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LA ORACIÓN DEL AVE COR1 Un Camino de Oración ((Breve ensayo para el III Encuentro Familia Eudista-Eufrasiano realizado en Obra Buen Pastor Los Chorros, Caracas, el día 03-12-2005) Autor: Padre Martín Solano, cjm 1.- Por qué proponemos este tema a. En primer lugar porque desde la casa de formación La Misión nos propusimos divulgar y dar a conocer esta oración tan importante para la gran familia eudista b. Porque es una oración que expresa y condensa toda nuestra espiritualidad c. Porque tenemos que darla a conocer empezando por nuestra misma familia 2.- Devoción al Corazón de Jesús y María (Vigencia) Hasta hace poco, la Iglesia se nutría mucho de esta devoción, a través de cuadros, revistas, novenas, misas, expresiones, etc. Era una gran celebración y muchas familias aún hoy tienen en sus casas el corazón de Jesús y de María y sin embargo, no hay un apego marcado en nuestra realidad. Es como si fuera algo de otro mundo. ¿Qué pasó? ¿Cuándo se dio el cambio? Con la revolución de nuestro tiempo, todo ha cambiado. Los viejos esquemas devocionales y de fe fueron perdiendo interés, la gente empezó a vivir más de la racionalidad, de lo inmediato, de lo tangible, y todo aquello que fuera contrario a esto, fue perdiendo importancia. Los jóvenes de hoy (y muchos adultos también) han ido llenándose de esta cultura y por lo mismo se presentan muchas objeciones a la vivencia de nuestra fe, y de manera especial en contra de la devoción al Sagrado Corazón. Se podría decir que la sensibilidad de los hombres y mujeres de hoy ha cambiado mucho y su vivencia de la fe ha ido por otros caminos que todavía hoy necesitamos analizar. Sería bueno por ejemplo analizar el auge de la devoción de la Rosa Mística y de la hora de la Misericordia. ¿Por qué estas devociones sí dicen y la del corazón NO pareciera decir nada hoy? Creo que es algo que tendremos que analizar con más profundidad después. ¿Será que una devoción como esta del Corazón no dice nada y no llena las expectativas del hoy? Resulta contradictorio que un mundo que está buscando a Dios2 y Este sencillo ensayo se basa en un artículo aparecido en la revista Familia Eudista Nº 5 de Colombia del padre Diego Jaramillo y en otros textos como las obras del Padre Boulay: El Venerable Juan Eudes, Tomo II; el padre Lebrun: La devoción al corazón de María y del padre Ángel Le Doré: Los sagrados corazones y el venerable Juan Eudes, entre otros. 2 Si nos fijamos en las librerías, las vitrinas presentan en su mayoría cantidad de libros de búsqueda espiritual, conexión con lo trascendente, Nueva Era, Yoga, etc. Además, las casas de Retiros se encuentran llenas de retiros espirituales, charlas sobre la oración, encuentros con Dios, etc. 1 tiene sed de experiencias de encuentro con Dios no vea aquí nada que le diga algo. Pareciera como si esta devoción no da respuesta a las nuevas aspiraciones del hombre y la mujer de la sociedad en que estamos inmersos y que fundamentalmente quiere controlar todo. Además, según algunos, para ser buenos cristianos no necesitamos de una devoción particular como esta. Muchas críticas se le han señalado: sentimentalista, individualista, introvertida, desfasada de la realidad, interesada, se queda en actividades piadosas que no comprometen la persona, etc. Aclarando algunos cosas Si la miramos como anteriormente señalábamos, ciertamente es algo ya caduco que no podrá decir nada a un mundo que ha cambiado considerablemente. Así, pues, tenemos que plantearnos (o replantearnos) qué vamos hacer con una herencia que Juan Eudes y Santa María Eufrasia nos han dejado. Lo primero creo yo que tendríamos que hacer es diferenciar entre devociones y espiritualidad. Para la gran familia eudista, el tesoro del Sagrado Corazón de Jesús no es algo meramente devocional o cúltico, es NUESTRA ESPIRITUALIDAD, es lo que nos alimenta. Es más profundo que una mera oración o una novena que tengamos que hacer. Es la forma como Dios a través de San Juan Eudes y María Eufrasia nos introduce al gran misterio de su amor, a la experiencia de salvación entendida como el amor que Dios tuvo que se hizo hombre y murió por nosotros para darnos vida y vida abundante. Dios nos ha amado con todo su corazón y eso es lo que vivimos con esta Espiritualidad. Por eso digo que es más profundo que un ‘culto’ o una ‘devoción’. Jesús es una Hoguera de amor que demuestra el amor que el Padre con Jesús y el Espíritu Santo nos ha querido demostrar dejándonos esta herencia espiritual fundamento de nuestra espiritualidad: EL CORAZÓN DE JESÚS Y MARÍA. Ahora bien, eso no significa que una práctica devocional no se tenga que hacer, o que no tenga ningún sentido; por el contrario, cobra valor cuando hemos entendido lo anterior. Toda espiritualidad busca expresarse y eso fue lo que Juan Eudes quiso hacer con las celebraciones del corazón de Jesús y de María, y más propiamente con la oración que hoy les invito a meditar: EL AVE COR, como la conocemos dentro de la gran familia eudista. Así, pues para volvernos a enamorar debemos empezar por conocer lo que Juan Eudes quiso transmitir a través de sencillas ideas que marcaron su vida y que hoy nos invita a marcar la nuestra. Esta oración posiblemente fue elaborada hacia 16433, pues parece que por medio de unas cartas fechadas en este año él recomienda realizar la oración4. Pero es sólo en El Padre Lebrún hace un buen análisis para señalar que esta es la fecha más segura, ya que el padre Dauphin en la introducción a las obras completas de Juan Eudes señalaba que esta oración se remontaba hasta 1641, pero no da ninguna prueba que demuestre esto. El argumento del P. Lebrún es sencillo pero bastante evidente: por qué entonces sólo en una 3 1645, específicamente el 7 de agosto cuando fue aprobada por dos teólogos (Mateo de la Dangie y Bernardo Chancerel) 3.-Analizando el texto Esta oración fue una de las más difundidas por San Juan Eudes y por la gran familia. De hecho en las obras completas de SJE encontramos la alusión en diversas partes: Tomo II, III, VI, VIII, XI.5 Bien en sus libros, bien en sus cartas, fue difundiendo esta oración que para él era muy importante. Fue compuesta en Latín y Francés Pareciera pues que toda la herencia espiritual eudista estuviera condensada aquí. Veamos un poco su composición: Está compuesta de dos partes: *Los Saludos o invocaciones: Ave, Cor…(12+1) *Los Actos de piedad u Oraciones: Te adoramos…(12) A) SALUDOS O INVOCACIONES Están basadas en las revelaciones de Santa Matilde de Hackeborn y que escribió Santa Gertrudis la Grande (A veces se confunden las ideas de una y de otra) que vivieron en el siglo XIII en el monasterio de Helfta6. Según Santa Gertrudis, fue el mismo Jesús el que le enseñó a Santa Matilde esta bella y santa instrucción cargadas de profundidad con las cuales podía honrar a su Madre (experiencia del Adviento para saludar a la gloriosa virgen María)7. De ellas toma 88: *5 de las oraciones son tomadas al pie de la Letra: Purísimo, humildísimo, devotísimo, pacientísimo y fidelísimo9 *3 fueron transformadas por SJE: Ferventísimo en el amor por AMANTISIMO, muy solícito en la oración por VIGILANTÍSIMO, y conservantísimo para guardar con carta de fecha 1643 (según esta versión el 26 de octubre), es decir dos años después, es cuando le explica a Mannoury cuándo y cómo debe rezarla. Cfr. Lebrún, La devoción al corazón de María. Pág. 55. 4 Según el Padre Boulay, quien cita al padre Martine, aparece fechada una carta del día 23 de octubre de 1643 en donde Juan Eudes le escribe al Padre Mannoury para señalarle cuándo y de qué manera debe recitar esta oración. Pág. 20. 5 Si se tiene el CD de las obras completas fácilmente en el tomo XII se puede buscar al final el índice de palabras y se encontrará rápidamente dónde se encuentra dichas reseñas. 6 Según los especialistas Juan Eudes posiblemente conoció a estas Santas del siglo XII a través de Madame de Budos, abadesa de Caen. Al respecto, en su libro Joaquín María Alonso señala que Juan Eudes discierne muy bien estas ideas para apoyarlas y primero ve cómo la tradición (en contra de lo que las ideas de Lutero afirmaban) señala que son dignas de confiar. Cfr. El Corazón de María en SJE TomoI pág. 182. 7 SJE señala las frases de santa Matilde en el tomo II, pág 361-363 8 Según el padre Boulay, de las 13 salutaciones del Ave Cor, Juan Eudes toma 10 de S. Matilde, pero no precisa cuáles son las que toma, pues según se ve, parecieran sólo 8. Cfr. Boulay, Tomo II pág. 21 9 Habría que señalar que el superlativo era muy caro a la Santa y también a Juan Eudes, sin embargo en nuestro lenguaje no utilizamos el superlativo. Corazón Puro, Humilde, etc. diligencia cuanto aprendió de la infancia, niñez y juventud de Cristo por SAPIENTÍSIMO. *4 fueron colocadas por SJE: Santísimo, Mansísimo, obedientísimo y beatísimo 10 ¿Por qué doce (12)? -Se trata pues de un total de 12 invocaciones, que para él evocaban las doce estrellas que adornan la corona de la mujer del Apocalipsis (Ap. 12, 1) -El 12 es un número universal (de totalidad) que representa todos los misterios de la vida de María, y las cualidades, virtudes, privilegios y grandezas con que Dios la adornó. En el año de 1653, cuando se abrogó la sentencia proferida tres años atrás el 29 de noviembre de 1650 y se reabrió la capilla de Caen, Juan Eudes dio gracias al corazón de María añadiendo una nueva frase a sus advocaciones: Te saludamos Corazón Misericordioso, para completar así un número de 13 invocaciones11. Si nos damos cuenta Santa Matilde y en un principio parece que también San Juan Eudes dirigían esta oración al corazón de la Virgen María (Sin embargo si la leemos sin saber nada, pareciera más bien que se dirige al corazón de Jesús). Lo cierto es que de un primer momento en que la piedad eudista la dirigía al corazón mariano, pasó luego a tener un significado más profundo12. ¿Por qué el cambio? Muy rápido, Juan Eudes descubre en Jesús y María un misterio de unidad. Hay un solo amor al que llamó corazón de Jesús y María (fíjense que la oración es toda en singular, no dice corazones sino corazón). Veamos qué dice el propio Juan Eudes al respecto: “Ella (la oración) se dirige conjuntamente al santísimo corazón de Jesús y de María. Porque, aunque el Corazón del Hijo sea diferente del de la Madre, y lo sobrepase infinitamente en excelencia y santidad, Dios ha unido tan estrechamente estos dos corazones que se puede c decir con verdad que no son sino un Corazón, pues están siempre animados del mismo espíritu y llenos de los mismos sentimientos y afectos. De modo que Jesús vive y reina en María y que verdaderamente es el alma de su alma, el espíritu de su espíritu y el corazón de su corazón. Hablando con propiedad el corazón de Esta última alabanza (beatísimo) no estoy seguro si fue de Santa Matilde pues no aparece en sus obras, ni tampoco el padre Jaramillo la toma en cuenta cuando hace la división. Sin embargo la tomo como si fuera elaborada por SJE. 11 Al respecto, el padre Milcent explica cómo se dio este grato acontecimiento que llevó a Juan Eudes a proferir esta hermosa salutación para incorporarla al Ave Cor. Milcent, St Jean Eudes pág. 275 12 Cfr. Jaramillo, D. Familia Eudista 5 pág. 25 10 María es Jesús, y por eso saludar y adorar al corazón de María es saludar y adorar a Jesús en cuanto es el espíritu, el alma, la vida y el Corazón de su santísima Madre.” 13 Como se puede percibir, ya Juan Eudes coloca la unidad del corazón de Jesús y María, que expresará después con la celebración litúrgica del Corazón de María en 1648 y posteriormente con la del corazón de Jesús en 1672. B) ACTOS DE PIEDAD U ORACIONES Una segunda parte de la oración son los actos de piedad u oraciones. Después de haber vivido un primer momento de oración digámoslo así contemplativa y de alabanza fuerte, viene a continuación un ejercicio de oración más activa, por decirlo de alguna forma, en el que entra directamente nuestro dinamismo. Se trata de los actos típicos de la escuela francesa en los que nuestro dinamismo se manifiesta, a través de la alabanza, la glorificación, etc. Como lo señala el padre Boulay, “seguida de esta alegría y fecunda contemplación de las excelencias y de las amabilidades del corazón de Jesús y de María, nuestra voluntad no puede quedar inactiva; ella se dirige hacia el divino objeto que la encantó y produce así los actos de piedad. Estos actos que del corazón suben a los labios en palabras de fuego, constituyen la segunda parte de esta bella salutación”14. Veamos: Te adoramos Te alabamos En esta segunda parte, el verbo ADORAR dio lugar a muchas discusiones, pues para algunos era una idolatría adorar a María, incluso a su corazón. Tan grandes fueron los que se opusieron a esta frase que el mismo Eudes en 1650 la cambia por Te bendecimos, pero prontamente él mismo en las siguientes ediciones retoma el verbo Adorar.15 El mismo Juan Eudes dice: “Cuando en esta salutación que se dirige al corazón adorable del Salvador y al corazón venerable de su Madre, encuentren estas palabras: Te adoramos, no se sorprendan, pues existe la adoración de latría (honor debido sólo a Dios) y de hiperdulía, reservado a la Madre de Dios, porque sobre ella sólo está Dios y bajo ella cuanto no es Dios.”16 O.C. II pág. 363-364 Cfr. Boulay, Tomo II pág. 22 15 Un estudio pormenorizado de este verbo y de la legitimidad de la expresión se encuentra en el capítulo XVIII del libro del p. Ángel Le Doré. Los Sagrados Corazones y el Venerable Juan Eudes. Pág. 391ss. 16 O.C. VIII pág. 491 13 14 El problema siguió incluso después de su muerte y el segundo superior general, El P. Blöuet de Camilly en 1688 la cambia por HONRAMOS, pero en 1742 la asamblea general restablece el texto original. 4.- CAMINO DE ORACIÓN El Ave Cor, como lo dice el padre Jaramillo, es una escuela de Oración. Juan Eudes, siguiendo los moldes de su maestro Bérulle, elabora este Salutación. Lo primero es la CONTEMPLACIÓN. Mirando a Jesús y a María descubre en su corazón 13 perfecciones, y propone meditar en ellas. Juan Eudes invita en el capítulo XII del corazón admirable de la muy sagrada madre de Dios la manera de meditar sobre cada cualidad o virtud enunciada en las invocaciones de esta salutación. Primero en el corazón de Jesús, luego en el corazón de María, y luego en nosotros mismos. El Padre Dionisio Boulay por su parte nos da una idea de lo que esta contemplación significa: Esta oración “pone al alma cristiana en presencia de los Sagrados Corazones y propone para la contemplación los principales atributos del mismo. Ante de la belleza del espectáculo, el alma maravillada no puede traducir los variados sentimientos que se le presentan en ella… Los saludos se suceden maravillosamente escogidos para decir las bellezas y bondades de estos corazones maravillosamente adaptados a nuestras necesidades y a nuestra santificación. Es un resumen de la vida cristiana y sacerdotal, un cuadro de las virtudes que Juan Eudes recomienda practiquen sus hijos e hijas”17 ¿Qué se busca? Juan Eudes invita a “aplicar espíritu y corazón a considerar con atención, a meditar con profundidad y a estudiar con cuidado las perfecciones y las virtudes de ese corazón para imprimir un vivo parecido en nuestro corazón por una fiel imitación.”18 Así pues, la contemplación nos lleva a pedirle a Jesús que imprima en nosotros estas mismas cualidades de su corazón. No hay que saltar muy rápido este primer momento que nos deja la oración. Si bien es cierto que la oración no termina aquí, es bueno que dediquemos tiempo a meditar y contemplar sobre estos saludos tan caros al fundador; por algo él mismo invita a meditar diariamente uno por uno. Dedicarle un día a cada salutación no es nada superfluo sino que invita a hundirse en el maravillo manantial que mana de este gran corazón. 17 18 Boulay, D. Tomo II pág. 21 VIII, 492 El subrayado y las negrillas son mías. Tras la contemplación de estas grandes virtudes del corazón de Jesús y María llegan las EXPRESIONES DE PIEDAD o virtud de la religión. Estas actitudes son infinitamente importantes, ya que después de haber descubierto la grandeza del corazón, nuestra voluntad no puede permanecer quieta y por lo mismo nos impulsa a adorar, alabar, glorificar y agradecer a tan excelso corazón. Esta segunda parte expresa de manera muy concisa, pero de forma enérgica y piadosa los actos que convienen rendir a los Sagrados Corazones.19 Estas expresiones de piedad son suaves y ardientes efusiones de un alma que se funde delante de las maravillas que se ofrecen a sus miradas20. Junto a la contemplación inicial, estos actos de piedad hacen de esta salutación la fórmula más corta, completa y metódica, el ejemplo más claro que el padre Eudes nos ha dejado de su género de oración y de lo que él aconseja a sus discípulos. Se trata de la vieja (pero siempre actual) idea de CONFIGURARNOS con Cristo y María en su divino corazón. En estas expresiones de piedad, siguiendo el esquema berulliano, a los actos de alabanza y adoración les siguen los ACTOS DE AMOR, para esto, Juan Eudes se ayuda del texto bíblico (Dt 6, 4) Te amamos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas. Esta idea cobra especial relieve para Juan Eudes pues amar con TODO el corazón significa que es el amor que se debe profesar con el Corazón de Jesús, de la Virgen, de los ángeles y santos que son un solo corazón en el corazón de Jesús y María. Esto lo explica también cuando explica la fórmula en el rosario del santo amor de Jesús. Lo mismo sucede para las otras frases. Después de los actos de amor sigue la ENTREGA. Para Juan Eudes esto es muy importante, pues de nada sirve contemplar y amar al corazón si esto no nos lleva a que el nuestro también participe de este mismo amor. Por eso, el siguiente y obligatorio paso es el de entregar nuestro corazón. Es decir ofrecerse al Corazón para sea nuestro corazón. Finaliza esta segunda parte con las PETICIONES. Solo adhiriendo nuestro corazón al de Jesús y María, es como el nuestro puede ser transformado. Por eso lo entregamos para que lo posean totalmente y de esta forma pueda ser purificado, iluminado y santificado. 19 20 Cf. Lebrún, pág. 58 Boulay, pág. 23-24 He aquí el camino de llegada, a mi parecer, la genialidad de Juan Eudes: Partimos del Corazón Santo de Jesús y María y llegamos al nuestro para que sea santo como el de ellos. Si la frase comienza saludando y contemplando el corazón santo de Jesús y María, la plegaria finaliza con la petición para que el nuestro también sea santificado y así participe de esa misma santidad. A simple vista parece muy sencillo, pero si nos ubicamos en un contexto histórico en el que muy pocos creían posible la santidad de todo cristiano desde su vivencia cotidiana, entonces esta idea de Juan Eudes recobra gran importancia. Lo que nos está diciendo es que el corazón de Jesús y María nos puede hacer santos a todos y eso sí que es valioso para un pueblo ansioso de descubrir a Dios. Como lo hizo una vez con el libro Vida y Reino, en el que dice a todo cristiano de cualquier condición que ser cristiano y ser Santo es lo mismo, una vez más con esta oración refuerza su idea. La plegaria finalmente termina con la frase: para que en él VIVAS Y REINES, para nosotros que conocemos algo de la doctrina de Juan Eudes, sabemos que estas frases cobran mucho sentido. De hecho su libro principal nos lo va a decir claramente VIDA Y REINO. Es éste el propósito del libro y por supuesto de esta oración: que Jesús y María VIVAN Y REINEN en nosotros. Y esto solo es posible si hacemos un camino de oración y de encuentro personal con su Corazón. Esta es la esencia, la gracia que el Ave Cor nos permite descubrir y vivir.21 5.- ¿Cuándo rezarla? En varios escritos Juan Eudes propone rezar esta oración: 1- En el Manual para una comunidad eclesiástica pide rezarla dos veces por día: mañana y tarde. 2- En el libro Devoción al Santísimo Corazón de María recomienda rezarla después de comulgar 3- En los Ejercicios de Piedad pide rezarla a los moribundos, preparándolos a bien morir 4- En los mismos ejercicios de piedad, en las oraciones que se pueden hacer en familia invita a rezarla por lo menos una vez al día. 6.- Testimonios de su eficacia El mismo Juan Eudes nos cuenta en una de sus cartas que una religiosa estando enferma de la vista, se le rezó con esta oración y que al orar por ella, mientras le A propósito de un estudio sobre el Ave Cor, el Padre Pedro Drouin, cjm realizó unas meditaciones sobre esta oración desde la Biblia, así, fue analizando cada frase desde el sentido bíblico que cada una de ellas tiene. 21 imponían sobre los ojos el librito en donde estaba impresa la plegaria, cuando quitaron el libro, no tenía ya dolores, abrió los ojos y veía clara y perfectamente. También Juan Eudes argumenta que a uno de sus siervos le prometió que quienes dijeran con devoción el Ave Cor les daría deseos de purificarse más y más de todo pecado, a fin de recibir los dones, gracias y bendiciones divinas También cuando la vuelve a editar, él mismo pide a Jesús y a María que tomen posesión de quien se sirva de esta oración y que los llene de un ardentísimo deseo de purificarse de todo pecado, a fin de recibir los dones, gracias y bendiciones divinas que les quieran comunicar. De igual forma, a través de María des Vallées, nuestro Señor dijo a esta piadosa mujer que esta plegaria le era muy agradable, que él la había inspirado y que castigaría a quienes se opusieran a ella. Además, la virgen le dijo que enviaría chispas del fuego sagrado que abrasa su corazón a fin de calentar a los tibios, inflamar a los fervorosos y abrasar a quienes están devorados en las llamas de su amor. También el padre Jaramillo indica a propósito de esta oración que para el padre Joaquín María Alonso, cmf, gran estudioso del corazón de María: Es la fórmula más concisa y más exacta que encierra la espiritualidad de SJE. Como podemos ver en este corto análisis del Ave Cor, la oración es muy importante y realmente invita a vivir esta oración en el día a día. Ahora nos queda a nosotros hacer de ella nuestra oración de compañía para que cada día bajo la gracia del Señor y la intercesión de Juan Eudes y María Eufrasia podamos descubrir el misterio del amor expresado en su Corazón. Así pues, es un camino de oración, una escuela que se nos abre para que vivamos de ese corazón.