica del sur, el pillaje, la rapiña y la devastación de los recursos del mundo subdesarrollado que alimentó el desarrollo industrial, vaciando sus potenciales productivos y viciando sus recursos ambientales. La relación existente entre la población y los recursos es actualmente una limitación de los recursos de la Tierra frente a la intensificación de la producción. Con el incremento demográfico, se ha visto la obligación de generar estrategias de sobrevivencia debido a que las condiciones económicas y políticas que afectan el acceso a la explotación de recursos determinan la disponibilidad para satisfacer las necesidades de consumo. Es difícil establecer una relación distribución-eficiencia debido a la escasez de recursos naturales y a las malas prácticas ambientalistas. La polarización de la riqueza en cuanto a recursos de la Tierra, se encuentra concentrada en aquellos países que aplican políticas a favor de la naturaleza. La economía ecológica cuestiona los fundamentos de la economía desde la percepción de sus límites ecológicos y entrópicos, abriendo un campo de investigación sobre las condiciones ecológicas de la sustentabilidad. La destrucción ecológica y el agotamiento de los recursos no son problemas generados por procesos naturales, sino determinados por las formas sociales y los patrones tecnológicos de apropiación y explotación económica de la naturaleza. Los problemas de equidad y distribución fueron generados por la acumulación capitalista, mucho antes de que ésta alcanzara sus límites ecológicos; y, como afirma Martínez Alier, la ciencia no ofrece criterios para evaluar los conflictos distributivos: la teoría económica no cuenta con medios objetivos para medir las equivalencias para el intercambio de valores de uso. Los precios de mercado son signos falsos de la escasez de recursos y del potencial de la naturaleza, no pueden servir como indicadores para una asignación racional de los factores productivos ni para internalizar los costos de las externalidades ambientales. LA CAPITALIZACIÓN DE LA NATURALEZA Y LAS ESTRATEGIAS FATALES DEL DESARROLLO SOSTENIBLE El retorno del orden simbólico: la capitalización de la naturaleza y las estrategias fatales del desarrollo sostenible, pareciera complaciente con Jean Baudrillard, de quien había destacado el desplazamiento de la economía política del signo fundada en un sistema de representaciones hacia el campo de la simulación regida por la ley del código. Afirma que el juego de los opuestos se abre en la posmodernidad hacia un pensamiento de la diferencia, atrapado por el simulacro del orden simbólico; lo cual conduce a una construcción del mundo que ha derivado en una imposibilidad de aprehender lo real, ha engendrado una realidad que está fuera de toda ontología y de toda epistemología en la era del código el conocimiento se aparta cada vez más de su referente fáctico, para construir realidades virtuales y mundos de vida flotantes. Y ello, ¿qué tiene que ver con la crisis ambiental? Lo tiene por el hecho de que los procesos ecológicos y simbólicos son reconvertidos en capital, natural humano y cultural. Por tanto: el discurso de la globalización aparece así como una mirada que abarca mucho más que con una visión holística; en lugar de conjuntar y dar integridad a la naturaleza y la cultura, las fragmenta como partes constitutivas del desarrollo sostenible. Esta operación simbólica somete a todos los órdenes del ser los dictados de una razón global y universal. Las estrategias fatales del discurso del desarrollo sostenible, resultan de su pecado capital: su gula infinita e insaciable. Considera que es en el terreno de la ecología política, en la que las oposiciones de las luchas sociales se definen en términos de identidad, territorialidad y sustentabilidad donde plantea, sobre la base del principio de productividad neguentrópica, construir una racionalidad ambiental y de construir la racionalidad económica (pero aun la misma racionalidad ambiental de Leff implicaría también otra racionalidad económica). Y además hay que preguntarse si, en esa racionalidad ambiental, desaparecería la racionalidad capitalista o bien se trataría efectivamente de otra, ¿no se entra aquí en el terreno de la economía ecológica crítica?, y también: ¿qué pasa cuando la economía se queda, según esto, sin ley del valor?. La polarización social y el deterioro ambiental llevan a requerir fundamentos racionales para lograr el progreso prometido por la industrialización. Dejar de utilizar el razonamiento monetario como guía, creando solo valor o utilidad sin tomar en cuenta los daños sociales y ambientales que esta actividad ocasiona. La falta de visión de los deterioros al medio ambiente, a llevado a solo tomar en cuenta los costos de extracción y manejo de los recursos naturales sin poner en consideración los costos por la reposición de los mismos en caso de poder reponerlos y los costos sociales y ambientes ocasionados por dichos deterioros, siendo la información monetaria la única que se utiliza para orientar estas actividades. La búsqueda del beneficio inmediato desde la perspectiva capitalista ha ocasionado que el aspecto ambiental solo sea un tema abordado sin realmente estudiarlo a profundidad, es decir mucho más conveniente en el corto plazo ocultar el proceso de deterioro ambiental que pensar en las gigantes cantidades de dinero necesarias para reconstruir los sistemas productivos que cumplan las normas ambientales de algún ente regulador. En el largo plazo la destrucción no será frenada sino acelerada. Referencias Leff, E. (2000). Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo. México: Siglo Veintiuno Editores, SA de CV. Robert Constanza, H. D. (1999). Politicas Instituciones e Instrumentos. En H. D. Robert Constanza, Una Introduccion A La Economia Ecologica (J. M. Palacios, Trad., Primera Edición ed., págs. 193-262). México: Continental S.A de C.V. Alier, J. M., & Jusmet, J. R. (2001). Economía Ecológica y Política Ambiental. México, DF: Fondo de Cultura Económica. Herman, D., Costanza, R., Goodland, R., Cumberlan, J., & Norgaard, R. (1999). PROBLEMAS Y PRINCIPIOS DE LA ECONOMÍA. En UNA INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA ECOLÓGICA (J. M. Palacios, Trad., págs. 85-183). México: Continental S.A. de C.V. Leff, E. (2004). Racionalidad Ambiental La reapropiación social de la naturaleza. México : siglo XXI editores, S.A. de C.V. Leff, E. (2007). 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