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LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO
CANTO DE APERTURA (sentados)
INVOCACIÓN (de pie)
En el nombre del Padre, del + Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
¡Cristo ha resucitado!
¡Ha resucitado en verdad!
Honramos y glorificamos el nombre santo de nuestro Dios trino,
Amén.
CONFESIÓN DE PECADOS Y ABSOLUCIÓN (de pie)
Omnipotente Dios, Tú penetras los corazones, Tú conoces los deseos, Tú ves los secretos más
íntimos. Purifica los pensamientos de nuestro corazón por la inspiración de Tu Espíritu Santo.
Llénanos con el poder de la resurrección de Tu Hijo Jesucristo, para que te amemos como
mereces y dignamente glorifiquemos Tu santo nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y somos falsos. Pero si
confesamos nuestros pecados, Dios, fiel y justo nos perdonará nuestra maldad y nos limpiará de
todo pecado.
(en silencio, confesemos nuestro pecado al Señor)
Bondadoso Dios,
Confesamos que estamos esclavizados por el pecado y no podemos librarnos nosotros
mismos. Hemos pecado contra ti en pensamiento, palabra y obra; por lo que hemos hecho
y por lo que hemos dejado de hacer. No te hemos amado con todo nuestro corazón; no
hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos. No hemos demostrado el poder,
la alegría y la paz de la victoriosa resurrección de nuestro Señor. Por amor de Tu Hijo
Jesucristo, ten piedad de nosotros. Perdónanos, renuévanos y dirígenos, de tal manera
que nos deleitemos en Tu santa voluntad, confiemos sólo en ti y andemos en Tu camino de
verdad para la gloria de Tu santo nombre. Amén.
Dios todopoderoso, nuestro Padre celestial, ha tenido misericordia de nosotros. Al resucitar a Su
Hijo Jesucristo de entre los muertos, nos ha perdonado nuestro pecados y nos ha librado de la
esclavitud del pecado. Por eso, les declaro que somos perdonados en el nombre del Padre, y del
+ Hijo y del Espíritu Santo.
Amén. Gracias a Dios.
(cantado) Gloria sea al Padre; gloria sea al Hijo;
Gloria sea al Espíritu, ahora y siempre. Amén. //
SALMO (Salmo 148:1-4 y 13)
¡Alabado sea el Señor! ¡Alaben al Señor desde el cielo!
¡Alaben al Señor desde lo alto!
¡Alábenlo ustedes, todos Sus ángeles!
¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo!
¡Alaben todos el nombre del Señor, pues sólo Su nombre es altísimo!
¡Su honor está por encima del cielo y de la tierra!
Oremos al Señor:
Oh Dios, Tú entregaste a Tu único Hijo a la muerte en la cruz para nuestra redención y
por Su gloriosa resurrección nos libraste del poder de la muerte. Haznos morir diariamente al
pecado, a fin de que podamos vivir con Él eternamente en el gozo de la resurrección. Por
Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, un solo Dios,
ahora y siempre. Amén.
LECTURAS BÍBLICAS DEL DÍA (sentados)
CANTO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO (de pie)
CHARLA PARA NIÑOS (sentados)
SERMÓN
CANTO
RESPONSORIO (de pie)
Si Cristo no resucitó, nuestros pecados no son perdonados.
Pero Cristo sí resucitó, y hay abundante perdón.
Si Cristo no resucitó, no hay esperanza de vida eterna.
Pero Cristo sí resucitó, y hay vida eterna.
Si Cristo no resucitó, los que duermen en Cristo no resucitarán.
Pero Cristo sí resucitó, y resucitarán.
Si Cristo no resucitó, todavía reina Satanás en nuestras vidas.
Pero Cristo sí resucitó, y nos libra del maligno.
Si Cristo no resucitó, tenemos que vivir temiendo la muerte.
Pero Cristo sí resucitó, y no tememos la muerte.
Si Cristo no resucitó, no puede ser nuestro Señor.
Pero Cristo sí resucitó, y es nuestro Señor glorioso.
Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación.
Pero Cristo sí resucitó, y le proclamamos de todo corazón.
Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe.
Pero Cristo sí resucitó, y vivimos por la fe en Él.
Si Cristo no resucitó, somos los más infelices de todos los seres humanos.
Pero Cristo sí resucitó, y nos llena de júbilo.
Si Cristo no resucitó, nuestros pecados no son perdonados.
Pero Cristo sí resucitó, y hay abundante perdón.
¡Cristo ha resucitado!
¡Ha resucitado en verdad!
CREDO APOSTÓLICO
OFRENDA
ORACIÓN DE LA IGLESIA (de pie)
CANTO (sentados)
CELEBRACIÓN DE LA SANTA COMUNIÓN (de pie)
El Señor sea con ustedes:
Y también contigo.
Alabemos al Señor de todo corazón:
Al Señor dedicamos nuestra vida.
Demos gracias al Señor nuestro Dios:
Siempre es propio darle gracias y alabanzas.
Es ciertamente justo y saludable que en todo tiempo y en todo lugar, te demos gracias y
alabanzas, oh Señor, Padre santo, todopoderoso y eterno Dios. Pero aún más, debemos alabarte
por la gloriosa resurrección de nuestro Señor, porque Él es el verdadero Cordero Pascual, que se
entregó para quitar nuestro pecado, que muriendo, destruyó la muerte, y resucitando, nos ha
traído a la vida eterna. Así pues, con todos los testigos de la resurrección, con la tierra, el mar,
todas sus criaturas y con los ángeles y arcángeles, alabamos Tu nombre y nos unimos al himno
eterno, cantando:
Santo, santo, santo, Dios del universo. Llenos están los cielos y la tierra de Su gloria.
¡Hosanna, hosanna, hosanna en las alturas! ¡Bendito Él que viene en el nombre del
Señor! ¡Hosanna, hosanna, hosanna en las alturas!
PADRE NUESTRO
PALABRAS DE INSTITUCIÓN
CORDERO DE DIOS (cantado)
ADMINISTRACIÓN DE LA SANTA COMUNIÓN (sentados)
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN (de pie)
Dios todopoderoso, Tú has dado a Tu Hijo en sacrificio por nuestro pecado y Él es nuestro
modelo de vida santa. Concédenos recibirlo siempre con gratitud y en el poder de Su gloriosa
resurrección. Ayúdanos a conformar nuestra vida a la Suya. Por el mismo Jesucristo, nuestro
Señor.
Amén.
BENDICIÓN
En paz, sirvamos al Señor, unidos en amor. En el nombre del Padre, del + Hijo y del Espíritu
Santo.
Gracias a Dios.
¡Cristo ha resucitado!
¡Ha resucitado en verdad!
CANTO DE CLAUSURA
SALUDO DE LA PAZ